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Carrera: Tramo de Formación Pedagógica- Nivel Medio

Espacio Curricular: Pedagogía

Catedra a cargo de:

Profesora: Lic. Gisella García

Comisión: 16- Noviembre 2.022

Ciclo lectivo: 2.022

Alumna: Analía Noemí Gutiérrez

DNI: 26.511.973

Trabajo practico de acreditación final de la catedra:


Título: “Covid-19: ¿Qué involucro enseñar en tiempos de tanta incertidumbre, de
virtualidad y el retorno paulatino a la presencialidad? ¿Se puede garantizar una nueva
forma de enseñar?

” Todo ha cambiado. Se ha caído el sistema. La escuela. La frontera que la


separaba (en parte) del mundo. El aula. La mirada. Todo se ha derrumbado de repente
y no sabemos por cuánto tiempo más. La aparición del COVID 19 trajo la cuarentena y
puso un paréntesis en la larga historia de la escolarización. Desde entonces, vivimos
la era de la excepción. Axel Rivas

Introducción: Para comenzar con mi análisis, me es imperioso poder problematizar


en cómo afectó la pandemia de Covid-19 a nivel escolar, las formas de acceso a los
aprendizajes, la permanencia y la apropiación de aprendizajes significativos a través
de la virtualidad como casi única opción, la incertidumbre prevaleciente y el
consiguiente retorno a la presencialidad.

La pedagogía como práctica social, y como reflexión de la educación. Tensión y


contradicción que desestiman la tarea escolar. El lugar que tiene la escuela, el
docente, el alumno/a, y el conocimiento. La Historia de la Pedagogía. La alianza entre
familias/escuelas. El Tiempo y el espacio, el rol del docente y de los estudiantes
durante la pandemia por Covid-19. Las situaciones de desigualdad de los/las
estudiantes durante el ASPO. Tomar el concepto de Capital Cultural. Construcción de
la subjetividad y sociabilidad en la actualidad. La Educación como fuerza reproductora.
El currículum escolar. Las tecnologías como lugar de conexión y desconexión de los
sujetos Tecnologías y educación.

Desarrollo:

Considerando a la Pedagogía como una práctica social que reflexiona sobre la


educación, se puede decir que esta última es un proceso de la realidad, mientras que
la pedagogía admite diversas maneras para definir dicho proceso.

Si pensamos en las diferentes realidades podemos reflexionar sobre la pandemia de


Covid-19, como una actual realidad, pudiendo considerar sus consecuencias en
cuanto a los términos de acceso, permanencia y la adquisición de aprendizajes
significativos, durante la virtualidad, la incertidumbre y el retorno a la presencialidad. Y
si consideramos a la Pedagogía como parte de un campo de tensión entre discursos, y
a la escuela como transmisora de la cultura, el maestro/profesor como pasador de
dicha cultura, el/la alumno/a como sujeto de posibilidad, buscándose que la igualdad
sea la premisa de dicho acto educativo, y tomar el conocimiento como una
herramienta para desnaturalizar lo social.

Considerando la historia de la Pedagogía, podemos pensar que fue Amos Comenio,


un pionero de ella, ya que escribió su libro “La Didáctica Magna”, en la que se reflejaba
su notable frase: “se debe enseñar todo a todos, al mismo tiempo”, pero si
reflexionamos sobre esta expresión podemos cuestionarnos ¿durante la pandemia
pudo realmente llevarse a cabo dicha postulación? ¿O esto dejó de funcionar mucho
antes?, si bien lo expuesto en aquella frase de Comenio marcó un hito histórico, esto
debido a que antes no todos/as podían acceder al conocimiento, se puede pensar en
que ya desde hace un tiempo la misma comenzó a ponerse en cuestión, y en
particular cuando observamos y analizamos las aulas heterogéneas, en la que no
todos pueden acceder al conocimiento de la misma forma ni al mismo tiempo. Otro
concepto importante de dicho autor es la alianza que plantea entre la familia y la
escuela para que el hombre logre la perfección. Siendo esto último en la actualidad
fundamental para poder garantizar la educación durante la pandemia. Por lo que es
importante pensar a la escuela no como un fenómeno natural y evolutivo, sino más
bien como un fenómeno histórico y contradictorio.

