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Tatentos,
dónese
inteligencias
El fracaso escolar no es un destino
%
Carina V iviana Kaplan
T a le n to s , d o n e s
e in te lig e n c ia s
El fracaso escolar no es un destino
Altaim ttvnT^v
pedagogica J
Kaplan, Carina Viviana
Talentos, clones e inteligencias : el fracaso escolar no es un destino/
Carina Viviana Kaplan / Prólogo : José Antonio Castorina - Ia ed. -
Buenos Aires : Colihue, 2008.
256 p . ; 22x 14 cm. (Alternativa pedagógica dirigida por Alejandra Mare)
IS B N 9 7 8 -9 5 0 -5 6 3 -8 0 2 -4
LA FOTOCOPIA
MATA A L L I B R O
Y E S UN DELITO
I.S .B .N . 978-950-563-802-4
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Este libro es una versión revisada de la tesis de doctorado Límites
simbólicos en la constitución del par éxito-fracaso. Estudio socioedu-
cativo de las representaciones de los profesores sobre el talento, en
virtud de la cual he obtenido el título de Doctora de la Universidad
de Buenos Aires, en el área de Ciencias de la Educación.
La tesis ha sido dirigida por José Antonio Castorina, lo cual re
presenta un alto honor, y defendida en el mes de octubre del año
2 0 0 6 , en la Facultad de Filosofía y Letras, ante un prestigioso comité
conform ado por Pedro Krotsch, Luis Rigal y María Teresa Sirvent.
Emilio Tenti Fanfani, mi primer Maestro en la vida académica, ha
sido y es una fuente imborrable de consulta. Las huellas de la formación
rigurosa, sistemática y generosa que me dedicó, están inscriptas en cada
una de las investigaciones que emprendo y por lo tanto, en estas páginas.
C o m o consultora en el cam po de las políticas públicas en edu
cación, he podido transferir los resultados de la labor en docencia e
investigación; contando especialmente con el sustento de dos acadé
micos autorizados com o Daniel Filmus y Juan Carlos Tedesco que me
convocaron a colaborar participando sobre la base de mi trayectoria
en el cam po socioeducativo. C o n Daniel hemos producido aportes a
la cuestión de los jóvenes y la escuela secundaria, que dan soporte a
una serie de argumentaciones de la tesis doctoral.
En mi actividad com o docente universitaria e investigadora, c o m
parto debates e instancias de intercambio con equipos que conduci
mos junto a Silvia Llomovatte en la U B A y a C laudia Bracchi en la
U N LP. Estos ámbitos académicos son espacios dinám icos y creativos
de reflexión y actualización sobre la cuestión social y la educación,
que también se ven reflejados en este trabajo. Graciela M orgade, des
de la dirección de la carrera de Ciencias de la Educación de la U B A
potencia la labor cotidiana.
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Este escrito también ha sido posible gracias a la generosa colabo
ración de colegas y de estudiantes universitarios que han participado
en diversas instancias de producción. H an acom pañado en la revisión
de la escritura académica del texto, los colegas Gabriela Kantarovich,
Sebastián García y Agustina Mutchinick. El asesoramiento en el estilo
comunicacional estuvo a cargo de Natalia Sternschein. Leonardo
Tenti y Victoria González me han acom pañado en la etapa del pro
cesamiento de la información.
Todos los colegas que mencioné, incluidos Victoria Orce, Gabriel
Brener, Lucas Krostch e Inés Gabbai, con quienes también comparto la
producción colectiva del conocimiento científico, y tantos otros docen
tes, directivos, funcionarios, psicólogos, psicopedagogos, gabinetistas,
responsables de organizaciones de la sociedad civil, que sería imposible
enumerar aquí, desde diferentes lugares, procedencias e identidades,
han permitido que la tesis doctoral no sea una deuda eterna ni in
terna y tenga un sentido. Los que atravesamos por esta experiencia,
sabemos cuán difícil es escribirla teniendo en cuenta las condiciones
en las que producim os en las universidades públicas de nuestro país.
Quiero destacar también que esta tesis se llevó a cabo gracias al
com prom iso que tienen las escuelas con la investigación educativa en
nuestro país, que para cada proyecto nos dan el espacio para conocer
su realidad cotidiana, com prendiendo los contextos particulares en
los que se despliegan el enseñar y el aprender junto a los procesos
de socialización y de subjctivación. En la Regente Matilde Leturia,
condenso los nombres de cada uno de los directivos, docentes y otros
actores de la vida institucional que apoyan nuestro com prom iso y que
son quienes le dan el valor más legítimo.
C ad a hoja de este libro está escrita pensando en un horizonte de
sociedad más justa que merece cada niño, joven o adulto, entre ellos,
mis sobrinos M atías, Sebastián, Cam ila, Federico, Gonzalo, Tobías
y Maite de quienes aprendo día a día. Está dedicado a mi mamá, a la
que perdimos injustamente por el salvajismo en la vía pública y que
estaría orgullosa; y a mi papá, que es un ejemplo de lucha.
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P ró lo go
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8 Talentos, clones e inteligencia
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José Antonio Castorina 9
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)0 Talentos, dones e inteligencias
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José Antonio Castorina II
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X¿ Talentos, dones e inteligencias
juicios docentes. Podríamos arriesgar la hipótesis que los límites fijados por
la medicina o la psicometría son una reconstrucción del sentido común
de una amplia variedad de actores sociales y que las creencias cotidianas
son a la vez una transformación de las interpretaciones ‘ académicas”.
Por lo que se desprende del texto, algunas dificultades del apren
dizaje de los alumnos parecen explicarse, al menos en parte, por su
“consciencia de los límites". Son el resultado de una construcción so
cial, por la intervención de las creencias colectivas sobre su “trayectoria
educativa” y claramente no se los puede considerar com o límites fijos,
dados en la interioridad mental o en la exterioridad social.
Según lo dicho antes, la transposición del arbitrario social a los
alum nos no determina unívocamente su destino educativo y los pro
pios docentes son actores que pueden revisar sus creencias colectivas.
Justamente, les es posible a los docentes tomar consciencia y cuestionar
su subjetividad social al tematizar el rol docente, el m odo de orientar
las prácticas educativas y la evaluación de las actividades escolares. En
nuestra opinión, la perspectiva de la sociología de la educación que
ha presidido la presente investigación de la desigualdad educativa es
compatible con la versión psicosocial que examina la educabilidad en
los términos de las interacciones escolares, las que son inseparables del
aprendizaje. Por lo visto en la obra que com entam os, sería deseable y
posible un entrecruzamiento futuro entre estos diferentes enfoques.
Las reflexiones anteriores han sido posibles por mi cercanía con la
actividad desplegada por la autora durante su tesis de maestría y luego
su tesis de doctorado. H e acom pañado la gestación de este proyecto, el
recorte del problema, los esfuerzos por encontrar métodos adecuados
a los objetivos propuestos, las dificultades y los éxitos en los análisis
de datos, o la revisión de sus ideas. Quizás, por momentos, aquella
proximidad con una historia intelectual obstaculizó el distanciamiento
requerido para un análisis más lúcido.
En con jun to, considero que este libro es el testim onio de la
persistencia de una línea de investigación, durante al menos veinte
años, una unidad dialéctica de este proceso a través de sus am plia
ciones y modificaciones, de idas y vueltas sobre ios interrogantes, de
interacciones entre la construcción de los datos y la formulación de
las hipótesis. Esta es la principal lección para quienes se inician en la
investigación educativa.
J osé A n to n io C a sto r in a
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I n t r o d u c c ió n
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]/f Talentos, clones e inteligencias
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Carina Viviana Kaplan ÌS
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J6 Talentos, dones e inteligencias
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)/
C a p ít u l o I
La desigualdad en la investigación
socioeducativa
Estado de la cuestión
La construcción del par éxito-fracaso escolar puede ser abordada
a la luz de una revisión e interpretación de los estudios socioeduca-
tivos sobre la desigualdad. Un exam en sobre la desigualdad ed u ca
tiva desde la perspectiva de la S o cio lo gía de la E d u cació n perm ite
poner en evidencia que desde sus orígenes “clásicos” esta disciplina
se ha o c u p a d o de la desigu aldad social y su relación con la educa-
ción, en los trabajos fundantes de KarI M arx, M ax Weber y E m ile
D urkheim . El primero, sustentando a través de sus aportes las inter
pelaciones a la sociedad de clases que los sociólogos de la educación
co n tem p o rán eo s han tipificado c o m o la “sociología del conflicto '.
