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Estudio Miasmático

de Selenium
El Dr. Iván Salas-Vergara, colombiano y
un gran profesional, me pidió la
publicación del presente trabajo, al cual
accedí con el objeto de compartir tan
rico y excelente material, como también
otra visión y comprensión de un
medicamento aplicable a determinados
pacientes. Otra razón es la manera
prolija y clara de explicar las bases
fundamentales filosóficas del encuadre aristotélico-tomista, que aplicaba el ya
fallecido Profesor Dr. Alfonso Masi Elizalde (ver foto) en su escuela de altos
estudios homeopáticos.

También una nueva visión para seguir pensando juntos…

INTRODUCCION

La Psora es sufrimiento puro. La Sycosis y la Syphilis constituyen intentos


defensivos equivocados y, por tanto, fallidos, mediante los cuales tratamos de no
sufrir. La Psora es lo real en el hombre. La Syphilis y la Sycosis son lo que el
hombre supone que es su realidad. La Psora es el sujeto y la condición humana en
su desnudez. La Sycosis y la Syphilis son el ropaje, el personaje, en fin, la sombra,
ora alargada, ora menguada que danza su ficción en el escenario del mundo. Pero
no nos confundamos, el personaje es la representación, lo representado es otra
cosa; detrás de la puesta en escena, detrás del personaje está el hombre real, el
hombre que padece y cuando se decide a abandonar su defensa y se convierte en
si mismo, aparece desolado, desprotegido, lleno de miedo y de ansiedad, de culpa y
de vergüenza. Entonces y sólo entonces, puede a través de eso que Jung llamó
proceso de individuación y que el simillimun es capaz de poner en vigencia, encarar
la responsabilidad de su propia muerte en vida, en tanto ficción o personaje. Ahí, en
la posición psórica, el hombre vive en el desasosiego que le produce la conciencia
de su propia fugacidad, de su pequeñez frente a la infinita y despiadada belleza del
mundo, de la inutilidad de su vida y de su impotencia para hacer “algo” que deje un
rastro o al menos una huella, siquiera, de su existencia. Ahí, también, tiene una
sensibilidad sin fronteras y, por lo mismo, abierta a todas las impresiones, que no
discrimina, casi una hipersensibilidad de desollado; se siente vulnerable y sin
embargo, se abre buscando receptivo e indeciso. ¿Qué será de este ser humano
psórico? ¿Resistirá eso que sintéticamente llamamos angustia existencial o se
doblegará ante la abrumadora sensación de abandono y soledad, bajo el peso de
sus miedos y vergüenzas?

Humanizarse es asumir nuestra dramática condición, vulnerable y abierta, sensible


y desasosegada pero que aun conserva, como promesa de redención, un cierto
nivel de comunión con el alma del mundo, con la sacralidad de la vida. Pero la
sombra, esa caricatura de lo real, esa si puede vivir “como si” pudiese imponerse y
sojuzgar, desde su pedestal imaginario, a los demás para obtener, por esa vía, la
ilusoria omnipotencia que requiere para someter y negar al otro, lo Otro,
reafirmándose en su error primigenio para finalmente adormecerse en el espejismo
de su supuesta inmortalidad. O, ya en el otro extremo del péndulo miasmático,
“como si” pudiese prescindir del otro y huir del mundo mientras se embriaga en su
veneno negándose a vivir para no tener que morir algún día. La egotrofia y la
egolisis (Sycosis y Syphilis de la nomenclatura clásica) nos encadenan a la
equivocación perpetua, al extrañamiento ya que estas posiciones no pueden
cambiar ni reconciliar la intención psórica o “idea errada de ser” de la que hablara
la doctora Bandoel y que nos obliga, como una fuerza oscura e ineludible, a una
“manera equivocada de estar”.

