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n e u r o c i r u g i a . 2 0 1 6;2 7(4):176–185

NEUROCIRUGÍA

www.elsevier.es/neurocirugia

Investigación clínica

Neuromonitorización en el trauma
craneoencefálico grave en pediatría

Daisy Abreu Pérez a , Angel Jesús Lacerda Gallardo b,∗ , Julio Antonio Díaz Agramonte b
y Daiyan Martín Chaviano b
a Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, Hospital Universitario “Roberto Rodríguez” de Morón, Ciego de Ávila, Cuba
b Servicio de Neurocirugía. Hospital Universitario “Roberto Rodríguez” de Morón, Ciego de Ávila, Cuba

información del artículo r e s u m e n

Historia del artículo: Introducción: El traumatismo craneoencefálico (TCE) grave representa una de las principales
Recibido el 12 de marzo de 2015 causas de incapacidad y muerte en la población pediátrica de todo el mundo. La neu-
Aceptado el 10 de noviembre de romonitorización multimodal en estos pacientes en Cuba no se encuentra generalizada
2015 en las unidades de cuidados intensivos pediátricos y no existe un protocolo de actuación
On-line el 4 de enero de 2016 estandarizado para su uso en estas unidades.
Material y métodos: Se realizó un estudio longitudinal prospectivo de tipo correlacional, con
Palabras clave: enfermos pediátricos que presentaron el diagnóstico de TCE grave, en el período entre enero
Traumatismo craneal severo del 2003 y diciembre del 2014. Se realizó neuromonitorización continua de parámetros como
Neuromonitorización la presión intracraneal y la presión de perfusión cerebral.
Tratamiento Resultados: Se encontró correlación entre las imágenes de TAC al ingreso y el grado de luxa-
ción de las estructuras de línea media con los resultados. Se observó la existencia de una
relación directamente proporcional entre la presión intracraneal y los resultados, los valo-
res normales para cada grupo de edad se asociaron a mejores resultados y viceversa. La
utilización de la CD precoz facilitó el rápido control de la hipertensión intracraneal en los
pacientes con TCE grave y se evidencia la relación entre los valores normales de presión de
perfusión cerebral para cada grupo de edad y las secuelas ligeras o ausencia de estas en la
ERG.
Conclusiones: La neuromonitorización aporta información indispensable para adoptar una
postura terapéutica en el manejo de los pacientes pediátricos con un TCE grave.
© 2015 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos
los derechos reservados.

Autor para correspondencia.


Correo electrónico: ajlacerda@hgm.cav.sld.cu (A.J. Lacerda Gallardo).


http://dx.doi.org/10.1016/j.neucir.2015.11.004
1130-1473/© 2015 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
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Neuromonitoring of severe craniocerebral trauma in paediatric patients

a b s t r a c t

Keywords: Introduction: Severe craniocerebral trauma is the main cause of morbidity and mortality in
Severe head trauma children worldwide. Neuromonitoring of these patients in Cuba is not routine in paediatric
Neuromonitoring intensive cares units, and there is no standardised protocol for its use in these units.
Treatment Materials and methods: A correlational longitudinal prospective study was conducted on all
patients admitted to the paediatric intensive care unit with the diagnosis of severe cra-
niocerebral trauma in the period between January 2003 and December 2014. Continuous
neuromonitoring of intracranial pressure and cerebral perfusion pressure was carried out.
Results: The results showed that there was a correlation between the initial images of CT
scan and the grade of shift of the half line structures. There was a direct relationship bet-
ween intracranial pressure and the outcomes. The use of early decompressive craniectomy
facilitated the rapid control of the intracranial hypertension.
Conclusions: Continuous neuromonitoring contributes to adopt a therapeutic posture in the
handling of the paediatric patients with severe head trauma.
© 2015 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Published by Elsevier España, S.L.U. All
rights reserved.

