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CONTEMPORÁNEAS
ENSAYOS DE ARQUITECTURA
TRAS LA CRISIS DE 2008
FRANCISCO DÍAZ
© dpr-barcelona, 2019
Viladomat 59 4o 4a, 08015
Barcelona
dpr-barcelona.com
isbn: 978-84-949388-8-7
FRANCISCO DÍAZ
prólogo
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introducción
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fobia
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culpa
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o b s e s i ó n c o m p u l s i va
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mal de diógenes
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amnesia
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d é f i c i t at e n c i o n a l
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afasia
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n ota s
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agradecimientos
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Tenemos que hablar de temas más importantes. [...] Las soluciones son
detalles pequeños. No deberíamos necesitar hablar de cada detalle. Son
como certezas tácitas; sólo sabes la respuesta correcta. Las soluciones
deben ser directas y simples, eso es todo. Es una cuestión de creatividad
y preferencia, no hay nada de qué hablar.1
Definición/causa
A pesar de que sus causas pueden ser múltiples, yendo de una lesión
en el cerebro (habitualmente un derrame) a traumatismos craneales, tu-
mores o infecciones cerebrales, la afasia es la denominación para un efec-
to preciso: el deterioro del lenguaje que afecta la producción o compren-
sión del habla y la capacidad de entender, leer o escribir. A diferencia de
las patologías psicológicas, la afasia es un problema fisiológico, pues se
produce por una lesión. En términos físicos, la causa es una desconexión
entre el centro del habla en el cerebro y el órgano motor a través del cual
el habla se expresa.
La afasia puede ser lo suficientemente leve como para permitir la co-
municación verbal limitada o no verbal (gestos), o llegar a niveles de
gravedad que hagan imposible la comunicación con el paciente. En casos
leves puede afectar a un único aspecto del uso del lenguaje, como la capa-
cidad de recuperar los nombres de los objetos, la habilidad de unir pala-
bras en oraciones o de leer. Pero en la mayoría de los casos se ven afecta-
dos los múltiples aspectos de la comunicación, mientras algunos canales
permanecen accesibles para un intercambio limitado de información.
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Remake
Quizás la forma más inofensiva de afasia es el remake, la práctica de copiar
alguna arquitectura del pasado de forma abierta y deliberada. Ya sea por la
conciencia de la imposibilidad de formular un nuevo lenguaje, o bien por
el desafío de ocupar estrategias exitosamente probadas en otras disciplinas
–sampling, cut-up, entre muchas otras4– la opción es seleccionar un código
o caso existente y trabajar con él, ya sea repitiéndolo o haciendo variacio-
nes. Esta es una operación similar a la que Tafuri veía en Rossi, salvo que
este último sacó una carta bajo la manga y logró rebarajar el naipe. Hoy en
día eso casi no ocurre. Lo más habitual es que, como una forma de inser-
tarse en el debate y demostrar un cierto grado de cultura y sofisticación in-
telectual, los arquitectos contemporáneos retomen lenguajes previamente
formulados, ya sea a través de citas –muchas veces sacadas de contexto– o
bien emulando estéticas o formas de representación que, tal como ocurre
con la ropa o la música, definen una cierta pertenencia cultural.
La Bienal de Arquitectura de Chicago en 2017, titulada Make New
History, fue una instancia tan prolija en citas, sampleos y remakes que,
tras ver la exposición, era compartida la sensación de deja-vu entre los
espectadores. Esa era una intención expresa de parte de sus curadores
–los arquitectos estadounidenses Mark Lee y Sharon Johnston– quienes
abiertamente promovían este retorno a la historia entendida como una
cantera desde la cual extraer materiales para construir el discurso actual.
Sin embargo, cuando hacer historia se confunde con citarla o repetirla,
no es posible esquivar el fantasma de Marx quien, en 1851 y en referen-
cia a Napoleón iii, escribió que, «Hegel comenta en alguna parte que
todos los grandes hechos y personajes históricos mundiales aparecen,
por así decirlo, dos veces. Olvidó añadir: la primera vez como tragedia,
la segunda vez como farsa»5.