En cuanto al tiempo y el espacio podemos pensar que durante muchos años el lugar
fue la escuela, sin embargo durante el ASPO el espacio del mismo fue nuestra casa, el
hogar y tuvimos que hacer escuela en casa, esto por medio de los dispositivos
tecnológicos que muchas veces no se tenían o eran compartidos por varios miembros
de la familias, quedando esto en medio de tanta incertidumbre. Y si bien en la
actualidad el espacio volvió a ser la escuela en presencialidad, se pueden observar las
consecuencias y las desigualdades entre aquellos alumnos/as que si pudieron
acceder a la modalidad virtual y aquellos que al parecer tuvieron un año perdido de
clases. Si tenemos en consideración al contenido las/los docentes tuvieron que
adaptarlos para que todos/as los alumnos /as pudieran acceder a los mismos,
llevándose a cabo diversas estrategias para poder hacer llegar las tareas a cada
alumno /a, como por ejemplo: por medio de mensajes por WhatsApp, videollamadas
grupales, vídeos explicativos, audios, y también en las escuelas rurales, con la entrega
de mercaderías se les iba adjuntado el cuadernillo con actividades para los y las
estudiantes, el cual la mayoría de las veces volvía al docente con las actividades sin
realizar. Y en dicho contexto excepcional, el rol de el/la docente fue el de acompañar
al alumnado intentando por diferentes medios estar presente para poder garantizar
una buena enseñanza, sin embargo muchos de los/ las estudiantes no siempre
pudieron mantener un rol activo esto debido a las situaciones presentes de
desigualdad. Y si consideramos que la educación implica la adquisición del capital
cultural de los/las estudiantes es conveniente pensar ¿Qué sucedió con aquellos/as
estudiantes durante la pandemia de Covid-19 que no pudieron acceder a la educación
en tiempos de virtualidad? debido a la falta de acceso a los dispositivos tecnológicos,
como así también la falta de acompañamiento de las familias ,como así también
aquellas personas allegadas que padecían de la enfermedad, el cansancio ,el estrés
debido a la situación general y la baja autoestima de los/las estudiantes debido al
confinamiento y al hecho de estar encerrados, el no poder ver a sus compañeros/as y
amigos/as y el temor constante a enfermarse o a enfermar a alguien de riesgo ,son
algunos de los aspectos que influyeron considerablemente cuando se indago acerca
de las causas de ausentismo de los mismos en todos los niveles educativos. Y es
debido a estas situaciones que podemos considerar que en la actualidad con el
consiguiente retorno a la presencialidad no todos/as los alumnos/as poseen el mismo
capital cultural, dejando esto claramente en evidencia situaciones de desigualdad
como consecuencia de la pandemia. Si retomamos el concepto de capital cultural y
consideramos las tensiones y contradicciones que surgen en la tarea escolar,
podemos mencionar que tal como lo plantea Bourdieu la primer educación se da en las
familias y va a sentar las bases para el acceso a la cultura, entonces podemos decir
que cada sujeto posee conocimientos previos y culturas diferentes que dependen del
contexto donde se encuentren insertos, muchas veces el capital cultural que contienen
de sus casas es diferente al que se presenta en la escuela y eso genera cierta
desigualdad, puesto que “(...) estas tienen su origen en la desigual distribución de las
condiciones materiales y simbólicas que caracteriza a sociedades y escuelas en el
actual contexto histórico y político.” (García, G 2021; p.7). "La cultura opera sobre la
subjetividad en forma doble, aliena, unifica, pero a la vez ofrece soportes para el
despliegue de la singularidad” (Fornari, Santos y Saragossi, 2002). Los ciudadanos
modernos se encuentran sujetos a leyes, a normas que dicen cómo debe ser y qué
debe hacer, lo cual le da identidad, pertenencia y existencia. En la actualidad se busca
que las personas sean creativas, activas y plásticas. La construcción de la subjetividad
y la sociabilidad actual se apoya en dos ejes, como lo son la visibilidad y la conexión
permanente. Corea (2004) sostiene que hay un desfasaje entre la expectativa de
subjetividad que la escuela supone a sus alumnos y los sujetos que ingresan a la
misma. Esto debido a que en la actualidad debemos trabajar con aulas heterogéneas,
teniendo en consideración que todos/as saben algo, pero conocen cosas diferentes,
entonces es la autoridad del docente la que va a partir desde allí y le favorecerá la
autonomía del/la estudiante y la democratización del conocimiento. La educación
produce la subjetividad de los/ las estudiantes y lo construye en sujeto individual y
social. Nassif (1974) plantea que la educación contiene una fuerza reproductora, ya
que la educación genera más educación, puesto que tiene efectos multiplicadores, es
por ello que “(...) mediante la educación decidimos si amamos a nuestros hijos lo
bastante como para no arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus propios recursos
y prepararlos con tiempo para la tarea de renovar un mundo común”. (Arentd, H; 1996,
p.3). Meirieu (1998) por su parte, sostiene que la educación debe centrarse en la
relación entre el sujeto y el mundo humano que lo recoge; entonces, su función será
permitirle que se construya a sí mismo como “sujeto en el mundo”, heredero de una
historia, capaz de comprender el presente y de inventar el futuro. Pero es el rol de la
escuela poner a disposición las herramientas necesarias para fomentar el
pensamiento crítico de los y las estudiantes, es decir cuestionar el orden establecido y
ser capaz de constituir un sujeto humanizado autónomo y conectado a otros/as. Es así
que es el sistema educativo el encargado de seleccionar los contenidos que van a
trabajarse, y en este proceso de selección, de ordenamiento y jerarquización, el
currículum, y la escuela en general, establece una autoridad cultural ,que autoriza,
reconoce, valora, ciertas prácticas culturales, a la par que descalifica otras.

