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Libro Liderazgo Educativo
Libro Liderazgo Educativo
Liderazgo educativo: reflexiones, escenarios y prácticas / editores, Alba Lucía Cruz Casti-
llo y Wilson Acosta Valdeleón; Ángela Cristina Pinto Quijano [y otros veinte]. - Prime-
ra edición. - Bogotá : Ediciones Unisalle, 2023.
234 páginas: ilustraciones, gráficas, fotografías; 23 cm
Edición Dirección
Ediciones Unisalle cled
edicionesunisalle@lasalle.edu.co
https://ediciones.lasalle.edu.co Autores
Alba Lucía Cruz Castillo
Dirección editorial Ángela Cristina Pinto Quijano
Diego A. Martínez Cárdenas Wilson Acosta Valdeleón
Luis Enrique Riascos Hinestroza
Coordinación editorial Hna. Doralba Zuluaga Arango
Andrea del Pilar Sierra Leidy Tatiana Elorza Vásquez
Yebrail Castañeda Lozano
Corrección de estilo Cristóbal Galvis Pineda
Sabina Ojeda Daniel Lozano Flórez
Hno. Cristhian James Díaz Meza
Diagramación Catalina Jaramillo Garcés
Natalia Pérez Tito Hernando Pérez Pérez
Javier Ricardo Salcedo Casallas
Diseño de portada Luis Ernesto Vásquez Alape
Yohanna Pachón Manuel Fernando González Cuevas
John Mauricio Sandoval Granados
Imprenta Jackson Acosta Valdeleón
dgp Editores Sandra Norbelly Luna Calderón
María Bernarda Payares
Impreso en Colombia. Leny del Carmen Mora Rivas
Emilce Moreno Mosquera
Libro sometido a evaluación de pares externos, catalogado como “libro resultado de investigación”. Por lo tanto, la
investigación contenida en este libro cuenta con el aval de expertos en el tema, quienes han emitido un juicio objetivo
sobre él, siguiendo criterios de índole científica para valorar la solidez académica del trabajo.
This book was reviewed by independent external reviewers. Therefore, the research contained in this book has the
endorsement of experts on the subject, who have issued an objective judgment of it, following scientific criteria to assess the
academic soundness of the work.
Editores:
Alba Lucía Cruz Castillo
Wilson Acosta Valdeleón
Editores:
Alba Lucía Cruz Castillo
Wilson Acosta Valdeleón
Edición
Ediciones Unisalle
edicionesunisalle@lasalle.edu.co
https://ediciones.lasalle.edu.co
Editores
Alba Lucía Cruz Castillo
Wilson Acosta Valdeleón
Dirección
Centro de Liderazgo y Excelencia Docente (CLED)
Corrección de estilo
Sabina Ojeda
Diagramación
Natalia Pérez
Diseño de portada
Yohanna Pachón
Autores
Alba Lucía Cruz Castillo Tito Hernando Pérez Pérez
Ángela Cristina Pinto Quijano Javier Ricardo Salcedo Casallas
Wilson Acosta Valdeleón Luis Ernesto Vásquez Alape
Luis Enrique Riascos Hinestroza Manuel Fernando González Cuevas
Hna. Doralba Zuluaga Arango John Mauricio Sandoval Granados
Leidy Tatiana Elorza Vásquez Jackson Acosta Valdeleón
Yebrail Castañeda Lozano Sandra Norbelly Luna Calderón
Cristóbal Galvis Pineda María Bernarda Payares
Daniel Lozano Flórez Leny del Carmen Mora Rivas
Hno. Cristhian James Díaz Meza Emilce Moreno Mosquera
Catalina Jaramillo Garcés
Prólogo 11
Introducción 15
del liderazgo educativo en contexto; los escenarios donde tienen lugar las
acciones propias de este liderazgo; y sus prácticas.
A lo expuesto se suma la imperiosa necesidad de ubicar el liderazgo
educativo en la coyuntura actual, que pasa por los desafíos de la educa-
ción rural, los territorios, el liderazgo transformacional y distribuido, el
liderazgo comunitario educativo y la educación indígena propia; las for-
mas de dirección escolar en las escuelas normales superiores; los retos que
emergieron durante la pandemia de la covid-19 —que pusieron a prueba
los liderazgos de rectores y coordinadores en las instituciones educativas
del país—; el rol y sentido de la práctica directiva del coordinador esco-
lar en el contexto colombiano; y las aproximaciones al liderazgo en un es-
fuerzo continuo de evolución, imaginarios, pensamiento, mejoramiento y
transformación.
Cada contribución realizada a la edición y publicación de este libro re-
presenta un esfuerzo conceptual, metodológico e investigativo de gran
magnitud académica. Este significativo logro colectivo es una muestra más
de la impronta y el compromiso que diferentes colegas —asociados de ma-
nera directa o indirecta al cled de nuestra Universidad— hacen al fortale-
cimiento de esta nueva área de investigación que comienza a fraguarse con
un profundo sentido de responsabilidad ética, política y social.
Las distintas secciones y los capítulos que se integran en este producto
académico también nos dejan desafíos relevantes que debemos afrontar en
colectivo. Uno de ellos es la creación de ecosistemas de investigación de ca-
rácter interdisciplinar que sitúen el liderazgo educativo como una amplia
gama de prácticas y concepciones que requieren ser estudiadas de forma
multidimensional. Esto significa que el liderazgo educativo no se puede re-
ducir de manera exclusiva a las prácticas de dirección, gestión y animación
escolar en un continuum de acciones que con facilidad se podrían caracteri-
zar de forma específica y precisa.
Es importante recordar que las prácticas de liderazgo educativo, como
tantas otras que atraviesan, permean y configuran la dimensión sociocul-
tural del mundo, incluyen agentes intencionales que se movilizan en sus
espacios de existencia a partir de modelos o esquemas sociocognitivos y
valóricos que se hacen más complejos desde la intersubjetividad. Un acer-
camiento al mundo subjetivo de los agentes e interacciones que se originan
en las prácticas de liderazgo educativo expresa con claridad la necesidad
Parte I
Fundamentos epistémicos o
metodológicos para pensar el
liderazgo en el contexto educativo
1 Este documento se elaboró en el marco del proyecto de investigación titulado Propuesta de un pro-
grama de formación en liderazgo transformador y distribuido para la generación de cambio organizacional
en la Universidad de La Salle - Bogotá, financiado por la Universidad de La Salle.
2 Doctora en Educación. Profesora-investigadora de la Universidad de La Salle. orcid: https://or-
cid.org/0000-0002-4657-6000. Correo electrónico: alcruz@unisalle.edu.co
3 Magíster en Estudios Internacionales y politóloga. Profesora-investigadora de la Universidad de
La Salle. orcid: https://orcid.org/0000-0003-4314-9254. Correo electrónico: apintoq@unisalle.
edu.co
4 Doctor en Educación. Profesor-investigador de la Universidad de La Salle y director del Centro
de Liderazgo y Excelencia Docente de esta institución. orcid: https://orcid.org/0000-0002-5555-
8998. Correo electrónico: wilacosta@unisalle.edu.co
Resumen
El liderazgo es una de las capacidades humanas más valoradas en la actua-
lidad por su acción transformadora. Esta premisa hoy en día se hace más
presente y necesaria frente a los cambios que atraviesa la sociedad; así,
pensar en el liderazgo como eje central de la educación es dar una mirada a
las estrategias que se deben construir en sociedad para resolver y vivir en
los nuevos escenarios que se presentaron a partir de la pandemia de la co-
vid-19. Por ello, el liderazgo en la educación superior exige la discusión y,
a la vez, la acción decidida por encontrar caminos que cada vez más dialo-
guen con los actores, procesos y comprensiones del mundo y sus cambios.
En tal sentido, este texto indaga sobre las razones epistémicas para pensar
el liderazgo como una opción de cara a la transformación social y la po-
tencialidad de los entornos educativos en estos momentos. De igual forma,
se expone desde este fundamento la apuesta del liderazgo transformador
y distribuido, así como algunos de sus aportes a este reto. Finalmente, se
ilustra el trabajo desarrollado por la Universidad de La Salle para incor-
porar el liderazgo como eje central de sus procesos reflexivos educativos,
investigativos, organizacionales y curriculares.
miembros para que desde sus encargos desplieguen sus liderazgos en pro
del mejoramiento de la institución.
En el ámbito educativo, además de resaltar la necesidad de tener un li-
derazgo distribuido, se ha hecho énfasis en la urgencia de hacer que los
liderazgos se desplieguen en pro del cambio y crecimiento de las organiza-
ciones. Esto aplica para las instituciones de educación superior, las cuales,
al igual que el resto de las organizaciones, buscan construir culturas orga-
nizacionales en las que los individuos empoderados promuevan el cambio
continuo para potenciar los proyectos de vida de sus estudiantes.
