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COLEGIO SAINT MARY JOSEPH

Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 1
¿CUÁNTO GANAS AL DÍA?

- Papi, ¿Cuánto ganas por hora?- Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía
así a su padre al término de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, informes ni tu madre los
conoce. No me molestes que estoy cansado

•  Pero Papi, - insistía – dime por favor ¿Cuánto ganas por hora?

La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó – Cuatro soles por hora.

•  Papi, ¿Me podrías prestar dos soles? – Preguntó el pequeño.

El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al niño le dijo:

•  Así que, esa era la razón para saber lo que gano. Vete a dormir y no molestes, muchacho
aprovechado.

Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable. Tal
vez su hijo quería comprar algo. En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al
dormitorio de su hijo. Con voz baja preguntó al pequeño:

•  ¿Duermes, hijo?

•  Dime, Papi, - respondió entre sueños.

•  Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el dinero que me
pediste, - respondió el padre.

•  Gracias, Papi – contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de la almohada, sacó
unas monedas.

•  Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo? –
preguntó el niño
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Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 2
HISTORIA CHINA: EL AMOR Y LA HONESTIDAD

Se cuenta que allá para el año 250 a.C., en la China antigua, un príncipe de la región
norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía
casarse.  Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte
para ver quién sería digna de su propuesta.
Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas
las pretendientes y lanzaría un desafío. 
Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios
sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un
sentimiento profundo de amor por el príncipe. 
Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería
ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: - ¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas
las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la
cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. Y
la hija respondió: - No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que
jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos
cerca del príncipe. Esto me hará feliz." 
Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas,
con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. 
Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: - Daré a cada una de ustedes una
semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí,
esposa y futura emperatriz de China. 
La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho
la especialidad de cultivar algo, sean costumbres, amistades, relaciones, etc. 
El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la
jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza
de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. 
Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía
pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más
profundo.  Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo
y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella
regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas, sólo para estar cerca del príncipe por
unos momentos. 
En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes
tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores.  Ella
estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella.
Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las
pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una,
anunció su resultado.  Aquella bella joven – la del vaso vacío - sería su futura esposa.
Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones.
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Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado
nada.  Entonces, con calma el príncipe explicó: - Esta fue la única que cultivó la flor que la
hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que
entregué eran estériles. 
“Si para vencer, estuviera en juego tu Honestidad,
entonces pierde. Así, serás siempre un Vencedor”
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Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 3
NO HAY QUE TEMER

 Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.


 Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo
intento.
 Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos
modos opinarían de mí.
 Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo. 
 Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer. 
 Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. 
 Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el
comienzo. 
 Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que
ignorancia. 
 Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi mismo. 
 Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día. 
 Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más. 
 Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella. 
 Temía al cambio, hasta que vi que aún, la mariposa más hermosa necesitaba
pasar por una metamorfosis antes de volar. 

“Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos
sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo
más”
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Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 4
EL REY Y EL BIEN

Érase una vez un rey que, oyendo de la existencia de un sabio, lo mandó traer para
que fuera su consejero. El rey Comenzó a llevarlo siempre a su lado y consultarle sobre
cada acontecimiento de importancia en el reino. El consejo principal del sabio era siempre
el mismo: "Todo lo que pasa es siempre para bien". No pasó mucho tiempo antes que el rey
se cansara de oír la misma cosa una y otra vez.

El rey amaba cazar. Un día mientras lo hacía, el rey se dio un tiro en un pie. Preso de
su dolor, se volvió hacia su consejero - siempre a su lado- para pedirle su opinión. Y el
consejero respondió corno siempre "Todo lo que pasa es siempre para bien."

Se sumó su coraje al dolor, y el rey ordenó la prisión para el consejero.


Esa noche, el rey bajó a la prisión para verlo, y le preguntó que sentía acerca de estar
en la cárcel. El consejero respondió como siempre: "Todo lo que pasa es siempre para
bien." Esto solo enfureció más al rey y dejó al sabio en la prisión.

Un mes más tarde, salió el rey otra vez a cazar. Iba muy por delante de sus
acompañantes y, lamentablemente, fue capturado por una tribu hostil. Los nativos lo
llevaron a su pueblo para ser sacrificado en honora sus dioses. Por sus tradiciones,
solamente servían ofrendas perfectas y el rey parecía un espécimen excepcional.
Al otro día, cuando llegaron los nativos para llevarlo al sacrificio, al inspeccionarlo
descubrieron la cicatriz en su pie y tuvieron que rechazarlo para el sacrificio. Lo soltaron y
se fue corno flecha para su reino - dándose cuenta de lo que le decía su consejero: "Todo es
siempre para bien."

