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RESOLUCION Nº 6/2021 EXPEDIENTE Nº 2/2016

Corte Suprema de Justicia de la Nación


Buenos Aires, 2 de agosto de 2021.-

VISTO el expediente n° 2/2016 caratulado

“Obra Social del Poder Judicial de la Nación s/denuncia

(OSPJN. comunica supuestas irregularidades en la dispensa de

medicamentos en la Pcia. de Corrientes”), y

Considerando:

1°) Que por Resolución OSDG. 628/2016 del

22 de febrero de 2016 el Dr. Aldo Tonón, Presidente del

directorio de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación,

ordenó remitir al Tribunal informes confeccionados por la

auditoría farmacéutica de dicha institución, observando

documentación presentada para su cobro por el Colegio

Farmacéutico de Corrientes -períodos enero, febrero y abril de

2015- (Conf. fs. 1/3 y 4/7).

2°) Que, objetados 241 recetarios médicos

emitidos en la referida jurisdicción federal tomó intervención

el Cuerpo de Auditores Judiciales de esta Corte quien dispuso

medidas de prueba y produjo un informe preliminar, sobre cuya

base el Tribunal dictó, el 10 de febrero de 2017, la


Resolución nro. 1/2017 confiriendo a la investigación el

carácter de información sumaria (Conf. fs. 143/150 y 152/159).

Asimismo, se dispuso formular una denuncia

penal y se ordenó a la Obra Social que, en ejercicio de sus

atribuciones estatutarias, suspendiera preventivamente el

convenio suscripto con el Colegio Farmacéutico de Corrientes

respecto de las Farmacias “Itatí S.C.S.”, “La Merced S.C.S.” Y

“Antino S.C.S.”; dejara sin efecto las medidas dictadas

respecto de otras y mantuviera la suspensión preventiva de los

médicos involucrados en las maniobras investigadas (Con.

puntos 2° y 3° de la res.cit.; fs. 158 vta./159).

3°) Que las constancias documentales

determinaron irregularidades en la prescripción de

medicamentos expedidos por los Dres. María Amanda Gauna –

cónyuge del auditor médico de la Obra Social en Corrientes,

Martín G. Saladino-, Isidro Prado, Luis Manuel Duarte, Julio

del Arca, Horacio Sotelo, Oscar Aníbal Pini, Julio O. Ibáñez,

Antonio Hesel, Pedro Federico Contte, Gladis E. Vallejos Jara,

Araceli Gutiérrez, Cristina Soto, Walter Javier García, María

A. Solari de Mantilli, María José Gettas y Mónica Duarte, y su

expedición por parte de la farmacias “Itatí”, “Del Pueblo”,

“La Merced”, “Del Mercosur IV”, “De la Esquina”, “Antino”,

“Santa Lucía”, “Magistral”, “Farmacia Goya” y “Catedral”.


Sobre las 241 recetas intervenidas, 150

fueron presentadas por la Farmacia Itatí, y sobre dicho total,

a su vez, 117 fueron prescriptas por la Dra. María Amanda

Gauna, cónyuge del Dr. Martín G. Saladino, funcionario de la

Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes, quien a la época

de los hechos se desempeñaba como auditor de la Obra Social en

la jurisdicción.

4°) Que el Cuerpo de Auditores Judiciales

puso de manifiesto la ostensible gravedad de las

irregularidades que presentaban los recetarios suscriptos por

Gauna pues sobre 117 recetas estudiadas, 116 fueron utilizadas

por afiliados diferentes de aquellos que figuraban como

retirando los bonos en las pertinentes constancias de entrega;

además, una cantidad significativa poseía una numeración

correlativa.

Las mismas anomalías se advirtieron con los

bonos de atención médica presentados para su cobro por la

referida profesional liquidándose en el período estudiado –

enero a junio de 2015- 495 bonos de consulta, en su gran

mayoría correlativos entre sí.

En la liquidación correspondiente a enero

de ese año, verbigracia, aparecían 76 bonos de consulta, de

los cuales 75 eran correlativos. Además, en ninguno había


coincidencia entre los afiliados que retiraban los bonos y

quienes efectivamente los utilizaban.

