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Literatura

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Detalle de varios libros antiguos encuadernados en la biblioteca de Merton College

Según la Real Academia Española (RAE), literatura es el «arte de la expresión verbal»1


(entendiéndose como verbal aquello «que se refiere a la palabra, o se sirve de ella»2) y, por
lo tanto, abarca tanto textos escritos (literatura escrita) como hablados o cantados (literatura
oral). En un sentido más restringido y 'neotradicional' (ya que las primeras obras literarias
fueron compuestas para ser cantadas o recitadas), es la escritura que posee mérito artístico
y que privilegia la literariedad, en oposición al lenguaje ordinario de intención menos
estética y más práctica. El término literatura designa también al conjunto de producciones
literarias de una lengua, de una nación, de una época o incluso de un género (la literatura
griega, la literatura del Siglo xviii, la literatura fantástica, etc.) y al conjunto de obras que
versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, jurídica, etc.). Es estudiada por la
teoría literaria.

El concepto de literatura ha cambiado con el tiempo por ser parcialmente subjetivo; en su


sentido genérico es el conjunto de cualquier producción escrita u oral de una nación, época
o género y, en su sentido restrictivo, se considera que debe tener un valor estético o
intelectual.1

La literatura es una de las Bellas Artes y una de las más antiguas formas de expresión
artística, caracterizada, según el Diccionario de la Real Academia Española, por la
“expresión verbal”. Es decir que alcanza sus fines estéticos mediante la palabra, tanto oral
como escrita. Sin embargo, nunca resulta fácil justificar qué cosa es y qué cosa no es
literatura, ya que este se trata de un concepto construido históricamente. Así, fue revisado y
redefinido numerosas veces a lo largo del tiempo, y existen muchas definiciones posibles .

Uno de los rasgos singulares de la literatura es su uso del lenguaje, que a menudo se
denomina la “lengua literaria”, y que se diferencia del uso ordinario o cotidiano. Su uso
particular del lenguaje persigue la belleza y la reflexión sobre sí mismo, no solo mediante el
empleo de tropos y figuras retóricas, sino también de un sentido particular del ritmo.

A esto, además, deben sumarse los permisos que da la ficción: situaciones, imágenes y
relatos provenientes de la imaginación o de la realidad misma, pero filtrados a través de la
subjetividad.

La literatura es un campo de estudio en sí mismo: sirve de objeto de estudio a la teoría


literaria y a la crítica literaria, así como a la filología e historia de la literatura. Por otro lado,
puede hablarse también de literatura en un sentido no vinculado con el arte, sino referido a
un conjunto organizado de saberes y textos en torno a un tema: “literatura médica” o
“literatura técnica”, por ejemplo.

Índice

● 1
● La literatura
○ 1.1
○ La literatura se define por su literariedad

○ 1.2
○ El término literatura y sus adjetivos

○ 1.3
○ Barthes: la literatura como práctica de escritura

○ 1.4
○ Tzvetan Todorov: Comienzo de una categorización moderna

○ 1.5
○ M. A. Garrido Gallardo: El término “literatura”

● 2
● Estética
○ 2.1
○ Teoría literaria

○ 2.2
○ Ficción literaria

● 3
● Relación entre la Literatura y la psicología

● 4
● Géneros literarios
○ 4.1
○ Poesía

○ 4.2
○ Prosa

○ 4.3
○ Teatro

● 5
● Véase también

● 6
● Referencias

● 7
● Bibliografía

● 8
● Enlaces externos

La literatura[editar]
Véase artículo principal: Historia de la literatura e Historia de la literatura moderna

El Libro de los Ritos (en chino tradicional, 禮; pinyin, Lǐjì), un antiguo texto chino. Algunas definiciones
de la literatura han llevado a incluir todos los trabajos escritos.

