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TÍTULO DE LA MONOGRAFIA
(Mayúsculas y minúsculas) (TNR 14 puntos)
AUTOR (ES):
Presentarlos por orden alfabético (Mayúsculas y minúsculas, TNR 12 puntos)
Apellidos, Nombres
Apellidos, Nombres
i
AGRADECIMIENTO
A todos ellos,
ii
ÍNDICE DE CONTENIDO
DEDICATORIA .................................................................................................................................... i
AGRADECIMIENTO .............................................................................................................................ii
RESUMEN ......................................................................................................................................... iv
CAPÍTULO I ........................................................................................................................................5
1.1 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................5
CAPÍTULO II .......................................................................................................................................6
2.1. CEFALOSPORINAS..............................................................................................................6
-2.1.1 Definición: ................................................................................................................................ 6
2.1.2 resistencia a cefalosporina: ......................................................................................................... 7
2.1.3 Factores: ................................................................................................................................... 14
2.1.4 Consecuencias: ......................................................................................................................... 14
2.1.5 Características: ......................................................................................................................... 15
2.1.6 Clasificación: ........................................................................................................................... 15
2.1.7 Mecanismo de acción de las cefalosporinas: ............................................................................ 26
2.1.8 Farmacocinética general de las cefalosporinas: ........................................................................ 27
2.1.9 Interacciones de las cefalosporinas: ......................................................................................... 28
2.1.10 Reacciones adversas de las cefalosporinas: ............................................................................ 29
2.1.11 Utilización clínica: ................................................................................................................. 31
2.2. NUEVAS CEFALOSPORINAS: ................................................................................................ 33
CAPÍTULO III .................................................................................................................................... 35
1.1. CONCLUSIONES: ................................................................................................................... 35
3.2 DISCUSIÓN: ............................................................................................................................ 36
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA ............................................................................................................ 37
ANEXOS ........................................................................................................................................... 42
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iii
RESUMEN
Es un hecho conocido por todos que el uso de los antibióticos en la práctica clínica constituye una
lucha entre los investigadores de la industria farmacéutica, que diseñan y buscan antibióticos frente
las bacterias que desplegan los mecanismos para adaptarse a la introducción de estos fármacos
(resistencia bacteriana).
Obteniéndose como resultados de nuestra investigación que: frente a esta problemática se está
priorizando el descubrimiento de nuevas cefalosporinas, como alternativa a infecciones por
microorganismos resistentes. Ejemplos de ello son las actuales cefolosporinas licenciadas en los
Estados Unidos de América que son: la ceftarolina, ceftazidima/avibactam y ceftolozano/
tazobactam.
En conclusión, se expone los estudios clínicos y las potenciales indicaciones y escenarios de uso
de estas cefalosporinas que van desde la primera generación hasta las nuevas cefalosporinas.
Palabras claves:
iv
CAPÍTULO I
1.1 INTRODUCCIÓN
Los antibióticos β-lactámicos tienen como núcleo un anillo central llamado beta-lactama, que
tienen acción farmacológica contra las beta-lactamasas que son enzimas producidas por bacterias
que tienen la capacidad de rompen el anillo beta-lactámico, inactivando el antibiótico beta-
lactámico creando de esta manera mecanismos de resistencia bacteriana.
´´La resistencia a los antibióticos se presenta cuando las bacterias se adaptan y crecen en
presencia de antibióticos´´. Organización Mundial de la Salud, 2016).
´´Las mejoras en la salud mundial conseguidas en los últimos decenios corren peligro porque los
microorganismos que provocan muchas de las enfermedades y afecciones médicas comunes (…)
se han vuelto resistentes a una gran diversidad de medicamentos antimicrobianos´´. Organización
Mundial de la Salud, 2016). ´´Algunas de las enfermedades infantiles más comunes en los países
en desarrollo —paludismo, neumonía, otras infecciones respiratorias y disentería ya no se curan
con muchos de los antibióticos o medicamentos más antiguos´´. Organización Mundial de la Salud,
2016).
5
CAPÍTULO II
BASE TEÓRICA
2.1. CEFALOSPORINAS
-2.1.1 Definición:
6
relativamente estables en un medio ácido ´´ (Rang, J., & Rilter, 2016: 632), y se caracterizan por
su poder bactericida dependiente del tiempo, (…) baja toxicidad y sinergia con otros
antibacterianos. Mella et al. (2001, enero 25). Su poder bactericida se debe a que: es un antibiótico
que provoca la inhibición irreversible del crecimiento matando a las bacterias de forma directa.
Las cefalosporinas fueron descubiertas en el año 1948 en Cerdeña, cuando Giuseppe Brotsu
observó una cepa de Cephalosporium acremonium (procedente de una alcantarilla de la isla), que
producía una sustancia que tenía actividad frente a bacterias grampositivas y gramnegativas. En
consecuencia, del líquido de cultivo de ese hongo se obtuvieron 3 antibióticos diferentes,
resistentes al hidrólisis por penicilinasas, así fueron clasificados en ese momento como: P (activos
frente a grampositivos), N (frente a gramnegativos y positivos) y C (parecido al N pero de menor
potencia) (Gómez, García & Hernández, 2015: 1-9).
Ello sucede cuando las bacterias se adaptan y crecen en presencia de antibióticos (Organización
Mundial de La Salud, 2016) Como resultado, estas bacterias que son capaces de sobrevivir se
multiplican y se diseminan, debido a la falta de competencia por parte de otras cepas sensibles al
mismo fármaco (Pérez, 2021: 14).