Dichos datos, objetivamente, permitirían

inferir que Gauna habría tenido en su poder los recetarios “en

blanco”, para lo cual podría haber contado con la complicidad

de los representantes de la Obra Social y del auditor médico,

doctor Martín Saladino, precisamente cónyuge de la nombrada.

5°) Que un primer peritaje caligráfico

practicado sobre las 117 recetas suscriptas por la médica en

cuestión determinó que, con excepción de unos pocos casos

puntuales, la casi totalidad de las escrituras insertas en los

reversos -tanto las correspondientes a la “conformidad” por

parte de los afiliados como las relativas a la fecha de

expedición y precio de cada venta- pertenecían a un mismo puño

escritor, y que en por lo menos treinta y nueve (39) recetas

el mismo escribiente había trazado las firmas de los afiliados

en el “conforme” de retiro de los medicamentos (conf. puntos 1

a 5 de fs. 74/75).

6°) Que ante las particulares

circunstancias invocadas el Cuerpo de Auditores Judiciales

solicitó a la obra Social que enviara las planillas originales

de entrega de bonos de la representación Corrientes, así como


los bonos de consulta presentados al cobro por la Dra. Gauna,

ambos en el período 2013-2015.

Así, se pudo determinar:

A) Que la totalidad de la documentación

registraba la anómala situación de que, salvo con muy pocas y

aisladas excepciones, el afiliado que supuestamente retiraba

el bono difería del que efectivamente usó el recetario, y

ambos a su vez de aquél que figuraba en el “bono de

consultorio”.

Ello, con la particularidad de que la

abrumadora mayoría de los bonos de consulta presentaban una

numeración correlativa; que en algunos casos las fechas eran

incluso anteriores a la que figuraba como retirados y que,

mayormente, las recetas aparecían prescriptas por Gauna,

también con numeración correlativa, varios meses y -en un

grupo de casos hasta tres años- después de presentados los

bonos de consulta.

B) Que la correlatividad de los bonos y

recetas detectados llevó a analizar cómo, cuándo y a quién se

habían distribuido los talonarios, como consecuencia de lo

cual se constató que durante casi todos los meses del período

estudiado, se registraron entregas de bonos a nombre de un

mismo grupo de afiliados que se fueron combinando de


diferentes formas con otros ocasionales el mismo día –o en

algunos casos en dos- en forma consecutiva. La sección “bonos

de consultorio” de estos bonos fueron presentados al cobro,

casi en su totalidad, por la Dra. María Amanda Gauna por

supuestas atenciones a afiliados, y 104 de las 117 recetas

prescriptas por la nombrada se correspondían con su

numeración.

C) Que, a modo de ejemplo, quince afiliados

retiraron sucesivamente el 17/12/2013 –con algún intervalo- un

total de ochenta (80) bonos a razón de cinco (5) bonos cada

uno, a excepción de Martín y Gabriela Saladino que lo hicieron

en talonarios de diez (10) y sobre ese total, 79 fueron

facturados por la médica Gauna por la presunta atención en

consultorio de afiliados que no coincidían con quienes

figuraban retirándolos.

Entre el 20 y el 21 de enero de 2014, a su

vez, trece afiliados retiraron un total de ochenta (80) bonos;

diez de ellos coincidían con los mencionados en el párrafo

anterior y sobre esa cantidad setenta y ocho (78) –todos

correlativos, salvo algún salto- fueron presentados para su

cobro por la médica cuando, como en el ejemplo anterior,

tampoco había coincidencias con los afiliados que

presuntamente retiraban los bonos de atención.


Entre el 17 y el 19 de marzo de 2014

catorce afiliados, los mismos de los casos anteriores,

retiraron un total de ochenta (80) bonos, los que, en su

totalidad, fueron presentados por Gauna para su cobro, con la

misma sugestiva falta de coincidencia de los casos anteriores.

