Está en la página 1de 5

Introducción

1
Nuestro continente latinoamericano posee una gran variedad de contrastes culturales y
geográficos y una monotonía en sus modelos económicos. La pobreza, la dependencia y las
trasformaciones sociales continuas marcan las características de la zona.

La crisis y la miseria con dependencia están en un polo, mientras el cambio social está en el otro.
Un polo es símbolo de oscuridad, el otro, la esperanza de un mejor futuro. Sin embargo, el cambio
social no constituye necesariamente una autentica mejoría humana. Todo cambio social que
continúe perpetuando la situación existente en el polo oscuro (economía con injusticia social) no
será un cambio positivo.

Nuestra iglesia se ha visto afectada por estos cambios socioculturales y económicos, se ha


introducido tanto la cultura en nuestras comunidades de Fe, que en los últimos años hemos visto
un cambio en nuestros congregantes con inclinación hacia lo que está de moda, lo que la sociedad
hace, etc.

Familias enteras emigrando en busca de mejores oportunidades de vida, alejándose así en mucho
de los casos de la iglesia, de las creencias que en un tiempo mantuvieron la Fe en Dios y su hijo
Jesucristo. Al encontrar un trabajo estable pero que este le lleva a ocuparse de tiempo completo y
no tener un espacio para su vida espiritual, para pasar tiempo en comunión con la misma familia.

Recuerdo hace ya algunos años en mi casa, el estudio de la Palabra era algo vital que todos los días
teníamos que comerlo, si no se tenía este tiempo parecía que estábamos débiles, que no
soportaríamos los dardos del enemigo, así nos lo enseñaron nuestros padres, así que era algo
teníamos que hacer todos los días.

Con el paso del tiempo cada uno de los que conformábamos la familia empezó a casarse o emigrar
de lugar obligando a dejar ese hogar donde el pan diario era el estudio de la Palabra de Dios. Me di
cuenta que tanto mis hermanos como yo, habíamos tomado una nueva forma de vida, eso que
antes era algo vital en la familia, se convirtió en algo opcional en la nueva familia o el nuevo hogar,
con el paso del tiempo las nuevas generaciones encontraron un fastidio en lo que era vital,
alejándose cada día más de la práctica de la Fe Cristiana.

Esto último me recordó lo que leí hace ya algunos años en una publicación que decía de la
siguiente manera:
2
Para los abuelos la fe fue una experiencia vital. Para los padres la fe fue una herencia

preciosa. Para los hijos la fe era una conveniencia. Para los nietos la fe es un fastidio.

Y creo que esto de algún modo cobra sentido, gracias al contexto que nos ofrece la sociedad, la
economía, la política, los diversos movimientos ciudadanos sin pasar por alto los medios de
comunicación.

Objetivo

El objetivo principal va enfocado a una llamada de atención a las familias que conforman la Iglesia.

En los últimos años la Iglesia se ha visto enfrascada en una decreciente asistencia de las familias al

lugar de reunión. Cada vez son más las familias que llegan incompletas a la reunión que se supone

es un lugar donde se practica el amor y la comunión, esto enciende los focos rojos porque tal

parece, que lo que es, se supone, el núcleo fundamental de la Iglesia “Familias Integradas” se está

volviendo totalmente lo opuesto, familias desintegradas.


Buscar un balance para que las familias de la Iglesia, vuelvan a su primer amor. ”Pero tengo contra

ti que has dejado tu primer amor.” (Ap. 2.4 RV60) y podamos rescatar ese modelo de familia que

nos ofrece la Palaba.

A quien va dirigido

Este tema va dirigido a toda la Comunidad Cristiana, pero en específico a los padres. En mi

experiencia como Líder Juvenil, sentía que era muy desgastante trabajar con jóvenes y

adolescentes que no tenían un respaldo espiritual de casa, con esto no quiero decir que no quiera

trabajar con este grupo, pues es uno de los grupos que más me ha gustado apoyar, a lo que me

refiero es que en base a muchas encuestas a diferentes jóvenes y adolescentes de algunas

congregaciones en las que he tenido la oportunidad de apoyar, he llegado a la conclusión que, si

los padres no están haciendo su función espiritual en casa, como tener tiempos de comunión y

reflexión familiar, los hijos seguirán siendo influenciados por la sociedad y seguiremos teniendo

familias incompletas.

Temática

I. la Iglesia en el contexto latinoamericano


Observar que es lo que está pasando a nuestro alrededor, y hacer conciencia de cómo está
afectando nuestras familias esta forma de vivir.

II. ¿Dónde está tu contexto?


Hacer conciencia de donde está ubicada nuestra familia, ¿cuál es el contexto que está influyendo
en mi familia? Y ¿Qué opciones tengo para mi familia vuelva al modelo de Dios?

III. Padres obedientes a la Palabra, hijos de Bendición


Tomando como base Proverbios 22.6 “Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará
de él.” Si como padres obedecemos a la palabra de enseñar a nuestros hijos a guardar los
preceptos divinos, tendremos hijos que serán de bendición en todo.

IV. Familias completas Alabando a Dios


Motivar a que familias enteras siempre, estén alabando a Dios y que con su estilo de vida sean de
bendición para otras familias.

Actividad a realizar

Esta actividad está programada para un congreso de matrimonios a realizarse en dos días, y que a
través de Dinámicas, talleres y las cuatro plenarias mencionadas anteriormente podamos rescatar
el modelo de Familia que encontramos en la Biblia.

Bibliografía

1.- Camargo López Jesús, “La familia en el contexto Latinoamericano” del Boletín Teológico de la
de la FTL, año 26 tomo 55, septiembre de 1994

2.- escrito tomado de, http://chaveztorres.files.wordpress.com/2008/06/una-familia-donde-


habita-dios.pdf
3. Texto Bíblico: Reina-Valera 95, Sociedades Bíblicas Unidas, 1995

También podría gustarte