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UNIDAD II

CERÁMICA

MATERIA PRIMA
ARCILLA:

El término arcilla se usa habitualmente con diferentes significados:


✓ Desde el punto de vista mineralógico, engloba a un grupo de minerales
(minerales de la arcilla), filosilicatos en su mayor parte, cuyas propiedades fisico-
químicas dependen de su estructura y de su tamaño de grano, muy fino (inferior
u
a 2 m).
✓ Desde el punto de vista petrológico la arcilla es una roca sedimentaria, en la
mayor parte de los casos de origen detrítico, con características bien definidas.
✓ Para un sedimentólogo, arcilla es un término granulométrico, que abarca los
sedimentos con un tamaño de grano inferior a 2 m. u
✓ Para un ceramista una arcilla es un material natural que cuando se mezcla con
agua en la cantidad adecuada se convierte en una pasta plástica. Desde el punto
de vista económico las arcillas son un grupo de minerales industriales con
diferentes características mineralógicas y genéticas y con distintas propiedades
tecnológicas y aplicaciones.
Por tanto, el término arcilla no sólo tiene connotaciones mineralógicas, sino también
de tamaño de partícula, en este sentido se consideran arcillas todas las fracciones

con un tamaño de grano inferior a 2 um.


Según esto todos los filosilicatos pueden considerarse verdaderas arcillas si se
encuentran dentro de dicho rango de tamaños, incluso minerales no pertenecientes
al grupo de los filosilicatos (cuarzo, feldespatos, etc.) pueden ser considerados
partículas arcillosas cuando están incluidos en un sedimento arcilloso y sus tamaños

no superan las 2 um.


Las arcillas son constituyentes esenciales de gran parte de los suelos y sedimentos
debido a que son, en su mayor parte, productos finales de la meteorización de los
silicatos que, formados a mayores presiones y temperaturas, en el medio exógeno
se hidrolizan.

CONCEPTO DE ARCILLA
La arcilla es una roca
sedimentaria formada por
partículas muy finas (>50% es
<2um), constituida por agregados
de silicatos de aluminio
hidratados procedentes de la
descomposición de rocas que
contienen feldespato, como el
granito. Presenta diversas
coloraciones según las impurezas
que contiene, desde el rojo
anaranjado hasta el blanco
cuando es pura.
Las arcillas tienen otros minerales diferentes de los anteriores, que se denominan
minerales asociados (cuarzo, feldespatos, calcita, pirita) y ciertas fases asociadas
no cristalinas, que pueden o no impartir plasticidad, y la materia orgánica.
Cuando el porcentaje en carbonato es superior al 25% se denominan arcillas
margosas, que pueden llegar a margas (-50% carbonatos), y que también son
materias primas cerámicas.
Asimismo las arcillas compactadas, diagenetizadas (pizarras) pueden ser materias
primas.
Físicamente se considera un coloide, de partículas extremadamente pequeñas y
superficie. Químicamente es un silicato hidratado de alúmina, cuya fórmula es:
Al2O3 · 2SiO2 · 2H2O.
La arcilla tiene propiedades plásticas, lo que significa que al humedecer puede ser
modelada fácilmente. Al secarse se torna firme y cuando se somete a altas
temperaturas aparecen reacciones químicas que, entre otros cambios, causan que
la arcilla se convierta en un material permanentemente rígido, denominado
cerámica.

CLASIFICACIÓN DE LAS ARCILLAS.


Desde el punto de vista petrográfico, las arcillas pueden clasificarse según su
mineralografía (ricas en caolinita), su quimismo (alto contenido en alúmina), su
origen geológico (de tipo sedimentario), sus propiedades físicas (plasticidad, etc.),
su utilización industrial (sector refractario, construcción, etc.), entre otros
parámetros. Tomando como base la mineralogía, que es una de las principales
formas de clasificarlas, las arcillas están contenidas de minerales arcillosos y
minerales no arcillosos, que son los que brindan la plasticidad y las propiedades de
secado y cocción de los productos finales hechos a base de esta materia prima. Los
minerales arcillosos corresponden a los filosilicatos, es decir, los silicatos de
aluminio, hierro y magnesio hidratados con estructuras en capas incluyendo a las
palygorskitas y las sepiolitas (Díaz & Torrecillas, 2002).

