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Como sustentar un adicional de obra en

un contrato a suma alzada


Los adicionales de obra en contratos a suma alzada deben cumplir dos
requisitos de ley, ser indispensables y ser imprevisibles.

Adicionalmente, hay un requisito que no se menciona en la normativa, pero es


muy importante de verificar ante cualquier gestión de adicional de obra, este se
refiere a verificar que el pretendido adicional de obra no forme parte del
alcance original del contrato.

A continuación, pasaremos a comentar cada uno de ellos:

Tabla de Contenidos
 Revisión del alcance contractual
 Indispensable
 Imprevisible
 Sujeción a la normativa, controversias y arbitrajes

Revisión del alcance contractual


Aunque este punto parezca obvio, es bastante frecuente que los contratistas
requieran adicionales que ya están incluidos en el alcance contractual.

Para esto debemos tener presente que en un contrato a suma alzada los
metrados son referenciales, por lo que cualquier error en los metrados del
expediente técnico no generan derecho de reconocimiento de mayor monto al
contratista, pero tampoco a ningún tipo de descuento.

Por otro lado, se debe tener presente que el contratista es un especialista en su


ramo y por ende, tiene la capacidad técnica de revisar adecuadamente la
documentación contenida en el expediente técnico, y de esta forma advertir
cualquier actividad que forme parte del proceso constructivo de cada una de las
partidas necesarias para ejecutar la obra, por más que las mismas no se
encuentren detalladas en el expediente. En ese sentido, no tendría derecho a
exigir un mayor pago por cualquier omisión de este tipo, ya que se asumiría
que las incluyo en los costos proyectados de su oferta económica.

Este punto, al ser tan amplio, es en el que suelen recaer las controversias y arbitrajes
entre las entidades contratantes y los contratistas de obra.

Indispensable
Los adicionales de obra deben ser indispensables para el cumplimiento de los
objetivos del contrato.

En este punto debemos analizar en qué medida el adicional de obra realmente


es indispensable, para esto debemos preguntarnos: si no se ejecuta el adicional
¿se puede culminar con la ejecución de obra al cien por ciento, tal como
requiere el expediente técnico? Si la respuesta es si, no seria factible gestionar
el adicional de obra, si la respuesta es no, muy probablemente habríamos
cumplido con uno de los tres requisitos necesarios para gestionar el adicional.

Para ejemplificar este punto, planteemos un escenario en el que se encarga la


construcción de un polideportivo, el cual incluye entre sus metas la preparación
del terreno, la construcción de una losa deportiva y la construcción de
vestuarios.

Durante la ejecución de la obra, el administrador del predio comunica que sería


conveniente renovar también el cerco perímetro, dado su deterioro. En dicho
escenario, si bien el pedido del administrador del predio es razonable, no sería
indispensable para cumplir con el objetivo del contrato, dado que el contratista
puede ejecutar el 100% de la obra planteada en el expediente técnico.

Por otro lado, en un escenario opuesto, cuando el contratista empieza a


ejecutar la obra se detecta una tubería de alcantarillado público que atraviesa el
terreno, haciéndose necesario trasladar dicho alcantarillado a la vía pública,
dado que no se podría construir la losa deportiva sobre dicho recorrido. En este
escenario sería viable sustentar lo indispensable de ejecutar este adicional de
obra para poder cumplir con la ejecución de obra contratada originalmente.

Imprevisible
Los adicionales de obra deben ser imprevisibles (para el contratista), en la
oportunidad que se establecieron las condiciones contractuales.

Para ejemplificar este punto imaginemos que cuando el contratista recibe el


terreno, se percata que el mismo requiere ser plataformado, aunque en los
planos del expediente técnico figura que el terreno es plano.

En este escenario, el contratista estará facultado a solicitar la aprobación de un


adicional de obra por los trabajos de movimiento de tierras y la ejecución de los
muros de contención de las plataformas, dado que el contratista se encontraba
imposibilitado de prever tal necesidad sino hasta recibir el terreno y contrastar
la información técnica alcanzada en el expediente técnico con la realidad.

En un escenario opuesto, imaginemos que el contratista advierte que en los


planos de demolición del proyecto no se incluye una cisterna preexistente que
obstaculiza la construcción de los vestuarios, en razón a esto el contratista
pretende solicitar se gestione la aprobación de un adicional de obra para incluir
esta demolición, no obstante, el supervisor advierte que en los planos de
topografía del proyecto se señalaba la existencia de esta cisterna, por ende
indica que no se puede cumplir con la figura de imprevisibilidad que exige la
normativa, ya que el contratista contaba con dicha información al momento de
efectuar su propuesta económica.
Sujeción a la normativa, controversias y arbitrajes
El análisis que se ha efectuado previamente se sujeta al cumplimiento estricto
de la normativa de contrataciones del Estado que probablemente seguirán los
servidores públicos que tendrán la responsabilidad de aprobar o no el adicional
de obra.

Adicionalmente, debemos tener presente que la actual normativa de


contrataciones del Estado no permite llevar a arbitraje el pronunciamiento de la
Entidad respecto a la aprobación o no de un adicional de obra, por lo que
cualquier perjuicio al contratista generado por una no aprobación de un
adicional, deberá ser abordado desde otra perspectiva.

Por otro lado, ante la falta de pronunciamiento de la Entidad respecto a la


aprobación de un adicional de obra, tal limitación, de no poder llevar a arbitraje
la decisión de la Entidad, no existiría, toda vez que en el fondo de la cuestión
no existiría decisión de la Entidad como tal.

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