Es decir, es “el fenómeno por el cual un microorganismo deja de ser afectado por un
antimicrobiano al que anteriormente era sensible. (MinSalud, 2018).
Cuando los microbios se vuelven resistentes a los antibióticos, se reducen las opciones para tratar
las enfermedades que éstas provocan (Organización Mundial de La Salud, 2016). La resistencia a
este grupo de fármacos ha ido en acrecentamiento debido a la propagación de nuevas b-lactamasas
plasmídicas o cromosómicas que se encuentran presentes prácticamente en todas las bacterias
gramnegativas que hidrolizan a las cefalosporinas. (Rang & Rilter, 2016). Además, muchos
antibióticos pertenecen a la misma clase de medicamentos, por lo que la resistencia a un agente
antibiótico concreto puede llevar a la resistencia a toda una clase conexa´´. (Organización Mundial
de la Salud, 2016).
7
Las bacterias han demostrado tener gran adaptabilidad a los fármacos introducidos, observándose
siempre resistencias a los pocos años de introducir un nuevo antibiótico. Como consecuencia, nos
enfrentamos a un enemigo creciente con un armamento empobrecido (Pérez, 2021: 14).
Ejemplos:
Neisseria gonorrhoeae, que son difíciles de tratar con los antibióticos disponibles.
Las bacterias, por su tremenda capacidad de adaptación, pueden desarrollar [varios] mecanismos
de resistencia frente a los antibióticos, (Florez, 2014: 947) y del mismo modo un antibiótico
[también] puede ser inactivado por distintos mecanismos de diversas especies bacterianas, todo lo
cual complica sobremanera el estudio de las resistencias de las bacterias a los distintos
antimicrobianos (Daza, 1998: 57-67).
Ejemplo: ´´si carecen de diana para un antibiótico (como la falta de pared en [las bacterias]
mycoplasmas en relación con los betalactámicos) ´´ (Daza, 1998: 57-67).
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Resistencia adquirida: ´´La resistencia adquirida es la realmente importante desde un punto de
vista clínico: es debida a la modificación de la carga genética de la bacteria y puede aparecer por
mutación cromosómica o por mecanismos de transferencia genética´´ (Daza, 1998: 57-67).
Por otro lado, actualmente se consideran tres mecanismos de resistencia bacteriana que son:
1) Inactivación del antibiótico por enzimas: ´´La bacteria produce enzimas que inactivan al
antibiótico; las más importantes son las betalactamasas (Daza, 1998: 57-67) que según su
espectro de acción, se las puede dividir en las de espectro ampliado, que generalmente pueden
hidrolizar penicilinas y cefalosporinas de primera generación (…) y las de espectro extendido,
que suelen ser codificadas en plásmidos y pueden hidrolizar penicilinas, monobactames y
cefalosporinas de primera a cuarta generación, pero no carbapenemes (Organización
Panamericana de la Salud, 2020-2022: 17)
Las betalactamasas se excretan y concentran en el espacio periplásmico, entre la pared
bacteriana y la membrana externa. Debido a su amplia variedad (actualmente hay más de 1.400
betalactamasas descritas) (Organización Panamericana de la Salud, 2020-2022: 17) y muchas
bacterias son capaces de producirlas. En los gram positivos suelen ser plasmídicas, inducibles
y extracelulares y en las gram negativas de origen plasmídico o por transposones, constitutivas
y periplásmicas´´ (Daza, 1998: 57-67).
En cuanto a su espectro de acción, se las puede dividir en las de espectro ampliado, que
generalmente pueden hidrolizar penicilinas y cefalosporinas de primera generación (por
ejemplo, TEM-1 y SHV-1) y las de espectro extendido, que suelen ser codificadas en
plásmidos y pueden hidrolizar penicilinas, monobactames y cefalosporinas de primera a
cuarta generación, pero no carbapenemes. Un ejemplo muy diseminado entre las BLEE
son las integrantes de la familia CTX-M. También están las cefalosporinasas del tipo
AmpC, que tienen una función importante en la resistencia a cefalosporinas, cefamicinas
y, en menor medida, a carbapenemes (…) Un tercer tipo de betalactamasas está constituido
por las carbapenemasas, que pueden degradar todos los agentes betalactámicos y eliminar
ese grupo de antimicrobianos como opción terapéutica.
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2) Modificaciones bacterianas que impiden la llegada del antibiótico al punto diana: ´´Las
bacterias producen mutaciones en las porinas de la pared que impiden la entrada de ciertos
antibióticos (betalactámicos) o alteran los sistemas de transporte (aminoglucósidos en los
anaerobios). En otras ocasiones pueden provocar la salida del antibiótico por un mecanismo de
expulsión activa, impidiendo que se acumule en cantidad suficiente para que actúe
eficazmente´´ (Daza, 1998: 57-67).
3) Alteración por parte de la bacteria de su punto diana, ´´impidiendo o dificultando la acción
del antibiótico. Aquí podemos contemplar las alteraciones a nivel del ADN girasa (resistencia
de quinolonas), del ARNr 23S (macrólidos) de las enzimas PBPs (proteínas fijadoras de
penicilina) necesarias para la formación de la pared celular (resistencia a betalactámicos) ´´
(Daza, 1998: 57-67).