W eber y D u rk h eim , por otra parte, desde las perspectivas legiti
m adoras del orden social que co n o cem o s co m o la “sociología del
consenso” , han dado lugar a algunas respuestas al análisis m arxista1.
L a contribución de la educación al problema de la desigualdad es
arena de debate a lo largo de toda la historia de la disciplina, en el
marco de las preocupaciones más abarcativas de las ciencias sociales
y humanas con relación a la posibilidad y deseabilidad de la igualdad
entre individuos y grupos.
La problem ática específica de la desigualdad educativa recién es
reconocida e incorporada de manera consistente com o temática válida
en las investigaciones socioeducativas de los países centrales, a partir
de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, asumiendo en general
una postura naturalizadora —con sus variantes neodarw inianas;
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}8 Talentos, dones e inteligencias
Las fuentes secundarias acerca de este fenómeno abundan; como ejemplo podríamos
citar las siguientes: Karabcl, J. y Halsey, A., “La investigación educativa: Una revisión
e interpretación” (traducción propia) en: Power and ideology in education. New York,
Oxford University Press, 1976; Me Laren, P., Vida en Lis escuelas, Siglo XXI, Mexico
DF, 1994; Dubet, F. y Martucelli, D., En la escuela. Sociología de la experiencia escolar,
Buenos Aires, Losada, 1998; Pink, W. G. Noblit, Continuity and contradiction. The
futures o f the Sociology o f Education, N .J, Hampton Press Inc., 1995; Wotherspoon, T.,
The Sociology oj Education in Canada. Criticalperspectives, Toronto/NY/Oxford, Oxford
University Press, 1999.
Una reconstrucción sociohistórica preliminar sobre esta cuestión la hemos delineado
en: Kaplan. C.y Llomovatte, S. “ Revisión del debate acerca de la desigualdad educativa
en la sociología de la educación: la reemergencia del determinismo biológico ”. En Llo
movatte, S. y Kaplan, C . (coords.), Desigualdad educativa. La naturaleza corno pretexto,
Buenos Aires, Noveduc, 2005.
6
No estamos obviando el esciavismo en las sociedades coloniales modernas de los siglos
XV1ÍI y XIX como dispositivo económico, aunque tampoco lo estaremos considerando
en este trabajo.
Nos referimos a la declaración elaborada por un comité de antropólogos y psicólogos
de siete países a pedido de la U N E S C O , ral como se encuentra citada en el texro clá
sico de la Sociología de la Educación Havighurst,R.J. & B.L. Neugarten, Society and
Education, Boston, Mass, Allyn and Bacon Inc., 1967.
m
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Carina Viviana Kaplan 19
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2Q Talentos, dones e inteligencias
52 Coleman, J.S., Campbell, E.Q ., Hubson, C .J., McPartland, J., Mood, A.M., Wcin-
leld, K L). & York, R.L., Equality of Educational Opportunity, Washington D . ( U S
Government Printing Office, 1966.
1 Blau, P.M. & Duncan, O .D ., The American Occupational Structure. New York, Free
Press, 1967. Pese a que este estudio, de corte parsoniano, se ocupaba en primer término
de la cuestión de la movilidad ocupacionai, incluía una cantidad considerable de material
sobre el papel de la educación en la transmisión intergeneracional de la desigualdad. En
el campo de la investigación socioeducativa sobre la desigualdad, desde la tradición del
empirismo metodológico, este estudio representó un hito académico.
H Bourdieu, P. y Passeron, J.. La Reproducción. Elementos para una Teoría del Sistema
de Enseñanza, Barcelona, Editorial Laia, 1977.
1 El ‘ capital cultural” es una categoría analítica central de esta tesis que precisaremos en
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Carina Viviana Kaplan ¿i
el marco teórico. Mencionemos a los fines de este apartado que esta categoría permite
interpretar la cuestión de la desigualdad social y educativa con relación a la desigual
distribución y apropiación de los bienes simbólicos en las sociedades capitalistas de
mercado.
If’ Halsey, A.H., Floud, J. & A. Anderson editors, Education, economy and society. A
reader in the Sociology o f Education, London, The free Press, N.Y. & Collier-Macmillan
Ltd., 1961.
1 En inglés en el original: It is worth noting, in thefirst place, that we have no very clear
idea either of the amount of mobility actually imposed by the movement toward technological
society or o f the part played in this process by education. Ibid., p. 4.
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22 Talentos, dones e inteligencias
ts Parsons, T. “The school class as a social system: some of its functions in American
society”. Harvard Educational Review, N ° 29, 1959, pp. 297-308.
l" F.n ingles en el original “The achievement syndrome” . En Banks, O ., The Sociology
o f Education, London, Foundations of Modern Socicty, B.T.Basford Ltd, 1970.
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Carina Viviana Kaplan 23
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¿/¡ , Talentos, dones e inteligencias
22
Gould, Stephen J., La falsa medida del hombre, Barcelona, Drakontos. 1997.
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Carina Viviana Kaplan ¿5
tado y que tiene correlatos similares en casi todas partes del m undo,
abona con sus tesis principales al sentido común racista y conservador;
el coeficiente intelectual (CI) rige prácticamente la totalidad de las
dimensiones que constituyen la vida de los individuos y grupos, desde
el ingreso y el éxito en la universidad hasta la propensión al crimen y
la cárcel. Respecto de este último aspecto de la vida social, para este
tipo de perspectivas:
23 Wacquant. Loic, Las cárceles de la miseria. Buenos Aires, Manantial, 2000, p. 27.
24 Ibíd., p. 27.
Js Ibíd., p. 27.
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26 l a l e n t o s , d o n e s c in t e lig e n c ia s
registrarse, por tanto, como una oscilación del péndulo político a una
posición que exige una justificación con la cual reafirmar las desigual
dades sociales como dictado de la biología. El biólogo Stephen Gould
plantea que esta teoría hereditarista del CI en su forma caricaturizada
es un invento norteamericano y lo ejemplifica con las posiciones de
ferm an quien consideraba que, si bien la gran masa de individuos
“m eram ente inferiores” era necesaria para mover la m aquinaria de la
sociedad, el bienestar de esta últim a dependía en definitiva del lide
razgo ejercido por unos pocos genios cuyo CJ era particularm ente
elevado. Junto con sus colaboradores, T erm an2*"’ publicó una serie de
cinco volúmenes titulada G cn ctic Studics o f Genius, donde se propu
so definir a las personas situadas en el extremo superior de la escala
Stanford-Biner, y de describir su trayectoria vital.
¿Qué argum ento contra el cambio social podría ser más eficaz que
la tesis de que los órdenes establecidos, con unos grupos en la cima
y otros abajo, existen como exacto reflejo de las capacidades intelec
tuales, innatas e inalterables, de las personas así clasificadas? En otros
términos, este tipo de tesis falaces conducen al interrogante acerca del
por qué esforzarse, y gastar, en aum en tar el inelevable CJ de razas o
grupos sociales situados en el fondo de la escala económica; es mejor
aceptar sencillamente los desgraciados dictados de la naturaleza.
2
C a r i n a V iv i a n a K a p la n ZT
una gran variabilidad entre los com portam ientos, de m anera que
podemos prever el com portam iento de una persona que conocemos,
con m ucha más. seguridad que el de un desconocido. Ahora bien,
“nuestras expectativas sobre el com portam iento de esa persona serán
más acertadas porque conocemos su conducta anterior, Pero tenemos
ahora una nueva y buena razón para creer que otro factor interviene
en la exactitud cié nuestras predicciones. Nuestra profecía puede ser
por sí m ism a un factor que determ ine la conducta de otra persona.
