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Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

Relatorio del XX Congreso Geológico Argentino - Tucumán 2017

CALDERAS CENOZOICAS ARGENTINAS DE LA ZONA VOLCÁNICA


CENTRAL DE LOS ANDES – PROCESOS ERUPTIVOS
Y DINÁMICA: UNA REVISIÓN
Silvina GUZMÁN1,3, Pablo GROSSE2, Joan MARTÍ3,
Ivan A. PETRINOVIC4, Raúl SEGGIARO1,5
1
Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO), UNSa, CONICET, 9 de Julio 14,
(4405) Rosario de Lerma, Salta, Argentina. Email: guzmansilvina@gmail.com
2
CONICET y Fundación Miguel Lillo. Miguel Lillo 251, (4000) San Miguel de Tucumán,
Tucumán, Argentina. Email: pablogrosse@yahoo.com
3
Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, ICTJA-CSIC, Lluís Solé i Sabarís s/n,
08028 Barcelona. Email: joan.marti@ictja.csic.es
4
CICTERRA (CONICET-UNC), Av. Vélez Sarsfield y Haya de la Torre,
(5000), Córdoba. E-mail: ipetrinovic@conicet.gov.ar
5
SEGEMAR, Av. Houssay 1099, (4400), Salta, Argentina. Email: raulseggiaro@yahoo.com.ar

RESUMEN
Las calderas de colapso han extruido más de 13.000 km3 de magma en el segmento 21-28° S de la Zona Volcánica
Central de los Andes desde los ~17 Ma hasta los ~5.000 años AP. A partir de los 10 Ma hubo un profuso magmatismo
relacionado a calderas que se concentró predominantemente al norte de 25° S y a partir de los 6 Ma hasta los 2 Ma
fue importante a lo largo y ancho del plateau Altiplano-Puna. En territorio argentino, se conocen al menos 10 calderas
de colapso elípticas a circulares. De estas calderas, ocho han emitido un volumen individual de magma de > 50 km3
hasta 1.400 km3, tienen el eje mayor de > 10 km, edades de entre ~17 a ~2 Ma y son predominantemente dacíticas a
riodacíticas. Son dos las calderas que emitieron individualmente volúmenes < 21 km3, no superan 13 km de diámetro
en su eje mayor, son < 1 Ma, son de composición riolítica a riodacítica y se encuentran al sur de 26° 30’ S. La mayoría
de las calderas andinas han colapsado en etapas tempranas de la erupción, generando columnas eruptivas densas
y de baja altura que formaron flujos piroclásticos casi rasantes; son escasos los ejemplos de calderas que estuvieron
precedidas por erupciones plinianas.
Palabras clave: caldera, Andes Centrales, Puna, Altiplano, ignimbrita.

ABSTRACT
Argentinian cenozoic calderas of the Central Volcanic Zone of the Andes – eruptive processes and dynamics: a review. Collapse
calderas have extruded more than 13,000 km3 of magma in the 21-28° S segment of the Andean Central Volcanic
Zone since ~17 Ma until 5,000 yr BP. Since 10 Ma intense magmatism related to calderas was predominantly clustered
north of 25° S, and since 6 Ma until 2 Ma was important along and across the Altiplano-Puna plateau. Within Ar-
gentina, there are at least 10 circular to elliptical collapse calderas. Of these calderas, eight have emitted individually
magma volumes of > 50 km3 to 1,400 km3, they have a main axis > 10 km, ages between ~17 and ~2 Ma and are mainly
dacitic to rhyodacitic. Two calderas emitted individually magma volumes < 21 km3, their main axis is < 13 km, they
are < 1 Ma, rhyodacitic to rhyolitic, and are located south of 26° 30’ S. Most Andean calderas have collapsed at early
eruption stages, forming low and dense eruptive columns that collapsed almost immediately to form pyroclastic
density currents; there are few examples of collapse calderas that were preceded by plinian eruptions.
Keywords: caldera, Central Andes, Puna, Altiplano, ignimbrite.

INTRODUCCIÓN de depósitos de ignimbrita, están invariablemente


asociadas con grandes calderas de colapso gene-
La Tierra ha experimentado tremendas erup- radas por el hundimiento del techo de la cámara
ciones volcánicas explosivas, considerablemente magmática a través de fallas durante el transcurso
mayores que las más grandes observadas en épo- de una erupción (e.g. Williams 1941, Lipman 1984,
cas históricas. Estas erupciones, que extruyen va- Martí et al. 2008). Las calderas de colapso represen-
rios cientos a miles de km3 de magma en forma tan una de las estructuras geológicas más enigmá-

Guzmán, S., Grosse, P., Martí, J., Petrinovic, I. y Seggiaro, R. 2017. Calderas cenozoicas argentinas de la zona vol-
cánica central de los Andes – procesos eruptivos y dinámica: una revisión. En: Muruaga, C.M. y Grosse, P. (Eds.), 518
Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA. Relatorio del XX Congreso Geológico Argentino, San Miguel
de Tucumán: 518-547. ISBN 978-987-42-6666-8
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

ticas que se reconocen en la Tierra y en otros pla- MARCO GEOLÓGICO


netas terrestres. Como cualquier otro fenómeno
volcánico, las erupciones formadoras de calderas La presencia de abundante volcanismo en la
representan la culminación de un largo proceso ZVC está relacionada principalmente a la subduc-
geológico que implica la generación de magma si- ción de la placa de Nazca bajo la Sudamericana
lícico en profundidad, su ascenso y acumulación a (e.g. Isacks 1988). Otros factores que se han pro-
niveles poco profundos en la corteza, su evolución puesto para aportar calor y fundir su espesa cor-
y enfriamiento (cristalización) en grandes cámaras teza (~75 km; Beck et al. 2015) son la subducción
de magma y finalmente su extrusión a la superfi- de la dorsal de Juan Fernández (e.g. Trumbull et
cie terrestre en forma de una erupción colosal (e.g. al. 2006, Freymuth et al. 2015) y la delaminación
Martí et al. 2008 y referencias incluidas). La impor- litosférica (e.g. Kay y Kay 1993, de Silva y Gosnold
tancia de estudiar tales fenómenos catastróficos 2007). Desde los ca. 26 Ma, debido a la fragmenta-
reside principalmente en la necesidad de compren- ción de la placa de Farallón, el arco volcánico mi-
der las causas y mecanismos de estas erupciones gró hacia el este. Desde ese tiempo mantuvo una
particulares como primer paso para pronosticarlas posición en coincidencia aproximada con el límite
y mitigar sus devastadores efectos. Sin embargo, entre Argentina y Chile en el segmento desde los
a pesar de estos evidentes efectos negativos, las 28° S hasta aproximadamente 24° S; más al norte
grandes calderas también tienen aspectos positivos se ubica completamente en territorio chileno.
en forma de recursos energéticos y minerales, lo Existen numerosas contribuciones en donde se
que da a su estudio un interés social adicional. analiza la distribución espacio-temporal del volca-
La Zona Volcánica Central de los Andes (ZVC: nismo en los Andes Centrales (e.g. Baker y Francis
16-28° S; Thorpe et al. 1984) contiene al plateau 1978, Coira et al. 1982, Trumbull et al. 2006, Kay
Altiplano-Puna (Allmendinger et al. 1997). El seg- y Coira 2009, Kay et al. 2010, Guzmán et al. 2014,
mento entre 21-24° S se ha denominado Complejo Brandmeier y Wörner 2016). En particular, las con-
volcánico Altiplano-Puna (CVAP; de Silva 1989) y tribuciones de Coira et al. (1982), Kay y Coira (2009)
tiene un volumen de ignimbritas estimado en > y Kay et al. (2010) analizaron en profundidad las
12.800 km3 (Salisbury et al. 2011). El CVAP es de variaciones en la distribución del volcanismo y en
gran interés, dado que, junto al Campo Volcáni- base a las características geoquímicas de las rocas
co de San Juan en las Montañas Rocosas (Lipman interpretaron que la misma respondería a variacio-
2007), la Sierra Madre Occidental (e.g. Ferrari et al. nes del ángulo de subducción a través del tiempo.
2002), Toba (e.g. Chesner y Rose 1991) o Yellows- La presencia de abundante magmatismo ceno-
tone (e.g. Bailey et al. 1976), es una de las regiones zoico hacia el este del arco volcánico actual podría
en donde se generaron importantes volúmenes de estar relacionada a la presencia de zonas fundidas
ignimbritas relacionadas a la actividad de gran- en la corteza donde el magma se acumula para
des calderas concentradas en espacio y tiempo. luego concentrarse en cámaras magmáticas más
Las ignimbritas del CVAP se caracterizan por someras (e.g. Chmielowski et al. 1999). Estas zo-
su composición dacítica, calcoalcalina, rica en K nas fundidas se han identificado a partir de datos
(Hildreth 1981) y por ser ricas en cristales. Estos geofísicos como zonas de baja velocidad sísmica,
rasgos se encuentran también en otras grandes ig- que han sido denominadas “Altiplano-Puna Mag-
nimbritas generadas por calderas más al sur, en- ma Body” en la zona del CVAP (de Silva et al. 2006)
tre 25° 55’ y 26° 10’ S, como por ejemplo Luingo y y “Southern Puna Magma Body” en la Puna Aus-
Cerro Galán (Guzmán et al. 2011, Kay et al. 2011). tral (Bianchi et al. 2013).
En contraposición, las ignimbritas de menor volu- La porción de la ZVC que discurre en Argenti-
men (< 10 km3) de esta región sur fueron caracteri- na forma parte de las provincias geológicas Puna
zadas por ser pobres en cristales y de composición y de porciones de la Cordillera Occidental que la
riolítica (Siebel et al. 2001, Schnurr et al. 2007). limita al O. La Cordillera Oriental la limita al E,
En esta contribución presentamos una síntesis, mientras las Sierras Pampeanas la limitan al S y
basada en un repaso exhaustivo de la bibliografía SE. La mayor concentración de calderas argenti-
existente, de las características principales de las nas se encuentra en la Puna (~22-27° S), la que a
calderas de colapso argentinas de la ZVC. Asi- su vez se subdivide en Puna Septentrional (~22-24°
mismo, considerando datos publicados de edad, S) y Puna Austral (~25-27° S), separadas por el li-
composición y volúmenes eruptados, hacemos neamiento Calama-Olacapato-El Toro (Salfity et al.
una comparación de la distribución en el espacio 1984, Viramonte et al. 1984a).
y en el tiempo de los depósitos relacionados a cal- La configuración estructural de la Puna durante
deras del segmento 21-28° S de la ZVC. el ciclo Andino estuvo dominada por corrimientos
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de rumbo meridiano que en algunos casos fueron No se incluye la descripción de calderas ubica-
reactivados a partir de estructuras paleozoicas y/o das completa o casi completamente en Chile y Bo-
cretácicas (e.g. Jordan et al. 1983, Hongn et al. 2010, livia (aunque se usan algunos datos de las mismas
Seggiaro et al. 2015). Las sucesivas reactivaciones para consideraciones regionales) y que guardan
de fallas generaron zonas de daño estructural por muchas características en común con aquellas que
donde se produjo el movimiento de magmas, su se encuentran en Argentina, como por ejemplo las
emplazamiento en cámaras magmáticas con la con- calderas La Pacana (e.g. Lindsay et al. 2001), Purico,
siguiente estructuración de aparatos volcánicos y Guacha, Pastos Grandes (e.g. Salisbury et al. 2011)
calderas (e.g. Riller et al. 2001, Chernicoff et al. 2002, y Wheelwright (e.g. Clavero et al. 2012) (Figura 1).
Richards y Villeneuve 2002). Numerosas contribu- Tampoco se describen posibles calderas poco estu-
ciones encontraron una relación entre la localiza- diadas (Archibarca de ~3,6 Ma: Galliski et al. 1999;
ción del volcanismo en coincidencia aproximada Vallecito de ~3,6 Ma: Siebel et al. 2001; Agua Es-
con zonas de fallas con orientaciones N-S y NE- condida de ~13,5 Ma: Coira et al. 2014; Alto de Los
SO (e.g. Chernicoff et al. 2002, Trumbull et al. 2006, Colorados de ~7,8 Ma: Seggiaro et al. 2000). No se
Guzmán et al. 2014, Tibaldi et al. 2017) y NO-SE (e.g. describe el Complejo volcánico Abra Granada (Ca-
Salfity et al. 1984, Viramonte et al. 1984a, Riller et ffe et al. 2008) de ~9,8 Ma, cuyos rasgos indicarían
al. 2001, Richards y Villeneuve 2002, Trumbull et al. su procedencia a partir de una caldera de colapso
2006). En el caso específico de las calderas, Riller enterrada por depósitos más recientes. También se
et al. (2001) identificaron una correlación espacial destaca que varios centros que en el pasado fueron
entre ellas y los lineamientos transversales NO-SE. interpretados como calderas de colapso, fueron
Esta relación se encontró también en calderas in- posteriormente reinterpretados desvinculándolos
dividuales como la del Cerro Galán en relación al a tal origen, por ejemplo Ramadas (Tait et al. 2009),
lineamiento de Archibarca (Sparks et al. 1985), Vi- Farallón Negro (Seggiaro et al. 2014a) o Vicuña
lama con el lineamiento Lípez (Soler et al. 2007) o Pampa (Guzmán et al. 2017), por lo que tampoco se
las calderas Cerro Aguas Calientes y Negra Muerta incluyen en la presente contribución.
relacionadas al lineamiento Calama-Olacapato-El En la Tabla 1 se sintetizan los rasgos de las
Toro, y además a sistemas transpresivos N-S (Riller principales calderas reconocidas en el noroeste de
et al. 2001, Petrinovic et al. 2010). La relación entre Argentina. A continuación, se describen las cal-
estructuras mayores con diferentes orientaciones y deras de colapso distribuidas en la Puna Austral
la localización de las calderas es muy frecuente, por y Cordillera Occidental (25-28° S), en la porción
ejemplo Cerro Blanco con estructuras NE-SO (Seg- central de la Puna (~24-25° S), y en Puna Septen-
giaro et al. 2000) y domos alineados en tal dirección trional (~22-24° S). Las estimaciones de volúme-
(Báez et al. 2015) que acomodaron extensión hori- nes se expresan como equivalente a roca densa
zontal N-S (Montero López et al. 2010a), en Luingo (ERD) en todos los casos.
con fallas NO-SE (Guzmán 2009), y en interseccio-
nes de fallas mayores como en el caso de Coranzulí Puna Austral y Cordillera Occidental
(Seggiaro 1994). Guzmán et al. (2014) encontraron
que las calderas que tuvieron actividad durante el Complejo volcánico Cerro Blanco. El Complejo vol-
Cuaternario en la Puna Austral (Cerro Galán, Cerro cánico Cerro Blanco (Figura 2) (CVCB: ~26° 46’ S,
Blanco e Incapillo) están alineadas en sentido NE- 67° 44’ O) está formado por calderas y domos, el
SO en coincidencia espacial con una zona en donde principal de los cuales es el domo de lava Cerro
Bianchi et al. (2013) reportaron las mayores profun- Blanco. Los productos principales son ignimbritas
didades del Moho en la Puna Austral. y depósitos de caída, flujos de bloques y cenizas
y domos de lava. El CVCB contiene al menos dos
LAS CALDERAS Y SUS PRODUCTOS calderas solapadas (“overlapping calderas”) (Seg-
giaro et al. 2000) de aproximadamente 4-5 km de
En esta contribución se sintetizan las caracte- diámetro cada una (Seggiaro et al. 2000, Viramon-
rísticas de las calderas de colapso ubicadas dentro te et al. 2004, Brunori et al. 2013) que recibieron los
de la ZVC en Argentina, incluyendo además al- nombres de Robledo (de Silva y Francis 1991, Prit-
gunas cuyos bordes de caldera se encuentran en chard y Simons 2002) o Cerro Blanco (Seggiaro et
Bolivia, pero cuyos depósitos ocupan una impor- al. 2000, Pritchard y Simons 2004). Arnosio et al.
tante extensión en territorio argentino (Figura 1). (2005) propusieron el nombre de caldera Robledo
Se describen especialmente aquellas calderas que para la depresión semicircular más oriental del
cuentan con estudios relevantes y datos primarios CVCB y el nombre caldera Cerro Blanco para aque-
que testifiquen su clasificación como tales. lla ubicada hacia el NO (Figura 2). Sobre la base de
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Figura 1. Localización de las calderas y depósitos asociados del segmento 21-28° S de la


