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LA REVOLUCIÓN FRANCESA E IMPERIO NAPOLEÓNICO

REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución Francesa de 1789 representó el fin del Antiguo Régimen, y el inicio de una
época moderna.

Causas de la Revolución Francesa:

Situación política deteriorada: Solo la nobleza podía ocupar los puestos políticos y militares
de mayor importancia, al tiempo que en 1789 Francia atravesaba una grave crisis
económica. Por su parte, los franceses vivían bajo un régimen autoritario (absolutismo) en
el que la nobleza y el alto clero copaban la riqueza.

El rigor del absolutismo. El absolutismo daba a los reyes todo el poder político, legal y
económico, sin que se les pudiera contradecir en ningún sentido, lo cual les hizo también
responsables de los desastres económicos que ocurrieran, fuera o no realmente su
responsabilidad.

Crisis moral y religiosa: se desarrolló paralelamente una revolución intelectual que ponía en
tela de juicio al régimen que reinaba en aquel momento. La desconfianza de los ciudadanos
en el régimen de Gobierno creció a pasos agigantados y surgieron nuevas figuras de
referencia como Voltaire, Montesquieu o Rousseau

Las desigualdades del régimen feudal :Se estima que de los 23 millones de habitantes de la
Francia de la época, apenas 300 mil pertenecían a las clases privilegiadas de la aristocracia
o del clero. La gran masa restante era pueblo llano con menores derechos y posibilidades.

La miseria y marginación del pueblo llano Las condiciones de vida del pueblo llano eran
paupérrimas: hambre, marginación, enfermedad, trabajo esclavizante y ninguna perspectiva
de ascenso social o de mejoría.

Etapas de la Revolución Francesa

I. Monarquía

1. Estados Generales

Fueron los únicos Estados Generales de Francia convocados con posterioridad a


1614 y los últimos del antiguo régimen de Francia. Se desarrollaron en Versalles,
donde residía el rey Luis XVI, en las afueras de París. Se trató de una asamblea
general extraordinaria convocada por el rey para encontrar una solución a la grave
crisis financiera que padecía el país. Se componía de representantes de los tres
estamentos de la sociedad francesa: el clero o Primer Estado, la nobleza o Segundo
Estado, y el pueblo llano o Tercer Estado. La independencia que demostraron los
diputados del Tercer Estado con respecto a los dos primeros estamentos y a la
Corona, marcó el verdadero inicio de la Revolución francesa.
-Juramento del Juego de la Pelota: Fue un compromiso de unión presentado el 20
de junio de 1789 entre los 577 diputados del tercer estado para no separarse hasta
dotar a Francia de una Constitución, haciendo frente a las presiones del rey de
Francia Luis XVI (toma de la bastilla).

2. Asamblea Nacional

La Asamblea Nacional ponía la Revolución en manos de los sectores moderados,


los girondinos. Con ella Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó
como una monarquía de carácter limitado y constitucional.

3. Asamblea Constituyente (1789-1791)

-La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: Tras la abolición de
los derechos feudales y los privilegios tanto individuales como colectivos en la noche
del 4 de agosto, la siguiente gran decisión de la Asamblea fue la aprobación de la
declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Al comenzar los trabajos de la nueva Constitución, rápidamente surgió la cuestión de
cómo comenzarla. Fue Mounier quien, el 8 de julio, propuso hacerlo con la
"declaración de los derechos del hombre", inspirados por la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos. En seguida comenzaron los trabajos de
redacción. Se llegaron a leer 21 proyectos de declaración, incluido uno de La
Fayette y otro de la ciudad de París.
La redacción final se encargó a una Comisión, aprobándose su forma definitiva el 26
de agosto de 1789.22 La declaración, escrita con aspiraciones de universalidad,
trató de recoger, en sus diecisiete artículos, los derechos fundamentales de todos
los hombres para todas las épocas: igualdad formal ante la ley, soberanía popular,
ley como expresión de la voluntad popular, inviolabilidad de la propiedad privada,
etc.

-Constitución civil del clero: La ley sobre la constitución civil del clero votada el 12 de
julio de 1790 por la Asamblea Constituyente, estaba llamada a sustituir el
Concordato de 1516. Su objetivo era reorganizar en profundidad la Iglesia de
Francia, transformando a los sacerdotes católicos parroquiales en «funcionarios
públicos eclesiásticos».

