El catecismo numeral 277-2865 El evangelio de Lucas aporta noticias que no aparecen en los demás evangelios, como por ejemplo acerca de los primeros años de la vida de Jesús. También contiene bastantes detalles sobre la predicación de Jesús en las regiones de Galilea, Samaria, Judea y Perea. Cuánto se necesita en nuestras vidas enfrentar las cosas y ponerle nombre a cada cosa. No dejes que el miedo distraiga o nos haga llenar de imaginaciones. Porque cuando hablamos y decimos las cosas, muchas de ellas se solucionan y muchos fantasmas desaparecen. Busca esa presencia de Dios en tu corazón y llénate de Él. Jesús asegura a sus discípulos que si los padres terrenales son admirables en este sentido, Dios lo es mucho más para cumplir cada una de sus promesas. Por ello son determinantes las palabras de Jesús cuando nos asegura que Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá En el Nuevo Testamento, Jesús enseña a los discípulos a rezar dándoles el Padre Nuestro, pero también muestra la importancia de la oración por la forma en que incorpora activamente la oración en su vida. Jesús reza con y por la gente. Jesús se retira a rezar en privado. ¿Cómo debemos orar? No importa dónde estemos, ya sea que estemos de pie o arrodillados; ya sea que oremos verbalmente o en silencio, en forma individual o a favor de un grupo, debemos siempre hacerlo con fe, con un corazón sincero, con verdadera intención Aquel con quien hemos conversado es esa misma Persona; Él se nos ha revelado en carne humana”, no era una especulación extraña, el refinamiento de una era posterior. Era la forma más sencilla de conectar el viejo mundo con su época. La oración no es algo opcional, al contrario, es una práctica esperada en todo discípulo del Señor Jesucristo. Son muchos los versículos bíblicos que dan cuenta de que esa es la voluntad inequívoca de Dios. La experiencia de Jesús nos enseña que no hay nada malo con ser tentados. Una breve oración o una cita de la palabra de Dios nos ayudará a desecharla. Por ejemplo, “no me dejes caer en la tentación” o “debo perdonar, no una sino setenta veces”. Esta oración significa que estamos sumisos a Dios. Entonces, si estamos haciendo la voluntad, debemos enseñar, amonestar y exhortar a otros para que hagan lo mismo. Debemos “cooperar” con la oración. Como en el cielo En el cielo se hace la voluntad de Dios. El Catecismo de la Iglesia católica (en latín: Catecismos Catholicæ Ecclesiæ, representado como CCE en las citas bibliográficas), o catecismo universal, cuya versión oficial fue publicada en latín en 1997 contiene la exposición de la fe, doctrina y moral de la Iglesia católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada A lo largo del libro de Lucas, Jesús enseña que vivir en el reino de Dios significa ver a Dios, y no al esfuerzo humano, como la fuente esencial de todo lo que necesitamos para la vida. Nuestra labor no es opcional, pero tampoco es absoluta. Jesús dijo que debemos orar sinceramente por lo que necesitamos. El Salvador hizo una oración para enseñar a Sus discípulos cómo orar. Comenzó diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos”. Alabó a nuestro Padre Celestial y después le pidió ayuda. La oración es un medio para la comunicación entre nosotros y Dios, y su propósito principal es mantener la conexión con los cielos, que nos ayude a recordar que somos hijos de Dios, y que nuestra vida en la tierra tiene un propósito que va más allá de lo terrenal y humano. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. Podemos pedir por una cosa equivocada, pero recibiremos lo que necesitamos en vez de lo que queremos. Esta confianza debe ser la raíz de toda oración. Jesús nos deja claro que nunca debemos dejar de pedir. El Padre es la fuente de infinita riqueza y desea solucionar nuestras necesidades con abundancia. Fue un acto de voluntad y compromiso decidido. Al comprometernos con lo que Dios quiere que hagamos -reclamando "hágase tu voluntad"- estamos renunciando a nuestras propias voluntades y comprometiéndonos a hacer activamente la voluntad de Dios. Significado según el catolicismo: para religión este horario es considerado como “la hora de la misericordia”, puesto que se trata del momento en el que Jesús murió en la cruz. Por esta razón, mencionan que la oración durante este tiempo es especialmente poderosa y que puede llevar a una mayor conexión con Dios Procura escuchar al Espíritu Santo. La gente escucha al Espíritu Santo de diferentes maneras, por lo que puede que esperes oír una voz suave y apacible cuando la impresión tal vez llegue como un sentimiento. Sé que el Espíritu Santo te dirá todo lo que necesitas saber; solo tienes que escuchar. Jesús viene a liberar, a sanar, a anunciar “un año de gracia” en el Señor, un jubileo Eterno, y sin fin; he ahí el carácter sagrado que supera cualquier expectativa de la antigua ley, y que le da sentido a la promesa: “les daré un Salvador, un Emanuel, un Dios con Ustedes La imagen de Jesús que Lucas presenta se refiere a estas dos metas. Para Lucas Jesús trae la paz verdadera, integridad espiritual y física, sanación y reconciliación. Por lo tanto, el icono de este evangelio es una paloma de paz. Lucas no deja otra alternativa que reconocer el papel primordial que María juega en nuestra historia de salvación. La Madre de Nuestro Señor fue el odre en el cual Dios se hizo persona. Si proclamamos a Jesús como la encarnación de Dios, lo hacemos porque éste se hizo carne en el vientre de María. Así el Señor nos enseña que podemos orar, sea por nosotros mismos, sea por los demás, hasta que nuestras oraciones reciban respuesta (¡hasta que seamos atendidos... por Dios!). Una de las parábolas ilustra la exhortación: “Pedid y se os dará”. Tanto al arrodillarse como al doblegarse, el cuerpo se encorva, limitando las distracciones, mostrando honor y trayendo a la memoria nuestra total dependencia del Señor. Sentarse, ponerse de pie y levantar las manos en oración son otras posturas que encontramos en la Biblia. Como orar en momentos difíciles Tú, oh Creador, eres nuestro socorro; en tiempos de oscuridad, eres el sol que alumbra nuestro camino; en esos momentos de sed espiritual que debilitan nuestro espíritu, tu vienes a nosotros cual lluvia refrescante y vivificadora, y renuevas nuestro espíritu marchito. La oración te ayuda a desarrollar una relación con Dios.
Cuando oras, Él escucha. Luego, Él contesta tus oraciones a través de
pensamientos, sentimientos, escrituras y aún por medio de las acciones de otras personas.
Esta oración nos pone en comunión con el Padre y con el Hijo. Al decirle
nuestro, los cristianos invocan a la nueva Alianza en Jesús, la comunión con la Santísima Trinidad y la caridad divina extendida por la Iglesia en todo el mundo. La oración de Jesús en el huerto se conmemora todos los años el Jueves Santo. Después de la Última Cena, Jesús se dirigió al huerto, donde acostumbraba a reunirse con sus discípulos a ora Al orar el Padre nuestro reconocemos que Dios es quien suple nuestras necesidades diarias. A la misma vez aprendemos que está bien mencionar nuestras necesidades ante Dios en oración. Podemos pedir por el pan diario, que Dios supla nuestras necesidades básicas y específicas del día. En consecuencia, pedir que «su nombre sea santificado» expresa el deseo filial de que Dios se manifieste y sea reconocido por los hombres como Dios auténtico. Que su identidad revelada -su rostro de Padre- se muestre patente y eficaz sin límite en el ámbito de toda existencia humana. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal.