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Narrador: Había una vez en un bonito pueblo, una niña llamada Caperucita Roja. Vivía en
una casa muy acogedora con su mamá y su papá.
Mamá: (Sonriendo) Claro, querida. Pero recuerda, ve por el camino seguro y no hables con
extraños.
Transición a un camino pintoresco con árboles y flores. Caperucita lleva una cesta llena de
galletas.
Narrador: Caperucita Roja tomó su cestita con deliciosas galletas y se encaminó hacia la
casa de su abuelita. El sol brillaba y los pájaros cantaban en los árboles.
Lobo: (Sonriendo) ¡Hola, pequeña Caperucita! ¿A dónde vas con tanta prisa?
Caperucita: (Inocentemente) Hola, señor Lobo. Voy a visitar a mi abuelita, ¡le llevaré estas
galletas!
Narrador: El lobo, con su sonrisa malvada, ideó un plan astuto para engañar a Caperucita.
Caperucita asiente y sigue el camino largo, mientras el lobo se apresura hacia la casa de la
abuelita.
Narrador: Sin saberlo, Caperucita siguió el consejo del lobo y tomó el camino largo.
Mientras tanto, el lobo llegó rápidamente a la casa de la abuelita.
Caperucita entra en la casa y se da cuenta de que algo está mal. Ve al lobo disfrazado de
abuelita.
Lobo: (Riendo malévolamente) ¡Ah, qué astuta eres, Caperucita! Pero ya es demasiado
tarde.
En ese momento, se escucha un ruido fuera de la casa. El leñador aparece con su hacha.
Narrador: El leñador, con su valentía y fuerza, logró atrapar al lobo y liberar a la abuelita.
Caperucita abraza a su abuelita con alivio mientras el leñador lleva al lobo lejos de la casa.
Narrador: Desde ese día, Caperucita aprendió la importancia de escuchar los consejos de
sus padres y de ser valiente cuando se enfrenta a situaciones difíciles.
La escena final muestra a Caperucita, su abuelita y el leñador celebrando con una gran
fiesta.
Narrador: Y así, Caperucita Roja vivió feliz para siempre junto a su querida abuelita y el
amable leñador.
Fin.