Dicha metodología se repitió casi todos los

meses desde agosto de 2013 a noviembre 2015, como consecuencia

de lo cual, de forma irregular, la médica María Amanda Gauna

presentó para su cobro en la Obra Social más de mil quinientas

(1.500) consultas.

D) Que las atenciones de afiliados en

consultorio facturadas por Gauna con los bonos en blanco se

distribuyó entre diversos afiliados -que mayormente se

repetían- a razón de dos consultas cada mes por afiliado, o

cuatro (en algunos casos cinco o seis) consultas por mes al

grupo familiar (generalmente 2 al afiliado y 2 a su cónyuge) –

ver punto C, acápite 3 del informe del Cuerpo de Auditores

Judiciales-.

E) Que en la representación de Corrientes

no se registraron y distribuyeron todos los bonos recibidos de

la sede central de la obra social, y muchos de los faltantes

aparecieron presentados al cobro por la Dra. Gauna por

supuestas atenciones de afiliados en consultorio; asimismo,


algunas de las recetas que prescribió se correspondían con su

numeración.

Esta situación se verificó, al menos, en 5

entregas:

a) El 26/09/2013 la sede central envió 1804

bonos -Nros. 10337041 a 10338845-. De esta serie se

distribuyeron los primeros 978 -los Nros. 10337041 al

10338018-; éste fue el último bono entregado en el mes de

octubre 2013. El primer día del mes siguiente se comenzó con

otra numeración. No se registraron ni distribuyeron los

restantes 826 -Nº10338019 a 10338845-; sin embargo, 94 de

ellos, con numeración correlativa –salvo algunos saltos-,

fueron presentados al cobro por Gauna, por supuestas consultas

de pacientes en consultorio.

b) De los 2.000 bonos enviados el

21/01/2014 (numeración 10608001 al 10610000), recibidos de

conformidad por ambos representantes (Nidia Vanesa Salazan y

Guillermo Miguel Jurado), 1000 no fueron distribuidos según

las constancias de las planillas de entrega (del N° 10609001 a

10610000); 63 de ellos, con numeración correlativa –con

algunos saltos- fueron facturados por Gauna por supuestas

consultas de pacientes en consultorio (fs. 239).


c) Poco más de tres meses después, el

14/05/2014, “interior” envió una remesa de 2000 bonos –Nros.

10941001 a 10943000- de los que se distribuyeron a los

afiliados 795. Aquellos con numeración 10941382 a 10942586

(1205 bonos) no fueron registrados. No obstante 268 de este

último grupo fueron presentados al cobro por la Dra. Gauna,

siempre con numeración correlativa. En la solicitud Salazan

había consignado que de la remesa anterior quedaban en

existencia 300 (fs. 240).

d) El 03/07/2015 se enviaron 2000 bonos con

numeración 12130001 a 12132000 de los que se distribuyeron

1550; los últimos 550 no fueron registrados ni distribuidos a

los afiliados según las constancias de las planillas. Como en

los anteriores supuestos, 59 bonos fueron presentados al cobro

por la citada profesional. Los 2000 bonos habían sido

recibidos de conformidad por Vanesa Salazan (fs. 242).

e) Por último, el 04/09/2015 Salazan

recibió de conformidad, entre otros elementos, 2000 bonos de

consultorio –Nros. 12264001 a 12266000-; de ellos no se

registraron los primeros 455, toda vez que el primero

entregado de esta remesa fue el Nº 12264456. Diecinueve de los

bonos faltantes fueron presentados por Gauna a la Obra Social

(Conf. fs. 241).


Además, la numeración de diez (10) de las

recetas cuestionadas por la auditoría y suscriptas por la

nombrada correspondía al grupo de bonos faltantes detallados

en el punto c), y fueron prescriptos –como en todos los casos

estudiados- a afiliados diferentes de aquellos que aparecían

en los correspondientes bonos de consulta (Conf. fojas citadas

y copias de las planillas de entrega de bonos, de los bonos de

consulta y de las recetas reservados en secretaría).

