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/Viario eo/ése 163
,
164 E 1·nnu111ía 11r/Ja11t1 y reg ional
l3 Es impon ame record;u· que. en todo el libro. empkairn.>s como sinónimo los ¡¿rm in o> ··ctesarro ll o ...
"dc,arroll o eco nó mico" y ··crecimiento económico a lar·go plazo ...
24 Stocl- es pa labra del ing1¿, que los econom istas usan para des ignar el capital fí> ico ac umu!Jdo (fábr icas,
m6quin as. infraes tructura. etc.) que 'e encucmra en un territorio .
,
aumento de la producción global. Desde cierto punto de vista, podríamos hablar
de una extensión del esquema keynesiano. puesto que se proponen relaciones fija s
al mismo tiempo que se trata la inversión como variable clave del modelo. Sin
embargo, las teorías más recientes reconocen tanto la importancia del capital
humano como factores de producción más cualitativos: espíritu de empresa.
cohesión social, capacidad de innovación. etc. Entre los padres de esta revoluci ón
del pensamiento económico figuran los economistas americano E. Denison. S.
Kuznets y R. Solow2s.
En el fondo, lo que se propone es una redefinición del concepto de
inversión. Paralelamente, se tratará de extender la noción de factor de
producción a elementos que van más allá de la trilogía clásica capital. trabaj o.
tien-a. La definición del concepto de inversión -cualquier gasto corriente qu e
permita incrementar la productivid;\d y la capacidad de producción futuras- no
se limita en este sentido a las inversiones de capital físico, sino que debe tom ar
en cuenta las inversiones en capital humano , en forma de gastos de educación
y de capacitación, y cualquier otro desembolso que pueda incrementar la
productividad del trabajo (viajes. salud. etc.) . Pero la cuantificación rigurosa de
las inversiones en capital humano y su integración a los esquemas de
contabilidad económica continúan causando problemas, por lo que el término
in versión , empleado sin calificativo, sigue refiriéndose, en los hechos, a la
inversión física.
Volvamos al concepto de función de producción . ¿Cuál es efectivamente el
peso relativo de los factores clásicos de producción (capital y trabajo sobre todo)
en el proceso de crecimiento económico a largo plazo? Un incremento del
ingreso real por habitante significa que la economía (nacional o regional) logra
prod ucir más con el mismo número de insumos, más precisamente con el mi smo
nú mero de trabajadores. Suponemos por lo tanto que Ja cantidad de trabajo por
habitante sigue siendo relativamente estable por período largo o, por lo men os.
que existe un límite superior. Jo que está ampliamente conforme con la realidad .
Así, la producción por trabajador se vuelve la variable clave. ¿Por qué aumenta
la producción por trabajador? No hay muchas respuestas posibles: asignación
má eficaz de los recursos, aumento de la cantidad de capital por trabajador.
incrcmento de la eficacia de los trabajadores. progreso tecnol ógico.
2'i Para un tratamiento rcciemc de l e'tado de la in\'e,; tigación en materia de c reci mi ent o eco nómico. l'Cr
Bario y S:t la- i-Manin ( 1995) .
166 Eco110111tu ur/Jo1u1 y l"l'Mional
Para estimar las funcion es agregadas de producción (para los países, por
regla general), varios autores han intentado desmenuzar los elementos que dan
Aporte del factor en cuestión sobre el alza del ingreso real para el periodo observado (incremento total= 100).
Este aporte varia de un país a otro y de una época a otra. Se tomaron datos de Estados Unidos a titulo
indicativo.
•· La simbología empleada para la lectura del aporte de cada factor es la siguiente:
-=contribución negativa o nula
+ = contribución positiva, sin embargo el aporte es rara vez superior a 25
++=contribución importante, el aporte puede ser mayor a 50.
.'viario Poli•se 167
26 De hcd10. en los cá lcul o' del tipo Deni,on . el factor '"progreso de los conocimiemos-ca mbio tecnológ ico··
corre,pn nde a un res iduo. a saber la parte de los incrementos de producti,·idad que permanece sin
ex pli cació n. Su valnr llega a veces al 509'r. Esta es una de las follas mayores del modelo de Deni son. Sin
<!111h<ll"go. la i111portancia de l re>-iduo en todos lo' estud ios de este tipo confirma la impos ibili dad de reducir
el proceso d.: desarro llo a algunas relaciones fácile s.
168 Econonda urhonu ,. rl',l!,in110/
27 Pueck tambi~n propon~rse una relac ión e ntre prOtéccion ismo ) corrupci ón. en el -c:ntido ~ n que Ja
prntecc:ión 01orgacla po r el Estado (aranceles. penni'º'· cuota" 111onupo l1\1'. et.:. J puede '". nhj~to de
regateo' políti co~ y tráfico de influenc ias. En esta per<,p~c1 i n1. el dec1,1 Je: Ja poli1i.:a J e 'ub,1i1uá\ 11 a la'
irnpo n aciones habrá sido ta mbi é n Ja di sm inución del pnK~'º de moderniz,i-·ión del E-tadn.
170 Ecm1tJ111fa 11r/Ja11a _\ rc~iona l
2~ Recordemo' 4ue Jo, dos modelos, la 1~orfo de ba'c económica y el de ,·~n1aja' coinr.u .1111:1\. 'ºn Je"
1nndcl1" de carácter c,tático.
,
172 Er ·o11 n111ú1 11r/Ju11a r reginn ol
cto regional
Síntesis: un mod elo esquemático de impa
to . Su nivel de activ idad
Re, umam os. La regió n es un espac io abier
. de la dema nda exter ior de sus
econ ómic a depe nde direc tame nte, a corro plaza
plica dores que el la gene ra. La
bi e nes y servi cios, y de los efec tos multi
todo de la estru ctura econ ómic a
ampl itud de las cons ecue ncias depe nde sobre
e lo que deno mina mos análi sis
de la región. El análi sis de es te impa cto
estático.
Murio Polhe 173
,
'
- '
NIVEL DE \
Demanda de Demanda inrcial de
ACTIVIDAD \
bienes y servicios bienes y servicios Impacto multlplicador, La demanda global (final
ECONOMICA 1
producidos en de la región efectos interlndustriates - e intermediaria) de bienes _..,..._
DE LA REGION 1
~se~v:i~: l~r:i:1_
otras regiones
------------~-~
-------- - - - - - - -1 en términos
de producción
o de empleos /
/
1
/
EL IMPACTO DE LOS FACTORES DE /
PRODUCCION SOBRE LA OFERTA : --.__ /
/
LOS EFECTOS DINAMICOS /
Emigración de
trabajadores
(capital humano)
Exportación (no
La oferta regional
de trabajo
(calidad y cantidad)
- Valorización de los factores
de producción a nrvel
regional
Capacidad regional
de producción
\....----
' \
-
Mano de obra 1
remunerada) de (capital humano)
técnicas y de La oferta regional - Productividad de las Factores inmóviles
conoc1micn1os de conocin1len1os industrias regionales de producción
(recursos naiu-
-:¡
Expor tac1ó11
- 1
Innovación y aplrcación
de los conocimientos
rales) ; faclores
de localización
(distancia. etc.)
f
(no rf'mun~rm1a) La Ófort.r rcg;o;;a¡
1 df' capilal
y dí' talcn111 · ....
L de cap1 1al y el
hdera1go empresa~
_.,.._
Inversión regional, ele.
Eslructura económica
regional
Impacto inicia l
Transmisió n del impacto
Impacto fi nal
;
178 Eco11omit1 11rha110 ' rcf.!,umal
Indicadores de ingreso
Condiciones sociales
Profesionales / servicios
América Latina
Brasil 2 770 34,0
Guatemala 980 31 ,5
Panamá 2 420 30,0
Honduras 580 21,3
Chi :a 2 730 15,8
República Dominicana 1 050 14,0
Colombia 1 330 14,0
México 3 470 14,0
Costa Rica 1 960 12,8
Perú 950 10,2
Venezuela 2 910 10,0
Bolivia 680 8,0
Otros países
Malasia 2 790 11 ,7
Hong Kong 15 360 9,4
Tailandia 1 840 8,3
Canadá 20 710 6,7
Corea, Rep. de 6 790 6,0
Indonesia 670 4,7
España 13 970 4,6
Japón 28 190 4,2
Fuente: Cálculos del autor con base en dalos del Banco Mundial,
1994.
• Indice = Ratio (participación en el ingreso del 20°10 de la población
más rica sobre la partici pación en el
ingreso del 20% de la población mas pobre) . A mayor índice mayor
desigualdad.
,
I XI
:Juatemala. 20% de la población más rica recibe un ingreso 31,5 veces mayor
(en promedio) que el 20% más pobre. contra una relación de 4,7 a 1 en
Indonesia. ¿Hasta qué punto debe sorprendernos entonces la magnitud de los
conflictos sociales en América Latina? Es claro que existen razones históricas
e institucionales que favorecen la emergencia de desigualdades sociales, pero
cuya explicación va más allá del mandato de este libro. Lo que nos sugiere el
Cuadro 6.2, en la medida en que las de igualdades sociales y las desigualdades
regionales están relacionadas, es que ambas formas de desigualdad se
encuentran muy prese ntes en América Latina. Sin embargo, no deben
confundirse, lo cual nos dirige hacia el aspecto meramente territorial o
regional.
En los debates sobre la cuestión del desairnllo regional, hay que evitar
también confundir dos tipos de desigualdades:
Salario'
10
Región A
8
:1 2 3 4 5 6
Dt1
Cantid ad de trabajo"
10
• Región A •
10 Región B
1
8 8
6 6
o
4 4
2 2 D
o Dt1
o ¡__ _ _ . - Dt
,
Examinemos los elemento del modelo. Al principio, todo sucede en un
2
1uniYerso cstático 9. Suponemos (Figura 6.1) que las dos regiones parten con el
1 mi smo nivel de desarrollo tecnológico. El eje vertical da el nivel de salario por
Ot3
Region A 10 Región B
Dt2
Dt
2
Ot3 Qt2
Migración O"
29 Para lo que se seguirá 1mís ade lanlc. es má' exac10 hablar de un marco e.Há1ico co111paratil'o. puc> [~, 1.-~,
figura' (6.1. 6.2 ' 6.3) reprc,t:ntan lres mo111en10, en d liempo: t l. t2 y 13. La dislincicín cn1rc e11ti1irn _1
Jilllimica ;e exp lica en el capí1ulo 5.
18-1 Eco110111íu 11rho11a y rcgimw!
30 Lu, uos gru pos de población cuyas tasas de actividad son tradic ionalmente 1mb lkxihle, ""1 la' muiere
y los jóvenes. En los países industrializados. la entrada masiva de mujere s al mercado de trabajo Je, pué
tk la Segu nu a Guerra Mundia l se traduj o e n rue n es incre men t°' de las tasas globale, tk ac1" iuau.
¡\/ario !'11/i!se 185
3 I Este mi smo principio está en Ja base de los datos de PNB o PTB por habitante. ajustados a la paridad
poder de compra (PPC) que hemos empleado en el capítulo 1 con fines de comparac ión intemacio1
(Cuadro 1.4 ).