En este sentido, el liderazgo transformacional es una forma de influen-
cia que motiva a los seguidores a alcanzar logros que superan los que nor-
malmente se pueden esperar de ellos; así, es un proceso mediante el cual
“una persona se compromete con los demás y crea una conexión que eleva
el nivel de motivación y moralidad tanto en el líder como en el seguidor”
(Northouse, 2016).
Este tipo de liderazgo “transforma” a personas y organizaciones inci-
diendo en los valores, las emociones, la ética y los objetivos a largo plazo;
además, atiende a las necesidades de los seguidores y a una consideración
individualizada que les proporciona empatía, apoyo y ayuda para desarro-
llar su potencial. El líder transformacional inspira cambios positivos en los
seguidores al preocuparse por sus tareas y su bienestar, por esto, se gana la
confianza y el respeto de los demás.
Bass y Avolio (2010) proponen una secuencia entre tres estilos de li-
derazgo que van desde el laissez-faire (dejar hacer, dejar pasar), pasan por
el liderazgo transaccional y culminan en el transformacional. A partir de
esta secuencia desarrollaron un test con un cuestionario de 84 ítems para
ubicar a los líderes en alguno de estos estilos. El test se ha adaptado a las
condiciones latinoamericanas en países como Chile y Brasil, por lo que
es una herramienta valiosa para construir una línea de base en cualquier
organización.
Así, el liderazgo transformador y distribuido se ha identificado a modo
de un elemento clave para la transformación de la cultura organizacional
(figura 1.1), que se define como “un patrón complejo de normas, actitudes,
creencias, comportamientos, valores, ceremonias, tradiciones y mitos que
están profundamente integrados en el interior de la organización” (Barth,
2004, p. 160).
Tabla 1.2. Relación de procesos y proyectos liderados por el cled desde el año 2020 a julio del 2021
Función
sustantiva/Líneas
Liderazgo educativo Educación rural Excelencia docente
de investigación
del cled
• 39 directivos se formaron en el • 3 versiones del Seminario de • 400 directivos y docentes
Diplomado de Liderazgo (2020-I). Educación Rural des-mades. participaron en el ciclo de
• 119 directivos se formaron en webinars sobre competencias
Formación liderazgo en el semestre 2021-II. del siglo xxi.
Fuente: cled.
29
30 Liderazgo educativo: reflexiones, escenarios y prácticas
Conclusiones
Referencias
Resumen
En el marco de los procesos de mejora de la calidad educativa y de la ur-
gencia de cerrar brechas entre quienes pueden acceder a instituciones con
las dotaciones y los medios educativos necesarios y quienes no, el liderazgo
escolar parece ser una herramienta que posibilita el empoderamiento de los
más vulnerables. Frente a esto, aquí se describen los resultados de un es-
tudio empírico enfocado en el desarrollo de metodologías que permite ana-
lizar el liderazgo docente y sus efectos en el contexto escolar. El estudio
cuantitativo —con alcance exploratorio, descriptivo y correlacional— se
realizó en dos instituciones oficiales rurales del municipio Tuluá (depar-
tamento del Valle del Cauca, Colombia). En él participaron 183 personas:
44 docentes (el 94 % de los vinculados a estas instituciones) y 139 estu-
diantes. Este estudio, que consideró varias tipologías de liderazgo y quin-
ce variables, reveló que el liderazgo de los docentes de estas instituciones
es de tipo transformacional y transaccional. Asimismo, encontró una ele-
vada y significativa relación o incidencia del liderazgo transformacional y
transaccional de los docentes en la satisfacción con el servicio educativo, la
efectividad de los procesos escolares y el esfuerzo extra de los estudiantes.
Con base en eso, en este texto se proponen líneas para futuras investiga-
ciones y de formación docente en liderazgo educativo.
Introducción
Es un proceso, no
solo un rasgo. El
líder afecta y es
afectado por otros
Es una influencia
Involucra el logro sobre los demás. No
de objetivos y Liderazgo existe liderazgo sin
metas influencia en otros
Ocurre en un
contexto grupal, no
es individual
Fuente: el autor, con base en Contreras y Barbosa (2013) y Arévalo et al. (2015).
Por otro lado, el les negocia la innovación. La influencia se ejerce de
manera vertical y, por lo general, el poder se concentra en el docente, de
manera que la clase, el salón y las sillas se organizan siguiendo patrones
establecidos o como él lo considere. El les se caracteriza por evitar la in-
certidumbre, por eso bajo este estilo de liderazgo se puede presentar baja
apertura al cambio y a la innovación. Por último, se resalta que la motiva-
ción y la recompensa están supeditadas a las tareas.
Liderazgo educativo correctivo evitador (lece). Este liderazgo se ca-
racteriza porque el líder monitorea las fallas en el desempeño e interviene
solo cuando los problemas son graves; así, las acciones que toma son de
Metodología
otra con los estudiantes, puesto que el cuestionario tenía dos versiones. En
las pruebas se verificó que los participantes entendieran las preguntas y el
tiempo que les tomaba responderlas. Se encontró que no hubo problemas
en el manejo de las preguntas, por tanto, se procedió a aplicarles el cuestio-
nario a docentes y estudiantes de dos instituciones educativas rurales del
municipio Tuluá.
Resultados
Preguntas relacionadas
Variables
en el cuestionario
LECE
Preguntas relacionadas
Variables
en el cuestionario
lece
dea 4, 22, 24, 27, 52, 64
dep 3, 12, 17, 20, 53, 65
lf 5, 7, 28, 33, 54, 66, 75, 78
se 38, 41, 70, 76, 82
ee 37, 40,43, 45, 56, 68
eee 39, 42, 44, 55, 67, 79
Institución 1 Institución 2
0,929 0,913
46
Liderazgo educativo: reflexiones, escenarios y prácticas
Figura 2.3. Correlación entre las variables en la institución educativa 1
Fuente: Riascos y Becerril (2021, p. 258).
22/03/2023 3:31:47 p. m.
Liderazgo escolar: reflexiones sobre un estudio empírico en instituciones educativas... 47
El estudio evidenció una alta correlación entre cada una de las tipolo-
gías de liderazgo y sus variables relacionadas (figura 2.3). Se señala que
en el único caso en que no se dio una correlación fue en el de lece y dea,
lo cual implica que no existe una relación de dirección o correspondencia
entre estos dos elementos. Al respecto, es pertinente indicar que la dea es
la conducta activa asignada al lece y quizás por ello no se correlacionan.
Se recomienda que los próximos estudios contemplen excluir esta varia-
ble del lece.
Estilo de
n.° Conducta Descripción
liderazgo
Los docentes son carismáticos, lo cual influye
1 cic let en la admiración y el respeto que les tienen los
estudiantes.
Los docentes explican lo que se espera de cada
estudiante y de la clase; además, premian el buen
2 rc les desempeño de los educandos. Como cultura ins-
titucional, se dan las prácticas de recompensa y
sanción.
Las prácticas educativas favorecen la participa-
3 mi let
ción y el entusiasmo de los estudiantes.
Los estudiantes ven en los docentes una fuente
4 cia let
de inspiración.
Los docentes emplean estrategias para estimular
5 ei let intelectualmente a los estudiantes; esto puede
ser a través actividades cada vez más complejas.
La institución conoce las necesidades de los es-
6 ci les
tudiantes y las atiende de manera individual.
Estilo de
n.° Conducta Descripción
liderazgo
Las prácticas educativas favorecen la participa-
1 mi let ción y el entusiasmo de los estudiantes.
Los docentes explican lo que se espera de cada
estudiante y de la clase; además, premian el buen
2 rc les desempeño de los educandos. Como cultura ins-
titucional, se dan las prácticas de recompensa y
sanción.
Los estudiantes ven en los docentes una fuente
3 cia let de inspiración.
Los docentes son carismáticos, lo cual influye
4 cic let en la admiración y el respeto que les tienen los
estudiantes.
Continúa
Fuente: el autor.
Variable de
n.° Descripción
los efectos
Los estudiantes casi siempre desean ir a estudiar, a pesar
de los obstáculos del contexto. Los educandos realizan
1 eee las actividades escolares para alcanzar sus propias me-
tas. Hay presencia de procesos de innovación educativa y
transformación.
Los estudiantes y la institución cumplen con las expecta-
tivas de los estudiantes; por lo general, a los estudiantes
2 se
les agrada trabajar en clases. Los educandos desean ir a
las clases.
Los estudiantes consiguen resultados óptimos; asumen el
3 ee
rol que les corresponde y lo hacen bien.
Fuente: el autor.
