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La mujer de negro

Erika GC

Descripción: Carol se divierte espiando a la vecina del apartamento contiguo, hasta que
una tarde, recibe la más aterradora de las visitas.

Personajes:

Carol (Karol)

Daniela (Gabriela)

Mujer de negro (Darla)

Vendedora (Jennifer)

Erika (Sabrina)

Sebastián (Alexis)

PRIMER ACTO

Carol y Daniela, dos hermanas muy unidas, se encuentran mirando la televisión en el


apartamento de la primera.

Daniela: ¿Segura que mamá te visita mañana, Carol?

Carol: Sí. Ya te he dicho. Casi nunca viene a visitarme, de todos modos.

Ambas se sobresaltan al escuchar un ruido en la pared. Suena como si alguien estuviera


golpeando algo con un martillo.

Daniela: Ya está otra vez, no sé cómo aguantas esto. ¡Es la tercera vez que se escuchan
esos ruidos! Deberías decirles a tus vecinos que se calmen.

Carol: Vecina, querrás decir. Al lado únicamente vive una mujer muy extraña.

Daniela: ¿Cómo de extraña?

Carol: Siempre viste de negro, usa lentes oscuros y se tapa la cara con una bufanda,
incluso si hace calor. Es siniestra.

Daniela: Ya, claro.

Carol: ¡En serio! Mira Daniela, te voy a enseñar algo. Guarda silencio.

Las dos se ponen a escuchar y los sonidos paran de repente.

Carol (susurrando): Sabe que la estamos escuchando.


Daniela (riendo en voz baja): ¿Entonces por qué susurras?

Carol (gritando): ¡Sabemos que estás ahí, solterona amargada! ¡Déjanos ver nuestra
película!

Las dos sueltan una carcajada.

SEGUNDO ACTO

Esta vez, Carol se encuentra sola mirando la televisión. Está vestida con ropa distinta.
Un par de martillazos resuenan en la pared y ella bufa.

Carol: ¡Ya cállate, maldita loca! ¡A ver cuando te dejas de dar martillazos!

Los ruidos se detienen. Un instante después vuelven a escucharse… en la puerta de


Carol.

Carol: ¡¿Pero qué demonios?!

Los martillazos van aumentando en fuerza y velocidad, luego ya no se escucha nada


solo el ruido de unas llaves. Carol se mueve nerviosa en el sofá. De pronto la puerta se
abre. Una tenebrosa mujer, vestida de negro y con el rostro cubierto, avanza hacia la
muchacha con su cuchillo en una de sus manos enguantadas.

Carol: ¡¿Qué hace aquí?! ¡¿Qué quiere?!

La mujer no responde, si no que avanza hasta ella lentamente.

Carol: ¡Por favor, por favor, márchese! ¡Lo siento! ¡Por favor!

Carol grita de terror y es acorralada en un rincón por la intrusa, quien solo levanta el
cuchillo en alto.

TERCER ACTO

La puerta del apartamento, que ahora está deshabitado, se abre y entran en escena una
vendedora de bienes raíces y una pareja joven.

Vendedora: Aquí estamos, miren con atención. El lugar es muy espacioso La inquilina
anterior acaba de mudarse.

Erika: ¿Por qué se mudó?

Vendedora: No me enteré muy bien, pero nada por lo cual preocuparse. ¿Les gusta el
piso?

Sebastián: Nos encanta.

Unos ruidos extraños se hacen presentes a través de la pared.


Erika: ¿Qué es eso?

Vendedora: Oh, solo es la vecina. No los molestará.

Sebastián: Creo que nos encantará vivir aquí.

Erika: Claro que sí.

CUARTO ACTO

La joven pareja está sentada conversando sobre los ruidos en la pared, después de
haberse mudado al apartamento hace varias semanas.

Sebastián: Desde que nos cambiamos a este apartamento, hemos escuchado esos
ruidos son muy molestos.

Erika: Es verdad ya no los soporto. ¿Creo que es mejor que deberíamos mudarnos de
apartamento?

