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INSTITUTO NACIONAL DE

ANTIGUO CUSCATLÁN

Profesor: miguel prieto


Tarea: investigación de Alberto Masferrer
Estudiante: Cristian alexander avelar Menjívar
Índice
Bibliografía .......................................................................................................................................... 3
Vicente Alberto Masferrer Mónico ................................................................................................. 3
Como periodista y político .............................................................................................................. 5
Muerte............................................................................................................................................. 6
Obras publicadas ................................................................................................................................. 7
Ensayo ................................................................................................................................................. 8
Consecuencias, Beneficios y su Uso Positivo en la Sociedad .......................................................... 8
Consecuencias de la tecnología: ................................................................................................. 8
Beneficios de la tecnología: ......................................................................................................... 9
Uso positivo de la tecnología: ..................................................................................................... 9
Bibliografía
Vicente Alberto Masferrer Mónico
Hijo de una ciudadana salvadoreña, Leonor Mónico, y de un español afincado
en El Salvador, Enrique Masferrer, su padre se negó en un principio a
reconocerlo como vástago; posteriormente se avino a reconocer su
paternidad y Alberto pasó a vivir a la casa de su progenitor. Cursó sus
primeras letras en la escuela de Jucuapa y, a los diez años de edad, ingresó
colegio que había fundado en San Salvador la pedagoga francesa Agustine
Charvin.

En 1883 fue enviado por su padre a Guatemala en represalia por haberse


negado a cumplir un castigo que le había impuesto. El jovencísimo Masferrer
rechazó la custodia paterna y vagabundeó por Guatemala, Honduras y
Nicaragua, trabajando en oficios como el de buhonero.

Ejerció luego la docencia en el departamento nicaragüense de Rivas, desde


donde fue enviado a la isla de Ometepe para que impartiera clases en el
presidio que allí se levantaba. Posteriormente se trasladó a San Rafael del
Sur, donde asumió la dirección de la Escuela de Varones. En 1885 se trasladó
a Costa Rica, donde apenas permaneció un año, y en 1886 regresó a su país
natal y fue profesor en El Carrizal, donde residió durante tres años. En 1889
fue nombrado director de la escuela de Jucuapa, la misma en que el propio
Masferrer había recibido sus primeras clases.

En 1890 fue nombrado subdirector escolar en Sensutepeque y archivero de


la Contaduría Mayor en San Salvador; dos años después asumió la dirección
del Diario Oficial, y en 1900 se convirtió en secretario del Instituto Nacional,
cargo que abandonó un año más tarde, cuando fue nombrado cónsul de El
Salvador en Buenos Aires (Argentina). Inició así una carrera diplomática que
lo llevaría a ocupar los consulados salvadoreños en Santiago de Chile (1902),
San José de Costa Rica (1907) y Amberes (Bélgica, 1910). Fue delegado de
El Salvador en la Conferencia de La Haya (1912), colaborador en el Segundo
Congreso Científico celebrado Washington en 1915, asesor del Ministerio de
Instrucción Pública y director del Instituto Ixeles (1916).

Su labor literaria y ensayística se desarrolló paralelamente. En 1923 se


convirtió en uno de los editorialistas del periódico El Día, y en 1928, en
compañía de los escritores y periodistas Alberto Guerra Trigueros y José
Bernal, fundó en la capital salvadoreña el rotativo Patria, donde se hizo cargo
de la sección editorial y de una aplaudida columna titulada Vivir. Sus trabajos
periodísticos publicados en este diario fueron recopilados al cabo de varios
años por el poeta y crítico literario Pedro Geoffroy Rivas, y publicados por la
editorial de la Universidad de El Salvador. Masferrer brilló también como
periodista en territorio chileno, donde, bajo el pseudónimo de "Lutrín", firmó
una columna humorística que aparecía en los rotativos El Chileno, de
Santiago, y El Mercurio, de Valparaíso.
En los últimos años de su vida, Alberto Masferrer se implicó en la política de
su país. Participó ardientemente en la campaña electoral de 1929 y 1930 a
favor del partido laborista, apoyando al candidato Arturo Araujo, quien,
elegido presidente en 1931, resultó inmediatamente derrocado por el golpe
de estado del general Maximiliano Hernández Martínez. Las matanzas posteriores
a manos del ejército salvadoreño desengañaron a Masferrer, quien hubo de
partir a Guatemala y a Honduras sumido en la pobreza y la enfermedad.