Referencias
Introducción
una importante función del líder educativo rural es relacionar dos aspectos
diferentes, el capital cultural de los niños campesinos y de sus familias con
aquella visión urbana de clase media y la formación académica del líder. Se
puede decir que el quehacer del líder va más allá del trabajo pedagógico en la
escuela rural, también se dirige a una mediación entre el mundo campesino y
sus costumbres con el mundo de la ética y la moral de la persona como tal a
partir del establecimiento y el desarrollo de valores, hábitos y comportamien-
tos esperados en los estudiantes. (Molina, 2019, p. 109)
4 Este término, acuñado por el papa Francisco en la encíclica Laudato si´, se refiere al hogar que
comparten las creaciones de Dios (§ 232).
Conclusiones
Referencias
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Resumen
La pandemia y el confinamiento por la covid-19 trajeron nuevas reflexio-
nes frente a los liderazgos educativos dentro del quehacer docente y docen-
te-directivo, con respecto al manejo de las situaciones críticas producidas
por la incertidumbre. Paradójicamente, en ese largo periodo cerraron al-
gunas instituciones, pero la actividad de la enseñanza y del aprendizaje
pervivió gracias a los líderes que tienen la educación en la piel. Ante los
escenarios adversos surgieron nuevos actores y protagonistas que vieron
la oportunidad de liderar procesos educativos desde las plataformas vir-
tuales o los dispositivos tecnológicos remotos. En lugares del sector rural
donde no había dispositivos tecnológicos ni redes de internet, la enseñan-
za-aprendizaje se llevó en lanchas de pescar o en animales de tracción para
que los niños accedieran al conocimiento y a las competencias. Asimismo,
en los barrios marginados de las grandes ciudades los hogares de algu-
nos maestros se reacomodaron como aulas para impartir las enseñanzas
con los respectivos protocolos de distanciamiento. El propósito de este
trabajo consiste en presentar algunas líneas de reflexión para un posible
currículo formativo de liderazgo para los docentes y docentes-directivos.
El diseño metodológico de la reflexión tiene estos apartados: la defini-
ción de las responsabilidades del líder, la gobernanza de los liderazgos, las
1 Este capítulo es resultado de la investigación Cultura de la gobernanza y educación para la paz, finan-
ciada por la Universidad de La Salle y realizada en los años 2016-2018.
2 Docente de la Escuela de Humanidades y Estudios Sociales de la Universidad de La Salle. Depar-
tamento de Formación Lasallista. orcid: https://orcid.org/0000-0002-1052-7733. Correo elec-
trónico: ycastaneda@unisalle.edu.co
Introducción
Conclusiones
Referencias
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Parte II
Escenarios desde el liderazgo educativo
Introducción
Referentes teóricos
Concepto de liderazgo
El liderazgo escolar es uno de los conceptos que han capturado con mayor
amplitud el interés de académicos, investigadores, directivos docentes, to-
madores de decisiones y organizaciones nacionales e internacionales, que
identifican su potencial en términos de los efectos causados en procesos
de mejoramiento de la gestión curricular, la enseñanza, el clima escolar, la
cultura organizacional y el cambio educativo.
A esto se suman los evidentes cambios y reformas por los que han transi-
tado los sistemas educativos en los ámbitos local, regional y global (Fullan,
2009; Pont, 2020). Estas dinámicas de transformación han resignificado el
Dominios de
Prácticas específicas de liderazgo
práctica
• Construir una visión compartida.
Establecer una • Identificar objetivos compartidos y específicos a corto plazo.
dirección • Crear altas expectativas sobre el desempeño.
• Comunicar la visión y los objetivos.
• Estimular el crecimiento de las capacidades profesionales
del personal.
• Brindar apoyo y demostrar consideración por los miembros
Construir del personal.
relaciones y • Modelar los valores y prácticas de la escuela.
desarrollar • Construir relaciones de confianza con y entre el personal,
personas
los estudiantes y los padres.
• Establecer relaciones de trabajo productivo con la federa-
ción de maestros.
Metodología
Resultados
Categoría Porcentaje
Abordar los conceptos de liderazgo escolar que subyacen tras los desarro-
llos teóricos e investigativos que han emergido en torno a este constructo
un agente promotor del cambio que anima e impulsa las transformaciones edu-
cativas al interior de escuela, tanto en lo pedagógico como en lo institucional.
En especial, su liderazgo pedagógico se orienta hacia su trabajo transformador
de los docentes, que constituyen su vehículo principal para afectar la calidad de
la formación de los alumnos. (Weinstein et al., 2015, p. 41)
Sistematización de experiencias
1. Las que tienen que ver con su naturaleza, es decir, aquellas que se
preocupan por definir, describir y comprender la gestión y el liderazgo,
ya sea de manera separada o en su interrelación.
2. Las que refieren a los efectos que deberían provocar en los proce-
sos educativos y en la correcta marcha de las instituciones.
La gestión educativa tuvo una alta relevancia en los discursos de los años
noventa, periodo en el que se realizaron las reformas que buscaban el me-
joramiento de la calidad de los aprendizajes en América Latina. Esta ges-
tión emergió como una herramienta para hacer más eficientes los procesos
en medio de un panorama en el que los sistemas educativos comenzaron a
descentralizarse y a otorgar autonomía a las entidades territoriales e insti-
tuciones de educación (López-Alfaro et al., 2016).
A diferencia de la administración educativa, que propendía al efectivo
y eficiente uso de los recursos existentes, la gestión se propuso como una
acción integradora en la que el directivo realiza un conjunto de procesos
prácticos integrados de manera horizontal y vertical dentro del sistema
educativo para cumplir los mandatos sociales (Torres Pacheco, 2015). En
este sentido, a partir de la gestión educativa el directivo no es solo quien
administra recursos, sino también quien le da dirección al sistema que re-
presenta la escuela al orientar y conducir su labor docente y administrati-
va, así como sus relaciones con el entorno, para lograr la construcción de
un pei concertado.
Todo lo expuesto hizo que los directivos escolares se plantearan de una
forma reflexiva y analítica el gobierno de las instituciones. De este modo,
la gestión educativa hace referencia a la acción y el pensar de los educa-
dores en situaciones concretas, de las cuales también es necesario distan-
ciarse para representar la realidad de manera simbólica y reflexionarla,
analizarla, expresarla.
Las concepciones del liderazgo muestran que no hay una sola manera
de significarlo, en especial porque se ponen en tensión las relaciones de po-
der, el contexto sociocultural de la institución, las ideas pedagógicas sub-
yacentes tras la práctica y la orientación organizacional. De ahí que los
programas de formación se ocupen de consolidar y fundamentar una visión
que capacite a los directivos en concepciones ligadas al liderazgo transfor-
macional, organizacional, pedagógico, autónomo-colaborativo y distribui-
do, y que su selección sea conforme a las necesidades y al contexto escolar;
además, que se le permita al directivo incidir y contribuir a la mejora conti-
nua en su escuela. Asumir cargos directivos supone priorizar una variedad
de tareas administrativas, académico-curriculares, comunitarias y legales
que ameritan un posicionamiento del equipo directivo, una forma de rela-
cionarse, gestionar y comunicar la información.
En términos de las necesidades de formación, existe la preocupación
por que los programas tengan un enfoque integral que favorezca el desa-
rrollo profesional de los directivos y les brinde herramientas teóricas, me-
todológicas y prácticas para que vinculen los nuevos conocimientos con su
quehacer cotidiano; es decir, que los programas aporten de modo directo
a la comprensión y transformación de la gestión del directivo y su equipo,
lo cual supone intervención y conexión directa con la práctica y el contex-
to escolar.
Como se reconoció desde el documento de la Escuela de Liderazgo Es-
colar (men, 2020), la práctica del liderazgo implica una serie de acciones,
conocimientos profesionales, competencias y habilidades que se tienen que
enseñar/aprender. De ahí la necesidad de potenciar prácticas de liderazgo
personal, pedagógico, administrativo y comunitario; esto quiere decir que
en el proceso formativo hay una serie de competencias/habilidades propias
de los líderes educativos (apertura al cambio, capacidad de escucha y para
resolver problemas, vocación y compromiso con la comunidad, empatía, to-
lerancia, capacidad para comunicar y distribuir/delegar funciones, estabili-
dad emocional, ecuanimidad) que es urgente fomentar.
Por otro lado, como ya se argumentó, el liderazgo escolar y la gestión
se deben articular. En Colombia, la Guía 34. Guía para el mejoramiento ins-
titucional, diseñada por el men (2008), ha orientado las decisiones de las
comunidades educativas y, en particular, de los directivos docentes frente
a las acciones de mejoramiento que requieren las instituciones. Esta obe-
dece a cuatro áreas de la gestión: directiva, académica, administrativa y
Conclusiones
En los últimos seis años ha habido un gran interés por la dirección es-
colar y la generación de equipos directivos con capacidad para liderar y
gestionar procesos que impacten en la enseñanza y el aprendizaje de los
estudiantes, la formación de los docentes y la transformación de la cultura
escolar. Documentos de política pública como Escuela de Liderazgo Direc-
tivos Docentes. Bases para su despliegue curricular (Ministerio de Educación
Nacional, 2020) y el Acuerdo Nacional para el Fortalecimiento del Liderazgo
Escolar y las Prácticas Directivas (Mesa de Liderazgo Escolar, 2021) eviden-
cian la importancia del tema. Por ello, se ponen sobre la mesa aspectos li-
gados a la concepción del liderazgo escolar; la importancia de comprender
las prácticas de liderazgo desde el conocimiento y la experiencia aportados
por los directivos; la relevancia de la gestión y la cultura de la organización
escolar; y la necesidad de configurar programas formativos que consideren
el rol, las funciones, la normatividad, la práctica y los desafíos actuales de
los directivos docentes.