Hasta el siglo xvii, lo que actualmente denominamos «literatura» se designaba como poesía
o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención
literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso, entendiéndose por
tal tres tipos fundamentales de "poesía / literatura": la lírica (propia del canto, en verso), la
épica (propia de la narración, en verso largo o prosa) y la dramática (en diálogo).3 A
comienzos del siglo xviii se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un
conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de
la misma centuria, Lessing publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza
«literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo xviii, el
significado del término «literatura» se especializa, restringiéndose a las obras literarias de
reconocida calidad estética. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel,
Eléments de littérature (1787), y en la obra de Madame de Staël, De la literatura
considerada en relación con las instituciones sociales.

En Inglaterra, en el siglo xviii, la palabra «literatura» no se refería solamente a los escritos


de carácter creativo e imaginativo, sino abarcaba el conjunto de escritos producidos por las
clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la
poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se
cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios
para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo xviii eran ideológicos, circunscritos a
los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los
romances, ni las obras dramáticas. En las últimas décadas del siglo xviii apareció una nueva
demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra
«poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria
del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra A Defence of poetry
(1821) de Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de
«visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de
Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar
la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en
prosa, no tenían la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una
producción vulgar carente de inspiración.

La literatura se define por su literariedad[editar]


Don Quijote y Sancho Panza, personajes de Don Quijote de la Mancha.

En busca de la definición de los conceptos «literatura» y «literario», surgió la disciplina de la


teoría de la Literatura, que empieza por delimitar su objeto de estudio: la literatura. No hay
una definición unívoca del término, ya que dependerá del crítico literario que la defina, como
así también de la época y del contexto que la define. Sin embargo, los primeros estudiosos
que se preocuparon por el estudio de esta disciplina son los llamados formalistas rusos.

A comienzos del siglo xx, el Formalismo ruso se interesa por el fenómeno literario, e indaga
sobre los rasgos que definen y caracterizan dichos textos literarios, es decir, sobre la
literariedad de la obra. Roman Jakobson plantea que la literatura, entendida como mensaje
literario, tiene particularidades de tal forma que la hacen diferente de otros discursos; ese
interés especial por la forma es lo que Jakobson llama «función poética», por la que la
atención del emisor recae sobre la forma del mensaje (o, lo que es lo mismo, hay una
«voluntad de estilo» o de estilizar el lenguaje por parte del escritor). En efecto, hay
determinadas producciones lingüísticas cuya función primordial es proporcionar placer
literario, un deleite de naturaleza estética, producido por la belleza, en relación con el
pensamiento aristotélico. El lenguaje combinaría en sus elementos más simples dos tipos
de elementos: redundancias, recurrencias o repeticiones rítmicas formales y de contenido
semántico, esto es, analogías, por un lado, y por el otro, desvíos de la norma, para alejarse
del lenguaje común, causar extrañeza, renovar: la llamada anomalía; de ese modo se
impresiona la imaginación y la memoria y se llama la atención sobre la forma del mensaje,
su peculiar forma expresiva. De ambas tendencias, la rítmica o repetitiva es popularizante, y
la segunda, por el contrario de sesgo aristocratizante.

El lenguaje literario sería uno estilizado y con una trascendencia particular, destinado a la
perdurabilidad; muy diferente de las expresiones de la lengua de uso común, destinada a su
consumo inmediato. La literatura, por otra parte, exige por tradición un respaldo sustentable:
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha no habría podido escribirse si no hubieran
existido antes los libros de caballerías.

Wolfgang Kayser, a mediados del siglo xx, plantea cambiar el término «Literatura» por el de
Belles Lettres, diferenciándolas del habla y de los textos extraliterarios, en el sentido de que
los textos literario-poéticos son un conjunto estructurado de frases portadoras de un
conjunto estructurado de significados, en el que los significados se refieren a realidades
independientes del que habla, creándose así objetividad y unidad propias.

