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La leyenda a continuación fue escrita por el Doctor Jesus Aguilar Paz, y fue incluida en su libro
llamado Tradiciones y Leyendas de Honduras.
La piedra del malo, es una piedra aparentemente normal, igual a las tantas que hay en la región,
pero es llamada así porque en ella hay plasmadas unas misteriosas huellas que parecen
humanas, huellas que todos aseguran son las huellas del mismísimo demonio.
La piedra esta ubicada aproximadamente 1 kilómetro al Sur del Municipio de Lucerna, tomando el
camino que de allí conduce al Municipio de La Labor, en Ocotepeque.
Los pobladores cuentan que las huellas fueron marcadas en la piedra por el diablo hace miles de
años, cuando se convirtió en un ser maligno que perdió la gracia de Dios y nuestro Padre
Celestial como merecido castigo lo arrojo del cielo, con tan mala suerte para nosotros que vino a
caer en Honduras, en un lecho de rocas de Lucerna, Ocotepeque y del golpe tan duro que se dio
al caer dejo marcadas las huellas de sus rodillas y manos en ellas.
Desde entonces el maligno a permanecido en las tinieblas y desde el río se puede llegar hasta la
piedra del malo, donde este dejo plasmada sus huellas, la que aseguran que todavía existe en
Lucerna.
Siguiendo con la leyenda, si la piedra del malo de Lucerna existe, es decir que tenga
las marcas antes mencionadas, éstas podrían deberse a otra cosa y no precisamente a que el
diablo cayo sobre ella. No obstante no tenemos la autoridad ni experiencia para asegurarlo y
mucho menos para desmentir esta leyenda escrita hace tantos años por el Doctor Jesús Aguilar
Paz y publicada en su libro «Tradiciones y Leyendas de Honduras».
Esta es otra leyenda de las tantas que se cuentan en Honduras, para unos es una forma divertida
de conocer el folklore de nuestro país, para los crédulos especialmente los ancianos esta es la
razón por la cual suceden tantas cosas malas en el país y creen que por eso Honduras esta
destinada a sufrir la maldad de sus propios hijos, la que se evidencia con tanta maldad, injusticia,
delincuencia y catastrofes en general que solo dejan tristeza y luto en nuestro país. Sin embargo
cada uno de nosotros tenemos nuestra propia opinión al respecto.
Su nombre está ligado a una historia de amor, cuenta la leyenda que un joven y humilde guerrero
estaba enamorado de la hija del Cacique.
Al ser pobre la única riqueza que poseía era el haber conquistado el amor de la joven y bella
princesa. Cuándo el Cacique se entero de la prohibida relación entre ellos, ordenó amarrar a
Cayaguanca en la cima del Cerro hasta que muriera de hambre y frío. Las lágrimas del joven
guerrero fueron tantas que inundaron el pueblo y estas con el tiempo se convirtieron en las
piedras que hoy se ven en el valle.
Cayaguanca significa la piedra que mira las estrellas y es un impresionante Mirador natural que
tiene nuestra bella Honduras.
Fotos de cortesía