Por otra parte, es importante señalar que a partir del análisis realiza-
do quedan abiertas unas líneas de reflexión sobre el quehacer del directi-
vo docente y su equipo. Esas competencias se expresan en estos dominios:
1) gestión personal, 2) prácticas de incidencia en los aprendizajes, 3) or-
ganización y gestión institucional, y 4) mejora continua y relaciones con
la comunidad. En el primero se destaca la parte personal del directivo y
su equipo, la cual puede incidir en las relaciones que establecen con los
Referencias
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Resumen
Introducción
2 Su rol se proyecta a partir de 46 funciones asignadas y su desempeño lo evalúa cada año el rector
escolar según lo expuesto en el manual de funciones elaborado por el Ministerio de Educación Na-
cional (men, 2008), de acuerdo con lo establecido en el Decreto 1278 del 2002.
3 Colectivos como el Sindicato de Docentes Directivos (sindodic) y la Red de Directivos Docentes
Coordinadores Investigadores (redci) han liderado propuestas de reconocimiento y visibilización
de los directivos docentes coordinadores.
4 La Comisión Nacional del Servicio Civil (cnsc) establece los tiempos y términos para los concur-
sos de méritos en las entidades territoriales. A partir de una serie de etapas caracterizadas por su
rigurosidad y exigencia, se desarrollan los concursos para el nombramiento de los directivos do-
centes coordinadores.
El método
Categorías Subcategorías
Trayectoria personal
El coordinador escolar como sujeto Trayectorias familiares
histórico
Trayectorias profesionales
Las prácticas directivas en clave de Contexto institucional
coordinación Contexto escolar
Lo trascendente
Lo pedagógico
Los sentidos de la práctica directiva
Lo político
Lo epistemológico
Fuente: la autora.
Referentes teóricos
De la múltiple red de sentidos posibles de abordar en los coordinadores es-
colares se privilegió el sentido de su práctica porque permite reconocer al
sujeto desde sus particularidades, pero lo sitúa en un contexto específico:
la institución escolar. En la categoría de sentido en este análisis se toma-
ron como referentes los aportes de González Rey (2006) quien, retomando
algunos elementos de Vygotsky (1987), propone el sentido subjetivo como
una unidad de procesos simbólicos y emocionales que se relacionan entre
sí de diversas maneras a partir de los contextos en los cuales interactúe el
sujeto. A diferencia de Vygotsky, González Rey no asocia el sentido a la pa-
labra y trasciende la concepción simbólico-emocional como un agregado
de elementos. Para él, el sentido subjetivo trasciende al significado porque
invoca lo contextual, las particulares formas en las que un individuo inter-
preta un evento, según las condiciones externas e internas en un momento
determinado. Además, el sentido permite comprender la producción sub-
jetiva en las acciones de las personas y cómo lo histórico-social se inserta
en dichas construcciones.
propuestos retoma las ideas de Kemmis et al. (2014) sobre una ecología
de las prácticas, en las cuales lo educativo se configura desde la interrela-
ción, confrontación y yuxtaposición de las prácticas de los diferentes esta-
mentos escolares intentando desmantelar la lógica directiva de su carácter
hegemónico y situarla en el espacio educativo con perspectivas más hori-
zontales. Con esto no se busca invisibilizar su incidencia, al contrario, se
parte de considerar que la potencia de la acción directiva radica en la capa-
cidad de agenciar, dinamizar y articular las fortalezas colectivas e indivi-
duales de los sujetos pertenecientes a las comunidades educativas en torno
a objetivos comunes.
En línea con las ideas de Tedesco (2013), se considera que poner en diá-
logo lo institucional, local y global requiere aunar esfuerzos más que dis-
tribuir obligaciones. El construir sentidos comunes desde los territorios
escolares puede ser más potente que establecer mecanismos de control y
sanción; asimismo, proponer espacios de reflexión/construcción conjun-
ta puede resultar más significativo que instaurar lógicas de rendición de
cuentas que no van más allá de comprobar el cumplimiento invisibilizan-
do los impactos. Por tanto, la práctica directiva se concibe como una cons-
trucción intersubjetiva, integradora, mediadora y potenciadora de otras
prácticas en contextos institucionalizados que cumple un rol transforma-
dor de sujetos y realidades. Es pertinente aclarar que las informaciones
que se presentan en los próximos apartados son elementos iniciales obte-
nidos dentro del proceso investigativo. De esta manera, se exponen de for-
ma más descriptiva que analítica con el ánimo de compartir algunos de los
avances realizados.
6 Desde la perspectiva histórico-cultural los sujetos son mediados en mayor o menor medida por la
cultura. Por otra parte, con el análisis de sus construcciones de sentido es posible identificar los
ámbitos y modos de subjetivación; esto no quiere decir que se conciba al sujeto predeterminado.
Asimismo, por medio de la perspectiva sociocrítica que alimenta este estudio se reconoce al sujeto
desde sus campos de posibilidad, trascendencia y emancipación.
[…] quien quiere desempeñarse como coordinador tiene que ser un conocedor
de la norma, pero también tiene que ser un gran intérprete, un exégeta, un
hermenéutico de la misma. No puede quedarse con la norma, sino que tiene
que saber interpretar el espíritu de la norma porque tiene que atreverse a pen-
sar, a innovar. (coordinador 1)
Subcategorías
Definiciones Aspectos relevantes
emergentes
• Servicial
• Comprometido
• Empático
• Generoso El coordinador concibe el servicio
• Paciente como un proyecto de vida. Deja su
• Colaborador legado en el mundo a través de la
propuesta y ejecución de procesos
• Orientador
Lo trascendente formativos que han favorecido a
• Carismático generaciones completas de niños,
• Humano niñas y jóvenes pertenecientes a
• En conflicto las comunidades más vulnerables
• En construcción de la sociedad.
• Subjetivo
• Incoherente
• Invisibilizado
• Transformador
• Exégeta
• Garante de derechos
• Mediador
• Conciliador
• Articulador El coordinador escolar se concibe
como incidente en procesos de
• Emancipador
transformación social desde
• Líder Lo sociopolítico proyectos educativos. Ve la escuela
• Limitado como un territorio protector y
• Impotente a sí mismo como un garante de
• Desbordado procesos educativos de calidad.
• Estresado
• Enfermo
• Solo
• En crisis
Continúa
Subcategorías
Definiciones Aspectos relevantes
emergentes
• Innovador El coordinador reconoce que su
• Crítico comprensión del mundo ha sido
permeada por sus procesos for-
• Inquieto
mativos. En su campo disciplinar,
• Investigador Lo se posiciona como un sujeto de
• Formador epistemológico aprendizaje y de saber que pro-
• Agotado pone, lidera y concibe las trans-
• Desilusionado formaciones humanas desde el
desarrollo del conocimiento y el
• Confundido pensamiento.
Fuente: la autora, con base en los Círculos de Construcción de Sentidos Intersubjetivos.
Lo trascendente
7 Los informes presentados por el men (2016) analizan las trayectorias educativas de los estudiantes
en Colombia. Si bien se ha avanzado en la cobertura, llama la atención la deserción estudiantil, es-
timada en 3,2 % para primaria y 4,5 % para bachillerato.
8 Sustancias psicoactivas.
9 De los dieciocho coordinadores que sirvieron de base para el estudio, dieciséis provienen de estra-
tos sociales vulnerables.
Lo sociopolítico
El ejercicio de la coordinación escolar en el ámbito de lo público hace que
lo político emerja como un componente inseparable e indivisible del queha-
cer directivo. Los sentidos y lógicas hegemónicas sobre lo educativo tratan
de imponerse mediante mecanismos de evaluación, control y seguimiento
tanto de sujetos como de sus prácticas.
Al ser financiadas por el Estado, las escuelas públicas deben garantizar
el cumplimiento de los fines y propósitos que cada plan de gobierno conci-
be como pertinente e importante, por eso, cada cuatrienio, desde instancias
nacionales, distritales y locales, se hacen grandes inversiones para difun-
dir, motivar y orientar a los directivos docentes y docentes hacia el cumpli-
miento de las metas deseadas.
