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Así lo vemos en las películas, amores eternos con final feliz aunque no exentos de
dolor y sufrimiento.
Este amor romántico tiene que ver con “el amor para toda la vida”, tiene que ver con
los celos, tiene que ver con la media naranja con un otro que “te completa” o te
“complementa”. El amor romántico tiene que ver con un otro que satisfaga nuestras
necesidades.
Esta idea proviene de tiempos atrás donde el hombre debía cortejar a la mujer para
poder ingresar a la corte del rey. Para ello se valía de una serie de halagos, poemas,
con el objetivo de la conquista.
A pesar de que esto ocurrió mucho tiempo atrás esta idea aun persiste en el
imaginario colectivo de muchas personas, tanto hombres como mujeres.
Con el surgimiento de la burguesía como clase social, con ella surge el contrato del
matrimonio, que debería ser para toda la vida.
Como todo contrato tiene un fin económico pero se le atribuye una veta romántica
influenciada por ideas religiosas como la idea de una promesa “para toda la vida”,
hasta que “la muerte los separe”, y cuyo fin primario es la procreación frente a a
cual habría que hacerse cualquier sacrificio.
Actualmente esta idea si bien viene cambiando, con la crisis que viene sucediendo
en el matrimonio así concebido. A pesar de ello existen hoy día películas,
publicidades que han ejercido gran influencia en la persistencia del amor romántico.
Concebido de esta forma, el amor romántico tiene que ver con las pasiones, con el
drama, con esperar del otro que satisfaga aquello de lo cual yo no soy capaz.
En ese esperar del otro, en ocasiones, se pide que el otro cambie, lo cual no es
posible. No es posible que el otro cambie más que por el mismo, si así lo desea.
Amor dependiente.
Si bien la idea del amor romántico ha primado durante mucho tiempo en nuestras
sociedades, dado los cambios sociales, esta situación ha venido cambiando.
Cada vez es más frecuente que no sea el hombre quien corteja a la mujer, sino que
haya cierta igualdad a la hora de iniciar el contacto.
Pese a ello que ciertas conductas o actitudes han venido cambiando aun tienen
influencia en el imaginario de algunos hombres y mujeres la idea del principe azul.
Persistencia. Pese a que una relación no funcione o no nos haga feliz se debe
continuar en ella.
Por otro lado, en el hombre, siempre se fomentó un desarrollo personal más pleno.
El amor no era el principal objetivo, sino el éxito profesional o económico. En ese
sentido es que se fomenta más la autonomía y la independencia, por lo cual también
les resulta más difícil perder estos logros por un compromiso de pareja.
El amor maduro implica una actitud empática en cada uno de los miembros de la
pareja.
El amor maduro no cela. El otro no es propiedad nuestra por tanto puede gustarle a
otras personas. En el amor maduro hay una valoración propia y de la relación de
pareja que brinda seguridad.
Y si ocurriera que el otro miembro se interese por otra persona se le respeta pues
tampoco quiero estar con alguien que ha perdido el interés en mi. Nuestro camino
juntos han terminado si así lo consideramos, y soy capaz de valorar todo lo que
aprendí con esa persona a pesar de que la relación termine.
El amor maduro implica un compromiso pero con la idea clara de que todos los días
estás eligiendo a la otra persona, y a plena conciencia que ese camino juntos puede
terminar.
¿Cuáles son las diferencias entre el amor romántico y el maduro? Existen un total
de 6 características muy claras que los distinguen:
Ahora que ya conoces las diferencias, ¿por qué tipo de amor apuestas?