sedación o bloqueo neuromuscular y ventilación mecánica


Introducción asistida y que existen eventos de hipertensión intracraneal sin
traducción clínica, que representan un serio factor de riesgo
El traumatismo craneoencefálico (TCE) grave representa una para la mortalidad, lo que ha motivado la recomendación casi
de las principales causas de incapacidad y muerte en la pobla- generalizada en el mundo de la monitorización de la mayor
ción pediátrica de todo el mundo1 . El objetivo fundamental de cantidad posible de los parámetros intracraneales, para garan-
su tratamiento está dirigido a corregir la lesión primaria gene- tizar un conocimiento seguro de la fisiología intracraneal en
rada en el evento traumático y minimizar la lesión secundaria esas condiciones y de esta forma garantizar un manejo apro-
que aparece como consecuencia del desarrollo de complejos piado, con las medidas adecuadas, en el momento adecuado.
mecanismos bioquímicos en el tejido cerebral dañado2 . En Cuba se introduce la monitorización continua de la PIC
En un estudio institucional de dos años, realizado por los en pacientes adultos con TCE grave en el año 1993, como parte
servicios de neurocirugía y pediatría del Hospital «Roberto de un protocolo de manejo diseñado en el Hospital Provincial
Rodríguez» de la ciudad de Morón, en la provincia de Ciego «Manuel Ascunce Domenéch» de Camagüey, dos de los auto-
de Ávila, Cuba, en el que se analizó el comportamiento del res del presente estudio formaron parte del equipo que dio
TCE en la edad pediátrica, se comprobó que en el período de inicio a la aplicación de esta técnica en aquella institución y
tiempo estudiado fueron atendidos 668 niños con TCE, de los en el año 1996 la introducen junto a otros especialistas del Ser-
cuales solo el 2,39% fue grave, con una mortalidad para este vicio de Neurocirugía del Hospital General Docente «Roberto
subgrupo de 31,25%3 . Rodríguez» de Morón, en la provincia de Ciego de Ávila, Cuba.
En el año 2003, un grupo de expertos de la Brain Trauma A pesar de los esfuerzos realizados la utilización de la neu-
Foundation, publicó las guías para el manejo del TCE grave en romonitorización multimodal como herramienta diagnóstica
lactantes, niños y adolescentes, donde se definen claramente y guía para la selección de las diferentes medidas terapéuti-
las recomendaciones para el control de la hipertensión intra- cas en el TCE grave en pediatría, no se encuentra difundida
craneal, las que son divididas en medidas de primer y segundo de manera uniforme en todas las unidades de cuidados inten-
niveles4 , estas guías fueron revisadas en el año 20125 y actual- sivos y las referencias bibliográficas nacionales sobre el tema
mente mantienen su vigencia y son utilizadas en la mayoría son muy escasas3,10–13 .
de los protocolos de manejo del TCE grave en pediatría en el Es por lo anteriormente explicado que los objetivos fun-
mundo6,7 , sin embargo en estas guías no queda totalmente damentales de este estudio son socializar la experiencia
claro el problema de las diferencias en los valores normales adquirida por nuestro equipo de trabajo y aportar información
de la presión intracraneal y los umbrales de tratamiento, así en el manejo del TCE grave en la población pediátrica.
como la presión de perfusión cerebral normal para cada grupo
de edad, considérese neonatos, lactantes y niños mayores de
un año. Material y métodos
Desde los estudios realizados por Guillaume y Janny a prin-
cipios de la década de los años 50 del pasado siglo8,9 , se conoce Se realizó un estudio descriptivo longitudinal prospectivo de
que en muchos casos con TCE grave el cuadro clínico no es un tipo correlacional con todos los enfermos admitidos en la uni-
indicador totalmente confiable del comportamiento de algu- dad de cuidados intensivos pediátricos, con el diagnóstico de
nos parámetros intracraneales como la presión intracraneal TCE grave, en el período comprendido entre enero del 2003 y
(PIC), sobre todo si el enfermo se encuentra en régimen de diciembre del 2014.
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El universo estuvo representado por 33 pacientes de un mes Las imágenes de TAC evolutivas fueron divididas para un
de edad hasta los 18 años, atendidos en la unidad de cuida- mejor análisis en tres subgrupos de forma cualitativa y se con-
dos intensivos pediátricos de nuestro hospital, la muestra se sideran las categorías como sigue: a) mejoradas, b) iguales, c)
corresponde con el universo. peores.
La información fue obtenida en el momento de la admisión
y durante la estadía hospitalaria, la que fue vertida en un cua- Monitorización continua de la presión intracraneal
derno de recogida de datos confeccionado para el estudio, en el
que se consideraron variables como edad, sexo, antecedentes La monitorización continua de la PIC se realizó por medio de la
patológicos personales y familiares, antecedentes neuroqui- colocación de un catéter en el ventrículo lateral del lado más
rúrgicos, procedencia, mes del año en que ocurrió el accidente afectado, determinado por la clínica o la TAC. Cuando no fue
o traumatismo, así como el día de la semana. posible realizar la ventriculostomía el catéter se colocó en el
Se contemplaron además variables relacionadas con el espacio subaracnoideo o intraparenquimatoso y en todos los
evento traumático como fueron: tiempo transcurrido desde el casos se exteriorizó por tunelización subcutánea epicraneal,
traumatismo hasta la atención en el centro de neurotrauma, a tres cm distantes de la herida quirúrgica para disminuir el
transportación sanitaria utilizada, medidas terapéuticas pre- riesgo de infección.
hospitalarias, ECG al ingreso, características de las imágenes El catéter fue conectado a un dispositivo de monitorización
de TAC al ingreso y evolutivas, comportamiento de la PIC, pre- con un transductor externo de presiones (Integra NeuroS-
sión de perfusión cerebral (PPC), resultados del cálculo de la cience) que después de haber sido debidamente calibrado,
relación presión volumen y complicaciones. transforma la onda líquida (onda de presión), en una señal
eléctrica que se amplifica y representa en la pantalla de un
Edad monitor (Life Scope de la Nihon Koden o Doctus VII de fabri-
cación nacional), a través de la utilización del circuito de
Los pacientes fueron divididos en tres subgrupos de acuerdo monitorización invasiva de la PAM o el canal de bajas presio-
a su edad y a los valores normales de la presión intracraneal: nes, con lo cual es posible obtener su registro gráfico.
lactantes desde los 30 días de nacidos hasta los 11 meses y 29 Los pacientes se dividieron de acuerdo a los valores de la
días, preescolares de uno a cuatro años, escolares de cinco a PIC promedio para cada grupo de edad17 . Lactantes: valores
18 años. normales 3-6 mmHg, se dividieron en a) menor de 6 mmHg,
b) mayor de 6 mmHg. Los niños mayores de un año: valores
Presión arterial sistémica normales entre 3-15 mmHg, como el rango de presiones es tan
amplio así como el rango de edades, este grupo lo dividimos
Se consideraron hipotensos los que tuvieron cifras de presión en dos subgrupos (considerando la existencia de mecanismos
arterial sistólica inferiores al quinto percentil para todas las buffer hasta los cuatro años aproximadamente) en niños de
edades (<65 mmHg para lactantes y <75 mmHg niños mayores 1-4 años en a) menor de 10 mmHg y b) mayor de 10 mmHg.
de un año) normotensos los que mostraron cifras de presión Los niños entre 5-18 años en a) menor de 15 mmHg y b) mayor
sistólica entre el 25 y 75 percentil (85-112mmHg en lactantes y de 15 mmHg.
90-125 mmHg en niño mayor) e hipertensos los que presenta- La hipertensión intracraneal fue tratada cuando los valores
ron valores de presión sistólica superiores al 90 percentil (112 fueron superiores al valor normal superior para cada grupo de
mmHg en lactantes y 130 mmHg en el niño mayor). edad, con excepción de los que presentaron lesiones ocupan-
tes de espacio intracraneal, localizadas en el uncus del lóbulo
Indicación y análisis de las imágenes de tomografía axial temporal o en la región frontal basal, en los cuales las conduc-
computarizada tas terapéuticas fueron evaluadas personalizadamente.

