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Nombre: Génesis Tipantasig

Mi propio concepto de nuevos medios vs medios tradicionales

En todo el panorama que se nos avecina, y que en cierta parte nos vemos ya inmersos, está la
digitalidad y más allá de cómo nos hemos adaptado nosotros es interesante en hacer hincapié en
cómo hemos empezado a manejar la información y con esto, es inevitable hablar de la adaptación
de los medios tradicionales, los cuáles por un largo tiempo fueron quienes manejaron a su antojo
lo que se debía y no ver, leer o escuchar.

Si bien, se entiende cómo medios tradicionales a la prensa escrita, radio y televisión, las
concepciones de lo que son van más allá del papel, o en el caso de la radio y televisión, aparatos
eléctricos compuestos de alambres y piezas que permiten su funcionamiento. Su esencia es lo que
permite concebir su carácter utilitario.

Es así que, es conocido que este tipo de información que transmiten – incluso hasta hoy, porque
aún existen- está predeterminada, digamos que filtrada acerca de lo que se va a presentar al
público. Esa es la esencia pura de los medios tradicionales, que si bien, han ido cambiando para
poder brindar contenido a su público objetivo, creando segmentos o programas que permitan
llegar a cierta audiencia, no permite la posibilidad absoluta de participación, sino que ejerce un
papel de comunicación en una sola vía, emisor y receptor.

Por otro lado, existen los nuevos medios, los cuales nacen en la digitalidad y ese es su entorno
nativo, pero sucede algo interesante, y es que se rompe el tradicional esquema de esperar que
otros creen la información y la difundan, pasando el receptor a ser también emisor, capaz de crear
la información, compartir otra y a su vez también generar un debate de opiniones sobre lo que le
parece o no correcto.

En contraste, si bien, los medios tradicionales se han adaptado de cierta manera a la digitalidad,
abriendo cuentas en redes sociales y empezando a postear la información, en contraposición con
los medios digitales, hay más variedad de información, es decir, se puede elegir que consumir.
Estos nuevos medios, obviamente no van a perseguir los mismos intereses que los tradicionales, lo
que hace que su enfoque sea diferente.

Lo señalado anteriormente no les beneficia tanto a los medios tradicionales, puesto que la
diferencia de la narrativa es notoria y se pone en tela de duda si es o no verdad lo que dicen y
cómo lo dicen. No sucede como hace años, que no se cuestionaba esa información, hoy los
receptores son mucho más críticos en el sentido de que pueden comparar la información entre
medio y medio. Sin embargo, esto no quiere decir que todo sea verdad, puesto que no deja de
existir información falsa que se divulga con rapidez.

Finalmente, se llega a la reflexión que los medios tradicionales a pesar que se han adaptado no
han perdido su esencia, mientras que los nuevos medios parecen enganchar mucho más a los
consumidores de información. No obstante, dependerá mucho de quien reciba el mensaje de
poner en tela de duda y separar la información falsa de la verdadera y saber reconocer los fines
que persiguen los medios.

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