Zona Volcánica Central de los Andes.

la preservación y definición de los bordes de cal- cemeal” con un espesor de sus depósitos de hasta
deras, Arnosio et al. (2005) y Montero López et al. 500 m por debajo de la misma (Di Fillipo et al. 2008)
(2010b) interpretaron que la caldera Cerro Blanco y con una diferencia de 200 m entre el piso de la
es más joven que la caldera Robledo. Seggiaro et caldera y sus bordes (Viramonte et al. 2004).
al. (2000) reconocieron una posible tercera caldera, El CVCB ha sido objeto de numerosos estudios
menos definida hacia el norte de las anteriores, que de detalle en la última década (e.g. Arnosio et al.
fuera denominada posteriormente caldera Pie de 2005, 2008, Viramonte et al. 2008, Montero López
San Buenaventura (Montero López 2009; Figura 2). 2009, Montero López et al. 2010a, b, Fernández-Tu-
Arnosio et al. (2008) interpretaron a dicha estruc- riel et al. 2013, Báez 2014, Báez et al. 2015). Las di-
tura como una falla subvertical de rumbo NE-SO versas dataciones realizadas en sus rocas (Kraemer
que disectó al Centro volcánico El Niño. Seggiaro et al. 1999, Seggiaro et al. 2000, Viramonte et al. 2008,
et al. (2000) interpretaron un conjunto de tres cal- Montero López 2009, Montero López et al. 2010b,
deras solapadas con un diámetro total aproximado Fernández-Turiel et al. 2013) le confieren una edad
de ~15 km. Brunori et al. (2013) concluyeron que el Pleistoceno Medio-Holoceno (Baéz et al. 2015), con-
área comprendida por las calderas Cerro Blanco y teniendo la caldera más joven de los Andes Cen-
Robledo está subsidiendo como un único bloque, trales (e.g. Seggiaro et al. 2000, Arnosio et al. 2008).
lo que condujo a Báez et al. (2015) a redefinir la cal- Se han reconocido varias ignimbritas den-
dera Cerro Blanco como una única caldera, de mor- tro del CVCB que fueron agrupadas de diferente
fología elíptica, de 13 x 10 km, formada por una manera por los distintos autores. Las ignimbritas
depresión interna con fallas inversas y una externa que integran el CVCB son Campo de la Piedra
incipiente, limitada por fallas normales. El colapso Pómez (Arnosio et al. 2005), Cerro Blanco (Báez
de la caldera Cerro Blanco habría sido de tipo “pie- et al. 2015, antes denominada ignimbritas Purulla
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Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino.
Volumen Área
Estilo Estilo de colapso/ Ejes mayores
Caldera Unidades Edad ERD preservada
eruptivo tipo de caldera de la caldera
(km3) (km2)
Complejo Volcánico Cerro Blanco (26°46’S, 67°44’O)
Época eruptiva Cerro Blanco o segundo ciclo volcánico
Ignimbrita Cerro Blanco y depositos de caída pliniano a 13x10 km1 5480 ± 40 AP 3-I
Cerro Blanco piecemeal 9 528
asociados subsintema CBII subpliniano 5x5 km2 4407-1093 cal AP4-I
Época eruptiva Campo de la Piedra Pómez o primer ciclo volcánico
Robledo3 / Depresión volcánico- depresión volcano- 13x10 km1 73 ± 23,2 ka2-II
Ignimbrita Campo de la Piedra Pómez (UI y UII) boiling over 9 250
Tectónica Carachipampa1 tectónica? 5x5 km2 0,44 ± 0,01 Ma3-III

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Época eruptiva Cortaderas
Ignimbrita Barranca Blanca boiling over Pleistoceno medio
Ignimbrita Carachi boiling over Pleistoceno medio
Complejo de caldera y domos Incapillo (28°00’S, 68°48’O)
pistón subsidencia
0,51±0,04 Ma5-III
Incapillo Ignimbrita Incapillo boiling over temprana 6x5 km 20,4
0,52±0,03 Ma5-III
sobrepresión
Complejo Volcánico Cerro Galán (25°55’S, 66°52’O) 1260
7 8a 9-II
cauldron 27 x 16 km 2,08 ± 0,11 Ma
Cerro Galán Ignimbrita Cerro Galan boiling over > 630 2400
trapdoor o piecemeal8 35 x 20 km7b 2,56 ± 0,05 Ma Ma8-III

Ignimbrita Cueva Negra boiling over asociadas a colapso 3,78 ± 0,08 Ma9-III 50

4,51 ± 0,11 Ma (IgV)


Grupo Toconquis:
4,68 ± 0,07 Ma (IgRG)
Ig Vega (IgV), Ig Real Grande (IgRG), Ig plinianas y
4,84 ± 0,04 Ma(IgP)
Pitas(IgP), Ig Upper Merihuaca(IgUM), Ig Middle subplinianas asociadas a colapso 650 220 – 260
5,49 ± 0,11 Ma(IgUM)
Merihuaca(IgMM), Ig Lower Merihuaca (IgLM), (IgRG, IgLM)
5,56 ± 0,15 Ma(IgMM)
Ig Blanco (IgB)
5,60 ± 0,20 Ma(IgLM)8-III
Caldera Laguna Amarga (26°42’S, 68°30’O)
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3,7 ± 0,7
Laguna Amarga Ignimbrita Laguna Amarga ~20-30 km 4,0 ± 0,5 Ma 13 611
5,1 ± 0,2 Ma14 70
3,0 ± 0,2 Ma15-V a
Laguna Amarga Ignimbrita Laguna Verde 200
5,1 ± 0,6 Ma17-V
Complejo Volcánico Pucarilla-Cerro Tipillas (26°10’S, 66°40’O)
trapdoor
12,12 ±0,09Ma8-III
Luingo Ignimbrita Pucarilla boiling over sobrepresión 19 x 13 km 135 1300
12,9±0,3 Ma18-III
subsidencia temprana
13,52±0,12 Ma18-III
  Ignimbrita Alto de Las Lagunas       2 78

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13,4 ± 0,12 Ma19-III
Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino. (Continuación)

Contenido Contenido Distancia máxima


Contenido Contenido Precedida por erupción
Tipo de pómez / líticos juveniles de cristales de cristales Composición SiO2 desde borde de
de pómez de líticos pliniana
en pómez en matriz caldera (km)
Complejo Volcánico Cerro Blanco (26°46’S, 67°44’O)
Época eruptiva Cerro Blanco o segundo ciclo volcánico
-pómez blanca, vesiculada en matriz vítrea < 5% 20-30% 20-30% riolita 73-74% sí 30
Época eruptiva Campo de la Piedra Pómez o primer ciclo volcánico
-pómez blanca

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-pómez gris 10% 15-50% 2-50% riolita 71-72 % no 30
-en UII además pómez negra y bandeada
Época eruptiva Cortaderas
-blanca vesicular, sin microlitos
< 10% 20-30% < 10% riodacita 66% no
-gris poco vesicular y rica en microlitos
-fiamme desvitrificada, con esferulitas 30-35 % 20% < 5% riodacita 61% no
Complejo de caldera y domos Incapillo (28°00’S, 68°48’O)
-pómez blanca muy vesicular
5-10% 10-50% < 0,5% riodacita 67-72% no 15
-pómez bandeada
Complejo Volcánico Cerro Galán (25°55’S, 66°52’O)
-pómez blanca rica en cristales y vesículas
-pómez gris rica en cristales y vesículas < 55 % 35-60 < 10% < 3% riodacita 68,5–71% no 80-100
-lítico juvenil rico en cristales y denso
20-30% 15-25% < 5% riodacita 69% no 25
-pómez blanca, muy vesicular, rica en cristales
20-40%
-pómez gris o bandeada, pobre en cristales, microcristalina 25-30% (15%) < 5 % (20%) riodacita 68,5-70% sí (Real Grade y Lower M) 70
(15;50%)
-juvenil denso rico en cristales y sin vesículas
Caldera Laguna Amarga (26°42’S, 68°30’O)
-pómez blanca y amarilla
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5-40% < 15% riolita


Complejo Volcánico Pucarilla-Cerro Tipillas (26°10’S, 66°40’O)
-fiamme gris rica en cristales
-fiamme rosada rica en cristales 15-38% 32-48% 10-40% < 1% dacita 61-66% no 35
-pómez gris de grano fino muy rica en cristales, poco vesicular
-fiamme gris rica en cristales
-fiamme rosada rica en cristales 30% 35-50% 20% < 1% dacita 65-66% no 65
-pómez gris de grano fino muy rica en cristales, poco vesicular

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Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino. (Continuación)

Espesor Capacidad de
Presencia de Grado de
Asociación mineral en pómez máximo-(medio) superar obstáculos / Composición de los fragmentos líticos Referencias
brechas soldadura
extracaldera tipo de ignimbrita
Complejo Volcánico Cerro Blanco (26°46’S, 67°44’O)
Época eruptiva Cerro Blanco o segundo ciclo volcánico
ausente a
Qz, Snd, Bt, Pl >200 m sí no basamento, andesitas del CVLH>>ig naranja, riolitas de domos 1,2,3,4
débil
Época eruptiva Campo de la Piedra Pómez o primer ciclo volcánico
Ig rosada, Ig Carachi, lavas andesíticas, esquisto y milonita parcial, con

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Qz, Pl, Sa, Bt (30 m) no coignimbritas 1,2,3
(UI), Ig naranja, líticos de vitrófiro e Ig Carachi (UII) fiamme
Época eruptiva Cortaderas
Qz, Amp, Bt, Pl andesita, dacita, esquisto y milonita 1
Qz, Amp, Bt, Pl andesita, dacita, esquisto y milonita moderada 1
Complejo de caldera y domos Incapillo (28°00’S, 68°48’O)