Esce tema es central, entonces: el de la autorrealización de las profe
cías interpersonales. En definitiva, se indaga en “cómo la expectativa
que una persona tiene sobre el com portam iento de otra puede, sin
pretenderlo, convertirse en una exacta predicción sim plem ente por
el hecho de existir”. El interés del estudio consiste en analizar cómo
se expresan estas profecías en el campo educativo; es decir, dirige la
cuestión a si la expectativa de un maestro sobre la aptitud intelectual
de sus alumnos puede llegar a operar como una profecía educativa
que se cum ple automáticam ente.
La idea del cum plim iento automático de las profecías no es nueva;
en todo caso y en términos de lo que los propios hacedores del estudio
destacan, lo interesante es la prueba experimental de la acción de estas
profecías interpersonales con realización automática, procedente de un
programa de investigación probado en animales en el cual las profecías
o expectativas fueron creadas en experimentadores de psicología con el
fin de determ inar si aquellas podían cumplirse automáticam ente. En
las pruebas anteriores realizadas con animales, cuando se hacía creer
a ¡os experimentadores que sus sujetos anim ales eran genéticam ente
inferiores, estos animales rendían menos. Por el contrario, cuando se
les hacía creer que sus animales estaban mejor dotados genéticamente,
el rendim iento de éstos era superior.
Il iú l., pp. 2 2 1 - 2 2 2
C a r i n a V i v i a n a K a p la n 29
Und., p. 1ü.
30 T a le n to s, d o n e s e in t e lig e n c ia s
w I b i U , p. 2 2 3 .
5! Pa lardv, J. M . , “ W h a t tea ch er s b e l i c v c - w h a t c h i l d r e n a ch iev e" , E lcm cm a r y S ch o o !
J o u r n a l, N ° 6 9 , 1 9 6 9 , pp. 3 7 0 - 3 7 4 .
}Z C l a i b o r n , W . L , “ E x p e c ta n c y effects in che c la ss ro o m : A faílu re ro re pl ic are" , Jo u rn a l,
o fE d u c a t io n a ! P sy ch o ln gy , N ° 6 0 : 19, 1 9 6 9 , pp . 3 7 7 - 3 8 3 .
•’3 Io.se, I. y C o d v , J., “T e a c h e r -p u p i l i n r e r a r ti o n s as ir relates to a r t e m p e d c h a n g e s in tea-
che r ex p e c ta n c y oí a c a d e m i c abilir v a n d a c h i e v e m e n t \ 1 9 7 1 . P a p er p m e n t e d a t th e A n n u a !
M e e tin g o jA m er ic a n E d u ca tion a lR esea rch A ssociation , M i n n e a p o l i s , M in e so r a , A íarch 19 79.
3,1 Esta cr ítica la r e t o m a m o s d e T e n t i . E.. C o r e n s t e i n , M . y C e r v i n i , R ., E x p ecta tiva s d e l
C a r i n a V iv i a n a K a p la n 3J
se asistió durante los estudios secundarios y, por otra parte, las notas
(5 a 6 por alumno) asignadas a las tareas escritas y a las intervenciones
orales, acompañadas de apreciaciones justificativas.
Para elaborar la matriz de análisis diagram ada como una “m áquina
de clasificar” (de la clasificación social a la clasificación escolar) se ha
procedido del siguiente modo:
* Se ha clasificado a las alurnnas según la im portancia del capi
tal cultural heredado de sus familias, es decir, se ha establecido
como entrada su distancia del sistema de enseñanza, guiándose
por los criterios disponibles: residencia (parisina o provincial) y
ocupación de los padres.
* Se ha clasificado a los adjetivos, concebidos como una de las
formas de expresión del universo de los juicios del profesor sobre
los alumnos, desde los más peyorativos a los más laudatorios44.
* Se ha colocado en el diagram a como producto final el promedio
del conjunto de las notas obtenidas en el curso del año por cada
una de las alumnas.
De este diagram a surge que:
* Los calificativos más favorables aparecen con más frecuencia a
medida que el origen social de las estudiantes asciende.
' También se observa que las notas promedio suben a medida que
se asciende en la jerarquía social, por ende, a medida que aum enta
la frecuencia de los juicios laudatorios.
* Otro hallazgo significativo es que el origen parisino constituye
una ventaja adicional ya que, a origen social equivalente, las pari
sinas obtienen calificativos más elevados.
* Por su parte, las alumnas procedentes de los sectores medios están
ausentes del pequeño grupo de las notas superiores a la vez que
se constituyen en el blanco privilegiado de los juicios negativos,
y de los más-negativos entre estos. Al respecto, indican Bourdieu
y Saint M artin que “basta con reunir los calificativos que le son
aplicados preferentemente, para ver cómo se com pone la imagen
burguesa del pequeño burgués en tanto que burgués pequeño: po
bre, estrecho, mediocre, correcta nada más, inhábil, torpe, confusa,
etcétera. Las mismas virtudes que se les conceden son negativas
la dicción), junto con el “hexis corporal” del alum no (el porte y los
modales, las formas de la auto-presentación; esto es, la apariencia tísica 1
que percibe el profesor como indicio de clase), lo que constituye una §
referencia tácita o inconsciente desde un punto de vista sociológico en las I
apreciaciones del profesor en relación con los distintos estudiantes. I
Las taxonomías socialmente constituidas, que son percibidas como |
signo de calidad y del valor de la persona, se asocian a los adjetivos y s
a las marcas percibidas del cuerpo o, dicho de otro modo, al cuerpo |
tratado socialmente. :
* i b í d . , p. S.
C a r i n a V iv i a n a K a p la n
" I M . , p. 134.
1.as relaciones objetivas de p o d e r tiend en a repioducir.se en his relaciones de poder s i m b ó
lico. De hec ho, no to do s los ¡uici os tiene n el m i s m o peso; los in d i v i d u o s y g r u p o s q u e son
más reco no ci dos v q u e son po se ed ores de un fuerte cnpiral s im b ó lico están en co n d icio n es
de i m p o n e r la escala de va lor m á s fnvomble ;i sus p r o d u c t o s es p e c i a l m e n te po rq ue ,
en nuestras socied ade s, tiene n u n casi m o n o p o l io d e he cho sobre las insti tu ciones que,
c o m o el sis tema escolar, es tablece n y ga ra m Í7a n o f icia lm en te los rangos". Ibíd., p. 138.
f
9/68
C a p í t u l o II
vi ■
s I b í i L p. 187.
ib id., p. 195-
'Sl) Ib id.. P . 195.
68 Talentos, d o n e s e in t e li g e n c i a s
lista admiración social pudo transferirse, una vez que tales carreras se
abrieron para todos, a las profesiones seculares, funcionarios o maestros,
y en algunos excepcionales casos, a abogados o médicos. Además, la
sabiduría no era concebida como antisocial tal como se representaba al
mundo de los negocios y a sus agentes. El hombre culto no cambiaba m se
separaba de los demás como el egoísta mercader o empresario. 1' 11 aso del
profesor es prototípico del agente pro-social en la medidíi en que ayudaba
a sus semejantes a salir de la ignorancia y oscuridad, factores estos últimos
que aparecían como preponderantes en sus designios sociales.
í|n I l m l . pp. 19 S - í 9 6.
14/68
C a r i n a V i v i a n a K a p la n 69
“El ethos de los más altos servicios civiles del siglo XIX era
fundam entalm ente el de la Ilustración del siglo XVI11:
masónico y ‘josefino’ en la Europa central y oriental,
napoleónico en Francia, liberal y anticlerical en los otros
países latinos, b en th am ita en Inglaterra. Desde luego,
la competencia se transformó en ascenso automático una
vez que el hombre de mérito había ganado su puesto en el
servicio; aun cuando el ascenso dependiera (en teoría) de
I bíd ., p. 196.
,i; S e n n e t t , R i c h a r d , El resp eto. S o b r e la d ig n id a d d e l h o m b r e e n u n n tu n d o d e d e s ig u a ld a d ,
B a rcelo n a , A n a g r a m a , 2 0 0 3 , p. 84.
/O T a le n to s , d o n e s e in t e lig e n c ia s
l)<’ Alvarez, Uría, h , “ l'.scuela y subjet ¡vi<Jad'\ en C ua d ern os d e P edagogía, N ° 22 2 , 1999, pp, 6 7.
C a m u s , A lbert, /;'/p r i m e r h o m b r e, B a rc e lo n a , Kd. T u sq uers, 199 8.
C a r i n a V iv i a n a K aplan 73
reverso del enjam bre de fracasados, en fin, una figura funcional a los
valores meritocráticos, ya que si él es el principal responsable de sus
éxitos evita responsabilizar al sistema escolar de los fracasos. Estos se
deben también única y exclusivamente a la índole de la inteligencia y
el talento de los de abajo, dem ostrando así la independencia respecto
de los condicionam ientos materiales e institucionales. Sin duda, esta
es la ideología proclamada.
Pero es preciso ir mas allá de estas falacias, ya que si bien el becario
es una excepción, son justam ente las condiciones que han hecho posi
ble esta excepción las que particularm ente nos interesan, puesto que,
si consiguiésemos decodificarlas, estaríamos en mejores condiciones de
contribuir a frenar esa enorme matanza de los inocentes que alimenta sin
cesar el flujo de poblaciones orientadas, en el mejor de los casos, hacia
los oficios menos valorados y peor remunerados de nuestras sociedades.
¿Qué es lo que aporta este tipo de análisis para nuestro problema
sobre los límites del hecho educativo? La historia de vida de Cam us ex
presa un tipo de trayectoria social y educativa que tensiona los límites
que fijarían sus puntos de partida materiales y simbólicos, superando la
visión de un individuo excepcional y atribuyendo a la escuela y a la familia
un papel significativo en la construcción de una trayectoria alternativa.
De padre inm igrante, casado con una m enorquina analfabeta y
prácticamente m uda con la que apenas dispuso de tiempo para tener
dos hijos y que fue m uerto en el frente durante la Primera Guerra
M undial; de esa realidad material y sociocultural surge un destacado
escritor que llegó a obtener el Premio Nobel de Literatura. Huérfano
de padre desde m u y niño, atravesadp por los condicionamientos de
la miseria en un barrio periférico de Argel, educado por una abuela
autoritaria que le inflige castigos corporales mientras su madre trabaja
arduamente en tareas domésticas en ca:,as ajenas, la escuela representó un
mundo simbólico que le permitió acceder a otros horizontes vitales.
La reconstrucción de su historia familiar y escolar peine en evidencia
las tensiones entre el m un d o de la necesidad y la libertad hum ana,
entre las constricciones materiales y las estrategias subjetivas, entre la
memoria social y la biografía subjetivada, entre la historia objetivada
y la historia incorporada, entre un futuro predecible y otro posible.
Así expresa estas tensiones el propio Albert C am us, donde la figura
de la autoridad docente jugó un papel innegable, actuando la escuela
como punto de inflexión en su experiencia vital:
i
171
C a r i n a V i v i a n a K aplan 75
18/68
u" B o u r d i e u , P., 1 9 9 1 a , op. c i t p. 80 .
C a r i n a V iv i a n a K a p la n 77
19/6
C a r i n a V i v i a n a K a p la n 79
Ibíd.. p. 1 04 .
Ibíd., p. 1 19.
Ibíd,. p. 108.
82 T alento s, d o n e s e in t e lig e n c ia s
Ií0 Ib id., p. 4 8 2 .
n ' Ibíd., p. 4 8 2 .
38
86 h ile m o s , d o n e s e in t e lig e n c ia s
23/08
C a r i n a V iv i a n a K a p la n 87
26/68
C a r i n a V i v i a n a K a p la n 93
27/(38
C a r i n a V iv i a n a K a p la n 95
del m undo social de forma menos visible, pero igual de eficaz, que
las luchas propiam ente teóricas que se desarrollan al interior de los
campos especializados (político, burocrático, jurídico, científico), es
decir, en el orden de las “representaciones simbólicas”, las más de las
veces discursivas' C La incorporación de un orden social en forma de
disposiciones puede im poner al pensamiento presupuestos y lim ita
ciones que, precisamente por haberse encarnado, “están enterrados y
ocultos al margen de las tomas de conciencia”143.
los juicios de los profesores acerca de los estudiantes y los límites que
estos últimos luicen suyos.
I b í d , n. 131.
OO/f'
! Perícnotid, lAi.Ajnou^íriurióiidv/cxitoxdv/jrdoisocHvLv\M a d r i d . M oí ;K;í, I990, p. 260. '
C a r i n a V i v i a n a K a p la n 97
M'í B o u rd ieu , Pierre, C ilp ita lcu ltu ra l, escu eh t y esp a cio social. M é x ic o , Sig lo XXI, 1 9 7 7 , p. 161.
' Ver: K aplan, C a r i n a , 1992,0/'. o í . Y ta m b ién : B ou rd ieu , P. y Saint M a r ti n , M . , “ Las ca tego
rías del juic io profesoral” en P rop u esta E d u ca tiva N ° 19, Año 9, F L A C S O , B u enos Aires, 1998.
q Elias, N o rb e r t , 1 9 9 9 , op. c i t ., p. 3 8 .
1,1 B o u r d i e u , P. y S a i n t M a r t i n , M . , 1 9 9 8 , op. cit.. p. 8.
-i.
9g T a le n to s , d o n e s e in t e lig e n c ia s
Por otra parte, mencionemos que “la excelencia escolar” constituye una
de las varas privilegiadas con la que se legitiman los juicios y veredictos
sobre los estudiantes, lo cual no significa considerar que la evaluación in
vente diferencias o desigualdades que carezcan totalmente de realidad.
30/6
C a r i n a V iv i a n a K a p la n J01
bH I n t e r v e n c i ó n h e c h a p o r B o u r d i e u d u r a n t e el c o l o q u i o del M R A P en m a y o d e 1 9 7 8 ,
p u b lic a d a en Cahiers D ro it et liberté {Races, sociétés et aptitudes: apports et limites de ¡a
sciencc) 3 8 2 , p p 6 7 - 7 1 . En: B o u r d i e u , P., Sociología y C ultura, 1 9 9 0 . op. cit.
,l0 V éa se G o u ld ,S te p li en J., 1997,6>/>. cit.\KapLtn.O., 1997, op. cit. y B ou rd ieu , P, 1978. op. cit.
,wl B o u r d i e u , P , 1 9 9 0 , op. cit, p. 2 7 7 .
JQ2 T a le n to s, d o n e s e in t e lig e n c ia s
Ib ú l., p. 278.
31/68
C a r i n a V i v i a n a K a p la n J03
Vl C o n s i d e r a n d o su o b ra c o m o p r e c u rs o ra , al m e n o s , d e la pe r sp e c t iva d e Pierr e B o u r -
dieu —y m e a tr ev er ía a ir m á s a l lá y d e c i r q u e t a m b i é n lo es de l a d e M i c h e l F o u c a u h ,
a u n q u e no es o b je to d e a n á lis is e n este t r a b a j o - .
El p r o p i o Elias p o s t u la la c o n c r e c i ó n d e u n a a u t é n t i c a re vo lu c ió n c o p e r n i c a n a , c o n s i s
tente en p e n sa r la f o r m a c i ó n re cíp ro c a, e n la p r á c tic a o r d in a r i a , d e lo q u e se d e n o m i n a
c o m o “in d i v i d u o ” y “s o c i e d a d ” , c o n s i d e r á n d o l o s c o m o pro ces os. S e t ra t a rí a , en t o n c e s ,
de un proce so a la vez re la c io n a ! (y p o r lo t a n t o d e s u s t a n c i a l i z a d o ) y e v o l u t i v o (y p o r lo
ta n to c o n te x tt ta l iz a d o , h i s t o r i z a d o ). El s e n t i d o de esta r e v o l u c i ó n c o p e r n i c a n a c on si st e
en p a s a r d e u n p e n s a m i e n t o s u s ta n c ia l i s t a a u n p e n s a m i e n t o re la c io n a !. C o n s i d e r o q u e
u n a b u e n a s is t e m a t iz a c i ó n d e la o b r a d e Elias, en es te se n t i d o , es la de H e i n i c h , N a ta lie ,
N o rb ert Elias. H istoria y c u ltu r a e n O c c id e n t e , B u e n o s Aire s, N u e v a V i s i ó n , 1 9 9 9 .
)0() T a le n to s, d o n e s c in t e lig e n c ia s
16 Ibíd ., p. 3 1 .
"’s Ibíd ., p. 3 1 .
Ivl Pierr e B o u r d i e u , a través de su p u n t o de vista es tr u c t u r a l i s ta g e n e t is t a , t a m b i é n c*
u n o d e los so ció lo go s c o n t e m p o r á n e o s i|ue m á s lia b a t a l la d o pa r a re to rn a r le el < i r á t t e i
c o n s t i t u t i v a m e n t e rotacional al p a r s u j e t o - e s t r u c t u r a social. El m u n d o d e la o b ji tiv idad
y el m u n d o su b j e t i v o so n c o n s t i t u t i v o s d e las e s tr u c t u r a s y las p r á ct ic a s so ciales y de la
c o n s t i t u c ió n d e la s u b j e t i v i d a d . B o u r d i e u , P., 1 9 8 8 . op. cit.
34/6
C a rin a V iv ia n a K ap la n J09
36/6É
C a rin a V iv ia n a K ap lan JJ3
“ Para entender a un ser hum ano hay que saber cuáles son
los deseos dom inantes que anhela realizar. Q ue su vida
tenga o no sentido para él mismo, depende de si puede
realizarlos y en qué m edida lo consigue.
Pero estos deseos no se instalan en él antes que cualquier
experiencia. Se van configurando desde la niñez gracias
a la convivencia con otras personas y en el transcurso de
los años se van fijando paulatinamente, en una forma que
determ inará el modo de vivir, aunque a veces también
pueden surgir de repente en relación con una experiencia
especialm ente decisiva. Sin duda, las personas a menudo
son conscientes de esos deseos dom inantes que rigen sus
decisiones. Tampoco no depende nunca exclusivamente
de ellas que los deseos puedan realizarse y de qué manera,
porque estos siempre apuntan hacia los otros, al entra-
mado social con los demás ’ 1 \
Significa que los deseos se configuran y se realizan con relación
a la existencia social. Ello pone en cuestión los supuestos de que las
personas despliegan una naturaleza individual que es suficientemente
independiente de los condicionam ientos sociohistóricos donde se
desarrolla. Este aspecto es central como punto de partida en nuestro
intento por desmontar los argum entos sobre el despliegue de talentos
para el éxito o fracaso escolar, por fuera de toda consideración social.
Se trataría, más bien, de la producción de una segunda naturaleza.
Elias toma a la vida de Mozart como modelo de análisis de una época,
en la cual existía una dinámica de conflictos entre los cánones de los anti
guos estratos y los nuevos en ascenso. Para poder entender el caso de este
músico, sus deseos y los motivos por los cuales se sintió fracasado y un per
dedor, es necesaria la comprensión y la presencia del conflicto de cánones
1 '' hlias, N o r b e i l , Moz-tirl. S o cio lo gía Ac u n g e n io , Barcelona, Península, 19 98. pp. 17-18.
’ ' í b í d . p. 20.
C a r in a V iv ia n a K ap la n US
r '’ Ib id ., p. 23.
lió T alen to s, d o n e s e in te lig en c ia s
r ~ B o u r d i e u , P. y S a i n t M a r t i n , M „ 1 9 9 8 , op. cit.
'■* Elias, N . , 1 9 9 8 , op. c it., p. 3 0 .
118 Hilem os, d o n e s e in t e lig e n c ia s
39/
C a r in a V iv ia n a K ap la n 119
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C a rin a V iv ia n a K ap lan 205
“Y pienso que estoy de acuerdo [...] por ahí, uno 110 tiene la
capacidad y por más que quiera no se puede adquirir. Pero
yo pienso que si bien algunos no tienen capacidad uno tiene
que tratar de esforzarse más por que eleven su nivel.”
(f l o m b r e , 4 6 a ñ o s , a n t i g ü e d a d d o c e n t e ( 0 a ñ o s , a t i e n
d e e n e s c u e la d e p o b l a c i ó n d e ni vel s o c i o e c o n ó m i c o
m e d io a bajo.)
“... yo creo que todos podemos llegar a algo, por más que
sea donde hayas nacido o la influencia del am biente. Si
vos tenés una educación, tenés voluntad, los demás te
ayudan a formarte, vos podes llegar.”
( H o m b r e , 4 2 a ñ o s , a n t i g ü e d a d d o c e n . e 21 a ñ o s , a t i e n
d e e n e s c u e l a d e p o b l a c i ó n d e n iv e l s o c i o e c o n ó m i c o
m e d io a bajo.)
“D e t a l p alo , t a l a stilla ”
Este refrán generó en los profesores una serie de reflexiones acerca
del peso de la herencia familiar sobre el desempeño y destino escolar
l,K Véase López C er ez o, J. A. y Lu jan López, J .L ., F .lu rtefiia o d e ¡a in leligen eitiA h ia reflex ión 45/6$
ritica s o b r e e l A eterm m isn w b io ló g ic o d e la in te lig e n c ia , B arc elon a, A n tr o p h o s , I 9 8 9 .
C a r in a V iv ia n a K aplan 211
46 ,
___________________________________ C a r i n a V i v i a n a K a p l a n Z13
L a a m b ig ü e d a d d e u n re frá n
L a s m á x im a s d e l se n tid o c o m iín
El talento y el don
En varios m om entos de la entrevista realizada a los profesores hemos
explorado en torno de sus opiniones e im ágenes acerca del talento. Uno
de esos m om entos se refirió al párrafo seleccionado de la “educación de
los talentosos” que refería a que existen talentos naturales que la escuela
de masas desaprovecha. M ás de la m itad de los profesores aceptó la
existencia del talento, en algunos casos asum iéndolo como natural y en
otros casos no, tal com o se observa en los fragm entos siguientes.
así como lo plantea este señor, sin duda que hay rapacidades
que no están explotadas, pero tendría que leer más sobre el
tema e informarme. No estoy tan de acuerdo.”
( H o m b r e , 3 “) a n o s , a n t i g ü e d a d d o c e n t e 15 a ñ o s ,
a tie n d e en escu e la d e p o b la c ió n d e nivel s o c io e c o
n ó m ic o m ed io.)
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C a r in a V iv ia n a K ap la n Z)J
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C a r in a V iv ia n a K ap la n Z)9
Ahora bien, al exam inar en pro fun didad la to talid ad de las entre
vistas en diferentes tram os de la m ism a, podríam os ah o n dar en la pre
sencia de lo que consideram os com o “ideología n aturalizada del don.”
50 j
C a r i n a V i v i a n a K a p la n
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C a r in a V iv ia n a K ap lan
/. L a in te lig e n c ia y e l ta le n to : n ocion es a m b ig u a s
A bordar a la in teligen cia y al talento com o conceptos socioló
gicos im plica pensar a estas nociones com o construcciones sos ¡ales
ancladas en determ in adas condiciones y procesos de constitución.
La inteligencia o el talento, desde un punto de vista sociológico, no
es ni una propiedad ni una form a de relacionarse que sea intrínseca
de ciertos individuos o grupos, sino que es una cu alid ad asociada a
determ inadas co n d id o n es m ateriales y sim bólicas de producción de
sus vidas. Así, se puede afirm ar que los considerandos de la in teli
gencia y su hom ologación al talento varían de acuerdo a los tiem pos
y a las sociedades.
Aún así, cabe interrogarnos acerca de por qué la inteligencia y el talento
son categorías sociales recurrentes en la historia de las ciencias hum anas y
sociales y en el pensam iento social cotidiano. M ás aún, ¿cuál es la razón
sociológica por la que, en contextos de alta selectividad social reapaiece en
distintas forma la pregunta por la inteligencia innata y el talento nntuial?
¿C uál es el m ecanism o social que opera para que los sujetos sean
evaluados en función de sus cualidades intrínsecas? La in teligem la o el
talento de la persona, al naturalizarse, presuponen captar la identidad
de la persona. El esencialism o es una de las notas más características
de esta operación práctica de n aturalización que transm uta a las des
igualdades sociales o culturales en desigualdades cíe naturaleza, situada
esta últim a en la in teligen cia o el talento innato.
Ahora bien, unos conceptos que pretenden explicar todo, lo cierto es
que no perm iten interpretar nada. A propósito de esta cuestión, hemos
observado en nuestras investigaciones que la in teligencia y el talento,
según el estudio que sirve de base a este trabajo, se transform an en una
suerte de prism a ya que todo puede ser analizado desde allí y en un
observatorio de los alum nos que perm ite caracterizarlos y controlarlos.
Sobre la base de esas categorías los docentes han producido x.pli-
caciones acerca de los lím ites y posibilidades de los sujetos s u i i La
inteligencia y el talento aparecen com o causa a la vez que consecuencia
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C a r i n a V i v i a n a K a p la n 117
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C a rin a V iv ia n a K ap la n 23]
N o t a s a l c a p ít u lo III
xv En es te pá rra fo , S t c p h e n G o u l d d c s c rib c c ó m o Só cra te s a c o n s e j a b a e d u c a r a los
c i u d a d a n o s d e la R e p ú b l i c a , y a s i g n a r le s (u n c i o n e s d e a c u e r d o con estas tres clases:
g o b e r n a n t e s , a y u d a n t e s y a r t e s a n o s . U n a so c i e d a d es ta b le ex ig e el re sp et o de esa j e r a r
q u í a y la acep tac ió n , p o r p a r te d e los c i u d a d a n o s , de la c o n d i c ió n so cial q u e se les ha
c o n fe rid o . Pero ¿ c ó m o o b t e n e r esa a c e p t a c i ó n ? I n ca p az d e e l a b o r a r u n a a r g u m e n t a c i ó n
ló gica , S ó cra tes for jó u n m i t o . C o n u n cie rt o e m b a r a z o , dice a G l a u c ó n :
" H a b l a r é , a u n q u e en r e alid a d n o se có m o m ira r te a la cara, ni con q u e p a la b ra expresar la
a u d a z i nven ció n ( . . . ) . H a y q u e deci rles [a los c i u d a d a n o s ] q u e su j u v e n t u d fue un su en o,
y q u e la ed u c a c ió n y la p r e p a ra c ió n q u e íes d i m o s fueron solo u n a a p a ri e n c ia ; en re alid ad,
d u r a n t e tod o ese t i e m p o se e s ta b an f o r m a n d o y n u t r i e n d o en el se no d e la tierra.
G l a u c ó n no p u e d e resistir y e x c l a m a : “ B u e n a razón tenías para se n tirt e a v e r g o n z a d o d e la
m e n t ir a q u e ibas a d e c i r m e . Es c ie rt o —r e s p o n d e S ó c r a t e s - , per o to d a v ía falta ; so lo te ha
d ic h o la m i t a d .’' “C i u d a d a n o s , les d i re m o s , s i g u i e n d o con el c u e n to , sois tod os h e r m a n o s ,
si b ien d i o s os ha d a d o fo r m a s d ife re n t e s. A l g u n o s de vosotros ten éis la c a p a c i d a d de
m a n d a r , y en su c o m p o s i c i ó n h a p u e s to oro; po r eso son los q u e m á s h o n r a m e r e c e n ; a
ot ros los ha h e c h o de p l a ta , p a r a q u e se an a y u d a n t e s ; a ot ros a ú n , q u e d e b e n ser l a b r a
do res y a rt es an os , ios h a h e c h o d e b r o n c e y d e hierro ; eso sign if ica r á su d e s tr u c c i ó n . Este
es el c u e n to . ¿ H a y a l g u n a p o s i b i l id a d d e h a c e r q u e n u es tr os c i u d a d a n o s se So c r e a n ? ” .
G la u c ó n responde: “ N o en la gen er ación actual; no hav m ane ra de lograrlo; pero sí es posible
hace r q u e sus hijos cr ean ese c u e n to , y los hijos de sus hijos, y l ue go toda su des cenden cia" .
G l a u c ó n f o r m u ló u n a p r o fe c ía . D e s d e e n t o n c e s , el m i s m o c u e n t o , en d i f e r e n t e s v ers io
nes, no ha d e j a d o d e p r o p a g a r s e y ser c r e íd o . S e g ú n los (l ujo s y re fl u jo s d e la h is to ria
d e O c c i d e n t e , las ra z o n e s a d u c i d a s p a r a e s t a b le c e r u n a j e r a r q u í a e n t r e los g r u p o s
b a s á n d o s e en stis va lore s i n n a t o s h a n i d o v a r i a n d o . P l a t ó n se a p o y ó e n la d i a l é c t i c a ;
la i g lesia , e n el d o g m a . D u r a n t e los d o s ú l t i m o s s ig lo s , las a f i r m a c i o n e s c i e n t í f i c a s se
h a n c o n v e r t i d o en el p r i n c i p a l re c u r s o p a r a j u s ti fi c a r el m i t o p l a t ó n i c o .
S t e p h c n G o u l d p r e c i s a m e n t e , a n a l iz a la vers ión c ie n tífic a del c u e n t o d e P la tó n d e n o
m i n a n d o c o m o “d e t e r m i n i s m o b i o l ó g i c o ” a la a r g u m e n t a c i ó n g e n e r a l q u e p a r a ello se
a d u c e . C o n s is t e en a f i r m a r q u e t a n t o las n o r m a s de c o n d u c t a c o m p a r t i d a s c o m o las
d ife re n c ia s so ciales y e c o n ó m i c a s q u e ex ist en en tr e los g r u p o s —b á s i c a m e n t e , d ife re n c ia s
d e raza, d e cia se y de se xo— d e r iv a n de cierta s d i s t i n c i o n e s h e r e d a d a s , in n a t a s , y q u e ,
en es te s e n t i d o , la so c i e d a d c o n s t i t u y e un reflejo fiel de la b io lo g ía . Este l ibro a n a l iz a ,
d e s d e la pe r sp e c t iva h is tó ric a , u n o d e los p r in c i p a l e s asp ec tos del d e t e r m i n i s m o b i o l ó
gi co: la tesis d e q u e el va lor d e los i n d i v i d u o s y los g r u p o s p u e d e d e t e r m i n a r s e a través
d e la m e d i d a d e la i n t e l i g e n c ia c o m o c a n t i d a d aisla da. Esta tesis se ha b a s a d o en daro s
e x t ra íd o s d e dos fu en tes p r in c i p a l e s : la c r a n e o m e t r í a (o m e d i c i ó n del c r á n e o ) y d e t e r
m i n a d o s estilos d e tests p s ico ló g ico s. Los m eta les ha n sido r e e m p l a z a d o s po r los gen es
( a u n q u e c o n s e r v e m o s a l g ú n v es tig io e t i m o l ó g i c o d e ! c u e n t o d e P l a t ó n en el uso d e la
p a l a b r a " t e m p l e ” p a r a d e s i g n a r la d i g n i d a d d e la p e r s o n a ) . Pero la a r g u m e n t a c i ó n básica
si g u e si e n d o la m i s m a : los p a p e le s so ciales y e c o n ó m ic o s d e las p e r s o n a s so n u n reflejo
fiel d e su c o n s t i t u c i ó n i n n a t a . S i n e m b a r g o , u n a sp e c to d e la e s tr a te g i a in t e l e c t u a l ha
v a n a d o . S ó c ra te s sa b ía q u e es ta b a m i n t i e n d o . Ver G o u l d , S t c p h e n Ja y , La fa ls a m e d id a
d e l h o m b r e, B a rc e lo n a , D r a k o n t o s , 1 9 9 7 . pp. 41 y 4 2 .
r C a s t o r i n a se r e fi e r e a la c u e s t i ó n d e la n a t u r a l i z a c i ó n c o n s i d e r a n d o , e n p r i m e r
l u g a r , las i d e a s s o b r e l a t e m á t i c a q u e se e n c u e n t r a n e n la o b r a d e M a r x . A s í , d e s a
rr o l l a la a r g u m e n t a c i ó n q u e t r a n s c r i b o a c o n t i n u a c i ó n :
m T a l e m o s , d o n e s e in t e lig e n c ia s
57/68
C a r i n a V iv i a n a K a p la n Z3S
C o n c l u s io n e s
juicios de los profesores. D ado e! avance del conocim iento sobre estas
cuestiones, consideram os que era necesario aportar más elem entos
para la com prensión del sentido com ún profesoral. En este punto, es
preciso reconoces que nuestros estudios lian generado unas mejores
condiciones a futuro para identificar y precisar esos efectos de destino
o sentido de los lím ites que estructuran los alum nos.
Sobi e la base del reconocim iento de las realidades institucionales v a
las diversas producciones subjetivas, estamos en condiciones de argum en
tar sobre la existencia de articulaciones entre las representaciones, lo que
configuraría una suerte de “habitus del profesor”. Estos elem entos han
surgido de las entrevistas a los profesores de escuela secundaria y de los
resultados obtenidos a lo largo de la propia trayectoria en investigación.
El m odo peculiar de percibir subjetivam ente el m undo de los alum nos,
es decir los modos de adjetivación, el lenguaje típicam ente escolar
que define al ser alum no, da cuenta en parte de ese habitus profesoral.
Es preciso m encionar que es re trabajo no ha pretendido reconstruir
el habitus del profesor, aunque sí ha logrado aproxim aciones sucesivas
a una de sus dim ensiones constitutivas que es la de las representaciones
subjetivas; entendiendo que las representaciones portan una condii ión
práctica para actuar. C om o liem os sostenido a lo largo de este texto, los
habitu s son estructuras estructurantes con un sentido práctico, esque
mas clasificáronos, principios de clasificación, principios de visión v de
división, de preferencias diferentes, que predisponen a los sujetos para
actuar. Producen diferencias, operan distinciones entre lo que es bueno
y lo que es malo, entre lo que está bien y lo que está m al, entre lo que
es distinguido y lo que es vulgar, etcétera. Así, por ejem plo, el mismo
com portam iento o el m ism o bien puede parecer distinguido a uno,
pretencioso a otro, vulgar a un tercero. Pero lo esencial es que, cuando
ellas son percibidas a través de sus categorías sociales de percepción, de
sus principios de visión y de división, las diferencias en las prácticas,
los bienes poseídos, las opiniones expresadas se vuelven diferencias
sim bólicas y constituyen un verdadero lenguaje.
Esta investigación realiza una contribución m uy específica a la
reconstrucción de los sentidos del “lenguaje escolar” referido a los
alum nos. Los actos de nom bram iento adquieren una sin gularidad en
el contexto de la práctica escolar respecto de la cual y para la cual rinde
cuenta el profesor. Al m ism o tiem po, la definición del alum no exitoso
que elabora la escuela —y que por tanto se constituye en veredicto
legítim o e in a p elab le- se realiza a partir de criterios arbitrarios que
C a r i l l a V i v i a n a K a p la n
ciertas cuestiones, a veces com o d ilem as, referidas a cóm o Kt| t ir los
lím ites supuestos de los alum nos y a la vez superarlos, com o regirse
por las cualidades intrínsecas que sup uestam en te le son co n stitu tivas,
a la vez que dem ocratizar las op o rtun idades.
El profesor es una figura auto rizad a y legitim ad a de la práctica
educativa. C u and o sus juicios se transform an en veredictos, es decir
cuando sus diagnósticos acerca de las características de los estudiantes
funcionan com o anticipaciones prácticas sobre e! desem peño v ien d í-
m iento escolar, es presum ible que m ás sign ificativa sea su cap acidad
de in cid ir sobre la auto -im agen que estructura el alum no.
No h ay que perder de vista el hecho de que la id en tid ad que cons
truye el alu m n o com o actor social, alude a un proceso le la d o n a l y
no posee un carácter estático. En este proceso, el in d iv id uo aprende
a valorarse a sí m ism o a p artir de la “m irad a escolar” en el sentido de
adjudicarse lo que le es ad ju d icad o . Al reconocerse en la m iiad a del
docente, el alum no se m ira a sí m ism o. El docente representa un lugar
sim bólico innegable en los procesos de subjetivación y los ju icio s tie
nen una fuerza sim bólica precisam ente por operar tácitam en te com o
pronósticos sobre los éxitos o fracasos de los estudiantes.
El interjuego entre lo probable y lo posible que aparece en m uchas
de las entrevistas expresa la tensión entre los lím ites objetivos y las
esperanzas subjetivas, esto es, las percepciones oscilantes de los profe
sores entre los m odos del d eterm in ism o y los m odos de la libertad.
H em os observado que las categorías im plícitas o juicios prácticos de
los profesores respecto de la inteligencia y el talento de los alum nos ac
túan como interpretaciones de los com portam ientos diferenciales de los
alum nos, en algunos casos a m odo de juicios negativos y vergonzantes.
El interrogante que se abre y justifica estudios posteriores es: cóm o se
verifica la construcción de la autoestim a escolar del estudiante en tanto
este tipo de juicios negativos de los profesores tendrían efectos po ten
ciales sobre el destino escolar. La pregunta, en definitiva, es por las m e
diaciones entre los juicios del profesor y la auto-im agen del estudiante.
La estructura social y la estructura escolar ejercen un e l e c t o e s tm e-
turante. Por m edio de todas las jerarquías y de todas las clasificaciones
que están inscritas en las cosas sociales, en las instituciones, en el siste
ma escolar o en el lenguaje, el orden social se inscribe progiesivam ente
en las m entes. Las divisiones sociales se convierten en principios de
división que organizan la visión del m undo social. Los lím ites o b jeti
vos se convierten en “sentido de los lím ites”, anticipación p rácticagip/gg
C a r in a V iv ia n a K ap la n ^ 243
los lím ites objetivos ad q u irid a m ed ian te Ja experiencia de los lím ites
objetivos que lleva a excluirse de aquello de que se está excluido.
Los atributos, en el sentido de predicados, de adjetivaciones, se con
vierte» e » atribuciones que se interiorizan finalmente como propias de
una “personalidad” o “m entalidad”, operando ello como retuerzo de las
clasificaciones escolares y del lugar que cada uno reconoce como propio en
esa clasificación. Si, tal como hemos constatado, ciertos profesores adjeti
van a los estudiantes como de “estúpido”, “idiota , “inútil ’, es presumible
que esos juicios tácitos se expresen en form a s de interacción escolar y que
los estudiantes interioricen las categorías del fracaso; al mismo tiempo,
estudiantes mirados como “brillantes” “talentosos”, “dotados” tenderán a
interiorizarlas categorías de! éxito. Estudios ulteriores podrían establecer,
a partir de nuestras hipótesis, los particulares modos de interiorización
de las categorías de éxito o fracaso escolar.
Por otra parte, existe una relación estrecha entre las expresiones del
lenguaje cotidiano de la escuela y el sentido común. Si tenemos en cuenta
que el lenguaje cotidiano vehiculiza las formas de juicio social, es preciso
detenerse a analizar las vinculaciones entre los actos de nominación escolar
y las formas ocultas de taxonomización social. En ese sentido, conside
ramos que ha sido fértil proponer la categoría de “lenguaje escolar” para
aludir a la red de significaciones que operan en ese contexto y que definen
la construcción social del éxito o el fi acaso escolar.