El término literatura y sus adjetivos[editar]

Las Aventuras de Pinocho (1883) es una obra canónica de literatura infantil y uno de los libros de
mayor venta publicados.4

Raúl H. Castagnino, en su libro ¿Qué es la literatura?, indaga sobre el concepto y cómo se


extiende a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y la crítica. Según
Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre colectivo cuando
denomina el conjunto de producciones de una nación, época o corriente; o bien es una
teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de conocimientos adquiridos
mediante el estudio de las producciones literarias. Otros conceptos, como el de Verlaine,
apuntan a la literatura como algo superfluo y acartonado, necesario para la creación estética
pura. Posteriormente, Claude Mauriac propuso el término "aliteratura" en contraposición a
«literatura» en el sentido despectivo que le daba Verlaine. Todas estas especificaciones
hacen de la literatura una propuesta que depende de la perspectiva desde la que se
enfoque. Así, Castagnino concluye que los intentos de delimitar el significado de
«literatura», más que una definición, constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y
específicas.

Si se considera la literatura de acuerdo con su «extensión y su contenido», la literatura


podría ser universal, si abarca la obra de todos los tiempos y lugares; si se limita a las obras
literarias de una nación en particular, es Literatura nacional. Las producciones,
generalmente escritas, de un autor individual, que, por tener conciencia de autor, de creador
de un texto literario, suele firmar su obra, forman parte de la literatura culta, mientras que las
producciones anónimas fruto de la colectividad y de transmisión oral, en ocasiones
recogidas posteriormente por escrito, conforman el corpus de la literatura popular o
tradicional.

Según el «objeto», la literatura será preceptiva si busca normas y principios generales;


«histórico-crítica» si el enfoque de su estudio es genealógico; «comparada», si se atiende
simultáneamente al examen de obras de diferentes autores, épocas, temáticas o contextos
históricos, geográficos y culturales; «comprometida» si adopta posiciones militantes frente a
la sociedad o el estado; «pura» si solo se propone como un objeto estético; «ancilar», si su
finalidad no es el placer estético sino que está al servicio de intereses extraliterarios.

Según los «medios expresivos y procedimientos», Castagnino propone que la literatura


tiene como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en
géneros literarios universales, que se encuentran, más o menos desarrollados, en cualquier
cultura; «lírico», «épico» y «dramático». Manifestaciones líricas son aquellas que expresan
sentimientos personales; épicas, las que se constituyen en expresión de un sentimiento
colectivo manifestado mediante modos narrativos, y dramáticas, las que objetivan los
sentimientos y los problemas individuales comunicándose a través de un diálogo directo. A
estos géneros literarios clásicos habría que añadir además el didáctico.

El teórico Juan José Saer postula que la literatura es ficción; es decir que todo lo que
leemos como literatura no tiene referencia directa en el mundo real.5Lo literario solo existe
en relación con el texto en el cual aparece. Pero la literatura, aunque resulte paradójico, es
profundamente verdadera: su autenticidad pasa por reconocerse como ficción y hablar de lo
real desde allí. Saer afirma, además, «que la verdad no es necesariamente lo contrario de la
ficción», y que cuando optamos por la práctica de la ficción no lo hacemos con el propósito
turbio de tergiversar la verdad. En cuanto a la dependencia jerárquica entre verdad y ficción,
según la cual la primera poseería una positividad mayor que la segunda, es, desde luego,
en el plano que nos interesa, «una mera fantasía moral».

El fenómeno literario ha estado siempre en constante evolución y transformación, de tal


modo que el criterio de pertenencia de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la
historia, según varía el concepto de «arte literario».

Desde este punto de vista, la literatura es un arte. Una actividad de raíz artística que
aprovecha como medio el lenguaje, la palabra que se convierte en viva por medio de
escritos. Por lo tanto, es una actividad que no discrimina género, ni motivos, ni temáticas.

Barthes: la literatura como práctica de escritura[editar]


Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual,
sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera
del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual
surten efecto tres potencias: alojamiento de muchos saberes (mathesis), representación
(mimesis) y juego de los signos (semiosis).67 Como la literatura es una suma de saberes,
cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como en la
ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con
respecto a ella: «La ciencia es vasta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que
nos interesa la literatura».

Por otra parte, el saber que moviliza la literatura no es completo ni final. La literatura solo
dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce la diversidad
de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la literatura, del
ejercicio de escritura, una reflexión infinita, un actuar de signos.