Demos una mirada al Egotrófico: estos siempre están en la búsqueda de un plus


que les de más poder, más respetabilidad, más dinero, más brillo social o
académico; su obsesión es la imagen, la reputación. Parecen satisfechos de sus
vidas, de sus logros, de sus opiniones; si no fuera porque la maestra vida les
propina unos cuantos fracasos, nada podría desalojarlos de su rol de triunfadores,
de su aparente bienestar y de su falsa bonhomía. Ellos son ejecutivos y prácticos,
ambiciosos de duro corazón, gesto agresivo y mirada fría; aspiran a la constante y
creciente satisfacción de sus deseos, a imponer siempre su voluntad y dominar, en
suma, sin restricciones. Nada los puede afectar, excepto que se dude de su
conducta o de su personalidad superior. Debemos aprender a descubrir detrás de
esta caricatura, al hombre real que pretende ocultar por la vía del “hiper” su drama,
su sufrimiento psórico, lo cual no es nada fácil ya que la egotrofia, franca o
embozada, se parece demasiado a las actuales expectativas sociales y culturales
acerca del éxito.

Miremos ahora hacia la Egolisis: estos también participan de la misma tragedia,


solo que desde otra perspectiva menos apetecible y glamorosa, según la idea
vigente en nuestra cultura moderna acerca de la actitud “correcta” para el éxito.
Ellos están hastiados y sumamente cansados, sólo desean olvidar, fugarse y
dormir. La vida es, para ellos, demasiado pesada y onerosa y si acaso pueden
soportarla arrastrando el fardo de su sufrimiento, es de manera aburrida y rutinaria,
por ello no les parece que merezca la pena de ser vivida. Muchos de ellos caen en el
alcoholismo y la drogadicción, otros sucumben en la perversión psicosexual; en la
infancia ya es notoria su crueldad con indefensos animales y su cobardía. En
Alterlisis son violentos, criticones y practican todas las formas del irrespeto y la
insolencia, mientras en sus sueños asesinan y cometen toda clase de vejaciones.
Bebedores solitarios, desconfiados y sarcásticos van por los rincones del mundo
acompañados del polvo y el olvido. Conocedores de todas las formas de suicidio:
social, profesional y físico, viven vidas atribuladas y difíciles. Para ellos solo hay
despecho en los amores, desaliento en la voluntad y desesperanza en el ánimo.

La clave del acto médico homeopático es la historia biopatográfica. Ella nos


permite, en el marco de una relación dialógica y empática, comprender al sujeto de
esa historia, para poder disolver el espejismo de esta doble defensa fallida y el
paciente pueda atravesar su sombra, para finalmente descubrirse en su esencia
psórica, en su humanidad. Nuestra tarea es acompañar al sujeto paciente en la
lectura lúcida, solidaria y emocionada de esa historia de la desmesura, la
imprevisión y lo siniestro. Ahora bien, en latencia la Psora por la acción del
simillimum, el hombre dispone de la libertad necesaria para decidir si encara
su “natural destino de eternidad”, en tanto hijo de estirpe divina, o no; si en
vigencia la Psora, entonces carece de libertad y permanece encadenado
al “espejismo de la inmortalidad”, en tanto personaje, en tanto sombra
Psorosycósico o Psorosyphilítico. Ah! pero los homeópatas que aspiramos hacer
homeopatía y no homeoterapia, hemos aprendido a crear las condiciones para que
el paciente se abra y asuma la tarea, pero el palo en la rueda para todo aquel que
acepta que lo digno de ser curado es la Psora, es que no tenemos una Materia
Médica Miasmática (MMM) porque, aunque declaremos lo contrario, las Materias
Médicas (MM ) existentes han sido estructuradas en torno a un modelo
antropológico y hermenéutico reduccionista, inorgánico y, por tanto,
profundamente materialista. Lo que sigue es un aporte a este movimiento, apenas
embrionario, hacia una MMM, es decir, psórica, que nos permita alcanzar por la vía
de la certeza y no del azar, el desideratum terapéutico que planteaba el sabio
maestro de Meissen expresado en “sensaciones que produzcan felicidad, acciones
que ensalcen la dignidad y conocimientos que abarquen el universo creado por el
Dios que adoran los habitantes de todos los sistemas solares” y que sólo el
simillimun permite avizorar.

