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estudio en el que declara que hay una relación directa entre la alegría y la salud, y
escribieron en la revista lo siguiente “La evidencia científica sugiere que las emociones
positivas pueden ayudar a hacer la vida más larga y saludable”.(*)
Pero esto lo sabemos los cristianos por la Palabra de Dios. Tanto que podemos decir que
“un corazón feliz está alineado con la perspectiva del cielo”.
Dios nos hizo, por lo tanto, Él sabe cómo podemos estar bien.
La gente nos puede dar voces de aliento, pero es Jesús quien brinda el estímulo celestial, tal
y como nos lo dijo en el evangelio de Juan Capitulo catorce, verso uno que dice “No dejen
que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí” (NTV).
Sabemos que aunque una persona este riendo, esto no quiere decir que no tenga algo que
le produzca angustia; puede ser que se esté pasando por rechazo, divorcio, enfermedad,
pérdida de trabajo, negocios que no salen, dificultades con los hijos o con los padres; sin
embargo, el cristiano asimila el dolor de manera diferente a los demás, porque está lleno de
la esperanza y de la fe en que Dios todo lo puede, que sabe que Él tiene un plan que es
superior al nuestro y que nunca nos dejará, ni nos abandonará.
Es posible que estés pasando por alguna situación difícil, quizás una noticia que no
entiendes y tu espíritu se entristece; tal vez una traición inesperada; el dolor de la soledad.
Es en estos momentos en los que debes abrir tu corazón al amor de Dios; en los que puedas
descansar en el Señor entregándole todas tus cargas; porque sin lugar a duda en Cristo hay
sanidad.
Dios te dice que el corazón alegre se reflejara en tu rostro; pero que, si está dolido, se
abatirá tu alma y entristecerá tu espíritu.
Entrégale tus cargas al Señor y pídele que Su gozo te llene, tanto en los momentos buenos
como en los difíciles de la vida.
Oremos “Señor amado, gracias por la revelación del gozo, este que llega con el poder de Tu
Santo Espíritu. Aceptamos y disfrutamos tener un corazón alegre, tanto que se refleje en
nuestro rostro. Padre te amamos y bendecimos en el precioso nombre de Jesús, Amén”
Versículo “El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu”
Proverbios 15:13 (NVI)
(*)https://www.health.harvard.edu/healthbeat/the-happiness-health-connection
Buen Día
Juan C Quintero
Alegría y Salud