Mario Po/ese 187
f En res umen, aún en situación de equilibrio, hay que admitir como normales
1 las diferencias de ingreso per cápita de una región a otra. Otros factores, como
~ la distancia y las diferencias de estructura industrial, pueden explicar también
la persistencia de disparidades de ingreso en situación de equilibrio. Pero en
general estos factores "normales" no explican más que una pequeña parte de las
disparidades observadas. Las disparidades "anormales" son las que reflejan un
desequilibrio en el sistema, y en ellas pondremos especial atención en las
secciones siguientes.
32 Por b forma e n que están trazadas las curvas de ofr rta (l a de Bes más elás tica) el númcn> tk trabaj.1Jure,
que sa ldrán de B será inferior al número total de trabajadore s que serán retirados de l mercado de trabajo
de B, o sea que la cantidad representada por Qt2-Qt3 en ambas regiones no sed p.:rfectamente
equ iva lente. En B, hay trabajadores que se han retirado del mercado (formal) de trabajo. pero han
permanec ido en la reg ión .
190 Ecmw 111ía 11rlw 11a r re¡:i1111al
Costos de la migración
Mudarse de una región a otra implica costos para las personas o los hogares
tanto más elevados cuanto más alejada está Ja región de destino. La lejanía no
es únicamente asunto de di stancia geográfica: es también cultural y sicológica.
Es lógico que dejar Barcelona (Cataluña) por Madrid (Castilla), o el Altiplano
peru ano por Lima, significa mucho más que transportar los muebles de la
Mario Poll!.1c 19 1
33 Invitamos al lector a hacer un ejercicio por su propia cuenta: ¿en qué porcentaje la oferta de mejore>
sa larios en una u otra región debení se r superior a lo que gana actualmente ( 10'7c . 15'7<. 25 '7< . etc.) para
que considere que le conviene partir ~
192
Eco110111ía urhww y reg io1111/
Emigración
(salidas por 1000 personas)
Costos
80 Cohorte de movilidad máxima (psicológicos,
monetarios, otros)
70
60
50
40
30
Propensión a emigrar
20
Ganancias descontadas
10
(sobre todo monetarias)
10 20 30 40 50 50 70 Edad
Infancia años
Las diferencias de ingreso serán ta_nto mayores cuanto que las regiones
estén más alejadas unas de otras, en términos de distancia geográfica o
cultural;
,
194 Economía 11r/Jww y re[i io11a/
suelen darle razón. No es necesario demostrar que las disparidades del ingreso
per cápita dentro de un mismo país sue len ser menos pronunciadas que las
disparidades entre países, primer índice de que la integración favorece a la
igualación de los ingresos. En Europa, después de la firma del tratado de Roma
(1957) en el que se establecieron las bases de la UE, las diferencias de ingreso
entre los países miembros han disminuido constantemente.
Este modelo de análisis nos permite asimismo hacer ciertas predicciones
acerca del impacto del progreso tecnológico en materia de transportes y
comunicaciones. En la medida en que los costos asociados a la distancia sean
un freno para el funcionamiento óptimo de los mercados, o sean un obstáculo
a la igualación geográfica de los ingresos, se esperará que las disparidades
regionales se nivelen a medida que los costos de transporte y de comunicación
disminuyan. Se han realizado enormes progresos en este sentido después de la
Segunda Guerra Mundial: autopistas, trenes de gran velocidad (TGV).
telecomunicaciones, aviones, etc. La distancia geográfica no tiene el 1rusmo
peso que en 1950 (ver también la Figura 11.2).
La relación positiva entre desarrollo económico y convergencia de Jos
ingresos per cápita entre regiones parece estar hoy en día bien establecida, por
lo menos para la mayor parte de los países industrializados (ver BaITo y Sala-
i-Martin, 1995). Las disparidades regionales están en descenso en la mayoría
de Jos países industrializados. Es una buena noticia. En la Figura 6.5 vemos
que, para Canadá y Estados Unidos, las disparidades regionales (de ingreso per
cápita) han estado descendiendo sistemáticamente desde la Segunda Guerra
Mundial: y ello, a pesar de que se observa un ligero deterioro para los Estados
Unidos desde 1980, p1imer índice de la necesaria cautela en cuanto a grandes
generalizaciones. La evolución de las disparidades regionales es muy sensible
a las políticas económicas (ver el próximo capítulo).
Para ou·os países, sobre todo los países en desarrollo, tenemos que moderar
nuestro optimismo en cuanto al impacto igualador de la reducción de las
distancias. El ritmo de convergencia suele ser muy lento, mucho más lento que
el ritm o del progreso técnico. En muchos países, siguen persistiendo las
diferencias entre regiones ricas y regiones pobres: pensemos en la región de
Extremadura (España), o en las regiones del sur de México, así como en el
noreste brasileño.
196 Eco 1101111<1 11rhww y l"l'giona /
Indice de desigualdades·
4,5
3,5
Estados Unidos
3
_,
/
/
/
/
2,5 / l..
/
/
/
' ' ..... .....
---
/
Canadá
2
..... .....
1,5
1
1920 1930 1940 1950 1900 1970 1980 1990
Antes de migración
/
% diplomados A/%
diplomados B 1,60
Después de la migración
% diplomados A/%
diplomados B 1,75
demanda de trabajo; varía según los contextos y según las características de los
inmigrantes y de las regiones. El impacto de la migración sobre Ja demanda
interna de una región será tanto más importante cuanto que los nuevos
habitantes hagan u ocasionen desembolsos "nuevos" en la región. Precisemos
que estos desembolsos "nuevos'· corresponden al concepto de ingreso básico en
el sentido del modelo de la ba e económica.
60
50
40
30
20
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Tamaño: :ocalidades
Población: 1 a 99 800 000 y más
Centro, periferia
Un sistema indeterminado
Resumamos: en cuanto empiezan a tomarse en cuenta consideraciones
dinámicas, el sistema se vuelve inestable y la solución "indetermin ada" . Los
efectos de convergencia y de divergencia pueden anularse entre sí, o no , según
las circun stancias. Las migraciones son a la vez f.actor de equilibrio y de
desequilibrio, como los movimientos de capitales y otros factores de
producción. Las regiones prósperas -centrales- pueden seguir recibiendo
inmigrantes por generaciones sin que ésto influya de manera sensible en la
nivelación de los salarios. Asimismo, la inmigración no incrementa
forzosame nte el desempleo.
La mediació n final entre efectos estáticos (de convergencia) y efectos
dinámicos (de divergencia) depende en gran parte del nivel de selecti vidad de
los movimientos migratorios, y de la fuerza relativa de las economías de
aglomeración en la estructura industrial del país. En una coyuntura donde las
economías de aglomeración son poco importantes. y la migración poco
selectiva, los efectos de convergencia predominan .
El impacto neto de los efectos estáticos de convergencia y de los efectos
dinámicos de divergencia difiere según las circunstancias. Cualqu ier economía
en crecimiento se encuentra frente a un dilema. Las migraciones interregionales
y los movimientos interregionales de los factores de producción, que son
mecanismos indi spensables de ajuste regional y de asignación de recursos. so n
la base misma del proceso de desarrollo económico nacional. Sin embargo, los
movimientos de los factores de producción pueden también acentuar las
diferencias de desarrollo entre las regiones. La probl emática de de sarrollo
;
1 Mario Pole.1·1' 205
,
206 Eco110111ío 11rha1111 ,. regim/{//
Nivel de
desigualdades
regiona les
1
1 Fase de crecimiento
1 Fase de decrecimiento
de las Penodo de transición
1 de las desigualdades
desiguald ades
1
1
1
América latina
: I,.. ,,, - - - - - _, 1 (Simulación)
1 "I
1
i', /
/" 1
1 """""'~~~~-,..~--~1--~~~
~-- ......i~~~~-•-1--
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--......-,~~~~--
I ,.. 1 1 '
1 //
' ,
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//
',
1 /
~/ '
1
'
1
1
Espacio dualista
Espacio Integrado
Países en vias
Paises desaFrollados
de desarrollo
Nivel de desarrollo
Los países ricos poseen más rec ursos para practicar polític as
de redi stribuciót
de ingreso s entre particul ares y entre region es (ver el capítulo
7);
Las desigu aldades suelen percib irse como menos acepta bles
socia lm ente e1
los países ricos. en los que se implem entan otras polític as
que tiene n u1
impac to redistributivo (salud , educac ió n, etc.);
La fase de urbani zación rápida provoc a con frecue ncia una
concen tración d<
los ingres os en favor de los propie tarios de suelo urbano
(ver capítu lo 1)
este efecto cesa únicam ente al termin arse la fase de urbani
zación ;
Las diferen cias entre individuos o grupos. tanto en cuanto
a la instrucció1
co mo a los valores (perce pcio nes, preferenci as ... ), sue
len ser meno
pronun ciadas en los países ri cos fuertem ente integra dos, lo
que reperc ute e1
las diferen cias e pacía.les.
Mario Po/ése 207
1 potencialmente
Desde la Segunda Guerra Mundial. muchos autores han advertido los efectos
perversos del desarrollo , algunos con un diagnóstico severo. Para
Myrdal ( 1968), uno de los padres de esta perspectiva analítica, los efectos de
divergencia acaban siempre por dominar los efectos de convergencia. Para
Friedmann (19 72), es indiscutible que la convergencia regional no c;ucede
automáticamente en el transcurso del proceso de desarrollo de una naci ón. El
libre movimiento de personas y de capitales se traduce en fugas que absorben las
posibilidades de desarrollo de las regiones periféricas. Friedmann y Weaver
(1981) preconizan el cierre parcial de regiones ("partial closure") para
protegerlas contra las fu erzas de la des igua ldad y de la divergenci a.
Además del concepto centro-periferia. se encuentran en la literatura
expresiones como desarro llo polarizado y desarrollo desigual. El término
"división espacial del trabajo" tambié n forma parte de la familia de conceptos
y términos técnicos que . e encuentran en la literatura. Pese a la diversidad de
términos empleados, éstos expresan si e mpre la misma realidad : el desarroll o no
se distribuye de manera igual sobre el teITitorio nacional, hay ganadores y
perdedores . Ya hemos visto en el capítulo 1 que el desmrnllo "desigual " (en
beneficio de las ciudades) es inevi tab le. Hemos visto también que el desarrollo
no puede realizarse sin que su1:jan disparidades (sa lariales, de rendimiento
sobre el capital...) qu e son el prec io por pagar. y que deben ayudar a las
decisiones de asignación de los rec ursos. Pero la gran cuestión sigue siendo:
¿las desigualdades, se aten uarán o se agrm·arán con el tiempo, y pueden
contranestarse por medio de inten·enc iones políticas?
Eco110111í11 11rb11na y regio1111/
,
210 Economía urbana y r1.1gio11a/
34 Sin embargo. recordemos que los datos del Cuadro 6.2 se refieren a las di sparidade> interperson ales de
in greso. y no interregionales.
Ma r io Po/ése ~ 11
será siempre más excéntrico comparado con los grandes mercados de las zonas
1costeras del sur; el interior de China estará siempre menos bien situado que las
'grandes regiones urbanas de la costa sureste. Como hemos dicho para el
mercado, no hay nada que obligue a que las consecuencias de la geografía y de
Ja historia sean equitativas. Sin embargo, es más fácil suprimir el mercado que
la geografía o el legado de la historia. Pero tampoco hay que caer en el
determinismo geográfico. Repitamos nuestro llamado a la prudencia; hay que
cuidarse de invocar causas simples para explicar la persistencia de las
disparidades regionales.