-Constitución francesa de 1791: Primera constitución escrita de la historia francesa,


fue promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente el 3 de septiembre de 1791
y aceptada por Luis XVI.Contenía la reforma del Estado francés, quedando Francia
configurada como una monarquía constitucional.
La Constitución establece que la soberanía reside en la Nación y ya no en el rey,
que se titula "rey de los franceses". Proclama la libertad de pensamiento y de
prensa, y la libertad religiosa. Suprime la nobleza y las distinciones hereditarias, las
órdenes de caballería, las corporaciones y gremios, y establece el libre acceso a los
oficios y funciones que hasta ahora se reservaban a la nobleza o se heredaban. El
mantenimiento de los lugares de culto pasa a depender del Estado que remunerará
a los religiosos.

4. Asamblea Legislativa (1791-1792)

-Guerra de Austria y Prusia contra Francia: Dos potencias absolutistas europeas,


Austria y Prusia, se dispusieron a invadir la Francia revolucionaria, lo que hizo que el
pueblo francés se convirtiera en un ejército nacional, dispuesto a defender y a
difundir el nuevo orden revolucionario por toda Europa. Durante la guerra, la libertad
de expresión permitió que el pueblo manifestase su hostilidad hacia la reina María
Antonieta (llamada la Austriaca por ser hija de un emperador de aquel país y
Madame Déficit por el gasto que había representado al Estado, que no era mayor
que la mayoría de los cortesanos) y contra Luis XVI, que casi siempre se negaba a
firmar leyes propuestas por la Asamblea Legislativa.

-La «segunda Revolución»: Primera República francesa: El 10 de agosto de 1792,


las masas asaltaron el palacio de las Tullerías, y la Asamblea Legislativa suspendió
las funciones constitucionales del rey. La Asamblea acabó convocando elecciones
con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un nuevo parlamento que
recibiría el nombre de Convención. Aumentaba la tensión política y social en
Francia, así como la amenaza militar de las potencias europeas. El conflicto se
planteaba así entre una monarquía constitucional francesa en camino de convertirse
en una democracia republicana, y las monarquías europeas absolutas. El nuevo
Parlamento elegido ese año abolió la monarquía y proclamó la república. Creó
también un nuevo calendario, según el cual el año 1792 se convertiría en el año 1 de
su nueva era.

II. República

1. Convención (1792-1795)

-Ejecución del rey y Primera Coalición contra Francia: los Ejércitos Imperiales y de
Prusia amenazaron con invadir Francia si la población se resistía al restablecimiento
de la monarquía. Esto ocasionó que Luis XVI fuera visto como conspirador con los
enemigos de Francia. El 17 de enero de 1793, la Convención condenó al rey a
muerte por una pequeña mayoría, acusándolo de «conspiración contra la libertad
pública y la seguridad general del Estado». El 21 de enero el rey fue ejecutado
públicamente en la guillotina, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra
con otros países europeos. La reina María Antonieta, nacida en Austria y hermana
del emperador, fue ejecutada el 16 de octubre del mismo año, iniciándose así una
revolución en Austria para sustituir a la reina. Esto provocó la ruptura de toda
relación entre ambos países.

-El reinado del Terror: El mismo día en el que se reunía la Convención (20 de
septiembre de 1792), todas las tropas francesas (formadas por tenderos, artesanos
y campesinos de toda Francia) derrotaron por primera vez a un ejército prusiano en
Valmy, lo cual señalaba el inicio de las llamadas guerras revolucionarias francesas.
Todo ello motivó la trama de un golpe de Estado por parte de los jacobinos, quienes
buscaron el favor popular en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos
con los sans-culottes se convirtió de hecho en el centro del gobierno.
Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-
culottes y las clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y
jamás se cuestionó la propiedad privada. Los jacobinos no pusieron nunca en duda
el orden liberal, pero sí llevaron a cabo una democratización del mismo, pese a la
represión que desataron contra los opositores políticos (tanto conservadores como
radicales).
Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, y una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio
universal. El Comité de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien
Robespierre y los jacobinos desataron lo que se denominó el Reinado del Terror
(1793-1794). No menos de 10 000 personas fueron guillotinadas ante acusaciones
de actividades contrarrevolucionarias. La menor sospecha de dichas actividades
podía hacer recaer sobre una persona acusaciones que eventualmente la llevarían a
la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se cree que pudieron ser hasta
40 000 los que fueron víctimas del Terror.

2. Directorio (1795-1799)

-Napoleón y la toma del poder: La nueva Constitución encontró la oposición de


grupos monárquicos y jacobinos. Hubo diferentes revueltas que fueron reprimidas
por el ejército, todo lo cual motivó que el general Napoleón Bonaparte, retornado de
su campaña en Egipto, diera el 9 de noviembre de 1799 un golpe de Estado (18 de
Brumario), instalando el Consulado.