CLASIFICACIÓN SEGÚN SU ORIGEN GEOLÓGICO:


El origen de las arcillas puede ser marino, lacustre o continental, de cualquier edad,
si bien las principales materias primas se encuentran en los terrenos terciarios y
cuaternarios, que no han sufrido metamorfismo y conservan mejor sus propiedades
plásticas.
Las arcillas primarias las hallamos en los lugares en los que se encuentran las
rocas de las que proceden, son las que se encuentran en el mismo lugar en donde
se formaron, es decir, no han sido transportadas por el agua o el viento. Siendo sus
principales características:
➢ de color blanco o tirando al gris
➢ poco plásticas
➢ muy puras
➢ tiene un grano más grueso
➢ menor superficie específica
➢ mayor resistencia química
➢ mayor estabilidad térmica
➢ menor solubilidad
➢ son refractarias

La única arcilla primaria pura conocida es el caolín.

Las arcillas secundarias son las que se han formado a lo largo de los años
separándose de las rocas de origen y sedimentándose, en ocasiones a unas
distancias considerables.
El agua es el elemento más común que las ha transportado; también el viento y los
glaciares lo han hecho. Estos tipos de arcillas son mucho más comunes y se
componen de más elementos como mica, hierro, cuarzo y otros minerales
procedentes de diferentes fuentes.
Sus características principales:
➢ tienen colores muy diversos
➢ según su composición, desde el rojo al negro,
pasando por el amarillo y el gris
➢ muy plásticas por lo que resultan fáciles de
trabajar
➢ grano fino
➢ gran desarrollo superficial
➢ solubilidad
➢ inestabilidad térmica

NOTA
Todos los tipos de arcilla, en el tiempo de secado y de cocción, sufren un proceso
de encogimiento, de reducción de tamaño. Esta disminución de tamaño es mayor,
cuanto menor sea el contenido de materias no plásticas de la arcilla que estamos
trabajando.
TIPOS DE ARCILLAS SEGÚN SU COMPOSICIÓN QUÍMICA Y EL USO
INDUSTRIAL
Las arcillas presentan una gran diversidad de composición y
propiedades, lo que hace difícil una clasificación exacta y
detallada. La mayor parte de ellas son sedimentarias. En el
proceso natural de erosión, transporte y deposición han
mejorado mucho en plasticidad y resistencia en crudo; sin
embargo, se han impurificado con óxidos de hierro y de
titanio.
Las arcillas sedimentarias constan generalmente de caolinita
desordenada y uno o varios de los otros minerales de la
arcilla, tales como haloisita, ilita, montmorillonita, etc.
Según Seger, pueden distinguirse cuatro grupos de materias
primas arcillosas, sobre la base de la composición química y
el uso industrial:
A. Arcillas con alto contenido de alúmina y casi exentas de
hierro, con una proporción excepcionalmente elevada en
caolinita. Se usan en la industria cerámica, particularmente
en cerámica fina, como la fabricación de porcelanas, de
sanitario y de cerámica técnica, por ejemplo, azulejos
ligeramente coloreados, aisladores eléctricos, cacetas,
soleras en la producción de vidrio, crisoles para fusión,
productos refractarios y antiácidos, etc.
B. Arcillas con mucha alúmina y poco hierro, todavía ricas en caolinita, utilizables
en la industria cerámica semivaliosa, en la elaboración de chamota, artículos
porosos y gres.
C. Arcillas con bajo contenido en Al2O3 y una elevada proporción de compuestos de
hierro. Se usan para azulejos de color oscuro y platos, en producción de ladrillos,
alfarería que cuece en rojo y para aisladores.
D. Arcillas pobres en Al2O3 y una gran proporción de compuestos de hierro y
carbonato cálcico. Este grupo comprende la mayor parte de arcillas ladrilleras
ordinarias, arcillas limoníticas margosas y margas, de uso en la industria pesada de
la arcilla.

