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PARTE I - EL LENGUAJE QUE HABITAMOS

¿POR QUÉ CONSTRUIMOS?


Las escuelas de arquitectura formulan sus programas de estudios basados en la historia, el diseño, las técnicas, la morfología centrados en las
razones, el qué, cómo, cuándo y para qué de su desarrollo.
Pocas veces reflexionamos acerca del porqué íntimo del hacer, construir, edificar arquitectura.
Louis Kahn decía que la arquitectura es la manifestación de la naturaleza del problema.

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¿Por qué necesitamos reflejar nuestras ideas, impulsos y energía para plasmarlos en la materia?
¿Cuál es la necesidad de hacerlos visibles, tangibles?
¿Para que perduren en el tiempo, para transgredir nuestra temporalidad?
¿Por qué este ejercicio no sería una buena excusa para abordar la materia, en su doble acepción, y porqué no el destino y futuro de nuestras
vidas?
Acaso, y de ahora en más, con la arquitectura no vamos a hacer otra cosa que centrarnos exclusivamente en el futuro; nos posicionaremos
en el mundo del proyecto. En la posibilidad de materializar un sueño, una idea, una necesidad o un problema profundamente humano y
existencial.
Parafraseando a Almendra ... “Ah qué hermosa que es tu voz cambiándome el futuro … ”.
Ahora y volviendo del futuro para retomar nuestro problema vamos a preguntarnos entre todos acerca del porqué construimos.
Nosotros no pudimos encontrar más que estas razones, causas, azares, o problemas que sintetizamos e invitamos a co-pensar si existe algún
otro porqué que no hayamos podido encontrar:
•Memoria: Para honrar antepasados, recordar. Por amor o para conmemorar que no es otra cosa que volver a la memoria.
•Crecimiento: expansión. Para agrandar la familia, recibir un hijo, amigos, parientes, porque no mascotas.
•Refugio: para vivir, cobijar, para cuidar o cuidarnos.
•Proximidad: para estar más cerca del trabajo, de los padres, de los hijos, del estudio, acceso a los bienes y servicios; lo que en los
términos de la planificación urbana se denomina beneficio de la centralidad.
•Identidad: Nos mudamos a otro barrio por gusto, satisfacción, elecciones subjetivas, etc.
•Comodidad: por falta de espacio, para obtener más espacio, por adecuación, me achico, me agrado, me acomodo, me ajusto, o
cambio por cambiar.
•Inquietud: Necesidad, ímpetu, vitalidad (como las hormigas “no puedo parar”).
•Negocio: para vender, por lucro, especular, ganar, por ahorro, refugio del capital.
•Consumo: beneficio, utilidad, interés, necesidad.
•Política: necesidad, desarrollo económico, dinamización de la economía, inclusión, cultura, fomento.
•Emulación/contagio: “si otros lo hacen, porque no yo, y me animo”. Poder.
•Exposición: para mostrar y demostrar. Poder.

Y si lo representamos gráficamente tendremos:


¿Los por qué serán doce como las horas del día o serán 24?

Ahora representémoslo gráficamente, en dos dimensiones con 12 vértices, que


correspondan a 12 razones. En tal caso tendríamos un dodecágono y en cada

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vértice una causa. También podríamos relacionar las causas entre sí,
configurando líneas o figuras.

Pensemos también en la cantidad de figuras geométricas que devienen de


todas estas relaciones. Tres cuadrados rotados, cerca del centro; también
cuatro triángulos equiláteros para doce vértices y otras.

Observen la cantidad de figuras que se reproducen aquí y observen cómo


queda reproducido otro decágono inserto.

Ahora bien, si pensamos tridimensionalmente y si cada Si asignamos a cada causa o problema un vértice
causa le fuese asignada una arista podríamos utilizar un tendremos un icosaedro
tetraedro o bien un cubo (hexaedro).
Si asignamos a cada razón una cara: tenemos un dodecaedro.