[En resumen, sabemos que] el número de genes de resistencia a antibióticos identificados hasta la
fecha es inmenso, pero los mecanismos por los que se produce se pueden agrupar en unos pocos,
según (Florez, 2014: 947):
a) Bloqueo del transporte del antibiótico. En la fosfomicina, la pérdida del sistema de transporte
del glicerol-fosfato impide alcanzar el interior de la bacteria.
c) Expulsión del antibiótico por un mecanismo activo de bombeo. Por ejemplo, las tetraciclinas
se expulsan de forma activa del interior de las bacterias resistentes.
e) Producción de una enzima alternativa que evita el efecto inhibidor (bypass). La resistencia
a trimetoprima se consigue produciendo un dihidrofolato reductasa nueva que deja sin efecto la
inhibición del dihidrofolato reductasa normalmente inducida por la bacteria.
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También existen resistencias cruzadas y resistencia múltiple o multirresistencia:
Puede ocurrir que un mismo gen confiera resistencia a varios antibióticos del mismo grupo
(un gen bla produce una b-lactamasa que inactiva varios antibióticos b-lactámicos) o a
varios antibióticos diferentes (genes mar que producen resistencia a varios antibióticos por
alteración del transporte). En estos casos hablamos de resistencias cruzadas. No hay que
confundir esta situación con otra en que se observa resistencia a varios antibióticos por
acumulación de varios genes de resistencia diferentes. En estos casos hablamos de
resistencia múltiple o multirresistencia. Tampoco es extraño que en una misma bacteria
concurran simultáneamente dos mecanismos diferentes de resistencia al mismo antibiótico
produciendo CMl muy elevadas (Florez, 2014: 948).
Según la OMS, establece actualmente como prioridad elevada y media, respectivamente a los
siguientes:
Causas:
Una de las causas relacionadas con esta problemática es el uso indiscriminado de los antibióticos
(MinSalud, 2018). En un estudio realizado en el Hospital de Apoyo de la Merced – Perú, en
donde se incluyó a los pacientes internados durante el mes de diciembre de 2001, se comprobó que
los profesionales de la salud generalmente prescriben antimicrobianos en exceso, siendo la
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Proporción de Prescripción Antimicrobiana (PPA) un 80,9% que aunque dicha proporción de
prescripciones inadecuadas tanto para la selección de agentes antimicrobianos, como para la dosis,
intervalo y vía de administración, sí estarían dentro de los rangos descritos en países semejantes,
Sin embargo, estaría faltando un sustento microbiológico que permitan orientar los tratamientos
indicados (Maldonado, Llanos & Mayca, 2002: 22)
Las betalactamasas producidas por muchos microorganismos (sobre todo las denominadas de
espectro ampliado) son la causa más frecuente de la resistencia a estos antibióticos (Dávalos, 1998,
enero 25). Además,
´´Este mal uso y abuso de los antibióticos, representan uno de los principales factores que
contribuyen a la resistencia antimicrobiana´´ (Dirección de Medicamentos y Tecnologías en Salud,
2018) Con la necesidad de resguardar su uso para reducir el potencial desarrollo de resistencia
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antimicrobiana, el comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud estableció una
clasificación que divide a los antimicrobianos en tres grupos:
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2.1.3 Factores:
2.1.4 Consecuencias:
Consecuencias a los antibacterianos: (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación
y la agricultura, 2016)
a) Directas:
Incapacidad de tratar las infecciones con buenos resultados, lo que conlleva una mayor
mortandad.
Aumento de la gravedad o la duración de las enfermedades.
b) Indirectas:
Aumento de los costos de los tratamientos y la atención de salud.
Las consecuencias sanitarias y los costos económicos.
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Es por ello, que elegir el medicamento idóneo para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias,
es un tanto difícil de conseguir debido a la gran variedad de gérmenes resistentes a los diferentes
antibióticos existentes.
2.1.5 Características:
El uso inadecuado de los medicamentos tiene las siguientes características (Maldonado, Llanos
& Mayca, 2002):
2.1.6 Clasificación:
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El reciente desarrollo de nuevas cefalosporinas hace que el uso de este esquema de
clasificación sea problemático, ya que los agentes más nuevos expanden la actividad de
diferentes maneras. A falta de consenso sobre un esquema de nuevas generaciones hasta la
fecha, continuaremos empleando este esquema para las primeras tres generaciones y luego
diferenciaremos a los agentes posteriores a la tercera generación por su actividad notable.
(Goodman, 2013:1032).
Primera generación:
Es de conocimiento que las cefalosporinas se encuentran entre las clases antimicrobianas más
prescritas, debido a su amplio espectro de actividad, baja toxicidad, facilidad de administración y
perfil farmacocinético favorable. (Díaz, 2021: 7)
• Profilaxis quirúrgica.
Acontinuación veremos como ejemplo cómo se trata una de las infecciones en cual se utilizan
medicamentos de primera generación:
o Osteomielitis:
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presencia de factores de riesgo, y otras patologías del paciente que puedan estar asociadas.
(Ministerio de Salud, 2018)
Está demás también recalcar que la mejoría del paciente dependerá en gran medida de una
selección antibiótica adecuada, así como el cumplimiento terapéutico de éste y en situaciones en
que sea necesario una intervención quirúrgica dependerá del tratamiento quirúrgico adecuado.
(Ministerio de Salud, 2018)
Primero se debe realizar un estudio a nivel de laboratorio para determinar en base al cultivo y a la
sensibilidad del microorganismo el agente patógeno causante de la osteomielitis, recordando que
es una infección que está causada por bacterias como: Staphylococcus epidermidis,
Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis resistente a meticilina (MRSE),
Enterococcus, Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA), Enterobacteriaceae,
Pseudomona spp., Otros (Llerena et al., 2019: 2-10)
Siendo el principal agente etiológico Staphylococcus aureus, este microorganismo cuenta con
adhesinas que le permiten adherirse al tejido óseo y componentes de la matriz ósea. (Ugalde &
Morales, 2014: 1409-0015)
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Osteomielitis Por inoculación directa, La siembra directa de bacterias en el hueso puede ocurrir
como resultado de fracturas abiertas, inserción de implantes metálicos o prótesis articulares,
mordeduras humanas o animales y heridas por punción.