En la mayor parte de los países, el deseo de encontrar un equilibrio más
justo se ha traducido en la implementación de políticas de redistribución de los
ingresos y en intervenciones gubernamentales -incentivos fiscales y otras
medidas- con la intención de desviar la trayectoria espacial de la economía en
beneficio de las regiones menos favorecidas. Pero, como lo veremos en el
próximo capítulo, las políticas económicas regionales no dejan de plantear
otros problemas.
Estados Unidos
• Estados "pobres"
Estados "medios"
O Estados "ricos"
Océano
Pacífico
N
MÉXICO D.F.
,
242 Econom ía urha11a y reg io11
Un ideal
un ideal. Implic a
Más que un simpl e conce pto, el desarr ollo local es
una soluci ón de recam b
posib ilidad de un mode lo altern ativo de desarrollo,
as. En e te sentid o,
para el desarr ollo desigu al , depen diente de fuerza s extern
c ión al análisis.
términ o es tanto un llama do a la acción como una invita
s más respet uos.
¿Por qué no puede el desarr ollo region al adapt arse a forma
s? Esta reivin dicación ,
de las neces idade s y deseo s de las pobla cione s locale
-o llo econó mi co nacion
comp rensib le. Vimo s en el capítu lo 6 que el desan
duran te las prime r
provo ca neces ariam ente dispa1 idades reg ionale s, al menos
las únicas en tener es
fases del proce so. Las econo mías de merca do no son
estra que las econo mí
proble ma. El fracas o de la exper iencia soviética demu
di sparid ades reg ionak
planif icadas no han lograd o tam poco elimin ar las
¿Acas o no es normal soñar con otros mode los?
·'mod elo altern ati vo
Se utilizan tambi én otros té rmino s para design ar este
por la base. Algun
de desarr ollo, corno desarrollo endóg eno o desarrollo
ponie ndo énfas i en 1
autore s hablan de desaff ollo comu nitari o, o popul ar,
todos esos términ
inicia tivas popul ares. Por lo meno s implíc itame nte,
proce so de desarr ollo, q
expre san el deseo de que el propi o medio ini cie un
a en las iniciativas y 1
desem boque en una econo mía region al pró pera basad
la región. Idea lmente,
conoc imientos de los habita ntes y de las empre sas de
denci a de la regiór
desarr ollo local ll eva co nsigo un a reduc ción de la depen
terior. Es un de arrol
los gobie rnos y los agente s eco nómic os del ex
e injust icias del sistem;
a utóno mo, libre (al meno s en parte) de las pres iones
estas expec tativa s.
Por supuesto, ningú n conce pto puede satisfa cer todas
forma s según el auto1
desan-ollo local como objetivo sue le tomar distin tas
rep ite n co nstan teme n
según Ja situac ión. Pero cierto · temas y argum entos se
local son neces arias pa
para apoya r la idea de qu e las po líti cas de desarrollo
insati sfacci ón crea
Respo nder al fracas o de las polític as nacio na les y a la
por las polític as tradi cional es de desaIToll o region al;
nueva impor tancia
Enfre ntar la crisis de la gran empre sa, y canali zar la
las peque ñas empre sas y de los reg iona li smos;
ciones locales p:
Atend er la neces idad de un mayo r respet o a las pobla
reduc ir los costos socia les del desarr ollo;
,
Murio Po!he 243
Un marco de análisis
El desarrollo local es también un marco de análisis. El adjetivo local llama
la atención sobre los factores locales de desanollo económico regional, sobre
el papel que desempeña el medio como factor de innovación y de dinamismo.
Por ejemplo, ¿,q ué importancia tienen los mecanismos locales de cooperación y
de solidaridad en el proceso de desarrollo regional? Conceptos como
concertación , asociación , redes de interacción y smergrn forman parte del
marco de análisis.
El papel que desempeñan los factores locales en el desarrollo económico
regional es indiscutible. Pero, ¿es posible (o útil) distinguir entre factores
endógenos y factores exógenos? ¿No se trata en realidad de un proceso de
acción, de reacción y de retroacción. en el que se entremezclan fuerzas externas
y fuerzas internas? Hasta la iniciativa más auténticamente local es siempre una
' reacción a acontecimientos cuyo 01igen se sitúa en el exterior de la región.
Entre los factores no locales, mencionemos la demanda externa, las políticas
nacionales, las decisiones de localización de las empresas multirregionales, el
progreso tecnológico. La región , como objeto de análisis económico, se
caracteriza por su apertura al exterior, como lo hemos visto en el capítulo 5. Es
difícil imaginar un espacio eco nómico nacional sin intercambios o
transferencias interregionales. La idea de una dicotomía analítica "local-no
local'' nos recuerda la distinción "básico-no básico" del modelo de la base
económica. Esta idea plantea también problemas conceptuales considerables.
Pero, en el modelo de desan-ollo local , se invierte la importancia relativa de los
dos elementos: es ahora al elemento "locar· al que se le prestan cualidades
motrices.
,
Ecrmo111ía 11rha11a r regin11a/
Varios países tienen políticas para las PME destinadas a ayudar al pequeño
empresario a iniciar negocios. No se trata de políticas regionales, en la medida
que se aplican en el conjunto del territorio nacional. Pero intervenciones de este
tipo pueden también depender de los gobiernos regionales o locales.
El Estado puede apoyar la creación de empresas de varias maneras. Lanzar
un negocio no es solo cuestión de dinero, como lo veremos. Para comprender
lo que sigue, conviene distinguir los costos intangibles de los costos
estrictamente financieros.
Aún antes de que un empresario pueda fundar una empresa suele surgir un
obstáculo : el de la información sobre el proceso por seguir, sobre la manera de
iniciar, sobre las posibilidades de ayuda y de asesoría, o sea sobre
prácticamente todo. La información no es gratuita. La adquisición de
información puede compararse a una invers ión. Su costo comprende a la vez
desembolsos reales y de tiempo (en forma de costo de oportunidad). La
información es sensib~e a la distancia y a las barreras culturales. Es más cara
para el habitante de una pequeña región ais lada (región B) que para el de la gran
ciudad (región A) . El habitante de la región B debe gastar más energía para
informarse sobre las políticas de ayuda a la pequeña empresa: los funcionarios
y los banqueros están más lejos.
¿Qué pueden hacer los gobiernos para reducir los costos de información en
las regiones de tipo B? La medida más frecuentemente adoptad a es el
establecimiento de agencias locales de apoyo- asesoría a las PME, o aún la
creación de organismos locales de desarrollo con funciones de apoyo-asesoría
(veremos ésto más adelante). Estas agencias pueden depender del Estado
nacional o de gobiernos locales, o . er resul tado de iniciativa mixtas en las que
participa el sector privado (cámaras de comercio, consejos patronales, etc.). Sin
embargo, la eficacia de las medid as para reducir los costos de información es
difícil de evaluar, por varias razones:
,
248 Ecn110111ía 11rha11a _,. regional 1
s
a Jas PME, etc., así como otras informa ciones útiles a las personas deseosa
de fundar una empresa . Pero en cuanto se trata de informa ciones más
específi cas, sobre el tipo de empresa (digamo s Ja confecc ión de flores
artificia les), es poco probabl e que los asesore s de los organism os locales
sepan más que el mismo empresa rio. Los organis mos locales no pueden
las
respond er más que a una parte de las necesid ades de información de
PME;
las
b) Las informa ciones más valiosas son a menudo privadas , es decir que
compart ir
poseen particul ares o empresa s. Estos, o no están interesa dos en
de,
la infornia ción, o bien la venden en el mercado por medio de despach os
firmas privadas de
asesoría , de oficinas de estudios de mercado u otras
apoyo-a sesoría. Cuanto más valiosa sea la informa ción, más probabl e es que
SP. encuent re en el ámbito privado . El empresa rio debe
aJTeglárselas · para
adquirir la;
de
c) La calidad de la informa ción transmi tida depende de los conocim ientos
los asesore s que trabajan en el organis mo local. Entre más pequeña y alejada
sea la localida d, más difícil le será con ervar emplead os calificados.
Es
probabl e que el organis mo no cuente más que con algunas persona s alta-
mente calificad as. Además , el alejami ento de los grandes centros urbanos
increme nta los costos de la infonna ción. En este sentido, el organism o local
enfrenta los mismos obstácu los que las demás empresa s de la región;
d) Los costos de transmi sión de la inronna ción a los clientes varían según
ei
caso. El organis mo local de apoyo-a sesoría no puede estar en todas partes
lo más probabl e es que esté localiza do en el lugar central de la región. Lrn
habitant es de la región deben comenz ar por conocer su existencia y tene1
una idea de las informa ciones que les puede proporc ionar; luego, deber
~
desplaz arse, a costos más o menos elevado s segú n el tamaño de la región
los medios de comuni cación disponib les. Aquí también , el organism o loca
enfrenta los mismos obstácu los que cualqui er otra empresa : tiene que atrae
clientela , con Jos costos que esto supone:
r s1
e) El organis mo local sólo puede ofrecer la informa ción. no puede asegura
consum o. Si los habitant es de la región no están interesa dos en hace
a
negocio s , o no encuent ran oportun idad para el lo (lo que nos recuerda
obstácu lo d), el impacto de la red ucci ón de los costos de información ser
limitado .
Mario /'o/ese 249
El tándem capital-información
18 La> J <:<l ucc io n<.:s li scalc, eran aJec u.idas de ame n.lo al ta maño de las e mpresas. Par<t la, emprc , .ts m ~s
pequ cii as. la dedu cciún otorgada al in"e r,;ion i, ta pu ede ll egar hasta e l 150% del cos to de comrra de la
acc ión.
252 Eco110111ía 11rlll11w Y regional
US$
1 1400
ffill Ingreso
1200 O Impuestos
1000
800
600
446
400
200
o
Puebla Monterrey Montréal
FIGURA 8.1 - Ingreso total e impuestos locales- per cápita 1994 en US$,
Municipios de Monterrey y Puebla (México) y de Montréal (Canadá), ajustados a
la diferencia de desarrollo (en rnillones de dólares)*
Los resultados para los municipios mexicanos están multiplicados por un factor de 4, 7 para tener en cuenta
la diferencia de PNB per cápita entre Canadá y México.
En los países donde los gobiernos loc ales gozan de cierta fuerza, pueden
desempefiar un cierto papel. La ayuda a la empresa toma generalmente las
formas siguientes:
o edificio cedido s a la
c) Ventajas sobre el inmob iliario indust rial; terrenos
opció n de comp ra.
empre sa con condi cione s partic ulares (alqui ler con
alquil er reduc ido, entreg a gratui ta);
a las neces idades de la
d) Const rucció n de infrae struct uras públic as adapt adas
empre sa: caiTeteras, parqu es indust riales , etc.
país, B deberá ser más generosa que las otras regiones. Pero el resultado será
una sobreoferta inútil: al rivalizar los gobiernos locales en generosidad con las
empresas, sus esfuerzos respectivo se anularán. A fin de cuentas, el impacto
real en la distribución espacial de las actividades económicas será mínimo.
Además, esta forma de competencia entre municipios perjudica a los gobiernos
locales más pobres, que pueden dedicar menos recursos a la sobreoferta.
