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“Título”

ESC 1. EXT. RUTA DE CAMPO. DÍA.


La ruta está poco transitada. A un lado de la ruta,
separado por una pequeña porción de pasto, un cercamiento
de madera y alambre. El cercamiento divide la ruta de un
inmenso campo en el que se ven algunas vacas comiendo a la
distancia y algunas arboledas dispersas. El llano del campo
se extiende hasta el horizonte.
GABRIEL (43) atraviesa con su bicicleta destartalada el
fragmento de pasto. Tiene aspecto cansado, pero alegre. Su
cara y manos están sucias de tierra. Lleva un buzo gris y
un jean azul, ambos desgastados y con manchas de tierra. En
su cabeza, una visera roja y a su espalda, una mochila
también algo desgastada.
ESC 2. EXT. TRANQUERA DE MADERA. DÍA.
GABRIEL llega con su bicicleta a una tranquera que delimita
un largo camino de tierra que lleva a lo que pareciera ser
una estancia rural. Se baja de la bicicleta sin esfuerzo,
la apoya encima del cerco de alambre y se dispone a abrir
la tranquera que está cerrada con un nudo de soga. Luego,
toma la bicicleta, la lleva del otro lado de la tranquera
en el cerco de alambre y vuelve a cerrarla.
GABRIEL, con su bicicleta a un lado, se va caminando por el
sendero de tierra.
ESC 3. INT. LIVING. DÍA.
JULIA (14) está leyendo una enciclopedia que habla sobre el
mar y la diversidad de su fauna. Está sentada al borde de
una mesa de madera, que está repleta de algunas fotos y
otros libros relacionados al mar. Detrás suyo, una antigua
salamandra prendida. Al costado de la salamandra, algunos
troncos dispuestos ordenadamente.
A un lado de la mesa, un pequeño mueble que tiene algunos
recuerdos de origen natural, como rocas de diversos tipos,
grandes tapas de almejas y algunas fotos de Gabriel y Julia
con una mujer. En el medio de la mesada, con un pequeño
rosario colgando, el retrato individual de la misma mujer.
ESC 4. INT. LIVING. DÍA.
GABRIEL entra por la puerta principal, dispuesta frente a
la mesa en donde se encuentra JULIA leyendo. Al entrar
GABRIEL, mira a JULIA y sonríe. Ella lo mira, sonríe y se
levanta a saludarlo.
GABRIEL
Te traje algo.
JULIA lo mira sorprendida pero no dice una palabra, sólo
observa a GABRIEL y sus movimientos. Él toma su mochila y
la abre. De la mochila saca una enorme caracola. JULIA, con
tiene una expresión risueña.
Julia suelta una pequeña risa, casi imperceptible.
GABRIEL le ofrece la caracola a JULIA y ella la toma con
ambas manos, cuidadosamente. Aún sorprendida y con una leve
sonrisa en su rostro, comienza a analizar detenidamente la
caracola. Mira sus pliegues, observa el hueco interior y
toca su lomo.
JULIA
¡Es hermosa!
GABRIEL sonríe. Toma de las manos a JULIA, quien sostiene
la caracola y comienza a llevarlas hacia su oído.
GABRIEL
Dicen que así, podés escuchar el mar.
Luego de un instante de tener la caracola apoyada en su
oído, JULIA mira a su padre con una expresión que pareciera
ser de desilusión, pero, luego de un momento, vuelve a
sonreír.
JULIA
¡Ah! Quizás afuera se escuche mejor.
JULIA, con la caracola en una de sus manos, abre la puerta
animosamente y sale.
ESC 5. EXT. PARQUE. DÍA.
JULIA, parada en el medio del parque, mira hacia una
extensión enorme de campo al costado del terreno. Esta
extensión está separada por un cercado de alambre y madera.
Se queda un instante observando. Luego, mira detenidamente
la caracola.
Después de un momento, lleva la caracola a su oído.
De a poco, comienzan a escucharse sonidos provenientes del
mar, como el canto de una ballena, los chillidos de las
gaviotas y el oleaje rompiendo en la orilla.
JULIA cierra lentamente sus ojos.
Los sonidos comienzan a escucharse cada vez con mayor
intensidad.
JULIA, con los ojos aún cerrados, comienza a sonreír.
ESC 6. INT. COCINA. NOCHE.
GABRIEL se encuentra revolviendo el contenido de una olla
de la cual se desprende mucho vapor. El contenido de la
olla es un guiso. Ahora, GABRIEL está vestido con ropa más
cómoda, como de casa, y por encima de este un delantal de
cocina algo manchado con salsa y, también, algunos
manchones de harina. GABRIEL toma un poco del guiso con la
cuchara que usa para revolver, y lo prueba. Se esboza una
leve sonrisa en la comisura de su boca.
Al costado de las hornallas en la que se está cocinando el
guiso, hay una pequeña mesada con dos platos y a un lado de
estos, un gran cucharón de acero. GABRIEL apaga la
hornalla, toma el cucharón y sirve en cada plato una
abundante porción de guiso. GABRIEL toma ambos platos y
sale de la cocina.
ESC 7. INT. LIVING. NOCHE.
JULIA está leyendo ensimismada, sobre la mesa, una revista
con información sobre hechos del mar. En medio de la mesa,
una panera con algunos bollos de pan. A su lado, un jarrón
de metal que contiene agua y al lado una botella de vino.
Frente a JULIA, un vaso lleno con agua. En el lugar de
