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FACULTADES DEL CONGRESO

Antes de ocuparnos de las facultades del Congreso, debemos llamar la atención


sobre la circunstancia de que ya hemos considerado los asuntos que se deben
tratar en el periodo ordinario de sesiones. Estos asuntos siempre deben ser
tratados por el Congreso y, por consiguiente, más que facultades son
obligaciones. Pero existen en cambio otras atribuciones del Congreso que
solamente se ejercen cuando la ocasión se presenta. Éstas son las que se llaman
propiamente “facultades”. Debemos tener presente, además, que es aceptado por
nuestra Constitución el sistema bicamarista, y que uno de los objetos del mismo
es evitar la precipitación en la labor legislativa y hacer que se estudien
debidamente y revisen las leyes y decretos; la forma natural y ordinaria como debe
trabajar el Congreso es desarrollando separadamente sus labores las dos
cámaras. En otros términos, hemos visto ya que las iniciativas de ley pueden
presentarse indistintamente a cualquiera de las dos cámaras para que se discutan
en una de ellas y después de aprobadas por esa cámara se remitan a la otra
para su discusión de la manera que hemos explicado en la lección anterior.
Es decir, las dos cámaras conocen sucesivamente del mismo asunto, siendo
indiferente que principie por una u otra cámara, salvo las excepciones que
hemos mencionado ya al ocuparnos de la iniciativa y formación de las leyes.
Sin embargo, hay casos especialmente previstos en la Constitución en que
las cámaras se reúnen y trabajan conjuntamente.
Esto se refiere, por una parte, cuando han de escuchar el informe presidencial al
que antes nos referimos, y por otra, en los casos que después
estudiaremos, en que el Congreso tiene facultad para designar al presidente
de la República.
Finalmente, hay facultades exclusivas de la Cámara de Senadores, cosa
perfectamente explicable, supuesto que ya hemos visto cuando menos en
teoría, y a reserva de llegar a una conclusión definitiva sobre el particular.
La Cámara de Diputados representa a todo el pueblo mexicano, y la de
Senadores, a las entidades políticas, que son los 29 estados de la Federación, y
además, por excepción en nuestro sistema, el Distrito Federal.
Una vez hechas las explicaciones que preceden, vamos a ocuparnos de las
facultades del Congreso cuando funcionan las dos cámaras sucesivamente y
siguiendo el sistema que nos hemos trazado, expresemos: cuál fue el texto
primitivo de la Constitución de 1857; qué reformas se le hicieron durante su
vigencia; cuáles son las facultades del Congreso, según el Proyecto presentado
por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista al Congreso Constituyente de
Querétaro; de qué manera quedó el texto original de la Constitución de1917, y qué
reformas se le han hecho hasta nuestros días. El artículo original de la
Constitución de 1857 decía textualmente:
Art. 72. El Congreso tiene facultad: I. Para admitir nuevos Estados o territorios a la
Unión Federal, incorporándolos a la nación. II. Para erigir los territorios en Estados
cuando tengan una población de ochenta mil habitantes y los elementos
necesarios para proveer a su existencia política. III. Para formar nuevos Estados
dentro de los límites de los existentes, siempre que lo pida una
población de ochenta mil habitantes, justificando tener los elementos necesarios
para proveer a su existencia política. Oirá en todo caso a las legislaturas de cuyo
territorio se trate, y su acuerdo sólo tendrá efecto si lo ratifica la
mayoría de las legislaturas de los Estados. IV. Para arreglar definitivamente los
límites de los Estados terminando las diferencias entre ellos se susciten sobre
demarcación de sus respectivos territorios, menos cuando esas diferencias tengan
un carácter contencioso. V. Para cambiar la residencia de los Supremos Poderes
de la Federación. VI. Para el arreglo interior del Distrito Federal y Territorios,
teniendo por base el que los ciudadanos elijan popularmente las autoridades
políticas, municipales y judiciales designándoles rentas para cubrir sus atenciones
locales. VII. Para aprobar el presupuesto de los gastos de la Federación que
anualmente debe presentarle el Ejecutivo, e imponer las contribuciones necesarias
para cubrirlo. VIII. Para dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar
empréstitos sobre el crédito de la nación; para aprobar esos mismos empréstitos,