Síntomas:
Dolor a la palpación de la región afectada, edema, rubor, aumento del calor local, en algunos casos
se encuentran signos de infección de tejidos blandos, secreción local, fistulas, datos de
traumatismo previo; en los pacientes con diabetes mellitus, la presencia de úlceras en miembros
inferiores está fuertemente relacionada con presencia de osteomielitis hasta en un 60% de los
casos. El paciente puede asociar fiebre, se debe valorar sensibilidad y sistema vascular periférico.
(Ugalde & Morales, 2014: 1409-0015).
*Para la osteomielitis crónica se recomiendan 2 a 4 semanas parenteral y luego completar vía oral
según indicación de su médico. (Ugalde & Morales, 2014: 1409-0015).
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Vía oral:
1. Cefadroxilo. Presentaciones: suspensión de 125, 250 y 500mg/ 5mL, cápsulas de 250 y 500mg
y tabletas de 1g. En niños, la dosis ponderal es de 30mg/kg/día cada 12 horas. Adultos, una toma
cada 8 ó 12 horas (coria, s/f:1-7).
Vía parenteral:
1. Cefazolina: ´´proporciona concentraciones séricas tres veces más altas y prolongadas que
la cefalotina o la cefapirina, pero se une más a las proteínas plasmáticas´´. (Morón et al.,
2009: 418). Presentaciones: ampolletas: 250 y 500mg, y 1g. En niños, se recomienda una
dosis de 25 a 100mg/ kg/día en 3 a 4 dosis I.V. o I.M. En adultos, 500mg a 1g cada 12
horas (Coria, s/f:1-7).
2. Cefalotina. Presentaciones: ampolletas de 1g. En niños, se recomienda una dosis de 80 a
160mg/kg/día, en 4 a 6 dosis I.V. o I.M. 500mg a 1g cada 4 ó 6 horas (coria, s/f:1-7).
Otros: Cefapirina, Cefaglicina:
1) Cefazolina:
La cefazolina es relativamente bien tolerada después de la administración intramuscular o
intravenosa; se excreta por filtración glomerular y está 85% unida a proteínas plasmáticas.
(Goodman, 2013: 1033).
[Viene en (frascos y ámpulas de 500 mg a 1 g): i.m. o i.v. Se inyecta a dosis de 0,5 a 2 g
en adultos y de 50 a 100 mg/kg/día para niños, en dosis fraccionarias cada 6 a 8 h. (Morón
et al., 2009: 420).
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2) Cefalexina (tabletas o cápsulas de 250 y 500 mg, suspensión de 125 mg/5 mL) por v.o. Se
emplea a dosis de 250 mg a 1 g en los adultos y de 25 a 100 mg/kg/día para los niños en 4
dosis (cada 6 h). (Morón et al., 2009: 420). (…) se utiliza con frecuencia en las infecciones
urinarias no complicadas, en las infecciones urinarias en el embarazo y en la profilaxis de
las reinfecciones en mujeres con infecciones del tracto urinario no complicadas, a dosis
bajas y poscoito en dosis única (200 mg).
Una dosis única de cefazolina justo antes de la cirugía es la profilaxis preferida para los
procedimientos en los que los posibles patógenos están en la flora de la piel (Bratzler et al., 2013
& Goodman, 2013).
La ventaja de usar las cefalosporinas de primera generación es que éstas causan menor inducción
de resistencia antimicrobiana versus otros medicamentos como las de segunda y tercera generación
que son de mayor espectro (Alberto, 2021: 7)
Absorción: son generalmente bien absorbidos después de los alimentos, con una
biodisponibilidad mayor de 85%, poca unión a proteínas por lo que se distribuyen
adecuadamente. También atraviesan placenta, pero no pasan a LCR (líquido cefalorraquídeo).
Eliminación: en altas concentraciones por vía renal, siendo la eliminación hepática (biliar)
relativamente baja. Por último, su vida media varía de 30 a 120 minutos. (Coria, s/f:1-7).
Segunda generación:
Las de segunda generación, también denominadas cefemas, tienen un aspectro mayor que los de
la primera generación abarcando su acción bactericida contra los gram negativos y los gram
positivos. Esto debido a que se le adicionaron cadenas laterales al núcleo activo 7-
aminocefalosporánico para así obtener compuestos semisintéticos con mayor actividad y espectro
antimicrobiano que las de primera generación. (Coria, s/f: 1-7). Las cefalosporinas orales que
pertenecen a esta generación pueden usarse para tratar infecciones del tracto respiratorio, aunque
no son óptimas (en comparación con la amoxicilina oral) para el tratamiento de la neumonía y
otitis media de S. pneumoniae no susceptibles a la penicilina. La cefoxitina y el cefotetán juegan
un papel útil en la profilaxis perioperatoria en pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos
ginecológicos e intraabdominales. Además, se pueden usar para el tratamiento de ciertas
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infecciones anaeróbicas gramnegativos (p. ej. cefoxitina) (Organización Panamericana de la Salud
& Organización Mundial de la Salud, 2021), y aeróbicas mixtas, como la peritonitis y la
enfermedad inflamatoria pélvica, aunque debido a la resistencia creciente entre B. fragilis, estos
agentes se usan mejor para las infecciones leves a moderadas (Goodman,2013: 1035).