Un sistema que otorga entera libe11ad a los gobiernos locales en lo tocante
a la ayuda a las empresas. corre el riesgo de provocar un desperdicio de
recursos. En parte por esta razón. la maymía de los Estados nacionales limitan
el margen de maniobra de los gobiernos locales en ese aspecto. En Francia, por
ejemplo, las comunas no pueden ya ayudar directamente a las empresas en
dificultades, y las ayudas indirectas son limitadas. El principio económico que
preside a esta limitación de la autonomía local es análogo al que prevalece
dentro de un mercado como la Unión Europea, o la Zona de Libre Comercio
Estados Unidos-México-Canadá. donde se ha determinado cuidadosamente el
derecho de los Estados miembros para otorgar subvenciones. Si se dejara a los
Estados más ricos la libertad de otorgar subvenciones a su gusto, terminarían
por acentuarse las desigualdades, en detrimento de la eficacia del conjunto del
sistema.
,
Mario Pole.11• 259
1--
,
260 Ecr1110111ía 11rba11a y regio11a/
medio, todos esos términos nos llevan a una misma realidad: trabajar en grupo,
con un espíritu de cooperación, constituye un activo. En principio, la
proximidad espacial favorece una concertación corno ésta entre agentes
económicos.
4 1 La cuestión de la intermedi ac ió n e ntre in te rés privado e in ter¿, colec ti1 o se pl antea princ ipa lme nte para
e l medi o ambi e nte bi ofísico (ver capítul n 4).
262 Enmom(o 11 rhc111a r regimw/
,
264 Eco1111111ía 11rha11a y r<'~ io11a/
Posibilidad de aplicar
criterios rigurosos de evaluación
/
/
/
/
/
/
/
/
/
Creación de redes /
/
,_,
:::;-
FIGURA 8.2 - Evaluación de las intervenciones en materia de desarrollo local ._,,
266 Et·o11om1r111rha 11a yret:io 11a /
Entre los elementos que co ntribu yen a menudo al é.\ ito de los OLD. al
menos desde el punto de vista de las localidades. mencionemos l o~ siguientes:
a) El hecho que se haya contrat<1do a gente de la localidad para admin istrar las
políticas;
Sin embargo, la descentralización del poder no es fácil para los organi smos
c uyo financiamiento depende del Estado central. Hemos ,·isto que corren el
riesgo de conve1tirse en redes de patrocinio y control político. y tamhién de ser
percib idas por parte de las élites tradicionales. con razón o sin e lla. como
es tructuras de poder competidoras y paralelas, sobre todo _i su financiamiento
proviene del exterior (organi zaciones caritativas, gobiernos extranjeros).
. Autonomía local
¿Autonomía o igualdad?
Para que las loca lidades sean capace. de desarroll arse de manera autónoma.
¿,por qué no transferirle más poderes y recursos? ¿Por qué, sobre todo. no
dejarlas controlar toda su base fi sca l? De hecho. como lo veremos más ade-
lante, cuanto más autónomos sean los gobiernos locales en lo relativo a la
fiscalidad y la prestación de serv icios, más aumentan los riesgos de
desigualdades. Nos encontramos frente a un conflicto (de objetivos) entre la
auto nomía local y la igualdad de oportunidades para todos. El dilema se
resuelve de distinta manera según el país. Ciertas sociedades otorgan m<'ís
importa nci a a la autonomía. y aceptan una mayor diversidad dentro de su
territori o, mi e ntras que o tras prefieren la equidad y la integración del territorio
nacional.
Para un m ejor anál isis de la intermediación e ntre ambos objetivos. distingui-
remos entre se rvióos redisrributi1•os y sen>icios territoriales. Los servicios
redistributivos son los servicios públicos destinados a particu lares. que iníluyen
en las oportu ni dades que tengan éstos de e ncontrar un empl eo y de ganar un
ingreso. Los más importante s son la educac ión y la sa lud . así como ciertos
servicios soc ia les. Por servicios territoriates, ente ndemo las runciones
relacionadas con la gestió n y la ordenación del territo ri o: alcantaril lado,
vialid ad, agua, bomberos, recolección de basura, parq ues. a los c ua les pueden
agregarse los tra nsportes públicos locales y la seguridad pública local. a.'Í como
ciertas funciones c ulturales: bibliotecas, estad ios. museos. etc. Conviene, desde
un princ ipi o. hacer la distin c ión entre prestación de servicios y financiam iento
ele los servicios. Así, es pos ibl e que el gobierno local se encargue ele prestar un
servicio financiado por el Estado central.
Autonomía fiscal
La principa l ruente de ingreso público so n los impuestos sobre los ingresos
de los particulares y de las empresas . el impuesto sobre e l va lor agregado (IVA)
de las transacciones comerciales, Jos impuestos prediales. el pago de los
servicios loca les (agua electricid ad, estacionamiento, etc.) . Genera lm e nte, los
gob ierno. loca les obtienen sus ing resos de las dos últimas fuentes. En la mayor
parte ele los países . los IVA y el impuesto sobre el ingreso son re1.,en·ados al
Estado centra l. Pero ex isten diferencias importantes en tre l o~ países. Las
transferencias ele los go biernos superiores pueden igualmente formar un a
proporción signifi cativa de los ingresos locales.
,
268 [c1mn111íu urh111w Y regional
Tensiones locales-nacionales
En la mayor parte de los paíse . la prestación de servicios te1Titoriales está
a cargo de las autoridades locales. Sin embargo, su financiamiento está
asegurado ya sea por ingresos locales, ya sea por las transferencias de los
gobiernos superiores. Los sistemas varían mucho según los países . El debate
sobre la distribución entre lo loca] y lo nacional nos lleva a conceptos como
bien público y extemalidad: ¿quién aprovecha el servicio? ¿Qu ién debe asumir
el financiamiento? Para bienes públicos puros (a escala del país) como la
42 De hecho, en Estados Unidos. las esc uela> rrimarias 'ºn administradas por comi,iones C>cohtre' loca les
dotada, de poderes de imposición.
270 Econnmio 11rhu11a y n. 1.~io11af
Conclusión
43 Bajo la rúbrica "síndrome de dependencia"'. se encuentra <'11 el capítulo 7 un amíli'i' de los efectos
contrJdictorio, de lo pagos de transferenc ias en la cvoluliun de 1.h d1,pa1idades 1~gionak'.
,
'272 Economía urbana y regional
ar a todos el
prestan fácilmente a estrateg ias voluntaristas. No basta con asegur
(mientr as esto sea posible ) para
mismo acceso al capital y a la inform ación
económ icos
garanti zar la aparici ón del espíritu de empres a local. Los agentes
ciones, pero
locales reaccio nan en función de sus valores y de sus percep
, de allí el interés por las
tambié n de las oportun idades reales que se les ofrecen
de estas
política s de promoc ión, o de animac ión y organiz ación . Pero el éxito
iniciativas no es fácil de evaluar.
o sea la
La principal atracción de una estrateg ia de desarro llo local,
uir su principal
import ancia que le otorga al medio local, puede tambié n constit
provistos, y
debilid ad. Todos los medios no son iguales: alguno s están mejor
mayor autono mía
so n más dinámi cos que otros. Dejar a las localidade una
liberar
implica el riesgo de increm entar las desigua ldades entre ellas. ¿Cómo
ibilidad de organiz arse
las energía s del medio, cómo dar al gobiern o local lapo
tiempo los
según sus priorid ades y sus medios propios , sin dismin uir al mismo
nacion al? Siempr e será
medios de intervención y redistribución del Estado
difícil concili ar igualdad y autono mía.
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E?:)!W900j~ PE?P!A~~:)E?
E?I ~p U9!=>.E?Z!IE?::>o¡ E?l
1
Comprender la forma en que las empresas, y por lo tanto las
poblaciones, se distribuyen en el espacio, es lo que nos proponemos
analizar en estos tres últimos capítulos. ¿Existen "leyes" económicas
para explicar las deci siones de localización de las empresas? ¿En qué
medida las presiones de la competencia incitan a las empresas a adoptar
modelos precisos de localización? ¿El panorama económico, resultado
de estas decisiones, presenta una cierta simetría, un cierto orden?
La búsqueda de las "leyes" que rigen la localización de la actividad
económica son el origen de Ja economía urbana y regional como campo
de estudio. Los primeros escritos sobre este tema datan del siglo
diecinueve. Desde entonces se ha desarrollado una abundante literatura
sobre las teorías de localización y los modelos de localización. Nuestra
presentación será fiel a la literatura "clásica", a la cual agregaremos, sin
embargo, algunos elementos nuevos, principalmente acerca de la
localización de las actividades de oficinas.
Clasificamos los modelos de localización y las teorías de locaJjzación
en dos categorías, según el tipo de espacio en el que se sitúan las
decisiones de localización que nos proponernos explicar: el espacio
nacional (marco del capítulo 9) y el espacio urbano (marco del capítulo
1O). lntentaremos, en la medida de lo posible, distinguir las teorías que
se aplican a las industrias manufactureras (de disüntos tipos), de las que
se aplican al sector terciario. EJ análisis del espacio urbano nos llevará a
examinar igualmente el proceso de localización residencial de los
hogares.
Volvemos a ver aquí ternas tratados en la primera parte del libro. Los
costos de la distancia (en forma de costos de transporte), las condiciones
técnicas de producción y las estructuras de la demanda son nuevamente
los parámetros que definen las condiciones de las decisiones de
localización y de la competencia en el espacio geográfico. Estos
parámetros están en constante cambio; en el onceavo y último capítulo,
terminaremos con una revisión de los nuevos panoramas económicos que
aparecen en los países y en las ciudades a medida que evolucionan las
tecnologías y las estructuras de empleo.
362 Economía 11rhw10 ·" l<'gio11a/
a) Considerando el costo ele los transportes urbanos , las familias pobres son
muy sensibles a la proximidad del lugar ele trabajo. Si viven en una ciudad
desprovista de un buen sistema de transporte colectivo a precio módico,
donde la mayoría de los desplazamientos se realizan en automóvil
particular, no suelen tener otra opción que localizarse cerca del centro. El
366 EL_·o_nomía urbal}!!_} reg_iuna/
___
t1
,
Minimiza r el costo d e las infraestructuras colectiva s
el cap!L ulo 3 ). Q ue se trate de e'L'LIL'i, .... ho-..pita lc s.... e1Ticio ... de pr(ltL'L'Cllín
púhl ic :1 o de saneam iento de agua. Ju, L''''lº' son en parte t'unci ,ín del p<itr.'in Lk
d'\C 11lamie1n o'>. Es normal c..¡uc lth g1ih1e rnu -.. busquen rcd u,· i1· lt>, L'<1:,tu·, .
·1i..·it:111dn (ll ob li gando1 a la publ .1L" i1ín . :1 l<1s 1~1 npre-,a:- a ek~ir i'm111:h rn.i,
1irJen:1da ... y rná:-. C(llllp<lL'l<lS Je l)L'Up:1·.·ip•1 d..'I \LICltl.
l. 0
1' n mJ'lictuo,, ele re ... ponsahilid.td :. dL· poder L'ntrc n i\'L'k" ~uhLT!l;1111~·11ta 1 c,·
Lt capac i dad l i111it<1 da de L1;. aJ111ini ... u·aL·io 11c ... locales de h<.1-:cr re,pcL 1r l os
re~ lame nt os:
[_a J itintltad para medir cPr1·L'Ll:tll'.:111.: !ns cci-.1u, " l'L'l'c'fi,·i" ,¡_. l;1
infraes tructuras cokcli1 :h . ¡irincip tln1l.'1Jlc a e<tLh,t del ¡1.:-.11 Lk L1.,
O:\ lL'rn:d idades:
Lo . . prec ios re lati vos de los med io ... 11ri\ado ~ y ptíhli n1;. do: tran s¡•(>rt.: : l'll
L1 t'mma de la c iudd d y de ltis 11ltllk 1' do: 11cup;1cicí11 del 'ucll• tl• rL•f'kj:1
IÍPÍL',l!llente J;¡o,, IC)C'S CL'Oll(Ílllic '· tlcpcr 1k tarnhiL~ll de rucru ... 'l'L'idk :.
