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Este documento habla sobre la ética y los valores socialistas para la formación de funcionarios en Venezuela. Explica que la educación popular propuesta por Freire es fundamental para consolidar los valores de igualdad, solidaridad y justicia requeridos para construir el socialismo del siglo XXI. También destaca la importancia de valores como el bien común, la honestidad, la responsabilidad y la transparencia para los servidores públicos de acuerdo a la constitución bolivariana.
Descripción original:
ÉTICA Y VALORES SOCIALISTA PARA LA FORMACIÓN DE LA Y EL FUNCIONARIO
Este documento habla sobre la ética y los valores socialistas para la formación de funcionarios en Venezuela. Explica que la educación popular propuesta por Freire es fundamental para consolidar los valores de igualdad, solidaridad y justicia requeridos para construir el socialismo del siglo XXI. También destaca la importancia de valores como el bien común, la honestidad, la responsabilidad y la transparencia para los servidores públicos de acuerdo a la constitución bolivariana.
Este documento habla sobre la ética y los valores socialistas para la formación de funcionarios en Venezuela. Explica que la educación popular propuesta por Freire es fundamental para consolidar los valores de igualdad, solidaridad y justicia requeridos para construir el socialismo del siglo XXI. También destaca la importancia de valores como el bien común, la honestidad, la responsabilidad y la transparencia para los servidores públicos de acuerdo a la constitución bolivariana.
A menudo se ha dicho que para acelerar la marcha en la
construcción de una sociedad más justa e igualitaria se requiere de la formación del nuevo ciudadano y de la nueva ciudadana, respecto al elevamiento de la conciencia y el espíritu, con verdaderos valores de amor, honestidad, solidaridad y justicia; sin embargo, en ocasiones se omite cómo debe ser este proceso, el cual como todo evento transformador de actitudes, debe estar ligado a la acción educativa, al asumirse que todo aprendizaje equivale a la adquisición de conocimientos que conllevan a la manifestación de un determinado comportamiento. El ideal socialista propugna el desafío de edificar lo que sería una nueva sociedad, es decir, ir más allá de intención teórica e “impulsar seres humanos que asuman la solidaridad como un acto reflejo propio y no algo estético o artificial” (Dieterich, 2007, p.22) como lo manifiesta Dieterich. Por ello, la sociedad venezolana se enmarca actualmente en lo inspirado por el eterno líder revolucionario Hugo Rafael Chávez Frías cuyo legado establece que: “en este mundo social debe existir de manera rotunda una igualdad material y cultural entre las personas, se debe propiciar lo que sería el desarrollo integral de todos, la vida digna y la plena realización humana (Chávez, 2006). De esta manera, se busca construir una sociedad con valores renovados fundamentados en Cristo, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Che Guevara y Hugo Chávez para crear una conciencia revolucionaria de la necesidad de una nueva moral colectiva, alcanzada mediante la dialéctica de la lucha por la transformación. Para ello, juega un papel importante la “Educación Popular” (Freire, 1989, p.36), propuesta por el maestro Freire como base para una educación liberadora desde las relaciones sociales que se establecen en colectivos y en comunidades. Pues es con la educación de las mayorías que se consolidarán, aún más, los valores y principios del nuevo ciudadano y ciudadana que se desea formar en Venezuela, para contribuir con la construcción y fortalecimiento del Socialismo del siglo XXI.
De ahí que el propósito en este artículo es sistematizar algunas
ideas esenciales que sustentan, teóricamente, el desarrollo de los valores del socialismo del siglo XXI en Venezuela.
Conceptualización, objetivo y diferencia de la ética y la moral
Los fundamentos teóricos que sustentan los valores y principios del socialismo del siglo XXI deben ir orientados a lineamientos totalmente opuesto a los del sistema capitalista, puesto que el capitalismo genera valores que han desfigurado las sociedades en cuanto a su identidad humana, social, ecológica; por un lado, opone a los seres humanos en una lucha por la posesión de las riquezas prometidas, y por otro lado, causa la desolación en el planeta, junto al agotamiento de los recursos, al generar un consumo excesivo, irracional y creciente de materia prima para satisfacer las ansias de riquezas de un reducido grupo de personas.
De allí que, ante esta cruel realidad ha existido cierto despertar
en el mundo y ha surgido otro modelo como negación del capitalismo, y esta alternativa es el socialismo, un modo de producción que “auspicia la convivencia armónica entre las personas con base en una estrategia de supervivencia colectiva” (El Troudi, 2007, p.37).