y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional. IX. Para expedir aranceles
sobre el comercio extranjero, y para impedir por medio de bases generales, que
en el comercio de Estado o Estados, se establezcan restricciones onerosas. X.
Para establecer las bases generales de la legislación mercantil. XI. Para crear y
suprimir empleos públicos de la Federación; señalar, aumentar o disminuir sus
dotaciones. XII. Para ratificar los nombramientos que haga el Ejecutivo, de los
ministros, agentes diplomáticos y cónsules, de los empleados superiores de
hacienda, de los coroneles y demás oficiales superiores del Ejército y Armada
Nacional. XIII. Para aprobar los tratados, convenios o convenciones diplomáticas
que celebre el Ejecutivo. XIV. Para declarar la guerra en vista de los datos que le
presente el Ejecutivo. XV. Para reglamentar el modo en que deban expedirse las
patentes de corso; para dictar leyes, según las cuales deban declararse buenas o
malas las presas de mar y tierra, y para expedir las relativas al derecho marítimo
de paz y guerra. XVI. Para conceder o negar la entrada de tropas extranjeras en el
territorio de la Federación y consentir la estación de escuadras de otra potencia,
por más de un mes, en las aguas de la república. XVII. Para permitir la salida de
tropas nacionales fuera de los límites de la república. XVIII. Para levantar y
sostener el ejército y la armada de la Unión, y para reglamentar su organización y
servicio. XIX. Para dar reglamentos con el objeto de organizar, armar y disciplinar
la guardia nacional, reservando a los ciudadanos que la formen, el nombramiento
respectivo de jefes y oficiales, y a los Estados facultad de instruirla, conforme a la
disciplina prescrita por dichos reglamentos. XX. Para dar su consentimiento a fin
de que el Ejecutivo pueda disponer de la guardia nacional, fuerza de sus
respectivos Estados o territorios, fijando la fuerza necesaria. XXI. Para dictar leyes
sobre naturalización, colonización y ciudadanía. XXII. Para dictar leyes sobre vías
generales de comunicación y sobre postas y correos. XXIII. Para establecer casas
de moneda, fijar las condiciones que ésta deba tener, determinar el valor de la
extranjera y adoptar un sistema general de pesas y medidas. XXIV. Para fijar las
reglas a que debe sujetarse la ocupación y enajenación de terrenos baldíos y el
precio de estos. XXV. Para conceder amnistías por delitos cuyo conocimiento
pertenezca a los tribunales de la Federación. XXVI. Para conceder premios o
recompensas por servicios eminentes prestados a la Patria o a la humanidad, y
privilegios por tiempo limitado a los inventores o perfeccionadores de alguna
mejora. XXVII. Para prorrogar por treinta días útiles el primer período de sus
sesiones ordinarias. XXVIII. Para formar su reglamento interior y tomas las
providencias necesarias para hacer concurrir a los diputados ausentes, y corregir
las faltas y omisiones de los presentes. XXIX. Para nombrar y remover libremente
a los empleados de su Secretaría y a los de la contaduría mayor, que se
organizará según lo disponga la ley. XXX. Para expedir todas las leyes que sean
necesarias y propias para hacer efectivas las facultades antecedentes y todas las
otras concedidas por esta Constitución a los Poderes de la Unión. (Varias de las
fracciones de este artículo están reformadas, adicionadas o derogadas por las
leyes de 13 de noviembre de 1874, 2 de junio de 1882, 14 de diciembre de 1883 y
6 de mayo de 1904, leyes que pueden consultarse al final de esta Primera Parte).
Varias de las fracciones de este artículo fueron reformadas, adicionadas
y derogadas por la ley del 13 de noviembre de 1874, 2 de junio de 1882, 14
de diciembre de 1883 y 6 de mayo de 1904.
La reforma del 13 de noviembre de 1874, que adoptó el sistema bicamarista, tuvo
naturalmente que reformar todas las facultades concedidas originariamente al
Congreso unicamarista, dividiendo esas facultades entre las que corresponden a
ambas cámaras sucesivamente, las exclusivas de la Cámara de Diputados y las
exclusivas de la Cámara de Senadores, así como las que cada Cámara pueda
ejercer sin intervención de la otra.
En estas circunstancias, el artículo quedó redactado como sigue:
Art. 72. El Congreso tiene facultad: III. Para formar nuevos Estados dentro
de los límites de los existentes, siendo necesario al efecto: 1o. Que la fracción o
fracciones que pidan erigirse en Estado cuenten con una población
de ciento veinte mil habitantes por lo menos. 2o. Que se compruebe ante