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Por qué no revisar la espacialidad con el conjunto de los poliedros regulares, que tanto ocuparon a los griegos y que fueron la base de
todo nuestro sistema racional de pensamiento. Fuente: Wikipedia
Ahora reveamos el significado de las palabras e indaguemos un poco en la etimología de cada una para ver de qué estamos hablando
cuando hablamos.
Investiguemos o mejor googleemos…

•Memoria: del latín memor (el que recuerda) y el sufijo -ia para crear sustantivos abstractos. El verbo memorare (recordar, almacenar en
la mente). “Recordar” re (de nuevo) cordis (corazón). Significa volver a “pasar al corazón”. Lo mismo “acordar” a- (próximo) “unir los
corazones”. En inglés “learn by heart” aprender de memoria significaba aprender a través del corazón. Fíjense qué interesante forma de

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aprender es llevarlo al plano de lo emocional a lo racional. Ése es el argumento principal del aprendizaje de la lectoescritura en la obra
de Paulo Freire.

En francés “paer cour”, por el corazón, donde se creía que la sede de la memoria era el corazón…
Los clásicos griegos suponían que la memoria era la madre de todas las musas. La diosa “Mnemosina” era hija del cielo y de la Tierra. Se
la representa con un buril en la mano. El buril es un instrumento que usan los grabadores para hacer surcos o líneas en los metales. Para
grabar… grabar en la memoria. Así las experiencias y los conocimientos dejan huellas indelebles.

Mnemosina se la representa con un tocado en la cabeza, lugar o depósito del saber. A veces la acompaña un perro, lo que evidencia
que los animales también poseen dicho atributo. Con Júpiter tuvo nueve hijas, son las nueve musas. Al respecto no dejen de escuchar a
Les Luthiers con la Musa de la música.

Sócrates consideraba que la escritura debilitaba la memoria. Para qué recordar si lo podemos dejar por escrito. Acaso no nos recuerda
… “ al para qué dibujar a mano si lo podemos hacer en el ordenador” …
¿Cuál será el mejor buril?

Le Corbusier recomendaba no fotografiar e invitaba a los arquitectos y estudiantes a dibujar. Algo así como pasar por la mano para llevar
al corazón.
Otros pedagogos, como Deway, hablan de la relación mano, corazón, cerebro. Ya Rousseau planteaba el concepto de pensar con las
manos. Otro maestro de la arquitectura, Juhani Pallasmaa, plantea el mismo concepto en un esclarecedor libro “La mano que piensa”. A
ese desafío los vamos a invitar.

Volviendo a las manos, o “manos a la obra”, observen cómo atraviesan todas las culturas. La mano abierta de Corbu, las manos de
Miguel Ángel en la creación, los mudras en oriente, la mano de Fátima; por qué no las manos Perón o “Las manos de mi madre” de
Peteco Carabajal, etc.
Pensemos en La Mano Abierta de Le Corbusier (1950):
“Este símbolo de la mano abierta, abierta para recibir la riqueza creada, para distribuirla a la
gente del mundo, debe ser el símbolo de nuestra era.”…

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La creación de Adán, Miguel Ángel, (1511)
Para más información, “La anatomía oculta” en
las obras de Miguel Ángel. Donde Dios aparece
como la inteligencia suprema imbuido en el éter
con la forma del cerebro humano.

La mano de Fátima (“khamsa”)

Volviendo a Sócrates planteaba que, “El alfabeto generará olvido en las almas de quienes lo aprendan, éstos dejarán de ejercitar la
memoria puesto que fijándose en el texto traerán las cosas a la mente, no más del interior de ellos mismos, sino de fuera, a través de signos
extraños: lo que tú has encontrado no es una receta para la memoria sino para reclamar a la mente”…
Sintetizando, la memoria es la lucha contra el olvido… y en los hombres trabaja a diferencia del resto de los animales. En los tres espacios
temporales: pasado, presente y futuro… Y lamentablemente, no depende de nuestra voluntad, tal vez por eso construimos, para verla,
recordarla, volver al presente.
•Crecimiento: Acción y efecto de crecer. Aumento natural o simbólico, madurar. Puede ser biológico, económico, material, espiritual,
urbano, demográfico, social, evolutivo, etc.
La adultez deviene del participio pasado del verbo latino “adolescere” que significa crecer… que ya ha crecido o desarrollado. Desarrollo
está compuesta por el prefijo des- (inversión de la acción) y arrollo (envolver o enrollar) es lo mismo que desarrollar. En inglés development
“dis-envelop” desenrollar. Italiano “sviluppo” .