Según sus propias palabras, él quería "Luchar contra todas las injusticias;
declarar la guerra a la miseria y la ignorancia; meter el hombro a las clases
desheredadas sin humillar a las favorecidas; consagrar nuestro esfuerzo al
triunfo de la verdad y de la virtud (...). Considerado de esta manera, el
socialismo es la más santa de las doctrinas: es el cristianismo en sus más
avanzadas consecuencias. En este sentido, nuestra literatura debe ser
socialista", palabras que operan como una especie de poética o al menos de
programa cultural y social. Este episodio sumió al escritor en una amarga
decepción que se agravó por sus problemas de salud y por el agotamiento
que le produjo el viaje a Guatemala. De regreso a El Salvador, muy mermado
de facultades, falleció en la capital del país el 4 de septiembre de 1932.

El magisterio de Alberto Masferrer dejó una honda huella en la juventud de


su país; basta citar como ejemplos dos de las principales figuras de la
literatura salvadoreña del siglo XX: la poetisa Claudia Lars y el
narrador Salarrué [Salvador Salazar Arrué]. Su obra se caracteriza por una mezcla
de socialismo y misticismo religioso y por una visión un tanto ambigua de los
problemas sociales. Su primer libro, Páginas (1893), a pesar de estar
enclavado en el modernismo, se destacó por su impronta social. Entre sus
obras más importantes figuran La nuevas ideas (1910), Ensayo sobre el
destino (1926), El dinero maldito (1927) y El minimun vital (1929). La obra Las siete
cuerdas de la lira (1926) ahondó en los misterios del cosmos, la psicología y las
fuerzas sobrenaturales.
Como periodista y político
Entre 1928 y 1930 fundó y dirigió el periódico Patria, en el cual hacía
denuncia social y abogaba por la justicia para con los más necesitados
en el marco de la pobreza generalizada del país. Trabajó en periódicos
y revistas nacionales e internacionales, fue redactor de los diarios El
Chileno y El Mercurio, de Santiago de Chile; el semanario La Reforma,
diario Los obreros unidos; en las revistas La República de
Centroamérica, Actualidades, Bibliográfica Científico-Literaria, El
Simiente y otros.
En el 13 de abril de 1905, propuso un reglamento de la Oficina de
Estadística Escolar que fue aprobado por acuerdo ejecutivo el
siguiente día 14 de abril.
Inició su carrera política al ser nombrado cónsul de El Salvador
en Argentina (1901), Chile (1902), Costa Rica (1907) y Bélgica (1910),
así como en la Corte Internacional de Justicia en 1912;4 además se
desempeñó como archivero de la contaduría mayor de la nación en
sustitución del señor don Juan de Dios Iraheta por el acuerdo ejecutivo
del 17 de diciembre de 1889,7 redactor y director del Diario
Oficial (1892),8 Secretario del Instituto Nacional (1890) y Asesor del
Ministerio de Instrucción Pública (1916).4 Bajo la premisa fundamental
de la lucha pacífica por los derechos de cada individuo, se convirtió en
el ideólogo y director de la campaña política que en 1930 llevó a
la presidencia al ingeniero Arturo Araujo. Ese mismo año fue elegido
como diputado nacional, y se separó políticamente del presidente y de
sus posturas.
Pese a su oposición a la llegada a la presidencia del
general Maximiliano Hernández Martínez, la toma del poder del militar
fue inevitable. Desde ese momento, Masferrer trató de contener la
violencia que se desataría meses después, en el levantamiento
campesino de 1932, que dejaría como saldo la muerte de miles de
indígenas y el exilio de Masferrer a Honduras. Su relación con
el Partido Comunista Salvadoreño es poco clara, aunque sí hay
referencias de la influencia pacifista que el escritor, de manera fallida,
intentó ejercer.
Muerte
Tras su derrota política y moral por el estallido de la violencia que trató
de contener, se exilió en Honduras, pero falleció víctima de su endeble
salud y por parada cardiorrespiratoria en San Salvador. Durante toda
su vida adoleció de diversas enfermedades como severas neumonías
y una serie de serios accidentes cardiovasculares los cuales lo dejaron
postrado en una silla de ruedas por periodos cortos en más que
numerosas ocasiones, pasando casi la mitad de su vida en una de
ellas

Carlos Cañas Dinarte, escritor, licenciado en Letras y miembro de


número de la Academia Salvadoreña de la Historia, en su
libro Diccionario de autoras y autores de El Salvador, afirma, en la
página 320 de dicha obra: «Aquejado por la parálisis y por cierto nivel
de lagunas mentales, su vida estuvo en peligro al retornar a El
Salvador, cuando el avión que lo conducía tuvo que realizar un
aterrizaje de emergencia en la hacienda La Carrera (Usulután), el 24
de agosto de 1932». Y más adelante, dice el mismo autor: «Falleció en
la ciudad de San Salvador, en la noche del domingo 4 de septiembre
de 1932. Considerado una verdadera manifestación nacional de duelo,
su sepelio tuvo lugar en la tarde del día siguiente, en el Cementerio
General capitalino