1 '' ÍI i~·.i .
/1 •l/llf/lf¡I '' \11:11 lt'..'1"1/ll/
Conclusión
La> acti' idadcs económica<., y la\ j,·icnda con..,umen e>p:1L·io. El >lll'IP e> un
rcn1rso c:caso. cuyo uso est<í somct iJn a una com11c1cnci:1 en lu que .1uegan l;i
oferta y la demanda. Sin emhargo. tiene la 11articubridad Je que L·aJ:i parce la
de l territorio es única. por sus ca rac terí\licas y su l<1clli1;ici,·>n. de manera (jLlL'
>U ol'erta e-. lij a. dando lu gar a la crc:1ciú11 dl' renta> de l(JL':tli1aci1>11
)in c1nb<1rg(1. la.., 'em aj;,is de llll"<Li1z:1c11111 ~ la> rl'tll:1' Lk l11c:Lii1.iL·i 1í111 11 1 >llll
La fuerza ele atraccici11 Je! L·enlro . como l:i fucrz 1 rL· iati Ya lk
i11111u1.1blc.'>.
.11racc 1ón de n:ros punto~ Jel territorio urbann. snn sensihk-., :1 la-,
1ntL'r\ ..: 11.:innes políticas. Además. lo.., cambios tcc11L1h'>giL'\h. S(1hr._· 1,1du Lil el
rn1b1t11 Je la.., comu ni cacione..,. tienen por ckclu Ja 1110Jilicaci<í11 L'<llhtallle del
¡i11..;iciona111ientu re lat i vo Je di'>tintu.., punios dentni del esp:1..:i u llrh.11H1.
l-i11almc111c. el dc..,arro ll o ccnncírnicu. :ti tr:1n~funnar l:h estructuras de L'n1plell
\ de l'Pn. umo (ha) ya m ás Llficinas ~ men os i':íbri c<1» m ;ís unidalk '> de' i' iu1d,1
l'• ll IKT-;unal. trae con~igo. en toda' panc" un prncc:-.11 de e\pt1l>11>11-suL·e..,i611 .
• 1ncclid<1 que nue\OS usos del sucio >e 'Llstilllycn :1 Plrn'>. [,¡a L·1 1c-.,1i c)n -;cr:t el
1>bjeto del último capítul o.
111 ~u1.1 ¡iur qué . cbi ·icmpre . .:s en el centrn J..: la-, l. 1 1~.1dL" d1>11de
11111.11111; l.1 u1ilizaci(í11 m,1:-. i111cn ¡,a 1..:1 -.,ucl11
(.P.11lll9llll.!;1 O.IJU,1.1 l\lll0.1
op1?ru .1 tu1· -,;i ¡w¡1111.! 11..; 0ri ¡r..11u;i,¡ 011.11..;1p ¡;i ·u91u1dn n..; u3"? ·¡wpn!;i 1~1 ;-.p
p: 11u;i.-. •'llll\111 ¡0p u \IJr.¡J.1 otus1tu1:u!11 ¡:-i :-iJqn-, .11~111:i!J.md u;i ·1n11:q.111 r.ttuo¡
n¡ u;i ¡-,;1¡nll1 ,, ;i¡1?UOl '."mll) Sl~:-l!lJ!Od "'~".IJ\IP .1p llPt~cllUI 1:-i J.ll]OS l~ll?Lj;J(I "(
"l?ll IJl?- j
1:.1u;itu\ .:i11--~¡w¡11111..,,1ptm.1<3 s1~1 r..1r.d u~i1:-ir..1qd1~ ;:ip i:1.1u;:iu!J.1Jd ns ( st?ll!llll:J
-..1·¡ .1¡1 ¡c1:1u.1p1' l.J u9t:)l~L1pno1 JP 010rmu ¡;-i -.,o;'i's1~.1 ·;:i pu1~.1i'i' I' ;inhqdx3 ·t
, \ , ·~ ¡ •u,·¡\
Capítulo 1 1
La transformación
de los espacios económicos
En el primer capítu'n. i,i· ,,.,~ -.o·:i1:1L.:•1!l'~ J.2 urbaniz • ·i1ín que \'ive
nuestro rlaneta c.Jesdc hace in:í-. de llll -.iglo ~t' e:-;p lica. ~11 gran 111ec.Jida. por la
transición de una ccon11111 í:1 irl.'d Jlllll' 111 t:111c11ic agrn.:1 1.1 a una c... 1rnomía en la
1
que dominan las é.1<.:ti\·it.ladcc.. i111..ou-. r ,11 ..., ~ l'Onh.:'"·:ral '· .¡uc rc-..uilan a -.u vc1.
del progreso tecnológico y de la evolución de las estructura-, de con umo.
unca antes habían experimen tado las economías nacionales tran!-.formacione,
tan radicalc!-.: la geogra fía del empleo y de las poblacinne.., ha sufrido una
metamorfosis. La-; nuevas actividades industriales y comerciales. libres de la
servidumbre de la tierra. han obedecico a "'leyes" que hemos tratado de
comprender mejor a lo largo de este libro. Sabemo!> ahora que estas ··1eyes..
ra, orecen la rormación de ciudade y de rede!> urbanas. Sabemo' también que
la transición a una economía moderna no se real iLa '> in c1hto-.. ..,ociales. Estos
últimos to man la forma de disparidades regionales 1mb o 111c110:-. pasajeras. y de
mo' imicntos de población.
de l)ienes imangiblc•;?
o- Servicios
1 (sector terc1ano)
05 1
o~
l
1
03
1 ----- - , ........
........
l
Industria
(sector manufacturero)
"- 1
o 1 -+
· s20 40 60 80 1900 20 40 60 80 95
300
250
200
Costo [SUS]
150
100
/
[ Elementos de explicación
1 que trabaja para una empresa ele fabricación es clasificado en el sec tor
manufacw rero (es la regla que apl ican las agencias estadísticas ele cas i todos
los países). Pero este arqu itecto. ejerciendo el mis mo trabajo. e clasificado
en el sector terciario si trabaja por -;u cuenta o en un de:-.pacho de arqu itectos.
Lo. contadores. los investigadores. los asesores en ingen iería. las secretarias.
etc .. son objeto de e. te tipo <le fluctuaci ón. Por c-;ta ra7Ón. en los dos capítulos
anteriores. hemos utilizado a menu<lo el término acti' idad de oficina. que
abarca los empleos ··terciarios··. sin importar el sector de actividad económica
en que se ejercen.
A medida que la-; empresas manufacturera-., se especiali zan en la
fabricación. encargan a otras empresas el suministro de sen·icios de los que
antes se habían dotado. Ocurre así una dilatación del sector terciario. atribuible
en parre a las reglas de clasific,tción. Por ejemplo. si una empresa de
f<11-iric:ación de ,·igas de acero decide en lo suce::iivo buscar al exterior los
::iervicios de informática de los que antes se ocupaba ella mi::.ma. resu lta un
aumento del empleo del <;ecror terciario. en la rúbrica de los servicios
in formático . . En otra palabras. la terciari zación de la:, economías resulta en
parte de un movimiento de espccialiLación y de divi<..i ón del trabajo.
Sin exagerar indebidamente la importancia de lo que llamarnos ilusión
estadística para explicar el empuje del sector terciari o. hay que reconocer que
la distinc ión entre sector manufacturero y sector terciario se \"llelve cada vez
menos pertinente a medida que -;e desarrollan los . erYicios a la producc ión.
·c0mo lo deja entender el tt~rlliinn ··producción··_ e-.to'> sen icios en rápido
crecimiento son una extensión del aparato de producción de bienes. En este
-.entido, ~ería ma-, apropiado hab,ar de la industrialización del -,cctm terciario
que de la dcsimlu triali1aciún de 'a-; economías urba na ... o nacionak ....
El juego diferencial de las tasas de productividad
Grac ias al progreso de los conocimi entos, la productividad de los
trabajadores del sector manu fac turero aumenta constantemente. co mo
aumentó en e l pasado la productividad de los trabajadores del sector agrícola.
Fara que la economía pueda continuar crecie ndo. la mano de obra se desplaza
constantemente hacia los sectores de actividad donde es más productiva.
tornando en cuenta las diferenc ias de elasticidad-ingreso de la demanda.
Puede decirse lo mismo para la transic ió n de l secundari o al terciario. En la
medida en que la productividad de l sector manufacturero a umenta más
rápidamente que la demanda de bienes fabricados, S(: produce
necesariamente, con el tiempo, un desplazamiento de la mano de obra hacia
otros sectores de actividad.
Pero la evoluc ión de la estructura de la demanda desempeña un papel
menor en e l progreso del sector terciario q ue (antaño) en el del sector
secundario. Desde luego, la e lasticidad-ingreso de la demanda es s uperior a 1
para varios tipos de servicios, de lo q ue se deriva el crecimiento del empleo
en los sectores de la restauración y de la di,·ersión. Pero el concepto de
e las tic idad- ingreso se apli ca con mayor dificultad a los servicios
intermediarios. Si las elasti cidades-ingreso fueran iguales para todos los
bienes y servic ios. la transferencia del empleo de un sector a otro se explicaría
·obre todo por diferencias en la productividad del trabajo a medida que se
incrementa la demanda global.
Es la diferencia en el crecimi ento re lativo de la productividad la que actúa
sobre todo e n el caso del sector terciario. Se trata, en conjunto, de tareas en
las que la máquina no reemplaza tan fácilmente al ser humano, y en las que
los aumentos de productividad se realizan más lentamente. Cuanto más
a umenta la prod uctividad g loba l gracias a la introducción de nuevas
tecno logías de producción , más se desplaza la mano de obra hac ia actividades
e n las que la persona conserva ventajas comparativas sobre la máquina, es
decir. actividades no estandarizadas y no rutinari as, con fuerte contenido de
know-holl' y de imaginación. Esto no significa que todos los empleos
ten.:iari o~ modernos sean interesantes y bien remunerados: basta pensar en
c iertas labores de secretariado para convencerse que no es el caso. Sin
embargo. la importancia del capital humano signifi ca que las actividades de
n!"icina exigen. en promedio, más capacitación que otros sectores de acti\'idad.
Í Impacto de las tasas relativas de crecimiento
Por esta razón -.e acentuar;1n las presiones sobre el centro. con las
(·011.:, 1 •ne. ;.l', q11 • \ •nnccmos par~1 la-. renta.., del suel o:- la intensidad ,lel U'>O
T1 T2 Crecimiento
T1 -T2
Sector A Sector B Empleo Sector A Sector B Empleo Em- %
total total pleos
Región 100 100 200 100% 100 300 400 100% 200 100%
Centro 20 20% 80 80% 100 50% 18 18% 210 70% 228 5~% 128 128%
Pertferta 80 80°ro 20 20% 100 50º'• 82 82% 90 30% 172 43°0 72 72°10
El sector A eslá estancado, el empleo no aumenta entre T1 y T2 El sector B esla en crecimiento. el empleo se
tnpllca enlre T1 y T2.