Pl, Qz, Sa > Bt, Hbl ± Opq, Ap,


250 m no ausente 5,6
Spn

Complejo Volcánico Cerro Galán (25°55’S, 66°52’O)


LARI, sólo en esquistos, gneisses y anfibolitas neoproterozoicos de los
Pl, Bt, Qz, Ap, Mag, Ilt, Zrn, 80 m10 180 m7 baja a
facies distales pudo no complejos Pachamama y Río Blanco, granitos y granodioritas 7,8,9,10,11
Spn, Mnz, Sa (45 m) moderada
superar la topografía ordovícicos, andesitas y dacitas de las Fm Tebenquicho
Pl, Bt, Qz, Mag,Ilt, Sa, Amp,
(60 m) no muy elevada 7,8,11
CPx, Ap, Zrn, Mnz, Spn
Pl, Qz, Bt, Amp, Ilt, Mag, Ap,
240 m no ausente 7,8,11
Sp, Mnz, Sa, Zrn
Caldera Laguna Amarga (26°42’S, 68°30’O)
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

Qz, Sa, Pl, Bt (dacita)


lavas andesíticas moderada 12,13,14,15,17
Pl, Bt, CPx, Ol (andesita)
débil a
Bt, Sa, Qz 35 m dacitas y andesitas 12,15,16,17
moderada
Complejo Volcánico Pucarilla-Cerro Tipillas (26°10’S, 66°40’O)
Pl, CPx, Bt, Qz, Spn, Mag, Zrn, mesobrechas de moderada a
220 m LARI granitoides 18, 19, 20
Ap colapso intensa
Pl, Qz, Amp, Bt, Sa, Spn, Ap, intensa a
80 m sí no granitoides 18,19, 20
Zrn, Mag ausente

524
Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino. (Continuación)

Área
Estilo Estilo de colapso/ Ejes mayores de Volumen
Caldera Unidades Edad preservada
eruptivo tipo de caldera la caldera ERD (km3)
(km2)
Complejo Volcánico Negra Muerta (24°28’S, 66°12’O)
Negra Muerta Ignimbrita Acay trapdoor 10 x 7 km 9 ± 0,1 Ma21-VI 250
trapdoor
7,6±0,1 Ma21-VI
Negra Muerta Ignimbrita Toba 1 subsidencia 10 x 7 km 120

Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017


7,1 ± 0,3 Ma22-IV
temprana
Caldera Cerro Aguas Calientes (24°18’S, 66°32’O)
sobrepresión
Segundo ciclo volcánico Ignimbrita Tajamar boiling over subsidencia 19 x 14 km 10,3 Ma21-IV-^ 350 2200
temprana
17,5±0,5 Ma21-IV
Primer ciclo volcánico Ignimbrita Verde boiling over sobrepresión 17 x 14 km 140
16,8 ± 0,5 Ma21-IV
Complejo Volcánico Coranzulí (23°00’S, 66°15’O)
Ignimbritas Corral de Sangre (ICS) Las 6,45±0,15 Ma25-IV(ILT)
Coranzulí Termas (ILT), Potreros (IP), Abra Grande boiling over 16 x 14 km 6,6±0,15 Ma25-IV (IP) 650 1900
(IAG) 6,8±0,15 Ma25-IV (IAG)
Sistema Magmático Cerro Panizos (22°15’S, 66°45’O)
Ignimbrita Cerro Panizos (Upper cooling
Panizos (caldera trapdoor) boiling over trapdoor ~11 x 8 km 6,78±0,02 Ma29-III
unit)
652
Ignimbrita Cerro Panizos (Lower cooling
Panizos (caldera downsag) downsag ~18 x 17 km 6,71±0,04 Ma29-III
unit)
Ignimbrita Q. Ciénago 7,87±0,59 Ma29-III
Caldera Vilama (22°24’S, 66°57’O)
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

trapdoor o pistón
8,44 ± 0,04 Ma31-III
Vilama Ignimbrita Vilama (UES) boiling over subsidencia 35-40 x 15-18 km
8,46 ± 0,16 Ma31-III
temprana 1000 a 1400
no estaría asociada 31-III
  Ignimbrita Vilama (UEI) subpliniana?   8,8 ± 0,3 Ma  
al colapso

525
Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino. (Continuación)
Contenido de Contenido de Precedida
Contenido Contenido Distancia máxima
Tipo de pómez / líticos juveniles cristales en cristales en Composición SiO2 por erupción
de pómez de líticos desde borde de caldera
pómez matriz pliniana
Complejo Volcánico Negra Muerta (24°28’S, 66°12’O)
dacita-
-fiamme 15-30% 35% elevado 6% 57-65% no 10
andesita

Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017


-pómez blanca rica en cristales 71-72%
30-45% 60% elevado riolita 20
-pómez gris oscura ricas en cristales (63%)

Caldera Cerro Aguas Calientes (24°18’S, 66°32’O)


-fiamme/pómez rica en cristales
40-60% 40-60% 26-35% dacita 64-66% no 30
-juvenil holocristalino
-fiamme rica en cristales
58% 45-65% dacita 64-66% no 20
-juvenil holocristalino y silicificado
Complejo Volcánico Coranzulí (23°00’S, 66°15’O)
-pómez y fiamme rica en cristales
-pómez gris rica en cristales y pobre en vesiculas 30-50% 35-50 % 10-35% < 15% (50%) dacita 64-68% no 40
-juvenil gris holocristalino
Sistema Magmático Cerro Panizos (22°15’S, 66°45’O) dacita
-pómez redondeada, no soldada
7- 20% (< 45%) < 50% 10% dacita 57-66% 25
-fiamme
-pómez blanca, con <20% vesiculas
30-52% (18%) 40-75% < 50% < 1% a (10%) dacita 60-63% sí 20
-pómez gris oscura rica en cristales de grano fino

-pómez rica en cristales y pobre en vesículas 15-20% dacita 61% sí


Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

Caldera Vilama (22°24’S, 66°57’O)


-fiamme 20-41 % 35-55% 10% < 1% 63-68% no
-pómez blanca rica en cristales 40
35-50% 25-50% 2-20% (50%) < 1% (5%) dacita 64% sí
-pómez bandeada pobre en cristales

526
Tabla 1. Síntesis de las características de las ignimbritas y calderas de la Zona Volcánica Central de los Andes en territorio argentino. (Continuación)

Espesor Capacidad de
Grado de
Asociación mineral en pómez máximo-(medio) superar obstáculos / Presencia de brechas Composición de los fragmentos liticos Referencias
soldadura
extracaldera tipo de ignimbrita
Complejo Volcánico Negra Muerta (24°28’S, 66°12’O)
Pl, Amp, Bt, Qz, Sa, Mag 150 m ausente a intensa 21,22,23
Qz, Pl, Bt 50 m pelitas del basamento y riolitas subvolcánicas ausente 21,22,23
Caldera Cerro Aguas Calientes (24°18’S, 66°32’O)
brechas en Unidad pelitas, granitoides del Gr. Oire, lavas, granitoides con
Qz, Pl, Bt, Opq, CPx 100 m sí intensa 21,24
Chorrillos turmalina y granate (en lag breccia de U. Chorrillos)

Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017


Qz, Pl, Bt, Hbl, Opq 80 m brechas coignimbriticas pelitas, granitos intensa 21,24
Complejo Volcánico Coranzulí (23°00’S, 66°15’O)
metasedimentitas ordovícicas, dacitas, esquisto
Pl > Qz,Bt ± Sa > Opq, Zrn, Ap no brechas coignimbriticas débil a intensa 25,26,27,28
micáceo de la corteza inferior
Sistema Magmático Cerro Panizos (22°15’S, 66°45’O)
facies distales de sedimentitas paleozoicas, volcanitas, ignimbritas
Pl, Opx, Bt >> Qz >> Cpx 165 m sí ausente a intensa 29,30
brechas coignimbriticas soldadas, tonalitas
facies distales de sedimentitas paleozoicas y volcanitas terciarias, y
Pl, Qz, Bt >> Opx >> CPx 160 m no ausente a intensa 29,30
brechas coignimbriticas hacia el techo: ignimbrita soldada, orbiculas,tonalitas
xenolitos granodioríticos y tonalíticos sin desarrollo
Qz, Bt, Pl > Sa 29,30
de fábrica estructural o metamórfica
Caldera Vilama (22°24’S, 66°57’O)
Qz, Pl, B t± Opx, CPx, Hbl, Opq 60 m LARI no moderada a intensa 31
sedimentitas del basamento ordovícico, lavas dacíticas
Qz, Pl, Bt ± Opx, CPx, Hbl, Opq 110 m   no ausente a débil 31, 32

Referencias: 1. Báez et al. (2015); 2. Viramonte et al. (2008); 3. Montero López et al. (2010b); 4. Fernández-Turiel (2013); 5. Goss et al. (2009); 6. Goss et al. (2011); 7. Sparks et al. (1985); 8.
Folkes et al. (2011a); 9. Kay et al. (2011); 10. Cas et al. (2011); 11. Folkes et al (2011b); 12. Seggiaro et al. (2000); 13. Kay et al. (2006); 14. Siebel et al. (2001); 15. Mpodozis (1995); 16. Mpodozis
et al. (1996); 17. Clavero et al. (1997); 18. Guzmán y Petrinovic (2010); 19. Aramayo et al. (2017); 20. Guzmán et al. (2011); 21. Ramelow et al. (2006); 22. Petrinovic et al. (1999); 23. Petrinovic
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

et al. (2005); 24. Petrinovic et al. (2010); 25. Seggiaro (1994); 26. Seggiaro et al. (2014b); 27. Seggiaro et al. (1987); 28. Seggiaro et al. en preparación; 29. Ort (1993); 30. Ort et al. (1996); 31.
Soler et al. (2007); 32. Caffe et al (2008).
Métodos de datación: I: 14C; II 40Ar/39Ar en sanidina (pómez); III: 40Ar/39Ar en biotita (pómez); IV: K-Ar en roca total; V: K-Ar en biotita; VI: Rb-Sr en apatita, feldespato y biotita; ^ pro-
medio de edades. Se consignan las edades que por su metodología y/o tipo de material datado se estiman más precisas.
Los paréntesis indican espesor promedio, o bien cuando se expresan los contenidos (% en volumen o en peso según el caso) indican que tal porcentaje ocurre en limitados casos.
El contenido de cristales, asociación mineral, composición y porcentaje de pómez se refiere al tipo de pómez más abundante.
a) borde estructural; b) borde topográfico.
Los ejes mayores de las calderas se toman de las referencias, excepto en los casos de Panizos (se obtienen a partir de las Figuras 10a y b de Ort 1993), Laguna Amarga y Coranzulí (estos
últimos se estiman a partir de imágenes satelitales). Las extensiones alcanzadas por los flujos piroclásticos en varios casos se estimaron a partir de imágenes satelitales.

527
CVLH: Complejo Volcánico La Hoyada; Ig: ignimbrita. Se usan las abreviaturas para minerales de Whitney y Evans (2010).
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

Figura 2. Modelo digital de elevación SRTM, con la ubicación de las calderas argentinas de la Puna Austral y Cordi-
llera Occidental (25-28° S) y sus depósitos asociados.

