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Cuenca neuquina

Cuenca neuquina

“La cuenca Neuquina, constituye una extensa comarca


petrolera que abarca la provincia del Neuquén, sector
occidental de La Pampa y Río Negro y la porción meridional
de la provincia de Mendoza” (Secretaría de Energía.
República Argentina, 1987, p. 29).

Figura 1: Cuenca neuquina

Fuente: Barredo, S., Stinco, L. (2014). Cuenca Neuquina: mapa de ubicación y

yacimientos. Recuperado de

http://combustibles.materias.gl.fcen.uba.ar/index.php/download_file/view/127/12

9/.

“Los límites nordeste y sudeste son de naturaleza cratónica,


mientras que por el oeste está dado por una estructura de
arco volcánico” (Schiuma, Hinterwimmer y Vergani, 2002, p.
201). 

En relación con la producción de hidrocarburos es una de


las cuencas más importantes del país. Contribuye a esta
calificación su considerable producción y cantidad de
reservas de petróleo y gas que la ubican en un lugar de
privilegio dentro del contexto nacional. Además, dada su
diversidad geológica es posible hallar rocas que
representan casi todos los ambientes sedimentarios,
magníficamente expuestos en los afloramientos del sector
occidental. La cuenca registra múltiples casos de
entrampamientos comerciales. 

En los inicios de la exploración de la cuenca, diversos


factores conspiraron contra una intensa prospección de
hidrocarburos en el desierto neuquino. En la década de los
setenta, gracias al hallazgo de importantes yacimientos
(Puesto Hernández y Loma La Lata), se produjo una intensa
actividad que le posibilitaría convertirse en la cuenca más
importante del país. 

Si bien la cuenca se halla en un estado maduro


de exploración, esta aseveración es válida para
los sectores adosados a los bordes nororiental y
suroriental, en lo referente a niveles localizados
a más de 3500 m de profundidad, puede
considerarse como poco investigada. (Barredo y
Stinco, 2014, p. 92) 

Esto implica que, aunque la cuenca Neuquina se encuentra


en un estado desarrollado desde el punto de vista de la
exploración, aún mantiene importantes desafíos.

Estratigrafía 

La cuenca comienza a desarrollarse a partir del Jurásico


inferior, con depósitos de origen volcánico. 

Ya durante el Jurásico, se produce en un amplio sector del


oeste de Argentina la deposición de sedimentos marinos
que encuentran en este ámbito una marcada depresión a
través de la cual se expanden en dirección oriental. 

A partir de ese momento el relleno sedimentario se


caracteriza por una notable ciclicidad definida por la
presencia de sedimentos marinos y continentales en forma
alternada; situación que perdura hasta el Terciario.
(Secretaría de Energía, 1987, p. 30) 

El océano Pacífico avanzó tres veces inundando lo que


actualmente es la cuenca Neuquina. Hace millones de años
atrás, la cordillera de los Andes no existía y el terreno tenía
pendiente hacia el oeste. Desde el Jurásico medio y hasta
el Cretácico, el Pacífico ingresaba desde el oeste para
inundar grandes extensiones de tierra. Luego comenzó a
retirarse debido al crecimiento de la cordillera de los Andes,
que impidió el paso del agua. 

Millones de años después, la inclinación del continente era


hacia el este. La última gran transformación se debió al
ingreso del océano Atlántico a finales del Cretácico, que
inundó gran parte de la Patagonia.

Figura 2: Columna estratigráfica de la cuenca Neuquina.


Región de Rincón de los Sauces

Fuente: Barredo, S. y Stinco, L. (2014). Columna estratigráfica para la sección

noreste de la cuenca. Recuperado de

http://combustibles.materias.gl.fcen.uba.ar/index.php/download_file/view/127/12

9/.

Los primeros depósitos de la cuenca fueron de carácter


continental durante el Triásico, alcanzan hasta el Jurásico
inferior y pertenecen a los denominados Choiyoi y
Precuyano. 

