Me presento ante ustedes, yo Cristian Fritz, compañero y estudiante de este colegio saludo
con mis humildes respetos a profesores, encargados y estudiantes de este colegio, me
conmueve; me llena de tristeza y esperanza estar aquí con todos ustedes. La razón, por lo cual todos estamos aquí es que ya que se nos está terminado un proceso, me llena de orgullo y satisfacción por lo que hemos logrado, estar aquí significa que nuestro esfuerzo no fue en vano y que lucharemos con el mundo que se nos viene, por nuestros sueños, anhelos e ideas, este será nuestro último paso en el colegio, pero el primero hacia al mundo. Como no recordamos a nosotros mismos cuando éramos pequeños donde sabíamos que iba a llegar este momento pensando que este camino sobre la playa donde hemos dejado nuestras huellas, pensando que este camino iba ser eterno o poco posible de recorrer desde nuestra infantilizada perspectiva de escolares, pero mientras más crecíamos nuestros pasos ya eran más largos. Todavía recuerdo esos tiempos donde nuestros padres o parientes nos despertaban para ir al colegio; llevábamos la colación y compartíamos con nuestros compañeros de infancia en kínder, jugábamos a las escondidas o a las cartas entre otros juegos, después de un tiempo cuando ya estábamos en básica nuestra relaciones con lo demás se fueron fortaleciendo, ya nos conocíamos, ya nos comprendíamos, más que nada ya nos entendíamos, es algo inevitable, conocernos esta en nosotros. Cuando llegue a este colegio no pensé que iba formar amigos y conocer profesores más de cerca, como el profesor Silvio Salas que fue el primer profesor que me enseño a ver a los profesores desde una perspectiva humana, también algunos de mis amigos siguen siendo mis mismos amigos hasta hoy en día, mientras que otros compañeros, amigos y profesores fueron eligiendo otros caminos y dejaron su grano de arena en esta playa de huellas, obstáculos, y lo más importante personas. El gran cambio fue cuando llegamos a la enseñanza media donde empezamos a conocer personas que estaban cerca, pero ahora estarían más cerca aun compartiendo una misma sala, también compartir con otros profesores impregnándonos su sabiduría y enseñanza, para nuestro futuro en la vida fuera del colegio. Todos tuvimos algunos problemas en este proceso, que muchos hemos superado, pero quizás algunos los están superando, pero la vida no se acaba, tenemos manos, piernas e ideales que nos hacen seguir adelante con nuestros sueños y objetivos, pero que sería de esta vida para disfrutarla como los buenos momentos, graciosos e inolvidables compartidos con nuestros compañeros de curso tal como en primer año medio, cuando estuvieron las mochilas colgadas en los techos donde la mayoría fue cómplice de aquel hecho y nos reímos juntos compartiendo risas culpables de aquel momento, este momento es uno de los más especiales ya que, reitero, muchos las mayoría fue cómplice. Habrá otros momentos destacados en el curso, pero esos quedaran en el subconsciente. Como estudiante y persona tengo que tomar mi decisión de ser mejor que yo mismo, superándome, fortaleciéndome, depender de mí mismo, hacer lo que yo creo que es mejor, seguir mis propios ideales con argumentos que se valoren, pero como lograr esto si no fueran por nuestros sueños que nos hacen ver lo que más deseamos para nosotros mismos. El colegio nos da las herramientas y nosotros ocupamos esas herramientas como creemos que es mejor, según lo que quiero, anhelo y deseo para mi vida, siendo feliz con mis decisiones y aprendiendo de mis errores. Nietzsche dice “solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado” aludiendo que cada uno se hace responsable de lo que hace. Somos personas con manos y piernas para movernos y una mente para guiarnos. Ya que esta es la última instancia que vamos a estar todos como curso quiero darles las gracias por haber estado en mi vida y haberme hecho sentir que yo también fui parte de las suyas, les deseo lo mejor, sigan sus ideales, supérense en esta vida, dejen sus pasos marcados en esta vida y que sean difíciles de borran les das gracias a los presentes, compañeros, profesores y directiva. Me despido cordialmente, hasta luego.