Arcillas caoliníticas y similares


En las pastas cerámicas tradicionales, la arcilla es indudablemente la materia prima
predominante que aporta la plasticidad y la trabajabilidad requeridas para formar y
modelar el objeto cerámico. Junto a los minerales arcillosos, causantes de las
propiedades características, las arcillas contienen cuarzo, mica y materia
carbonosa. Para las arcillas usadas en pastas blancas es esencial que sean blancas
en la cocción.
«Arcilla plástica» es un término usado para describir arcillas sedimentarias
caoliniticas, de grano fino, muy plásticas, que constan de una mezcla de caolinita
desordenada, cuarzo y minerales micáceos (ilita), particularmente usadas en la
industria cerámica. Pueden acompañarles impurezas molestas como pirita,
marcasita, yeso y siderita. El principal tipo de arcilla plástica, usado en pastas
blancas, es la «ball-clay», término originario de Inglaterra. Las ball-clays se
caracterizan por su gran contenido en caolinita (sobre el 70%), generalmente poco
ordenada, por una considerable presencia de ilita y una pequeña cantidad de
motmorillonita, y por la presencia de materia orgánica y diversas proporciones de
cuarzo clástico y moscovita. Son sumamente plásticas y aportan gran resistencia
en seco, un amplio intervalo de vitrificación y un color tenue, casi blanco, cuando se
cuecen.

ARCILLAS ESPECIALES
El término «arcillas especiales» se refiere a algunos materiales, cuya presencia en
la naturaleza es más bien rara. Así tenemos:
✓ Arcillas haloisiticas. Usado en la fabricación de ladrillos poco coloreados,
ladrillos refractarios, azulejos y como relleno para papel.
✓ Arcillas ilíticas. Es adecuada para la fabricación de gránulos ligeros usados
para mezclarlos con hormigón.
✓ Arcillas compactas y "flint-clay". Las arcillas compactas caoliníticas tienen
composiciones análogas a las plásticas, pero están semiconsolidadas y la
mayoría no son plásticas. La plasticidad puede aparecer en ellas sólo
después de una molturación fina. Tienen una densidad aparente mayor y una
fractura concoidea típica. Suelen acompañar a la caolinita diversas
sustancias como hidromica, granos de minerales clásticos, usualmente
cuarzo y micas, sustancia carbonosa e impurezas como siderita, pirita, etc.
Las "flint-clays" son caoliníticas, pero no plásticas, parecidas a las compactas.
Ambos tipos de sedimentos se usan principalmente para ladrillos y bloques
refractarios, ladrillos aislantes, cacetas, morteros y mezclas refractarias.
✓ Arcillas montmorilloníticas, bentonitas. La mayoría de las arcillas
montmorilloníticas o bentonitas se han formado por alteración de las rocas
volcánicas, por ejemplo, liparita, riolita, traquita, dacita, andesita o basalto,
de las eras Terciaria y Mesozoica. Tienen muchas e importantes aplicaciones
en diversas industrias, debido a su gran plasticidad, a sus resistencias en
verde y en seco, y a sus propiedades de sorción. El papel de las bentonitas
en la industria cerámica es más bien limitado; sin embargo, pequeñas
adiciones de bentonita blanca acrecienta sensiblemente la plasticidad, la
resistencia en verde y la resistencia en seco de las pastas cerámicas.
✓ Sepiolita. Se trata de un hidrosilicato de magnesio, 3MgO·4SiO 2·5H2O,
miembro extremo de la serie de minerales arcillosos conocidos como
paligorskitas. Se usa en cantidades limitadas en la industria cerámica para la
fabricación de azulejos de revestimiento, algunos productos cerámicos
porosos especiales, porcelana electrotécnica, gres químico y cerámica
sanitaria, y también se añade a algunos esmaltes cerámicos y sobre metal.
Otros filosilicatos pertenecientes a los minerales de la arcilla, por ejemplo pirofilita,
talco, serpentina y vermiculita, se encuentran entre las materias primas cerámicas
no plásticas.