y El Médano sensu Arnosio et al. 2005), Barranca tratigrafía de detalle, proponen un esquema más
Blanca y Carachi (Báez et al. 2015) (Figura 2). Ar- complejo en la evolución del CVCB, consideran-
nosio et al. (2005) y Montero López et al. (2010b) do al menos tres y hasta cinco eventos de colapso
propusieron que la Ignimbrita Campo de la Pie- de caldera relacionados a tres épocas eruptivas.
dra Pómez fue emitida desde la caldera Robledo, Las ignimbritas Barranca Blanca y Carachi se asig-
mientras que la Ignimbrita Cerro Blanco habría naron al Pleistoceno Medio sobre la base de relacio-
sido emitida desde la caldera Cerro Blanco. Por nes estratigráficas (< 750 ka) (Báez et al. 2015) y aflo-
su parte, Báez et al. (2015), sobre la base de una es- ran en los alrededores de la laguna Carachipampa;
528
Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

su fuente es desconocida. Estas ignimbritas rioda- do sino también en áreas próximas a las fallas que
cíticas no muestran depósitos de caída asociados y limitan la depresión de Carachipampa (Figura 2),
son principalmente masivas, con pómez con bajo al NE del cerro Blanco; basándose en esto, propu-
contenido en cristales y fragmentos líticos (Tabla 1). sieron la existencia de una depresión volcano-tec-
La Ignimbrita Campo de la Piedra Pómez (ICPP) tónica con múltiples conductos emisores, ubicada
cuenta con una gran cantidad de dataciones que al- en la depresión de Carachipampa.
canzan variaciones de 482 ka; las edades obtenidas Existen diversas dataciones de la Ignimbrita
varían entre ~0,56 Ma y ~73 ka (Kraemer et al. 1999, Cerro Blanco (ICB) y depósitos intercalados (Vira-
Seggiaro et al. 2000, Montero López et al. 2010b, Vi- monte et al. 2008, Montero López 2010b, Fernán-
ramonte et al. 2008). Báez et al. (2015) consideraron dez-Turiel et al. 2013, Ratto et al. 2013) que van des-
que la edad más adecuada debido al método y mi- de ~20 a ~5 ka. Las edades obtenidas por el método
neral datados (Tabla 1) es la de 73 ka (Viramonte et 14
C (Montero López et al. 2010b, Fernández-Turiel
al. 2008), ubicándose así en el Pleistoceno superior et al. 2013) serían las más ajustadas (Tabla 1) por lo
(Báez et al. 2015). La ICPP es riolítica, tiene un vo- que se ubica en el Holoceno. La actividad pre-cal-
lumen estimado de 9 km3 (Báez et al. 2015) y sus dera (de la caldera holocena) está representada por
afloramientos se encuentran al norte de la caldera domos y coladas de bloques y cenizas de compo-
del Cerro Blanco, alcanzando distancias de ~30 km sición riolítica (Báez et al. 2015). La unidad rela-
desde el borde de la caldera y un espesor promedio cionada a un colapso de caldera está representada
de ~30 m. La ICPP no presenta depósitos de caída por la ICB, por debajo de la cual afloran 1,2 m de
y su cuerpo principal es masivo (Montero López depósitos de caída plinianos (Seggiaro et al. 2000,
et al. 2010b, Báez et al. 2015). Presenta facies ricas Montero López et al. 2010b, Báez et al. 2015). La ICB
en líticos incluyendo brechas líticas que Arnosio et es riolítica, tiene un volumen estimado en 9 km3
al. (2005) y Montero López et al. (2010b) interpre- con un espesor promedio de hasta 200 m (Báez et
taron como brechas co-ignimbríticas y, en zonas al. 2015). Son depósitos mayormente masivos no
distales, facies con estratificación difusa y cruzada endurecidos ni soldados, con abundantes pómez
de bajo ángulo (Montero López et al. 2010b, Báez et con bajo contenido en cristales y contenido elevado
al. 2015). Báez et al. (2015) la dividieron en dos uni- de fragmentos líticos (Tabla 1).
dades de flujo (UI y UII) que constituyen una única La erupción se habría iniciado a partir de un
unidad de enfriamiento. En facies proximales está conducto puntual con el desarrollo de una colum-
parcialmente soldada (Montero López et al. 2010b). na pliniana sostenida y posterior colapso, total o
Los fragmentos de pómez tienen bajo contenido en parcial, generando flujos piroclásticos con capaci-
cristales y son de diferentes tipos (Báez et al. 2015) dad de superar altos topográficos (Báez et al. 2015).
(Tabla 1). El contenido de pómez y de líticos es va- Estos autores estimaron un VEI de al menos 6 y
riable (Tabla 1). Esta ignimbrita está cubierta por postularon que la erupción de la caldera de Cerro
un campo de “yardangs” (Báez et al. 2015). Blanco sería uno de los eventos volcánicos holoce-
La ICPP se habría generado durante una única nos de mayor magnitud en los Andes Centrales.
erupción que tuvo dos fases eruptivas con escaso El volcanismo post-colapso corresponde a una
desarrollo vertical de la columna eruptiva, dando serie de domos superpuestos ubicados en el bor-
lugar a flujos piroclásticos sin capacidad de supe- de topográfico SO de la caldera de Cerro Blanco
rar altos topográficos (Báez et al. 2015). No existe orientados N60° (Arnosio et al. 2005), el más gran-
un consenso sobre las características de la caldera de de los cuales es el Cerro Blanco. Asociados a
que generó la ICPP. Montero López et al. (2010b) los domos hay depósitos de flujos de bloques y
propusieron que la ICPP fue generada a partir del cenizas, que rellenaron parcialmente el piso de
colapso de la caldera Robledo (sensu Arnosio et al. la caldera y depósitos de caída vulcanianos que
2005), dada la presencia de brechas co-ignimbríti- representan la destrucción explosiva de domos
cas con abundantes líticos de la misma composi- (Báez et al. 2015). Además, al N, centro y SO de la
ción que las paredes de dicha caldera, aunque no caldera se encuentran depósitos masivos a estrati-
indican la proporción relativa de los diferentes ti- ficados de composición riolítica que se interpreta-
pos de líticos. Sin embargo, Báez et al (2015) invo- ron relacionados a cráteres de explosión freática/
caron la ausencia de una cantidad significativa de freatomagmática (Arnosio et al. 2005, Montero
líticos de estas composiciones en los depósitos de la López et al. 2010b, Báez et al. 2015).
ICPP para considerar improbable su emisión des- El CVCB ha sido considerado un sistema aún
de la misma. Además, Báez et al (2015) describen la activo (Báez et al. 2015). Pritchard y Simons (2002,
presencia de varios niveles con concentración de lí- 2004) y Brunori et al. (2013), interpretando la defor-
ticos no sólo en zonas próximas a la caldera Roble- mación mediante interferometría radar (InSAR),
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

indicaron que la velocidad de subsidencia de la cal- se en la forma simétrica de la caldera, Goss et al.
dera ha disminuido desde 1992 a 2010, con una ve- (2009) interpretaron un colapso de tipo pistón.
locidad para el intervalo 2005-2010 de 0,87 cm/año. El flujo de detritos Veladero que cubre a la Ig-
Además, el CVCB tiene un campo hidrotermal ac- nimbrita Incapillo hacia el sur de la caldera (Fi-
tivo (Arnosio et al. 2005, Viramonte et al. 2005). gura 2) con un espesor de 25 m, formando una
topografía de tipo “hummocky”, fue interpretado
Complejo de caldera y de domos Incapillo. La caldera como representante de la actividad post-caldera,
Incapillo (Figura 2) (también conocida como Bo- resultado de la fluidificación por aporte glaciario
nete o Corona del Inca) (28° 00’ S, 68° 48’ O) es o de un paleolago (Goss et al. 2009). Además, se
de edad Plio-Pleistoceno y está situada en el extre- observan domos post-caldera muy alterados sólo
mo austral de la ZVC, en la Cordillera Occidental en el interior de la caldera, por lo que se estimó
(Figura 2). Fue descripta inicialmente por Baker que los mismos ascendieron por los conductos de
(1981) y de Silva y Francis (1991) con el nombre de la caldera. En el interior de la misma hay un lago
Cerro Bonete y más recientemente por Goss et al. de 2 x 1 km, cuya temperatura (~13°C) indica que
(2009, 2011, 2013). aún existe un sistema hidrotermal débilmente ac-
Es una caldera elíptica de 5 x 6 km de diáme- tivo (Markham y Baker 1986).
tro, con bordes de caldera expuestos de 200-350
m de altura, de composición riodacítica (Goss et Complejo volcánico Cerro Galán. La caldera Ce-
al. 2009). A ella se asocia la Ignimbrita Incapillo rro Galán (26° 00’ S, 66° 55’ O) (Figura 2) y sus
de ~0,5 Ma, así como actividad dómica pre- y ignimbritas han sido estudiadas en profundidad
post-caldera (Goss et al. 2009, 2011). a través de diversas contribuciones en los 70-80’
Goss et al. (2009) reconocieron un episodio (Friedman y Heiken 1977, Francis y Baker 1978,
pre-caldera formado por un complejo de al me- Francis et al. 1978, 1983, Sparks et al. 1985), y re-
nos 40 domos riodacíticos (~3 a 0,87 Ma) que se cientemente se dedicó un volumen especial a su
encuentran distribuidos en dos grupos, uno en la estudio (Cas y Cashman 2011).
sierra de Veladero y otro entre los volcanes Bo- El Complejo volcánico Cerro Galán (Sparks et
nete Chico y Pissis (Figura 2), además de escasos al. 1985) o Sistema volcánico Cerro Galán (SCG)
domos dispuestos en coincidencia con los bordes es una depresión volcano-tectónica (Folkes et al.
oeste y norte de la caldera. En la zona se encuen- 2011a) a la que se asocian nueve ignimbritas ex-
tra además una serie de domos dacíticos oxidados tra-caldera, registro de una actividad volcánica
más antiguos (~4,7 a 1,9 Ma) que no estarían rela- continua desde los 6 Ma hasta los ~2 Ma (Folkes
cionados al sistema magmático Incapillo. et al. 2011a). La Formación Toconquis (Sparks et al.
Goss et al. (2009) determinaron para la Ignim- 1985) o Grupo Toconquis (Folkes et al. 2011a) tiene
brita Incapillo un volumen de 20,4 km3, un espe- edades comprendidas entre ~5,60-4,51 Ma (Folkes
sor máximo de 250 m y una distancia de 15 km et al. 2011a, b), la Ignimbrita Cueva Negra una edad
desde el borde de la caldera. Sus depósitos, con- de ~3,8 Ma (previamente incluida dentro de la For-
finados por la topografía, fueron reconocidos en mación Toconquis por Sparks et al. 1985) y la Ig-
quebradas hacia el S y hacia el N, sobre el flanco nimbrita Cerro Galán (ICG) una edad de ~2,08 Ma
S del volcán Pissis (Figura 2). Los mismos corres- (Kay et al. 2011). Todas estas ignimbritas están re-
ponden a una ignimbrita masiva, pobre en líticos lacionadas a eventos de colapso de caldera, el últi-
y rica en pómez; las principales ricas en vesículas mo de los cuales generó la Ignimbrita Cerro Galán
y pobres en cristales (Tabla 1). Han sido reconoci- (Sparks et al. 1985, Folkes et al. 2011a).
dos, en sus facies distales, niveles con concentra- El Grupo Toconquis (GT) y la Ignimbrita Cue-
ción de pómez, algunas bandeadas, de hasta 2 m va Negra se extienden principalmente hacia el O
de espesor, intercalados con niveles piroclásticos y también hacia el S y N de la caldera actual, a lo
estratificados de 1-2 m de espesor. largo de ca. 70 km (Folkes et al. 2011a) con un es-
Goss et al. (2009) no encontraron evidencias de pesor máximo de 240 m. El GT es de composición
depósitos de caída plinianos y estimaron que la riodacítica. Su volumen fue estimado en 650 km3
formación de las ignimbritas estuvo asociada al (Folkes et al. 2011a) y está comprendido de base a
colapso en etapas tempranas de la erupción con techo por las ignimbritas Blanco, Merihuaca, Pi-
desarrollo de columnas de baja altura con colapso tas, Real Grande y Vegas (Sparks et al. 1985, Folkes
oscilatorio al principio, formando flujos erosivos et al. 2011a). Las ignimbritas del GT en general
y depósitos laminados. Cuando el colapso se hizo contienen niveles basales de depósitos de oleadas
más estable habría formado flujos piroclásticos piroclásticas y depósitos de caída de < 1 m de es-
que resultaron en depósitos masivos. Basándo- pesor, sucedidas por depósitos masivos que fre-
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

