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Metodologías y formas de abordar el problema Comisión 4° Parlamento Andino Juvenil

Tema Bandera: Salud y Bienestar


Problema: ¿Cómo prevenir el consumo de sustancias psicoactivas y sus efectos en la salud y bienestar en
los estudiantes de secundaria del colegio americano de Bogotá?

Modelos Metodológicos para Abordar el Problema


Modelo Ético-Jurídico
Este modelo de prevención se basa en los enfoques moral y legal del problema. En él se asigna una
importancia decisiva de las drogas, las cuales son clasificadas en licitas e ilícitas según sea prohibido o no
su uso.
El objetivo principal de las estrategias que corresponden a este modelo es lograr que las sustancias
psicoactivas queden fuera del alcance de los individuos.
Como medida de prevención se recurre al castigo y a la amenaza del castigo por la posesión y uso de
drogas, bajo el supuesto de que esto hará que las personas eviten involucrarse en estas actividades
Estas acciones preventivas solo han tenido un efecto disuasivo que no ha logrado detener el problema, sin
embargo, es importante conocer y presentar la información referente a este modelo puesto que conocer
que es lo que no puede llegar a funcionar, nos permite buscar alternativas.

Modelo Medico-Sanitario
Este modelo está basado en uno de los enfoques de la salud pública. Ha sido considerado, como una
alternativa del anterior, especialmente en lo que se refiere al tratamiento del consumidor.
Considera las drogas como el agente que provoca enfermedad y al individuo, como huésped o víctima del
padecimiento.
Las estrategias preventivas del modelo médico-sanitario hacen énfasis en la información sobre los riesgos
que se corren al iniciarse en el uso de ciertas sustancias y sobre el daño personal y social que provoca la
dependencia que se sufre de ésta. El objetivo de este enfoque es tratar de evitar que quienes consumen
drogas influencien a otras personas.
De la aplicación de este modelo se desprende la consideración de tres niveles de prevención: Primaria,
Secundaria y Terciaria.
Los niveles de prevención establecidos en este modelo se basan en el grado de evolución que ha
alcanzado el problema que se aspira a prevenir.
El nivel de prevención primaria tiene como objetivo limitar el número de personas que se inician en el
uso de drogas, en una población determinada. El nivel de prevención secundaria busca reducir el número
de personas que presentan problemas de uso de drogas y el nivel de prevención terciaria trata de reducir el
nivel general de deterioro ocasionado por el uso de drogas.
"En Costa Rica este modelo ha sido utilizado por el Ministerio de Salud Pública, por el Ministerio de
Seguridad Pública y el IAFA. Otras instituciones nacionales también han realizado en los últimos años
algunos proyectos que se ubican en este modelo."

Modelo Psicosocial
Este modelo asigna mayor importancia al individuo que a los elementos sustancia psicoactiva y contexto.
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Considera que el uso de drogas es un comportamiento humano, que como otros se da en la medida que
cumple una función para el individuo. En este modelo interesa el contexto en lo referente a la influencia
de las actitudes de la familia, del grupo de amigos y compañeros, de las comunidades y de la colectividad,
como en el comportamiento individual.
En este modelo no se descuida la información a los destinatarios, sobre las sustancias psicoactivas y sus
efectos, pero no se da en forma indiscriminada.

Modelo Sociocultural
Este modelo hace énfasis en el contexto, su complejidad y variabilidad. Se le da gran importancia a la
influencia de las condiciones socioeconómicas y ambientales en el comportamiento y se aboga por que
los factores del contexto se adapten a las necesidades del individuo y no el individuo a estas.
Este modelo de prevención ha sido poco explorado, porque tal vez las condiciones que proponen son
complejas de lograr.

Modelo Ecológico
Este modelo fue propuesto por las Naciones Unidas, en 1982. Toma en consideración los tres elementos:
Individuo – Sustancia Psicoactiva – Medio Ambiente (Contexto), y considera que los programas
preventivos son más eficientes si concretan los esfuerzos en estos tres factores, no obstante, no logra
superar los anteriores porque sigue siendo un modelo de prevención del consumo.

