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La reacción de los bancos ante las cartas de crédito para importaciones y exportaciones de las
empresas chilenas puede variar dependiendo de diversos factores, como la solidez financiera de la
empresa, su historial crediticio, el país de origen o destino de la transacción, entre otros. Sin
embargo, en general, los bancos suelen tener procedimientos establecidos para evaluar y respaldar
estas transacciones comerciales.
En el caso de las importaciones, cuando una empresa chilena necesita importar bienes o servicios,
puede solicitar a su banco que emita una carta de crédito a favor del proveedor extranjero. La
carta de crédito es una garantía de pago emitida por el banco, donde se compromete a pagar al
proveedor una vez que se cumplan ciertas condiciones establecidas en el contrato de compra-
venta. Esto brinda seguridad al proveedor extranjero, ya que el pago está respaldado por un banco.
Los bancos chilenos suelen tener procedimientos para evaluar la solicitud de una carta de crédito
de importación, donde revisarán la capacidad financiera de la empresa para cumplir con los
compromisos de pago, la documentación relacionada con la importación, y otros factores
relevantes. Si la empresa cumple con los requisitos del banco y se considera confiable, es probable
que el banco emita la carta de crédito y realice los pagos correspondientes según lo acordado
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Durante el año 2019, el tipo de cambio en Chile experimentó algunos cambios significativos. A
principios de ese año, el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable, con una tendencia a la
apreciación del peso chileno frente al dólar estadounidense. Sin embargo, a mediados de año, se
produjo una depreciación significativa del peso chileno debido a diversos factores.
Uno de los principales factores que afectó el tipo de cambio en 2019 fue el estallido social que
ocurrió en Chile en octubre de ese año. Las protestas masivas y los disturbios sociales generaron
incertidumbre y debilitaron la confianza de los inversionistas en la economía chilena, lo que llevó a
una mayor demanda de dólares y a una depreciación del peso.