Tzvetan Todorov: Comienzo de una categorización


moderna[editar]
Es necesario estudiar la literariedad y no la literatura, señaló Tzvetan Todorov, ante la
aparición de la primera tendencia moderna en los estudios literarios: llamado el formalismo
ruso. Este grupo de intelectuales, redefinió el objeto de investigación, este no apuntaba a
sustituir el enfoque trascendente. En cambio, se estudiaría, no la obra, sino las virtualidades
del discurso literario que la han hecho posible. De esta forma, los estudios literarios podrían
un día llegar a ser una ciencia de la literatura, algo a lo que aspira la teoría literaria.

Sentido e interpretación: Para acceder al discurso literario debemos aprenderlo en las obras
concretas. ¿Cómo aislar entonces en campo de análisis? Se definen entonces dos
aspectos: el sentido y la interpretación. El sentido es la posibilidad de entrar en correlación
con otros elementos de esa misma obra y en su totalidad. Por otra parte, la interpretación es
diferente, según la personalidad del crítico y su posición ideológica, también varía de
acuerdo a la época y contexto de producción de la obra, en otras palabras, el elemento es
incluido en un sistema, que no es el de la obra, sino del crítico-lector.

M. A. Garrido Gallardo: El término “literatura”[editar]


En la estela de Barthes y Todorov, Miguel Ángel Garrido Gallardo actualiza la definición del
término:8 Arte de la palabra por oposición a las otras artes (la pintura, la música, etc.).
Actualmente, es su sentido fuerte, que nació a finales del siglo xviii y se consagra en la obra
de Mme. De Staël, De la Littérature (1800). 2. Arte de la palabra por oposición a los usos
funcionales del lenguaje. Corresponde al deslinde entre los escritos de creación (“poesía”
en el sentido etimológico) y los otros escritos que reclaman un estatuto aparte como
científicos. En sentido estricto, de obra de creación con el lenguaje, el término literatura es
la palabra de los siglos xix y xx para significar dicha realidad. Antes se llamaba poesía. Su
continuación en el mundo cíber del siglo xxi se llama ciberliteratura y ya no es literatura:
tiene unas condiciones comunicativas distintas. En todo caso, hoy por hoy, la literatura sigue
siendo un fenómeno cultural muy importante, pues mantiene en estado de vigilia los
materiales de la “poesía” y sobrevive y continúa, codo con codo con la “ciberliteratura”, en
estado de buena salud.

Estética[editar]

Teoría literaria[editar]
Véase artículo principal: Teoría literaria

Una cuestión fundamental de la teoría literaria es "¿qué es la literatura?" - aunque muchos


teóricos y estudiosos literarios contemporáneos creen, o que "literatura" no se puede definir,
o que puede referirse a cualquier uso del lenguaje.9
Ficción literaria[editar]
Véase artículo principal: ficción

Dante, Homero y Virgilio en el fresco del Parnaso de Rafael (1511), figuras clave del canon occidental.

La ficción literaria es un término utilizado para describir la ficción que explora cualquier
faceta de la condición humana y puede involucrar comentarios sociales. A menudo se
considera que tiene más mérito artístico que la ficción de género, especialmente los tipos
más orientados al comercio, pero esto ha sido cuestionado en los últimos años, con el
estudio serio de la ficción de género dentro de las universidades.10

Lo siguiente, del galardonado autor británico William Boyd sobre el cuento, podría aplicarse
a toda la ficción en prosa:

[los cuentos] parecen responder a algo muy profundo en nuestra naturaleza


como si, mientras dure su narración, se hubiera creado algo especial, se
hubiera extrapolado alguna esencia de nuestra experiencia, se hubiera hecho
algún sentido temporal de nuestro viaje común y turbulento hacia la tumba y
olvido.11

