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El documento resume una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Colombia sobre una demanda presentada por Felipe Vélez Rueda contra la Nación Colombiana y el Banco de la República por el no pago de certificados de cambio. La Corte Suprema de Justicia determinó que la Nación Colombiana no se enriqueció injustamente y que no era responsable por el no pago de los certificados.
El documento resume una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Colombia sobre una demanda presentada por Felipe Vélez Rueda contra la Nación Colombiana y el Banco de la República por el no pago de certificados de cambio. La Corte Suprema de Justicia determinó que la Nación Colombiana no se enriqueció injustamente y que no era responsable por el no pago de los certificados.
El documento resume una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Colombia sobre una demanda presentada por Felipe Vélez Rueda contra la Nación Colombiana y el Banco de la República por el no pago de certificados de cambio. La Corte Suprema de Justicia determinó que la Nación Colombiana no se enriqueció injustamente y que no era responsable por el no pago de los certificados.
Entidad Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil
Fecha 29 mayo 1991 Magistrado ponente ALBERTO OSPINA BOTERO Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A. Accionante(s) “alcaldas” Accionado(s) Banco Mercantil Sentencia objeto de Sentencia 3 de agosto de 1988 casación: Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A. Casación presentada por “alcaldas” La sociedad Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A. “alcaldas” emitió los bonos de prenda No.00756 y 00758 en virtud de un contrato de depósito celebrado con el señor FABIO TOBON JARAMILLOS sobre DOS MIL QUINIENTOS (2500) sacos de café de exportación “EXCELSO”. Mediante la expedición de dichos bonos de prenda, ellos mismos fueron pignorados por el BANCO MERCANTIL, en virtud de un crédito. Posteriormente el Banco Mercantil solicitó a la sociedad “alcaldas”, la cancelación y/o protesto de los bonos de prenda Nro.00756 y 00758, habiendo obtenido el protesto bajo el siguiente argumento: Hechos “protestamos el presente bono de prenda por no existir provisión oportuna de fondos de acuerdo con solicitud del acreedor prendario”. Finalmente, la sociedad Almacenes Generales de Depósito de Caldas S.A. “alcaldas”, realizó remate de la mercancía respecto de los bonos en mención los cuales arrojaron un total de $22.790.000; que luego de descontados los costos del remate, quedaron con un saldo neto de $20.613.125. EL saldo final arrojado por el remate de la mercancía fue sustancialmente inferior a los créditos incorporados a los bonos, dejándolos de esta forma insolutos “por la diferencia entre el valor en ellos indicado y el total del abono efectuado”.
Casar la sentencia del 3 de agosto de 1988 pronunciada por
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. En Pretensiones virtud de violaciones a la ley sustancial puesto que El almacén General de Depósito, no es parte en el bono de prenda.. ¿Pueden los almacenes Generales de Depósito, expedir y Problema jurídico ser parte en bonos de prenda? Se realizaron cinco cargos enmarcados en la causal primera de casación, pero solo se analiza el segundo por estar llamado a prosperar. Se le achaca al Tribunal violación directa, por aplicación indebida, de los artículos 1494, 2341, 2342, 2343, y 2356 del C.C.; 34 de la ley 57 de 1887; 2do, 822, 1182, 1283, 757, 2033, segunda parte, del C de Co.; 7 y 25 de la ley 20/21 y 8 y 14 del decreto de estado de sitio 356 de 1957, convertido en norma legal de fuerza permanente en virtud del art.1 de la ley 141 de 1962; por falta de aplicación, de los artículos 758, 759, 760 y 765 del C. de Co. E interpretación errónea del art.2033 En resumen o Que los almacenes de depósito no expiden bonos de prenda en el sentido de hacer entrega simple al depositante ya que los almacenes no son deudores ni hacen parte del crédito incorporado. Cargos o Los almacenes solo lo suscriben bonos para identificarse como depositarios de la mercancía, respondiendo únicamente de su existencia y conservación en los términos generales de los artículos 1171 y sgts del C. de Cio. o Por la abolición del art 2033 del CCio, no pueden descubrirse normas consagratorias de responsabilidad de los Almacenes Generales de Deposito como expedidores de bonos de prenda, tampoco por la fijación del valor de las mercancías en esto. o La actual legislación