Farmacocinética:
Absorción (en el caso de las formas farmacéuticas orales presentan buena absorción después de
los alimentos). Poseen buena distribución y biodisponibilidad, con baja unión a las proteínas
plasmáticas, tanto en sus presentaciones orales como parenterales, Eliminación: en mayor
concentración se elimina por la vía renal y baja en la vía hepática (biliar). Por último su vida media
varía de 60 a 120 minutos (Coria, s/f:1-7).
Pertenecen a este grupo la: Cefuroxima, cefotetán, cefaclor, cefoxitina, cefprozil, cefpodoxima,
cefamandol, cefmetazol, loracarbef, cefonicida (Papadakis, McPhee & Rabow, 2021).
Veremos las dosis recomendadas de algunos de ellos, según sus formas farmacéuticas o
presentaciones:
1. Cefaclor. ´´Presentaciones: suspensión de 125, 250 y 375mg /5mL, cápsulas de 250 y 500mg
y tabletas de liberación prolongada de 375 o 750mg. En niños se recomienda una dosis de
20mg/kg/día, dividida en dos o tres dosis. Adultos, cápsulas de 250 a 500mg cada 8 horas o tabletas
de 375 ó 750mg cada 12 horas, por 7 a 10 días´´ (Coria, s/f:1-7).
2. Cefprozil. ´´Suspensión de 250 y 500mg/5ml y tabletas de 250 ó 500mg. Adultos, una tableta
cada 12 horas. Niños: 15 a 20mg/kg/día, cada 12 horas, por 7 a 10 días´´ (Coria, s/f:1-7).
´´Por vía parenteral, sólo se cuenta con cefuroxima sódica en ampolletas de 750 IV o IM; la dosis
ponderal en niños puede variar de 30 a 100mg/ kg/día, dividida en dos o tres dosis´´ (Coria, s/f:1-
7).
3. Acetilcefuroxima. Suspensión de 125 y 250mg /5mL, tabletas de 250 y 500mg. Adultos, una
tableta cada 12 horas. Niños: 20 mg/kg/día, cada 12 horas.
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Tercera generación:
Surgen como una respuesta a la creciente resistencia bacteriana en los nosocomios. La mayoría se
administra por vía parenteral, las de tipo oral aparecen para aquellos pacientes egresados del
hospital, para completar el tratamiento en su domicilio. Son antibióticos betalactámicos
bactericidas con amplio espectro hacia gramnegativos (Coria, s/f:1-7) y son inactivadas en el
estómago por lo que su absorción en duodeno es parcial y limitada, por ende, la mayoría son para
administración parenteral (Coria, s/f:1-7).
tienen actividad contra muchas bacterias aeróbicas gramnegativas. No todas las cefalosporinas
pertenecen del todo a este agrupamiento, y hay excepciones en la caracterización general de los
fármacos en las clases individuales, aunque la clasificación generacional de cefalosporinas es útil
para fines de revisión. (Gruenberg & Guglielmo, 2021)
son los fármacos preferidos para infecciones graves causadas por E. coli, Klebsiella, Proteus,
Providencia, Serratia y Haemophilus spp. La ceftriaxona es la terapia de elección para todas las
formas de gonorrea y para formas graves de la enfermedad de Lyme. La cefotaxima o la
ceftriaxona se utiliza para el tratamiento empírico de la meningitis en adultos y niños no
inmunodeprimidos (en combinación con vancomicina y ampicilina a la espera de la identificación
del agente causante), debido a su excelente actividad contra H. influenzae, S. pneumoniae sensible,
N. meningitidis y bacterias entéricas gramnegativas (Tunkel et al., 2004). Las cefalosporinas de
tercera generación carecen de actividad contra L. monocytogenes y neumococos resistentes a la
penicilina, que pueden causar meningitis. Los espectros antimicrobianos de la cefotaxima y la
ceftriaxona son excelentes para el tratamiento de la neumonía adquirida en la comunidad.
(Goodman, 2013: 1035)
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Preparados, vías de administración y dosis
Cefixima, cápsulas de 200 y 400 mg, sobres de 100 mg y suspensión de 20 mg/mL y 100 mg/5
mL). Dosis, adultos 400 mg/día (c/12 o 24 h) v.o. y niños 8 mg/kg/día (c/ 12 o 24 h) v.o. (Morón
et al.,2009).:
Cefotaxima, vial de 1 g i.m., 250, 500 mg, 1, 2 g i.v. Dosis, adultos de 1 a 2 g c/4 o 12 h i.v. o i.m.
y niños de 50 a 200 mg/kg/día (c/4 o 6 h) i.m. o i.v. (Morón et al.,2009).:
Ceftriaxona, vial de 250, 500 mg, 1 g i.m. e i.v., 2 g i.v. Dosis, adultos de 1 a 2 g c/12 o 24 h i.v.
o i.m. y niños de 50 a 75 mg/kg/día (c/12 o 24 h) i.v. o i.m. (Morón et al.,2009).:
Ceftazidima, vial de 500 mg, 1, 2 g. Dosis, adultos de 1 a 2 g c/8 h i.v. o i.m. y niños de 90 a 150
mg/kg/día i.v. o i.m. (Morón et al.,2009).