Modelo Holístico
El modelo Holístico parte de una revisión del modelo médico-sanitario, que consideraba la salud como la
ausencia de enfermedades físicas y le incorpora aspectos psicológicos y sociales que interviene en la
farmacodependencia a las sustancias psicoactivas. Este modelo envuelve factores individuales, familiares,
sociales y del medio ambiente e incluye conceptos de protección y promoción de la salud dentro de la
esfera de la prevención.
La prevención está orientada a proteger al público de los riesgos que amenazan la salud, mientras que la
promoción de la salud consiste en el desarrollo de las actividades que sirvan para procurar estilos de vida
más saludables. Implica una relación entre los estilos de vida y la salud física y psicológica.
En este modelo se contemplan los siguientes elementos:

- El traficante
- Las sustancias psicoactivas
- El consumidor
- El ambiente
- La sociedad en una relación de oferta y demanda

Este modelo cuestiona los anteriores, por cuanto solo consideran el consumo y no toman en cuenta como
elementos al traficante y a la sociedad.

Modelo integral “Circulo de Bienestar”


Este modelo ha sido implementado por el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica, para
fundamentar los nuevos proyectos de educación preventiva que desarrollan actualmente. Considera los
componentes: Producción, tráfico y consumo; y los elementos: Individuos (Quienes producen, trafican y
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consumen), sustancias psicoactivas que se utilizan en el país y el contexto en donde se da la producción,


tráfico y consumo.
Este modelo se basa en el concepto de bienestar integral, que comprende el desarrollo social y el
crecimiento personal en los aspectos físicos, emocional, social, ético y vocacional.
Modelo de Fishbein y Ajzen 1975
En el modelo de Fishbein y Ajzen (1975), que es uno de los modelos racionales más influyentes a la hora
de explicar el consumo de drogas, se propone la intención de tomar drogas como el determinante más
inmediato de la conducta de consumo, estando esa intención determinada por las actitudes hacia esas
sustancias y por las normas subjetivas percibidas hacia su consumo. Sin embargo, en los planteamientos
preventivos tradicionales las intervenciones se centran exclusivamente en modificar las actitudes hacia las
drogas, olvidándose del papel jugado por las normas subjetivas hacia el consumo. Además, las
actuaciones dirigidas a modificar las actitudes se centran en aportar información sobre los efectos a largo
plazo de las drogas, no teniendo en cuenta que una característica del pensamiento adolescente consiste en
conceder gran importancia a lo inmediato en detrimento de las consecuencias a más largo plazo y que las
actitudes no están determinadas exclusivamente por las creencias acerca de los efectos de las drogas, sino
que son una función de esas creencias y la relevancia que para el individuo tiene cada una de ellas.

Datos e Información de Formas de abordar el problema


Evaluación y análisis de la aplicación del programa de prevención de adicciones
“Entrenamiento en Habilidades para la vida” (Botvin, 1982, 1983) en dos escuelas de la
ciudad de Madrid; “Meseta de Orcasitas” y “Monserrat”
La implantación del programa, tanto en el colegio Meseta de Orcasitas como en el colegio Monserrat, lo
administró un profesor que era el tutor del curso. El hecho de que sea una única persona la que aplica el
programa en cada aula evita los posibles problemas de coordinación, facilita que el alumnado perciba la
experiencia como un todo integrado y promueve un mejor aprovechamiento de este, puesto que los
contenidos que se trabajan en las distintas unidades son, en muchos casos, complementarios.
Por otro lado, la elección del tutor como persona idónea para implantar el programa en el aula obedece a
que los objetivos de la acción tutorial coinciden en gran medida con los del programa propuesto, que son
facilitar la integración del alumno, enseñar a pensar, y enseñar a convivir. Además, el clima de diálogo y
apertura que se promueve en las sesiones de tutoría sienta las bases de una dinámica de trabajo que resulta
imprescindible para el adecuado desarrollo de la actuación propuesta.
El programa fue aplicado en su totalidad en los dos colegios, en el último curso de Educación Primaria,
con adolescentes de entre 11 y 12 años. En el colegio Meseta de Orcasitas se seleccionó un grupo de 41
alumnos de ambos sexos. Había 22 varones y 21 mujeres. Y en el colegio Monserrat, también se
seleccionó un grupo de 41 alumnos de ambos sexos. Había 20 varones y 21 mujeres.
Además, en el estudio realizado se evaluaron los efectos de la intervención sobre las variables a las que
iban dirigidos los distintos componentes del programa. Hay que recordar que este programa está
compuesto por distintos componentes (información, toma de decisiones, autoestima, control emocional,
habilidades sociales, actividades de ocio y tolerancia) orientados a incidir sobre aquellas variables que
teóricamente estarían determinando que los adolescentes consuman drogas y se involucren en conductas
antisociales.
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En conclusión, se puede decir que son varios los componentes del programa los que se muestran eficaces
a la hora de incidir sobre las variables a las que iban dirigidos (componente de información, toma de
decisiones, habilidades sociales). Ahora bien, en cuanto a los componentes de control emocional, ocio,
tolerancia y cooperación, y autoestima, habría que esperar la realización de una evaluación a más largo
plazo para poder establecer una conclusión acerca de sus efectos.