el Congreso que tiene los elementos bastantes para proveer a su existencia
política. 3o. Que sean oídas las Legislaturas de los Estados de cuyo territorio se
trata, sobre la conveniencia de la erección del nuevo Estado, quedando obligadas
a dar su informe dentro de seis meses, contados desde el día en
que se les remita la comunicación relativa. 4o.
Que igualmente se oiga el Ejecutivo de la Federación, el cual enviará su informe
dentro de siete días, contados dese la fecha en que le sea pedido. 5o. Que sea
votada la erección del nuevo Estado por dos tercios de los diputados y senadores
presentes en sus respectivas cámaras. 6o. Que la resolución del Congreso sea
ratificada por la mayoría de las Legislaturas de los Estados con vista de la copia
del expediente, siempre que hayan dado su conocimiento las Legislaturas de los
Estados de cuyo territorio se trate. 7o. Si las legislaturas de los Estados de cuyo
territorio se trate no hubieren dado consentimiento, la ratificación de que habla la
fracción anterior, deberá ser hecha por los dos tercios de las Legislaturas de los
demás Estados.
A. Son facultades exclusivas de la cámara de diputados: I. Erigirse en colegio
electoral para ejercer las facultades que la Ley le señale, respecto al
nombramiento de Presidente Constitucional de la República, magistrados de la
Suprema Corte y senadores por el Distrito Federal. II. Calificar y decidir sobre las
renuncias que hagan el presidente de la república o los magistrados de la
Suprema Corte de Justicia. Igual atribución le compete tratándose de licencias
solicitadas por el primero. III. Vigilar por medio de una comisión inspectora de su
seno, el exacto desempeño de las funciones de la contaduría mayor. IV. Nombrar
a los jefes y demás empleados de la misma. V. Erigirse en jurado de acusación
para los altos funcionarios de que trata el art. 103 de la Constitución. VI. Examinar
la cuenta que anualmente debe presentarle el Ejecutivo, aprobar el presupuesto
anual de gastos e iniciar las contribuciones que a su juicio deban decretarse para
cubrir aquél. B. Son facultades exclusivas del senado: I. Aprobar los tratados y
convenciones diplomáticas que celebre el Ejecutivo con las potencias extranjeras.
II. Ratificar los nombramientos que el presidente de la república haga de ministros,
agentes, diplomáticos, cónsules generales, empleados superiores de hacienda,
coroneles y demás jefes superiores del ejército y armada nacional, en los términos
que la ley disponga. III. Autorizar al Ejecutivo para que pueda permitir la salida de
tropas nacionales fuera de los límites de la república, el paso de tropas extranjeras
por el territorio nacional y la estación de escuadras de otra potencia, por más de
un mes, en las aguas de la república. IV. Dar su consentimiento para que el
Ejecutivo pueda disponer de la guardia nacional fuera de sus respectivos Estados
o Territorios, fijando la fuerza necesaria. V. Declarar, cuando hayan desaparecido
los Poderes Constitucionales, Legislativo y Ejecutivo de un Estado, que es llegado
el caso de nombrarle un gobernador provisional, quien convocará a elecciones
conforme a las leyes constitucionales del mismo Estado. El nombramiento de
gobernador se hará por el Ejecutivo Federal con aprobación del senado, y en sus
recesos, con la de la comisión permanente. Dicho funcionario no podrá ser electo
gobernador constitucional en las elecciones que se verifiquen en virtud de la
convocatoria que él expidiere. VI. Resolver las cuestiones políticas que surjan
entre los poderes de un Estado, cuando alguno de ellos ocurra con ese fin al
senado, o cuando con motivo de dichas cuestiones se haya interrumpido el orden
constitucional, mediando un conflicto de armas. En este caso el senado dictará su
resolución, sujetándose a la Constitución general de la república y a la del Estado.
La ley reglamentará el ejercicio de esta facultad y el de la anterior. VII. Erigirse en
jurado de sentencia, conforme al art. 105 de la Constitución. Cada una de las
cámaras puede, sin la intervención de la otra: I. Dictar resoluciones económicas
relativas a su régimen interior. II. Comunicarse entre sí y con el Ejecutivo de la
Unión, por medio de comisiones de su seno. III. Nombrar los empleados de su
secretaría y hacer el reglamento interior de la misma. IV. Expedir convocatoria
para elecciones extraordinarias, con el fin de cubrir las vacantes de sus
respectivos miembros.