3. Consulado (1799-1804)

La Constitución del Año VIII, redactada por Pierre Daunou y promulgada el 25 de


diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en
manos de Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una
posible restauración monárquica. Contrariamente a las constituciones anteriores, no
incluía ninguna declaración sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El
poder ejecutivo recaía en tres cónsules: el primer cónsul, designado por la misma
Constitución, era Napoleón Bonaparte, y los otros dos solo tenían un poder
consultivo. En 1802, Napoleón impuso la aprobación de un senadoconsulto, que lo
convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor.
El cargo de cónsules lo ostentaron Napoleón Bonaparte, Sieyès y Ducos
temporalmente hasta el 12 de diciembre de 1799. Posteriormente, Sieyés y Ducos
fueron reemplazados por Jean Jacques Régis de Cambacérès y Charles-François
Lebrun, quienes siguieron en el cargo hasta el 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del
año XII), cuando un nuevo senadoconsulto proclamó el Primer Imperio y la extinción
de la Primera República, cerrando con esto el capítulo histórico de la Revolución
francesa.
4. Imperio napoleónico (1804-1814)

El primer Imperio francés. También conocido como el Imperio napoleónico o la


Francia napoleónica, fue el gobierno monárquico establecido por Napoleón
Bonaparte tras la disolución de la Primera República Francesa en 1804.3 En su
máximo apogeo, el Imperio comprendió la mayor parte de Europa Occidental y
Central, además de poseer numerosos dominios coloniales y estados clientelares. El
régimen duró desde el 18 de mayo de 1804 —proclamación de Napoleón como
Emperador— hasta el 7 de julio de 1815, día de la entrada de las fuerzas del rey
Luis XVIII a París.

Consecuencias de la Revolución francesa


Se puso fin al orden feudal. Al abolir la monarquía y los privilegios del clero, los
revolucionarios franceses dieron un golpe simbólico al orden feudal en Europa y el mundo,
sembrando en muchos países y regiones la semilla del cambio. Mientras el resto de los
países europeos contemplaban con horror la decapitación de los reyes franceses, en otros
lugares, como en la América hispana, las colonias se nutrirán de esa ideología libertaria y
años después iniciarán sus propias Revoluciones de Independencia de la Corona Española.

Se anuncia la República Francesa. El surgimiento de un nuevo orden político y social


cambiará las relaciones económicas y de poder dentro de Francia para siempre. Esto
implicará diversas épocas de cambio, unas más sangrientas que otras, y eventualmente
conducirán a diversas experiencias de organización popular que, sin embargo, sumirán al
país en el caos. En etapas tempranas, de hecho, deberán enfrentar una guerra con sus
vecinos prusianos, que pretendían restituir al rey en su trono mediante la fuerza.

Se implanta una nueva distribución del trabajo. El fin de la sociedad estamentaria


revolucionará el modo de producir de los franceses y permitirá la introducción de las leyes
de la oferta y la demanda, así como la no intervención del Estado en los asuntos
económicos. Esto configurará una nueva sociedad liberal, amparada en lo político por el
sufragio censitario.

Se proclaman los derechos del hombre por primera vez. La consigna vociferada durante las
etapas iniciales de la Revolución, “Libertad, igualdad, fraternidad o la muerte”, dio pie
durante la Asamblea Nacional a la primera Declaración de los Derechos Universales del
Hombre, preludio e inspiración para los Derechos Humanos de nuestra época. Por primera
vez se legislaban derechos igualitarios para todas las personas, sin distingo de su
procedencia social, su credo o su raza. Se liberaron a los esclavos y se abolió la prisión por
deudas.

Se implantan nuevos roles sociales. Si bien no se trató de una Revolución feminista, sí se


otorgó a la mujer un rol diferente, más activo en la construcción del nuevo orden social,
junto con la abolición del mayorazgo y de muchas otras tradiciones feudales. Esto significó
refundar las bases del orden social y económico, lo cual pasaba también por eliminar los
privilegios del clero, expropiar los bienes de la Iglesia y de los aristócratas acomodados.
La burguesía asciende al poder en Europa. Los comerciantes, la incipiente burguesía que
mucho más tarde dará inicio a la Revolución Industrial, pasa a ocupar el lugar vacante de la
aristocracia como clase dirigente, amparada en la acumulación de capitales y no en tierras,
orígenes nobles o cercanía con Dios. Esto causará la transición en Europa a la modernidad,
durante los años venideros en que los regímenes feudales empiecen su lento declive.

Se proclama la primera constitución francesa. Esta constitución, garante de los derechos


adquiridos por la fuerza revolucionaria y que reflejaba el espíritu liberal en economía y
sociedad del nuevo orden del país, servirá de ejemplo y basamento para las futuras
constituciones republicanas del mundo.