En homenaje a Masferrer, existen


diversas escuelas, universidades, plazas y monumentos que llevan su
nombre, honrándole a nivel oficial y reconociendo su fuerte influencia
sobre las generaciones de educandos y literatos nacionales. Además,
por decreto legislativo del 30 de agosto de 1949, la tumba de
Masferrer se considera monumento nacional
Obras publicadas
Pese a la prolifera publicación de ensayos y escritos aislados, las obras completas publicadas
por Masferrer son

• Páginas (1893)
• Niñerías (1900)
• Las Nuevas Ideas (1910)
• ¿Qué debemos saber? (ensayo epistolar, 1913)
• Leer y escribir (ensayo sociológico, 1915)
• Una vida en el cine (1922)
• Ensayo sobre el destino (1925)
• Las siete cuerdas de la lira (ensayo filosófico, 1926)
• El dinero maldito ( ensayo moral, 1927)
• Helios (ensayo, 1928)
• La religión universal (ensayo, 1928)
• El minimum vital (ensayo político-social, 1929)
• Estudios y figuraciones de la vida de Jesús (ensayo
filosófico, 1930)
• El rosal deshojado (versos publicados póstumamente
en 1935)
• Prosas escogidas (prosas publicadas póstumamente
en 1968)
Ensayo

Consecuencias, Beneficios y su Uso Positivo en la


Sociedad

En la actualidad, la tecnología se ha convertido en una parte


integral de nuestras vidas. Desde los dispositivos móviles y las redes
sociales hasta la inteligencia artificial y la realidad virtual, la
tecnología ha transformado la forma en que vivimos, trabajamos e
interactuamos. Este ensayo examinará las consecuencias y
beneficios de la tecnología, y explorará cómo podemos utilizarla a
nuestro favor y aprovecharla de la mejor manera posible para el
beneficio de la sociedad.

Consecuencias de la tecnología:
La tecnología ha tenido un impacto significativo en todos los aspectos de
nuestras vidas. Si bien ha traído numerosos beneficios, también ha dado lugar
a algunas consecuencias negativas. Algunas de las principales consecuencias
incluyen:
Dependencia tecnológica: La creciente dependencia de la tecnología puede
llevar a problemas de adicción y aislamiento social.
Privacidad y seguridad: La tecnología ha planteado desafíos en términos de
protección de datos personales y seguridad cibernética.
Desigualdad digital: Existe una brecha digital entre aquellos que tienen
acceso y conocimiento tecnológico y aquellos que no, lo que puede ampliar la
desigualdad social y económica.
Beneficios de la tecnología:
La tecnología también ha generado numerosos beneficios para la sociedad. Estos incluyen:
Comunicación mejorada: Las tecnologías de comunicación han acortado las distancias y
facilitado la conexión global en tiempo real, permitiéndonos comunicarnos con personas
de todo el mundo de manera más rápida y eficiente.
Avances en la medicina: La tecnología ha revolucionado el campo de la medicina,
mejorando el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades, y salvando vidas a
través de la innovación en dispositivos médicos y terapias.
Eficiencia y productividad: La automatización y las herramientas tecnológicas han
mejorado la eficiencia y la productividad en muchos sectores, permitiendo realizar tareas
de manera más rápida y precisa.
Acceso a la información: Internet ha democratizado el acceso a la información, brindando
a las personas la capacidad de aprender, investigar y acceder a conocimientos en cualquier
momento y lugar.

Uso positivo de la tecnología:


Educación: La tecnología puede transformar la educación, brindando
oportunidades de aprendizaje más accesibles y personalizadas. Las
plataformas en línea, los recursos educativos digitales y las aulas virtuales
pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades relevantes para el
siglo XXI.
Sostenibilidad ambiental: La tecnología puede desempeñar un papel
fundamental en la búsqueda de soluciones para los desafíos ambientales.
Desde la energía renovable hasta la monitorización ambiental y la gestión
inteligente de recursos, la tecnología puede ayudar a promover prácticas más
sostenibles.
Innovación social: La tecnología puede impulsar la innovación social al
proporcionar herramientas y plataformas para abordar desafíos sociales,
como la pobreza, la desigualdad y la exclusión. A través de aplicaciones y
proyectos

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