JUSTIFICACIÓN
Los homeópatas del mundo solemos tener un stock de medicamentos, una pequeña
farmacia en nuestros consultorios y todos sabemos cuales son aquellos, veinte o
veinticinco remedios, cuyos frascos debemos renovar con rutinaria frecuencia
mientras que la mayor parte del resto envejece sin que sus sellos hayan sido
levantados jamás; pero siempre que me detengo a revisarlos me gritan desde su
silencio ambarino que ellos también son parte del esplendente propósito de la
homeopatía, de la promesa que yace allí esperando ser descubierta y aplicada. Y al
igual que la mayoría de homeópatas intelectualmente honestos, somos testigos de
la irregularidad de los resultados que desvían del camino del unicismo a muchos
potencialmente buenos homeópatas, quienes terminan ejerciendo una especie de
homeoterapia alopática, entre complejos y drenadores y sometiendo al paciente a la
regadera supresora del más atroz eclecticismo “interdisciplinario”; ejercen
atrapados en el tinglado de la nosografía al uso con esos escasos recursos
farmacológicos. Pues bien, allí en esas potencias desconocidas también está la
Psora, la Syphilis y la Sycosis, allí yace gran parte de la humanidad encerrada en
esos frasquitos con sus gestos y dolores, con sus aspiraciones y temores, con su
risa y su llanto. Debemos, pues, aprender a leer la novela de esos medicamentos
como leemos ya la de nuestros pacientes, para que cada vez con mayor frecuencia
podamos decir, después de escuchar a nuestros pacientes, esta historia ya la he
leído. Demos, pues, una ojeada a esa porción del drama humano que Selenium nos
relata.

MATERIA MÉDICA NOUMÉNICA

SELENIUM es un oligoelemento (OE) descubierto en 1818 por Berzelius y


denominado así en honor de la Luna (Selene). En estado natural se encuentra
siempre asociado al TELLURIUM. La primera experimentación patogenética fue
llevada a cabo por HERING en 1834 y publicados los resultados en los Archivos
Homeopáticos.

Cada día aparecen nuevas publicaciones científicas acerca de la importancia de los


OE en diversos pasos metabólicos, para el adecuado funcionamiento del sistema
inmune, para un normal proceso de envejecimiento y en la prevención de diversas
dolencias de la nosografía convencional, como resultado de su capacidad
antioxidante y nutritiva. Muchos de ellos son medicamentos homeopáticos más o
menos bien experimentados desde varias décadas atrás.

Para el estudio de la Dinámica Miasmática de Selenium tomamos como fuente los


síntomas mentales del mismo en el Repertorio Kent y la Materia Médica de Jahr, las
Comparaciones y Key-notes de H.C.Allen y el Tratado de MM de Bernardo
Vijnovsky, para un total de 35 rubros.

LOS TEMAS

1- Ailments after anger, vexation. G:1

2- Aversion, person, to certain. G: 1

3- Company, aversion to. G: 2

- Friends, of intimate. G: 2

4- Concentration, difficult. G: 2

5- Confusion, of mind, coition, after. G: 1

- Emission, after. G: 2

6- Dipsomania, before menses. G: 3

7- Doubtful, soul’s welfare, of. G: 1 *

8- Dullness. G: 2

9- Excitement. G: 1

10- Exertion, agg, from mental. G: 3

11- Fancies, exaltation of, repulsive, when alone. G: 1

12- Fear, crowd, in a. G:1

- Occupation, of. G: 1 -

- People, of. G: 10
- Work, dread of. G: 1

13- Forgetful. G: 1

- Sleep, during, he remembers all he has forgotten. G: 1

14- Imbecility. G: 1

15- Indifference. G: 1

16- Irritability. G: 1

- Coition, after. G: 1

- Emission, after. G: 1

17- Lasciviousness. G: 2

- Pensamientos con impotencia (Allen) - UR

- Deseo sexual aumentado con impotencia (Kent)