Lo mejor en literatura es reconocido anualmente por el Premio Nobel de Literatura, que se


otorga a un autor de cualquier país que, en palabras de la voluntad del industrial sueco
Alfred Nobel, haya producido "en el campo de la literatura la obra más destacada en una
dirección ideal "(sueco original: den som inom litteraturen har producerat det mest
framstående verket i en idealisk riktning).1213
Relación entre la Literatura y la psicología[editar]
Algunos investigadores sugieren que la ficción literaria puede desempeñar un papel en el
desarrollo psicológico de un individuo.14 Los psicólogos también han estado utilizando la
literatura como herramienta terapéutica.1516 Aunque existían ya antecedentes sobre la fértil
relación entre Psicología Social y Literatura, provenientes sobre todo de la Sociología de la
literatura o la Sociología de la novela, es sobre todo a partir de los años 80 cuando la
aproximación entre Psicología Social y Literatura se hace ya imprescindible y necesaria,
como consecuencia, por un lado, de la disolución por parte del pensamiento postmoderno
de las fronteras entre discursos científicos y discursos no científicos, y, por otro lado, de la
gran importancia que la Nueva Psicología Social concede al análisis del discurso, al estudio
del discurso narrativo y a la Psicología Social Retórica.17 Uno de los más importantes
efectos de la influencia que en las últimas décadas ha tenido la obra de Wittgenstein, sobre
todo sus Investigaciones filosóficas, ha sido abrir la puerta definitivamente al llamado giro
lingüístico, que, como señala Tomás Ibáñez18, ha contribuido a dibujar nuevas concepciones
acerca de la naturaleza del conocimiento y sobre todo nuevas maneras de concebir la
propia naturaleza del lenguaje que, entre otras cosas, ha pasado de describir la realidad a
construirla o, más específicamente, a construir realidades.19 La importancia que para el
análisis psicosociológico de la realidad tienen los textos de la literatura proviene de la tesis
fundamental del libro de Lucien Goldman según la cual los verdaderos autores de la
creación cultural son los grupos sociales y no los individuos aislados.20

Si las transformaciones sociales y económicas que ha sufrido nuestra sociedad ha influido


poderosamente en el surgimiento y desarrollo tanto de la Literatura como de la propia
Psicología, ello ha tenido lugar a través al menos de estas dos vías: por una parte, a través
de los cambios que ha producido en los escritores, como miembros particularmente
sensibles de los grupos sociales a que pertenecían; y, por otra parte, a través de las
modificaciones que producían en el conjunto de los miembros de esos mismos grupos
sociales, preparándoles así para la lectura de las obras de su “avanzadilla” intelectual, que
eran los escritores. Pero, en una relación claramente dialéctica, la propia lectura fue
acelerando la transformación de la mentalidad de las personas y los grupos sociales de
cada momento histórico.21

En 1997, el escritor Juan José Millas convenció a la editorial Siruela para que publicara los
casos clínicos de Freud como relatos clínicos. Este escritor es de la opinión que el historial
clínico es un género literario. Millás reconoce en Freud una vena literaria potente, pues en la
escritura de sus casos clínicos, se cumple la máxima de todo buen relato: el desconcierto y
el esclarecimiento. Según Millás los casos clínicos, y en especial los de Freud, son literatura
pura.22

En una entrevista a Freud22, el entrevistador le preguntó si compartía la idea de que el


psicoanálisis había dado nuevas intensidades a la literatura. Y Freud dijo:

«También yo recibí mucho de la literatura y la filosofía. Nietzsche fue uno de los


primeros psicoanalistas. Thomas Mann y Hugo Von Hofmannsthak mucho nos
deben a nosotros. Y Arthur Schnitzler recorre un sendero que es, en gran
medida, paralelo a mi propio desarrollo. Él expresa poéticamente lo que yo
intento comunicar científicamente»

De los más de cuatrocientos términos y de los noventa conceptos estrictamente freudianos,


es precisamente el complejo de Edipo el concepto central, el corazón del cuerpo teórico del
método de investigación y análisis por él creado. Complejo, o nudo, que escuchó, analizó e
interpretó en su práctica clínica, como en la lectura de un relato de los clásicos griegos:
Edipo de Sófocles.