Por lo expuesto no podía concluirse otra

cosa más que los bonos no registrados, o por lo menos una

parte importante de ellos, fueron a parar a las manos de la

esposa del entonces auditor Martín Saladino, quien los habría

utilizado de forma discrecional y fraudulenta.

7°) Que, constituidos en la ciudad de

Corrientes, los señores instructores convocaron a prestar

declaración no jurada a los delegados de la Obra Social en

dicha ciudad, Nidia Vanesa Salazan y Guillermo Miguel Jurado y

al auditor médico Martín Saladino.

Salazan relató, en lo que aquí interesa,

que tanto su compañero -Guillermo Jurado- como ella recibía

los bonos de la sede central y los guardaban en un mueble con

llave y que a requerimiento de los afiliados los iban

entregando hasta 10 por mes. En cuanto a la metodología de


entrega explicó que los afiliados concurrían a la sede de la

delegación con su carnet, y, en su caso, con la autorización

por escrito del titular, y contra la entrega firmaban la

planilla en la que se consignaba la cantidad entregada y su

numeración.

Sobre este particular, se le exhibieron 39

planillas de entregas de bonos fechadas entre el mes de agosto

de 2013 y octubre de 2015, que presentaban la singularidad de

que en todas ellas el mismo grupo de afiliados –combinados de

diferentes manera- aparecían retirando bonos sucesivamente.

Admitió que los asientos cuestionados

habían sido realizados por ella, por indicación del auditor

Martín Saladino, y que los bonos allí detallados no se los

había entregado a los afiliados sino al nombrado, quien

mensualmente le proporcionaba una lista con los nombres que

debía consignar cada mes a ese fin.

Refirió, también, que guardaban los

talonarios acomodados de a cien unidades en el armario, y que

en dos oportunidades se extraviaron bonos, sin recordar

cantidad y numeración. Explicó que en la primera oportunidad

no estaban bajo llave y que en la segunda sí, aunque la llave

se encontraba en un cajón del escritorio o sobre la mesa, al

que tenían libre acceso todos los que trabajaban en la


oficina, que eran los dos delegados y el propio doctor

Saladino. Por último, admitió que no informaron estos sucesos

a las autoridades de la Obra Social (Conf. fs. 247/249).

A su turno, Martín Gabriel Saladino expuso

que sus funciones como auditor se vinculaban con la asistencia

a los afiliados, visitarlos cuando estaban internados,

controlar las historias clínicas, la medicación que recibían y

fiscalizar las prácticas durante la internación, etc. Agregó

que estaba a cargo de las representaciones de Corrientes, Paso

de los Libres, Presidencia Roque Sáenz Peña y Formosa y que,

además, tenía intervención directa en los convenios suscriptos

con los distintos colegios de prestadores.

En cuanto al manejo de los bonos, señaló

que “desconocía todo dato al respecto” dado que se trataba de

una tarea administrativa no vinculada con su trabajo; que

cuando personalmente necesitaba bonos, pasaba por la

delegación y los retiraba firmando la correspondiente

planilla. Afirmó que desconocía dónde se guardaban, cómo los

recibían y cómo se entregaban y que no había tenido

conocimiento del extravío o desaparición de talonarios en la

delegación.
Cuando se le exhibieron 14 planillas de

entrega de bonos fechadas entre el mes de marzo de 2014 y

agosto de 2015, que daban cuenta del retiro por su parte de un

total de 140 bonos -10 por planilla-. Saladino reconoció su

firma en once de ellas. Sobre las restantes explicó que en la

planilla de mayo de 2014 el asiento a su nombre no estaba

suscripto; que en la correspondiente a marzo de 2015 la firma

no le correspondía y que en la planilla de junio 2015 “no

alcanzaba a distinguir la grafía”.

No pudo explicar, sin embargo, por qué

razón los 140 bonos por él retirados de acuerdo con las

constancias, aparecieron finalmente presentados para su cobro

en la obra social por su esposa, la Dra. María Amanda Gauna,

por la supuesta atención en consultorio de diferentes

afiliados (conf. fs. 250/252).