Los estudios de TAC fueron realizados al ingreso y de forma Medidas para el control de la presión intracraneal
electiva cada 72 h. También se indicaron de urgencia ante
cualquier deterioro del estado neurológico o elevaciones man- A los que mostraron valores normales para su edad durante
tenidas de la PIC por encima de los valores normales para cada 24 h se les retiró el catéter y continuaron con las medidas de
grupo de edad durante 15 min. La evaluación de las imágenes soporte general hasta su recuperación.
realizadas de urgencia fue individual por el neurocirujano de Si las cifras eran superiores al valor normal durante 15 min,
guardia y las evolutivas fueron discutidas por un colectivo de se ofreció analgesia con duralgina por vía intravenosa a dosis
especialistas constituido por neurocirujanos, imagenólogos e de 25 mg/kg/dosis, cada 4-6 h. La sedación se realizó predomi-
intensivistas pediátricos, con el objetivo de obtener un diag- nantemente con benzodiazepinas de vida media corta como
nóstico colegiado y en consecuencia adoptar el tratamiento. el midazolam, a dosis de 0,3-0,8 mg/kg/h. Se empleó en algu-
Las imágenes de TAC al ingreso se evaluaron de acuerdo nos casos la combinación de esta droga con fentanil a dosis de
con la clasificación de Marshall et al.14,15 . 3-6 ␮g/kg/hora en infusión continua, como analgesia y seda-
El volumen de las lesiones focales fue calculado de acuerdo ción. Si con esta medida no se obtenía el control, se procedió al
a la ley del elipsoide modificada por Kothari16 (A x B x C/2 drenaje de líquido cefalorraquídeo a través de la ventriculosto-
donde A = mayor largo, B = mayor ancho y C = la altura). mía. Se realizaron extracciones seriadas en no más de cuatro
La luxación de la línea media fue calculada en mm y divi- ocasiones en una hora, con un máximo de cinco ml cada vez.
dida en subgrupos: a) entre uno y cinco, b) entre seis y 10, c) Si no se controló con esta medida, se administraron
superior a 10. bolos de manitol al 20% a una dosis entre 0,25 g/kg/dosis
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(en ocasiones a 1 g/kg/dosis), que se repitieron cada cuatro h I, II y III se consideraron resultados no satisfactorios, mientras
y alternativamente o simultáneamente se utilizó la hiperven- que los grados IV y V se consideraron satisfactorios.
tilación moderada, para alcanzar valores de presión parcial
arterial de dióxido de carbono (PaC02 ) entre 30 y 35 mmHg.
Si se mantenían las cifras elevadas de PIC, se procedió a la
relajación neuromuscular con metilbromuro de pancuronio, Resultados
a dosis de ataque entre 0,8-1 mg/kg/dosis, cada vez que fuera
necesario o vecuronio 0,1-0,2 mg/kg/dosis que provoca menos Se incluyeron en el estudio un total de 33 pacientes, dos (6,06%)
efectos cardiovasculares, a los casos que no se controló se les fueron lactantes, cuatro (12,12%) se encontraban entre uno y
aplicaron las medidas de segundo nivel de tratamiento. cuatro años, mientras que 27 (81,82%) (p ≤ 0,000) se encontra-
Los que una vez operados mantuvieron cifras elevadas de ron entre los cinco y los 18 años.
la PIC y persistencia de la luxación de la línea media supe- El tiempo transcurrido entre el momento del accidente y
rior a cinco mm en la TAC evolutiva fueron evaluados para el la llegada al centro de neurotrauma fue de hasta tres h en 24
uso de medidas de segundo nivel, como la hiperventilación casos (72,73%), entre cuatro y seis h en siete (21,21%) y entre
optimizada para alcanzar valores de PaCO2 alrededor de los siete y 12 h en dos (6,06%).
25 mmHg, el coma barbitúrico o craniectomía descompresiva. El tratamiento aplicado en la fase prehospitalaria evidenció
En los que ya se había realizado este procedimiento se eva- el uso de solución salina al 09% en los 33 casos (100%), tam-
luó el diámetro de la CD y si este fue inferior a los 12 cm bién se les administró a todos (100%) un bolo de manitol al
(insuficiente para proveer el espacio necesario para la rea- 20% calculado a una dosis de 0,25 g/kg de peso corporal. En 12
comodación cerebral) fueron sometidos a una reintervención (36,36%) se realizó bloqueo neuromuscular, sedación e intu-
para incrementar el área de descompresión externa. Los que bación endotraqueal y en cuatro (12,12%) se utilizó solución