El rey llegó a liberar al consejero quien, al escuchar sus aventuras, le señaló que bien
que lo había encarcelado porque ya que siempre estaba a su lado y no tenía imperfecciones,
lo hubieran sacrificado en el lugar del rey.
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Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 5
ÉL CREE QUE NO PUEDE

A un niño le encantaban los circos y lo que más le gustaba era los animales, y de
todos ellos el que más llamaba su atención era el elefante. Durante la función, la enorme
bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal, pero después de su actuación
y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una
cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado
unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, parecía obvio que
ese animal era capaz de arrancar con facilidad la estaca y huir.
El misterio era evidente: ¿Por qué no huía si aquello que lo sujetaba era tan débil
comparado con su fuerza?
Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a varias personas por el misterio del elefante
y alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: Sí esta amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No
recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Hace algunos años descubrí a alguien lo bastante sabio como para encontrar la
respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida
desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro
de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de
todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se
durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía,
hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se
resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Él tiene
registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de
nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás,
jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados
a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivirnos creyendo que un montón de cosas "no
podemos hacer", simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una
de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.
La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO
NUESTRO CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros.
COLEGIO SAINT MARY JOSEPH

Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 6
COMPARTIR

En una ocasión, cayendo la noche, un hombre vino a nuestra casa para contarnos el
caso de una familia hindú de ocho hijos. No habían comido desde hacía ya varios días. Nos
pedía que hiciéramos algo por ellos. De modo que tomé algo de arroz y me fui a verlos. Vi
cómo brillaban los ojos de los niños a causa del hambre.
La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos partes y salió. Cuando
regresó le pregunté: qué había hecho con una de las dos raciones de arroz. Me respondió:
"Ellos también tienen hambre". Sabía que los vecinos de la puerta de al lado, musulmanes,
tenían hambre. Quedé más sorprendida de su preocupación por los demás que por la acción
en sí misma.
En general, cuando sufrimos y cuando nos encontramos en una grave necesidad no
pensamos en los demás. Por el contrario, esta mujer maravillosa y débil, pues no había
comido desde hacía varios días, había tenido el valor de amar y de dar a los demás, tenía el
hermoso valor de compartir.
Frecuentemente me preguntan cuándo terminará el hambre en el mundo. Yo
respondo: “Cuando aprendamos a compartir". Cuanto más tenemos, menos
damos. Cuanto menos tenemos, más podemos dar.

Madre Teresa de Calcuta


COLEGIO SAINT MARY JOSEPH

Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 7
REGALOS QUE NO TE CONVIENE RECIBIR 

Esta es la historia de un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus


alumnos como un hombre justo y comprensivo.
Al terminar la clase, un día de verano, mientras el maestro organizaba unos
documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante
le dijo:
- Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que
escuchar más sus tonterías y podré descansar de ver su cara desagradable y aburrida.
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro
reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- ¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no. -Contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- Bueno, -prosiguió el profesor-, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo
desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que
puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. -dijo el alumno confundido.
- Muy sencillo, -replicó el profesor-, tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo
me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, mi amigo, en
verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
- Muchacho, -concluyó el profesor en tono gentil-, tu rabia pasará, pero no trates de
dejarla conmigo, porque no me interesa, yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu
corazón, pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.

Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres
poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.
Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de
amargarnos o ser felices.
¿Qué escogiste tú?
COLEGIO SAINT MARY JOSEPH

Mes De Mayo
Lectura Reflexiva número 8
LA CARTA DE UN HOMBRE EN COMA 

Estimado amigo:

Me llamo amigo porque eso es lo que quiero ser conmigo mismo ahora.   Por mucho
tiempo yo fui mi peor enemigo, de hecho, fui mi único enemigo.
Fui yo el que permitió que el miedo dominara mi vida. Fui yo el que se aferró a las
penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento.
Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no merecer
lo bueno y me hacía sentir menos que los demás.
Fui yo mismo el que me llené de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos.
Fui yo mismo el que me juzgué y me critiqué en todo lo que hacía. Yo mismo afecté mi
salud y mi bienestar y fui yo mismo el responsable de los problemas de mi vida. En mí
estaba la solución y en mí estaban todas las respuestas.
Fui yo mismo el acusado, el juez y el verdugo de mi propia vida. Yo mismo dicté las
sentencias y yo mismo me impuse los castigos.  Y, sin embargo......hoy me perdono todo,
porque me doy cuenta que siempre hice lo mejor que pude. Comprendo que fui un ser
sensible y vulnerable como lo son todos los seres humanos y que las experiencias de mi
vida moldearon mi personalidad. Hoy rechazo la culpa que siento por mis errores ya que en
nada ayuda y nada soluciona.
Aprendí tarde, que yo era capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y de las
situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que yo era mi propio dueño, que mis
pensamientos moldearon mi existencia, que no era un esclavo de las circunstancias y que en
mí estaba el poder de mejorar, de cambiar y de vivir en armonía.
Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las perdidas y heridas que
todos compartimos.
Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oír, de sentir, de saborear, la
oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis semejantes.
Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mí mismo.
Hoy rompo las cadenas con las que yo mismo me até.
Hoy me perdono por todos mis errores.
Hoy admito que nadie tiene control sobre mis sentimientos.
Hoy me declaro libre de todas mis heridas.
Hoy es un buen día para morir.
Me quiero
Atentamente,
La persona más importante de mi vida.
Yo.

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