Finalmente, Guillermo Miguel Jurado señaló

que se desempeñaba como representante de la obra social en la

provincia de Corrientes desde el año 2013, siendo sus

funciones la realización de tareas administrativas, entre las

cuales se encontraban recibir y enviar documentación a la

ciudad de Buenos Aires, cobrar cuotas a los afiliados

jubilados, autorizar algunos estudios, etc.


Sobre los bonos de consulta refirió que los

pedían vía fax a la sede central en un formulario; que

demoraban una semana en recibirlos en la delegación; que en la

misma planilla que les enviaban el pedido prestaban la

conformidad y la devolvían a Buenos Aires; que la cantidad de

bonos que se solicitaban se establecían por un promedio de los

entregados mensualmente y que agotaban una partida antes de

abrir la siguiente.

Agregó que guardaban los talonarios en un

armario que tenía llave desde hacía uno o dos años y que

poseían llave de la oficina los dos delegados –Vanesa Salazan

y el declarante- y el auditor médico Saladino.

Cuando le fueron exhibidas las 39 planillas

de entregas de bonos fechadas entre el mes de agosto de 2013 y

octubre de 2015, con los asientos de entrega cuestionados,

manifestó que todos ellos habían sido confeccionados por

Salazan.

Expuso, por último, que no tenía

conocimiento sobre el extravío o desaparición de bonos (conf.

fs. 295/296).
8°) Que, interrogados sobre los hechos

algunos de los afiliados a cuyo nombre aparecían los bonos de

consulta presentados por Gauna para el cobro:

a) Susana Beatriz Campos desconoció su

firma en los 18 bonos de consulta que le fueron exhibidos y

dijo que nunca se atendió con la referida médica (fs.

255/256).

b) Federico Daniel Alonso negó haber

retirado los consignados en las 13 planillas de retiro de

bonos que se le exhibieron, como así también las firmas que

suscribieron las entregas. Asimismo, tomó vista de los 92

bonos de atención en consultorio que figuraban a su nombre y

de su esposa afirmando que nunca fueron atendidos por la Dra.

Gauna y que ninguna de las firmas que en ellos aparecían les

pertenecían. Sobre las 10 recetas emitidas a su nombre sostuvo

que no eran suyas ni las grafías ni las firmas, aunque los

medicamentos eran los que habitualmente consumía (fs.

258/260).

c) María Luz Romano sostuvo que “de ninguna

manera los bonos exhibidos corresponden a atenciones médicas

recibidas por la dicente” (fs. 264/265).

d) Alina Itatí Rivero también desconoció

las constancias de retiro de bonos de fecha 22/04/15 y


18/05/15, aunque admitió que en el año 2015 la Dra. Gauna le

extendía recetas y que para ello la visitaba en el Centro

Médico de Corrientes, desconoció las firmas que aparecían en

41 consultas facturadas a su nombre. Tampoco reconoció como

propias las firmas y las grafías que conformaban cuatro

recetas que le fueron exhibidas, y si bien reconoció los

medicamentos como de su consumo habitual, afirmó que no había

efectuado las compras de los medicamentos en cuestión y que le

llamaba la atención la existencia de tres compras en un mismo

mes –abril- del medicamento Alerpriv y dos del anticonceptivo

Kala (fs. 281/282).

e) Víctor Antonio Alonso expresó que ni él

ni su esposa, Stella Maris Macchi, fueron atendidos por la

Dra. Amanda Gauna; que no le pertenecían las firmas que

aparecían a su nombre en 49 bonos de atención en consultorio

como tampoco las 37 a nombre de su esposa. Desconoció,

también, las firmas que conformaban la recepción de 5 recetas,

aunque dijo que se correspondían con compras de medicamentos

que efectivamente había realizado (fs. 290/291).

f) Rubén Armando Molinari desconoció las

firmas que se le atribuían en 9 planillas de retiros de bonos

por un total de 45, como así también aquellas que suscribieron


los 43 bonos de atención en consultorio a su nombre (fs.

292/293).

