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Dolor de los pecados, Propósito de enmienda, Confesar los pecados al sacerdote, Cumplir la penitencia.
Examen de conciencia.
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios mío, me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente, sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén
Se hace una sugerencia por parte del catecismo, muy importante: Conviene preparar la recepción de este sacramento
mediante un examen de conciencia hecho a la luz de la Palabra de Dios. (Rm 12, 15; 1Co 12, 13; Ga 5; Ef 4,6) Hay dos
maneras de entender lo que es el examen de conciencia: una manera cristiana, y otra que no es cristiana. Algunos
entienden el examen de conciencia a responderse a la pregunta: "¿Cómo me veo yo"". Sin embargo el examen de
conciencia cristiano es "¿Cómo me ve Dios?". El camino de Jesucristo no son esoterismos, ni tesoros ocultos. El da la
suficiente luz, Él nos envió el Espíritu Santo para conocernos interiormente, para conocer nuestro pecado. Es el mismo
Jesucristo el que nos revela nuestra propia verdad: mirándole a Él, te conoces a ti mismo. Quien ha conocido el amor de
Cristo, ha conocido que es pecador. En el pasaje de Zaqueo, cuando conoce a Jesucristo se da cuenta de que su vida
tiene que cambiar: es el conocimiento de Jesucristo el que le descubre su pecado. Zaqueo no se había dado cuenta,
hasta que no conoció a Jesucristo (o al menos no se había percatado de la gravedad de lo que estaba haciendo). El caso
es que en casa de Zaqueo se produjo un milagro, y el milagro es que Zaqueo dejo de mirarse al ombligo y miro a
Jesucristo y al hacerlo se conoció a sí mismo. Por eso, el examen de conciencia cristiano –lo podemos decir de esta
forma-: Conoce a Jesucristo y te conocerás a ti mismo, y en su rostro misericordioso veras tus pecados, bajo la luz del
Espíritu Santo= Jesucristo revela al hombre su verdadero rostro.
La principal ayuda para el examen de conciencia son los diez mandamientos.
5.-No mataras.
¿He deseado que a otros les vaya mal? ¿He peleado? ¿He dicho groserías? ¿Tengo resentimientos contra alguna
persona y no le quiero perdonar? ¿No rezo por los que me han tratado mal? ¿Me he burlado de alguien? ¿He puesto
sobrenombres? ¿He tratado con dureza? ¿He dicho palabras ofensivas? ¿He hablado mal de otras personas? ¿He
contado lo malo que han hecho o lo que dicen de ellos? ¿He escandalizado? (o sea, ¿he enseñado lo malo a los que no
lo saben?) ¿Cuántas veces? ¿Me he aprovechado de los más débiles para golpearlos o humillarlos?
7.-No robaras.
¿He robado? ¿Cuánto vale lo que he robado? ¿Pienso devolverlo o dar eso a los pobres? ¿He devuelto lo prestado?
¿He tenido pereza en cumplir los deberes?
Otro mandamientos que están a mitad camino entre el "respétate a t mismo y respeta a los demás:
6.- No cometerás actos impuros.
¿He detenido en mi cerebro por varios minutos pensamientos o deseos impuros? ¿He mirado películas impuras, o
revistas pornográficas o escenas impuras por televisión? ¿He dicho o celebrado chistes malos? ¿He hecho acciones
impuras conmigo mismo o con algunas personas? ¿Tengo alguna amistad que me hace pecar?
También en lo que se refiere a los pecados de omisión suele ser muy iluminador el examinarse de las
OBRAS DE MISERICORDIA: