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el crecimiento

demográfico
Nombre samuel Santiago López sanchez
Grupo 502
Profesor ceja Ortega Edgar
Materia Contextualización de fenómenos
sociales, políticos y económicos
El crecimiento
demográfico
El crecimiento poblacional o crecimiento demográfico es el cambio en la población en un cierto plazo, y puede ser
contado como el cambio en el número de individuos en una población por unidad de tiempo para su medición.

Impactos ambientales de las actividades


industriales
Dentro de los asentamientos urbanos, la actividad industrial es una de las que genera mayores impactos ambientales. De acuerdo
con los patrones históricos que determinaban la ubicación de la industria en los lugares donde se encontraba disponible la mano de
obra necesaria y, simultáneamente, se encontraban los mercados para los productos industriales, las actividades industriales
tendieron a concentrarse en las ciudades, preferentemente en las grandes ciudades.

Los efectos ambientales de dicha concentración se pusieron rápidamente de manifiesto: generación de residuos sólidos, líquidos y
gaseosos, con la consiguiente contaminación del suelo, hídrica y atmosférica, así como producción de daños o de amenazas de
daños con motivo de la realización de actividades que pueden calificarse como de alto riesgo y del manejo de materiales y de
residuos peligrosos. Las relaciones entre industria y medio ambiente han venido cambiando, sin embargo, subsisten en muchas
partes, especialmente en los países en desarrollo como México, centros industriales que presentan los problemas clásicos de la
contaminación industrial. A estos problemas de contaminación se agregan otros como la presión sobre los recursos naturales,
especialmente los recursos energéticos.
Desarrollo

Impactos ambientales
de los asentamientos
rurales
La población rural vive por lo general del uso y manejo directo de los ecosistemas, por ello el
impacto ambiental de los asentamientos rurales deriva sobre todo de los procesos productivos
promovidos por los actores locales, más que de los asentamientos mismos. La economía rural es
dual: se debe distinguir entre una producción comercial especializada y una producción para la
subsistencia basada en el aprovechamiento de una amplia gama de especies silvestres y en el
cultivo de una gran diversidad de plantas.

En el caso de la producción comercial especializada, los ecosistemas naturales tienden a verse


como elementos de libre apropiación y transformación, para sustituirlos por terrenos nivelados
para la producción de monocultivos irrigados, que requieren maquinaria pesada e insumos
químicos para su buen desarrollo. De esta manera, las típicas zonas de producción agrícola
tecnificada y especializada carecen casi por completo de cualquier vestigio de sus ecosistemas
naturales originales. El caso es similar para las zonas que se especializan en la ganadería, en
donde la vegetación natural se erradica para inducir extensos pastizales para los hatos de
ganado, con excepción de las zonas ganaderas del norte árido del país, en donde los animales
ramonean directamente la vegetación natural. Las presiones para emplear formas de producción
especializadas provienen de la población urbana, dada la necesidad de producir grandes
cantidades de productos primarios para satisfacer su creciente demanda.

La producción agropecuaria para la subsistencia que caracteriza la producción campesina,


generalmente practicada en áreas marginadas y en donde predominan los grupos indígenas, se
basa en una utilización diversificada de los ecosistemas naturales, con técnicas que con
frecuencia incorporan procesos de regeneración posterior de vegetación secundaria. Esta
producción se complementa con el aprovechamiento de una amplia diversidad de especies
silvestres, incluyendo animales de caza, lo que requiere la persistencia de ecosistemas poco
modificados. Aunque esta modalidad de producción es mucho más favorable a la conservación
del entorno natural, en el último medio siglo también ha incidido en el deterioro de grandes
extensiones de bosques y selvas, en un medio social caracterizado por el crecimiento de la
población, la pobreza y la marginación, así como la transformación de patrones culturales. Las
relaciones entre la pobreza y el deterioro ambiental han sido objeto de múltiples análisis, con
frecuencia afectados por sesgos ideológicos. En términos históricos, la pobreza y el deterioro
ambiental se constituyen como efectos interactuantes de un proceso de desarrollo insustentable.

La referida dualidad productiva del espacio rural mexicano no excluye la presencia de múltiples
modalidades intermedias, frecuentes en la producción agropecuaria mexicana, sobre todo en los
ejidos y en algunas pequeñas propiedades. Una producción especializada en pequeña o mediana
escala, dirigida al mercado, coexiste y se complementa con procesos de autoconsumo, con el uso
ocasional de agroquímicos. La vegetación nativa persiste en aquellas áreas difíciles de sembrar
por razones topográficas o edáficas. En estos modelos híbridos, la intensificación productiva
depende de las condiciones del mercado. En años de malos precios para los cultivos se deja la
tierra sin trabajar, por lo que se reviste de una vegetación secundaria pobre en especies. Al
persistir estas condiciones, la vegetación puede crecer y enriquecerse, pero en algunos casos el
productor reemplaza el cultivo por la ganadería extensiva, sembrando pastos o permitiendo a los
animales pastorear libremente en el rastrojo y las malezas. Evidentemente, esta modalidad de
producción no erradica por completo la vegetación natural como en el caso de la producción
especializada e intensificada, pero tampoco depende de la conservación de ecosistemas, como en
el caso de la producción de subsistencia típica de los sistemas campesinos.

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