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TALLER DE EXPRESIÓN I – CÁTEDRA

EXCORTÉS 2018

Trabajo práctico domiciliario final 2°cuatrimestre.

Tema: Perfil.

Docentes: Beatriz Masine y Jacobo Setton.

Alumno: Pedro Cloppet.

Comisión: 33.
El aula 115 del ala Santiago del Estero, ubicada en el primer piso de la Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en pleno barrio de Constitución,
abrió sus puertas a su anfitriona la autora de “Acá Todavía”, Romina Paula. Era una
mañana muy fría de junio en pleno invierno y la docente Beatriz Masine introduce a
todos en la clase especial que desde la cátedra estaban por dar inicio.

Alumnos y alumnas tomas asiento y se acomodan en los respectivos lugares; preparan


algunos sus grabadoras, hay otros que prefieren tomar nota con sus lapiceras y
cuadernos y están los que deciden filmar. El olor a café y al mate se puede percibir, lo
cual es muy común a esas horas en fsoc; parte de la rutina.

Romina se encuentra paciente y con calma toma su lugar en el banco principal -


comúnmente dedicado a los docentes durante las clases teóricas – y se sienta en él frente
al aula mientras los docentes reciben a los alumnos que llegan tarde por haberse
retrasado el subte, o porque decidieron salir a fumar antes de entrar e iniciar con la
entrevista.

Cerrando con la introducción, el docente Jacobo Setton y la docente Masine agradecen a


la cátedra la oportunidad de realizar esta clase, y le ceden a la autora el micrófono para
hablar. Esta se ubica delante a su público encima de uno de los bordes de la mesa, con
las piernas colgando y adquiere una postura muy relajada, como si ya hubiera estado en
ese lugar antes y estar sentada ahí fuese un déjà vu. Joven, de unos treinta y nueve años
de edad; cabello morocho, de una tez blanca y con rasgos finos muy marcados en su
rostro, delgada y altura media. La vemos vestida con vaqueros, botas negras y un buzo
lizo rosa. Con cierta timidez en su voz, encausa sus primeras palabras dedicándolas a su
formación.
Romina nos cuenta cómo ella siempre se sintió atraída por la lectura y la escritura;
también le gustaba el teatro, la actuación en su niñez. Durante la secundaria realizaba
este tipo de actividades en su tiempo libre, a modo de hobbie. Pero a pesar de esto ella
quería incursionar el recorrido académico, y es así que al terminar el secundario a los
dieciocho años empezó la carrera en Letras en la Universidad de Buenos Aires en la
Facultad de Filosofía y Letras. Durante el transcurso de sus primeros años estudiando,
entre la escritura personal, las clases de teatro y la regularidad de alumna, comenzó a
sentirse muy abatida y tomó la decisión de abandonar los estudios. Teatro fue la única
actividad que sostuvo y hasta la convirtió en su profesión: asistiendo a castings para
cortometrajes, publicidad y obras de teatro. A pesar de sus trabajos en distintos kioscos
y mercados, sentía aquellos primeros trabajos de actuación como su verdadera
experiencia laboral. Al mismo tiempo seguía escribiendo cosas personales, entre ellas
diálogos y monólogos más que nada.

Luego de un tiempo de atravesar por la actuación y ver aún que la escritura era algo que
a ella la llamaba mucho, a pesar de haber dejado los estudios sí quería iniciar con algún
taller para encaminar sus ideas de escritora; es así que hizo uno con el autor argentino
Juan Bartini. Su experiencia con la tecnología apareció tarde en su vida, o quizá su
gusto por ella; el método de escribir a mano le era más compatible. Es así que tenía
muchos escritos sobre ideas que le iban surgiendo a lo largo de su formación en sus
años de adolescencia, aquellos diálogos y monólogos también.

Durante el taller le tomó la mano a editar y redactar por internet, lo cual su visión se
amplió y empezó a darle vida a lo que iba a ser su primer novela publicada. En un
surgimiento de editoriales independientes, Romina recibió por la editorial Etiopía la
propuesta de publicar.

El mercado de editoriales se maneja en bajos costos. Estas publican novelas de autores y


el libro posee un período de obsolescencia programada, cuando este se supera, los libros
van a la mesa de saldos, que implica enviarlos a rematar al por mayor, antes de tener
pérdidas. Lo positivo de estas editoriales es que les dan la posibilidad a los autores y las
autoras de acceder y mostrarse. La primera novela que publicó fue “Vos me querés a
mí”, con géneros desdibujados y mucha presencia de diálogos.