CAOLINES

La otra materia arcillosa esencial para cerámica es el caolín, que puede llegar a
formar parte de las pastas cerámicas hasta en un 60 %, como en alguna porcelana.
Los caolines son las arcillas más puras y blancas. La mayor parte de ellos constan
de caolinita, sin ningún otro mineral arcilloso, aunque en algunos la caolinita puede
ser de tipo desordenado. Como ocurre con las arcillas, la composición es variable.
El contenido medio en caolinita de los caolines ingleses, de renombre por su alta
calidad para aplicaciones en pastas blancas, se halla entre 75-85 %. La mica, que
explica el 0,5-2,5 % de K2O de los análisis químicos, está generalmente presente
en proporciones del 5-20%.
Geológicamente se distingue entre:
- Caolines primarios o residuales, que mantienen una relación directa con su roca
madre y que poseen la mayor parte de las características heredadas de la textura y
estructura originales de la roca; se formaron por alteración de ésta a través de
procesos volcánicos, hidrotermales o de meteorización.
- Caolines secundarios o sedimentarios, que se presentan como masas que han
sido arrastradas por el agua y luego depositadas formando yacimientos; pertenecen
a la serie sedimentaria arcilla caolinítica-limo-arena.
Los caolines primarios son generalmente de naturaleza ordenada, mientras que los
caolines sedimentarios son usualmente desordenados y tienen tamaños cristalinos
más pequeños. La mayor parte de los caolines son primarios. Para que un
yacimiento sea explotable, la materia bruta o roca debe satisfacer unas condiciones:
contener una sustancia plástica de calidad en cantidad suficiente para que sea
rentable en el caolín natural, la cual podrá separarse de él por enriquecimiento para
obtener así un material blanco o casi blanco de tamaño de grano modal máximo de
unos 20 µm (ocasionalmente algo más), que tras la cocción a 1.400°C sea de color
blanco. El producto lavado industrialmente suele contener minerales arcillosos
trilaminares como la ilita, residuos de mica primaria, algo de montomorillonita y una
pequeña cantidad de cuarzo. Otras sustancias accesorias pueden ser: óxidos de
titanio y de hierro (hematites, goetita, limonita), siderita, pirita, marcasita, ilmenita,
magnetita, espinela, biotita, etc.; en algunos caolines se presenta una mezcla de
hidróxidos de aluminio (gibbsita, boehmita), que incrementa su contenido en
alúmina.
Los usos del caolín lavado son múltiples, debido a sus propiedades tales como
blancura, inercia frente a los agentes químicos, ausencia de toxicidad, fino tamaño
de partícula, gran superficie específica, elevado poder cubriente, alta refractariedad,
capacidades absorbentes y adherentes, etc. Esto, unido a su abundancia y amplia
distribución mundial, hacen del caolín una de las materias primas no metálicas, de
mayor consumo e importancia industrial. Consumen caolín muchísimas industrias:
papelera, o como relleno o para cubrir superficies; en cerámica refractaria; en las
industrias del caucho y cables; en fabricación de porcelana, cerámica técnica, gres,
azulejos, sanitarios; en cosmética, jabones, en la industria farmacéutica para
elaborar pastas y ungüentos; en insecticidas, en los que las partículas arcillosas
finas actúan de portadores de las sustancias tóxicas; también sirve como vehículo
en comestibles, como catalizador en la fabricación de algunos productos químicos,
como adsorbente en agentes blanqueantes, como adhesivos y para materiales de
limpieza, en la fabricación de tinta, cementos especiales, fertilizantes, escayolas y
pinturas para la construcción, etc.
PROPIEDADES FISICO-QUÍMICAS
Las importantes aplicaciones industriales de este grupo de minerales radican en sus
propiedades físico-químicas. Dichas propiedades derivan, principalmente, de:

➢ Su extremadamente pequeño tamaño de partícula (inferior a 2 m) u


➢ Su morfología laminar (filosilicatos)
➢ Las sustituciones isomórficas, que dan lugar a la aparición de carga en las
láminas y a la presencia de cationes débilmente ligados en el espacio
interlaminar.
Como consecuencia de estos factores, presentan, por una parte, un valor elevado
del área superficial y, a la vez, la presencia de una gran cantidad de superficie
activa, con enlaces no saturados. Por ello pueden interaccionar con muy diversas
sustancias, en especial compuestos polares, por lo que tienen comportamiento
plástico en mezclas arcilla-agua con elevada proporción sólido/líquido y son
capaces en algunos casos de hinchar, con el desarrollo de propiedades reológicas
en suspensiones acuosas.
Por otra parte, la existencia de carga en las láminas se compensa, como ya se ha
citado, con la entrada en el espacio interlaminar de cationes débilmente ligados y
con estado variable de hidratación, que pueden ser intercambiados fácilmente
mediante la puesta en contacto de la arcilla con una solución saturada en otros
cationes, a esta propiedad se la conoce como capacidad de intercambio catiónico y
es también la base de multitud de aplicaciones industriales.

➢ Superficie específica
La superficie específica o área superficial de una arcilla se define como el área de
la superficie externa más el área de la superficie interna (en el caso de que esta
exista) de las partículas constituyentes, por unidad de masa, expresada en m2
/g. Las arcillas poseen una elevada superficie específica, muy importante para
ciertos usos industriales en los que la interacción sólido-fluido depende
directamente de esta propiedad.

➢ Capacidad de Intercambio catiónico


Es una propiedad fundamental de las esmectitas (silicatos). Son capaces de
cambiar, fácilmente, los iones fijados en la superficie exterior de sus cristales, en los
espacios interlaminares, o en otros espacios interiores de las estructuras, por otros
existentes en las soluciones acuosas envolventes. La capacidad de intercambio
catiónico (CEC) se puede definir como la suma de todos los cationes de cambio que
un mineral puede adsorber a un determinado pH. Es equivalente a la medida del
total de cargas negativas del mineral. Estas cargas negativas pueden ser generadas
de tres formas diferentes:
- Sustituciones isomórficas dentro de la estructura.
- Enlaces insaturados en los bordes y superficies externas.
- Disociación de los grupos hidroxilos accesibles.
El primer tipo es conocido como carga permanente y supone un 80 % de la carga
neta de la partícula; además es independiente de las condiciones de pH y actividad
iónica del medio. Los dos últimos tipos de origen varían en función del pH y de la
actividad iónica. Corresponden a bordes cristalinos, químicamente activos y
representan el 20 % de la carga total de la lámina.

Algunas arcillas encuentran su principal campo de aplicación en el sector de los


absorbentes ya que pueden absorber agua u otras moléculas en el espacio
interlaminar (esmectitas) o en los canales estructurales (sepiolita y paligorskita).
La capacidad de absorción está directamente relacionada con las características
texturales (superficie específica y porosidad) y se puede hablar de dos tipos de
procesos que difícilmente se dan de forma aislada: absorción (cuando se trata
fundamentalmente de procesos físicos como la retención por capilaridad) y
adsorción (cuando existe una interacción de tipo químico entre el adsorbente, en
este caso la arcilla, y el líquido o gas adsorbido, denominado adsorbato).
La capacidad de adsorción se expresa en porcentaje de absorbato con respecto a
la masa y depende, para una misma arcilla, de la sustancia de que se trate. La
absorción de agua de arcillas absorbentes es mayor del 100% con respecto al peso.