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Proyectividad
Antes de llegar siquiera a pensar en la ironía del remake, a inicios de
este siglo una nueva camada de arquitectos/académicos se empezaba a
rebelar contra la generación previa. Estos jóvenes decidieron abandonar
la crítica para explorar los nuevos fenómenos en arquitectura, ya sea
las nuevas tecnologías de producción digital o bien las oportunidades
de negocios que aparecían con la versión supuestamente más amigable
del capitalismo que surgió en los noventa. En el 2005, en un artículo
donde explica que las críticas a la crítica se realizan «en favor de una
arquitectura nueva, alternativa y eficazmente integrada [al sistema], que
toma sus cuñas de las prácticas del management empresarial contempo-
ráneo»7, el académico canadiense George Baird bautizó a esta genera-
ción como «poscrítica».
Como veíamos someramente en la introducción de este libro, la pro-
yectividad o poscrítica –también conocida bajo slogans neoliberales del
tipo design intelligence, design thinking o design as research– surge de la
conjunción de cuatro elementos: primero, un rechazo a la condición
intelectual de la arquitectura, caracterizada principalmente por una reac-
ción casi edípica a las figuras de Tafuri, Peter Eisenman o Michael Hays8.
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El diseño [...] opera más cómodamente como una etiqueta para una
rama de consultoría de negocios, como lo demuestran los incipientes
programas de magister, sitios web populares [...] y firmas [...] que reúnen
lo que comúnmente se conoce como design creativity o design thinking,
con la administración de empresas y la preciada innovación para captar
la atención del consumidor. El diseño, en este modo corporativista de
pensamiento e investigación de mercado, ha sido cínicamente publicitado
como una poción para resolver la pobreza, la contaminación y las crisis de
salud asociadas al cambio climático.10
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Imaginarios
En paralelo a la atención en el proceso aparece otro terreno fértil para el
surgimiento de la afasia. Cuando la atención se centra en la construcción,
la formulación del lenguaje pasa a un segundo plano. Lo que se expresa
no es un argumento sino un mensaje políticamente neutro: el material. La
comunicación se confía a las texturas y los colores. Los materiales permiten
asociar ideas vagas y banales, como entre madera y calidez, o entre piedra y
solidez. Se trata de señales de posibles ideas, que no alcanzan para formu-
lar un argumento. No hay gramática ni sintaxis. Con suerte hay signos de
colores. No hay comunicación. Con suerte algo de expresión.
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Dialectos alegóricos
En la memoria para su proyecto para la Serpentine Gallery en el año
2014, Smiljan Radic dice:
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todas partes esta atmósfera. Pero en esta definición del filósofo francés,
obviamente la atmósfera no era todo: era más bien una forma específica
de diseñar ambientes por medio de la homologación del espacio interior
en función de una experiencia aséptica, sin conflictos y donde el sistema
logra funcionar con fluidez. En la definición de Baudrilliard, la atmósfe-
ra es al entorno construido como un calmante es al estrés, de forma tal
que el sistema siga funcionando. Dice Baudrilliard:
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les, que me llevan a hacer las cosas de una determinada manera»27, luego
Zumthor indica que «Esto parece confirmar algo que todos nosotros ya
sabemos»28. Pero ¿es de verdad algo que todos ya sabemos?
En un texto tan notable que vale la pena citar completo, el personaje
detrás de esta forma de operar es descrito por el arquitecto español Josep
Lluís Mateo, como «el buen salvaje»:
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En esta última frase, Mateo levanta el punto clave: si este arquitecto efec-
tivamente se retira del mundo a las montañas, no tiene red, ni tampoco
habla, ¿por qué sabemos tanto de ellos? ¿No será que eso del buen salvaje
es en realidad una pose?
Comunicación
Aquí tenemos que reparar en dos problemas claves de la arquitectura
–no sólo contemporánea– y que afectan su enseñanza. Uno es la obli-
gación de dar cuenta a los demás de lo que hacemos. El segundo es la
necesidad de explicitar su valor.