mostraron empeoramiento de lesiones focales preexistentes o salina hipertónica al 3%.
en los que se presentaron nuevas lesiones, fueron igualmente Con respecto al estado clínico a la llegada al departamento
reintervenidos para su evacuación. de emergencias, 21 casos (63,64%) llegaron sin la vía aérea
expedita, 12 (36,36%) llegaron ventilados y nueve (27,27%) arri-
baron en estado de shock hipovolémico. Pudieron presentarse
Determinación de la presión de perfusión cerebral combinaciones de condiciones en un mismo paciente.
En la tabla 1 se muestra el comportamiento de algunas
La PPC se calculó de acuerdo a la fórmula convencional variables evaluadas en el estudio.
PPC = PAM–PIC, donde PAM es la presión arterial media obte- La relación entre la ECG al ingreso y los resultados se apre-
nida a su vez por la fórmula 2 X presión diastólica+ la presión cia en la figura 1, en la que sobresalen el predominio de
sistólica sobre 3 y la PIC es la presión intracraneal en el los resultados satisfactorios en aquellos con ECG = 8 puntos
momento de realizar el cálculo. Como los valores de PAM (87,5%) (p ≤ 0,003), mientras que el 100% de los que presenta-
varían de acuerdo con los grupos de edad y su rango de nor- ban un puntaje de 3 fallecieron.
malidad fluctúa entre el tercero y el 90 percentil y además los El comportamiento de las imágenes de TAC al ingreso de
valores de la PIC también varían de acuerdo con la edad, para acuerdo con la clasificación de Marshall se aprecia en la tabla
el cálculo de esta variable se utilizaron los valores mínimos 1. El análisis de las imágenes de TAC evolutivas informó que en
de PAM y máximos de la PIC para cada grupo de edad. Se con- dos casos (6,06%) existió empeoramiento, en cuatro se mantu-
sideraron valores óptimos: para los lactantes 51 mmHg por lo vieron sin modificaciones (12,12%) y en 27 (81,82%) (p ≤ 0,000)
que los resultados se dividieron en a) menores de 51 mmHg y habían mejorado.
b) mayores de 51 mmHg. Para los niños entre 1-4 años el valor El comportamiento de la PIC fue evaluado por grupos de
normal fue 52 mmHg, por lo que fueron divididos en a) meno- edades. En la serie predominaron los pacientes con PIC nor-
res de 52 mmHg y b) mayores de 52 mmHg y para los niños mal después de adoptada alguna medida para su control, 20
entre 5-18 años la cifra normal es 60 mmHg, por lo que tam- pacientes (60,60%). El número reducido de lactantes y de niños
bién fueron divididos en a) menores de 60 mmHg y b) mayores entre 1-4 años no permitió obtener información suficiente
de 60 mmHg. sobre esta variable, pero en los mayores, entre 5-18 años de
edad existió una probabilidad cercana al 50% de presentar una
elevación de las cifras de PIC a pesar de haber iniciado alguna
Análisis estadístico medida para su control.
La figura 2, relaciona el comportamiento de la PIC con los
Para el procesamiento de la información se creó una base de resultados y muestra cómo de los 20 casos de todos los grupos
datos en el sistema SPSS versión 18 para Windows. Se utiliza que tuvieron una PIC normal después de iniciado el trata-
la prueba no paramétrica de bondad de ajuste de Chi cua- miento, 17 (85%) tuvieron resultados favorables (grado V de
drado para evaluar hipótesis acerca de las relaciones entre dos la ERG) (p ≤ 0,002). En el grupo de edad entre los 5-18 años,
variables. Se consideran significativos los valores de p ≤ 0,05. de los 12 que presentaron elevación de las cifras de PIC en
Los resultados se evaluaron al egreso de acuerdo a la algún momento de su evolución, nueve (75%), tuvieron resul-
escala de resultados de Glasgow (ERG), que los clasifica de la tados no satisfactorios y de ellos siete (58,33%) fallecieron. En
siguiente forma: grado I: fallecidos, grado II: estado vegeta- este mismo grupo de los 15 que mostraron PIC normal, 13
tivo persistente, grado III: secuelas severas, grado IV: secuelas (86,67%) (p ≤ 0,005) tuvieron resultados satisfactorios, con una
moderadas, grado V: secuelas ligeras o sin secuelas. Los grados mortalidad del 13,33%.
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Tabla 1 – Comportamiento general de algunas variables evaluadas en el estudio


Categorías No %

ECG al ingreso 8 puntos 16 48,49


7-6 puntos 5 15,15
5-4 puntos 6 18,18
3 puntos 6 18,18
TAC al ingreso de acuerdo LAD II 2 6,06
con la clasificación de LAD III 11 33,33
Marshall LAD IV 14 42,43
LEMNE 1 3,03
LEME 5 15,15
Grado de luxación de 0-5 mm 13 39,40
estructuras de línea media 6-10 mm 10 30,30
en la TAC al ingreso Mayor de 10 mm 10 30,30
Comportamiento de la PIC Elevada para su edad 13 39,39
Normal para su edad 20 60,60
Comportamiento de la PPC Elevada para su edad 6 18,18
Normal para su edad* 27 81,82

LAD: lesión axonal difusa; LEME: lesión con efecto de masa evacuada; LEMNE: lesión con efecto de masa no evacuada.

p≤0,000.

Secuelas ligeras o sin secuelas


3 puntos

Secuelas moderadas
Secuelas severas
EVP
Fallecidos 6 100%
Secuelas ligeras o sin secuelas 1
5-4 puntos

Secuelas moderadas 1
Secuelas severas
EVP 2
Fallecidos 2
Secuelas ligeras o sin secuelas 2
7-6 puntos

Secuelas moderadas 2
Secuelas severas
EVP
Fallecidos 1
Secuelas ligeras o sin secuelas 14
8 puntos

Secuelas moderadas
87,5%
Secuelas severas
EVP
Fallecidos 2 12,5%
0 2 4 6 8 10 12 14
N = 33

Figura 1 – Relación entre la ECG al ingreso y los resultados.