El derecho constitucional mexicano y el bloque de


constitucionalidad
La reforma constitucional en materia de derechos humanos que entró en vigor en
junio de 2011 colocó en el centro de la actuación del Estado mexicano la
protección y garantía de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y
en los tratados internacionales ratificados por éste. Por ello, se trata de una
reforma que impacta de manera sustantiva en la labor de todas las autoridades del
país, toda vez que deben hacer efectiva la aplicación de la totalidad de las
obligaciones reconocidas constitucionalmente.

Las instituciones a cargo de la elaboración de la Metodología para la Enseñanza


de la Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos, Reformadh,
reiteran su posición en el sentido de que todas las autoridades sin excepción se
encuentran obligadas a asumir una responsabilidad de Estado en la
implementación de esta compleja transformación constitucional; y, en especial,
reconocen aquella que enfrentan las y los operadores de justicia, particularmente
quienes tienen en sus manos la impartición de justicia o funciones asociadas con
la defensa –tanto jurisdiccional como no jurisdiccional– de los derechos humanos,
para desarrollar todas sus acciones desde el nuevo paradigma que supone la
incorporación de una perspectiva de derechos humanos.

Lo anterior implica, entre otras cuestiones, el replanteamiento de estructuras y


categorías de pensamiento utilizadas tradicionalmente por las y los juristas,
además del desarrollo de una profunda reflexión sobre el papel de la impartición
de justicia en un Estado democrático y constitucional de derecho.

En estas condiciones, es importante resaltar que un cambio de tal envergadura


requiere de estrategias y mecanismos adecuados y eficaces para garantizar que
las nuevas disposiciones constitucionales alcancen los fines para los cuales han
sido diseñadas. Por tal motivo, asegurar el efecto útil de la reforma constitucional
antes señalada sólo será posible en la medida en que las instituciones, la
sociedad y la academia exploren a profundidad los alcances de la multiplicidad de
herramientas con las que ahora cuentan de manera indubitable.

El material que se encuentra a su disposición ha sido elaborado a partir de una


metodología de enseñanza basada en el análisis de casos y problemas, cuya
finalidad primordial consiste en proporcionar a las y los lectores –desde
operadoras y operadores jurídicos hasta cualquier persona interesada– una
orientación clara y didáctica para la aplicación práctica de las herramientas
hermenéuticas y conceptuales que proporciona el nuevo marco constitucional
inaugurado a partir de 2011.

Asimismo, el presente esfuerzo busca que las personas desarrollen competencias


para realizar el diagnóstico de casos, así como estimular sus capacidades de
investigación en aras de fortalecer los procesos de argumentación mediante los
cuales se soportan los elementos para la solución de los problemas jurídicos.

Al respecto, es necesario apuntar que los contenidos propuestos en cada uno de


los módulos que conforman la presente metodología fueron construidos con la
expectativa de desarrollar un piso mínimo sobre el cual puedan cimentarse a
futuro otras aproximaciones a la temática, por lo que, desde luego, pueden ser
objeto de una mayor profundización en el marco de diseños académicos más
amplios a través de planes y/o programas de estudio de las propias universidades.

Las instituciones que hemos participado en este esfuerzo esperamos que la


Metodología para la Enseñanza de la Reforma Constitucional en Derechos
Humanos, desarrollada para la elaboración del presente material, contribuya a
fortalecer los procesos de trasformación de la cultura jurídica del país y siente las
bases de métodos de enseñanza del derecho a partir de nuevos esquemas y
metodologías acordes con el enfoque de derechos humanos.

Aunque el bloque de constitucionalidad no tenga un significado preciso


generalmente aceptado8 y se considere que tiene gran elasticidad semántica,9 en
términos generales podemos sostener que se trata de una categoría jurídica (un
concepto)10 del derecho constitucional comparado11 que se refiere al conjunto de
normas que tienen jerarquía constitucional en el ordenamiento jurídico12 de cada
país; así, el bloque de constitucionalidad parte del supuesto según el cual “las
normas constitucionales no son sólo aquellas que aparecen expresamente en la
Carta sino también aquellos principios y valores que no figuran directamente en el
texto constitucional pero a los cuales la propia Constitución remite”.

