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PROGRAMA LIDCOMBE

El programa Lidcombe es un tratamiento de conducta para niños de edad


preescolar que tartamudean. En este programa, los padres (el padre o la madre) u
otra persona significante en la vida del niño aplica el tratamiento en el ambiente
diario del niño. Los padres aprenden a hacerlo bajo la supervisión del terapeuta.El
logopeda enseña a los padres a proveer el tratamiento y medir la severidad del
tartamudeo del niño en su ambiente diario.
Estas medidas, junto a las medidas realizadas por el especialista, guían la
conducta del programa.
Durante las conversaciones con los padres, el logopeda también vigila , ajusta el
tratamiento para que sea una experiencia positiva y alegre para el niño.

El programa es conducido en dos etapas.


Durante la etapa 1, los padres contactan con el especialista una vez a la semana
mientras se realiza el tratamiento en el ambiente cotidiano del niño. Se fijan
sesiones presenciales cada 15 días para ver la evolución.
Cuando el tartamudeo del niño llega a un nivel muy bajo, la segunda etapa
comienza. Durante la etapa 2, los padres proveen el tratamiento menos
frecuentemente y el niño y los padres necesitan menos supervisión del
especialista.

El programa Lidcombe tiene varios componentes esenciales. Sin embargo, la


implementación de estos componentes son individualizados para cada niño. El
programa esta basado en la metodología operativa (terapia condicionada) y los
niños no son enseñados a usar una forma diferente de hablar. Sin embargo, el
especialista puede cambiar ciertos aspectos del ambiente del niño cuando se
piensa que esto es necesario para la implementación exitosa del programa.

COMPONENTES ESENCIALES DEL PROGRAMA LIDCOMBE

Contingencias verbales de los padres

Cómo practicar el juego directivo. Elegimos 15 o 20 minutos en los que vamos a


estar a solas con el niño. No debemos empeñarnos en jugar a algo en concreto, es
preferible elegir tres o cuatro juegos que al niño le gusten para poder ir
cambiándolos en cuanto se canse.
La idea principal es conseguir una buena fluidez en ese rato de juego. Si hay que
reducir sus emisiones a una palabra no importa, pero que las diga con fluidez.
Por ejemplo, jugando a vestir a los muñecos, podemos decir que le ponemos el
jersey de color…
Nuestro habla debe ser algo lenta y clara, pronunciando muy bien. Tampoco
hace falta que sea demasiado lenta porque le parecerá poco natural. También
es importante introducir pausas, sobre todo cuando vemos que el niño, a
medida que vamos jugando, se va acelerando en el juego y emite frases más
largas. Podemos contabilizar en nuestra cabeza dos segundos antes de
responderle, para bajar un poco el ritmo de la conversación.

El objetivo fundamental es que el niño no tenga numerosas disfluencias en


la sesión de juego estructurada. Para ello ajustamos la conversación para
simplificar al máximo, si es necesario, las emisiones verbales.

Al principio es muy útil utilizar secuencias automáticas, canciones, y preguntas


cerradas. Lo importante es manipular la situación para lograr que sea un rato de
fluidez Y así poder empezar con los elogios.
Aunque hay que variar de actividad para que el niño no se aburra, es importante
establecer una rutina, mejor no antes de ir a la cama. Están cansados y
normalmente después de la sesión tienen un periodo sin atascos que no verías.

Los padres, a medida que se va desarrollando la conversación, hacen comentarios


al niño sobre su habla:

Después de hablar sin tartamudear, los padres pueden:

1- hacer un comentario sobre cómo ha sido su habla: "lo has dicho muy suave",
que bien los has dicho!…

Después de tartamudear, los padres deben:

1-darle el modelo. Cuando el niño se traba en una palabra, el adulto repite la


palabra despacio, y con énfasis suficiente..

Las contingencias verbales deben de ser dadas lo mas pronto posible después de
la respuesta (expresiones sin tartamudo o tartamudeo indudable) y de tal forma
que el niño les preste atención.

En el caso de tartamudeo indudable, los padres usan un tono de voz neutral y no


punitivo.
Muy importante: La proporción de contingencias verbales para expresiones
sin tartamudeo deben de ser 3:1 (3 veces mas altas que para las expresiones
tartamudeadas).

Las contingencias verbales de los padres dadas arriba son solamente ejemplos, y
los padres son aconsejados a variar las frases que usan. También es importante
que el tipo y la frecuencia de las contingencias verbales sean individualizadas para
cada niño.
La etapa 1 termina cuando se alcanzan ratios de uno o dos durante dos o tres
semanas.
A medida que avanzan las semanas se van introduciendo más contingencias y
otros juegos más complejos.

Medidas del tartamudeo

Los padres aprenden a medir la severidad del tartamudeo del niño cada día en
situaciones cotidianas. Esto se hace con una escala de severidad de 10 puntos
(SR o severity rating), donde el 1 = “ningún tartamudeo” y el 10 = “tartamudeo
extremamente severo”.
Los padres toman la medida del tartamudeo cada día usando esta escala. Quiere
decir que, cada día los padres asignan un grado al tartamudeo del niño usando la
escala de 10 puntos, por el día entero.

Es importante enviar grabaciones al especialista para que pueda corroborar que se


están asignando correctamente las puntuaciones.

Durante esta etapa del programa, los padres están en contacto con el logopeda
todas las semanas, con el fin de que :

- Los padres reporten el grado de severidad por cada día de la semana anterior.
- Se comparan los grados de severidad asignados durante la semana anterior y
durante la grabación proporcionada.
- Los padres muestran el tratamiento usado durante la semana anterior.
- Se plantean, si es necesario, cambios en el procedimiento.

Cuando los grados de severidad del niño son bajos durante varias semanas, y el
tratamiento se esta dando apropiadamente, los padres comienzan a dar
contingencias en varias ocasiones durante el día en conversaciones sin estructura.
Para el final de la etapa 1, el tratamiento se aplica solamente durante
conversaciones sin estructura.

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