no exige la inclusión del valor de la mercancía en los bonos de prenda, sino únicamente en el certificado de depósito. o El tercero que negocia es el encargado de estimar la suficiencia de la garantía, mas no al que entra a ser acreedor en el crédito incorporado. Oposición a los cargos La corte no comparte el criterio extremo de censura, referente al Decreto 356 de 1957, pues según el casacionista dicho decreto (artículo 8) abolió la legislación anterior en punto al contrato de depósito en almacenes generales y a títulos valores a que ese contrato da lugar, que finalmente sirvió al tribunal para fundamentar la responsabilidad atribuida a alcaldas. La razón por la cual la corte no comparte es porque el decreto 357 de 1957 tuvo como objetivo establecer el régimen de los almacenes generales de depósito, señalando lo relativo a su constitución y funciones, pero también otros temas tales como la forma de cumplir con su objeto en general y en casos especiales, su responsabilidad, aseguramiento de las mercancías, expedición, vigilancia entre otros. La Corte afirma que ninguna duda puede caber en el sentido de que las reglas para determinar la forma en que los almacenes deben desarrollar su objeto, el alcance de su responsabilidad, los bienes que pueden adquirir, el procedimiento a que deben sujetarse para la venta de las mercaderías y el control al que están sometidas, forman parte del régimen al que están sujetos, utilizado el término, claro está, en el sentido amplio que le corresponde y no en el restringido que le impone la censura. En conclusión, los Almacenes Generales de Depósito están autorizados para expedir dos lases de documentos: Certificados de Depósito y Bonos de Prenda. . Subreglas no se citan precedentes entonces no hay subregla El tribunal incurrió en violaciones a la ley sustancial endilgadas. El almacén General de Depósito, ni expide ni es parte en el bono de prenda, mal puede asumir obligación Ratio deciden di cambiaria, por lo cual su firma en el documento se deriva exclusivamente de su condición de depositario de las mercaderías gravadas con la prenda. Decisión Casa la sentencia Salvamentos de votos No aplica Sentencia No. Entidad Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil Fecha Noviembre 28 de 1989 Magistrado ponente Doctor Rafael Romero Cierra Accionante(s) Nación Colombiana Accionado(s) Felipe Vélez Rueda Sentencia objeto de Sentencia 6 de mayo de 1987 casación: Casación presentada por Nación Colombiana Hechos EL señor Vélez Rueda convocó a proceso ordinario de mayor cuantía a "la Nación colombiana" y al Banco de la República, con el fin de que se declarase que la Nación, o en subsidio el Banco de la República, o, en últimas, ambos, se enriquecieron sin justa causa a su costa.
Lo anterior debido al no pago de los certificados de
cambio números 1279242 y 1279243 por la suma total $2.514.651.90 "que era el valor que ellos tenían el 6 de febrero de 1985, fecha de su vencimiento" y que como consecuencia ocurrió dicho enriquecimiento injusto y el correlativo empobrecimiento que padeció el señor Vélez Rueda.
Manifiesta el demandante que a la sazón el dólar se
cotizaba a $74.10, pero al momento de su vencimiento dicha cotización ascendió a la suma de $117.16, y, finalmente, al tiempo de la caducidad de ellos subió a $121.28, al llevar al Banco de la República con el fin de venderlos o cobrarlos, se dijo que habían caducado y por lo tanto el Banco no podría comprarlos o pagarlos.
El demandante solicita que se condene a quien resulte
ser el responsable, a la indemnización, o sea, al reembolso del dinero incorporado en los títulos, liquidados a la tasa de cambio vigente al momento del vencimiento.
Aduce que al ser rechazada la solicitud de compra de los
certificados por el Banco de la República con el argumento de la caducidad de los certificados y por consiguiente la pérdida del derecho en ellos incorporados, ¡se está dando lugar a que opere e! fenómeno de un enriquecimiento sin causa, en donde la Nación colombiana o el Banco de la República o ambos, se han enriquecido a costa de mi empobrecimiento, sin que exista causa justa para ello.
En representación de la Nación, el Procurador Primero
Regional de Medellín se opuso a las pretensiones enfatizando que, como representante de la Nación, se oponía a que se le condene, así sea en forma solidaria con el Banco de la República puesto que esta entidad tiene autonomía, patrimonio propio, personería jurídica distinta de la Nación, y sus actos no pueden cobijarla para responder con su propio patrimonio.