Por otra parte, hem os encontrado que las nociones de inteligencia y
talento producidas por los profesores son am biguas. Los profesores las
utilizan com o un a suerte de prism a desde el cual se puede referenciar
todos los com portam ientos y resultados escolares de los alum nos. Es
precisam ente la am b igüed ad de las nociones las que le perm iten al
profesor realizar todo tipo de inferencias sobre el desem peño de los
estudiantes que d ifícilm en te puedan ser refutadas. U no de los rasgos
del sentido com ún es que sus expresiones tácitas son verdades, se
asum en corno certezas y, a diferencia del conocim iento científico, se
“verifican" sobre la base de la propia experiencia. Así, no es de extra
ñarnos que varios de los profesores entrevistados asum ieran que sus
ideas sobre la in teligen cia no necesitan basarse en saberes científicos
ya que la experiencia con los alum nos es para ellos una fuente de
conocim iento que leg itim a sus ideas. La experiencia es reivindicada
com o conocim iento sistem ático.
Ahora bien, ¿cuáles de los resultados de nuestra investigación son
com patibles con un a de las hipótesis centrales que hem os elaborado
Z44 Talentos, d o n e s e in t e lig e n c ia s
visión del “don” con las cualidades tácitas exigidas al alum no y a las
dem andas de su profesión com o docente.
En el capítulo del m arco teórico, hemos mostrado que en otros
cam pos culturales se m anifiesta la ideología carism ática del don. Por
ejem plo, la disposición estética para percibir al arte, posee un curioso
efecto sociológico: divide al público en dos castas antagónicas, los que
entienden y los que no entienden; por tanto, unos poseen un órgano de
com prensión que se niega a los otros. Se divide al público en dos tipos
hum anos o variedades distintas de la especie hum ana, transform ando
en naturaleza los gustos, preferencias y disposiciones culturales.
La crítica de la representación social del don la hemos form ulado
desde la perspectiva que reconstruye la “sociología del genio”. Com o
hem os desarrollado en el capítulo de la conceptualización teórica,
Norbert Elias, al recrear la biografía de M ozart, dem uestra que su
“brillantez” no se debió solo a su naturaleza biológica, sino a las im b ri
cadas relaciones entre “destino in d ivid ual” y “existencia social”. En el
prólogo a la obra de Elias, C on ocim ien to y p o d er , presenta la cuestión
del siguiente modo: “No trató de reducir a M ozart a la genialidad, a
un músico ajeno a cualquier tipo de m ediación social, sino de hacer
com prensible su situación hum ana, para la cual consideró indispensable
adentrarse en su situación social, y en la am bivalencia de su relación con
la sociedad cortesana. Rom pió así con la concepción según la cual un
‘genio’ es el resultado de un proceso ‘interno’ y espontáneo, y la creación
de las grandes obras de arte independiente de la vida social de quien
las crea; en resum en, rom pió con la idea de que puede entenderse al
artista M ozart sin entender a M ozart como persona”2111. En definitiva,
el intento de Elias, com o hemos puesto de relieve, consiste en articular
las necesidades e inclinaciones personales y las exigencias de la existencia
social, en tanto el m argen de libertad de cada individuo depende de su
posición en la estructura social de la que es partícipe.
La crítica de la noción de don, desde una perspectiva sociológica,
nos coloca en mejores condiciones para develar ciertos m ecanism os
y operaciones prácticas del lenguaje escolar que sirve a los fines de
establecer veredictos escolares.
O tra conclusión de nuestro estudio que em erge de los protocolos
de los sujetos es que la “ideología del don”, en el sentido del innatis-
tno biológico, no es el único m odo en que se da por supuesto unos
lím ites que le serían intrínsecos a los estudiantes. Tam bién los juicios
profesorales naturalizan las relaciones sociales cuando apelan a la
fam ilia, a la cultura, al m edio social, como fenóm enos ya “dados”.
Uno de los m ecanism os de “objetivación” que es propio del sentido
com ún es justam en te la descontextualización y la deshistorizai ión de
los fenóm enos. Ln este caso, el sustraer a la inteligencia y el talento
de sus condiciones sociales e históricas de producción.
Una cuestión relevante que abre interrogantes para estudios poste
riores es el hecho de que hemos encontrado que los profesores lleuden a
ser más determ inistas en sus apreciaciones sobre los estudiantes ^uanto
menos nivel de instrucción poseen y más antiguos son el ejeteu 10 de la
profesión docente. Al m ism o tiem po, es notorio que es sobie la base de
la supuesta inteligencia de los estudiantes que los profesores justifican
que se “baje el nivel” de transm isión de los contenidos escolares ;Para
qué enseñarles a los que no tienen nivel intelectual o potencial para
educarse?, aparece como un interrogante tácito. Nivelarse, para algunos
profesores, representaría adecuarse al supuesto nivel dado por su inte
ligencia; que, como liem os constatado, es una noción am bigua A este
interrogante se sum aría otro que se desprende de algunas resptie'tas de
los profesores: ¿para que enseñarles a los que no tienen “n u c í” social?
La naturalización de las desigualdades escolares se realiza a ti ,i\ és de
la creencia en las aptitudes, talentos o inteligencias innatas, heredadas
biológicam ente o, com o vim os en la investigación, culturalm en te por
m edio de una suerte de “genética social”. De este m odo, se transm utan
las oportunidades en posibilidades intrínsecas de los sujetos in d iv i
duales o colectivos. Se trata de un procedim iento social que tefuerza
las distinciones entre los exitosos y los fracasados, los ganadores y los
perdedores, los elegidos y los elim inados. Lo intrínseco suele pensarse
com o resultado de una suerte de “naturaleza h um an a” in m utable. Se
desconoce, de este m odo, la necesaria dialéctica entre las condn iones
biológicas y las condiciones sociales y se cristalizan unos “dones” que
legitim an las distinciones entre los sujetos individuales y coles rivos.
Norbert Elias (1999) hace mención a la autonom ía de la ciencia socio
lógica frente a la biología, advirtiendo sobre el peligro de las tendencias que
reducen los problemas sociológicos a los biológicos;,pero señalando, sim ul
táneamente, las dificultades de tratar los problemas sociológicos como si
Rieran autónomos e independientes de la biología; incluso, alude a las espe
cificidades con que cada una de estas ciencias trata a la “naturaleza humana”.
“La autonom ía de la sociología en relación con la biología ,
C a r i n a V i v i a n a K a p la n Z47
H a q u e d a d o sufi cien temente ex plicita do a lo largo de este trabajo q ue toda vez q ue se hace
alusión a las es tructuras cognitivas o mentales, no m e refiero a los q u e el c a m p o ps icológico o
bio ló gico co n cibe c o m o c o g n ic ió n , sin o q u e he a d o p ta d o en todos los casos u na p c r s p e c t i 6 4 / 6 8
sociológica sobre la d im en s ió n subjetiva o simbólica de la repro ducción v pr od ucc ión sociales.
Z49
B ib l io g r a f ía
66/68
C a r in a V iv ia n a K ap la n ZS3
67/6
I n d ic e
P rólogo ......................................... 7
I ntroducción ............................................................................................. 13
C apítulo I: L a d e s ig u a ld a d en l a in v estigació n
s o c io e d u c a tiv a ....................................................................................... 17
Estado de la c u e s t ió n ............................................................................... 17
La línea de las representaciones subjetivas de los profesores
en la trama de configuraciones sociales: hacia una síntesis
superadora.....................................................................................................26
C apítulo II: L a c u e s tió n d e los lím ite s de la
e s c o l a r i z a c i ó n ....................................................................................... 59
M arco teórico............................................................................................... 59
Los efectos de d e s t in o ...................................................................... 77
Los juicios profesorales.....................................................................86
Las taxonomías escolares.................................................................97
Destino individual y existencia s o c ia l.................................... 101
La relación dialéctica entre individuo y s o cie d a d ............ 1 05
La construcción social de la p erso n alid ad ............................109
C o n c l u s i o n e s ........................................................................................ 237
B ib lio g ra fía ............................................................................................ 249
ISBN 978-950-563-802-4
7S 5 0 5 63 S02 •
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