Empecemos por la primera interrogante: cómo explicar a los demás
lo que hacemos como arquitectos. Partamos estableciendo una base in-
discutible: se nos permite ejercer nuestra profesión porque se supone que
somos profesionales. La sociedad entiende que nuestro trabajo se basa en
un raciocinio y que, por ende, la solución que elegimos o la propuesta
que hacemos es la mejor o la óptima. Dado que los arquitectos profesio-
nales trabajan con recursos ajenos, están obligados a dar cuenta de cómo
los ocupan. Ese es uno de los mayores dilemas del arquitecto profesional:
cómo explicar a los clientes (o a un jurado) que lo que él o ella propone
es lo que corresponde hacer y que, en consecuencia, está bien que gasten
su dinero en ese proyecto. ¿Cómo se logra eso? Argumentando. Expli-
cando clara y articuladamente por qué cada arquitecto hace lo que hace.
Eso en relación al cliente.
Pero no olvidemos que la arquitectura es a la vez una profesión y un
campo de conocimientos (una disciplina). Por eso, los argumentos utili-
zados para explicar algo a un cliente no necesariamente son los mismos
que explican el aporte de un proyecto a su propio campo. De ahí que no
todos los proyectos tengan importancia disciplinar. Un edificio inmobi-
liario, por ejemplo, puede tener muy buenas razones que expliquen las
decisiones que se tomaron y que hayan servido para convencer al cliente.
Pero eso no significa que esos mismos argumentos sirvan para decir que
ese proyecto es un aporte a la disciplina. Ese es un problema al que se
enfrentan muchos arquitectos profesionales que hacen docencia: tratan
de hacer pasar sus criterios prácticos como si fueran disciplinares y se in-
comodan cuando esos argumentos no son aceptados dentro de la acade-
mia. Obviamente, no todo tiene valor disciplinar. Para que sea apreciado
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22.- Jacques Lacan, «The mirror stage as forma- of Architecture, Planning and Preservation
tive of the I function, as revealed in psychoa- –gsapp– de la Universidad de Columbia
nalytic experience». July 17, 1949, Zurich, 16th en Nueva York entre 1998 y 2003; A su vez
International Congress of Psychoanalysis. En: Amale Andraos es socia fundadora de workac,
Écrits: the first complete edition in English. (New y decana de la misma escuela desde 2015.
York; London: ww Norton, 2007), 99.
31.- Amale Andraos y Dan Wood, fundado- 6.- Ver, por ejemplo, el trabajo de Ines
res de workac, trabajaron previamente en Weizman respecto a los derechos de autor
oma, la oficina de Rem Koolhaas. en arquitectura.
32.- «Making Books Now» Producido por 7.- George Baird, «Criticality and its dis-
Columbia gsapp en colaboración con los contents» Harvard Design Magazine 21 (Fall
directores artísticos de la Bienal de Chicago 2004, Winter 2005): 2. tda.
Sharon Johnston y Mark Lee. Viernes 15 de
septiembre de 2017, 13:00, Chicago Cultural 8.- Reinhold Martin argumenta que esto
Center, Chicago. Las conversaciones del fue un malentendido, porque los poscríticos
evento están alojadas en podcasts accesibles en confunden la crítica ideológica de Tafuri, es
el siguiente link: <https://www.arch.columbia. algo mucho más de fondo y con una densidad
edu/events/743-making-books-now-colum- conceptual muy fuerte, con la crítica estética
bia-gsapp-at-the-chicago-architecture-bien- que hace Eisenman. Ver: Reinhold Martin,
nial> Accedido el 12 de abril de 2019. «Critical of what?» Harvard Design Magazine
22 (Spring/Summer 2005).
33.- El arquitecto suizo-francés Bernard Tschu-
mi es el socio fundador de Bernard Tschumi 9.- Byung-Chul Han, The burnout society (Stan-
Architects y fue decano de la Graduate School ford, ca: Stanford University Press, 2015).