GABRIEL un vaso con agua, y al lado de esta, una copa con
un poco de vino.
GABRIEL llega con los platos repletos de guiso humeante.
JULIA pareciera percatarse de que llega su padre, cierra la
revista y la deja a un lado. GABRIEL deja un plato frente a
JULIA y ella sonríe. GABRIEL se sienta en su lugar,
apoyando su plato frente a él. Comienzan a comer y a
conversar.
GABRIEL
(Mientras toma un sorbo de vino) Y… ¿Qué leías?
JULIA
Nada… una revista que encontré en la biblio de la escuela.
Habla sobre cosas del mar re interesantes… muy locas.
JULIA, quien estaba sonriendo, suelta un suspiro, mira la
revista y cambia su expresión a una un poco más apagada,
casi de desilusión.
JULIA
Algún día me encantaría poder verlo.
GABRIEL la mira y sonríe.
GABRIEL
Y… ¿qué te parece si vamos mañana?
JULIA, mira rápidamente a su padre, su expresión ahora es
de sorpresa.
JULIA
¿Qué? ¿Posta? Pero… ¿no tenés que trabajar?
GABRIEL
No te preocupes, ya me pedí el día.
JULIA, con una enorme sonrisa en su rostro mira GABRIEL.
GABRIEL la mira y también sonríe. Ambos siguen comiendo.
ESC 8. PARADA DE COLECTIVO. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA están parados en una garita del colectivo
al borde de la ruta. Ambos están con mochilas a sus
espaldas. GABRIEL mira hacia la ruta y levanta la mano
haciendo una seña. JULIA se acerca y, con una sonrisa en su
rostro, se pone a su lado.
Se escucha el sonido del colectivo frenando y abriendo la
puerta.
ESC 9. OTRA PARADA DE COLECTIVO. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA surgen detrás de un colectivo que se
retira. La garita en donde se bajaron está pintada con un
pequeño mural hecho de seres del mar. JULIA se queda un
instante observándolos, con expresión fascinada. Frente a
ellos, la ruta, por donde pasan varios autos. JULIA se
acerca a GABRIEL, ambos miran hacia los lados y, cuando no
viene ningún auto, cruzan la calle.
ESC 10. ARBOLEDA DE MIOPORO. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA caminan animadamente a través de un sendero
que es casi imperceptible. Atraviesan varios árboles,
agachándose y corriendo las ramas. Ambos están sonrientes
pero la expresión de JULIA es de aún mayor contento. Al
mirar hacia delante, observan un pequeño hueco por donde se
ve el cielo y se dirigen allí.
ESC 11. MEDANO DE ARENA. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA caminan por la arena hasta llegar a un
enorme médano, en donde se quedan un momento quieto. Ambos
miran hacia arriba, el médano pareciera ser inmenso.
GABRIEL y JULIA se miran y, al instante, comienzan a
subirlo con gran esfuerzo, pero energéticamente.
Comienza a escucharse el sonido de algunas gaviotas
distantes y el atenuado sonido de un mar lejano.
ESC 12. CIMA DEL MEDANO. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA llegan a la parte más alta del médano.
Primero llega GABRIEL, quien se para un segundo y mira
hacia al frente, sonriendo. Al momento, surge JULIA detrás.
GABRIEL le da su mano y la ayuda a dar el último paso hasta
la cima.
JULIA, algo transpirada y con el pelo delicadamente
desarreglado, mira hacia adelante. Se queda quieta y no
dice una palabra ni pronuncia sonido alguno. Sus ojos se
abren lentamente y se ponen brillosos. A su vez, su boca
también se abre sutilmente, con una expresión que pareciera
ser de enorme sorpresa y, a su vez, de una gran felicidad.
Una pequeña lágrima recorre su mejilla.
Frente a ellos, se abre paso una gran playa que choca, en
su orilla, con un mar que parece inmenso en relación a la
figura de GABRIEL y JULIA. El mar tiene un suave color
dorado por la luz del sol matutino que se proyecta sobre
él.
El sonido del mar, de las gaviotas y el viento es ahora más
intenso y envuelve a los dos protagonistas.
GABRIEL toma a JULIA de una mano y la mira. Ella, como
saliendo de un trance, lo mira.
GABRIEL
¿Vamos?
JULIA, sonriente, mira a GABRIEL, luego vuelve a mirar
hacia el mar y afirma con su cabeza. Ambos comienzan a
bajar por la ladera médano de a zancadas, riéndose en el
proceso. Se alejan por la playa hasta que se hacen cada vez
más pequeños en la distancia.
ESC 13. ORILLA DEL MAR. EXT. DÍA.
GABRIEL y JULIA llegan a la orilla corriendo y riendo.
JULIA, sonriente, se frena frente al mar y lo mira
atentamente. GABRIEL deja la mochila en el suelo, se quita
sus zapatillas y medias y se deja mojar los pies por una
ola que llega. JULIA abre los ojos, se quita su mochila y
la deja en el suelo. Luego, se quita sus zapatillas y sus
medias. Abre su mochila y saca la caracola, se acerca a la
orilla y una ola llega hasta sus pies. JULIA sonríe y deja
la caracola en el suelo. Luego, alza la mirada hacia el
mar, cierra los ojos y toma una grande inhalación con su
nariz.
Surgen unos subtítulos que dicen “ayudame a mirar”.
FIN.

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