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CONBERSASION

--¿De dónde bienes tan lijero?-- le dijo el mudo al cojo.

--Yo bengo de nueba llorc--heste le contestó.

--¿Y por qué tan yeno de penas? ¿Hacaso no briya aún el sol?--le hinterpeló

--Talbés el sol sí briye, talbés no. Lo único que sé es que de mí lla ce olbidó.

Ase mucho tiempo que yo hando en tinievlas, cin poder ber ni tan ciquiera un

poquito de lus.

--Ecsajerás, ombre. No puede cer todo tan mal. Aunque a beses el sielo nos

paresca nuvlado, anbos savemos que ayá en la distansia, más lejos que las

nuves, briya la heternidad.

--¡Pero esa lus está tan opaca! No bale la pena ponerce a esperar centado a

que ahumente, o a que ce dicipen las nuves. Total, ¿Cómo savemos ci no ya

ce apagó del todo? Y uno aquí como vavoso esperando a que buelba. ¿Que tal

ci no buelbe?

--Mirá, cuando avlamos de sientos pensando en un miyón, ¿Nos entiende

acaso la gente? Y cuando prollectamos nuestra sombra, ¿Opacamos acaso la

lus? No somos transparentes, cin enbargo cí lo somos. Todos ben a trabés de

nosotros, pero no entienden lo que ben. Lo que cuenta al final, ¿Qué es?

--Lo que savés, lo que sós, lo que es.

--Y entonses, ¿Por qué se te olbida?

-- Por vruto, mano, por vruto.

-- Pues lla no ceyas tan vruto y avrí los ojos a la realidad. Sos lo que sos y los

demás al carajo.

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