Pasó por estudiar dramaturgia dos años en la Escuela de Arte Dramático, la EMAD.
Formó después su propia compañía junto a tres actores con los que venía trabajando,
eligiendo el Teatro El Callejón, parte del circuito independiente y off. En paralelo,
también de la mano de Etiopía, publicó su segunda novela “Agosto” y a los cuatro años
siguientes “Acá Todavía” y otras tres obras de teatro.

El camino que en un principio eran solo hobbies para ella, se volvió su profesión, la luz
por la que mantenerse viva; hoy en día es una escritora, dramaturga y directora de
teatro. Tiene tres novelas publicadas, formó su compañía de teatro y escribió cuatro
obras.

Una vez terminada su presentación, los docentes le dieron el paso a los alumnos de
participar y realizarle a la autora una serie de preguntas.

-Al momento de tener una idea, siendo autora ¿Cómo cree que es mejor dirigirla
hacia una novela o a una obra de teatro? –

En teatro: primero decido que voy a escribir una obra; y segundo pienso sobre qué. El
punta pie pueden ser historias, ideas sueltas, un diálogo, o se tienen actores
predestinados por lo cual ya pienso en ellos y qué escribir para cada uno.

También, sucede al momento de escribir que uno tiene predispuesta una idea, y se
desenvuelve en algo nuevo constantemente. Es el juego de la escritura.

-Como autora ¿Cuáles fueron las distintas complicaciones que atravesaste con la
novela “Acá Todavía”?-

Al momento de escribir, uno siempre se atropella con aquellos que escribió el día
anterior, volviéndose un ciclo interminable. Yo elijo dejar baches de tiempo entre cada
momento de redacción, ya que así oxigeno mis ideas y se mantiene fresco el proceso.
Siempre elijo un futuro agradable para cada instancia de escribir una novela. Esta es una
realidad paralela que me acompaña durante un período largo de mi vida.

Pienso, finalmente, el editar y terminar como lo más importante, o quizá difícil. Es en


esta parte cuando todos mis fantasmas se vuelven boicots.

-Teniendo en cuenta que en el cine y el teatro la historia está pensada para


contarla abierta y hacia afuera ¿Cómo encuentras la unidad para escribir una
novela?-

El cine y el teatro son muy colectivos. Escribir narrativa, en cambio, es muy solitario.
“A mí el teatro me dio mucho aire y por contraste, en paralelo, disfrutaba de la
intimidad de mi pluma y papel. Era el momento en el que podía tomar todas las
decisiones yo”.

-Respecto al acto de escribir ¿Pensas que es un don innato con el que se nace o se
puede desarrollar y estimular?-

“Sin duda es algo que se puede desarrollar. Hay algo que pasa por todas las disciplinas y
es la práctica; para que la magia suceda, son necesarias las ‘horas-culo’” expresaba la
autora con una risa entre dientes. Decía: “oí decir que Cortazar iba en el colectivo y se
le configuraba todo el cuento en su cabeza y luego solo lo tenía que escribir. Pocos son
así, y más somos los que sostenemos la constancia en el deseo”.

-¿Cuáles fueron los autores y las autoras que la influenciaron para escribir la
novela “Acá Todavía”?

“No tuve padres progresistas” enuncia entre risas Romina, mientras el resto del salón la
acompaña. Pero reconoce que de chica leía un poco de todo. Durante su adolescencia se
encontraban autores clásicos, García Marquez, Cortazar entre otros.

Cuenta que no existía antes esta literatura contemporánea con autores independientes
como lo hay ahora. Expresa la autora: “hoy en día, y hace ya algún tiempo, trato de leer
dos libros al mismo tiempo para darme aire entre uno y otro, y me voy generando así
distintas sensaciones”. Entre las autoras que lee hoy en día están María Gainza, Emily
Blontë, Cecilia Fanti y otras más.

-Sabiendo que ser escritora es su profesión ¿Sentís presión de volver a sacar otra
novela? ¿La imaginación es la misma que al principio?-

Romina sonríe y se toma un momento para pensar lo que responder.

“Siempre me encuentro produciendo; algunas veces desarrollo trabajos que ya había


iniciado y otras me incursiono en lo desconocido. Pero en los momentos con menos
producción, intento leer mucho y relajar mi mente con la frescura de cada libro y obra”
Reseña

Esta es la primera vez que he escrito un perfil. Jamás había tenido la posibilidad de vivir
esta experiencia, y a pesar de haber hecho el trabajo tarde, estoy muy contento.

En los trabajos de los prácticos no logré conectar nunca con esa parte mía de la
redacción. Haciendo este perfil me divertí mucho; conocer a la autora en profundidad
prestando atención en aspectos que quizá antes de esta consigna no lo hubiese hecho.

Como comunicadores es muy importante tener estas herramientas y seguir


desarrollándolas a lo largo de la carrera.

Les agradezco a la cátedra la oportunidad.

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