----
Aplicación del método shift-share
- ---
Empleo
840 000
¡
540 000
1
140 000
1
L
40 000 _1-~---= =-
Servicios colectivos (82%]
- - - - - - --
1975 1985
Transformac1one.c: de ~: - , u•bcr>o
El seclür terciario mlll.krnn :n creci miento es relativamente propenso a
buscar locali1acilllll!S c~·111r.d ·-. In qt · h:ice progresar Ja terciarización de las
cqi·ucturas en la' grarir.k..; < • 11, 1,, d 111de. en corolario. es m ás marcada la
decadencia t ¿\odn J dl.'I -,ei.:t111 marn 1l'acturern. Las presiones que se ejercen
'>Obre distinw-; puntos del c:-.r~ ,:in urb·11w di.:-..encadcnan. en cada etapa del
dc-,arrollo. una n:c-,tru ,·1.11rac1•'111 c-.p~k·:al en la que '>C observan, paraklamcntc.
movimientos de concentración y movim ientos de expansión física de la ciudad.
Así, es posible hablar de ciclos urbanos. que comprenden rases sucesivas de
urbanización y de suburbanización. Pero la forma real de este esquema
evolutivo es distinta según los paísc~. Como lo vimos en el capítulo 1O, la
estructura imerna del espac io urbano es muy sensible a la imervcnciones
políticas y a las particu laridades localc . Así, para nive les comparable. de
desarrollo. las regiones urbanas suelen ser más densas (por lo tanto menos
ex tensas) en Europa que en América. Los precios relati\'OS del transporte
privado y las decisiones públicas de invertir en las in fraestructuras de transporte
tienen gran impo1tancia en la explicación de las diferencia<..
La terciari zación de las estructuras del empico afecta a todas las grandes
ciudades del mu ndo industrialiLado. En Estados Unidos. la parle del sector
manufacturero en el empico total pas0 de 25. 1% a 14,3 9'c en la región de Nueva
York . de 35,4% a l 9.9'k en Chicago. y de 3 l .9c:f a l 9.6q en Los Angeles en
el transcurso del períoclo 1972-1990. Durante ese mismo período. en términos
absolutos. la región de Nue\'a York. perdió más de 280 000 empleos manu-
factureros. y la región de Dctroit 156 000. En alguna. ciudades norteame-
ricanas aumemó el número de e m pico~ manufacrl!rcros. pero. incl uso en esos
casos, la parle relativa del sector manufacturero disminuyó. La Lerciarización
está en general menos a\'anzada en las ciudades de América LaLi na. lo cual
permite entrever para el fuLuro una t!poca ele exp:rnsión Lerciaria. Si nos fiamos
a la Figura 11.3. ha~ta 1985 Ja Ciudad de México presemaba aún un carácter
ind usLrial, pero los datos mexicanos tienden a sobreestimar la parte del ector
ind ustria1so.
50 El Cem.o Económico de INEGI tag.:nci:t 111C\1cma d..: e,t,1d1,11casl 1111 util!L.111c.:e,ana111cnte las 1111\mas
reglas ck clasificac1ón que los clem.b rai-.:,. ,\d..:111:., . 'º' dat"' cl1'ponit>k' 1111 mdu~~11 l.1 totaliclacl de los
..:111plco.'> del sector terciario. '<lbr..: iodo en rn.11110 al 'ccH>r püblic·o 'e refiere. b ' 1e mpr~ nccesario 1cner
rniclado ..:on la co111paración de d.1l<" 1111c·rn¡1uc11 alcs
CUADRO 11 .2 - Participación del empleo manufacturero en el empleo total :
veinte ciudades de Estados Unidos, 1972-1990
Empleo
80000
60 000 +-- -- - - - - - - - -
-1
<0000 --~: 1-- - - - - - - - - - - - - - -
_ _ _ _t
1
20000
Servicios colectivos
Industria
o 1 - __¡, ----'----~~~~-
Servicios al Total
productor Servicios al
·20 000 - - consumidor- - - - - - --
-80 000 - -
1,2 1
l
r
-1
1,2
-¡--,~ 1
¡--
1
: 1
1 1
0.6
0.4
0,2
Anillo 1 2 3 4 5 6
Centro Perite na
las regiones que han creado más empleos manufactureros a partir de 1980. son
como zona suburbanas: Anahcirn County y Orangc County. cerca de Los
.-\ngele , San José. cerca de San Francisco (donde . e encuentra la famosa
Silicon Valley). '.'Jassau Counl) ; Suffolk County. no lejos ele la ciudad de
'lLH~\ a York.
Desco11centració11
Empleamos aquí d térrnino de1,concentración para designar los
desplazamientos que 'an más allá del perímetro de s11burba11 ización, pero
permanecen dentro de un radio li mitado. Podría también hablarse de
descongestión. o aún Je mm imientos peri-urbanos. Hemos fijado. gms.10
modo, !os 1ímites del área tle des...:011ce111rución en un perímerro correspondiente
a una hora ée viaje a partir del polo central. Este perímetro sin·e para delimitar
la zona de influencia comercial ele la ci udad para bienes y !--ervic ios de rango
intermediario, cuyo con~umo exif!C a menudo desp laz:imiC11tos semanales o
mensuales.
Descentrali~acirín
Indice de concentración·
~I
generalizada
0 ,12
/
0,11 1-
0.1 -
o.o9 ¡-
o.o8 r Sin la región parisina
0.01
0,06
L
I
o.os
0.04 ~.~1--,--------'1,--_ _ _ _,.......__ _,__ _ _ _ _-,-'1_ _ _ _._
1911 1921 1931 1946 1954 1962 1975 1985
Año
Crecimiento
real del empleo Crecimiento Efecto Efecto Efecto Efecto
Regiones tipo 1971-81 1971-81 nacional estructural regional regional
No. (Dj)* % (Nj) (Sj) (RJ) Manufactura
Grandes Ciudades 1 542 310 38,9% 1 410 409 230 665 -98 764 -60 064
Metrópolis regionales 2 309 455 31,8% 347 106 27 211 -64 862 -12 620
Ciudades medias periféricas 6 109 015 53,4% 72 642 1 294 35 079 2 721
Pequeñas ciudades periféricas 8 24 750 22,4% 39 337 212 -14 799 -1 129
Localidades rurales centrales 9 281 590 31,5% 318 125 -100 434 63 899 40 926
Localidades rurales periféricas 10 216 660 25,7% 300 046 -108 310 24 924 30 451
Canadá 2 752 125 35,6% 2 752 125 -51 094 -51 094
El modelo shíft-share
El modelo shift-share hace referencia a un método descriptivo de
carácier <.:ontable c uya utilización remonta a los años 1950 y 1960
(Brown, 1969). U tilizando el modelo shift-share, puede descomponerse
el crecimiento de un agregado (por ejemplo, el empleo regional) de
manera de obtener, por una parte, el crecimiento debido a la estructura
económica inicial y a la tasa de crecimiento nacional (incremento teórico
debido a factores exógenos) y, por otra parte, el crecimiento debido a
factores específicamente regionales (efecto regional, local). Se obtiene el
incremento hipotético (hj) del e mpleo en una región} en el transcurso del
período to - t 1, al multiplicar el empleo inicial de cada sector I (Ep) por Ja
tasa de crecimiento nacional de este sector:
I,E;
f¡= ±~ - 1
1
(3)
(4)
=Ni +Si
Y, finalmente, tenemos:
(5)
Es importante señalar que para cada término de la identidad (5)
tenemos la estructura sectorial, es decir, que para el componente regional
Ri, por ejemplo, podemos decir en qué sectores se ha manifestado el
dinamismo regional.
,
también, en cuanto al efecto regional, una pérdida importante (-98 764 e mpleos)
principalmente debida a "desplazamientos" del empleo manufacturero (última
columna). Este resultado recuerda nuestra simulación (Cuadro 1 J. l ), en la que
el centro prosigue su crecimiento pese a los desplazamientos hacia Ja periferia,
porque una parte más que proporcional del empleo de los sectores más
dinámicos continúa localizándose en el centro. En el caso de Canadá, esto puede
verse gracias al valor e levado del efecto de estructura (+230 665 empleos),
reflejo de la especialización de las grandes ciudades en los sectores de actividad
de crecimiento rápido, cuyo peso acaba compensando ampliamente las pérdidas
relacionadas con el efecto regional.
En cuanto al empleo estrictamente industrial (manufacturero), Canadá, como
Francia (ver más arriba), se encontraba en plena fase de dispersión espacial. Los
principales beneficiarios de estos movimientos del empleo manufacturero fueron
primero las pequeñas localidades rurales cercanas a los grandes centros (región
tipo 9: + 40 926 empleos) y las pequeñas localidades rurales más periféricas
(región tipo JO: + 30 45 J empleos). La importancia de las ganancias de las regiones
periféricas y las pérdidas de las regiones más centrales (regiones tipo l. 2, 3)
indican que Canadá había iniciado su fase de descentralización industria1s1. Pero la
distancia sigue siendo un obstáculo. Los movimientos de desconcentración y de
descentralización no afectan a las mismas industrias, como lo veremos ahora.
5 1Pueue observarse que los buenos resu ltados de la región tipo 6 (ciudades medianas periféricas) poco tienen
quc ·ver con Ja descentrali7ación del empleo :n anufacturero. El progreso de estas ciudades se debe sobre
tollo al boom petrolero de lo' años 1970 en el Oeste canadiense.
51ya 4uc estamos en el nivel detallado de Ja inuustria, se trata. de hecho, para toda industria i, de la diferencia
entre la tasa de crec imiento del empleo ob,ervada en Ja región j y la tasa de crecimiento del e mpleo en
escala nacional (véase recuadro).
En los sectores tradicionales, los empleos "perdidos" se encuentran casi
todos en las regiones centrales, siendo Ja única excepción el sector de la madera
(aserraderos, de construcción); pero incluso entonces, las grandes ciudades son
las que pierden empleos en primer lugar, en beneficio de otras regiones. Es
claro que las industrias tradicionales están abandonando las ciudades. En
contrapartida, los empleos "ganados" se encuentran tanto en zonas centrales
corno en zonas periféricas. En resumen, se trata de un movimiento de descon-
centración y de descentralización. Los sectores de los alimentos y bebidas
(fábricas de transformación y de envasado) y de la madera, o sea los que más
dependen de las materias primas, son los que mani fiestan la mayor tendencia a
instalarse en la periferia. En el modelo weberiano de localización industrial,
estos dos sectores tendrían un índice material superior a 1, y por lo tanto
caracterizado por una pérdida de peso, lo que reduce la fuerza de atracción del
punto de mercado. La diferencia entre el sector textil (producto intermediario)
y el de la confección (producto final). es instructiva. Este último, más sensible
a los clientes, es mucho más reticente a alejarse de los centros urbanos.