cuentemente presentan niveles de concentración (Folkes et al. 2011a), está distribuida radialmente al-
de pómez. Las ignimbritas no están soldadas pero rededor de la caldera, alcanzando distancias de 80
sí endurecidas, son ricas en pómez y en cristales km desde su borde estructural y presenta un espe-
y pobres en líticos (Tabla 1). La Ignimbrita Cueva sor máximo extra-caldera de 80 m (Cas et al. 2011).
Negra (50 km3; Folkes et al. 2011a) se encuentra La ICG es riodacítica (Folkes et al. 2011b), pobre en
sólo en el flanco E de la caldera, alcanzando 25 pómez, rica en cristales tanto en la matriz como en
km de distancia y presenta un espesor promedio las pómez, y pobre en fragmentos líticos (Tabla 1)
de 60 m (Tabla 1) (Folkes et al. 2011a). Es masiva, (Cas et al. 2011, Folkes et al. 2011a). Las facies proxi-
presenta un alto grado de soldadura y no está pre- males corresponden a una unidad deposicional
cedida por depósitos de caída plinianos. masiva simple, mientras que en las facies distales
La actividad pre-caldera de la caldera más re- se reconocen hasta seis unidades de depositación,
ciente del Cerro Galán consiste en depósitos de algunas con estratificación cruzada de bajo ángulo
flujos de bloques y cenizas relacionados a colap- (Cas et al. 2011). En la ICG no se han reconocido
so de domos de lava y pequeñas ignimbritas que brechas líticas proximales y tampoco depósitos de
predatan a la caldera en 0,24 a 0,05 Ma y que se caída (Cas et al. 2011). Es una ignimbrita con un
encuentran en el borde S y SO de la caldera (Figu- grado de endurecimiento medio y litificación alta,
ra 2) (Folkes et al. 2011a, Kay et al. 2011). mostrando alteración en fase vapor, disyunción
La caldera Cerro Galán tiene un diámetro es- prismática (Wright et al. 2011) y soldadura princi-
tructural de 27 x 16 km elongada en sentido ONO- palmente baja y moderada, siendo alta en algunas
ESE (Folkes et al. 2011a) y un diámetro topográfico facies proximales (Lesti et al. 2011).
de 35 x 20 km elongada en sentido N-S (Sparks et La erupción asociada a su formación no estuvo
al. 1985). Contiene un domo resurgente central que precedida por una erupción pliniana y fue de tipo
alcanza 1,4 km de altura (Sparks et al. 1985) inte- “boiling over”, estilo fontana (Sparks et al. 1985,
grado predominantemente por la Ignimbrita Cerro Cas et al. 2011, Folkes et al. 2011a), generando una
Galán, aunque en su extremo sur contiene porcio- corriente piroclástica con alta tasa de descarga,
nes de basamento (Folkes et al. 2011a). La caldera constante y sostenida, sin el desarrollo de una co-
Cerro Galán ha estado controlada por dos fallas de lumna eruptiva significativa (Cas et al. 2011). La
orientación N-S que afectan al basamento (Francis ICG fue interpretada como una ignimbrita de tipo
et al. 1983, Sparks et al. 1985). Sin embargo, Folkes et LARI (Low Aspect Ratio Ignimbrite: 4,5 x 10-4; Cas
al. (2011a) consideraron que no existen evidencias et al. 2011) que fluyó a baja velocidad y sólo en
de control estructural del borde E. Lo que Sparks et zonas distales tuvo la capacidad de superar la to-
al. (1985) consideraron como el borde topográfico pografía, pero sin mostrar depósitos estratificados
N de la caldera fue reinterpretado por Folkes et al. tipo “veener” (Cas et al. 2011).
(2011a) como un paleorelieve que ya existía al mo- La actividad post-caldera se encuentra en el
mento de su formación. Estos autores estimaron borde norte del domo resurgente y en áreas al N
que tanto los bordes estructurales como topográ- y E de la caldera actual (Figura 2). Consiste en de-
ficos N, S y E se ubicarían en áreas cercanas a las pósitos de flujos piroclásticos, masivos y estratifi-
del borde del domo resurgente y que sólo el borde cados, y en domos de lavas y depósitos de flujos
O (estructural y topográfico) se ubica distante del de bloques y cenizas cuya actividad posdata a la
domo resurgente. ICG en al menos 0,5 Ma (Folkes et al. 2011b).
El estilo de colapso de la caldera fue inter-
pretado por Sparks et al. (1985) como un único Caldera Laguna Amarga. La caldera Laguna Amarga
bloque que colapsó, es decir un estilo de tipo pis- (Figura 2) (Seggiaro et al. 2000) es la caldera menos
tón de acuerdo con la clasificación de Lipman et estudiada de las aquí consideradas. Presenta bor-
al. (1997). Sin embargo, el estilo de colapso fue des topográficos bien definidos hacia el S y E. El
también reinterpretado por Folkes et al. (2011a), borde N muestra dos escarpas paralelas bien de-
quienes propusieron un estilo “piecemeal” (frag- finidas que hicieron sugerir a Seggiaro et al. (2000)
mentado) o de tipo “trapdoor” (bisagra), siendo el la existencia de colapsos sucesivos en el área. El
borde O el hundido. La profundidad del colapso borde O de la caldera pierde definición por el sola-
fue de al menos 1,4 km (el equivalente al espe- pamiento parcial con la caldera Laguna Escondida
sor de la ignimbrita intra-caldera). Al colapso de (Figura 2) y el desarrollo posterior del volcán El
dicha caldera se asoció la Ignimbrita Cerro Galán Cóndor. Seggiaro et al. (2000) sugirieron que estas
(ICG) con un volumen estimado de 630 km3 (Cas calderas, junto a la caldera Wheelwright (Figura 2)
et al. 2011, Folkes et al. 2011a). El área preservada hacia el SO, podrían integrar un sistema de calde-
extra-caldera que ocupa la ICG es de 2.400 km2 ras parcialmente solapadas. Según cuál de las es-
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Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

carpas del borde norte de la caldera se considere, Dentro de la depresión de la caldera Laguna
la caldera tiene un diámetro de ~20 km o ~30 km. Amarga se encuentran pequeños domos dacíti-
A ella se asociada la Ignimbrita Laguna Amarga y cos post-caldera, uno de los cuales, ubicado en el
posiblemente también la Ignimbrita Laguna Verde borde E de la caldera, ha sido datado en 3,7 Ma
(Tabla 1). (Seggiaro et al. 2000).
La Ignimbrita Laguna Armarga (Seggiaro et al.
2000) ocupa 611 km2 (Guzmán et al. 2014). Incluye Complejo volcánico Pucarilla-Cerro Tipillas. La calde-
una serie de afloramientos ubicados en las pare- ra Luingo (Figura 2) (26°10’ S, 66°40’ O) pertene-
des de la caldera, entre los dos bordes topográfi- ce al Complejo volcánico Pucarilla-Cerro Tipillas
cos septentrionales, hacia el N y NE de la caldera (CVPCT) (Guzmán 2009, Guzmán y Petrinovic
y muy escasos afloramientos hacia el S de la cal- 2010). La primera cartografía e información bá-
dera (Figura 2). El lineamiento Peinado, de rumbo sica sobre el CVPCT aparece en Navarro García
NNE-SSO y desplazamiento dextral, actuó como (1984), Castillo (1999) y Hongn y Seggiaro (2001).
un alto topográfico, limitando la distribución de la El primer estudio de detalle fue el de González et
ignimbrita hacia el E y continuó activo después de al. (1999), quienes sugirieron la existencia de un
su emisión según lo testimonian mantos piroclásti- borde de caldera en un área próxima a la identi-
cos basculados con inclinaciones al este (Seggiaro ficada como borde oriental de la caldera Luingo.
et al. 2000). Seggiaro et al. (2000) identificaron una En el CVPCT se reconocieron dos unidades
secuencia principal de composición dacítica y una extra-caldera que representarían dos eventos de
de menor espesor de composición andesítica y sin colapso ocurridos a los ~13,5 y ~12 Ma (Guzmán y
líticos. La ignimbrita muestra depósitos de brechas Petrinovic 2010). Del evento más antiguo no se han
co-ignimbríticas hacia el O de la laguna Peinado. identificado las estructuras ni la ubicación exacta del
Siebel et al. (2001) y Kay et al. (2006) obtienen eda- área colapsada, reconociéndose solamente la facies
des para esta ignimbrita entre 5,1 y 3,7 Ma. extra-caldera representada por la Ignimbrita Alto de
La Ignimbrita Laguna Verde (Mpodozis 1995, Las Lagunas. Se interpreta que la caldera que origi-
1996, Clavero et al. 2012) está ubicada hacia el nó a esta ignimbrita debe estar enterrada en una po-
SO de la caldera Laguna Amarga, mayormente sición similar la caldera Luingo, de ~12 Ma.
en Chile (Figura 2). Alcanza 35 m de espesor cu- La caldera Luingo de 19 x 13 km, elíptica, elon-
briendo un área de > 200 km2 (Clavero et al. 2012); gada según rumbo N65°, emitió un volumen míni-
es de composición riolítica y está formada por al mo de 135 km3 de magma y sus ignimbritas ocu-
menos cuatro unidades de flujo donde se recono- pan actualmente un área de 615 km2 (Guzmán y
cen depósitos de oleadas intercalados de hasta Petrinovic 2010). Las facies intra-caldera son las
1,5 m de espesor (Clavero et al. 2012). Es rosada, ignimbritas Luingo I y Luingo II y la extra-caldera
con soldadura moderada, contenido variable de la Ignimbrita Pucarilla. La expresión morfológica
pómez y moderado de líticos (Tabla 1; Mpodozis actual de la caldera Luingo hace difícil su recono-
1995, Clavero et al. 2012). Numerosas dataciones cimiento, dado que estuvo afectada por una inten-
indican edades entre 5,1 y 3,0 Ma (González-Fe- sa deformación. El borde oriental de la caldera se
rrán et al. 1985, Mpodozis et al. 1996, Clavero et al. reconoció principalmente por la ocurrencia de una
2012). Clavero et al. (2012), en base a las variacio- mesobrecha de colapso (Brecha Luingo) intercala-
nes y distribución de sus facies, consideraron la da en las ignimbritas intra-caldera (Guzmán 2009,
posibilidad de que la fuente de esta ignimbrita sea Guzmán y Petrinovic 2010), que indica un incre-
la caldera Laguna Amarga. Siebel et al. (2001) ana- mento en la subsidencia y en la tasa de erupción
lizaron muestras de ignimbritas en el sector NE y probablemente un incremento en el tamaño del
externo de la caldera Laguna Amarga, a las que conducto, provocando la inestabilidad de la pared
llamaron Ignimbrita Laguna Amarga I y II, descri- de la caldera (Guzmán y Petrinovic 2010). El borde
biéndolas como riolíticas, moderadamente solda- occidental de la caldera se infirió por la presencia
das de color blanco a rosado y con pómez blancas de una falla curva en la que se emplazaron brechas
alteradas y obtuvieron una edad de 5,1 Ma (Tabla hidrotermales intensamente silicificadas (Guzmán
1). La variación tanto en composición como edad y Petrinovic 2010).
respecto a lo descripto por Seggiaro et al. (2000) Guzmán y Petrinovic (2010) interpretaron que
para la Ignimbrita Laguna Amarga, y por otro el colapso de la caldera Luingo ocurrió en etapas
lado la coincidencia con las características de la tempranas de la erupción y que la misma generó
Ignimbrita Laguna Verde, podrían indicar que las columnas eruptivas de muy baja altura que per-
ignimbritas analizadas por Siebel et al. (2001) co- mitieron que los flujos no perdiesen calor. Las
rresponderían a la Ignimbrita Laguna Verde. ignimbritas del CVPCT y su carácter masivo, sin
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Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

variaciones verticales o laterales, fueron interpre- 2) (Guzmán y Petrinovic 2010).


tadas como depositadas a partir de flujos en los
que prevalecieron condiciones estables duran- Zona transicional de la Puna
te su depositación (Guzmán y Petrinovic 2010).
Guzmán y Petrinovic (2010) la clasificaron como Caldera Cerro Aguas Calientes. La caldera Cerro
una caldera de tipo sobrepresión (sensu Martí et Aguas Calientes (Figura 3) (24°17’ S, 66°31’ O) fue
al. 2009) y con un estilo de colapso de tipo “trap- propuesta por Petrinovic (1999) como centro de
door” dada su elongación y la distribución asimé- emisión de numerosas rocas volcánicas previa-
trica de los depósitos extra-caldera. mente agrupadas por Vilela (1956) como Dacitas
La Ignimbrita Alto de Las Lagunas, asociada al Viejas y por Coira y Paris (1981) como ignimbri-
primer evento de colapso a los ~13,5 Ma, tiene un tas Tajamar, Olacapato, Pastos Grandes, Abra del
volumen mínimo de 2 km3 y un espesor máximo Gallo y Complejo Aguas Calientes. Más reciente-
observado de 80 m. Su dispersión se pensaba res- mente, se propuso la división de su historia volcá-
tringida a los alrededores de la caldera Luingo (Fi- nica en dos ciclos eruptivos, ambos relacionados
gura 2) (Guzmán y Petrinovic 2010). Sin embargo, a eventos de colapso de caldera, ocurridos a los
Aramayo et al. (2017) la correlacionaron con depó- ~17,15 y ~10,3 Ma (Petrinovic et al. 2010), relacio-
sitos encontrados en Cordillera Oriental, por lo que nados a incrementos en la deformación interna de
su dispersión máxima alcanzaría ~65 km. Es una un sistema transpresivo.
ignimbrita dacítica, rosada a gris, rica en cristales Durante el primer ciclo volcánico se generó
y pobre en líticos (Tabla 1). En facies proximales, una caldera de colapso de 17 x 14 km, elongada en
donde su base no está expuesta, es masiva, des- dirección N30°, dando lugar a la formación de la
vitrificada y soldada (Guzmán y Petrinovic 2010), Ignimbrita Verde (anteriormente separada en ig-
mientras que en facies distales es estratificada y nimbritas Verde y Aguas Calientes por Petrinovic
masiva (Aramayo et al. 2017). et al. 1999), cubierta por el colapso subsiguiente.
La Ignimbrita Pucarilla de ~12 Ma es la unidad Los bordes originales de la caldera se infirieron
extra-caldera de la caldera Luingo. Se distribuye a partir de la distribución, variaciones de facies y
hacia el S, E y NE de la caldera (Figura 2), con una cambios de espesor de los depósitos de la Ignim-
extensión máxima de 35 km y un espesor máximo brita Verde (Petrinovic et al. 2010). Los eventos
de 220 m (Guzmán y Petrinovic 2010). Se divide de post-caldera son domos y depósitos piroclásticos
base a techo en los miembros Hualfín, Arremo y asociados a los mismos (Petrinovic et al. 2010).
Jasimaná. Los miembros Hualfín y Arremo están La Ignimbrita Verde forma un domo resurgen-
cubiertos en muchos sectores y tienen escaso espe- te intra-caldera de 500 m y alcanza 80 m en las
sor (< 10 m); el Miembro Jasimaná es el de mayor facies extra-caldera, cubre un área de más de 650
extensión vertical y lateral. La Ignimbrita Pucarilla km2 y tiene un volumen de 140 km3 (Petrinovic et
es masiva, rica en cristales, pobre en fragmentos al. 2010), alcanzando > 20 km desde el borde de la
líticos (Tabla 1), con desvitrificación y soldadura caldera (Figura 3). Es dacítica y masiva a excep-
moderada a más frecuentemente intensa y crecien- ción de brechas coiginimbríticas ubicadas en el
te de base a techo (Guzmán y Petrinovic 2010). borde SE de la caldera; es rica en cristales y pobre
Las ignimbritas Luingo I y Luingo II (Figura en líticos (Tabla 1), está soldada, desvitrificada y
2) son unidades intra-caldera, están afectadas por presenta alteración en fase vapor e hidrotermal.
alteración propilítica, son dacíticas, soldadas, con Durante el segundo ciclo volcánico, a los ~10,3
disyunción columnar y están separadas entre sí por Ma, se formó una caldera de 19 x 14 km también
la Brecha Luingo. Guzmán y Petrinovic (2010) pro- elongada en sentido N30°, dando lugar a la Ig-
ponen que al menos la Ignimbrita Luingo II sería el nimbrita Tajamar (anteriormente separada en
equivalente intra-caldera de la Ignimbrita Pucarilla. ignimbritas Abra del Gallo, Tajamar y Chorrillos
Debido a una intensa alteración, inclusive de las fa- por Petrinovic et al. 1999), la cual es separada en
ses minerales, la Ignimbrita Luingo I no ha sido co- las unidades Chorrillos en la base y Tajamar en el
rrelacionada con una unidad extra-caldera. La Bre- techo (Petrinovic et al. 2010). Los conductos origi-
cha Luingo tiene un espesor máximo de 100 m y se nales de erupción formaron diques piroclásticos
acuña lateralmente desde el borde de caldera hacia (N330°) ubicados en planos generalmente obli-
el interior. Está formada por fragmentos (1 cm a > 1 cuos al eje principal de acortamiento de un siste-
m) de granitoides de la roca de caja inmersos en una ma transpresivo sinestral (Petrinovic et al. 2010).
matriz de una microbrecha de igual composición. Durante el colapso se abrieron nuevos conductos
La actividad post-caldera está representada en el interior de la caldera que funcionaron como
por lavas probablemente emitidas a partir de do- fallas dilatantes favoreciendo el ascenso y erup-
mos de ~12 Ma en el borde E de la caldera (Figura ción de los flujos que generaron las ignimbritas
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de la Unidad Tajamar. La ausencia de depósitos y un espesor máximo de 100 m, alcanzó distancias