Sebastián: Si tienes razón. Contactemos a ala vendedora para que nos venda otro
departamento.

(Tocan la puerta)

El joven abre la puerta y aparece la vendedora.

Vendedora: Buenos días, quería ver cómo van en su nuevo departamento.

Sebastián: Buenos días, queríamos decirle que queremos cambiar de departamento.

Vendedora: ¡¡¡NO PUEDEN IRSE!!!

Vendedora: Perdón, me refiero a que no pueden mudarse así de repente. Si es por los
ruidos de la pared, les prometo que en 3 días no los volverán a escuchar.

Erika: Entonces esperamos tres días para no volver a escuchar esos ruidos

Sebastián: Bien, pero si en tres días siguen los ruidos nos vamos.

Vendedora: Tranquilos, en tres días no los volverán a escuchar nunca más.

QUINTO ACTO

Pasaron los tres días acordados, y se seguían escuchando los ruidos. Iniciaron a empacar
sus cosas para irse cuando de repente ya no eran los ruidos en la pared, sino que, en la
puerta, hasta derrumbarla y entra una mujer, con una vestimenta negra y un cuchillo en
la mano.

Sebastián ¡¿Qué hace usted aquí y porque entra a la fuerza?!


Erika: T-tengo miedo

Sebastián Tranquila…(susurra)

Sebastián Lárguese

La mujer de negro se acerca con el cuchillo e intenta apuñalar a la chica, pero el chico la
defiende que dando heridos los dos, la chica se queda paralizada del miedo lo cual la
vendedora aprovecha y la mata, termina hiriendo más al chico casi matándolo, cuando
de repente aparece la vendedora. Se inclina hacia el chico y le dice:

Vendedora: Cumplí con lo que les dije: que ya nunca más en su vida volverían a
escuchar esos ruidos.

La mujer de negro le hace una señal con la cabeza y la vendedora sale del apartamento

La mujer de negro mata al chico cuando siente una apuñalada en la espalda, cae al suelo
y ve a Daniela la amiga de Caro la chica a la que mato.

La mujer de negro (respira muy aceleradamente y e intenta herir a Daniela, pero sucede
lo contrario, la mujer de negro termina aún más herida, dejándola al borde de la muerte.

Daniela: ¿Qué se siente estar indefensa, con miedo y herida?

Daniela: Apuesto que mi hermana se sentía así cuando tú la mataste, no solo ella si no
todas las personas a las que mataste.

Después de decir esto la mujer de negro muere con el cuchillo en la mano.

En ese instante entra la vendedora con dos fundas grandes de basura, horrorizada y
nerviosa va directo donde la mujer de negro y confirma su muerte, coge el cuchillo de la
dama negra y amenaza a Daniela.

Vendedora: ¡Maldita! ¿QUE HICISTE?

Daniela: Hice lo que quise hacer con la asesina de mi hermana, tenía mis sospechas de
quienes la asesinaron, así que para confirmarlas los mandé a aquí.

Vendedora: ¡Los mande?? ¿A qué te refieres?

Daniela: A mis amigos, claro. Los dos buscaban un lugar para vivir juntos. Y qué mejor
que enviarlos como carnada para dar con el asesino de mi hermana.

La vendedora se queda pensando que todo esto fue planeado y en un descuido Daniela
le intenta quitar el cuchillo, pero la vendedora se defiende hiriendo a Daniela.

Vendedora: Tienes razón yo fui cómplice del asesinato de tu hermana y de muchos


más.

Daniela: ¡CALLATE!
Daniela: Los atraías a con el encanto de este apartamento y le daba las llaves a la mujer
y cubrías sus asesinatos.

La vendedora logra apuñalar a Daniela.

Daniela: Mátame de una vez

La vendedora se ríe y va por las fundas de basura tiradas en el suelo y le dice al cadáver
de la mujer de negro

Vendedora: Maestra por fin voy a poner en practica todo lo que me has enseñado en
estos años.

La vendedora se dirige hacia Daniela con las fundas de basura y el cuchillo.

FIN

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