Williams Robinson Rebolledo Olivarez. Una mentira piadosa, de amor y de conquista.
Mi historia sucedió en Osorno, yo tenía cuarenta años y ocurrió después de una
separación de mi primer matrimonio. Empecé a buscar una nueva relación por las redes sociales, por una página web donde se buscan parejas, donde un día encontré una persona de agradable rostro, porque solo tenía fotos del rostro, y la encontré muy simpática, donde comenzó una charla por Messenger, empezamos a preguntarnos si teníamos compromisos, y yo en ese tiempo estaba separado, y ella respondió que era viuda. Después de varias sesiones de conversación, ella terminó un día en invitarme y que pasara un fin de semana con ella al pueblo de Traiguen, yo acepté la invitación, y viaje porque en las fotos se veía una persona interesante y al hablar tenía una voz agradable. Un día viernes decidí viajar desde Osorno hasta la comuna de Traiguen, una comuna muy bonita. Cuando iba llegando el bus a Traiguen, la llame y le pregunte como estaba vestida y ella respondió que estaba con una mini roja y botas rojas, ¡lo encontré interesante!. Al llegar al terminal, al correr la cortina del bus me percaté que la señora de rojo era una persona adulta mayor de ¡74 años!, yo al desanimarme procedí a apagar mi celular para apretar cachete, ya que descubrí que las fotos que ella tenía en la pagina, eran de hace aproximadamente 40 años atrás, porque eso fue lo que me dijo ella, y como yo había puesto mis fotos originales, en ese tiempo no existían las video llamadas y ella tenía un celular de almejita. Al bajar del bus ella me reconoció de inmediato, y me toma del brazo y con palabras amorosas, me dice "llegaste mi amor", yo en mi pensamiento dije "bueno, la gente que me vea, van a pensar que ando con mi abuelita", desanimado y como caballero que soy, la invite a un local frente al terminal a tomar un café con un trozo de torta, donde ella en ese lugar, menciono que quería café ni torta, y me dijo "invíteme una piscola", y al hacer el brindis me decía "salud por nuestro encuentro mi amor", y cuando bajaba el vaso, después del salud ocurrió un accidente donde a ella se le cayó la placa dentro del vaso, yo avergonzado y desilusionado, me hice el tonto y metió sus dedos dentro del vaso y se coloca la placa y pide otra piscola más, y se tomo los dos combinados, y me dijo que fuéramos a su casa porque tenía una fantasía con una amiga de ella y yo, en varias ocasiones intento besarme porque le había hecho efecto el trago. Bueno, para ir terminando yo pedí retirarme desilusionado, y lo cuento como experiencia para que no le ocurra a otras personas, y que vean bien a las personas que conocen por las redes sociales.