También en el caso de las industrias de alta tecnología, los " perdedores"
están concentraJos en las grandes c iudades (Cuadro 11.6). Así, nos
encontramos nuevamente ante un movimiento de expulsión hacia ubicaciones
exteriores a las grandes ciudades. Pero, al contrario de lo que sucede en el caso
de las industrias tradicionales, todos los desplazamientos, en este caso,
permanecen dentro de un radio limitado. Las industrias de alta tecnología no se
alejan de la ciudad. Asistimos realmente a un movimiento de de1>concentración,
en el sentido que lo hemos definido, pero el movimiento de descentralización
aún no ha iniciado. Para la industria de alta tecnología, se ejerce sobre todo el
efecto "puro" de expulsión (precio de los terrenos, congestionamiento vial).
Pero, por su sensibilidad a los costos de información, que incluyen el acceso a
una mano de obra capacitada, esta industria no suele poder localizarse
demasiado lejos de las grandes metrópolis. Los parques tecnológicos se
encuentran a menudo a orillas de las grandes aglomeraciones, no lejos de los
suburbios de alto estatus social.
,
empleo secundarios, a medida que pasamos de una región a ou·a. El efecto
regional (Rj> asociado con el sector terciario o el sector secundario, es el que
sirve de indicador de crecimiento o de disminución del empleo. Cuanto má
elevado sea el índice, más se habrá desplazado Ja estructura de empleo de Ja
región hacia el sector terciario. Un índice superior a J significa que los empleos
terciarios se han incrementado más rápidamente que los e mpleos
manufactureros; en caso de disminución global del empleo, un índice superior
a 1 significa que el retroceso del sector terciario ha sido proporcionalmente
menos importante.
La Figura 11 .7 permite comprender el juego complejo de los efectos de la
distancia y del tamaño en la transformación de las estructuras económicas. El
impacto del tamaño urbano aparece claramente. El ri tmo de la terciarización
disminuye a medida que se va de izquierda a derecha en la figura, de las
ciudades más grandes a las más peque ñas. Las grandes ciudades se terciarizan,
mientra que las más pequeñas se industrializan a medida que van recibiendo a
las indu~trias "expulsadas" por las ciudades más grandes. Sin embargo, las
ciudades periféricas se industrializan mucho menos rápidamente. a poblaciones
iguales. que las ciudades centrales. En contrapartida, este resultado indica
también Ja fuerza rela tiva del sector terciario en las ciudades periféricas, que
tienen más éxito en conservar su papel de lugares centrales, de centros de
nt!gocios y de servicios con sus propias áreas de mercado.
La distancia, como lo hemos visto en el capítulo 9, ejerce también un efecto
protector, sobre todo para el sector terciario, en el que las tran acciones exigen
c0n mayor frecuencia el desplazamiento del consumidor. La di stancia no tie ne
el mi mo impacto en el sector terciario que en el sector manufacturero. Para
atraer industrias, sobre todo industrias más moderna , la cercanía de la gran
ciudad sigue sie ndo un elemento muy importante. El éxodo industrial
aprovecha a la zonas cercanas antes de llegar a la zona más alejadas. Al
contrario, las zonas más cercanas corren más peligro de verse afectadas por Ja
competencia terciaria (comercial) de la gran ciudad, a medida que mejoran lo
medios de transporte y se ven alcanzadas por los . uburbios de las grandes
ciudades. Es más difícil para ciudades como Puebla o Toluca (relativamente
cerca de la Ciudad de México) imponerse como polos terciarios que dominan
un área de influencia más o menos importante, que para ciudades corno
Monterrey o Guadalajara, más alejadas de la cap ital. Guardando las
proporciones, puede esperarse que el sector terciario se desaITolle más en el
segundo grupo de ciudades.
,
CUADRO 11 .5 - Desplazamiento geográfico del empleo, Canadá, 1971-1981, sectores tradicionales
Regiones tipo
,
polo urbano (plaza central) tiene su zona de desconcentración industrial, cuya
extensión es más o menos grande según el tamaño del polo y según su distancia
en relación con el polo nacional.
Claro está, este modelo sencil lo tiene variantes debidas a las
particularidades locales. Por ejemplo, en el caso mex icano, Ja atracción de Ja
frontera norte, por la proximidad de Estados Unidos, dificulta la apl icación
simple del modelo centro-periferia. Recordemos por fin que el sistema no es
estable. Seguirá transformándose, a merced de las oleadas de redistribución
espacial de los empleos y de las poblaciones, a medida que evolucionen las
tecnologías y las estructuras económicas.
,
Perímetro del área de Perímetro de expansión
influencia comercial del suDurbana
polo nacional Area de desconcentración
.......
.......
/ '\
Familias jóvenes \
con hijos
l
Grandes /
afueras /
Industrias
Industrias
Crecimiento
relativo -:-......
del sector terciario
o Q Localidad
Es poco probable que los factores a y b ejerzan todavía una gran influencia
e<n la mayor parte de los paí es industrial izados; Ja disminución del tamaño de
las fam ilias favorece más bien el desarrollo de formas más intensivas de
vivienda. Es el mejoramiento de los medios de transporte y de comunicación
lo que, en el futuro, dará origen a la exte nsión del perímetro de
suburbanización. En este entido, provocará efectivamente una mayor
,
dispersión de las poblaciones y de las empresas alrededor de un núcleo
central.
Sin embargo, sabemos ahora que una disminución de los costos de
transporte favorece también la centra lización de las actividades económicas
más sens ibles a las economías de escala y a las economías de aglomeración.
Sabemos también que las actividades en expansión suelen ser más sensibles a
las economías de aglomeración que las actividades en regresión. Resulta de
ésto un proceso de expulsión-sucesión por medio del cual las actividades en
expans ión, en búsqueda de Localizaciones centrales y utilizadoras más
intensivas del espacio urbano, empujan a las demás hacia los suburbios (o aún
más lejos). En resumen, el sistema sufre la influencia de dos fuerzas en
apariencia contradictorias: un movimiento de centralización, cuyo principal
efecto visible es la especialización cada vez más acentuada del polo nacional y
de su centro en el terciario superior, y un movimiento de descentralización,
cuyas principales manifestaciones visibles son Ja expansión de los suburbios y
el éxodo de las industrias hacia localizaciones peri-urbanas.
Las distintas poblaciones y las diferentes empresas no se ven afectadas de la
misma manera. La mayor movijidad espacial de las poblaciones dentro de Ja
ciudad tiene a menudo por efecto acentuar Ja división social del espacio
residencial. La atracción que ejerce el centro para Jos mejor provistos es tanto
más fuerte cuanto que el terciario superior es igualme nte fuerte. La movilidad
residencial de las poblaciones más pobres depende en gran parte de los
transportes colectivos, cuya disponibilidad depende a su vez del carácter más o
me nos denso y más o menos ordenado del modelo de vivienda. En este aspecto,
las decisiones políticas en materia de infraestructuras y de financiamiento y
establecimiento de tarifas de transportes, tienen un impacto importante.
También dependen de estas decisiones las posibilidade de densificación del
centro de la ciudad. Así, los espacios urbanos pueden tomar formas diferentes
de un país a otro, y sus centros ser más o menos fuertes.
A medida que suben los precios del suelo en la parte central de la ciudad, y
que se manifiestan los efectos del congestionamiento vial, Jos sitios menos
centrales van presentando más ventaj as para el desarrollo industrial. Pero todas
las i1idustrias no adoptan el mismo modelo de redistribución espacial. Las
industrias manufactureras más sensibles a las economías de aglomeración
buscan loca lizaciones en los suburbios, dentro del perímetro de expansión
s uburbana. Aunque a veces se extienden más all á de este perímetro,
permanecen dentro de un radio limitado (en lo que llamamos área de
desconcentración), para poder tener interacciones fáciles con Ja gran ciudad. En
varias regiones urbanas se desarrolla, en prolongación de las .zonas
residenciales de alto estatus social, una especie de "eje de prestigio" donde se
concentran las industrias que consumen gran cantidad de materia gris:
laboratorios, industrias científicas, otras empresas de alta tecnología.
El movimiento de desconcentración industrial más allá del perímetro de
suburbanización afecta, en proporciones diferentes, a todas las categoóas del
sector ma nufacturero, con lo que las zonas cercanas al polo nacional (o a otros
polos importantes) experimentan en todas partes un crecimiento importante de l
empleo industrial. Esto sirve a las pequeñas localidades peri-urbanas tanto
como a las ciudades más grandes, a condición de que estén ubicadas a una
distancia razonable del p1incipal polo urbano (a menos dP, una hora de viaje, en
general). Este beneficio de desconcentración industrial se hace sentir a menudo
relativamente pronto en el proceso de desarrollo económico. Aquí también, se
comprende ia importancia de invertir en las infraestructu ras de transporte. En
cambio, este movimiento de industrialización de las zonas limítrofes del polo
nacional suele ir a la par, para éstas, con una pérdida c!e autonomía terciaria a
medida que se extiende la influe ncia del polo nacional. Las ciudades cercanas
al polo nacional ven a menudo decaer su sector terciario, en términos relativos.
A medida que se terciariza el polo nacional , estas ciudades se especializan cada
vez más en las actividades manufactureras.
El destino de las regiones más alejadas se presta menos a grandes
generalizaciones. En todos los países, se trata de un universo muy heterogéneo.
En distintos grados, ias regiones periféricas aprovechan el movimiento de
descentralización industrial que se man ifiesta en las fases subsecuentes del
desarrollo económico. Pero las pequeñas ciudades periféricas, alejadas de los
grandes centros, tienen siempre dificultad en atraer industrias de gran valor
agregado (o en asegurar la expansión de éstas), en la medida en que el
movimiento de descentralización suele limitarse a los sectores más
tradicionales. En muchos casos, su sector manufacturero sigue siendo tributario
~e las materias p1'im a . El impacto redistributivo del movimiento de
descentralización industrial depende en pa1te de la dimensión del territorio. En
un pequeño país como Suiza o El Salvador, casi todo el territorio se verá
afectado. En Canadá o en México, al contrario, varias regiones periféri cas
siguen en espera de establecimientos industriales.
,
La ciudad periférica más importante (un polo regional) experimenta a
menudo un fortalecimiento de su sector terciario, como el polo nacional. E l
dinamjsmo de su sector terciario moderno no depende únicamente de su
d istancia en relación con el polo nacional, sino también de la extensión y de las
ventajas comparativas de su zona de influencia propia. En función de las
condiciones locales, principalmente del tamaño de la ciudad, progresarán
industrias de di stintos tipos. Es aquí donde predominan los particularismos
sobre las posibilidades de generalización; es también sobre esta cuestión que
volvemos a confrontarnos con los límites del análi is económico urbano y
regional. Preguntarse por qué una ciudad o una región tiene más éx ito que otra,
haciendo abstracción de las cuestiones de tamaño y de distancia, significa
interrogarse sobre los fundamentos del desarrollo económico y del desarrollo
local.
Otras
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!111mduction 10 H uman Ecology. Add i'.>on-Wesley Press. Cambridge ( M ass l.
Lista de cuadros
y figuras
Cuadros
1.1 - Lo· \'ei n ~c países menos urbanizados:
población urbana y PNB por habitante 36
1.2 - Los 'eintc países más urbanizados: población
urbana y PNB por habitante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
l .J - Países iberoamericanos, población urbana y PNB por habitante 38
I ..+ - Proporción del consumo de la familias
correspond iente a la alimentación. diversos paíse:- . . . . . . . . . . . . . . . 40
1.5 - Mano de obra agrícola y producción por trabajador. paí~es neo~.
pabcs pobres ) países de América Latina, 1988 . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
1.6 - Porcentaje de la población activa en el sector agrícola.
