Las retroexcavadoras fueron inventadas por Joseph Cyril Bamford en 1949.

Bamford fue un
constructor de maquinaria agrícola británico que fundó la compañía JCB en 1945. La primera
retroexcavadora fue llamada JCB 3, y fue una de las primeras máquinas de construcción en usar
orugas. La primera retroexcavadora fue presentada en el Salón Internacional de Agricultura en
1951. Su principal objetivo era el de reemplazar el uso de los caballos para llevar a cabo
trabajos de construcción y movimiento de tierras. Estas máquinas se convirtieron rápidamente
en una herramienta imprescindible para la construcción.

A mediados de la década de 1960, los fabricantes comenzaron a desarrollar nuevas tecnologías

para mejorar la eficiencia y la versatilidad de las retroexcavadoras, como el uso de motores
diesel, transmisiones hidráulicas, controles de joystick y sistemas de suspensión. Estas mejoras
permitieron a las retroexcavadoras convertirse en herramientas versátiles capaces de realizar
una gran variedad de tareas.

En la actualidad, las retroexcavadoras se fabrican con una variedad de motores, transmisiones

y sistemas de suspensión para satisfacer las necesidades de cada trabajo. Estas máquinas se
han convertido en una de las herramientas más comunes y versátiles para la construcción y
movimiento de tierras.