Se anuncia la separación entre Iglesia y Estado. Esta separación es fundamental para la


entrada en la modernidad de Occidente, ya que permite una política libre de religión. Esto
pasó por la expropiación de los bienes de la Iglesia y del clero, la reducción de su poder
social y político, y sobre todo el traspaso al Estado de las rentas que la Iglesia cobraba al
pueblo por servicios públicos. Los sacerdotes, así, cobrarían un sueldo del Estado como
cualquier funcionario. Las tierras y bienes de la Iglesia y de la aristocracia fueron vendidas a
campesinos acomodados y burgueses, garantizando su lealtad a la Revolución.

Se impuso un nuevo calendario y nuevas fechas patrias. Este cambio buscaba abolir todo
remanente del orden feudal previo, fundar una nueva relación simbólica y social que no
estuviera signada por lo religioso y así construir una cultura más republicana para los
franceses.

El surgimiento de Napoleón Bonaparte como Emperador. Una de las grandes ironías de la


Revolución francesa es que culminara en un gobierno monárquico nuevamente. Mediante
un golpe de Estado conocido como el 18 de Brumario, el general Napoleón Bonaparte que
regresaba de Egipto asumirá las riendas de una nación en crisis social, luego de las épocas
de sangrienta persecución revolucionaria en manos de los jacobinos. Este nuevo Imperio
napoleónico tendría inicialmente apariencia republicana pero procederes absolutistas y
lanzaría a Francia a la conquista del mundo. Después de una serie de guerras, el imperio
llegaría a su fin en 1815 con la pérdida de la batalla de Waterloo (Bélgica) en contra de un
ejército de coalición europea.

IMPERIO NAPOLEÓNICO
Estado imperial creado por el militar francés Napoleón Bonaparte, que en 1804 se hizo
coronar emperador de los franceses.

I. ¿Qué fue el Imperio napoleónico?


El Imperio napoleónico fue un Estado imperial creado por el militar francés Napoleón
Bonaparte, que en 1804 se hizo coronar emperador de los franceses. Esa
coronación llevó a la guerra con varios Estados de Europa, en especial Gran
Bretaña, Austria, Rusia y Prusia, que querían evitar la expansión francesa. A esas
guerras se las denomina guerras napoleónicas o guerras de coalición.
Se lo conoce también como Imperio de Napoleón Bonaparte o Primer imperio
francés, y se desarrolló desde 1804 hasta la derrota definitiva de Napoleón en la
batalla de Waterloo, en 1815.

Bonaparte deseaba que Francia se convirtiera en la primera potencia europea y


utilizó todos los recursos a su alcance para conseguir ese objetivo. En 1810, el
Imperio napoleónico alcanzó su máxima expansión, ya que controlaba casi todo el
continente europeo. Solo Gran Bretaña, Suecia y Rusia resistían sus intentos
hegemónicos.

II. Características del Imperio napoleónico


Entre las principales características del Imperio napoleónico se pueden destacar las
siguientes:

 Concentró todo el poder en Napoleón Bonaparte que, como emperador, era Jefe del
Estado y Jefe de Gobierno. Si bien había un Parlamento bicameral, se limitaba a
votar sin debatir los proyectos de ley preparados por un Consejo de Estado,
presidido por el emperador. El Poder Judicial estaba a cargo de una Alta Corte
Imperial y de diversos tribunales de justicia.

 Restableció el orden en Francia luego de la movilización popular y la lucha entre


distintas facciones desencadenadas por la Revolución francesa. Uno de los pilares
de la política imperial fue la idea de reconciliar a los grupos enfrentados desde 1789
y mantener pacificada a la sociedad francesa. Para lograr ese propósito, se concedió
una amnistía o perdón de penas a los emigrados monárquicos.

 Difundió por gran parte de Europa algunas de las ideas de la Revolución, en


particular las de libertad e igualdad ante la ley.

 Actualizó las estrategias bélicas, consiguiendo de esta manera una gran ventaja
sobre sus enemigos, que en varias oportunidades se vieron sorprendidos en el
campo de batalla.

 Se rodeó de Estados satélites, cuyo gobierno fue entregado a parientes de


Napoleón: sus hermanos Luis (Holanda), José (España) y Jerónimo (Westfalia), su
cuñado Murat (Nápoles) y su hijastro Eugenio (Italia). Otros Estados aliados fueron
la Confederación del Rin, la Confederación Helvética y el Gran Ducado de Varsovia.