Valores bolivarianos y revolucionario
Uno de los países que ha experimentado este despertar de la
conciencia colectiva y la reivindicación de valores humanos ha sido Venezuela, iniciándose desde la postrimerías del siglo XX el recorrido por la vía colectiva y revolucionaria para transformar una situación que hizo colapsar las estructuras políticas, sociales y económicas del país, siendo evidencia de esto los golpes de Estado de la década de los noventa y los levantamientos civiles que se produjeron en Caracas y ciudades del interior. De modo que, en Venezuela, con la promulgación de una “nueva Constitución” (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 2000), sustentada en los principios bolivarianos, se inicia la sustitución del modelo neoliberal impuesto por el imperio norteamericano desde el siglo pasado, a través de la explotación petrolera, por un modelo socialista denominado Socialismo del siglo XXI. Este modelo busca trabajar o convertir un modelo centrado en las variables inversión y consumo, en un modelo social centrado en la participación y oportunidades por igual. En este sentido, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (Idem) específicamente en su preámbulo y su artículo 3, se plantean claramente los principios y valores que deben regir a la sociedad venezolana, partiendo del respeto, el amor, la solidaridad, la equidad, la justicia social, la responsabilidad social y el bien común. Además de la constitución, existen otros documentos en Venezuela que indican cuáles son los valores que se necesitan formar, entre ellos están la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente, (2009) la Ley Orgánica de Educación, (Idem) Ley Orgánica sobre el derecho de las Mujeres a una vida libre de violencia, (2009), el Plan Nacional “Simón Bolívar” (2007, p.5), los fundamentos conceptuales de la Misión Sucre y el Documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela (2005. MPES), todos ellos señalan el camino de la nación hacia la plena inclusión social, requisito fundamental para la construcción del Socialismo del siglo XXI. Sin embargo, hay que destacar que la meta fundamental no es la simple sustitución de un modelo por otro, sino que la idea es trascender, es refundar la República; se trata, en esencia, de un proceso profundo que involucra la formación de nuevos y nuevas venezolanas, nuevas desde el punto de vista ético, moral y ciudadano. Uno de los motores para alcanzar los valores socialistas es la educación. Al respecto, el líder revolucionario Hugo Rafael Chávez Frías, manifiesta la importancia de la educación en valores para la consolidación de la Revolución Bolivariana: ¡Educación!, ¡educación!, ¡educación!: he allí la base fundamental de la conciencia, del despertar y de la Revolución”. (Chávez. 2006) “Necesitamos una educación alejada del individualismo y del egoísmo, que siembre nuevos valores humanos y sociales” (Chávez. 2006) De ahí que, las Aldeas Universitarias, instituciones de Educación Superior nacidas en el gobierno del Presidente y Comandante Hugo Chávez, sean un elemento transformador propiciado por el interés del Gobierno Bolivariano, estas enmarcan un sistema de educación donde la inclusión y el desarrollo libertario e innovador establecen las pautas de una educación centrada en los valores del Libertador Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Estas aldeas, establecen un ambiente que propicia el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, además se preserva la voluntad emancipadora centrada en la construcción de una enseñanza que no adopte estereotipos ortodoxos y predefinidos. En este mismo contexto, Dieterich destaca que el Socialismo del Siglo XXI “es una forma de vida enmarcada en los valores cristianos, científicos, familiares, democráticos y centrado en la libertad plena del ser humano” (Dieterich, 2007, p.29). En este orden de ideas, las aldeas se fundamentan en un ambiente donde la idea de libertad es un movimiento popular, vinculado con la educación del nuevo ciudadano que requiere la República Bolivariana. Dentro de este contexto, en Venezuela se busca que en las instituciones educativas, en sus diferentes niveles, se dé una verdadera formación en valores, cónsonos con la realidad que vive el país y ajustados a los principios del Socialismo del siglo XXI. Para ello, el comportamiento ético, el amor y la vocación de los educadores adquieren gran importancia por el hecho de considerarse trascendental para la transformación de los ciudadanos y, por ende, el de la sociedad.
Cualidades morales de la y el servidor público
Los valores deseables en todo servidor público conforme a los
valores y criterios éticos son: del bien común; capacidad para el cargo; compromiso con la sociedad; comunicación; equidad y respeto de género; espíritu de servicio; franqueza; honestidad; innovación; lealtad a la constitución; rectitud; responsabilidad; sencillez; sensibilidad; sentido de justicia; templanza; tolerancia; transparencia. La suma de estos valores nos da por resultado hombres de honor que tienen por principio de vida la virtud.