A partir de lo anterior, y al retomar el caso hipotético expuesto en el apartado


previo, resulta importante reflexionar acerca del análisis sobre la constitucionalidad
del tipo penal de injurias y calumnias contra servidores públicos de la entidad
federativa x, que resolverá la scjn, debe considerar normas diferentes a los
artículos 6o , 7o y 17 de la cpeum. Para ello le sugerimos que explique con sus
propias palabras qué implicaciones tiene el hecho de que el artículo 105, fracción
ii, inciso g, de la cpeum establezca que la cndh y las Comisiones locales pueden
demandar la inconstitucionalidad de leyes y tratados internacionales “que vulneren
los derechos humanos consagrados en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que México sea parte”.

¿Esta remisión que hace la misma Carta Magna a las normas de derechos
humanos de los tratados internacionales implica que dichas normas tengan
naturaleza constitucional? ¿La inconstitucionalidad requiere que el derecho esté
reconocido tanto en la Constitución como en los tratados internacionales de los
que México es parte?

La existencia de un bloque de constitucionalidad implica identificar todas las


normas (principios y reglas)14 y valores que, pese a no estar expresamente
establecidas en la Constitución escrita, son materialmente15 constitucionales.
Dentro de tales normas y valores integrados a la cpeum (por remisión expresa o
tácita de ésta), principalmente encontramos los estándares internacionales sobre
derechos humanos.

Para nuestro análisis de constitucionalidad encontramos que el artículo 105,


fracción ii, inciso g, la cpeum remite expresamente a las normas de derechos
humanos de los tratados internacionales de los que México sea parte. Tal es el
caso de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (cadh) y del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (pidcp), los cuales en sus artículos 13
y 19, respectivamente, reconocen el derecho humano a la libre expresión.17 En
este sentido, es muy importante preguntarnos si estas normas servirán como
parámetro de constitucionalidad para resolver la acción de inconstitucionalidad
respecto del tipo penal de injurias y calumnias sub judice. Asimismo, sugerimos
revisar los artículos 9o de la cadh y 15 del pidcp y considerar la posibilidad de
incorporarlas como normas que servirán como parámetro de constitucionalidad
para resolver la acción de inconstitucionalidad. Como vimos, el reconocimiento de
la existencia de un bloque de constitucionalidad implica identificar todas las
normas (principios y reglas) y valores que, pese a no estar expresamente
establecidos en la Constitución escrita, son materialmente constitucionales. El
siguiente diagrama muestra un ejemplo de algunos componentes que podrían
vincularse al contenido del concepto de bloque de constitucionalidad en materia de
derechos humanos en sentido amplio.
Actualmente se ha consolidado una relación inescindible entre el derecho
constitucional y el derecho internacional de los derechos humanos bajo dos
importantes disciplinas denominadas derecho constitucional internacional y
derecho de los derechos humanos; esta relación reconoce una convergencia
dinámica entre el derecho constitucional y el derecho internacional, que se auxilian
mutuamente en la protección de la dignidad humana26 (y el correlativo principio
pro persona 27 teniendo como referente teórico el principio de interpretación
conforme).

Al retomar el caso planteado, el legislador local asegura que una interpretación


directa del artículo 6 de la cpeum permite concluir que se pueden establecer
delitos que sean provocados por el ejercicio abusivo de la libertad de expresión.
¿Existe alguna omisión sobre los alcances que tiene el legislador local? Según el
párrafo anterior, ¿qué alcances y restricciones tiene la libertad de configuración
del legislador local en estos casos y cuál es su fundamento?

El bloque de constitucionalidad es pues una categoría jurídica (que se ha


desarrollado ampliamente en el derecho constitucional internacional) que otorga
rango constitucional a determinadas normas internacionales de la materia.
Góngora Mera,29 propone como efectos jurídicos del bloque de constitucionalidad
los siguientes:

a) Aplicabilidad directa de los instrumentos internacionales que hacen parte del


bloque;
b) inconstitucionalidad de las actuaciones estatales contrarias a los derechos
reconocidos en el
bloque;
c) expansión de la labor interpretativa de los jueces;
d) irradiación del poder normativo del bloque a ordenamientos internos;
) incorporación de los principios de interpretación del derecho internacional;
f) poder vinculante de las declaraciones de derechos humanos incorporadas al
bloque;
g) protección ampliada del derecho a la igualdad;
h) constitucionalización de derechos consagrados en normas internacionales;
i) constitucionalización de los derechos humanos de sujetos específicos;
j) modificación de competencias en el orden interno;
k) inclusión de nuevos tipos penales y reforzamiento de los existentes, y
l) reconocimiento del derecho de petición individual ante órganos internacionales y
habilitación
de la jurisdicción internacional de los derechos humanos.
Jorge Antonio Parral Rabadán

