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Sentencia No.

Entidad Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil


Fecha 29 mayo 1991
Magistrado ponente ALBERTO OSPINA BOTERO
Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A.
Accionante(s)
“alcaldas”
Accionado(s) Banco Mercantil
Sentencia objeto de
Sentencia 3 de agosto de 1988
casación:
Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A.
Casación presentada por
“alcaldas”
 La sociedad Almacenes Generales de Depósito de
Caldas S.A. “alcaldas” emitió los bonos de prenda
No.00756 y 00758 en virtud de un contrato de
depósito celebrado con el señor FABIO TOBON
JARAMILLOS sobre DOS MIL QUINIENTOS
(2500) sacos de café de exportación “EXCELSO”.
 Mediante la expedición de dichos bonos de prenda,
ellos mismos fueron pignorados por el BANCO
MERCANTIL, en virtud de un crédito.
 Posteriormente el Banco Mercantil solicitó a la
sociedad “alcaldas”, la cancelación y/o protesto de
los bonos de prenda Nro.00756 y 00758, habiendo
obtenido el protesto bajo el siguiente argumento:
Hechos “protestamos el presente bono de prenda por no
existir provisión oportuna de fondos de acuerdo con
solicitud del acreedor prendario”.
 Finalmente, la sociedad Almacenes Generales de
Depósito de Caldas S.A. “alcaldas”, realizó remate
de la mercancía respecto de los bonos en mención
los cuales arrojaron un total de $22.790.000; que
luego de descontados los costos del remate,
quedaron con un saldo neto de $20.613.125.
 EL saldo final arrojado por el remate de la
mercancía fue sustancialmente inferior a los créditos
incorporados a los bonos, dejándolos de esta forma
insolutos “por la diferencia entre el valor en ellos
indicado y el total del abono efectuado”.

Casar la sentencia del 3 de agosto de 1988 pronunciada por


el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. En
Pretensiones virtud de violaciones a la ley sustancial puesto que El
almacén General de Depósito, no es parte en el bono de
prenda..
¿Pueden los almacenes Generales de Depósito, expedir y
Problema jurídico
ser parte en bonos de prenda?
Se realizaron cinco cargos enmarcados en la causal primera
de casación, pero solo se analiza el segundo por estar
llamado a prosperar.
Se le achaca al Tribunal violación directa, por aplicación
indebida, de los artículos 1494, 2341, 2342, 2343, y 2356
del C.C.; 34 de la ley 57 de 1887; 2do, 822, 1182, 1283,
757, 2033, segunda parte, del C de Co.; 7 y 25 de la ley
20/21 y 8 y 14 del decreto de estado de sitio 356 de 1957,
convertido en norma legal de fuerza permanente en virtud
del art.1 de la ley 141 de 1962; por falta de aplicación, de
los artículos 758, 759, 760 y 765 del C. de Co. E
interpretación errónea del art.2033
En resumen
o Que los almacenes de depósito no expiden bonos de
prenda en el sentido de hacer entrega simple al
depositante ya que los almacenes no son deudores ni
hacen parte del crédito incorporado.
Cargos o Los almacenes solo lo suscriben bonos para
identificarse como depositarios de la mercancía,
respondiendo únicamente de su existencia y
conservación en los términos generales de los
artículos 1171 y sgts del C. de Cio.
o Por la abolición del art 2033 del CCio, no pueden
descubrirse normas consagratorias de
responsabilidad de los Almacenes Generales de
Deposito como expedidores de bonos de prenda,
tampoco por la fijación del valor de las mercancías
en esto.
o La actual legislación no exige la inclusión del valor
de la mercancía en los bonos de prenda, sino
únicamente en el certificado de depósito.
o El tercero que negocia es el encargado de estimar la
suficiencia de la garantía, mas no al que entra a ser
acreedor en el crédito incorporado.
Oposición a los cargos La corte no comparte el criterio extremo de censura,
referente al Decreto 356 de 1957, pues según el
casacionista dicho decreto (artículo 8) abolió la legislación
anterior en punto al contrato de depósito en almacenes
generales y a títulos valores a que ese contrato da lugar, que
finalmente sirvió al tribunal para fundamentar la
responsabilidad atribuida a alcaldas. La razón por la cual la
corte no comparte es porque el decreto 357 de 1957 tuvo
como objetivo establecer el régimen de los almacenes
generales de depósito, señalando lo relativo a su
constitución y funciones, pero también otros temas tales
como la forma de cumplir con su objeto en general y en
casos especiales, su responsabilidad, aseguramiento de las
mercancías, expedición, vigilancia entre otros. La Corte
afirma que ninguna duda puede caber en el sentido de que
las reglas para determinar la forma en que los almacenes
deben desarrollar su objeto, el alcance de su
responsabilidad, los bienes que pueden adquirir, el
procedimiento a que deben sujetarse para la venta de las
mercaderías y el control al que están sometidas, forman
parte del régimen al que están sujetos, utilizado el término,
claro está, en el sentido amplio que le corresponde y no en
el restringido que le impone la censura.
En conclusión, los Almacenes Generales de Depósito están
autorizados para expedir dos lases de documentos:
Certificados de Depósito y Bonos de Prenda.
.
Subreglas no se citan precedentes entonces no hay subregla
El tribunal incurrió en violaciones a la ley sustancial
endilgadas. El almacén General de Depósito, ni expide ni es
parte en el bono de prenda, mal puede asumir obligación
Ratio deciden di
cambiaria, por lo cual su firma en el documento se deriva
exclusivamente de su condición de depositario de las
mercaderías gravadas con la prenda.
Decisión Casa la sentencia
Salvamentos de votos No aplica
Sentencia No.
Entidad Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil
Fecha Noviembre 28 de 1989
Magistrado ponente Doctor Rafael Romero Cierra
Accionante(s) Nación Colombiana
Accionado(s) Felipe Vélez Rueda
Sentencia objeto de
Sentencia 6 de mayo de 1987
casación:
Casación presentada por Nación Colombiana
Hechos  EL señor Vélez Rueda convocó a proceso ordinario de
mayor cuantía a "la Nación colombiana" y al Banco de la
República, con el fin de que se declarase que la Nación,
o en subsidio el Banco de la República, o, en últimas,
ambos, se enriquecieron sin justa causa a su costa.