El comportamiento de la PPC se puede encontrar en la tabla Al evaluar las medidas utilizadas en la unidad de cuida-
1. En relación con esta variable fue significativo el predominio dos intensivos para el control de la PIC se encontró que en los
de los valores normales de PPC en el grupo de edad entre los 33 pacientes se utilizó manitol al 20%, analgesia y sedación y
5-18 años, 23 (85,19%), de 27 casos (p ≤ 0,000). En la figura 3 bloqueo neuromuscular. En 23 (69,67%) (p ≤ 0,016) la solución
se relacionó el comportamiento de la PPC con los resultados salina hipertónica al 3%, como fluidoterapia para recupera-
y en el grupo entre 5-18 años, de los 23 con cifras normales ción de la hemodinamia, en 22 (66,67%) (p ≤ 0,056) se realizó
de PPC, 16 casos (69,57%) tuvieron resultados satisfactorios, craniectomía descompresiva bifrontal, drenaje de LCR a través
con una mortalidad en este subgrupo del 21,74%. De los que de la ventriculostomía se practicó en 16 casos (48,48%), hiper-
mostraron hipoperfusión cerebral en este grupo, el 100% falle- ventilación moderada en 6 (18,18%) y drenaje lumbar de LCR
ció. en uno (3,03%).
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Secuelas ligeras o sin secuelas 13

Sin HTE
Secuelas moderadas 86,67%
De 5-18 años
EVP
Fallecidos 2 13,33%
Secuelas ligeras o sin secuelas
Con HTE

Secuelas moderadas 3
EVP 2
Fallecidos 7 58,33%
Secuelas ligeras o sin secuelas 2
Sin HTE

Secuelas moderadas
EVP
De 1-4 años

Fallecidos 1
Secuelas ligeras o sin secuelas
Con HTE

Secuelas moderadas
EVP
Fallecidos 1
Secuelas ligeras o sin secuelas 2
Sin HTE

Secuelas moderadas
EVP
Lactantes

Fallecidos
Secuelas ligeras o sin secuelas
Con HTE

Secuelas moderadas
EVP
Fallecidos
0 2 4 6 8 10 12 14

Figura 2 – Relación entre la PIC por grupos de edad y los resultados.

En la serie existió equilibrio entre las complicaciones neu- niños con edades comprendidas entre los cinco y 18 años de
rológicas 22 (66,67%) y las extraneurológicas 22 (66,67%) y en edad, fenómeno que los autores consideramos que está rela-
algunos casos se presentaron más de una complicación. Entre cionado con la disminución de la custodia por parte de los
las neurológicas predominó la hipertensión intracraneal 16 padres y tutores a estas edades, lo que predispone a un mayor
(48,48%), seguida por la hidrocefalia 2 (6,06%), las fístulas de riesgo de eventos traumáticos.
LCR 2 (6,06%) y el diámetro inadecuado de la craniectomía des- Es importante destacar que las medidas terapéuticas adop-
compresiva con hipertensión intracraneal asociada 2 (6,06%). tadas durante la primera hora de evolución y el rápido traslado
Entre las complicaciones extraneurológicas predominaron las de los pacientes hacia el único centro de neurotrauma de nues-
infecciones nosocomiales 10 (30,30%), seguidas por el shock tra provincia, pudo influir sobre los resultados. Entre estas
hipovolémico 6 (18,18%), el distress respiratorio 5 (15,15%) y la medidas se encuentran la prevención de la hipoxia y la hipo-
coagulopatía uno (3,03%). tensión arterial1,4,18,19 , pero una de las más importantes puede
Los resultados evaluados de acuerdo con la ERG mostraron resultar el control de la posible elevación de la PIC20 .
un predominio de las secuelas ligeras o sin secuelas (grado V) Al analizar la relación entre el estado clínico de los pacien-
(51,52%), sobre los fallecidos (grado I) (33,33%), con una dife- tes a su llegada al departamento de emergencias del centro
rencia de 18,19% a favor del primero. Tres pacientes (9,09%) de neurotrauma y los resultados, nos percatamos que aun-
tuvieron secuelas moderadas y dos (6,06%) quedaron con un que aquellos con peores resultados (fallecidos y en estado
estado vegetativo persistente. Al estratificar esta variable en vegetativo persistente) se asociaron con el shock y la posi-
favorables (grados IV y V) y no favorables (grados I, II y III), ble hipoxemia, un número importante de los que tuvieron
hubo un predominio de los primeros, 20 casos (60,61%), sobre mejores resultados también se expusieron a estos fenómenos,
los no favorables 13 pacientes (39,39%). sobre todo a la hipoxemia, sin poder comprobar su influencia
sobre los resultados, lo que concuerda con la literatura revi-
sada en el sentido de la ausencia de evidencia con respecto al
Discusión real beneficio de la intubación orotraqueal en la fase prehospi-
talaria, sobre la ventilación con mascarilla, sobre todo cuando
Los grupos de edad para el presente estudio fueron diseñados esta maniobra es realizada por personal no entrenado5,21–23 .
en función de los valores normales de la PIC para cada La relación existente entre la ECG al ingreso y la ERG ha
momento particular de la etapa pediátrica. Resultó significa- sido descrita, se considera que el estado clínico al ingreso
tiva la elevada frecuencia con que ocurren los TCE graves en los es uno de los factores predictivos más importantes para los
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Secuelas ligeras o sin secuelas