E l día 24 de abril de 2010, Jorge Antonio Parral Rabadán, de 38 años de edad, quien

laboraba como Administrador de la Plaza de Cobro PC-30 localizado en la ciudad de


Camargo Tamaulipas, perteneciente al organismo descentralizado del Gobierno Federal
denominado Caminos y Puentes Federales (CAPUFE)- fue secuestrado, en las instalaciones
de CAPUFE, por un comando armado de la delincuencia organizada, en ese mismo evento
también fue secuestrado otro funcionario federal. Asimismo, durante el secuestro, fue
robado el vehículo particular del Sr. Parral.
El 26 de abril de 2010, varias notas periodísticas reportaron un enfrentamiento entre
miembros del Ejército mexicano y un grupo de delincuencia organizada en el Rancho “El
Puerto”, en el Estado de Nuevo León, en el cual fallecieron tres personas (estas tres
personas fueron referidas como sicarios) cuatro personas fueron detenidas y siete
personas, presuntamente secuestradas, fueron rescatadas.
Ante la insistencia de los familiares del señor Parral, el día 26 de abril de 2010, CAPUFE
presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República en Tamaulipas, sin
embargo, las autoridades comunicaron a los familiares que no llevarían a cabo una
investigación exhaustiva debido a que no expondrían a sus elementos a ser víctimas de la
delincuencia organizada.
Por ello, la familia Parral Rabadán, se vio en la necesidad de intentar otras acciones y
acudir a otras instancias con la finalidad de encontrar a Jorge A. Parral Rabadán y en
consecuencia, que fueran investigados los hechos relativos al secuestro para poder así
sancionar a los responsables.
Durante el proceso, sostuvieron varias entrevistas con diversos funcionarios de distintas
dependencias como, la Agencia Federal de Investigaciones, Secretaria de Gobernación, y
Presidencia de la República, lamentablemente en ninguna de esas entrevistas logró la
finalidad deseada.
Por lo que, hasta junio de 2010, la investigación del secuestro y desaparición del Sr. Parral,
fue atraída para su conocimiento y eventual investigación por la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO).
El 26 de enero, tras la investigación y peticiones de información realizadas por la familia
del Sr. Parral, en relación al vehículo de éste, el cual fue robado el día en que fue
secuestrado, la Secretaría de la Defensa notificó que, con fecha 26 de abril de 2010, había
sido incautado un vehículo con características similares a aquél, propiedad del Sr. Parral,
el cual se puso a disposición de la Procuraduría General de la República en Nuevo León ya
que se encontraba relacionado con la Averiguación Previa iniciada con motivo de los
hechos del día 26 de abril de 2010.
Debido al hallazgo del vehículo del Sr. Parral, fue posible saber su paradero. Por lo que, el
21 de febrero de 2011, la SIEDO informó haber encontrado el cuerpo del Sr. Parral, el cual
se relacionó con uno de los tres cuerpos mencionados en los hechos ocurridos en el
Rancho “El Puerto”, por lo que gracias a la comparación de los datos genéticos con los de
los familiares se comprobó que en efecto se trataba del cuerpo de Jorge Antonio Parral
Rabadán. El cuerpo del Sr. Parral fue encontrado en una fosa común en el Estado de
Nuevo León, pese a ver estado debidamente identificado.
Por otro lado, la recomendación emitida por la CNDH de noviembre de 2013, fue
deficiente en cuanto a las autoridades recomendadas, dejando fuera a CAPUFE y a la PGR,
autoridades que han incumplido con sus obligaciones de respeto y garantía, en perjuicio
de Jorge A. Parral Rabadán y su familia.
A cuatro años de lo sucedido, las autoridades no han realizado investigación alguna para
el esclarecimiento de los hechos, y dar con los responsables de la ejecución del Sr. Parral.
Por el contrario, la escasa labor que han realizado las autoridades ha sido por presión e
incluso ayuda en la aportación de información de la familia Parral Rabadán.
 