Farmacocinética
Absorción: Al pasar al estómago, tienden a ser inactivadas, por lo que su absorción en duodeno
es parcial y limitada, por consiguiente, la mayoría son para administración parenteral, sin embargo,
aquellos que son de vía de administración oral sí se absorben muy bien después de los alimentos,
con buena distribución y excelente biodisponibilidad sérica y tisular. Su unión a proteínas es
bajo, excepto la ceftriaxona, que su unión es de 96%. La aplicación de un solo gramo de casi todas
las cefalosporinas orales en el transcurso de 30 minutos, genera niveles séricos de 42 a 150 µ/ml
y la vida media de casi todas ellas es de 60 a 120 minutos, con excepción de la ceftriaxona, que
es de cinco a 10 horas. Su eliminación es principalmente por vía renal, excepto la ceftriaxona, que
se excreta por vía biliar en 40%. Y se diferencian de las demás generaciones porque estas sí
atraviesan la barrera hematoencefálica con mayor facilidad (Coria, s/f:1-7).
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Cuarta generación:
• Sepsis extra-intrahospitalaria
• Neumonía intrahospitalaria
• Meningitis
• Neutropenia febril
2. Cefpirome. Se presenta en frasco ámpula con 2g. La dosis única estándar en adultos, es de 1 a
2g. (Coria, s/f:1-7).
se distribuye en mucosa bronquial, líquido peritonial, bilis, próstata y LCR. Casi 88 % se excreta
sin cambios por la vía renal (Moron, 2009: 418).
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Quinta generación:
La ciencia no se conformaba con que los betalactámicos, los antimicrobianos más utilizados
mundialmente, los menos tóxicos, los de mejor difusión, los de alta efectividad, no podían ser
utilizados en las sepsis causadas por estas cepas MRSA [activas frente a estafilococo aureus
meticilino resistente] y después de decenas de años de investigación aparecen los primeros
betalactámicos con acción efectiva frente a dichas cepas: ceftarolina y cerftobiprol (Talbot, Thye,
Das & Ge, 2007, citado en Morejón, 2011: 319) las que algunos autores han llamado cefalosporinas
de 5tageneración. (Cruz & Sánchez, 2011, citado en Morejón, 2011: 319). Estas nuevas
cefalosporinas han sido aprobadas en la sepsis de piel y partes blandas y en la neumonía adquirida
en la comunidad (Morejón, 2011: 319).
-ceftarolina:
tiene actividad sólo contra S. aureusresistente a la meticilina y tiene actividad de espectro gramn
egativo comparable con la ceftriaxone (Organización Panamericana de la Salud & Organización
Mundial de la Salud, 2021). Se administra por vía endovenosa a 600 mg cada 12 h (Morejón,
2011: 319). La actividad gramnegativa de la ceftarolina es similar a la de la ceftriaxona, mientras
que la de
Este compuesto se une e inhibe a la mutada enzima PBP2a y de esta forma inactiva MRSA.
Su espectro es similar al de las cefalosporinas de cuarta generación (cefepima, cefpiroma),
muy activo frente a E. coli y K. pneumoniae no productores de betalactamasas de espectro
extendido (BLEE), Proteus mirabilis, Providencia spp., H. Influenzae, Morganella
morganii, N. meningitidis, N. gonorrhoeae y Moraxella catarrhalis. No es activo frente a
los bacilos no fermentadores: Stenotrophomonas maltophilia,
Acinetobacter spp., Burkholderia cepacia y Pseudomonas aeruginosa, ni frente a
gérmenes anerobios como el Bacteroides fragilis (Morejón, 2011: 319).
25
Se administra por infusión continua en 30-60 min en dosis de 500 o 750 mg cada 12 h. Con
excreción renal del 80 %. Tiene escasos efectos adversos: náuseas y disgeusia (Morejón, 2011:
319).
En resúmen diremos entonces que las cefalosporinas de quinta generación o los anti-MRSA,
poseen actividad parecida a la 3a. generación, pero con actividad contra Staphylococcus aureus
que es resistente a la meticilina.
La pared bacteriana es una estructura que envuelve las bacterias de todos los géneros (…) se sitúa
por fuera de la membrana citoplásmica y está compuesta principalmente por una proteína llamada
peptidoglucano (Morón et al., 2009: 413). El peptidoglucano es un componente heteropolimérico
de la pared celular bacteriana que le proporciona estabilidad mecánica rígida. (Goodman, 2013:
1023)
El peptidoglucano o [llamado también mureína] está compuesto por cadenas de glucano, que son
cadenas lineales de dos aminoazúcares alternantes (N-acetilglucosamina y ácido N-
acetilmurámico) que están reticulados por cadenas peptídicas, adoptando la forma de una red [en
el espacio perisplámico]. Así mismo, para que se lleve a cabo el entrecruzamiento de estas cadenas
es necesario que se de una reacción llamada transpeptidación que se produce fuera de la membrana
celular, (Morón et al., 2009: 413). Esta reacción consiste en la formación de los tetrapéptidos a
partir de los pentapéptidos (mediante la pérdida de uno de los aminoácidos terminales), para lo
que se necesita la acción de unas enzimas que se localizan en ese espacio periplásmico (que se
encuentra fuera de la membrana celular), llamadas de forma genérica transpeptidasas, de ahí el
nombre de la reacción transpeptidación. El anillo betalactámico quien presenta una similitud
estructural con la región del pentapéptido al que se unen estas enzimas, es capaz de unirse a ellas
26
de forma covalente e impedir así la formación de la pared celular (Suarez & Gudiol, 2009: 16–
129)
Sin la pared, la bacteria queda expuesta al medio y muere debido a cambios en la presión oncótica.
Por tanto, para que actúen los betalactámicos, es preciso que la bacteria se halle en fase de
multiplicación (en pleno proceso de fisión binaria), ya que éste es el momento en que se sintetiza
la pared celular (Morón et al., 2009: 413). Una vez que la cefalosporina ha actuado, se pierde la
pared y el agua del espacio extracelular penetra en el espacio intracelular por diferencia osmótica,
provocando la salida de elementos intracelulares al estallar la bacteria por la presión osmótica del
exterior. (Coria, s/f: 1-7). Dicho de otra manera, Son bactericidas parciales ya que sólo actúan en
fase de crecimiento celular, y su eficacia es tiempo dependiente ya que su efecto bactericida
máximo ocurre a concentraciones del antibiótico libre 4-5 veces por encima de la concentración
mínima inhibitoria (CMI), por lo que es muy importante respetar o acortar los intervalos entre las
dosis.
2. Autolisina bacteriana
Los betalactámicos también actúan activando una autolisina bacteriana endógena que destruye el
peptidoglucano. [llamada también amidasa]. La actividad de la amidasa depende de la presencia
de fosfato de colina en el ácido teicoico de la pared celular (Morón et al., 2009: 413). Las cepas
que carecen de autolisina (generalmente son cepas tolerantes a los betalactámicos) inhiben su
crecimiento en presencia del betalactámico, pero no se destruyen completamente. (Suarez &
Gudiol, 2009: 16–129)
27
2.1.9 Interacciones de las cefalosporinas:
-Con anticonceptivos orales: disminuyen su efecto (…) por lo que debe adicionarse otro método
anticonceptivo mientras dure el tratamiento con el antimicrobiano. (Rivas, Rivas, Dávila &
Rodríguez, 2002).
-Diuréticos potentes: Su efecto nefrotóxico se potencia al ser asociadas con diuréticos potentes,
como furosemida o ácido etacrínico. (Rivas, Rivas, Dávila & Rodríguez, 2002).
-Con Probenecid o Fenilbutazona: tienen que competir con éstos por la secreción a nivel de los
túbulos renales (…) y prolongar la vida media biológica del medicamento al interferir con su
eliminación renal (Rivas, Rivas, Dávila & Rodríguez, 2002).
- Exenatide: puede disminuir la concentración de cefalexina, administrar esta última una hora
antes del exenatide (Ministerio de Salud Presidencia de la Nación, 2017: 22).
28
-Con alcohol: La administración de cefalosporinas de manera concomitante con la ingesta de
alcohol, puede causar una reacción “disulfiran”, que, dependiendo de la severidad, se caracteriza
por cefalea, bochornos, taquicardia, sudoración, náusea, vómito, hipotensión, confusión y visión
borrosa (Coria, s/f: 1-7).
Son los efectos secundarios más comunes (goodman,2013: 1034). Pueden desencadenar una
variedad de reacciones de hipersensibilidad, que incluyen anafilaxis, fiebre, erupciones cutáneas,
erupción maculopapular (generalmente después de varios días de terapia) (goodman,2013: 1034),
nefritis, granulocitopenia y anemia hemolítica (…) Los pacientes con antecedentes de anafilaxia a
penicilinas no deben recibir cefalosporinas de primera o segunda generación, mientras que las
cefalosporinas de tercera y cuarta generaciones deben administrarse con precaución,
preferiblemente en un entorno controlado. (Katzung, 2014: 806). ´´Hay que tomar en cuenta que
personas alérgicas a la penicilina pueden ser alérgicas a cefalosporinas porque estructuralmente
son semejantes´´. (Rivas, Rivas, Dávila & Rodríguez, 2002).
29
- Diarrea: La diarrea puede ser el resultado de la administración de cefalosporinas y ser más
frecuente con cefoperazona, tal vez debido a su mayor excreción biliar. La alta afinidad de unión
de la ceftriaxona por la albúmina sérica puede desplazar a la bilirrubina, lo que llega a causar
ictericia en recién nacidos (goodman,2013: 1034).
- Por vía parenteral pueden producir dolor localizado en inyección intramuscular y tromboflebitis
por vía intravenosa. (Flores, 2014: 984)
-Otros:
-Aumento de transaminasas, eosinofilina, test de Coombs positivo (en ocasiones asociado a anemia
hemolítica), y se ha descrito algún caso de encefalopatía semejante a la producida por penicilinas
(Flores, 2014: 984).
Para adecuarnos un poco más respecto a la terminología básica, Villanova (2014: 115-123) nos
resume a los siguientes como:
• Diferida. Prescripción de una receta para ser utilizada en caso de empeoramiento o persistencia
de los síntomas tras un periodo de 48 a 72 horas.
30
2.1.11 Utilización clínica:
Las cefalosporinas se utilizan para tratar las infecciones causadas por microorganismos sensibles.