En su ámbito de gobernabilidad, el directivo docente coordinador es el
encargado de ejecutar las acciones indicadas y para eso debe comprender
lo macro y micropolítico, para posibilitar engranajes, articular ideas y po-
tenciar la complementariedad de posturas desde el desarrollo de sus habi-
lidades sociales y su carisma.
Los coordinadores manifestaron que su práctica, a pesar de estar por
funciones específicas, se construye desde tres escenarios: 1) sus posturas
personales sobre lo educativo, que matizan sus acciones haciendo que pri-
vilegien ciertos procesos (académicos, comunitarios, administrativos, etc.)
y descuiden otros que consideran menos relevantes; 2) la relación que es-
tablezcan con el rector, lo cual potencializa su práctica o la limita, amplía o
reduce su marco de gobernabilidad; 3) la relación que entablen con los do-
centes (sobre todo los sindicalizados), que puede desestabilizar el trabajo
institucional o fortalecerlo.
Con respecto a los estudiantes y padres de familia, los coordinadores
los conciben como estamentos de apoyo a su labor. En general, tienen una
mirada positiva y empática sobre ellos; desde sus experiencias, al haber re-
corrido diversas instituciones educativas, consideran que las poblaciones
estudiantiles y sus familias siempre se pueden intervenir y transformar, a
pesar de las situaciones contextuales complejas existentes en el sector. Si
bien la escuela no puede por sí sola cambiar aspectos sociales como la po-
breza o la violencia de las comunidades, reconocen que esta no solo cum-
ple un rol educativo, sino que además se constituye en las comunidades en
un espacio protector que por momentos resguarda a niños y jóvenes de la
hostilidad de sus contextos, incluyendo a los familiares.
Lo epistemológico
Conclusiones
El coordinador escolar construye el sentido sobre sí mismo y sobre su
práctica directiva trascendiendo los marcos normativos que regulan su
quehacer, pero busca que dichos marcos visibilicen su rol y ámbito de go-
bernabilidad. Asimismo, reconoce la configuración subjetiva de su práctica
y las particulares formas en las cuales su trayectoria personal, profesional
y laboral han permitido la construcción de redes de sentido que apalancan
sus acciones y decisiones.
Por otra parte, el coordinador como sujeto social reconoce las media-
ciones, las incidencias y los elementos referentes que lo han configurado
como sujeto y profesional, pero se ha abierto a nuevas posibilidades de con-
figuración a la luz de las interacciones con otros sujetos, otras prácticas,
otros contextos.
Desde las mediaciones contextuales, las prácticas de coordinación han
trascendido las concepciones hegemónicas tradicionales del saber y de las
relaciones de poder. Así, la formación cumple un papel importante en la
configuración de las prácticas directivas y constituye un punto de parti-
da para procesos de resignificación sobre el rol de los coordinadores y sus
propios procesos de constitución como sujetos históricos, sociales, episte-
mológicos y políticos.
Referencias
Resumen
Se hace una aproximación a las distintas comprensiones sobre el liderazgo
educativo y se centra la atención en los procesos de gestión y liderazgo en
instituciones rurales e indígenas. Si bien las reflexiones y los estudios so-
bre el liderazgo escolar se han enfocado en centros educativos urbanos y
sus perspectivas teóricas vienen de la academia anglosajona y algunos paí-
ses de Latinoamérica, este texto aborda el tratamiento de esta categoría en
la educación rural e indígena propia en el contexto colombiano resaltando
sus bondades en la orientación institucional en estas modalidades de edu-
cación. Se parte de la premisa de que los procesos de liderazgo y gestión en
la educación rural obedecen a las dinámicas propias que se establecen para
la modalidad educativa desde las orientaciones ministeriales y sus secreta-
rías de Educación, siendo uno de sus ejes el liderazgo educativo comuni-
tario; mientras que el liderazgo y la gestión educativa en instituciones de
educación indígena, si bien dialogan con las orientaciones ministeriales y
de las secretarías departamentales, se relacionan con las dinámicas propias
del respectivo cabildo y sus autoridades, lo que conlleva la presencia de dis-
tintos liderazgos ejercidos por los integrantes de la comunidad indígena;
así, el directivo docente es un actor más en la dirección educativa.
Introducción
entre sí. Lo expuesto convoca a mirar las formas en que se gestiona y lidera
la educación rural frente a la educación indígena propia, toda vez que hay
tendencias que pretenden generalizarlas desconociendo las características
propias en cada una de ellas.
Uno de los aspectos que demandan una reflexión sobre los procesos de
gestión educativa y, desde hace poco tiempo, sobre el tipo de liderazgo que
se requiere para lograr mejores condiciones de educación en la ruralidad
está relacionado con identificar los elementos fundamentales que deben
profundizar en el desempeño del directivo docente tanto en la educación
rural como en la indígena propia. Esto debido a que las orientaciones ema-
nadas para la gestión educativa y el liderazgo se centran en las realidades
del mundo urbano y semiurbano, lo cual desconoce la diversidad cultural,
económica y sociopolítica de los territorios rurales.
De entrada, esta situación genera tensiones fundamentales entre las
orientaciones que vienen desde el poder central y su aplicación en los con-
textos específicos en los cuales se encuentran los establecimientos educati-
vos rurales. El contexto expuesto invita a realizar una aproximación a los
conceptos prevalecientes en la literatura sobre la gestión educativa y sus
posibilidades o tensiones en el ejercicio directivo en la educación rural e
indígena propia.
La gestión educativa tiene distintas comprensiones: se ve como la mo-
vilización de recursos para lograr lo que se desea por parte del directivo
educativo, se considera la priorización de procesos en una organización o
la capacidad de articular a los miembros de esta; también se asume como
la posibilidad de generar o desarrollar diálogos para las acciones y, por úl-
timo, se estima que se refiere a los procesos que vinculan la gestión del
aprendizaje.
De acuerdo con la Oficina de la Unesco en Lima (2011), la gestión es
una organización sistémica y, por lo tanto, corresponde a la interacción de
diversos aspectos o elementos presentes en la vida cotidiana de la escuela.
Se incluyen lo que hacen los miembros de la comunidad educativa (director,
docentes, estudiantes, personal administrativo y de mantenimiento, cuida-
dores, padres y madres de familia, comunidad local, etc.), las relaciones que
entablan entre ellos, los asuntos que abordan y la forma en que lo hacen,
todo esto enmarcado en un contexto cultural que le da sentido a la acción
y contiene normas, reglas y principios para generar los ambientes/condi-
ciones de aprendizaje de los estudiantes.
Estos elementos (externos e internos) coexisten, interactúan y se arti-
culan entre sí de manera dinámica; en ellos se distinguen diferentes accio-
nes que se pueden agrupar según su naturaleza. Así, es posible ver acciones
de índole pedagógica, administrativa, institucional y comunitaria en cada
uno de los procesos de gestión en el ámbito educativo.
De acuerdo con Casassus (2000), hay distintos modelos de gestión que
han ido evolucionando a lo largo de la historia. El primer modelo, denomi-
nado normativo, dominó desde los años cincuenta y sesenta hasta inicios
de los setenta. Este modelo centra su atención en una visión lineal de la
planificación en búsqueda de un futuro alcanzable y tuvo como logro aten-
der la ampliación de la cobertura en el sistema educativo. Un segundo mo-
delo visualizado por Casassus, conocido como prospectivo, se inició hacia
los años setenta y parte de la concepción de que el futuro es imprevisible
e incierto. Así, requiere flexibilizar la planificación a partir de la creación
de escenarios posibles que atiendan el sistema educativo con perspectiva
de futuro.
El tercer modelo planteado por este autor es el estratégico: a principios
de los ochenta, con él se propuso adelantar una estrategia de carácter nor-
mativo y escenario táctico, referida a los medios para alcanzar lo deseado.
En consecuencia, el modelo desarrolla un proceso de articulación de los
recursos humanos, técnicos, materiales y financieros propios de una orga-
nización. Además, elabora diagnósticos basados en el análisis foda (forta-
lezas, oportunidades, debilidades, amenazas), que ponen de relieve la visión
y misión de la institución educativa. Derivado de este modelo, se encuentra
el estratégico situacional, que nació a mediados de los ochenta para com-
plementar los aspectos del estratégico con un análisis y abordaje de los
problemas hacia un objetivo situacional, lo cual dio lugar a los procesos de
descentralización educativa.
En los años noventa emergió el discurso de la calidad total y con este
su modelo, el cual se refiere a la planificación, el control y la mejora conti-
nua. Esto permitió introducir “estratégicamente” la visión de la calidad en
no se puede aceptar que los niños sean defraudados por políticas gu-
bernamentales, por profesores irresponsables de sus acciones o por
jóvenes que se conforman con lo mediocre. Sus expectativas son inte-
lectualmente demasiado desarrolladas como para ser equiparadas con
la parquedad de los estándares, tal como son concebidos por tímidos
legisladores, o con los perversos indicadores mediante los cuales los
gobiernos miden sus logros. (pp. 71-72)
Esta visión del liderazgo escolar incorpora a todos los actores de la co-
munidad educativa y demanda de quienes asumen un papel de liderazgo el
para que, a través de la cooperación y cohesión, se cree una cultura del li-
derazgo orientado a la mejora de los aprendizajes.