Otros afiliados supuestamente atendidos en

consultorio por María Amanda Gauna prestaron a su vez

testimonio en la causa penal N° 1514/2017 del registro del

Juzgado Federal N° 1 de Corrientes, instruida con motivo de la

denuncia formulada por esta Corte.

En esa instancia, Selva Angélica Spesot –

juez de cámara-, Germán Rene Wiens Pinto –ex Fiscal ante la

Cámara-, Mario Aníbal Monti, Susana Soto, Valeriano Salazan,

Cintia Elisabet Ruiz, Claudia Benítez, Corina Elisa Pintos,

Melina Perborell y Gabriela Carlina López Bread también

desconocieron las firmas que aparecían en los bonos de

atención en consultorio; y Mirta Gladis Sotelo de Andreau –

juez de cámara- hizo lo propio con cuatro de los seis que

supuestamente le pertenecían (Conf. fs. 221/222, 228/229,

233/234, 236, 237 241/242, 249, 251, 253, 255/256, 257,

261/262, 268/269, 271/272 del legajo de copias certificadas de

la causa N° 1514/2017 agregado por cuerda a estos actuados).

Juan Ignacio Hermann, en cambio, reconoció

como propias las firmas de once (11) de los doce (12) bonos de

consulta que le fueron exhibidos; el fiscal Flavio Ferrini


expuso que las rúbricas insertas en los 12 bonos que le fueron

exhibidos se parecían a su firma, pero que no podía asegurar

si le pertenecían y Jorge Oscar Vargas señaló que las firmas

insertas en los doce (12) bonos de consulta médica no le

pertenecían pero sí las grafías que completaban sus datos

personales (fs. 244, 263/264 y 274/275 del citado legajo de

fotocopias). Sin embargo, el informe pericial que, a solicitud

del Juzgado Federal n° 1 de Corrientes, practicó el Cuerpo de

Peritos Calígrafos Oficiales en la causa, concluyó que ninguna

de las firmas atribuidas a los nombrados les pertenencia

(conf. copia de la pericia agregada a fs. 387/410).

9°) Que en definitiva, y sin perjuicio de

las medidas que todavía se encuentran pendientes de concreción

en la causa penal respecto de los médicos involucrados en las

maniobras (conf. fs. 311 y 328), obran en el expediente

elementos de prueba suficientes corroborantes de graves

irregularidades, respecto de las cuales urge individualizar a

sus posibles responsables.

Por ello, con sujeción a lo propiciado a

fs. 456/464 por el Cuerpo de Auditores Judiciales,

SE RESUELVE:
1°) Instruir sumario administrativo al

doctor Martín Gabriel Saladino, Prosecretario Administrativo

de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes, por haber

instruido a la entonces delegada de la Obra Social, Nidia

Vanesa Salazan, a efectuar falsos registros de entrega de

bonos a afiliados; haberse apoderado indebidamente de los

bonos de consulta y recetarios consignados en los falsos

asientos de las planillas N° 8, de agosto de 2013, registros 2

a 15; N° 9, de agosto de 2013, registros 1 a 3; N° 8, de

septiembre de 2013, registros 6 a 14; N°23, de octubre de

2013, registros 8 a 15; N° 24, de octubre de 2013, registros 1

a 3 y 13 a 15; N° 25, de octubre de 2013, registros 4, 5, 9 y

13 a 15; N° 9, de diciembre de 2013, registros 9, 10 y 12 a

15; N° 5, de enero de 2014, registros 5 a 15; N° 6, de enero

2014, registros 2 a 4; N° 5, de marzo de 2014, registros 1 a 3

y 7 a 15; N° 6, de marzo de 2014, registros 10 a 12; N° 2, de

abril de 2014, registros 5 a 11 y 13 a 15; N° 3, de abril de

2014, registro 5; N° 1, de mayo de 2014 registro 2; N° 4, de

mayo de 2014, registros 3 a 7 y 9 a 11; N° 6, de mayo de 2014,

registros 3 a 6 y 8 a 14; N° 4, de agosto de 2014, registro 3;