Como suele ocurrir que una lectura remite a otras muchas lecturas, la segunda lectura
capital para Freud fue Hamlet de Shakespeare. Así se lo escribe a su amigo y médico
alemán Wihelm Fliess:

«Una idea me ha cruzado por la mente, la de que el conflicto edípico puesto en


escena en el Oedipus Rex de Sófocles podría estar también en el corazón de
Hamlet. No creo en una intención consciente de Shakespeare, sino más bien
que un acontecimiento real impulsó al poeta a escribir ese drama, y que su
propio inconsciente le permitió comprender el inconsciente de su héroe».

Este tríptico lo completa la novela de Dostoievski, Los hermanos Karamazov. Si en Edipo


rey descubre lo universal del inconsciente disfrazado de destino, en Hamlet será la
inhibición culpable y en Los hermanos Karamazov el deseo parricida.22

En 1912 Freud y sus discípulos crearon una revista para la publicación y difusión de la
aplicación del psicoanálisis a las ciencias del espíritu o culturales. En un principio pensaron
en llamarla Eros y Psique, pero terminaron poniéndole el nombre de una novela que causó
furor entre el mundillo psicoanalítico de la época: Imago, del escritor suizo Carl Spitteler,
premio Nobel de literatura en 1919.2223
Si Freud recurre al lenguaje figurado del arte y la literatura es para intentar superar los
límites del lenguaje científico. De allí que utilice a veces el texto literario como caso clínico y
otras veces, cuando por ética profesional no puede utilizar los casos de su clínica privada.22

Las ideas del psicólogo Abraham Maslow ayudan a los críticos literarios a comprender cómo
los personajes de la literatura reflejan su cultura personal y la historia. 24 La teoría sugiere
que la literatura ayuda a un individuo a luchar por la realización personal.2526

Géneros literarios[editar]
Véase artículo principal: Género literario

Los géneros literarios han ido cambiando según la época y la zona cultural. Ya se ha
comentado en la introducción que tradicionalmente fueron establecidos como básicos tres
géneros, que partían de la imitación y de la descripción de la naturaleza. De la primera
surge el género dramático ( tragedia , drama , comedia ), de la segunda el lírico (poesía) y
de su fusión, el épico. Benedetto Croce (1886-1952) representó el cambio de perspectiva:
cada obra es una visión del mundo, singular e individual; pertenece a un género por
aspectos externos. Hoy es admitida, en general, la división clásica, pero como expresión de
tres actitudes fundamentales humanas y como una ayuda -con el añadido de subdivisions-
para la clasificación de las obras.27

Según los medios expresivos y procedimientos, Castagnino propone que la literatura tiene
como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en géneros
literarios, universales, que se encuentran más o menos desarrollados en cualquier cultura:
el lírico, el épico y el dramático. Las manifestaciones líricas son aquellas que expresan
sentimientos personales; las épicas se constituyen en expresión de un sentimiento colectivo
manifestado mediante diferentes maneras narrativas; y las dramáticas, las que objetivan los
sentimientos y los problemas individuales comunicando con un diálogo directo. A estos
géneros literarios clásicos habría que añadir, además, el género didáctico. El fenómeno
literario ha sido siempre en constante evolución y transformación, de tal manera que el
criterio de pertenencia o no de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la historia,
al variar el concepto de "arte literario".28

La mayoría de clasificaciones tradicionales, por tanto, también atienden a la forma de


escritura (la literatura oral asimila al género correspondiente). El primer gran género es la
poesía, que engloba todas las obras escritas en verso. Fue el primer tipo de literatura, ya
que justamente los recursos retóricos del verso lo alejaban del lenguaje ordinario. Por
oposición, está la prosa , que recoge el lenguaje sin métrica, y el teatro, bajo la forma de
diálogo que se representa para un público. El teatro tiene dos subgéneros principales según
el tema y el estilo de la obra: la tragedia y la comedia (si es triste y elevado, o si trata de
hacer reír).