 Lo anterior debido al no pago de los certificados de


cambio números 1279242 y 1279243 por la suma total
$2.514.651.90 "que era el valor que ellos tenían el 6 de
febrero de 1985, fecha de su vencimiento" y que como
consecuencia ocurrió dicho enriquecimiento injusto y el
correlativo empobrecimiento que padeció el señor Vélez
Rueda.

 Manifiesta el demandante que a la sazón el dólar se


cotizaba a $74.10, pero al momento de su vencimiento
dicha cotización ascendió a la suma de $117.16, y,
finalmente, al tiempo de la caducidad de ellos subió a
$121.28, al llevar al Banco de la República con el fin de
venderlos o cobrarlos, se dijo que habían caducado y
por lo tanto el Banco no podría comprarlos o pagarlos.

 El demandante solicita que se condene a quien resulte


ser el responsable, a la indemnización, o sea, al
reembolso del dinero incorporado en los títulos,
liquidados a la tasa de cambio vigente al momento del
vencimiento.

 Aduce que al ser rechazada la solicitud de compra de los


certificados por el Banco de la República con el
argumento de la caducidad de los certificados y por
consiguiente la pérdida del derecho en ellos
incorporados, ¡se está dando lugar a que opere e!
fenómeno de un enriquecimiento sin causa, en donde la
Nación colombiana o el Banco de la República o ambos,
se han enriquecido a costa de mi empobrecimiento, sin
que exista causa justa para ello.

 En representación de la Nación, el Procurador Primero


Regional de Medellín se opuso a las pretensiones
enfatizando que, como representante de la Nación, se
oponía a que se le condene, así sea en forma solidaria
con el Banco de la República puesto que esta entidad
tiene autonomía, patrimonio propio, personería jurídica
distinta de la Nación, y sus actos no pueden cobijarla
para responder con su propio patrimonio.

 El Banco demandado, por su parte, expresa que no se


enriqueció con motivo de la caducidad de los
certificados de cambio objeto del proceso y por lo tanto
no puede ser condenado a pagar suma alguna al
demandante,

 El banco formula que de conformidad con el Decreto


073 de 1983 y el contrato que a virtud del mismo
celebró el Gobierno Nacional con el Banco de la
República el 25 de abril del mismo año, "... uno de los
ingresos de la Cuenta Especial de Cambios es el
derivado de la inversión y manejo de las reservas
internacionales. Como los certificados de cambio, son
representativos de moneda extranjera, es decir,
reservas, los ingresos que se originan en la caducidad de
los mismos ingresa a la Cuenta Especial de Cambios, de
la cual el Banco es tan sólo su administrador y en
consecuencia su patrimonio no recibe incremento
alguno por este concepto'.

 El 3 de septiembre de 1986 advino la sentencia de


primera instancia, por medio de la cual el juzgado
absolvió a la Nación, pero declaró que "El Banco de la
República se ha enriquecido sin justa causa a costa del
actor", y, por consiguiente, lo condenó a pagarle los
certificados de cambio.