➢ Hidratación e hinchamiento
La hidratación y deshidratación del espacio interlaminar son propiedades
características de las esmectitas, y cuya importancia es crucial en los diferentes
usos industriales. Aunque hidratación y deshidratación ocurren con independencia
del tipo de catión de cambio presente, el grado de hidratación sí está ligado a la
naturaleza del catión interlaminar y a la carga de la lámina.
La absorción de agua en el espacio interlaminar tiene como consecuencia la
separación de las láminas dando lugar al hinchamiento. Este proceso depende del
balance entre la atracción electrostática catión-lámina y la energía de hidratación
del catión. A medida que se intercalan capas de agua y la separación entre las
láminas aumenta, las fuerzas que predominan son de repulsión electrostática entre
láminas, lo que contribuye a que el proceso de hinchamiento pueda llegar a disociar
completamente unas láminas de otras. Cuando el catión interlaminar es el sodio, las
esmectitas tienen una gran capacidad de hinchamiento, pudiendo llegar a
producirse la completa disociación de cristales individuales de esmectita, teniendo
como resultado un alto grado de dispersión y un máximo desarrollo de propiedades
coloidales. Si por el contrario, tienen Ca o Mg como cationes de cambio su
capacidad de hinchamiento será mucho más reducida.

➢ Plasticidad
Las arcillas son eminentemente plásticas. Esta propiedad se debe a que el agua
forma una envuelta sobre las partículas laminares produciendo un efecto lubricante
que facilita el deslizamiento de unas partículas sobre otras cuando se ejerce un
esfuerzo sobre ellas.
La elevada plasticidad de las arcillas es consecuencia, nuevamente, de su
morfología laminar, tamaño de partícula extremadamente pequeño (elevada área
superficial) y alta capacidad de hinchamiento.
Generalmente, esta plasticidad puede ser cuantificada mediante la determinación
de los índices de Atterberg (Límite Líquido, Límite Plástico y Límite de Retracción).
Estos límites marcan una separación arbitraria entre los cuatro estados o modos de
comportamiento de un suelo sólido, semisólido, plástico y semilíquido o viscoso.
La relación existente entre el límite líquido y el índice de plasticidad ofrece una gran
información sobre la composición granulométrica, comportamiento, naturaleza y
calidad de la arcilla. Existe una gran variación entre los límites de Atterberg de
diferentes minerales de la arcilla, e incluso para un mismo mineral arcilloso, en
función del catión de cambio. En gran parte, esta variación se debe a la diferencia
en el tamaño de partícula y al grado de perfección del cristal. En general, cuanto
más pequeñas son las partículas y más imperfecta su estructura, más plástico es el
material.

➢ Tixotropía
La tixotropía se define como el fenómeno consistente en la pérdida de resistencia
de un coloide, al amasarlo, y su posterior recuperación con el tiempo. Las arcillas
tixotrópicas cuando son amasadas se convierten en un verdadero líquido. Si, a
continuación, se las deja en reposo recuperan la cohesión, así como el
comportamiento sólido. Para que una arcilla tixotrópica muestre este especial
comportamiento deberá poseer un contenido en agua próximo a su límite líquido.
Por el contrario, en torno a su límite plástico no existe posibilidad de comportamiento
tixotrópico.
IMPUREZAS EN LAS ARCILLAS