N° 8, de agosto de 2014, registros 1 a 11; N° 8, de septiembre

de 2014, registros 13 a 15; N° 13, de septiembre de 2014,

registros 2 a 15; N° 8, de diciembre de 2014, registros 6 y 8


a 15; N° 9, de diciembre 2014, registros 1, 3, 10 y 14; N° 10,

de diciembre de 2014, registros 5 a 7; N° 4, de enero de

2015, registros 10 a 15; N° 5, de enero de 2015, registros 1 a

7; N° 2, de febrero de 2015, registro 10; N° 8, de febrero de

2015, registros 11 a 15; N° 9, de febrero de 2015, registros 1

a 8; N° 10, de febrero de 2015, registros 3 y 4; N° 11, de

febrero de 2015, registros 6 y 10; N° 1, de marzo de 2015,

registro 7; N° 6, de marzo de 2015, registros 11 y 13 a 15; N°

7, de marzo de 2015, registros 3 a 10; N° 9, de marzo de 2015,

registros 1, 9, 12 y 14; N° 8, de abril de 2015, registros 2 a

15; N° 7, de junio de 2015, registros 13 a 15; N° 8, de junio

de 2015, registros 1 a 6, 8, 14 y 15; N° 6, de junio de 2015,

registros 4 a 11 y 13 a 15; N° 8, de mayo de 2015, registros 5

a 7 y 9 a 15; N° 6, de agosto de 2015, registros 4 a 10 y 12 a

15 y N° 9, de octubre de 2015, registros 3 a 5 y 7 a 15, los

que fueron presentados para su cobro, en su mayoría, por su

cónyuge María Amanda Gauna por atenciones médicas simuladas,

como así también de por lo menos 503 bonos de consulta que

fueron facturados a la institución con la misma metodología

(consultas simuladas a afiliados) y que integraban el

conjunto de 4036 talonarios de bonos, prácticas y recetas

desaparecidos, de acuerdo al detalle de numeración y fechas

consignado en el Considerando 6°, acápite “E” (Conf. arts. 9 y


15 del Reglamento de Investigaciones aprobado por Acordada n°

8/96).

2°) Instruir sumario administrativo a Nidia

Vanesa Salazan por incumplimiento de las obligaciones a su

cargo al no haber ejercido un cabal control y resguardo de la

documentación confiada por la institución –talonarios de bonos

de consulta y recetarios-, como tampoco haber notificado a las

respectivas autoridades sobre la desaparición de parte de

ella; y por su intervención en el apoderamiento, por parte del

auditor Martín Gabriel Saladino, de los talonarios de bonos de

consulta y recetarios, al haber asentado con su puño y letra

registros de entrega falsos en las planillas consignadas en el

punto anterior (Conf. arts. 9 y 15 del Reglamento de

Investigaciones aprobado por Acordada n° 8/96).

3°) Instruir sumario administrativo a

Guillermo Miguel Jurado, Delegado de la Obra Social en

Corrientes, por incumplimiento de las obligaciones a su cargo

al no haber ejercido un cabal control y resguardo de la

documentación confiada por la institución –talonarios de bonos

de consulta y recetarios-, como tampoco haber notificado a las

respectivas autoridades sobre la desaparición de parte de ella

(Conf. arts. 9 y 15 del Reglamento de Investigaciones aprobado

por Acordada n° 8/96).


4°) Ampliar la denuncia penal formulada por

Resolución 1/2017, por los hechos descriptos en el

Considerando 6°, acápites A, B, C, D y E (Conf. art. 177, inc.

1° del Código Procesal Penal de la Nación).

Regístrese, notifíquese, comuníquese a la

Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes y al Juzgado

Federal n° 1 de la misma ciudad, y cúmplase con lo dispuesto

por el art. 16 de la Acordada n° 8/96.

Firmado Digitalmente por MAQUEDA Juan Carlos Firmado Digitalmente por ROSENKRANTZ Carlos Fernando

Firmado Digitalmente por HIGHTON Elena Ines Firmado Digitalmente por LORENZETTI Ricardo Luis

Firmado Digitalmente por ROSATTI Horacio Daniel

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