Al Precuyano le suprayacen sedimentos representados por


un ingreso marino (formación (Fm.) Los Molles) a principios
del Jurásico, seguido por los sedimentos clásticos de la Fm.
Lajas (areniscas compactas). “Este intervalo "Jurásico" se
completa con las areniscas y calizas de las formaciones
Lotena y La Manga, producto de un nuevo avance del mar”
(Schiuma et al., 2002, p. 201); y culmina con una espesa
secuencia de evaporitas de la Fm. Auquilco (yeso y
anhidrita). 

Como consecuencia de una reactivación del arco volcánico


en el oeste, se deposita un espeso intervalo de clastos
continentales fluviales y eólicos (Fm. Tordillo). 

Este paisaje es nuevamente inundado y da como resultado


la Fm. Vaca Muerta (margas), sobre la que se desarrollan
depósitos clástico-calcáreos de la Fm. Quintuco. 

A partir de una importante caída del nivel del mar se


depositan importantes depósitos clásticos (Fm. Mulichinco)
que posteriormente son cubiertos por otra ingresión marina
(Fm. Agrio), equivalente temporal de las areniscas y
conglomerados rojizo-blanquecinos de la Fm. Centenario,
que constituyen una importante depositación clástica
proveniente del sudeste de la cuenca. (Schiuma et al., 2002,
p. 203) 

Este intervalo abarca el grupo Mendoza. A este grupo le


suprayace el Gr. Rayoso con la deposición de facies
clásticas y evaporíticas (Fms. Huitrín y Rayoso). 

“Sobre el Gr. Rayoso apoyan discordantemente las


sedimentitas del Gr. Neuquén, compuestas por arcilitas y
areniscas rojo-violáceas continentales del Cretácico
Superior” (Schiuma et al., 2002, p. 203). 

“A principios del Terciario se produce la transgresión


atlántica, depositando arcilitas verdosas y amarillentas junto
a los calcáreos blanquecinos y evaporitas que se asignan al
Gr. Malargüe” (Schiuma et al., 2002, p. 203). 

“Finalmente el relleno de la cuenca se completa con un


complejo volcánico - piroclástico que alterna con
sedimentos continentales, que abarca el Terciario medio y
superior hasta el Cuaternario” (Secretaría de Energía.
República Argentina, 1987, p. 33).

Geología del petróleo 

“La columna estratigráfica de la cuenca cuenta


fundamentalmente con tres secciones con marcadas
condiciones oleogenéticas: Formaciones Los Molles, Vaca
Muerta y Agrio, que en algunas zonas exceden en conjunto
los 2.800 m de espesor” (Secretaría de Energía. República
Argentina, 1987, p. 34).

Figura 3: Columna estratigráfica de la cuenca Neuquina.


Región de engolfamiento

Fuente: Schiuma et al. (2002). Imagen sin título sobre columna estratigráfica de

la cuenca neuquina, p. 335. 

Los hidrocarburos generados en ellas se alojan en los más


diversos tipos de trampas.

En la actualidad, la gran mayoría de las trampas


estructurales ya han sido prospectadas. Resta aún
desarrollar más intensamente la exploración de trampas
estratigráficas o combinadas. Desde este punto de vista la
cuenca ofrece muy interesantes perspectivas dada la
ciclicidad que caracteriza a su relleno, posibilitando la
existencia de importantes cambios de facies, capaces de
generar entrampamientos dentro de prácticamente todas las
unidades citadas. 

La Fm. Quintuco – Vaca Muerta, es la unidad que ha


brindado el mayor volumen de hidrocarburos líquidos
extraídos hasta la fecha, de facies carbonáticas depositadas
en ambientes sabkha, lagunar y plataforma proximal. De
menor magnitud resultan los volúmenes de hidrocarburos
líquidos recuperados en secciones clásticas fluvio -
deltaicas y fluviales de las Formaciones Lajas, Challaco y
Tordillo, infrayacentes todas ellas a la Formación Vaca
Muerta que actúa como roca madre y sello. 

Ejemplos clásicos de entrampamiento estratigráfico lo


constituyen los yacimientos de Puesto Hernández (petróleo)
y Loma de la Lata (gas y condensado). El ejemplo más
representativo de trampa estructural lo constituye el campo
petrolero de Sierra Barrosa. (Secretaría de Energía, 1987,
p. 34) 

2. Yacimientos de importancia en la cuenca 

•  Campamento I (año 1918). Alrededor del primer pozo


perforado en el anticlinal de Plaza Huincul se establece el
área denominada Octógono Fiscal.