plinianos de caída indicaría un colapso temprano de ~30 km (Figura 3) (Petrinovic et al. 2010). Es da-
de la caldera, casi al inicio de la erupción y contro- cítica y rica en cristales (Tabla 1), altamente soldada,
lado tectónicamente, con columnas eruptivas de muestra disyunción columnar y está desvitrificada
muy baja altura. Los flujos tuvieron la capacidad con alteración en fase vapor. En facies proximales la
de sobrepasar barreras topográficas de más de 50 Unidad Chorrillos contiene brechas co-ignimbríti-
m hacia el E de la caldera. La caldera se clasificó cas, mientras la Unidad Tajamar contiene depósitos
como de tipo sobrepresión (Petrinovic et al. 2010). finamente estratificados con gradación inversa, los
La Ignimbrita Tajamar cubre un área de más que gradan transicionalmente al cuerpo principal de
de 2.200 km2 con un volumen de más de 350 km3 la ignimbrita que es masivo (Petrinovic et al. 2010).

Figura 3. Modelo digital de elevación SRTM, con la ubicación de las calderas argentinas de la Puna de transición (24-25° S) y
sus depósitos asociados.
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La actividad post-caldera consistió en el doma- promedio de 200 m fuera de la caldera, y algu-


miento de las ignimbritas intra-caldera (> 1.000 m) nos remanentes dentro de la misma. En el interior
(Petrinovic et al. 2010) y en la formación de depósi- de la caldera hay además diques de composición
tos metálicos en vetas (Pb, Ag, Zn, Sb, Au; Sureda andesítica a riodacítica (Petrinovic et al. 2005). Las
et al. 1986, Salado Paz 2014) controladas tectónica- facies intra-caldera estuvieron afectadas por alte-
mente (Salado Paz 2014). ración hidrotermal intensa (Ramelow et al. 2006).

Complejo volcánico Negra Muerta. El Complejo vol- Puna Septentrional


cánico Negra Muerta (Figura 3) (CVNM), defini-
do por Llambías et al. (1985), es una sucesión de Coranzulí. La caldera Coranzulí (Figura 4) (23° 00’
rocas piroclásticas y efusivas que afloran en las S, 66° 15’ O) es la más oriental de la Puna Sep-
nacientes del río Calchaquí, en el límite entre la tentrional. Es de edad miocena superior y de
Puna y la Cordillera Oriental. composición dacítica a riodacítica (Seggiaro et al.
Riller et al. (2001) y Ramelow et al. (2006) han 2014b). Fue estudiada en detalle por Seggiaro et
interpretado al CVNM como una caldera de co- al. (1987, 2014b) y Seggiaro (1994).
lapso de 10 x 7 km, parcialmente erosionada, La caldera Coranzulí tiene un diámetro de ~14
donde la subsidencia ocurrió asimétricamente, x 14 km y sólo su borde oeste está bien definido
con una zona de bisagra en su borde S y máxima (Seggiaro 1994). El área colapsada se interpretó
subsidencia en el borde N, a lo largo de numero- en base a la distribución de los depósitos de bre-
sos bloques de basamento que fueron subsidien- chas co-ignimbritas alrededor de la zona en la
do paulatina y concatenadamente dando lugar al que se encuentra el cerro Coranzulí (Seggiaro et
emplazamiento de los conductos que alimentaron al. 1987). Seggiaro (1994) estimó un espesor pro-
la erupción, en los espacios limitados por las fa- medio de 125 m para las ignimbritas del Coran-
llas normales que controlaron la subsidencia. Es- zulí, las cuales se dispersaron en todas las direc-
tos planos de subsidencia estuvieron controlados ciones, alcanzando una distancia máxima de 40
estructuralmente por una transtensión sinestral y km (Figura 4). Las ignimbritas cubren un área de
una extensión asociada al fallamiento normal en 1.900 km2 (Seggiaro et al. 2014b) y tienen un vo-
la zona de falla Calama-Olacapato-El Toro (Ri- lumen total de 650 km3 (Seggiaro et al. 1987). Las
ller et al. 2001). Riller et al. (2001) y Ramelow et al. facies intra-caldera están formadas por > 500 m
(2006) definieron dos ciclos eruptivos, el primero de ignimbritas cubiertas por al menos tres flujos
ocurrido a los ~9 Ma tiene asociada la Ignimbrita de lava de composición andesítica que alcanzan
Acay y el segundo a los ~7,6-7,3 Ma tiene asocia- 100 m de espesor y que representan la actividad
da la Ignimbrita Toba 1, como así también lavas y post-colapso.
domos (Petrinovic et al. 2005). La caldera tuvo un control tectónico eviden-
La Ignimbrita Acay es dacítica a andesítica, te dado que se encuentra en la intersección de
tiene un espesor extra-caldera máximo de 150 m, fallas mayores con orientación NO-SE y NE-SO
ocupa 250 km2 (Petrinovic et al. 2005, Ramelow et (Seggiaro 1994). Seggiaro et al. (1987) definieron
al. 2006) y se extiende unos 10 km desde el borde 4 ignimbritas asociadas a esta caldera, las ignim-
de la caldera (Figura 3). Está distribuida en aflo- britas 1, 2, 3 y 4. Posteriormente, Seggiaro (1994)
ramientos continuos al N del abra de Acay y en definió de base a techo a las ignimbritas Abra
algunos afloramientos menores en las nacientes Grande, Potreros y Las Termas, mientras que Se-
del río Calchaquí. Es una ignimbrita masiva, con ggiaro et al. (2014b) definieron la Ignimbrita Co-
grado de soldadura variable, rica en “fiamme” y rral de Sangre, de menor volumen. Al no haber
en cristales y pobre en líticos (Tabla 1). evidencias de superficies de erosión, depósitos
La Ignimbrita Toba 1 (Viramonte et al. 1984b) sedimentarios o paleosuelos separando a cada
es de composición riolítica, alcanza un espesor de ignimbrita, las mismas fueron interpretadas
50 m y una extensión de 120 km2 (Petrinovic et al. como el resultado de pulsos dentro de una única
2005, Ramelow et al. 2006), con distancias de hasta erupción (Seggiaro et al. 2014b).
20 km desde el borde de la caldera (Figura 3). Es Las diferentes unidades piroclásticas tienen
una ignimbrita no soldada, que contiene pómez una edad media de 6,6 Ma (Seggiaro, 1994) y se
ricas en vesículas y cristales (Tabla 1) (Riller et al. diferencian entre sí por la abundancia relativa de
2001, Petrinovic et al. 2005). Esta ignimbrita fue líticos; hacia la base hay mayor cantidad de líti-
sucedida por varias unidades de lavas y domos cos de dacitas (Ignimbrita Abra Grande), luego
lávicos de composición riodacítica a andesítica predominan los líticos de sedimentitas ordovíci-
que cubren un área de 105 km2 con un espesor cas (Ignimbrita Potreros) y la Ignimbrita Las Ter-
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Figura 4. Modelo digital de elevación SRTM, con la ubicación de las calderas argentinas de la Puna Septentrional (22-24° S) y
sus depósitos asociados.

mas se caracteriza por la presencia, además de do en pómez moderado a elevado y variable en


líticos de dacitas y sedimentitas, de líticos de me- líticos (Tabla 1) y su grado de soldadura aumenta
tamorfitas (no observados en otras unidades). La de base a techo, desde débil a moderadamente
Ignimbrita Corral de Sangre presenta líticos sólo soldadas (Seggiaro et al. 2014b).
en las secciones superiores correspondientes a Seggiaro (1994) interpretó los primeros depó-
fragmentos de ignimbritas de composición simi- sitos de brecha en la base de la Ignimbrita Abra
lar. En las facies proximales de las ignimbritas de Grande como relacionados a una erupción de
Coranzulí se observan brechas co-ignimbríticas tipo vulcaniana que habría provocado la des-
y niveles piroclásticos con laminación fina y es- trucción explosiva de un domo situado en la
tructuras tractivas en los sectores basales, mien- boca de emisión. Los depósitos laminados suce-
tras que en facies medias a distales la ignimbrita sivos habrían estado relacionados a explosiones
es masiva (Seggiaro et al. 2014b). En general, las dirigidas de escasa importancia. Interpretó la
ignimbritas son ricas en cristales, tienen conteni- mecánica eruptiva relacionada a la emisión con-
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tinua de grandes volúmenes de material muy (Ort et al. 1989), no observándose en ellos brechas
denso con escaso desarrollo vertical de columnas co-ignimbríticas, si bien niveles con concentración
eruptivas y cuyo colapso fue casi continuo. En de líticos podrían ser equivalentes laterales. En-
base a la distribución del tipo de fragmento lítico tre la LCU y UCU de la ICP no habría un quie-
dominante, Seggiaro (1994) propuso que el nivel bre temporal importante, ya que la alteración fase
de fragmentación tuvo un descenso paulatino vapor afecta al techo de la unidad inferior y a la
durante los sucesivos pulsos eruptivos, pasando parte basal de la superior (Ort 1993).
de niveles no muy profundos, en los que se alo- La LCU de la ICP tiene un espesor máximo
jó el domo, a intermedios donde la roca de caja de 160 m, es una unidad de enfriamiento simple,
estaba integrada por sedimentitas ordovícicas, con un grado de soldadura muy variable vertical
hasta llegar a los más profundos con basamento y lateralmente. Es una ignimbrita masiva, aunque
metamórfico no expuesto en la región. tiene varias zonas de concentración de pómez que
El volcanismo post-colapso está representado ocurren hacia el techo, es rica en cristales y pobre
por lavas que se acumularon en el sector intra-cal- en líticos (Tabla 1). Una característica distintiva de
dera formando el cerro Coranzulí (Figura 4) (Seg- esta unidad de flujo es la presencia en los 2-3 m
giaro et al. 1987). superiores de una zona de concentración de pó-
mez (50%) y de líticos (10%), algunos de los cuales
Cerro Panizos. La caldera Cerro Panizos (Figura además se observan sólo en este sector (Ort 1993).
4) (22° 15’ S, 66° 45’ O) fue descripta inicialmente La UCU de la ICP tiene un espesor máximo de
en estudios regionales (e.g. Friedman y Heiken 165 m, es una unidad de enfriamiento compuesta,
1977, Baker 1981), mientras que estudios de de- varía de friable y no soldada a un vitrófiro alta-
talle son los de Coira y Mazzoni (1986), Coira et mente soldado. Presenta importantes variaciones
al. (1987), Ort et al. (1989, 1996) y Ort (1992, 1993). laterales y verticales de facies. Inicia con un de-
Ort (1993) presentó un estudio detallado de su pósito de 1-4 m de espesor que contiene alternan-
estratigrafía, de la evolución de la caldera y de cias de capas de depósitos de flujos piroclásticos,
su dinámica eruptiva. Definió al sistema magmá- depósitos de oleadas piroclásticas y depósitos de
tico Panizos, que tiene asociada la Ignimbrita Q. caída (Ort et al. 1996). La UCU de la ICP presenta
Ciénago, de ~7,9 Ma, lavas dacíticas que provie- varios niveles de concentración de pómez y nive-
nen de conductos en la parte sur del centro, la les de concentración de líticos (10%) en la base de
Ignimbrita Panizos de ~6,7 Ma y flujos de lavas las facies proximales. Las pómez en esta unidad
y complejos de domos post-caldera de ~6,1 Ma. superior tienen contenido de cristales moderado
La Ignimbrita Q. Ciénago es probablemente (Tabla 1) (Ort et al. 1996).
la más antigua del sistema magmático Panizos La caldera de “downsag” estaría vinculada a
(Ort 1993). Su base está marcada por dos niveles una subsidencia lenta, con bajas tasas de emisión,
de depósitos de caída plinianos sucedidos por permitiendo que las rocas por encima de la cámara
una ignimbria masiva que en su parte superior magmática se deformasen plásticamente. En la eta-
está retrabajada (Ort 1993). pa final de este pulso eruptivo se habría producido
La caldera Cerro Panizos se interpretó como de un colapso del conducto o de la roca de caja y/o la
tipo “downsag”-anidada. Los depósitos asociados apertura de un nuevo conducto (Ort 1993). La LCU
a la misma son dos unidades de enfriamiento, de- de la ICP provendría de un único conducto o bien
finidos por Ort (1993) como “Lower Cooling Unit” de un agrupamiento de pequeños conductos en la
(LCU) y “Upper Cooling Unit” (UCU), de la Ignim- parte sur del complejo de domos centrales. Si bien
brita Cerro Panizos (ICP). La LCU de la ICP está la mayor parte de la subsidencia habría ocurrido
asociada a la caldera de tipo “downsag”, la cual antes del emplazamiento de la UCU de la ICP, la
además tiene una caldera de colapso anidada, a la misma continúo durante y posiblemente después
cual se asocia la formación de la UCU de la ICP, en de su emplazamiento. La UCU se desarrolló en
la mitad norte de la caldera de “downsag” (Figura una zona próxima a la del anillo radial de domos y
4), resultando en un relieve positivo. su formación estuvo asociada al colapso de la cal-
La ICP está precedida por un depósito de caí- dera y a erupciones a partir de múltiples conduc-
da pliniano de ~1 m de espesor. Tiene un volumen tos (Ort 1993). Los flujos escaparon de la caldera
total de 652 km3, forma un escudo con un diáme- radialmente, en parte rellenando la caldera previa
tro de 40 km (Figura 4). Un grupo de domos da- de “downsag” (Ort 1993). Los flujos hacia el N y
cíticos ocupan la porción central del edificio, el O consiguieron superar la depresión, pero no con-
que alcanza 20 km de diámetro. Los depósitos ex- siguieron fluir grandes distancias. La caldera de
tra-caldera alcanzan un espesor máximo de 325 m colapso desbordó o casi desbordó los bordes de la
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