La pureza de una arcilla es un


concepto bastante ambiguo. Sin
embargo, como hay que disponer de
algún criterio, aunque no sea perfecto,
se suele relacionar la pureza con la
ausencia de minerales o
componentes distintos de los propios
minerales de la arcilla. Los llamados minerales de la arcilla (caolinita, haloisita, ilita,
etc.), tal como se hallan generalmente en la naturaleza, tienen composiciones y
morfologías que a veces son muy variables, aunque siempre dentro de los límites
de la identidad mineralógica. Hay que señalar, además, que en las arcillas naturales
coexisten con frecuencia dos o más de estos minerales, a veces en estrechas
asociaciones.
La operación de lavado de un caolín o de una arcilla tiene como finalidad separar
los minerales no arcillosos —los minerales primarios, esencialmente— que, en
forma de arenas, están presentes como impurezas. La arcilla o el caolín lavados
son, en realidad, concentrados de minerales secundarios.
El blanqueo de los caolines o de las arcillas persigue la eliminación, por medios
generalmente químicos, de sustancias coloreadas tales como óxidos más o menos
hidratados de hierro, de manganeso y de otros elementos, que están presentes
como impurezas, bien en forma de granos separados o bien en forma de películas
adheridas a los granos de otros minerales.
La arcilla natural está formada esencialmente por los siguientes componentes:
a) Minerales de la arcilla propiamente dichos, de composición a veces muy
variable, que incluye sustituciones reticulares de iones que son propios de la red
cristalina, e incluso de iones extraños a la misma. También incluye variaciones
importantes en la morfología y en la estructura de las partículas arcillosas.
b) Formas más o menos hidratadas de sílice, alúmina y óxidos de hierro, de
manganeso y de otros elementos.
c) Minerales ligeros y pesados en forma de arenas, que a veces llegan a estar
presentes como partículas finísimas.
d) Carbonatos en diversos grados de dispersión, que abarcan desde la
granulometría ultrafina hasta la presencia de concreciones nodulares en las
canteras.
e) Sales solubles.
f) Materia orgánica y residuos carbonosos.
El concepto de pureza, desde el punto de vista cerámico, supone la exclusión o
ausencia de aquellos componentes que puedan ser indeseables para un fin
determinado. No tiene, por tanto, significación absoluta. Por ejemplo, en una arcilla
refractaria son indeseables las sustancias o los minerales fundentes, tales como los
feldespatos, porque hacen disminuir la temperatura de reblandecimiento del
refractario. En una arcilla para fabricar porcelana no son perjudiciales los
feldespatos, ya que estos minerales son componentes habituales en las pastas de
porcelana y, sin embargo, son indeseables las impurezas coloreadas, tales como
los óxidos de hierro o los minerales que los contienen, porque comunican un tinte
amarillento o grisáceo a la porcelana, y disminuyen su índice de blancura. En las
arcillas para la fabricación de ladrillos no son indeseables los feldespatos porque a
las temperaturas habituales de cocción se muestran aún bastante inertes y porque,
aunque reaccionaran, el resultado sería beneficioso. Tampoco son indeseables los
óxidos coloreados de hierro o de manganeso, porque el color que comunican estos
compuestos a los ladrillos es perfectamente aceptado, y porque no inciden
negativamente sobre otras propiedades. La caliza en grano grueso, los yesos y los
sulfuros, por ejemplo, sí que son indeseables, porque pueden dar origen a defectos
tales como caliche y eflorescencia.
El concepto de pureza en las arcillas, repetimos, tiene solamente una significación
relativa y, en muchos casos, incluso, las impurezas dan a las arcillas unas
características favorables que hacen aumentar su aprecio. El signo distintivo de
muchas arcillas cerámicas, que constituye la razón de su aprecio, está radicado en
la naturaleza y en la proporción de sus impurezas.
Al interpretar el análisis químico de una arcilla con vistas a evaluar sus impurezas,
hay que tener presente que pequeñas cantidades de un determinado óxido pueden
suponer cantidades importantes del mineral considerado como impureza. Así, por
ejemplo, si una mezcla de caolinita, cuarzo y mica muscovita tiene la composición
química: SiO2, 50,64%; Al2O3, 36,24%; K2O, 1,65%; H2O, 11,47%, la presencia
de ese 1,65% de óxido de potasio supone que en la mezcla existe nada menos que
un 14% de mica muscovita, de fórmula K2O·3Al2O3·6SiO2·2H2O. Evidentemente,
en la composición de la mica muscovita, intervi enen, además del óxido de potasio,
considerables cantidades de alúmina y de sílice.
LABORATORIO # 1
Realizar una regla de arcilla de dimensiones:
Largo 10 cm
Ancho 5cm
Espesor 2 a 5 mm
Anotar cuánto se contrae día a día, hasta el día de presentación, respaldado
con fotos.
Fecha de presentación del laboratorio # 1 el 19 de mayo de 2022

PRÁCTICO # 2
Investigar sobre:
1.- ¿Por qué es importante conocer la composición química de las arcillas?
2.- Explique cuando la arcilla puede no tener la propiedad de tixotropía.
Fecha de presentación de práctico # 2, el 26 de mayo de 2022

NOTA:
Los laboratorios y prácticos deben ser escritos a mano.
Tomar foto y enviar como archivo al correo: vivibranez@gmail.com

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