Al igual que ocurre con otros antibióticos, los patrones de sensibilidad varían geográficamente, y
los tratamientos se suelen iniciar de forma empírica. Se pueden tratar muchos tipos de infecciones,
entre las que se encuentran: (Rang & Rilter, 2016: 632)
Infecciones respiratorias:
-Neumonía comunitaria
31
Infecciones óseas y articulares:
La bacteria responsable más frecuente es S. aureus, por lo que la primera elecdón recae
sobre las penicilinas resistentes a las (3-lactamasas: las isoxazolilpenicilinas. Las
cefalosporinas de primera generación y, en caso de resistencia, la vancomicina, constituyen
alternativas válidas. Si la infección se debe a enterobacterias o Pseudomonas, son útiles las
cefalosporinas de tercera generación, especialmente la ceftazidima. Como alternativa se
pueden utilizar fluoroquinolonas y carbapenemes. (Flórez, 2014: 986)
-Meningitis:
Es de vital necesidad iniciar el tratamiento de forma temprana, hasta esperar los estudios
bacteriológicos específicos, Por ende, se debe conocer cuáles son las bacterias que con
mayor frecuencia producen determinada patología como la meningitis para las distintas
edades de la vida. Así tenemos que en el período neonatal, por ejemplo los gérmenes más
frecuentes son los bacilos gramnegativos como E. coli, Proteus y Klebsiella, aunque
también pueden encontrarse estreptococos del grupo B y Usteria monocytogenes. Por ello,
el tratamiento de primera elección, de eficacia demostrada, es la ampicilina (100-200
mg/kg/día en 2-4 dosis) asociada a aminoglucósidos. En las meningitis por enterobacterias,
el tratamiento debe mantenerse durante 20-30 días, mientras que en las producidas por
estreptococo del grupo B suelen bastar 10 días. Por otro lado, en niños > de 3 meses hasta
los 7 años se asocia a las meningitis por S. pneumoniae, N. meningitidis y H. influenzae,
siendo tratadas en la actualidad con cefotaxima o ceftriaxona. Aunque ambas
cefalosporinas de tercera generación cubren los tres microorganismos señalados
anteriormente y poseen una actividad antibacteriana similar, la cefotaxima alcanza
concentraciones eficaces en el LCR con mayor rapidez, lo que debe ser valorado, teniendo
en cuenta la urgencia del tratamiento. En niños mayores de 7 años y en adultos, las
bacterias más frecuentes son el meningococo y el neumococo, siendo tratadas también
actualmente con cefotaxima o ceftriaxona. La duración del tratamiento es de 7-10 días en
el caso del meningococo y 15 días aproximadamente para el neumococo. Por otro lado, en
32
pacientes que son alérgicos a los b-lactámicos, debe utilizarse como altemativa el
cloranfenicol (en algunos países retirado del mercado en la actualidad), asociado o no a
cotrimoxazol. Los antibióticos |3-lactámicos no se deben manejar en la profilaxis de la
meningitis meningocócica; para ello se deben emplear, y solo en personas en contacto
directo con el paciente, rifampicina o minociclina (Flores, 2014: 987).
Infecciones urinarias:
Infecciones ginecológicas:
33
2. ceftazidima/avibactam: Varios estudios han demostrado la eficacia de ceftazidima/avibactam
en el tratamiento de infecciones abdominales complicadas e infecciones urinarias complicadas
por P. aeruginosa. (Luis, Galíndez & Cortéz, 2018: 465-475)
3. ceftolozano/ tazobactam: Es una nueva cefalosporina anti-pseudomonas que se comercializa
junto a un inhibidor de β-lactamasa De igual manera varios estudios in vitro han demostrado
tener actividad contra P. aeruginosa, incluyendo cepas resistentes, de resistencia múltiple y
aquellas extremadamente resistentes y además contra otros microorganismos gramnegativos,
entre ellos están las Enterobacteriaceae más comunes que son productoras de las enzimas de
espectro extendido de tipo CTX, y SHV (…) Se encuentra disponible para inyección IV de 1 g
de ceftolozano/0,5 g de tazobactam (Luis, Galíndez & Cortéz, 2018: 465-475).
34
CAPÍTULO III
1.1.CONCLUSIONES:
35
3.2 DISCUSIÓN:
Los antibióticos β-lactámicos tienen como núcleo un anillo central llamado beta-lactama, que
tienen acción farmacológica contra Las beta-lactamasas que son enzimas producidas por
bacterias que tienen la capacidad de rompen el anillo beta-lactámico, inactivando el antibiótico
beta-lactámico.
Los antibióticos β-lactámicos son considerados como aquellos compuestos que más utilidad
clínica tienen a nivel mundial, puesto que permiten prevenir infecciones en pacientes
inmunosuprimidos, y tratar tanto las infecciones adquiridas en el hospital como en la comunidad.
Algunas modificaciones de la molécula original (núcleo cefem) pueden dar lugar a más
compuestos con mayor espectro antimicrobiano, por ejemplo, un método semisintético para la
producción de estos β-lactámicos, es a partir del ácido 7 amino-cefalosporánico (7-ACA) que se
puede llevar a cabo mediante el uso de una enzima inmovilizada en una resina epóxido, la glutaril
ácido 7 amino-cefalosporánico acilasa o cefalosporina C acilasa, usando como precursor la
cefalosporina C (CPC), Sin embargo, la progresiva aparición de bacterias resistentes a la acción
de los antibióticos β-lactámicos ya sea por diferentes razones como el uso indiscriminado de éstos,
estarían actualmente limitando su uso empírico y por ende su eficacia en el tratamiento de diversas
infecciones.
36
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41
ANEXOS
42
SUSTITUCIONES EN R1 y R2 EN LA ESTRUCTURA DE UNA CEFALOSPORINA
PARA LA OBTENCIÓN DE NUEVAS CEFALOSPORINAS
Fuente: http://www.mipediatra.com/nuevo/PEDIATRIA/onfolio-
files/LIBRO%20ANTIBIOTICOS-%20CEFALOSPORINAS.pdf
43
Esquema de la estructura de la pared celular en bacterias gramnegativas y grampositivas.
Fuente: Flórez, J., Armijo, J & Mediavilla, A. (2014). Farmacología Humana. España:
Gea consultoría Editorial,s.l.
44