Estudio nacional del consumo de sustancias psicoactivas en Colombia 2013


El estudio corresponde a una encuesta realizada en hogares en población general de 12 a 65 años,
residentes en todos los municipios del país con más de 30.000 habitantes en el área urbana. Se encuestó a
un total de 32.605 personas. Se utilizó la metodología SIDUC (Sistema Interamericano de Datos
Uniformes sobre Consumo de Drogas), que ha sido aplicada y validada en otros países del continente.
Los principales resultados de este estudio son:
- En relación con el uso de sustancias ilícitas, los datos del estudio indican que el 13.0% de las personas
encuestadas ha usado alguna droga ilícita1 al menos una vez en su vida, un 19.9% de los hombres y el
6.5% de las mujeres.
- Entre los grupos de edad, el mayor consumo de marihuana se observa en los jóvenes de 18 a 24 años,
con un 8.2% de prevalencia, seguido por los grupos de adolescentes (4.3%) y jóvenes de 25 a 34 años
(3.8%). Aproximadamente el 62% de los consumidores de marihuana son personas que tienen entre 12 a
24 años y casi el 87% de los consumidores tienen menos de 34 años.
- La tasa más alta de consumo de cocaína se encuentra entre los jóvenes de 18 a 24 años, con casi el 2%
de prevalencia de último año, estimando unos 78 mil jóvenes en este consumo. El segundo grupo con
mayor consumo son los jóvenes de 25 a 34 años con un 1.1%.

Propuesta Metodológica
Teniendo en cuenta que los modelos metodológicos con respecto a la prevención del consumo de
sustancias psicoactivas que mayor efectividad han tenido son el Modelo Ecológico, el Modelo Holístico y
el Modelo de Fishbein y Ajzen 1975, cuyos componentes para tener en cuenta son:
Individuo – Sustancia Psicoactiva – Contexto
Traficante – Sustancia psicoactiva – Consumidor – Ambiente – Sociedad en relación de oferta y demanda
Conducta del Consumo – Actitud Frente a la Sustancia Psicoactiva – La relevancia del papel de la norma
subjetiva hacia el consumo en el Individuo
Se propone una metodología mixta entre estas tres, cuyos elementos y componentes de mayor relevancia
son:
Individuo y su contexto – Actitud frente a la Sustancia Psicoactiva – Sociedad en relación de oferta y
demanda (Mercado) – El individuo y la relevancia al papel de la norma subjetiva hacia el consumo
Por otra parte, se propone abordar el tema desde un programa de prevención del consumo de sustancias
psicoactivas y sus efectos en la salud y bienestar. Este programa de prevención contaría con unidades y
talleres compuestos que no transmiten y comparten el conocimiento y la información con los estudiantes,
sino con los padres de familia, pues es evidente que la percepción de la realidad del individuo se ve
condicionada por el contexto social del mismo. Además, comprender que las sustancias psicoactivas se
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pueden ver desde una perspectiva social en relación de oferta y demanda es esencial para influir
positivamente sobre los jóvenes.

Bibliográfia

Martin Torres Ortega, Gabriela Chávez Roldan. Metodología de acción para los Programas de Prevención
Social de Estados y Municipios de México. Secretaría de Gobernación e Instituto Mexicano de
Investigación de Familia y Población A.C. http://cesup.org/wp-content/uploads/2019/03/Proyectos-
Socioproductivos-11-05-2014.pdf

Marta Elena Navarro Vargas. Diseño Metodológico para la Prevención del Alcoholismo y la
Drogadicción en Adolescentes. V Congreso Nacional y II Internacional.
https://ccp.ucr.ac.cr/bvp/pdf/ciencias_sociales/cr-con-05-52.pdf

Chantal Ulloa Morales, Esperanza Castro Ramirez. Evaluación de un Programa de Prevencion del
Consumo de Drogas en Dos escuelas. Universidad de la Sabana.
https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4577/130862.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Ministerio de Justicia y del Derecho, Ministerio de Salud y Protección Social. Estudio Nacional de
Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia 2013.
https://www.unodc.org/documents/colombia/2014/Julio/Estudio_de_Consumo_UNODC.pdf

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