Con PPC
Secuelas moderadas

baja
De 5-18 años EVP 100% 56,52%
Fallecidos 4
Con PPC Secuelas ligeras o sin secuelas 13
normal Secuelas moderadas 3
EVP 2
Fallecidos 5 21,74%
Secuelas ligeras o sin secuelas
Con PPC

Secuelas moderadas
baja
De 1-4 años

EVP
Fallecidos 2
Secuelas ligeras o sin secuelas 2
Con PPC
normal

Secuelas moderadas
EVP
Fallecidos
Secuelas ligeras o sin secuelas
Con PPC

Secuelas moderadas
baja

EVP
Lactantes

Fallecidos
Secuelas ligeras o sin secuelas 2
Con PPC
normal

Secuelas moderadas
EVP
Fallecidos
0 2 4 6 8 10 12 14

Figura 3 – Relación de la PPC con los resultados.

pacientes con TCE grave1,4,24 , fenómeno que se comprobó en cerebrales que ocupan espacio y producen hipertensión intra-
la presente serie, aunque al tratarse de una muestra pequeña, craneal, se asocia con deterioro de la circulación y fenómenos
resta significación a esta correlación. isquémicos que ensombrecen los resultados30 .
El análisis e interpretación de las imágenes de TAC al El comportamiento de la PIC ha sido considerado el prin-
ingreso y secuenciales ha sido utilizado para identificar fac- cipal factor pronóstico en este tipo de pacientes1,4,31 , sin
tores pronósticos en el TCE grave, tanto en adultos como en embargo su monitorización continua ha sido cuestionada por
niños25–27 . El valor pronóstico de este examen al ingreso ha la falta de evidencia médica sobre su utilidad32,33 . Un ensayo
sido demostrado a partir de los informes del Banco de Datos reciente realizado en Sudamérica, informó que no había dife-
de Coma Traumático en Estados Unidos de América. El aná- rencias significativas en los resultados a los 15 días entre un
lisis de estos datos ofreció escasa evidencia en la relación grupo con monitorización de la PIC y un grupo control con
entre las TAC anormales y los resultados satisfactorios, con monitorización clínica e imagenológica por TAC34 .
mayor correlación entre las imágenes normales y los resulta- Para los autores de este estudio existen dos elementos que
dos satisfactorios28 . justifican la monitorización continua de la PIC en los niños: la
La asociación entre el análisis de las imágenes de TAC al fuerte evidencia de asociación entre la presencia de hiperten-
ingreso con la PIC se encuentra perfectamente documentado sión intracraneal y los pobres resultados y que la información
en la literatura y se ha reconocido la asociación de la her- aportada por la monitorización permite adoptar diferentes
niación transfalcina por diferentes causas, con el incremento variantes de tratamiento de forma precoz, con los que se han
de la PIC29 , lo cual coincide con lo encontrado en el presente informado los mejores resultados, lo que coincide con el cri-
estudio. terio de otros autores35 .
La relación entre los hallazgos de lesiones en la TAC y los El análisis espectral de las ondas de PIC también ayudó para
resultados está documentada desde hace aproximadamente la interpretación de mecanismos fisiopatológicos asociados a
dos décadas. Desde los informes del banco de datos antes variables intracraneales como la adaptabilidad cerebral (com-
señalados, ya se había informado la correlación existente pliance) y la elastancia, que favorecieron la adopción precoz
entre la compresión de las cisternas basales y con menor sig- de posturas terapéuticas antes de que ocurriera el deterioro
nificación, la luxación de la línea media, con la elevación de la neurológico de los pacientes con hipertensión intracraneal.
PIC y los resultados no satisfactorios28 . En un estudio realizado La aparición de ondas en meseta (ondas A), en pacientes
en el año 2006, se encontró que la presencia de ventrícu- que previamente mostraron ondas B o C, independiente-
los pequeños, como manifestación de edema o ingurgitación mente de que los valores medidos de PIC en el monitor fueran
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Figura 4 – Paciente de 13 años con TCE grave, ECG al ingreso de 6 puntos y lesión axonal difusa grado II-III, que deterioró su
estado neurológico en las primeras 12 h de monitorización de la PIC y requirió una CD bifrontal. a) y b) TAC después de
colocado el catéter en el ventrículo lateral derecho en hendidura para monitorización continua de la PIC. c) TAC un mes
después de la CD bifrontal. d) Foto en unidad de cuidados intensivos pediátricos antes de la CD. e) Foto tres meses después
del trauma.