Bolden (2011), otro experto, indica que también se puede hablar de
un liderazgo distribuido, el cual posee diferentes acepciones e interpreta-
ciones que han complejizado su conceptualización; plantea que se asume
como liderazgo compartido, colectivo, colaborativo, coliderazgo, disperso,
emergente o nuevo liderazgo. En este sentido, lo relevante de su apuesta
consiste en señalar que el liderazgo distributivo implica un trabajo colegia-
do y supera un liderazgo vertical o directivo, dado que requiere un ejercicio
de trabajo entre los distintos funcionarios de la institución que proponen y
asumen metas colectivas en función de la mejora educativa.
Maureira et al. (2014), con base en Harris y Zener, sostienen que la dis-
tribución del liderazgo no significa la delegación de tareas del director o
responsable de la institución hacia los demás integrantes de la comunidad
educativa, dado que lo que busca es integrar actividades de las distintas
personas que trabajan en la escuela a partir de acciones colectivas, con el
propósito de generar escenarios de mejora/cambio en la actividad educati-
va institucional y, por ende, en relación con la mejora de la enseñanza y los
aprendizajes. Este liderazgo implica que se planteen objetivos en la orga-
nización desde las distintas iniciativas e interacciones que se dan entre los
actores en las funciones administrativas y pedagógicas de las instituciones.
Fusarelli et al. (2011), citados por Maureira et al. (2014), plantean que
el liderazgo distribuido valora y refuerza principios democráticos de orga-
nización y decisión sobre los asuntos escolares, toda vez que la participa-
ción ciudadana y la conexión entre las escuelas y sus comunidades se han
debilitado con las reformas educativas pro rendición de cuentas y marcos
externos de calidad. Esta fragmentación entre los actores de la comunidad
educativa se puede subsanar a partir de una propuesta colegiada de lide-
razgo en las instituciones donde se trabaje de manera articulada en pro de
unas mejores prácticas pedagógicas, ya que al incorporar a distintos acto-
res de la comunidad se crea una responsabilidad colectiva para la acción
que pueden ver de forma positiva tanto los directivos como los docentes.
En este escenario, una institución que le apueste a un liderazgo distri-
buido, en palabras de Hernández et al. (2017), debe contemplar estos aspec-
tos: una cultura de colaboración a partir de un compromiso e implicación
efectiva de todos los miembros de la comunidad educativa; que quienes
detentan el rol de autoridad democraticen las decisiones desde prácticas
hace referencia cuando se habla de una mirada más enfocada hacia el co-
lectivo que hacia las individualidades propias que se dan en instituciones
educativas de Occidente, incluidas las de la educación rural. Lo expuesto
conlleva que los procesos de gestión y de su proyecto pedagógico requie-
ran de una mirada integral que involucre el reconocimiento y conocimien-
to de la comunidad para entender sus dinámicas y procesos educativos.
Conclusiones
Referencias
Resumen
En los últimos años, los estudios sobre el liderazgo se han centrado en ca-
racterizar las prácticas de los directivos docentes; sin embargo, se hace
necesario revisar la literatura existente de manera que se pueda explicar
los factores que contribuyen al cambio de los líderes en las clasificaciones
propuestas. Con este capítulo se pretende fundamentar, desde la literatura
existente (teoría y experiencias) en los ámbitos nacional e internacional,
una revisión que abra el panorama y respalde los posibles procesos inves-
tigativos sobre el tema. Para esto se expondrán diferentes clasificaciones
del liderazgo y se realizará una descripción “gruesa” de cada una de estas.
Luego, se analizarán algunas experiencias formativas desde la teoría del
cambio, es decir, explicando cómo se entiende que las actividades propues-
tas en cada experiencia produzcan los resultados previstos.
Introducción
El liderazgo es un tema muy relevante en las instituciones educativas. A
partir de su estudio se han identificado elementos clave que fundamentan
la transformación de la vida escolar, como la función que cumple el direc-
tivo docente y la planificación estratégica. En el primer caso, la literatura
muestra que los estilos y formas de liderazgo caracterizan las relaciones,
la organización y la participación de las personas en una institución, de ahí
el interés de muchos investigadores en el tema.
Ahora bien, los gobiernos de la región también se han interesado en el
tema, con énfasis en los procesos formativos de directivos docentes en ejer-
cicio o en aquellos docentes que anhelan liderar procesos en las institucio-
nes. En ese sentido, se identificaron seis experiencias dentro de las cuales
se destacan la incorporación de estándares de desempeño, la estructura-
ción y la complejidad creciente en sus contenidos y, en algunos casos, las
mentorías o los acompañamientos.
En aras de aportar a este desafío, se propuso en primer lugar hacer un
reconocimiento de las diferentes formas de liderazgo y las funciones que
cumple el directivo docente en cada una de ellas. Por otra parte, se buscó
contrastar seis programas considerados por la Unesco como innovadores
en la región y, a partir de la cadena de valor establecida por cada uno, reco-
nocer las condiciones de su éxito.
exitosas descubren en qué son buenas, pero los líderes exitosos descubren
las capacidades de los otros; emplean toda su energía en posibilitar que
sus colaboradores desarrollen sus competencias y potencian sus cualida-
des en beneficio propio y de la empresa. Asimismo, les da sus conocimien-
tos para enseñarles lo que sabe y proyectarlos desde sus experiencias.
5. Pináculo: las personas siguen al líder por lo que es; el respeto es la
base de las relaciones que se ejercen. Esto es lo que define el liderazgo y
lleva mucho tiempo conseguirlo, pero es posible si existe compromiso del
líder y sus seguidores.
Para que alguien identifique en qué nivel se encuentra como líder, debe
tener en cuenta esta pregunta: ¿las personas me siguen porque tienen que
hacerlo o porque quieren hacerlo? Es posible estar en diferentes niveles
con distintas personas; asimismo, todos los líderes empiezan por el nivel
1, pero no todos ascienden. Cuando un líder está en el 5, más personas lo
siguen, debido a que con su ejemplo incide en el comportamiento de ellos,
este nivel exige mayor compromiso. Además, las personas responden al li-
derazgo, no a las acciones realizadas o al cargo desempeñado. Esto se ge-
nera según el nivel en el que se encuentren los seguidores para procurar
el ascenso de los líderes y, por lo tanto, obtener más adeptos y alcanzar la
meta de la organización. Para ascender en los niveles, hay que considerar
el crecimiento intencional y la experiencia de liderazgo (Maxwell, 2000).
Por otra parte, también existe el liderazgo emocional (Goleman, 2013).
Este asume que el líder como primera medida debe gestionar sobre sí mis-
mo, lo cual implica el desarrollo de conocimientos y habilidades sociales
(por ejemplo, empatía y confianza), como elementos fundamentales que
permitan gestar capacidades para conocerse a sí mismo y autorregularse.
De esta forma, el líder puede incidir de modo positivo en los miembros de
su equipo, orientándolos al propósito común. Los estilos de liderazgo que
plantea Goleman (2013) son:
• Autoritario: se establecen funciones y se manifiesta la importancia
por su cumplimiento; este estilo emerge en la medida en que sea necesario
tomar decisiones y rumbos importantes en la organización. El líder tiene
una visión de futuro y motiva a los trabajadores, dejándoles claro cómo
encaja su función en la visión general de la organización.
• “Coach”: el líder determina cuáles son los puntos de fortaleza y
oportunidades de mejora para llevar a los colaboradores al cumplimiento
de sus objetivos tanto personales como corporativos. Los anima a tener
niveles o etapas), los mecanismos causales que unen las etapas y los su-
puestos que condicionaron el éxito de estos.
Objetivos de formación
Conclusiones
Referencias
Parte III
Prácticas de liderazgo educativo
Resumen
Introducción
• Enseñanza de calidad
• Igualdad
• Mejorar las políticas y la capacitación de docentes para superar el
analfabetismo
• Aprendizaje centrado en el estudiante
• Entregar a los alumnos las herramientas para el siglo xxi
• Mejorar el valor y la calidad de la capacitación técnica profesional
colaboración para el logro de los aprendizajes. Así, el clima del aula debe
ser un mediador y facilitador del aprendizaje; para ello se requieren ele-
mentos propios y predominantes, como la organización del aula, las rela-
ciones interpersonales, la programación de contenidos, el establecimiento
de normas claras y precisas, entre otros. Esto para la búsqueda de la edu-
cación de calidad, a través de la preparación de estudiantes con un pen-
samiento analítico, reflexivo, crítico y propositivo, y constructores de su
propio aprendizaje.
En este sentido, es necesario que los docentes tomen conciencia de su
papel fundamental en la formación integral de los estudiantes, con base
en estas acciones: 1) conocer a los estudiantes, saber cómo y qué apren-
den; 2) organizar y evaluar el trabajo educativo y realizar una interven-
ción didáctica pertinente; 3) mejorar de manera continua para apoyar a
los estudiantes en su aprendizaje; 4) asumir las responsabilidades legales
y éticas inherentes a la profesión para el bienestar escolar; y 5) participar
en el funcionamiento eficaz de la escuela y fomentar sus vínculos con la co-
munidad para asegurar que todos los estudiantes concluyan con éxito su
escolaridad.
Es indudable: si desde el punto de vista emocional un estudiante tiene
un alto nivel de motivación, los resultados de su formación pueden llegar a
ser de mayor calidad y, luego, convertirse en los fundamentos para dar so-
lución a posibles problemas de su cotidianidad, ya sea académica o no. Hay
acciones que potencian las capacidades y competencias de todos los inte-
grantes de la comunidad escolar en la implementación de una cultura de
paz y convivencia en la educación básica, porque permiten anticipar y ac-
tuar mediante pasos, así como actos enfocados a lograr ciertos objetivos y
resultados planteados; por ejemplo, en las mesas de acuerdos sociales se da
la aceptación del otro como un individuo que favorece el desarrollo social
desde la contraparte para el desarrollo de toda la comunidad escolar (Pé-
rez y Gutiérrez, 2015, p. 77).
En esta reflexión y este proceso de análisis, la evaluación de la realidad
es compleja y no determina o deduce la totalidad de lo que se desea como
una educación de calidad a partir de cumplir con ciertos estándares en re-
sultados de pruebas censales. Se trata de un proceso dialéctico entre prin-
cipios abstractos y ejemplos concretos, en el que quien realiza el proceso de
evaluación verifica sus juicios contra situaciones particulares en las que se
siente confiado de conocer sus resultados en la educación. Los estándares
pueden estar en conflicto unos con otros, por eso, es importante establecer
precedencias relativas entre ellos, algunas veces de manera intuitiva en los
estados, puesto que en las evaluaciones de educación de calidad el evalua-
dor es distinto al que toma las decisiones de aplicación de las reformas de
políticas de mejoramiento en las instituciones educativas. Otro factor que
interviene es la credibilidad en la toma de decisiones: no solo se trata de
atender al grupo de comparación y a los estándares de este análisis de re-
sultados, sino también de la forma en que se construyen aprendizajes y se
aplican por parte de los estudiantes en sus contextos próximos, académicos
o cotidianos. Este elemento determina en gran parte la calidad educativa,
que de cierta manera orienta el proceso de enseñanza y aprendizaje en las
relaciones docente-estudiante, en lo referente a la efectividad y eficiencia
del proceso académico/ formativo en las instituciones.
Hoy, en las instituciones educativas públicas y privadas se evidencia
cierta apatía y descontento de los estudiantes hacia el desarrollo de proce-
sos académicos, lo cual se conoce como desmotivación. Teniendo en cuen-
ta el término calidad educativa, las posibles causas de este factor provienen
de los campos familiar, escolar, social y político, propios de cada contexto;
esto conlleva la afectación emocional de los estudiantes, que luego se refle-
ja en sus resultados académicos y sociales.
En la actualidad, muchas familias son disfuncionales, por tanto, el estu-
diante se tiene que formar a su propia manera en valores, responsabilidad
y procesos de vida sin tener un referente apropiado, puesto que son tíos,
abuelos o vecinos los que hacen el modelo de padres; por lo general, ellos
no tienen la preparación adecuada. En el ámbito escolar, la convivencia evi-
dencia falencias en estos aspectos, dado que se deja solo a orientadores y
coordinadores. En el proceso enseñanza/aprendizaje, los docentes son aje-
nos a estos y se limitan a propiciar espacios de generación de conocimien-
tos, con lo cual dejan de lado la formación integral de los estudiantes en
este tipo de situaciones.
En el ámbito social repercute el hecho de que, frente a estímulos y mo-
tivaciones hacia el futuro del estudiante, en cuanto a la inserción en la vida
social y laboral, las expectativas de su proyecto de vida carecen de un ho-
rizonte claro al terminar los estudios. No son evidentes las oportunidades
de desarrollo social en una vida productiva y esto no le permite visualizar
un futuro lleno de posibilidades para su desarrollo individual integral en
todos los campos de acción social.
Estas temáticas tienen que ver con la convivencia, el clima del aula, el dis-
curso docente y los aprendizajes, situaciones que afectan desde el punto de
vista emocional a los estudiantes y su funcionamiento dentro de la socie-
dad. Este aspecto tiene gran importancia si realmente se desea propender
a una mejor sociedad y un mundo mejor.
En el proceso pedagógico de la escuela, la principal relación que se da
en la interacción docente/estudiantes se basa en el discurso y las prácticas
pedagógicas. Igualmente, la relación entre discursos y prácticas, y convi-
vencia es de suma importancia en ambientes de inclusión y liderazgo edu-
cativo, que en este contexto cobra gran protagonismo para la proyección
social a la cual están llamados todos los ciudadanos y mucho más los estu-
diantes y docentes, unos porque serán las futuras generaciones sociales y
los otros porque están formando los futuros integrantes de una sociedad
que pareciera en decadencia, por ello la exigencia o procura de una mejor
sociedad y un mundo mejor para la vida.
El desarrollo de una cultura escolar inclusiva se ve favorecido por la
convicción del docente, es decir, qué tan convencido está de su práctica edu-
cativa y su estrategia para encauzar los esfuerzos en esta educación inclusi-
va. Así, materializar los principios de una educación inclusiva en igualdad
y equidad es una prioridad inaplazable. Las actuales circunstancias sociales
Referencias
Resumen
1 Este capítulo es producto del proyecto de investigación La formación en prácticas para el ejercicio del
liderazgo pedagógico en las escuelas normales superiores de Colombia, aprobado por la Vicerrectoría de
Investigación y Transferencia de la Universidad de La Salle y ejecutado por el grupo Pedagogía,
Cultura y Formación Docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la misma institución.
Los autores de este capítulo son docentes e investigadores de esta facultad e integrantes del men-
cionado grupo de investigación.
2 orcid: https://orcid.org/0000-0003-1320-2288. Correo: dlflorez@unisalle.edu.co
3 orcid: https://orcid.org/0000-0002-9934-9995. Correo: cdiazm@lasalle.edu.co
4 orcid: https://orcid.org/0000-0002-6845-7897. Correo: cjaramillo@unisalle.edu.co
5 orcid: https://orcid.org/0000-0002-3377-9108. Correo: tperez@unisalle.edu.co
6 orcid: https://orcid.org/0000-0002-0863-7589. Correo: jasalcedo@lasalle.edu.co
7 orcid: https://orcid.org/0000-0003-0926-6975. Correo: lvasquez@unisalle.edu.co
Introducción
8 Las intersubjetividades son las formas de acción comunicativa a través de las que interactúan los
directivos docentes, ejercen su liderazgo y con esto inciden en las prácticas pedagógicas en su ins-
titución y comunidad educativa.
1. Desafiar los procesos. El líder asume los riesgos de los procesos adminis-
trativos operativos, así como su dinámica interna y externa […].
2. Inspirar una visión compartida. Se refiere a una imaginación apasionante
continua del líder sobre escenarios futuros.
3. Habilitar a los demás para que actúen. Este tercer comportamiento el lí-
der lleva a cabo, de forma persistente, un proceso participativo y cooperativo
en la toma de decisiones, comportamiento que incide favorablemente en fo-
mentar seguidores proactivos.
4. Modelar el camino. Este cuarto comportamiento constituye el marco
axiológico y la moralidad. Refiere a una alta jerarquía de valores y comple-
mentariamente, una alta moralidad […].
5. Dar aliento al corazón. Este quinto comportamiento de liderazgo que
integra el ipl se caracteriza por que el líder proporciona siempre una retroa-
limentación positiva: él reconoce de manera pública las contribuciones indivi-
duales y celebra los logros del equipo. (p. 189)
• Habilitar a los demás para que actúen. Los líderes saben que no pueden so-
los. Los líderes habilitan a los demás para que actúen fomentando la colabora-
ción y fortaleciendo a los demás.
• Alentar el corazón. Los líderes alientan el corazón reconociendo las apor-
taciones y celebrando los valores y las victorias (Kouzes y Posner, 2003).
Dimensiones Acciones
• Establece metas de lo que es posible lograr con un
propósito común y con visión de futuro.
Define la misión de la
• Promueve una cultura escolar que comparte los
escuela
valores y creencias de la organización sobre los que se
sustentan los objetivos estratégicos de la escuela.
