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El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones o compulsiones excesivas que intentan reducir la ansiedad. Generalmente requiere tratamiento farmacológico prolongado y dosis altas, pero puede lograr resultados satisfactorios. A menudo se asocia con depresión, ansiedad o tics, y sus síntomas pueden limitar la calidad de vida y relaciones interpersonales de quienes lo padecen.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones o compulsiones excesivas que intentan reducir la ansiedad. Generalmente requiere tratamiento farmacológico prolongado y dosis altas, pero puede lograr resultados satisfactorios. A menudo se asocia con depresión, ansiedad o tics, y sus síntomas pueden limitar la calidad de vida y relaciones interpersonales de quienes lo padecen.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones o compulsiones excesivas que intentan reducir la ansiedad. Generalmente requiere tratamiento farmacológico prolongado y dosis altas, pero puede lograr resultados satisfactorios. A menudo se asocia con depresión, ansiedad o tics, y sus síntomas pueden limitar la calidad de vida y relaciones interpersonales de quienes lo padecen.
Al menos alguna vez el niño reconoce que las obsesiones o las compulsiones
son excesivas o absurdas. Estos comportamientos repetitivos tienen por objeto
prevenir o reducir la ansiedad o evitar que pase algo malo, Casi en el 90% de los casos de pacientes con TOC se asocian otros trastornos, especialmente episodios depresivos y con menos frecuencia con cuadros de ansiedad y con tics (como ocurre en el síndrome de Tourette).
Generalmente se necesita un tratamiento farmacológico más largo (más de 1
año) y una dosis superior a la necesaria para tratar la depresión, pero si se hace correctamente, se obtienen resultados muy satisfactorios. En los casos donde hay un posible origen en una infección con estreptococos se puede tratar con antibióticos y terapia inmunológica para retirar los anticuerpos dañinos que están atacando al núcleo caudado.
Se trata de personas rígidas, con un pensamiento muy dogmático, dubitativas,
poco empáticas, tercas, con mucho miedo al fracaso y muy vulnerables a los cambios inesperados. Estas características de personalidad pueden limitar su calidad de vida y sus relaciones interpersonales. Es evidente, que cualquier persona puede tener algunas de estas características en la estructura de su carácter.
En la práctica clínica habitual observamos sin embargo con frecuencia la
presencia de cuadros mixtos, por lo que es fundamental una exploración especializada para su correcto diagnóstico y tratamiento. Las últimas clasificaciones han decidido separar el TOC de los trastornos de ansiedad y crear un grupo nuevo de trastornos bajo el epígrafe “TOC.