normales, representaron una invaluable fuente de informa- No obstante esta advertencia científica, los autores con-
ción para el intensivista y el neurocirujano, en la identificación sideran que un protocolo agresivo de tratamiento, con la
precoz de alteraciones de la adaptabilidad cerebral, que en un inclusión del uso temprano de la CD, facilitó el control de
importante número de pacientes motivaron la modificación las principales variables intracraneales consideradas como
del programa terapéutico o la decisión de realizar una cirugía factores pronósticos, con una influencia positiva sobre los
o una reintervención. resultados.
El rápido control de la PIC conseguido en la serie permitió El uso temprano de la CD (fig. 4), permitió que un alto
mantener cifras de PPC dentro de los parámetros requeri- número de los casos presentara valores normales de PIC para
dos para cada grupo de edad, en un número significativo su edad y de esta forma se evitaron eventos indeseados de
de los enfermos, lo que garantizó un adecuado flujo sanguí- hipertensión intracraneal-isquemia-daño secundario, causa
neo cerebral y con ello disminuir los fenómenos isquémicos frecuente de empeoramiento en los resultados.
e hipóxicos tan frecuentes en estos casos, resultados como La utilización de este procedimiento en una ventana
los mostrados en este estudio han sido informados por quirúrgica que garantice evitar la exposición innecesaria del
otros autores36 . Las bajas cifras de PPC se han relacionado cerebro a períodos más o menos prolongados de isquemia
con pobres resultados, pero todavía existe escasa evidencia ha estado relacionada con resultados satisfactorios y se
que sustente que la manipulación de esta variable pueda encuentran recogidas en la literatura experiencias no solo en
modificar los resultados neurológicos eventuales tanto en adultos sino también en niños5,36,38–40 . En nuestro hospital
adultos como en niños, en otros términos existe muy poca la ventana quirúrgica para esta medida ha sido de hasta 12
evidencia de calidad para definir el rol de la PPC en los h, pero la aplicación de un protocolo de manejo dinámico y
niños5,37 . agresivo ante la evidencia de hipertensión intracraneal ha
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favorecido la indicación de este tipo de cirugía de rescate en 11. Pleguezuelo Rodríguez EM, Quirós Viqueira O, Rodríquez
un considerable número de pacientes en las primeras tres h Bencomo D, Montejo Montejo J, López Delgado H. Monitoreo
de evolución del trauma, por lo que se ha considerado como neurointensivo en pediatría (II). Pruebas dinámicas. Rev
Cubana Pediatr. 2001;73:123–30.
una medida de primer nivel para el control de la PIC41,42 .
12. Pleguezuelo Rodríguez EM, Quirós Viqueira O, Rodríquez
Los resultados mostrados en este estudio nos permi- Bencomo D, Montejo Montejo J, López Delgado H. Monitoreo
ten concluir que la neuromonitorización aporta información neurointensivo en pediatría (III). Tratamiento. Medidas
indispensable para adoptar una postura terapéutica en el generales. Rev Cubana Pediatr. 2001;73:131–9.
manejo de los pacientes pediátricos con un TCE grave, además 13. Lacerda Gallardo AJ, Abreu Pérez D. Traumatismo
se encontró correlación entre las imágenes de TAC al ingreso craneoencefálico en pediatría. Nuestros resultados. Rev
Neurol. 2003;36:108–12.
y el grado de luxación de las estructuras de línea media con
14. Hammer G, Lindsay JN. The neurosurgical pediatric patient.
los resultados. Se observó la existencia de una relación direc-
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tamente proporcional entre la PIC y los resultados, los valores York: McGraw-Hill; 1993. p. 391–413.
normales para cada grupo de edad se asociaron a mejores 15. Marshall LF, Becker DP, Bowers SA, Cayard C, Eisenberg H,
resultados y viceversa. La utilización de la CD precoz facilitó el Gross CR, et al. The national traumatic coma data bank. Part
rápido control de la hipertensión intracraneal en los pacientes 1: design, purpose, goals and results. J Neurosurg.
con TCE grave y se evidencia la relación entre los valores nor- 1983;59:276–84.
16. Marshall LF, Toole BM, Bowers SA. The national traumatic
males de PPC para cada grupo de edad y las secuelas ligeras o
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