1900- 1990. 'arios países . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
1.7 - Condiciones de vida. 70nas rurales y zonas urbanas.
varios paíse~. 1985-1990 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1.8 - Crecimiento <lemográlico comparado, países induwialiLados
( 1900) ) pabcs en desarrollo ( 1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1 9 - Lis veinte mayores aglomerac ione~ urbanas en el mundo. 1990. 53
1. 1O - Simulación de la urbanización y el desarrollo
económico para el país A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
2.1 - Cálculo de los costos unitarios de producción
para un establecimiento hipotéti co . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
2.1 a - Después de la disminución de los costo fijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
.., ., Las ganancias de la especialización y del comercio 1mcrreg1011a1 76
3. 1 - La importancia ec:onómica de las ciudadc. : algunos
indicadores. di,·ersos paísc-.. diversos afio.· . . . . . . . . . . . . . l) 1
3.2 - Scn!>ibilidad de la- industria:-. manufactureras
a las economías de localización: estimaciones
econométricas para Brasil y los Estados Unidos ......... ... .... . 9...¡.
3.3 - Industrias manufactureras fuertemente concentradas en
Nueva York. en la primera mitad de la década 1950-1959...... .... 97
3.4 - Algunos sectores de acti\ idad económica fuertemente
concentrados en las zona;-, urbanas. C;::nadá. 1981 . . . . . . . . . . . . . . . 1O1
-l.1 - Utili1.ación del automóvi l: diversos países
-l.2 - Desechos urbanos por habitante, por día:
diversos países y ciudades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
5. 1 - Relaciones intersectoriales para una
región hipotética (en miles de dólares) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
5.2 - Estimación de los factores \Obre los cuales descansa el
crecimiento a largo pla10 del ingreso real por persona (que trabaja) 166
6.1 - 1m.licadorcs de des1gualclad regional, México, 1990 (Distrito
fc<le ral ) Esta<los Je Chiapas. Nuevo León y Oaxaca) . . . . . . . . . . . . 179
6.2 - Desigualdad de ingre~os: diversos paí,es. 1992 . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
6.3 - 1mpacto de las migracionc<; selectivas \Obre Ja<;
dispariclade<> regionales en materia de educación: simulación . . . . . . . 198
7. 1 - Ingreso per ccípiw por provincia ele Canadá.
medidas diferentes (Canadá = 100) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
7.2 - Otros índices de disparidades interprovinciales (Canadá) 230
7.3 - Valor per 1·ú17ita de la:-. transferencias del gobierno
cemral a las regiones. Canadá($ Cm) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
10.1 - La actividad económica en el centro de la ciudad.
Estructura del empleo y nivel de concentración: Momréal
11.1 - Simulación: impacto de las diferencias de la, ta!--aS
relativas de crecimiento ~ohre la repartición espacial . . . . . . . . . . . . . 380
11.2 - Participación del empleo manufacturero en el empleo total:
1 einte ciudades de Estados Un ido -. l 97'2- 1990 . . . . . . . . . . . . . . . . . 383
11.3 - Dclinición de las regiones tipo: Canadá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
11.4 - Resultados del an~ílisis 1hiji-.1ilarl'. por región ti po. Canadá, 197 1- 1981 . . 392
1 1.5 .- Dcspla1.a111icnto geognílico del ~ mpleo. Canadá.
197 1-1 981 . ~ec tores tradicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3%
11.6 - Dc, plazamiento geográfi co del empleo. Canadá.
1971 - 1981. sectores de alta tecnología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .\CJlJ
Figuras
1.1 - Evolución de la pohlm:ión mundial 32
1.2 - Porcentaje de la pohlación muncli:il e n l a~ ciudades
de 20 000 habitantes o más ..... ..... ... ......... . ........ . 33
1..3 - Relación entre PN B per cúpiw ) urbanización, 1992 . . . . ........ . 35
1. ..+ - Pane de los gastos de las familias c.:onsagrada
a la al imentac.:ión: Canad~í 1900-1990..................... ... . 39
1.5 - Crecimiento de a lguna~ ciudades iberoamericanas. 1950-1990 49
2.1 - Relación entre distancia) costo (k transporte ............... .. . 61
2.2 - Ex tensión del mercado y c.:ost0s de producción ........ . ...... . . . 66
2.3 - Costo de transpone y economías de escala ........ .. .. ........ . 67
2..+ - El área de mercado y la centralidad g.eogrática ...... .. ..... .... . 69
2.5 - Fronteras de posibilidJclc-, de pn•Jucción par<.1 dos regiones 75
2.() - Co~co de transpone con economía., de escala ............. . .. .. . 78
2. 7 - Cosw de tran~pork· con economías de escala ) sin ella. . .. ..... .. . 79
2.X - Espacio y comcrcin interr.::gilmal .................... ... .... . 80
3.1 - Impacto de un alza Je produl·tiviclad sobre
el costo medio de producción ......... ........ .... . ........ . 86
..~.2 - Impacto de un <.1lza Je prnducti,·idad sobre
la fromera de posibilid.idcs de prodm:ción 88
3.) - Relación csque1nática t:nir~ pro<lu<.:lÍ\ idad
del trabajo y wrnaiio mbano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 93
-+ 1- E,·olución de co<;to., ~ ganancias en función del tamaiio urhann . . . 122
.+.2 - El iamaño urbano } el cambio tecnológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
~ ; - Contaminación del JirL' en las ciudades en función
del ingreso por habitante L·onccntr:.ición media
de panículas y de o\1t.lo lh: illuf"rc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
..!...+ - Emi,ión media de g.,1., carbónico por habitante . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.33
-t.5 - De..;echos urbanos por habitante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J 35
5.1 - Esquema del impacto regional ele una actividad de base . . . . . . . . . . . 17.+
.6. 1 - ;'\!creados 1-.:gionale' l.:: trabajo en ..;ituación de equ il ibrio 182
<i.2 - ~ktcaJo~ rcgiona1n u.: 1.1baju 1ucgo d.:: una
modificación en la c'truct ura de la demanda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
ó.3 - Mercados regionales de trabajo en '>i tuación de
equilibrio lucgo ,k Llll de~p la1a111ien10 d.: la mano de obra . . . . . . . . . 1~3
6.4 - Propensión a emigrar según la edad ...................... ... 192
6.5 - Evolución de las desigualdades regionales:
Canadá y Estados Unidos. 1920- 1990 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
6.6 - Nivel de instrucción y tamaiio de localidad: México. 1990 . . . . . . . . . 201
6.7 - fao lución de las disparidades regionales en func ión
del nivel de desarrollo económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
7.1 - PIB percápito. Méx ico. 1990 (promedio nacional= 100) 216
7.2 - Estructura espacial de una adm inistración pública federal
típica: representac ión esquemática de la distribución
del empleo por tipo de función . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
7.3 - Variación del empleo regional con salarios perfectamente
ílexibles y con sa larios totalmente inl1ex ibles . . . . . . . . . . . . . . . 235
8. 1 - Ingreso total e impuestos locales ¡1er cápiw 1994 en US $.
Municipios ele Monterrey: Puebla (México)'! de Montréal
(Canadá). ajustados a la dikrencia de desarrollo
(en mill one~ de dólares) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
8.:?. - E,·aluación de las intervenc iones cn materia de desarrollo local 265
9.1 - Triángulo de localiLación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
9.2 - Costos de transporte con gastos de transbordo y de mantenimiento . . 284
9.3 - Curvas de costo para di versos modos de transpone 294
9.-+ - Di' i ~ión de los mercados: corte transYersal y plano . . . . . . . . . . . . . . 298
9.5 - Di,· i ~ión de los men:ados pnr obstáculos geográfi cos . . . . . . . . . 300
9.6 - Impacto de una baja gc1wral iLada de los e<htOs de tr:tnsporte 301
9.7 - Impac:ro de una baja de los costos de tra nspone
con productividades di fercnces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
9.8 - Arcas de mercado complementarias
en un sistema de lugare, cen tral.:~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
9.9 - Di'1ribución rango tamai1o de la' ..:iudadc' tºraneesa~ 1l83 l- l lJ90) 31 O
9. 1O - Empresas de sen·ici os: fronte!·as ele posibilidades ele producción 3 18
9.1 1 - Orientación geográfica de las ~H:ti' icladc~ de ollcina . . . . . . . . . . . . . . 321
10.1 - Relación beneficio (ren ta) - di'ilancia para un productor agrícola 3:?.7
1ri.:: - Dc'tcr111in:1ció11 de la cun :1 de rcrna . . ..
10.3 - Cun·a~ de renta alredcdnr de un punto central . . . . . . . . . . . . . . . . . . 330
10.-l - Renta predial por hcctürea: México. simu lación t para terreno~
rnmparables situados en e l cornzón de la ciudad ) . . . . . . . . . . . . . . . . 331
10.5 - Cu rvas de renta ) utilización del :-.uelo urbano . . . . . . . . . . . . . . . . . . :ns
10.6 - Curvas de renta y utilitación del suelo con sub-centros comerciales . . 337
10.7 - Industria: consumo de espacio por zona. Ciudad de Puebla. 1993 ... 3-J.O
10.8 - Concentración del empleo por ani ll o: Zona
Metropolitana de la Ciudad de México, 1985 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
10.9 - Estrucwra típica de los empleos de o ficina en el barrio
central del cenlfo de una gran ciud~1d (en porcentaje del total) . . . . . . 345
10.1 O - fapacio de ofici n a~. regiones de Montréal y de Parí::.
por zonas: superficie utilitada y costos de alquiler . . . . . . . . . . . . . . . 348
10.11 - Espacios de oficina: costos de alqui ler en el centro
de las c iudadc~ de P.1rís y de Montréal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349
10.12 - Arbitraje entre la dimensión de la 'ivienda
) d tiempo de desplazamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358
10.13 - Curvas de demanda Je e:-.pacio resi<lencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 360
10.1 4 - Utilización del wck1 residencial. representación esquemática. .. 363
11.1 - E\olución comparativa Jel empleo ten porcelllaje) en la
inJuwia y en los 'en icios. fatados U nidos. 1820-1995 . . . . . . . . 375
1 1.2 - Baja en los costo' c.k cnmun icacicín: 1930-1995 . . . . . . . . . . . . . . . . . 376
11.3 - Crecimiento del empico: Zona Metropoli wna
Je la ciudad de l\ l é-.;ico. 1975-1985 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381
1 1.4 - Cambios en el empico: Núcleo cen tral de la
Ciudad de ~léxic,1. 1975-1985 ............................ .
1 1.5 - Cambios en la lncaltzaci<'in del empleo
n1~1nuraLlltren): BugPl~í. l 97?.-1989 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . 385
11.6 - bolución de l<t C<)lh:entración espaci.il del empleo
inJustrial por departamento: Francia. l896- l 985 . . . . . . . . . . . . . . . . 389
11.7 - Desplazamiento rdati\O Je! empleo hacia el sector Lerciarn1
en r1111c1CÍ'1 Jel tamaiin ~ la localización de las ciudad.:~ (l rcgio11.::~ 400
1 i .S - Un c.;;pacio económiu1 en mutaci<Ín: represelllaci6n c~quem:ítica 402
1nd i c e temático
V z
'alor Je mercado de los terrenos; 109 Lona urbana: 30