•Refugio: refugium. Acción de huir, huir hacia atrás. Hacia el rollo, hacia el útero materno. Al lugar protegido. Del prefijo re- (hacia atrás) y
fugere (huir). Huir a:
a) lugar de resguardo.

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b) persona de quien se obtiene apoyo emocional.
c) defensa contra un riesgo.

Antónimo: abandonar, desatender, desvalir. O sea que construimos para darnos valor, para atendernos, para no abandonarnos, para
abandonarnos o librarnos al “dolce far niente” …

•Proximidad: del latín proximitas -atis. Cercanía en el espacio o en el tiempo. Calidad de próximo. Antónimo: lejanía, distancia,
discrepancia. Interesante resulta lo próximo, lo del otro y por carácter inverso lo propio. Acerca de lo propio podríamos indagar en la
Proxémica y las distancias que aborda el antropólogo estadounidense Edward T. Hall.
Y la relación con la sección aurea de Ibo Bonilla o el canon de la antropometría aurea “La dimensión oculta”.
La proxemia se refiere a la percepción que el ser humano hace de su espacio fónico, de su intimidad personal, de cómo y con quién lo
utiliza.

Interpretación de los conceptos de Hall por Ibo Bonilla (Arquitecto,


pedagogo y matemático). El canon de la antropometría aurea a partir
de la dimensión oculta.
Volviendo a Hall, también incorpora otros conceptos relativos al
estudio de las culturas y la relación de la comunicación, tales como
culturas de contexto alto y bajo donde las “normas” no escritas
poseen valor. Aspectos tales como lealtad, sentimiento, intuición y
confianza.
En síntesis, si de proximidad se trata construimos para estar con otros o
con nosotros mismos. Para encontrarnos, que a su vez deriva del latín
in contra (en contra). Y como esto es otro rollo o desarrollo; y para salir
al encuentro o encontronazo diremos que construimos a favor o en
contra de y ése será nuestro hallazgo propio.
•Política: (polis = ciudad). “La Politeia” o “Teoría de la Polis” está íntimamente ligada a la “paideia” “La Educación”. Paid- agogia,
pedagogía significa conducir al niño de la mano por el camino de la vida.
La palabra “politiké technné” el arte de los ciudadanos, arte social, de vivir en sociedad, o arte de las cosas del Estado.
O sea que construimos para estar en sociedad, para acogernos a los beneficios del Estado, para estar bajo su amparo, reparo, cobijo o
refugio. Podríamos interpretar que tal vez construimos, parafraseando a Don Miguel de Unamuno, por “amor y pedagogía”. Para dejarnos
llevar de la mano, como los niños… Algo así como huir de nuestra propia autonomía, para protegernos en comunidad.

•Emulación: Ambición y esfuerzo a la igualdad. Superación a ejemplo del otro. Para competir o rivalizar. Inmersos en una cultura capitalista

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del consumo globalizado resulta un aspecto interesante estudiar la emulación socialista implementada en la Unión Soviética por Lenin.

•Exposición: del latín expositio (acción de poner o sacar algo fuera). Exponere: ex (de un interior a un exterior), y el verbo ponere (poner,
colocar, situar). Las casas de niños expósitos, los orfanatos…
En síntesis, construimos para mostrar poder, para ubicarnos socialmente donde queramos estar, ser, pertenecer o permanecer. Allí
construimos, y es en la medida que construimos que damos sentido, dirección, signo y significado. Construyendo nuestro lenguaje propio en
la Polis, en nuestra comunidad de aprendizaje que configura la Arquitectura. Volviendo al cordis, a la mente, al corazón que no es otra cosa
que desandar el pabilo, desarrollarse, o despabilarse.
Construimos para el recuerdo, que significa “salir del sueño”, “espabilarse”.

Para finalizar más recientemente prefiero pensar en el Flaco Spinetta cuando decía “Jamás voy a decir que todo el tiempo por pasado fue
mejor, mañana es mejor…” Ah, me olvidaba, si construimos para ser, estar o permanecer, nada mejor que Eladia Blázquez en honrar la vida
… música maestro.