•  Campamento II y Campamento III (1925 y 1927). Se


perfora el anticlinal Challacó. 

• Cerro Bandera, Cerro del Medio, y Sierra Barrosa (de 1952


a 1957). Los reservorios productores eran areniscas
ubicadas por debajo de la formación Vaca Muerta. 

•  Catriel, Entre Lomas, Medanito, y Señal Picada (década


de 1960). La formación Quintuco es incorporada a la
producción de hidrocarburos.

• Puesto Hernández (1967). Durante años fue el yacimiento


más importante del país. Tiene trampas de tipo
combinadas. 

•  Cerro Fortunoso, Los Volcanes, Chihuido de la Sierra


Negra, y Desfiladero Bayo (décadas de 1970 y 1980). 

•  Loma La Lata (1977). Yacimiento gigante de gas de la


formación Tordillo (conocida como formación Sierras
Blancas). La trascendencia del campo de Loma La Lata fue
de tal magnitud que permitió cambiar la matriz energética
argentina. Se produjo una fuerte reconversión del consumo
de combustibles líquidos hacia el gas natural, abasteciendo
a todo el país, además de permitir la exportación de este
fluido a Chile mediante una importante red de gasoductos. 

•  Cañadón Amarillo, Loma de las yeguas, Aguada San


Roque, Filo Morado, y El Portón (década de 1980). 

• Chihuido de la Sierra Negra y Lomita (década de 1980). 

• El Trapial (1991). 

•  Sierra Chata, Loma Negra, Puesto Espinosa, Barda


Gonzales, y Anticlinal

• Campamento (década de 1990). 

• Volcán Auca Mahuida, Portezuelo, y Cupen Mahuida (2000


en adelante). 

En los últimos años, han tomado impulso los yacimientos


no convencionales. Este término hace referencia a la
explotación de reservorios cuyas trampas no contienen los 3
elementos de un yacimiento convencional (roca madre,
reservorio, y sello). Ejemplos de este tipo son algunos
yacimientos cuyas permeabilidades son muy bajas, como
tight o shale, por lo que muchas veces precisan fracturas
hidráulicas para poder aumentar la permeabilidad. 
Los yacimientos tight, que se producen actualmente,
corresponden a arenas compactas de baja permeabilidad,
principalmente de las formaciones Lajas y Punta Rosada.
Por ejemplo: 

• Lindero Atravesado. 

• Estación Fernández Oro. 

• Sierra Barrosa. 

• Río Neuquén. 

Los yacimientos shale hacen referencia a aquellos de los


que se extraen hidrocarburos de los esquistos bituminosos
de la roca madre. Los más conocidos son los que se dirigen
a la formación Vaca Muerta. Podemos nombrar los
siguientes: 

• Loma Campana. 

• El Orejano. 

• Rincón del Mangrullo. 

• La Ribera. 

• Fortín de Piedra. 

• Aguada Pichana. 

• Bandurria. 

• Coirón Amargo. 

• La Calera. 

• Bajo del Choique - La invernada. 

Figura 4: Perfil tipo de la zona productiva de la


formación Sierras Blancas (Tordillo)

Fuente: Schiuma et al. (2002). Imagen sin título sobre perfil de la formación

Sierras Blancas, p. 341.

Referencias

Barredo, S. y Stinco, L. (2014). Geología del petróleo y del


gas. Recuperado de
http://combustibles.materias.gl.fcen.uba.ar/index.php/downlo
ad_file/view/127/129/.

Schiuma, M., Hinterwimmer, G. y Vergani, G. (2002).


Rocas reservorio de las cuencas productivas de Argentina.
Buenos Aires: Inst. Argentino del Petróleo y del Gas.

Secretaría de Energía (1987). Formaciones geológicas en


Argentina. Recuperado de
https://www.energia.gob.ar/contenidos/archivos/Reorganizac
ion/contenidos_didacticos/publicaciones/formaciones_geolo
gicas.pdf.

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