Esforzaos todos vosotros los que

esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.
(Salmos 31:24)

Señor, ayudame a lavar todo egoismo y

vanidad para que pueda servir con
perfecta humildad durante la semana
que comienza.

Y esto erais algunos; mas ya habéis sido

lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús,
y por el Espíritu de nuestro Dios.
(1°Corintios 6:11)
 Señor, ayúdame a planchar todas las
arrugas de prejuicio que he recogido
durante años para poder ver la belleza
de las personas.

A fin de presentársela a sí mismo, una

iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha. (Efesios 5:27)
 Oh Señor, ayúdame a remendar mi
camino y a no ser un mal ejemplo para
los demás.

Presentándote tú en todo como ejemplo de

buenas obras; en la enseñanza mostrando
integridad, seriedad, palabra sana e
irreprochable, de modo que el adversario se
avergüence, y no tenga nada malo que decir de
vosotros. (Tito 2:7-8)
 Ayúdame Señor a sacudir todas las
fallas que se han acumulado en los
rincones de mi corazón.

Pero si andamos en luz, como él está en

luz, tenemos comunión unos con otros, y
la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia
de todo pecado. (1°Juan 1:7)
 Señor, dame la gracia de ser sabia y
prudente para administrar lo que tu
colocas en mis manos y comprar
felicidad eterna.

Compra la verdad, y no la vendas;

La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
(Proverbios 23:23)
Señor, ayúdame mezclar con un abrazo
de hermandad, amor y servicio con la
dulce bondad humana.

Y ahora permanecen la fe, la esperanza

y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos
es el amor. (1°Corintios 13:13)
He preparado mi hogar especialmente
para ti Señor, Que pase el día en tu
presencia.

Alabad a Jehová, porque él es bueno,

Porque para siempre es su misericordia.
(Salmos 136:1)