• Prioriza contenidos y el desarrollo de las habilidades
Gestiona el plan más relevantes del currículo.
curricular pedagógico • Recorre las aulas en acuerdo con los profesores.
de la escuela • Planifica la enseñanza con base en el análisis de los
datos del progreso de los aprendizajes estudiantiles.
198
Tabla 10.4. Modos de acción del liderazgo
las escuelas normales rurales nacieron con la finalidad de formar maestras que
llegaran a las zonas aisladas del país. Para esto, los gobiernos liberales brinda-
ron las garantías económicas y de infraestructura que permitieran consolidar
este proceso al interior del país. Fue a través de los planes de estudio que se
buscó llegar a las jóvenes para que sirvieran con liderazgo al interior de las
comunidades, no solo respondiendo con sus actividades como maestra, sino
resaltando el papel de la mujer como aquella que llevara a cabo los cambios
necesarios en la escuela, a través del liderazgo que vinculó a toda una comuni-
dad al orden y a la estética, lo cual significó moldear la personalidad del niño,
contribuyendo al mejoramiento de las condiciones de vida, que no solo preparó
al alumno, sino que capacitó a las madres en las actividades domésticas y a
los padres en mejorar sus prácticas agrícolas ayudando a la tecnificación del
campo y propiciando un vínculo entre la familia, la escuela y la comunidad.
(Valbuena et al., 2021, p. 17)
de formación que tienen estos actores, la interacción social gestada con los
integrantes de la comunidad y los procesos de comunicación que llevan a
cabo.
Uno de los resultados del proceso de formación y del trabajo de campo rea-
lizado fue la identificación de algunas prácticas de liderazgo desarrolladas
por los directivos de 129 escuelas normales con las cuales la Universidad
de La Salle y el men llevaron a cabo el acompañamiento para el reconoci-
miento de prácticas y la resignificación del horizonte institucional. Para la
identificación fueron fundamentales la elaboración de observaciones, la in-
teracción con los directivos docentes y los aportes interdisciplinarios con-
tenidos en la categoría de liderazgo, así como su adopción y aplicación en
las acciones que integran el proceso educativo de las ens orientado por sus
directivos. Sin duda, este resultado se ha convertido en un referente para
las normales que emprenden la resignificación de su misión en procura de
construir una oferta educativa de mayor calidad y pertinencia.
Los resultados evidencian la existencia de diversos tipos de prácticas
desarrolladas por los directivos de las ens, las cuales configuran un lide-
razgo territorial situado, que ha sido construido y ejercido en la historia de
cada normal. Está claro que la conformación de dicho liderazgo tiene su
origen en el hecho de que durante décadas la normal se ha erigido como
la única institución del Estado que hace presencia en algunas regiones del
territorio nacional; además, su intervención en los procesos sociales no se
circunscribe solo a la ejecución de las acciones educativas relacionadas con
la educación básica y la formación del profesorado, pues también apoya la
ejecución de políticas públicas vinculadas a otros sectores del desarrollo y
agencia procesos de cambio social, cultural y tecnológico.
Así, el liderazgo situado ha contribuido al ensanchamiento de las capa-
cidades interpretativo/comprensivas que permiten a los niños hacer una
lectura del mundo (su mundo) y, en el caso de los jóvenes que optan por
la docencia como proyecto de vida, adquirir competencias pedagógicas.
Además, este liderazgo ha posibilitado la consolidación de comunidades
académicas y educativas con incidencia en el fortalecimiento axiológi-
co de las familias y poblaciones; la creación y consolidación de proyectos
las relaciones sociales entre los grupos de poder y las poblaciones campesi-
nas, indígenas, mineras, agrícolas y pecuarias, sino porque su espacio-tem-
poralidad epistémica y pedagógica, iluminada por el pei, favorece ambientes
de aprendizaje en los cuales las corporeidades de maestros, niños, niñas y
jóvenes construyen la educación como práctica de libertad. Se considera
esto como posible por las reflexiones que permiten tomar distancia episté-
mica y pedagógica de lo vivido en los diferentes contextos socioculturales
y, además, por los contenidos del pei, cuyo componente teleológico propo-
ne misiones y visiones argumentadas desde paradigmas o visiones de mun-
do que apuntan a la formación integral de los integrantes de la comunidad
académica. Esto a partir de integraciones curriculares formativas, evalua-
tivas, de proyección social e investigativas, así como de prácticas didácti-
cas que vinculan los liderazgos educativos y directivos presentes en las ens
con posturas éticas y políticas que en las regiones se convierten en oasis o
lugares de confianza y esperanza para sus pobladores.
Conclusiones
por la Escuela de Liderazgo del men. Sin embargo, fue posible el reconoci-
miento de cinco prácticas emergentes relacionadas con género, vida coti-
diana en la escuela, territorio y comunidad, construcción de paz y ejercicio
político en la escuela.
Asimismo, se reconoció que entre las condiciones que inciden en la con-
figuración de liderazgos directivos en las ens y en el desarrollo de las res-
pectivas prácticas de liderazgo, se tienen en cuenta factores históricos,
como el lugar ocupado por las ens en el contexto del sistema educativo
nacional, las situaciones de conflicto armado, los condicionantes y reque-
rimientos institucionales formulados por el men, las políticas educativas
y la pandemia por covid-19, hecho que permeó los procesos sociales, las
dinámicas institucionales y las formas en que se piensan y dinamizan las
prácticas pedagógicas y los saberes que desde las normales se construyen.
Finalmente, durante las acciones y actividades de acompañamiento lle-
vadas a cabo por el equipo de trabajo surgió este interrogante: ¿cuál es la
participación diferenciada por género en los liderazgos directivos de las
normales? La respuesta generalizada a esta pregunta fue que la mayor par-
te de las funciones/prácticas relacionadas con el ejercicio de la rectoría la
realizan hombres y la de coordinación la realizan las mujeres. Así las cosas,
los rectores se encargan de los asuntos administrativos y de gestión, y las
coordinadoras del funcionamiento y operación cotidianos de la institución.
Sin duda, esta respuesta, aunque patética, llama la atención acerca de lo que
sucede con el desarrollo de las relaciones sociales y el devenir de las rela-
ciones de poder en la escuela.
Referencias
Resumen
Introducción
3 En este caso, se denotan situaciones que esgrimen nuevas metas y ponen a prueba los engranajes,
componentes y miembros de cualquier sistema.
4 Se emplea en su acepción de nominar una práctica que, a pesar de ser nociva, contraproducente o
incorrecta se empieza a aceptar en variados contextos por las personas.
Metodología
Conclusiones
social para propiciar la igualdad como una bandera que supere, al unísono
de Borges, cualquier tipo de particularidad nacional.
La escuela cuenta con el gran valor de fundamentar las transformacio-
nes y no solo de bosquejar grandes revoluciones políticas o económicas.
Atendiendo a las particularidades comportamentales de cada miembro de
su comunidad, está llamada a desarrollar iniciativas que desde la humil-
dad del sujeto enaltezcan la grandilocuencia de la sociedad y comunidad
nacional.
En este sentido, el liderazgo educativo se ha desdoblado de una prácti-
ca coercitiva y vigilante para asumir una actitud de compromiso y servicio
con todos los miembros de las comunidades escolares que, con confianza,
definición de rutas de trabajo, claridad de metas y objetivos instituciona-
les, fundamentan iniciativas de robustecimiento educativo y mejoramien-
to social.
Referencias
Resumen
Mantener la continuidad del proceso educativo en situaciones de emergen-
cia se ha convertido en uno de los principales focos de las agendas de países
que mantienen grandes brechas de desarrollo entre sus capitales y los cen-
tros de población rural. De manera usual, se recurre a factores asociados
al aprendizaje para calcular el posible riesgo de deserción o alternancia de
la comunidad estudiantil, sin tomar en cuenta otras variables de tipo mo-
tivacional, entre ellas, el liderazgo educativo. En este capítulo se presen-
tan cuatro variables identificadas a lo largo de un estudio con 130 escuelas
normales superiores colombianas, como factores directos de la permanen-
cia estudiantil en contextos de emergencia.
Introducción
1 Doctor en Educación y experto en liderazgo educativo rural. Profesor del Doctorado en Educa-
ción y Sociedad de la Universidad de La Salle, Doctorado en Educación de la Universidad Santo
Tomás y Doctorado en Pedagogía de la Universidad Mariana. Correo electrónico: jacksonacosta@
gmail.com
Metodología
224
Tabla 12.1. Matriz analítica de prácticas de liderazgo en torno a elementos curriculares y misionales
Fuente: el autor.
22/03/2023 3:31:53 p. m.
Liderazgo escolar en contextos rurales de emergencia y excepcionalidad 225
Figura 12.1. Cercanía de los líderes directivos docentes con las dependencias de
gobierno local
Fuente: el autor.
Fuente: el autor.
Fuente: el autor.
Conclusiones
Referencias
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