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Esta receta no es novedosa en nuestro país. Después de la –mal llamada- “Revolución Libertadora”
se proscribió al peronismo durante 18 años. Ello originó la inolvidable campaña del “Luche y
Vuelve” que terminó con el amplio triunfo del FREJULI y le devolvió la primera magistratura al
peronismo luego de años de lucha y resistencia. Lo que sí es reciente es la aceitada articulación,
como se pudo constatar en el encuentro de Lago Escondido, entre el poder económico, el poder
judicial, los servicios de inteligencia y el poder mediático. Esa mafia paralegal que opera
erosionando los cimentos democráticos tiene jefatura y se llama: Héctor Magnetto. He aquí el
inventor de las causas y sentencias contrarias a nuestra compañera Cristina Fernández de Kirchner.
La plaza colmada del 9 de diciembre del 2015 significó la muestra cabal del empoderamiento
popular de aquellos años. Ese día Cristina nos miró a los ojos y nos dijo que la confianza del Pueblo
se construye cuando el o la que está sentada en la Casa Rosada toma decisiones en favor de las
grandes mayorías del Pueblo. Esa confianza entre Cristina y el Pueblo permanece intacta.
El liderazgo de Cristina es hoy irremplazable y sin alternativa. Cristina es la Esperanza para vivir
dignamente. Por eso nuestra consigna es clara y determinante: romper la proscripción. Eso
implica militar y organizarse para generar las condiciones para que Cristina pueda ser candidata.
San Martín nos enseñó que cuando la Patria está en peligro todo está permitido excepto no
defenderla y lo que está en juego en los tiempos que se vienen en Argentina es, precisamente, la
Patria. La vuelta del macrismo recargado significará un retroceso aún más profundo, más grande e
incluso más voraz contra los sectores populares del que llevaron adelante durante su último
gobierno.
La moderación no está en nuestro idioma. Construir la Patria de los Humildes es nuestra bandera.
Enfrentamos a los poderes fácticos que pretenden sumirnos en la resignación, al mismo tiempo
que se apropian de la riqueza nacional con exclusión y salarios de miseria. Es tarea de nuestra
generación, del peronismo y sus aliados reconstruir las instituciones democráticas que se
encuentran embebidas de resabios dictatoriales y de lógicas mafiosas.
Defender los intereses del Pueblo y la Nación significa, en estos tiempos y sobre todo, no
resignarnos a que el endeudamiento extremo defina nuestro destino, lo que implica
necesariamente una renegociación integral del acuerdo con el FMI que libere nuestra perspectiva
de desarrollo privilegiando las demandas del pueblo y no la de los acreedores.
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LA CIUDAD CON
PLENARIO DE LA MILITANCIA CRISTINA
En lo inmediato debemos abocarnos a recomponer el salario de los y las trabajadores que han
perdido una parte significativa de sus ingresos. En el país que supimos construir con Cristina tanto
los salarios como las jubilaciones llegaron a ser los más altos de la región. Es mentira que somos un
país pobre. El problema central se encuentra en la distribución de la riqueza. Debemos trabajar
profundamente para lograr una distribución justa de la riqueza que nosotros/as mismos/as
generamos.
Vivimos en el laboratorio.
La Ciudad de Buenos Aires es desde hace 15 años el laboratorio por excelencia del proyecto
neoliberal en la Argentina. Desde hace 15 años gobierna la Ciudad el espacio político de Macri y
Larreta cuya premisa central es minimizar el Estado y los bienes comunes, mercantilizar la sociedad
y la cultura, poner a la Ciudad de espaldas al pueblo.
Han utilizado la “autonomía” de la Ciudad como pretexto para aislarse y darle la espalda al resto del
país. Han puesto por delante a los negocios inmobiliarios frente al derecho de cientos de miles a
contar con una vivienda digna. En 15 años solamente han avanzado –con muchísimos
inconvenientes- en la urbanización de 4 villas cuando en la Ciudad existen 56 barrios populares.
Han priorizado el cemento sobre el espacio verde siempre.
Han naturalizado la indiferencia en su gestión y estilo de gobierno. Han moldeado al poder judicial
de la Ciudad a su “piacere” manteniendo, incluso, al Jefe de los Fiscales luego del escándalo del
“chat de los huemules”. Han hecho negocios con el acarreo, las aceras, las macetas, los predios
públicos, etc.
Es hora de terminar con la insensibilidad y el gobierno de los CEOS en la Ciudad. No es verdad que
el blindaje judicial y mediático de Larreta son invencibles. El derrotismo nunca fue el idioma de la
militancia del campo nacional y popular.
Esta Ciudad, que fue el epicentro de la resistencia de las invasiones inglesas; cuyo Pueblo fue
protagonista de la Revolución de los Restauradores; que fue anfitriona del hecho más importante
de nuestra historia: 17 de Octubre de 1945; cuyos ciudadanos tuvieron un rol fue fundamental para
dar fin al gobierno neo-liberal y represivo de De la Rúa en el 2001, saben de luchas, de resistencias
y de gestación de proyectos emancipadores.
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LA CIUDAD CON
PLENARIO DE LA MILITANCIA CRISTINA
Es evidente que las mafias que gobiernan el país en la actualidad y que nadie votó vienen
erosionando los cimientos democráticos para retrotraer la historia de nuestro país a una fase
pre-democrática. Para ello, intentan proscribir a Cristina. Ella representa el último dique de
contención para que no se lleven puesta la democracia que tanto nos costó conseguir.
Cristina es la Esperanza del Pueblo. Cristina condensa las posibilidades de volver a vivir
dignamente. Cristina simboliza el programa de desarrollo económico y social que nos permitirá
conquistar, definitivamente, la grandeza nacional y la felicidad de nuestro Pueblo.
El peronismo, en su vocación frentista, junto a todos los espacios que componen el campo popular,
tiene el deber militante de crear las condiciones para que Cristina vuelva a la Casa Rosada. Como
dijo el Papa Francisco: “El futuro no está en manos sólo de los dirigentes y las elites, está
finalmente en los pueblos y en su capacidad de organizarse”.
Como nos pidió Cristina, es hora que saquemos el bastón de mariscal y asumamos el protagonismo
colectivo que demanda la hora.