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Introducción

El entorno laboral puede presentar diversos riesgos para la salud de los


trabajadores, ya sea a través de la exposición a agentes químicos, físicos o
biológicos. Los agentes químicos, que son sustancias presentes en el
ambiente de trabajo, pueden ser especialmente peligrosos debido a su
potencial toxicidad y la cantidad en la que se encuentran. Por otro lado, la
energía en sus diferentes formas, como el ruido, las radiaciones y el calor,
también puede causar daños a la salud de los trabajadores. Además, la
presencia de microorganismos en el entorno laboral puede representar un
riesgo de enfermedades infecciosas. Por tanto, es esencial adoptar medidas
de higiene laboral adecuadas para prevenir los riesgos asociados a estos
agentes y proteger la salud de los trabajadores.
Desarrollo
Los contaminantes químicos, también llamados agentes químicos, son
substancias que, por la forma de presentarse, pueden ser absorbidas por el
organismo y producir en poco tiempo, o a lo largo de los años, efectos
dañinos para la salud del individuo. Se pueden contar por miles, siendo
algunas de origen natural y otras de origen artificial (creadas por el
hombre) (laboral., 2018).
Pueden producir daños si la cantidad absorbida, o dosis, es suficiente. La
dosis depende de la cantidad de agente presente (concentración) y del
tiempo que se permanezca expuesto a la acción (tiempo de exposición).
Cuanto menor sea la dosis necesaria para que una sustancia produzca daños
en el organismo, mayor es su toxicidad. Puesto que los agentes químicos
difieren en sus propiedades físicas y químicas, también los efectos que
producen son diferentes, siendo estos efectos de importancia variable,
desde la simple irritación de ojos y mucosas hasta el cáncer. También se
caracterizan estos efectos por poderse manifestar mucho tiempo después de
cesar la exposición, como es el caso del cáncer. (Figura 1)
Los agentes químicos son absorbidos por el organismo a través de una o
varias vías de
entrada que, por orden de importancia, son las vías respiratorias, dérmica,
digestiva y parenteral. (Figura 2)
La materia se encuentra en la Naturaleza en tres estados: gaseoso, líquido y
sólido y dado que los tóxicos entran en nuestro organismo principalmente a
través de la respiración, es importante conocer cómo las substancias
químicas pueden encontrarse en el aire que nos rodea.
EFECTOS DE LOS PRODUCTOS TÓXICOS
Entre los efectos de los productos tóxicos sobre el cuerpo humano tenemos
los siguientes (enfermedades, 2015):
Corrosivos: Son productos químicos que pueden causar daño en los tejidos
vivos al entrar en contacto con ellos. Pueden provocar quemaduras y
lesiones graves en la piel, ojos y vías respiratorias.
Irritantes: Son sustancias que causan irritación en la piel, ojos, vías
respiratorias u otros tejidos del cuerpo. Pueden provocar enrojecimiento,
picor, inflamación y molestias en las zonas expuestas.
Neumoconióticos: Son agentes que, cuando son inhalados, pueden
provocar enfermedades respiratorias crónicas, como la neumoconiosis.
Estas sustancias son partículas sólidas que se depositan en los pulmones y
causan daño progresivo en los tejidos.
Asfixiantes: Son sustancias que reducen o impiden el suministro de
oxígeno al cuerpo. Pueden desplazar el oxígeno en el ambiente o inhibir su
transporte en la sangre, lo que puede llevar a la falta de oxígeno en los
tejidos y causar asfixia.
Anestésicos y narcóticos: Son sustancias que pueden provocar efectos
sedantes o adormecedores en el sistema nervioso central. Pueden causar
somnolencia, mareos, pérdida de conciencia o incluso depresión
respiratoria.
Sensibilizantes: Son sustancias que pueden inducir una reacción alérgica
en el cuerpo humano después de una exposición inicial. Después de la
sensibilización, incluso pequeñas cantidades de la sustancia pueden
desencadenar una respuesta alérgica más intensa.
Cancerígenos, mutágenos y teratógenos: Son sustancias que tienen el
potencial de causar cáncer, alterar el material genético o provocar
malformaciones en los fetos en desarrollo. Estos agentes pueden tener
efectos a largo plazo y ser altamente peligrosos para la salud.
Sistémicos: Son sustancias que, cuando son absorbidas por el cuerpo,
pueden tener efectos en órganos o sistemas distantes de la exposición
inicial. Pueden ser transportadas a través del torrente sanguíneo y causar
daño en diferentes partes del organismo.
VÍAS DE ENTRADA DE LOS CONTAMINANTES QUÍMICOS
Entre las vías de contaminantes químicos tenemos (Gonzales, 2015):

VÍA RESPIRATORIA A través de la nariz y la boca, los pulmones.

Es la vía de penetración de sustancias tóxicas más importante en el medio ambiente de trabajo,


ya que con el aire que respiramos pueden penetrar en nuestro organismo polvos, humos,
aerosoles, gases, vapores de productos volátiles, etc.

VÍA DÉRMICA A través de la piel

Es la vía de penetración de muchas sustancias que son capaces de atravesar la piel, sin causar
erosiones o alteraciones notables, e incorporarse a la sangre, para posteriormente ser
distribuidas por todo el cuerpo. La superficie total de piel expuesta a la posible penetración es
muy importante, así como su estado de integridad, que en ocasiones puede estar debilitada
por lesiones o por la acción de los disolventes capaces de eliminar las grasas que protegen su
superficie.

VÍA DIGESTIVA A través de la boca, estómago, intestinos.

Es la vía de penetración a través de la boca, el esófago, el estómago y los intestinos. También


hemos de considerar aquí la posible ingestión de contaminantes disueltos en las mucosidades
del sistema respiratorio.

VÍA PARENTERAL A través de heridas, llagas.

Es la vía de penetración directa del contaminante en el cuerpo a través de llagas, heridas, etc.

Conclusiones
En conclusión, los productos tóxicos presentes en el ambiente laboral
pueden tener efectos perjudiciales en la salud de los trabajadores. La
exposición a sustancias corrosivas, irritantes, neumoconióticos, asfixiantes,
anestésicos y narcóticos, sensibilizantes, cancerígenos, mutágenos y
teratógenos, así como sustancias sistémicas, puede dar lugar a lesiones,
enfermedades crónicas, trastornos respiratorios, alergias y otros efectos
adversos. Para proteger la salud de los trabajadores, es esencial
implementar medidas de prevención y control de riesgos, como la
identificación y sustitución de productos tóxicos, el uso adecuado de
equipos de protección personal, la ventilación adecuada de los espacios de
trabajo y la capacitación en seguridad y salud ocupacional. Además, la
promoción de una cultura de seguridad y la supervisión constante son
fundamentales para garantizar entornos laborales seguros y saludables.

Bibliografía
enfermedades, C. p. (2015). Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH).
Argentina: Ayarmanot.
Gonzales, M. (2015). Riesgos quimicos. Chile: Cuneta.

laboral., I. d. (2018). Riesgos por agentes quimicos. Mexico: Gobierno de salud.

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