 
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Resumen
De los antecedentes contextuales en que se enmarca la ejecución y posterior desaparición
del Sr. Parral, la impunidad que caracteriza el presente caso y a cuatro años de sucedidos
los hechos, aún no se han esclarecido los mismos o identificado a todos los responsables
(autores materiales, intelectuales, partícipes y encubridores).
Por lo que en virtud del carácter sistemático de las violaciones cometidas en el presente
caso, el Estado debe adoptar todas las medidas necesarias para investigar y, en su caso,
sancionar a los responsables; establecer la verdad de lo sucedido; e informar a sus
familiares al respecto.
Por consiguiente, el Estado ha incumplido su deber de garantizar los derechos a la
integridad personal, y vida, a través de una investigación efectiva. Asimismo, debido a la
ausencia de una investigación efectiva de los hechos, juzgamiento y sanción de todos los
responsables, el Estado ha vulnerado los derechos a las garantías judiciales y a la
protección judicial.

Derechos violados
1. Falta de investigación de todos los hechos sucedidos en la ejecución del Sr.
Parral.
Como una de las obligaciones adquiridas por México en materia de derechos humanos
es  suministrar recursos judiciales efectivos a las víctimas de violaciones de los derechos
humanos, recursos que deben ser sustanciados de conformidad con las reglas del debido
proceso legal, todo ello dentro de la obligación general, de garantizar el libre y pleno
ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución y los Tratados Internacionales.
Por lo que, el derecho de acceso a la justicia debe asegurar, en tiempo razonable, el
derecho de las víctimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para conocer la
verdad de lo sucedido e investigar, juzgar y, en su caso, sancionar a los eventuales
responsables.
Es así que, en casos en que se ha establecido que ocurrieron ejecuciones extrajudiciales
es fundamental que los Estados investiguen efectivamente la privación del derecho a la
vida y determinen las responsabilidades de todos los autores y partícipes, especialmente
cuando están involucrados agentes estatales[1].
a)    Obligación de iniciar una investigación de oficio.
La falta de investigación de hechos graves contra la vida, libertad, integridad personal y
torturas dentro de patrones sistemáticos de violencia, constituyen un incumplimiento de
las obligaciones del Estado frente a graves violaciones a derechos humanos, las cuales
contravienen normas inderogables como la de investigar y sancionar dichas prácticas, de
conformidad con la Constitución y los tratados internacionales en materia de derechos
humanos.
En ese sentido, la Corte IDH ha indicado que es imprescindible la actuación pronta e
inmediata de las autoridades ministeriales y judiciales ordenando medidas oportunas y
necesarias dirigidas a la determinación del paradero de la víctima o el lugar donde pueda
encontrarse privada de libertad.
En el caso, los familiares solicitaron reuniones con altas autoridades del gobierno como
con el Presidente de la República, Secretario de Gobernación, y los altos mandos de las
Procuradurías Generales de la República como de la AFI. Sin embargo, las respuestas a
todas estas acciones de los familiares fue la negativa de las autoridades a la investigación
de los hechos.
En virtud de lo anterior, el Estado mexicano debió iniciar ex officio y sin dilación una
investigación seria, imparcial y efectiva de todos los hechos relacionados con la ejecución
del Sr. Parral, los cuales se encuentran relacionados tanto con la vulneración de la vida,
así como respecto a otras afectaciones específicas contra la integridad personal.
b)    Falta de debida diligencia en las investigaciones penales.
De la jurisprudencia constante se advierte que, en casos complejos, la obligación de
investigar conlleva el deber de dirigir los esfuerzos del aparato estatal para desentrañar
las estructuras que permitieron esas violaciones, sus causas, sus beneficiarios y sus
consecuencias, y no sólo descubrir, enjuiciar y en su caso sancionar a los perpetradores
inmediatos. Es decir, la protección de derechos humanos debe ser uno de los fines
centrales que determine el actuar estatal en cualquier tipo de investigación.
Por lo que, en el curso de la investigación de los hechos ocurridos al Sr. Parral, se han
producido una serie de actuaciones u omisiones de las autoridades las cuales configuran
una falta de debida diligencia y denegación de justicia.
Así, de la información aportada en el caso, no se colige que se hubiera efectivamente
iniciado una línea de investigación respecto de la participación de autoridades militares en
la ejecución del Sr. Jorge Parral Rabadán
De tal forma, la determinación sobre los perpetradores de la ejecución de Jorge Parral
Rabadán sólo puede resultar efectiva si se realiza a partir de una visión comprehensiva de
los hechos, que tenga en cuenta los antecedentes y el contexto en que ocurrieron, y que
busque develar las estructuras de participación.
c)    Plazo razonable.
Para que la investigación sea conducida de manera seria, imparcial y como un deber
jurídico propio, el derecho de acceso a la justicia requiere que se haga efectiva la
determinación de los hechos que se investigan en tiempo razonable. Por lo que, una
demora prolongada, como la que se ha dado en este caso, constituye en principio, por sí
misma, una violación a las garantías judiciales.
1. 2.          Violación al derecho a la vida del Sr. Jorge Parral en relación al deber de
respeto y garantía de derechos humanos.
El derecho a la vida es el presupuesto esencial para el ejercicio de los demás derechos,
por lo que, los Estados tienen la obligación de garantizar la creación de las condiciones
que se requieran para que no se produzcan violaciones de ese derecho inalienable y, en
particular, el deber de impedir que sus agentes atenten contra él. La observancia de este
derecho relacionado con el deber de respeto y garantía, no sólo presupone que ninguna
persona sea privada de su vida arbitrariamente (obligación negativa), sino que además
requiere que los Estados adopten todas las medidas apropiadas para proteger y
preservar el derecho a la vida (obligación positiva)1, conforme al deber de garantizar el
pleno y libre ejercicio de los derechos de todas las personas bajo su jurisdicción.
En el presente caso ha sido establecido y las autoridades militares reconocieron que el día
26 de abril, elementos del Ejército Mexicano abatieron a tres “sicarios” en el Rancho “El
Puerto” en el marco de las operaciones contra el crimen organizado. En efecto, los hechos
demuestran que los agentes del Estado ejecutaron al Jorge Antonio Parral Rabadán, al
dispararle a una distancia de aproximadamente 10-60 centímetros, lo cual ocasionó una
evidente violación a su derecho a la vida.
1. 2.          Derecho a conocer la verdad.
El derecho a la verdad es el derecho que asiste a las víctimas, a conocer lo
verdaderamente ocurrido en casos de violaciones a derechos humanos.
En el caso, las autoridades se han negado a proporcionar información sobre quiénes
fueron los responsables y las circunstancias en las que se llevó a cabo el evento donde fue
ejecutado Jorge Antonio Parral Rabadán
1. Violación al derecho a la Integridad personal de los familiares de Jorge Antonio
Parral Rabadán
Se ha establecido que “[l]a infracción del derecho a la integridad física y psíquica de las
personas es una clase de violación que tiene diversas connotaciones de grado y que abarca
desde la tortura hasta otro tipo de vejámenes o tratos crueles, inhumanos o degradantes,
cuyas secuelas físicas y psíquicas varían de intensidad según los factores endógenos y
exógenos que deberán ser demostrados en cada situación concreta”[2].
En el presente caso, de las circunstancias existentes se demuestra que éstas han
generado a los familiares del Sr. Parral sentimientos de tristeza, frustración, impotencia,
inseguridad y angustia. En consecuencia, el Estado está violando el derecho a la integridad
personal, en relación con la obligación de respeto y garantía, en perjuicio de los familiares
de la víctima ejecutada.
Introducción
En este tema veremos la importancia de las facultades del congreso al
igual que el bloque constitucional de los derechos humanos, en la cual
cada uno de estos dos puntos se relacionan llevando acabo lo que
conocemos como derecho, la cual nos ayuda a comprender lo que
debemos saber con referente a nuestros derechos, la base, el cómo
se crea un derecho, como se aplica, y cuales son nuestras
obligaciones como ciudadanos para hacer valer nuestros valores y
principios.
Conclusión

En otros términos, hemos visto ya que las iniciativas de ley pueden


presentarse indistintamente a cualquiera de las dos cámaras para que
se discutan en una de ellas y después de aprobadas por esa cámara
se remitan a la otra para su discusión de la manera que hemos
explicado en la lección anterior.
Lo anterior implica, entre otras cuestiones, el replanteamiento de
estructuras y categorías de pensamiento utilizadas tradicionalmente
por las y los juristas, además del desarrollo de una profunda reflexión
sobre el papel de la impartición de justicia en un Estado democrático y
constitucional de derecho.
Fuentes de investigación
https://cmdpdh.org/casos-paradigmaticos-2-2/casos-defendidos/
jorge-antonio-parral-rabadan/

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5853/7.pdf

https://cdhcm.org.mx/wp-content/uploads/2015/05/2-Bloque-
constitucionalidad.pdf

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