 Se rigió por el Código napoleónico (1804), un código civil que estableció leyes
generales de aplicación general, eliminando normas locales y normas referidas a
sectores específicos de la sociedad. Su aplicación significó la abolición plena del
régimen feudal y la afirmación de la libertad civil, la igualdad ante la ley y la
propiedad privada, que beneficiaron a la burguesía. Este código, con sucesivas
reformas, es la base de la actual legislación francesa.

 Mantuvo buenas relaciones con el Papado, basadas en el Concordato de 1801. El


Papa renunció a reclamar las tierras y bienes confiscados por la Revolución
Francesa a cambio de que Napoleón reconociera al catolicismo como la religión de
la mayoría de los franceses.

 Estableció el bloqueo continental (1806), que prohibía a los habitantes del Imperio y
de los Estados satélites comprar productos elaborados por las fábricas británicas.
Esta medida buscaba crear una crisis en una economía que experimentaba la
Revolución Industrial pero no tuvo el efecto esperado.

 Creó un sistema educativo regulado por el Estado.

 Incentivó la investigación científica y el desarrollo de ramas del saber, como la


egiptología. Esta se desarrolló a partir de los restos arqueológicos sustraídos por
científicos franceses que acompañaron a Napoleón en su expedición a Egipto (1798-
1801).

III. Causas

Hacia 1799 Francia era gobernada por el Directorio, un Poder Ejecutivo de cinco
miembros, que era acosado tanto por revolucionarios herederos de los jacobinos
como por contrarrevolucionarios que deseaban restaurar la monarquía.

A la inestable situación interna, se sumaba la guerra contra Austria, Prusia y Gran


Bretaña, que habían formado una coalición para acabar con la Revolución Francesa
y restaurar en el poder a la dinastía de los Borbones.

Napoleón aprovechó la crítica situación para encabezar un golpe de Estado que


derrocó al Directorio y lo llevó al poder junto a otros dos dirigentes (Sieyès y Ducos,
luego reemplazados por Cambacérès y Lebrún), con quiénes formó el Consulado.
Gran parte del pueblo francés apoyó la toma del poder por la fuerza porque creía
que Napoleón podría llevar estabilidad política y gloria a la nación francesa.
Pero pronto Napoleón se deshizo de sus socios políticos y concentró en sus manos
la totalidad del poder, primero proclamándose cónsul perpetuo y más tarde
emperador.

IV. Consecuencias
Entre las principales consecuencias de la formación del Imperio napoleónico se
encuentran las siguientes:

 La conquista de gran cantidad de territorios por parte de Francia, que se transformó


en la primera potencia europea y que extendió sus límites más allá de los Alpes y el
río Rin.

 La modificación de los límites internos del continente europeo, ya que Napoleón


decretó la desaparición de Estados muy antiguos, como el Sacro Imperio Romano
Germánico, y la creación de otros nuevos, como la Confederación del Rin o el
Ducado de Varsovia.
 La independencia de Haití (1804), como consecuencia de la decisión de Napoleón
de restablecer la esclavitud, abolida por la Convención en 1793. Así, Francia perdió
una importante colonia productora de azúcar.

 La independencia de varias de las colonias que España tenía en América, propiciada


indirectamente por la ocupación francesa de la península ibérica en 1808. Al proceso
que contempla la ocupación francesa, la detención del rey Fernando VII y su
reemplazo por José Bonaparte, se lo denomina crisis de la monarquía española.

V. Disolución del Imperio napoleónico


A principios de 1812, el Imperio napoleónico controlaba gran parte del continente
europeo. Sin embargo, ese mismo año sufrió varias derrotas, tanto en Rusia como
en España y Portugal.

En 1814, una coalición formada por Gran Bretaña, Suecia, Austria, Prusia y Rusia
venció a Napoleón, que fue detenido y confinado en la isla de Elba, en el mar
Tirreno. Pero pocos meses después logró escapar de su confinamiento y retornar a
París, donde fue recibido como un héroe. Reclutó entonces un nuevo ejército,
gobernó durante cien días y volvió a enfrentar a sus enemigos. Sin embargo, los
ejércitos de Gran Bretaña, Rusia, Austria y Prusia derrotaron a Napoleón y su
ejército en la batalla de Waterloo, en junio de 1815.

Napoleón fue confinado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico sur, donde murió
en 1821. Tras su derrota y la ocupación de París por los coaligados, Luis XVIII,
hermano de Luis XVI, el rey que había sido decapitado por la Revolución regresó a
París y fue coronado rey. De esta manera, la monarquía absoluta fue repuesta en
Francia y se inició un período de la historia europea denominado Restauración
monárquica, que se extendió hasta 1848.

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