"Merecer la vida, no es callar y consentir


tantas injusticias repetidas
Es una virtud, es dignidad
Y es la actitud de identidad Más definida!
Eso de durar y transcurrir
no nos dá derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir honrar la vida!."
Eladia Blázquez, Honrar la Vida
•Identidad: Del latín identitas, y éste de ídem(lo mismo). Ídemetídem (una y otra vez).Semper ídem (siempre lo mismo).Ego ídem sum (yo soy
el mismo), y non ómnibus ídem nos est (no todos los bondis me llevan…) o más precisamente “no todos tienen las mismas costumbres” y
recuerden el refranero que “… en Roma: haced lo que los romanos”; y que es allí donde conducen todos los caminos.
Ahora, ¿caminamos solos o acompañados? ¿Dónde termina la identidad de uno y empieza la identidad colectiva? Jungindaga en el
inconsciente colectivo ¿Charly García, lo explicita mejor?
Cuánto de lo que pienso y ejecuto es propio o próximo; y lo que más nos aproxima es la lengua, el idioma que nos identifica.
Ahora nada es más propio que el nombre, y la palabra “nombre” deviene de nomen que refiere a la palabra con la cual nos identificamos.
O sea nuestro nombre … “Sí Rosa, alcánzame el diario…” Y “apellido” del latín appellitare (llamar) el nombre de la familia.
Otras claves de identificación pueden ser la ropa (vestimentas de los presos, los médicos, los payasos, los magos y por qué no los arquitectos

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¿que siempre visten de negro?). Un tatuaje, una bandera, una escarapela, una boina, un brazalete, una canción, una jerga...
“Una palabra, dame una palabra… y otra vez… y como las palabras se las lleva el viento” y todas las hojas son del viento… pasemos al
siguiente ítem.

•Comodidad: del latín commoditas. Calidad de cómodo. Todo aquello que hace la vida más fácil. Confort, utilidad o conveniencia. Con-
(unión, convergencia) y modus (modo, medida). O sea que construimos para sentirnos más a nuestro modo, a nuestra moda o medida…
Para sentirnos más cómodos, acomodados.

•Inquietud: del latín inquietud “cualidad de no tener descanso” in (sin) quiescere (calma, reposo), con el sufijo -tud (abstracto de cualidad).
Conmoción, nerviosismo, ansiedad, inclinación del ánimo. O sea que construimos para conmovernos, para no estar nerviosos o lograr la
calma o para darnos ánimo, animarnos o valorarnos que no es otra cosa que tener ímpetu. O sea, una inclinación (impulso, fuerza, arrebato
o embestida) y petere (buscar, pedir). De vuelta, no hacemos otra cosa que impulsarnos y pedir fuerzas, porqué no proyectarnos…

•Negocio: necotium = no ocio, o sea “sin ocio”. Con recompensa, o sea, de manera interesada. Por interés. O sea, que “Por dinero baila el
can…”
Su antónimo: ocupación, trabajo, actividad, cargo, deber, empresa.
Recordemos que para los romanos “la ociosidad era la madre de todos los vicios”.

•Consumo: acción y efecto de consumir. Del latín consumere (tomar entera y conjuntamente, agotar, desgastar). Con (conjunto) y el verbo
Sumere (tomar, asumir). Sumere a su vez, deriva del verbo latino emere (tomar, obtener, comprar y ganar). Podríamos afirmar entonces que
construimos para usar, gastar, asumir, comprar y ganar, o bien porque no presumir, o en lunfardo, “fumárnosla…” sin ningún tipo de
abstinencia.
En cambio ahorro deviene del árabe (hurr = “libre”). De allí un arabismo de la Edad Media, horro “libre, que no es esclavo”. De allí el verbo
ahorrar, luego derivó en dar libertad a un esclavo, luego derivó en “librar a alguien de algo” y de allí “guardar dinero para el futuro”.
Llamamos “ahorrado” al dinero que está guardado, “prisionero”, en cajas fuertes. ¿Porqué no en ladrillos para que no se lo robe ningún
banquero? …

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