Dussel y Caruso (1996) plantean que no solo se establece lo que debe enseñarse en
la escuela, sino que también de aquello que es importante para una sociedad. Como
ya se ha planteado, los sujetos ya poseen conocimientos previos, y es importante
permitirnos escuchar lo que cada alumno en su singularidad trae consigo, para poder
así reconocer su palabra y sus pensamientos, poder ponerlos en diálogo con los
nuestros y así permitir dando lugar a algo nuevo, distinto e inesperado surja en ese
momento. Es así que la enseñanza se presenta como una posibilidad de
discontinuidades y variaciones, por parte de los alumnos/as, de lo que nosotros desde
nuestro rol les ofrecemos como docentes. Es importante comprender que estamos
ante otra realidad. Y de que hoy el lugar de las tecnologías es un lugar de conexión y
de desconexión, en relación a la primera es que muchas veces los sujetos alumnos/as
se encuentran conectados a las pantallas solo con base en sus interés personales y
desconectados a la realidad, ¿pero entonces qué involucro la educación en tiempos de
virtualidad?, siendo este interrogante retomado en la conclusión final de mi trabajo.

Conclusión:

Es importante destacar, que desde que la tecnología brindó el acceso a gran parte de
la población, son muchos/as los/las estudiantes que acceden a la misma y se pasan
horas conectados/as a las pantallas, chateando, interactuando el diferentes App
jugando a juegos o buscando cosas afines a sus gustos y deseos personales. Y fue el
contexto de pandemia lo que dejo en evidencia de que la escuela no estaba preparada
para hacerle frente a la virtualidad, surgiendo la problemática de ¿cómo lograr captar
la atención de los mismos?, ya que se tornaba una tarea difícil el poder motivar a los /
las estudiantes que no querían conectarse, como así también de aquellos/as que no
contaban con dispositivos tecnológicos o los compartían con otros/as miembros de la
familia, o si los tenían no contaban con un fluido acceso a internet. Y este nuevo modo
de hacer escuela, no es solo el fin de la escuela tradicional, esto marca el comienzo de
una nueva etapa que implica poder sostener la presencialidad y la virtualidad para
aquellos/as que lo necesiten, así como también el poder utilizar los dispositivos
tecnológicos tanto dentro como fuera del aula , implementando el uso de las
aplicaciones que nos brindan los mismos para poder dibujar, crear videos, documentos
en diferentes formatos como lo son en Word, Power Point, entre otros. Siendo de
suma importancia el hacer uso de estas nuevas tecnologías, teniendo en
consideración que esta nueva forma de hacer escuela, ira acompañada de una nueva
forma de enseñar, aspirando a que se torne más inclusiva y democrática, es por eso
que si bien aún hoy en día en plena presencialidad choca el hecho del uso del teléfono
celular en clase, es fundamental e imperioso que desde nuestro rol docente podamos
ayudarlos a entender que ese dispositivo, se puede utilizar como “puente”, de acceso
a infinitos saberes y nuevos conocimientos, lograr esto implica por nuestra parte de
una constante y continua capacitación.
Bibliografía:

*Arentd, Hanna (1996)

* Meirieu (1998)

* Ricardo Nassif (1974)

*Bourdieu

* Comenio (Didáctica Magna)

* Fornari, Santos y Saragossi, 2002.

*Corea (2004)

* Dussel y Caruso (1996

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