En paralelo, se mantiene la llamada literatura oral , de tradición popular, compuesta de


leyendas, relatos, mitos , canciones y cuentos de hadas. La literatura infantil y la literatura
juvenil son divisiones en función de la edad de los destinatarios, pero mantienen todos los
géneros de la literatura para adultos.

Atendiendo al tipo de texto , el género principal es la narrativa, que incluye todas las obras
que tienen como propósito principal contar una historia. Dentro de este género destacan la
novela, el cuento, la fábula, la epopeya, entre otros. Los textos de la lírica, por el contrario,
intentan sobre todo transmitir emociones.

Si el texto no trata un asunto de ficción sino una reflexión sobre el mundo real, se denomina
ensayo. El sermón es una variante dirigida oralmente a un público. Dentro de este grupo,
también se encuentran los escritos destinados a consignar la vida de una persona o hechos
históricos, como la crónica, la biografía o el diario personal.

El cómic es un género que mezcla texto e ilustraciones y puede tratar cualquier tema. La
trama suele estar desglosada en viñetas, que hacen la función de párrafos. Es uno de los
géneros más modernos en la historia de la literatura.

Poesía[editar]
Véase artículo principal: Poesía

En una definición breve, la poesía hace referencia al género de obras escritas en verso. En
sentido "tradicional", la poesía es «el arte de expresar, de traducir en forma concreta, el
contenido espiritual propio, mediante palabras dispuestas según unas determinadas leyes
métricas».29 En este sentido, la poesía se contrapone a la prosa y se identifica con el arte de
componer versos. Sin embargo, modernamente, la composición métrica no se considera
indispensable para la creación de poesía. La concepción moderna de la poesía pone
énfasis en su subjetividad, en particular, la subjetividad de cada poeta que sabe infundir en
su mundo, con conmoción y energía, las vibraciones de su ánimo. Así pues, la poesía
persigue la finalidad de conmover el ánimo del lector, de exaltar la fantasía, y de plasmar
emociones y sentimientos.
Prosa[editar]
Véase artículo principal: prosa

Por contraposición, la prosa es «lo que se contrapone a poesía».30 Modernamente, la obra


en prosa es aquella que no alcanza la plenitud de la expresión artística o que responde solo
a unas finalidades prácticas. Tradicionalmente, la narrativa se asocia a la prosa, pero puede
haber poemas narrativos y textos en prosa de carácter no narrativo, como el ensayo, la
descripción, etc. Las palabras se agrupan sin seguir las leyes de la métrica, Ya que imitan la
fluidez del discurso oral. Es la manera más natural de escribir y, por ello, además de la
literatura, aparece en los medios de comunicación, avisos, leyes y otros documentos. A
pesar de este carácter más cercano al habla, fue el último estilo literario a aparecer, ya que
los primeros escritos literarios utilizaban el verso justamente para marcar el carácter
artístico y facilitar su memorización.

Teatro[editar]
Véase artículo principal Teatro y Dramaturgia

No se debería confundir al teatro con el género dramático. El teatro es la representación


escénica de la obra dramática. El género dramático comprende las obras concebidas para
ser representadas en un escenario y ante un público. Así pues, el género dramático
corresponde al texto escrito del arte escénica. El teatro constituye un todo orgánico del que
sus diferentes elementos forman una parte indivisible. Estos elementos, sin embargo, tienen
cada uno características y normas propias y, en función de la época, de la personalidad del
director o de otras circunstancias, es habitual que se conceda a unos u otros mayor
relevancia dentro del conjunto. Estos elementos son:

● El texto. Las obras dramáticas se escriben en diálogos y en primera persona, en


el que existe las acciones que van entre paréntesis (llamado lenguaje de las
acotaciones). En la tradición occidental, el texto -la obra dramática- se ha
considerado siempre la pieza esencial del teatro, llamado el arte de la palabra.
● El director. La personalidad del director como artista creativo por derecho propio
solo se consolidó, según se apuntó anteriormente, a finales del siglo XIX.
● Los actores. Las técnicas de actuación han variado enormemente a lo largo de la
historia y no siempre de manera uniforme.

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