caldera de “downsag” en dirección oriental, donde km desde el borde de la caldera (Figura 4) y tiene
los flujos recorrieron grandes distancias (~25 km), un espesor promedio extra-caldera de 40 m (Soler
teniendo capacidad de superar altos topográficos. et al. 2007). Dos unidades de enfriamiento sepa-
Se interpretaron columnas eruptivas inestables de radas por un contacto neto y erosivo fueron defi-
baja altura y con baja tasa de descarga para los flu- nidas en esta ignimbrita: unidad de enfriamiento
jos que originaron la UCU de la ICP. Asimismo, se inferior (UEI) y unidad de enfriamiento superior
propuso la migración de los conductos hacia el N (UES) (Soler 2005, Soler et al. 2007).
durante la erupción (Ort 1993). No hay evidencias La UEI de la Ignimbrita Vilama se apoya sobre
claras de fallas en anillos, sin embargo, la presencia varias ignimbritas más antiguas y sobre lavas da-
de un anillo de domos trazaría la zona de colapso cíticas; tiene un espesor máximo de 110 m. Es gris
de la caldera por la que ascendió el magma durante y masiva con algunos niveles de concentración de
su actividad post-colapso (Ort 1993). pómez y mostrando excepcionalmente depósitos
La actividad post-caldera está representada por de caída y de oleadas piroclásticas intercalados.
un complejo de domos centrales en el Cerro Pani- Generalmente no está soldada aunque en algunas
zos (Figura 4) que forma un anillo con un arco sur secciones tiene una soldadura débil. Está deposi-
que bisecta la caldera de “downsag”; sus flujos de tada sobre una topografía prexistente, rellenando
lava rellenaron la caldera de “downsag” y posible- los valles. La UES de la Ignimbrita Vilama es la
mente la de colapso. No se interpretó una actividad más extendida y ubicua de las unidades, se dis-
resurgente de levantamiento de la ignimbrita in- tribuyó sobre una paleosuperficie relativamente
tra-caldera, sino simplemente aquella relacionada plana; su espesor es mayor hacia el N que hacia el
a los domos y sus lavas (Ort 1993). S (Soler et al. 2007). La base de esta unidad es masi-
va, sin líticos, altamente soldada con desarrollo de
Vilama. La caldera Vilama (22°24’ S, 66° 57’ O) fue “fiamme” en todo su espesor y en algunas seccio-
originalmente estudiada por Coira et al. (1996) nes representada por un vitrófiro; hacia sectores
quienes interpretaron una caldera de 65 x 40 km superiores la soldadura decrece (Soler et al. 2007).
con dos eventos de colapso de tipo “trapdoor”, a los La UEI de la Ignimbrita Vilama, dada su relati-
que se habrían asociado las ignimbritas Granada y vamente baja soldadura y la presencia de depósitos
Vilama. Sin embargo, Caffe et al. (2008) desvincu- de caída y de oleadas piroclásticas en facies distales,
laron la Ignimbrita Granada de ~9,8 Ma (630 km2) estaría asociada a la formación de columnas erup-
a la actividad de la caldera Vilama y la interpreta- tivas bien desarrolladas y no habría estado vincu-
ron como una unidad relacionada a una caldera de lada al colapso de la caldera. En cambio, la UES de
colapso enterrada por unidades más nuevas. Soler la Ignimbrita Vilama se habría formado a partir de
(2005) y Soler et al. (2007) estudiaron en detalle la flujos piroclásticos densos y calientes, inmediata-
caldera Vilama, reinterpretando algunas de sus ca- mente antes o al principio del colapso continuo de
racterísticas. Fracchia (2009) estudió el volcanismo columnas eruptivas bajas e inestables ubicadas en
post-colapso de esta caldera. las fallas del borde de la caldera (Soler et al. 2007).
La caldera Vilama (Figura 4) tiene un diámetro La actividad post-colapso de la caldera habría
de 35-40 km x 15-18 km, está elongada en sentido ocurrido en un período de aproximadamente 0,5
NO-SE y tiene una edad de ~8,4 a 8,5 Ma (Soler et Ma. Esta actividad incluye un domo resurgente,
al. 2007). Se reconoce sólo el borde topográfico oc- la Dacita Pululus, el centro volcánico Toloma y la
cidental, formado por una escarpa de 250 a 400 m Dacita Río Blanco (Fracchia 2009). Durante la eta-
de altura que disecta a lavas de ~9,8 Ma (Soler et pa post-colapso también se generaron el Comple-
al. 2007). La posición estructural de la caldera se jo volcánico Khastor en el borde estructural N y la
infiere en base a la distribución y cambio de espe- Ignimbrita Salle en el borde S de la caldera (Figura
sor de los depósitos y a la posición del volcanis- 4) (Fracchia 2009).
mo post-caldera (Soler et al. 2007). Soler et al (2007)
propusieron que el colapso de la caldera ocurrió en CONSIDERACIONES FINALES
etapas tempranas de la erupción. Los estilos de co-
lapso más probables son de tipo pistón (subsiden- Rasgos salientes de las calderas
cia ~2,5 km y volumen de caldera de 1.400 km3) o de la ZVC en territorio argentino
“trapdoor” con la bisagra en el borde E (subsiden-
cia ~1,8 km y un volumen de caldera de 1.000 km3). En la mayor parte de las calderas el reconoci-
La Ignimbrita Vilama es de composición da- miento de las estructuras de colapso es inferido,
cítica, rica en cristales, con contenido variable de casi no existen ejemplos en los que se tenga cer-
pómez y pobre en líticos, altamente soldada y teza del diámetro estructural de las mismas. Nor-
endurecida (Tabla 1). Sus depósitos alcanzan ~40 malmente se encuentra una escarpa o borde bien
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

definido en proximidad con los domos resurgen- Cerro Galán, Cerro Aguas Calientes, Coranzulí y
tes, como por ejemplo en los casos de Cerro Aguas Cerro Panizos se describe la presencia de líticos ju-
Calientes o Vilama. En contados casos se observan veniles densos, holocristalinos.
fallas anulares con diques piroclásticos preserva- En general las ignimbritas son pobres en líti-
dos (Cerro Aguas Calientes), brechas de colapso cos (< 10%), excepto por algunas facies de brechas
(Luingo), o brechas co-ignimbríticas (Cerro Aguas líticas de tipo “lag breccias” o brechas co-ignim-
Calientes, Coranzulí, Cerro Panizos y en la ICPP bríticas. Las únicas ignimbritas ricas en líticos son
del CVCB). La mayoría de las calderas andinas co- las del CVCB.
rresponderían al tipo sobrepresión según Martí et Los espesores máximos extra-caldera de las ig-
al. (2009), con subsidencia caldérica temprana, ya nimbritas varían entre 35 y 250 m. Las máximas ex-
desde el inicio de la propia erupción, lo que ge- tensiones alcanzadas varían entre 10 y 100 km. Los
neraría erupciones de tipo “boiling over”, donde porcentajes de cristales dentro de pómez (conside-
las altas tasas de emisión asociadas a la apertu- rando el tipo más abundante de pómez en cada ig-
ra rápida de los conductos eruptivos “ring fault” nimbrita) varían entre < 5 y 60%. Las calderas que
favorecerían la formación de columnas eruptivas tienen domos resurgentes son las de Cerro Galán,
densas y de escasa altura, a partir de las cuales los Cerro Aguas Calientes y Vilama; posiblemente las
flujos piroclásticos comenzarían a fluir formando calderas Luingo y Coranzulí tienen también do-
mantos ignimbríticos de grandes volúmenes que mos resurgentes menos definidos. Estos domos
conservarían una alta temperatura de emplaza- resurgentes pueden alcanzar > 1 km por encima
miento. Los depósitos resultantes se endurecerían de la depresión y ubicarse en zonas centrales (e.g.
principalmente por alteración en fase vapor pu- caldera del Cerro Galán) o bien en sectores latera-
diendo mostrar un grado de soldadura variable. les (e.g. caldera Cerro Aguas Calientes), dentro del
La mayoría de las calderas no tuvo una erupción área deprimida. No se reconocen calderas riolíti-
pliniana previa a su formación, excepto en los ca- cas con generación de domos resurgentes ni con
sos de la última caldera del CVCB, las ignimbritas volúmenes superiores a 10 km3. Las calderas que
Real Grande y Merihuaca del Complejo volcánico contienen pómez pobres en cristales (10%) son sólo
Cerro Galán, las ignimbritas de Cerro Panizos y la las pertenecientes a calderas pequeñas y recientes
unidad de enfriamiento inferior de la Ignimbrita como las de Incapillo y el CVCB.
Vilama (no asociada al colapso). Muchas calderas (e.g. Cerro Panizos, Incapillo,
Las depresiones caldéricas resultantes tienen Coranzulí, Cerro Galán, Cerro Aguas Calientes,
diámetros variables, siendo la más grande la de Laguna Amarga, Luingo, CVCB) registran una
Vilama (40-35 x 18-15 km) y la más pequeña la de actividad post-colapso representada por domos y
Incapillo y/o las calderas de Cerro Blanco (6-5 x volcanes pequeños que se concentran frecuente-
5-4 km). La relación entre los ejes mayor y menor mente a lo largo del perímetro del área colapsada
en general está comprendida entre 1 a 1,7, con la o bien en sectores centrales. La ocurrencia de sis-
caldera Vilama como único ejemplo donde el eje temas hidrotermales mineralizantes en las zonas
mayor es más del doble que el menor. intra-caldera o próximas a sus bordes es observada
Los volúmenes expresados como equivalente a en todas las calderas. En muchas calderas se reco-
roca densa están comprendidos entre 9 y 1.400 km3. nocen sistemas hidrotermales activos, como por
La composición de las ignimbritas es mayormente ejemplo en Cerro Galán, Incapillo y Cerro Blanco.
dacítica a riodacítica, con muy pocos ejemplos rio-
líticos (CVCB e Ignimbrita Toba 1 del CVNM). En Características generales de las calderas
muchos casos los fragmentos juveniles dentro de del segmento 21-28° S de la ZVC
una misma ignimbrita son de composición varia-
da, ya sea desde el punto de vista de la cantidad de A fin de caracterizar la distribución espa-
vesículas, de la composición geoquímica y/o de la cio-temporal de estas calderas y su significado en
cantidad de cristales que contienen. En las calderas un contexto regional, en esta sección consideramos
del CVCB en la época eruptiva Campo de la Piedra también las calderas del sector sur de la ZVC (21-
Pómez, en la caldera Incapillo, en las ignimbritas 28° S) ubicadas fuera de Argentina; estas son: Pu-
del Grupo Toconoquis, y en la unidad de enfria- rico, Guacha, Pastos Grandes, La Pacana, Kapina
miento inferior de la caldera Vilama (no asociada y Wheelwright (Figura 1). Además, consideramos
al colapso) se describe la presencia de pómez ban- la caldera enterrada Abra Granada en territorio
deadas. En los casos de los complejos volcánicos argentino (Tabla 2). Cabe resaltar que existen nu-
Pucarilla-Cerro Tipillas, Cerro Galán y Coranzulí merosos estudios previos en donde se analiza la
se describen líticos juveniles de grano fino ricos en distribución espacio-temporal de ignimbritas en
cristales y pobres en vesículas. En las calderas del relación a volumen y/o área (e.g. de Silva y Gosnold
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
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Tabla 2. Compilación de ignimbritas asociadas a calderas en el segmento 21-28° S de la ZVC de los Andes.