Principios y valores éticos – morales del código de la conducta
Un aspecto importante para poder realizar verdaderos cambios
en el personal de la Administración Pública es la legislación. Elaborar códigos de conducta por instituciones, áreas o departamentos. Históricamente, desde el principio de las civilizaciones, se ha juzgado necesario establecer códigos de buena conducta para aquellas personas encargadas de las funciones públicas. Ejemplos de códigos importantes lo fueron el Código de Hammurabi, la ley de Moisés, la ley Atenea, la ley Romana o los principios chinos sobre conducta pública basados en las enseñanzas del sabio Confucio. En cualquier caso todos coinciden en la importancia de la ética para los hombres encargados por las cuestiones públicas. El código de conducta en el servicio público puede ser un documento jurídico o una declaración administrativa en la que se definan las actitudes esperadas por parte de los funcionarios públicos, señalando los principios éticos aplicables en su ámbito laboral. Los códigos de conducta comprenden una declaración de valores, una lista de responsabilidades y obligaciones jurídicas. Dichos códigos, ya sean de carácter legal o administrativo, desempeñan un papel orientador y de control, al establecer las restricciones de comportamiento. Estos pueden ser de aplicación general o para un organismo en particular, es decir, cada institución pública puede crear su propio código. Esta última es una buena medida, sobre todo si se considera la complejidad de funciones que se realizan en las distintas instituciones de la administración.
subordinación, sentido de pertenencia, mística, honestidad, ética.
Disciplina, es un hábito que cada persona genera con base a su
compromiso y autocontrol sumando también y comportamiento y personalidad que tenga cada uno, ya que como individuo planificamos, definimos nuestros objetivos y metas y así mismo diseñamos el paso a paso para poder lograrlo.
Obediencia, la obediencia a los diversos requerimientos se
realiza por medio de acciones u omisiones consecuente apropiadas. Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que se le prohíbe.
Respeto, también es uno de los valares fundamentales a la hora
de interactuar con personas de su entorno. Consiste en saber valorar los intereses.
Subordinación, entonces siempre la subordinación implicará una
situación de dominación que podrá ser simbólica o bien formal. Sentido de pertenencia, un ejemplo de sentido de pertenencia es el vínculo entre un trabajador y la empresa donde labora, en este caso, el trabajador se sentirá identificado con los valores y objetivos de la empresa de tal manera que estaría dispuesto a defenderlo ante cualquiera.
Mística, discurrir o hablar llanamente, sin mezclarse en materias
arduas que no ha estudiado.
Honestidad, La honradez es una forma de vivir congruente entre
lo que se piensa y lo que se hace, conducta que se observa hacia los demás y se exige a cada quien lo que es debido.
Ética, Nosotros sabemos qué cosa es buena, qué otra cosa es
mala, si alguien es respetable o corrupto, leal o indigno, gracias a precisamente la ética, que es la que propone la valoración moral de las personas, acciones o situaciones y, por lo tanto, será esta misma la que guiará nuestro comportamiento y la que aparezca en momentos que sea necesario obtener una guía de cómo se debe actuar en determinadas oportunidades. CONCLUSIÓN
El objetivo fundamental de esta investigación es asumir un
criterio ético y de valores dentro de los sistemas organizacionales se hacen imprescindible, para así fomentar la confianza del colectivo y, por lo tanto, favorece la supervivencia y progreso institucional.
Es por ello que todo funcionario público debe actuar con
ética cívica, profesional y organizacional, ya que son elementales para lograr el éxito socialista.
El nuevo Proyecto Socialista Bolivariano surge de la refundación
del proyecto ético moral de la Nación venezolana, donde se fusionan los valores y principios de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica de nuestro Libertador, a través de un incesante y elaborado trabajo en la práctica de las luchas, de clases, métodos y operativos de alianzas con los principios, fundamentos, experiencias y leyes comunes y universales para hacer avanzar el proceso revolucionario. BIBLIOGRAFÍA
Buenas prácticas de Educación Social en acogimiento residencial: Fundamentos de Educación Social con infancia, adolescencia y juventud en acogimiento residencial
Venezuela. Sentencia de Sala Constitucional Del Tribunal Supremo de Justicia, Desestimando Jurisdicción Estadounidense para Dictar Ley para La Defensa DDHH y Sociedad Civil Venezuela 2014