18- Loquacity. G: 2

- Evening. G: 1

- Perspiration, during. G: 2

19- Mania a potu. G: 1

20- Memory, weakness of. G: 2

- Business, for. G: 1

- Labor, for mental. G: 1

21- Mistakes, speaking. G: 1

- Wrong syllables. G: 1

22- Prostration, mind, of. G: 2

- After emissions. G: 2

23- Religious, affections. G: 1 - Fanaticism. G: 1

24- Remorse. G: 1 *
25- Sadness, chill, during. G: 1

- Perspiration, during. G: 1 *

26- Senses, dullness of. G: 1

27- Sensitive, certain persons, to. G: 1

28- Sexual, excesses, mental symptoms, from. G: 1

29- Starting, evening, on falling asleep. G: 2

30- Stupefaction. G: 1

- Rouses, with difficulty. G: 1

31- Suspicious. G: 1*

32- Talking, sleep, in. G: 2

33- Theorizing. G: 2

34- Unconsciousness. G: 1

- Waking on, after. G: 1

35- Weeping, chill, during the. G: 1

AGRUPACIÓN TEMÁTICA

1- Las aversiones (2-3))

2- La concentración (4-5-8-10-14-22-30)

3- La irritabilidad (1-2-3-9-16-19-31)

4- Los miedos (7-11-12-24)

5- La memoria (4-5-8-10-13-14-20-22-30)

6- La Sexualidad (5-6-16-17-22-28)

7- La imaginación (11-17-23-31-33)

8- La comunicación (15-18-21-26-27-30-31-32)

PILARES
1- Los miedos.

2- Las aversiones.

3- La sexualidad.

Antes de abordar la Dinámica Miasmática (DM) de Selenium, vale recordar que es


uno de los tantos remedios considerados “chicos” y esto es así, porque de la
lectura de las diversas materias médicas se concluye que sólo es dable utilizarlo
con relativa seguridad, en el 2° nivel de Fisch, especialmente mediante el recurso a
sus Key-notes: pensamientos sexuales con impotencia física (UR) y miedo de su
ocupación. Allí el drama existencial Selenium, permanece oculto tras una cortina de
síntomas apsóricos. Ahora, basado en los parámetros establecidos por el Instituto
J.T. KENT, que fundara Alfonso Masi-Elizalde, intentaremos correr esos velos
partiendo de la idea rectora de esta novedosa exégesis: el hombre se pone fuera del
orden bien por envidia de un atributo divino y que en tanto ser creado no le
corresponde, o por rechazo de un don. De modo que, los correlatos humanos de
dichos atributos quedan alterados y disminuidos y esa es nuestra carencia
primaria.

Lo primero que nos llama la atención es un pequeño grupo de síntomas sin


justificación alguna en la interrelacion del sujeto con su medio y por tanto en
relación directa con el sufrimiento puro o:

PSORA PRIMARIA

- Remordimiento: inquietud, pesar interno que queda después de una

mala acción (DRAE)

“Como si” hubiese cometido un crimen. (Culpa)

- Duda de la salvación del alma ( temor al castigo)

- Desconfiado, sospecha de todo. (la pérdida, la carencia) En el fondo este


rubro pertenece al tema del Orgullo, ya que el orgulloso no es , como
usualmente se cree, aquel que tiene una exagerada e irreal opinión de si
mismo, que es mas bien vanidad, sino aquel que sólo confía en si
mismo. Así que la carencia fundamental aquí es la pérdida de la
confianza en el Creador y más concretamente en nuestra herencia
divina, por ello duda de la salvación del alma y de ahí que luego
observemos como este selenium orgulloso, que sólo confía en si
mismo, se ve obligado a padecer, en su historia concreta y personal, de
impotencia y de pérdida súbita de la fuerza y de la coherencia, en el
plano del intelecto, por disminución de la memoria y agg. por trabajo
mental, trastoca las silabas en las palabras, etc., y en el físico, por la
imposibilidad de plasmar y concretar sus deseos por impotencia sexual,
semen seroso y sin olor que no tiene capacidad generadora., estéril y
sin embargo lo vemos en su mentira egotrófica chorreando semen, que
escurre gota a gota, o al defecar, en un gesto que denuncia que su
pretendida omnipotencia generadora, que quiere crear como sólo Dios
puede, se va por la cloaca. Aquí vemos el síntoma en su función
sanadora en la medida en que, a su manera teatral, pone de manifiesto
nuestra mentira y por esa vía abre la posibilidad de que algún día y con
la ayuda adecuada, podamos encarar y asumir nuestra verdad psórica,
es decir, nuestra particularísima manera de estar fuera del orden de la
creación, orden cósmico o como queramos llamarlo; reconocimiento y
aceptación que son condición sine qua non para religarnos recuperando
nuestra condición adánica primigenia.(Ser humano sano de la
Homeopatía)