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10.- Javier Arbona, «The rise of the darists». drawing to building (Cambridge, ma: mit
Plat, Rice University School of Architecture, Press, 1997), 122.
Issue 2.5 (Fall/winter, 2012):34-45. tda.
20.- Jean Baudrilliard. The system of objects
11.- Ver, «Global architecture political compass (New York: Verso Books, 1996 [1968]), 30.
v 0.2» realizado por Alejandro Zaera-Polo y Mayúsculas según original en inglés. tda.
Guillermo Fernández-Abascal. Disponible en:
<http://globalarchitecturepoliticalcompass. 21.- Ibíd., 40. tda
com/> Accedido el 30 de marzo de 2019.
22.- Ibíd., 41. tda
12.- Ver: Cornelius Castoriadis. La institu-
ción imaginaria de la sociedad (Buenos Aires: 23.- Koolhaas indica que: «La continuidad es
Tusquets, 1999 [1975]). la esencia del espacio basura; explota cualquier
invento que permita la expansión, despliega
13.- Aby Warburg, Atlas Mnemosyne (Ma- la infraestructura de la pulcritud: escaleras
drid: Akal, 2010). mecánicas, aire acondicionado, rociadores,
persianas, cortinas de aire caliente... Siempre es
14.- Book of copies. M. Ghidoni, G. Piovene, interior, tan extenso que uno rara vez percibe
P. Tamburelli, Andrea Zanderigo (Eds.). los límites; promueve la desorientación por cual-
(Venecia: 13ª International Architectural quier medio (espejos, pulidos, ecos)... El espacio
Exhibition, 2012). basura está sellado, no se mantiene unido por la
estructura sino por la piel, como una burbuja».
15.- Agradezco esta observación a las Rem Koolhaas, «Junkspace». October 100, «Ob-
estudiantes María Carneiro, Yolanda Desales, solescence» (Spring, 2002): 175-176. tda.
Dominique Masoliver y Luciana Truffa, quie-
nes plantearon esta idea en el ensayo «Book of 24.- Baudrilliard. The system..., 49. Mayús-
copies: El valor de la imagen tras la decadencia culas según original en inglés. tda.
del discurso» que desarrollaron durante el
primer semestre de 2018 como trabajo final 25.- Ibíd., 66. tda.
del curso Problemas de la Arquitectura Con-
temporánea que dictamos con Lucía Galaretto 26.- Peter Zumthor, Atmósferas (Barcelona:
en el Magíster en Arquitectura de la Pontificia Gustavo Gili. 2006), 11-12.
Universidad Católica de Chile.
27.- Ibíd., 21.
16.- Oliver Sacks, «El discurso del presiden-
te». En: El hombre que confundió a su mujer 28.- Ibíd., 39.
con un sombrero (Barcelona: Anagrama,
2002 [1985]), 115. 29.- Josep Lluís Mateo. «El buen salvaje. El
estatus de un arquitecto contemporáneo». Ve-
17.- Smiljan Radic, «La muerte en casa», sobre redes. arquitectura y divulgación (05-02-2018).
su propuesta para el Serpentine Pavilion. En: <https://veredes.es/blog/buen-salvaje-esta-
Smiljan Radic, Bestiario (Santiago: Ediciones tus-arquitecto-contemporaneo-josep-lluis-ma-
arq, 2014): 76. Cursivas según original. teo/>. Accedido el 30 de marzo de 2019.
18.- Nos referimos al «bestiario» que pu- 30.- Smiljan Radic en: Enrique Walker.
blicó en Chile con Ediciones arq (ver nota «Una conversación con Smiljan Radic». El
previa), y al que publicó en Japón con la Croquis 167 (2013):22.
editorial Toto el 2016.
31.- La gran belleza [La grande belleza]. Diri-
19.- Robin Evans, «Not to be used for gida por Paolo Sorrentino. (Italia: Medusa
wrapping purposes». En: Translations from Films, 2013).
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