 Luego hubo apelación por el demandante y por el banco


demandado, a lo que el Tribunal decidió confirmar
aquella sentencia, pero con "las siguientes
modificaciones:
1. "La Nación queda obligada a pagar a la parte
actora los certificados de cambio número
1279243 por 8.023.23 dólares y el número
1279242 por 13.440.17 dólares, en pesos
colombianos, a la tasa de cambio más baja
vigente entre el momento de su creación y su
vencimiento.
2. "SE ABSUELVE al Banco de la República de los
cargos formulados en la demanda. "30. La
Nación deberá hacer el pago dentro del mes
siguiente a la ejecutoria de este fallo, junto con
los intereses compensatorios a la tasa ordenada
por el señor juez a quo. En caso de no hacer el
pago al mes siguiente a la ejecutoria de este
fallo correrán intereses de carácter moratoria.
3. Contra el fallo del ad quem, interpusieron
recurso de casación el demandante y la Nación,
pero sólo fue sustentado por la Nación y al
demandante se le declaró desierto por proveído
de 30 de octubre de 1987.
Casar la sentencia de mayo 6 de 1987

 examinar el recto entendimiento de la norma en


cuestión y, por lo mismo, cuál es la pertinencia de ella
respecto del caso que decidió.
Pretensiones
 Vigilar la razón por la cual el Banco no compró o no
pagó los susodichos certificados.
 Casar la sentencia y absolver de toda obligación de
pagar intereses remuneratorios.

¿es responsable La Nación o el banco de la República de pagar a


la parte actora los certificados de cambio, más intereses
Problema jurídico
remuneratorios?

Cargos La Nación enfila tres cargos, ubicados en el ámbito de la causal


primera de casación consagrada en el artículo 368 del Código de
Procedimiento Civil.

1. Solicita que se acuse la sentencia impugnada de


quebrantar el artículo 882 del Código de Comercio, por
interpretación errónea, y, consecuencialmente, los
artículos 831 y 884del mismo Código, y la primera frase
del artículo 23 del Decreto 444 de 1967, por aplicación
indebida, y los artículos 18, 19 y 23 (última frase) de
este Decreto y el 2° del Decreto 73 de 1983, por falta de
aplicación.
2. Atacase la sentencia del ad quem por considerar que
vulnera, por aplicación indebida, los artículos 831, 882 y
884 del Código de Comercio y 23 del Decreto 444 de
1967 -en su primera frase- y, por falta de aplicación, los
artículos 18; 19 Y23 -en su frase final-, del Decreto 444
de 1967 y 2° del Decreto 73 de 1983.
3. acusase la sentencia de ser violatoria del artículo 884
del-Código de Comercio, por interpretación errónea
Oposición a los cargos

1. si la censura considera que por no referirse el artículo


882 del Código de Comercio a todo tenedor sino al
acreedor en cuyo favor se entregó el título, no puede
haber incurrido el Tribunal en interpretación errónea de
dicho precepto, sino en aplicación indebida, pues es
claro que la impugnación pretende demostrar
justamente la impertinencia de tal texto legal en la
decisión del conflicto, o sea la disimilitud entre el hecho
hipotetizado por él y el deducido del asunto a que en
concreto se contrae el proceso. No puede tener en
cuenta los motivos de casación consistentes en
infracción de determinadas disposiciones sustanciales,
cuando el recurrente no expresa el concepto de la
violación o cuando expresando alguno, no acierta con el
que en realidad correspondía y debía invocar.
2. El Tribunal convino, sin discernimiento alguno, que
siendo los certificados de cambio exhibidos por el
demandante títulos valores, la pretensión de
enriquecimiento sin causa se abría paso, bajo la égida
del artículo 882 del Código de Comercio, pues
concurrían los presupuestos axiológicos de tal
pretensión. El Tribunal accedió a las pretensiones del
actor, bajo la consideración de que la negativa del
Banco de la República a comprar o pagar los certificados
de cambio relacionados en la demanda, luego de
transcurridos dos años desde la fecha de su expedición,
implicaba un enriquecimiento injustificado de aquella
entidad estatal, y que para impedirlo era procedente la
aplicación-del artículo 882 del Código de Comercio,
particularmente en su inciso final, en cuanto establece
que "... cuando ha caducado o prescrito un defecto de
comercio, el acreedor puede solicitar el pago del título
valor por la vía judicial, dentro del año siguiente al de la
caducidad o prescripción. En este caso hubo un
enriquecimiento en favor de quien estando obligado al
pago se vio exonerado por la prescripción o caducidad; y
el que debía recibir el pago, se empobreció, porque no
lo pudo obtener dada su extemporaneidad en
solicitarlo.

Subreglas no se citan precedentes no hay subregla


La razón de la decisión radica en la interpretación errónea hecha
por el ad quem del artículo 884 del código de Comercio, motivo
por el cual se condena a la Nación a pagar los intereses
Ratio deciden di
remuneratorios causados por el valor de los certificados de
cambio objeto de la controversia, durante el plazo antes
indicado.
Decisión Casa la sentencia
Salvamentos de votos No aplica

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