PSORA SECUNDARIA

Notamos luego el subgrupo de los temores y miedos (fobias)

- a las multitudes y aglomeraciones

- a su ocupación y/o trabajo

- a la gente

Estos constituyen un primer intento defensivo por proyección de sus fantasmas


primarios en el medio concreto y temporal, es decir, que surgen de las vicisitudes
de la interacción del sujeto con el medio, son síntomas propiamente históricos y
problemáticos, mientras que la psora primaria es ahistórica y metaproblemática,
dicho de otra manera, pertenece al orden del misterio, ese que en nuestra tradición
judeo-cristiana llamamos pecado original, la mácula o mancha originaria, verdadero
estigma de la raza.

PSORA TERCIARIA

Y así, de manera casi imperceptible vemos a nuestro personaje deslizarse ora a la


posición Ego y Alterlítica, ora a la Egotrófica cuando al insertarse en el mundo
desde su sufrimiento primario, establece su equivocada defensa frente a un medio
que constantemente le está retando en su pretendida omnipotencia.

Si el péndulo de la DM asume la esquina Syphilítica lo veremos ejerciendo


su aversión a ciertas personas, continuación particularizada de su temor a
la gente y que, por supuesto, serán aquellos que con su modo de ser le recuerden
su herida. En el mismo sentido se explica su aversión a la compañía, especialmente
de sus amigos íntimos, ya que siendo los que mejor le conocen, su sola presencia
le lastima la herida en la imaginación, aquello que desea negar ocultándose y
huyendo o “destruyendo” a todo aquello que lo acuse. Por ello su confusión mental
después del coito, ya que el ejercicio de la sexualidad es un intento por abrirse y
comunicarse con el otro, en franca contraposición con su postura de huida y
extrañamiento, contradicción que lo lleva al embotamiento y finalmente
al agotamiento. Los demás síntomas de esta posición constituyen variaciones
cuantitativas de su déficit energético vital: olvidadizo, embotamiento de los
sentidos, indiferencia e imbecilidad.

La posición Sycótica se materializa con un menor número de síntomas que, en su


conjunto, expresan la agresividad con la que intenta imponerse al medio
dominándolo y poder reafirmarse en su sentimiento omnipotente. De aquí se
desprende su irritabilidad que lo lleva a establecer respuestas adaptativas
exageradas en relación a los estímulos del medio. Su irritabilidad posee, además,
dos modalidades interesantes: - después del coito y después de la eyaculación. Por
supuesto, ya que el abrazo sexual del egotrófico no es , precisamente, vínculo de
comunicación y comunión, si no instrumento de dominación que “cosifica” al otro
al convertirlo en “objeto” de su lascivia, dominación que se ve frustrada por la
eyaculación precoz y/o la impotencia.

Finalmente, su locuacidad es otra expresión de su estrategia de dominación, ya que


utiliza el principal instrumento de comunicación que poseemos, lo cual implica el
respeto por la palabra del otro, para acallar al interlocutor, impidiendo su palabra
con su locuacidad teorizadora, lenguaje huero, vacío de significación.

PSORA (HIPÓTESIS)

Selenium es esa particular manera de participar en la “caída” del orden de la


creación, por la vía de la envidia de la omnipotencia creadora y que, en tanto
atributo divino, no le corresponde y por lo mismo se ve forzado a padecer la
disminución del correlato humano de dicho atributo, que en Selenium se expresa
doblemente, por una parte lesionando su potencia o capacidad de engendrar, en el
plano sexual y reproductivo (pensamientos lascivos con impotencia e infertilidad), y
por otra parte en la dificultad de plasmar resultados concretos a partir de su labor o
trabajo, especialmente intelectual (embotamiento, disminución de la memoria y
temor de su propio trabajo).

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