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De todos los géneros musicales, considero que el jazz es uno de los más difíciles desde el punto de
vista técnico, tanto mental como físico. Por ejemplo, hay que interpretar la armonía de una pieza de jazz
mediante una serie de voicings. Además, a menudo se espera que el pianista de jazz elabore
simultáneamente una improvisación. Por si esto fuera poco, también se le pide que dé indicaciones al resto
de la banda. Tiempos vertiginosos, complejas líneas melódicas e intrincadas progresiones armónicas
desafían incluso a los músicos más experimentados.

Con toda la resistencia cerebral a la que uno se enfrenta cuando navega por una melodía de jazz,
parecería lógico que el pianista preparara al menos sus dedos para la tarea. Siempre he creído que un buen
músico nunca debería verse limitado por su falta de buena técnica. La técnica no es un fin en sí mismo, sino una
"herramienta" en la "caja de herramientas" del pianista. Los pianistas clásicos, por la naturaleza de su repertorio,
parecen estar expuestos a ejercicios técnicos desde una edad temprana. Rara vez me he encontrado con un
estudiante de piano serio que no haya tocado El pianista virtuoso de C.L. Hanon, Czerny u otros libros de
ejercicios para los dedos. Parece imposible aventurarse a tocar u n a fuga de Bach o un estudio de Scriabin sin
una preparación técnica adecuada.

Aunque los libros tradicionales de técnica pianística son primordiales en el estudio de la mayor parte de
la literatura pianística, no abordan muchos de los retos a los que se enfrenta el pianista de jazz. Las líneas
angulares, los grandes saltos interválicos, los patrones pentatónicos, las melodías cromáticas irregulares y las
digitaciones poco convencionales (en un sentido clásico) deben practicarse d e manera formal y organizada
para poder ejecutarse de forma articulada y uniforme. Estos son los aspectos en los que más me concentro en
este libro. Aunque los libros tradicionales de técnica no deben descartarse, estos ejercicios proporcionarán una
fuente inestimable de material de práctica desafiante para todos los pianistas, pero especialmente para los que
tocan jazz. Tanto el principiante como el profesional los encontrarán útiles para construir, mejorar y mantener su
capacidad física.

Hay muchas maneras de practicar los estudios de este libro. Se pueden tocar como están escritos, usando
corcheas rectas, o con un toque de swing. Las líneas de la mano derecha podrían tocarse al unísono con la
mano izquierda "à la Oscar Peterson". Por último, se puede tocar la parte de la mano derecha con la izquierda y
viceversa.

No he incluido marcas de tempo porque no creo que haya que limitar la velocidad a la que deben
practicarse estos ejercicios. Al mismo tiempo, sin embargo, nunca deben tocarse más rápido de lo que se puede
hacer limpiamente y sin errores. La clave para tocar rápido es practicar despacio y aumentar el tempo poco a
poco. Se trata de una técnica que casi siempre descuidan los alumnos demasiado entusiastas. Otras técnicas
que me gusta utilizar al practicar estos ejercicios son las siguientes:
• Empieza muy despacio, deliberadamente y en staccato. Esto ayuda a construir la articulación.
• Utiliza un metrónomo. Te ayudará a desarrollar el sentido del tiempo.
• Cuando domines un ejercicio a una velocidad determinada, aumenta el tempo
una muesca en tu metrónomo.
• Mantén las manos bajas y los dedos curvados.
• No te tenses. Controla la tensión en todo tu cuerpo.
• Esfuérzate, pero detente si sientes dolor. Los ejercicios técnicos no te servirán de nada si
te lesionas.

Lo principal es que te diviertas con estos ejercicios. Sé creativo y encuentra nuevas formas de
incorporar estas técnicas a tu música, ya sea jazz o de otro tipo. Por último, no te desanimes por los retrasos.
Todos aprendemos y nos desarrollamos a nuestro propio ritmo. La técnica no surge de la noche a la mañana.
Puede que tardes semanas o incluso meses en dominar algunos de estos ejercicios, pero cuando lo hagas,
habrás adquirido gran parte de lo necesario para convertirte en el próximo gran pianista de jazz.

Feliz juego,
Peter Deneff

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