Latitud Longitud Volumen Edad


Caldera Ignimbrita Composición
(°S) (°O) (km3) ERD (Ma)
CVCB Cerro Blanco 26,76 67,74 9 0,005 riolita
CVCB Campo de la Piedra Pómez 26,79 67,72 9 0,4-0,073 riolita
Incapillo Incapillo 27,9 68,83 20,4 0,5 riodacita
Purico Purico 22,95 67,75 100 0,98 dacita
Galán Cerro Galán 25,98 66,93 630 2,08 riodacita
Pastos Grandes Pastos Grandes 21,77 67,86 1500 2,89 riodacita
Guacha Tara 22,65 67,25 800 3,5 riodacita
CVCG Cueva Negra 25,98 66,93 50 3,8 riodacita
La Pacana Atana 23,17 67,42 2500 4-5,81 riodacita
CVCG Grupo Toconquis 25,98 66,93 650 4,51-5,6 riodacita
La Pacana Toconao 23,17 67,42 180 4 riolita
Pastos Grandes Chuhuilla 21,77 67,86 1200 5,45 riodacita
Laguna Amarga Laguna Verde y Laguna Amarga 26,7 68,5 70 3-5,1 riodacita
Guacha Guacha 22,69 67,5 1300 5,81 riodacita
Wheelwright Wheelwright 26,68 68,81 4 5,5-6,6 andesita
Coranzulí Coranzulí 23 66,31 650 6,4-6,8 dacita
Cerro Panizos Cerro Panizos 22,18 66,7 652 6,8 dacita
Negra Muerta Toba 1 24,47 66,2 8,75 7,1 riodacita
Kapina Sifon 21,77 67,86 1000 8,33 dacita
Vilama Vilama 22,4 66,95 1200 8,4-8,5 dacita
Negra Muerta Acay 24,47 66,2 9 9 dacita
Granada Ignimbrite
Granada 22,53 66,53 60 9,8 dacita
Complex
Cerro Aguas calientes Tajamar 24,3 66,53 350 10,3 dacita
Luingo Pucarilla 26,13 66,66 135 12,1 dacita
CVPCT Alto de Las Lagunas 26,13 66,66 2 13,5 dacita
Cerro Aguas Calientes Verde 24,3 66,6 140 17,15 dacita
En los casos en los que no existen datos previos de estimación de volumen se estimó un volumen mínimo considerando
el área extra-caldera ocupada por las ignimbritas más el área intra-caldera multiplicando por el espesor medio y en los
casos en que no se conocía el mismo se asignó arbitrariamente un valor mínimo de 30 m de espesor medio. Se asignaron
las composiciones siguiendo la propuesta en Hughes y Mahood (2008) con rangos de SiO2 (% en peso) de 63-67 para da-
citas; 68-72 para riodacitas y > 72 para riolitas; en los casos en que los datos abarcaban más de una composición se asignó
aquella más representativa.

2007, Kay y Coira 2009, Salisbury et al. 2011, Guz- km3; 1,6 km3/Ma), con el mayor volumen emitido
mán et al. 2014), pero en este caso particular se usan registrado entre los 6 y 4 Ma (~5.900 km3; 2,95 km3/
exclusivamente los datos de aquellas asociadas a Ma); este máximo se observa a lo largo de casi todo
colapsos verticales. el segmento (entre 21-26° S y 66° 30’-68° O; Tabla
Las calderas cenozoicas del segmento sur de 2 y Figura 5a, b). Hasta los 10 Ma y en el intervalo
la ZVC tienen edades que van desde los 17 Ma 8-6 Ma la actividad de calderas se restringió al E de
hasta ~5.000 años AP. El volumen total de ignim- los 67° O (e.g. Kay y Coira 2009), con una expan-
britas generadas por las mismas se ha estimado sión hacia el O durante el intervalo 10-8 Ma (~8,3
en ~13.200 km3 (ERD) (Tabla 2); sin embargo, hay Ma: Ignimbrita Sifón, Salisbury et al. 2011). Desde
gran cantidad de ignimbritas que podrían haberse los 6 a los 2 Ma las calderas tuvieron amplia distri-
formado a partir de calderas (en particular muchas bución a lo largo y ancho de la ZVC (Figura 5a, b);
ignimbritas del segmento 25-28° S que carecen de desde los < 2 Ma el volumen de magma extruido
estudios de detalle), por lo que este volumen se por calderas es muy reducido (~140 km3; Tabla 2).
considera una estimación mínima. El clímax de Si se considera a las super-erupciones como aque-
generación de depósitos relacionados a calderas llas que emitieron > 450 km3 (ERD) (e.g. Sparks et
parece haber ocurrido entre los 10 y 2 Ma (12.813 al. 2005, Self 2006), la única caldera (conocida hasta
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
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Figura 5. Histogramas de volúmenes y edades en relación a la localización N-S (a) y E-O (b) de las diferentes calderas del
segmento 21-28° S de la ZVC; (c) segmento 21-24° S; (d) segmento 25-28° S; (e) segmento 24-25° S; (f) histograma compa-
rando edades, volúmenes y composiciones de las calderas.

el momento) fuera del CVAP que habría generado mayores volúmenes ignimbríticos se encuentran
una erupción de este tipo en la Puna Austral es la en el segmento 21-24° S (CVAP), donde Salisbury
de ~2 Ma del Cerro Galán; mientras que serían va- et al. (2011) identificaron 3 pulsos principales rela-
rias las calderas relacionadas a super-erupciones al cionados a calderas a los 8,41-8,33 Ma, 5,65-5,45 Ma
norte de 23° 30’ S: Coranzulí, Cerro Panizos, Vila- y 4,09-3,96 Ma. Sin embargo, hubo otros eventos de
ma, Pastos Grandes, Guacha, La Pacana y Kapina. importancia entre 6,78 a 6,4 Ma, como los de Pa-
Como fue notado en numerosas contribuciones nizos y Coranzulí. La producción de ignimbritas
(e.g. de Silva 1989, de Silva y Gosnold 2007), los relacionadas a calderas del CVAP es volumétrica-
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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

mente mucho mayor (~5:1) que más al sur, con los en las características geoquímicas de los depósitos
volúmenes mayores entre 22-23° S (ver Figura 5a, asociados a cada colapso, como por ejemplo en el
c). En el segmento 21-23° S del CVAP hubo intensa Complejo volcánico Cerro Galán, donde se inter-
actividad relacionada a calderas entre los 10 a 2 Ma pretan múltiples colapsos ocurridos desde los 6 a
(calderas Pastos Grandes, Cerro Panizos, Vilama, 2 Ma con un máximo intervalo de 1,2 Ma (Folkes
Granada, Guacha, Kapina y Purico), mientras que et al. 2011b), o en el Complejo Pucarilla-Cerro Tipi-
en el segmento 23-24° S la actividad de mayor im- llas, con dos colapsos distantes 1,4 Ma (Guzmán et
portancia se restringió al intervalo de 6,8 a 4 Ma (La al. 2011, Aramayo et al. 2017). Se ha propuesto que
Pacana, Coranzulí) (Figura 5c). esto estaría relacionado al crecimiento de grandes
Al sur de 24° S el segmento con mayor volu- batolitos por debajo de la zona en donde se ubican
men de ignimbritas relacionadas a calderas es el las calderas, los cuales crecerían en intervalos de
de 25-26° S (Figura 5a, d). Consideramos el seg- cientos de miles a millones de años (e.g. Folkes et
mento de 24-25° S una zona de transición con ca- al. 2011, Guzmán et al. 2011, Salisbury et al. 2011).
racterísticas que contrastan con las de Puna Aus- En general, los depósitos relacionados a las cal-
tral y Septentrional; en este segmento se registran deras más antiguas, cuyos rasgos están oscureci-
las calderas más antiguas, que se ubican próximas dos por los depósitos de las últimas calderas, son
al borde oriental de la Puna, al E de 67° O (Figura de menor volumen (e.g. Cerro Galán, Luingo, La
5e). Se observan dos picos relacionados a la cal- Pacana, Pastos Grandes, Cerro Aguas Calientes).
dera Cerro Aguas Calientes a los 17,15 y 10,3 Ma, Un rasgo destacable es que las últimas erupciones
mientras que el resto del magmatismo relaciona- de calderas parecen destruir muchos rasgos de las
do a calderas es de volumen muy bajo, relaciona- erupciones precedentes, dejando muy pocas evi-
do a la caldera Negra Muerta entre 9 y 7 Ma. dencias de su existencia. Es de esperar que el so-
En el segmento 25-28° S (Figura 5d) se observan terramiento de las primeras estructuras de colapso
dos picos de calderas de colapso, uno a los 14-12 por aquellas más recientes dificulte el hallazgo de
Ma (137 km3) relacionado a la caldera Luingo, muy los bordes de calderas más antiguas. Sin embargo,
inferior al pico de 6-2 Ma (1.400 km3; 0,35 km3/Ma) observaciones recientes en donde se ha interpreta-
relacionado principalmente al Complejo volcánico do que gran parte de las ignimbritas generadas por
Cerro Galán y a la caldera Laguna Amarga; la ac- un primer evento de colapso se degradan por una
tividad de < 2 Ma se restringe al sur de 26° S con deformación intensa en el intervalo entre un colap-
las calderas de Cerro Blanco e Incapillo (Tabla 2 y so y el sucesivo (Complejo volcánico Pucarilla-Ce-
Figura 5d). rro Tipillas: Aramayo et al. 2017) podrían indicar la
La evolución composicional de las calderas incidencia de los eventos de tumescencia previos
muestra una clara tendencia en el tiempo a ge- a cada colapso y su impacto en elevar las tasas de
nerar depósitos más silíceos (Figura 5f); hasta los deformación en un área específica.
7-6,5 Ma las composiciones fueron predominante-
mente dacíticas pasando a dominantemente rio- Agradecimientos
dacíticas hasta aproximadamente 2 Ma y luego se Los autores agradecen las valiosas sugerencias de la
encuentran ejemplos riolíticos (aunque fuera del Dra. Beatriz Coira.
territorio argentino también se encuentran dacitas
como el caso de la caldera Purico). Las calderas REFERENCIAS
riolíticas son volumétricamente poco importan-
Allmendinger, R.W., Jordan, T.E., Kay, S.M. e Isacks,
tes, pobres en cristales (< 10%) y ocurrieron du-
B.L. 1997. Evolution of the Puna-Altiplano Plateau
rante el Cuaternario. of the central Andes. Annual Review of Earth Plan-
Un rasgo común observado en el segmento etary Sciences 25: 139-74.
21-28° S de la ZVC es la ocurrencia en aproxima- Aramayo, A., Guzmán, S., Hongn, F., del Papa, C., Mon-
damente una misma zona de varios colapsos de tero López, C. y Sudo, M. 2017. A Middle Miocene
caldera, con intervalos entre un colapso y el subsi- (13.5-12 Ma) deformational event constrained by
guiente muy breves (e.g. ~70.000 años en el CVCB) volcanism along the Puna-Eastern Cordillera bor-
a más frecuentemente de 1 a 2,6 Ma (e.g. Pastos der, NW Argentina. Tectonophysics 703-704: 9-22.
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Tipillas, Laguna Amarga), hasta casos extremos LO), Puna Austral. XVI Congreso Geológico Argen-
de intervalos de 7 Ma como en el caso de la cal- tino, Actas 1: 851-858, La Plata.
dera Cerro Aguas Calientes. En muchos de estos Arnosio, M., Becchio, R., Viramonte, J.G., de Silva, S. y
ejemplos se ha comprobado una gran similitud Viramonte, J.M. 2008. Geocronología e isotopía del

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Relatorio - XX CGA - Tucumán 2017
Guzmán et al. – Ciencias de la Tierra y Recursos Naturales del NOA

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