El Banco demandado, por su parte, expresa que no se
enriqueció con motivo de la caducidad de los certificados de cambio objeto del proceso y por lo tanto no puede ser condenado a pagar suma alguna al demandante,
El banco formula que de conformidad con el Decreto
073 de 1983 y el contrato que a virtud del mismo celebró el Gobierno Nacional con el Banco de la República el 25 de abril del mismo año, "... uno de los ingresos de la Cuenta Especial de Cambios es el derivado de la inversión y manejo de las reservas internacionales. Como los certificados de cambio, son representativos de moneda extranjera, es decir, reservas, los ingresos que se originan en la caducidad de los mismos ingresa a la Cuenta Especial de Cambios, de la cual el Banco es tan sólo su administrador y en consecuencia su patrimonio no recibe incremento alguno por este concepto'.
El 3 de septiembre de 1986 advino la sentencia de
primera instancia, por medio de la cual el juzgado absolvió a la Nación, pero declaró que "El Banco de la República se ha enriquecido sin justa causa a costa del actor", y, por consiguiente, lo condenó a pagarle los certificados de cambio.
Luego hubo apelación por el demandante y por el banco
demandado, a lo que el Tribunal decidió confirmar aquella sentencia, pero con "las siguientes modificaciones: 1. "La Nación queda obligada a pagar a la parte actora los certificados de cambio número 1279243 por 8.023.23 dólares y el número 1279242 por 13.440.17 dólares, en pesos colombianos, a la tasa de cambio más baja vigente entre el momento de su creación y su vencimiento. 2. "SE ABSUELVE al Banco de la República de los cargos formulados en la demanda. "30. La Nación deberá hacer el pago dentro del mes siguiente a la ejecutoria de este fallo, junto con los intereses compensatorios a la tasa ordenada por el señor juez a quo. En caso de no hacer el pago al mes siguiente a la ejecutoria de este fallo correrán intereses de carácter moratoria. 3. Contra el fallo del ad quem, interpusieron recurso de casación el demandante y la Nación, pero sólo fue sustentado por la Nación y al demandante se le declaró desierto por proveído de 30 de octubre de 1987. Casar la sentencia de mayo 6 de 1987
examinar el recto entendimiento de la norma en
cuestión y, por lo mismo, cuál es la pertinencia de ella respecto del caso que decidió. Pretensiones Vigilar la razón por la cual el Banco no compró o no pagó los susodichos certificados. Casar la sentencia y absolver de toda obligación de pagar intereses remuneratorios.
¿es responsable La Nación o el banco de la República de pagar a
la parte actora los certificados de cambio, más intereses Problema jurídico remuneratorios?
Cargos La Nación enfila tres cargos, ubicados en el ámbito de la causal
primera de casación consagrada en el artículo 368 del Código de Procedimiento Civil.
1. Solicita que se acuse la sentencia impugnada de
quebrantar el artículo 882 del Código de Comercio, por interpretación errónea, y, consecuencialmente, los artículos 831 y 884del mismo Código, y la primera frase del artículo 23 del Decreto 444 de 1967, por aplicación indebida, y los artículos 18, 19 y 23 (última frase) de este Decreto y el 2° del Decreto 73 de 1983, por falta de aplicación. 2. Atacase la sentencia del ad quem por considerar que vulnera, por aplicación indebida, los artículos 831, 882 y 884 del Código de Comercio y 23 del Decreto 444 de 1967 -en su primera frase- y, por falta de aplicación, los artículos 18; 19 Y23 -en su frase final-, del Decreto 444 de 1967 y 2° del Decreto 73 de 1983. 3. acusase la sentencia de ser violatoria del artículo 884 del-Código de Comercio, por interpretación errónea Oposición a los cargos
1. si la censura considera que por no referirse el artículo
882 del Código de Comercio a todo tenedor sino al acreedor en cuyo favor se entregó el título, no puede haber incurrido el Tribunal en interpretación errónea de dicho precepto, sino en aplicación indebida, pues es claro que la impugnación pretende demostrar justamente la impertinencia de tal texto legal en la decisión del conflicto, o sea la disimilitud entre el hecho hipotetizado por él y el deducido del asunto a que en concreto se contrae el proceso. No puede tener en cuenta los motivos de casación consistentes en infracción de determinadas disposiciones sustanciales, cuando el recurrente no expresa el concepto de la violación o cuando expresando alguno, no acierta con el que en realidad correspondía y debía invocar. 2. El Tribunal convino, sin discernimiento alguno, que siendo los certificados de cambio exhibidos por el demandante títulos valores, la pretensión de enriquecimiento sin causa se abría paso, bajo la égida del artículo 882 del Código de Comercio, pues concurrían los presupuestos axiológicos de tal pretensión. El Tribunal accedió a las pretensiones del actor, bajo la consideración de que la negativa del Banco de la República a comprar o pagar los certificados de cambio relacionados en la demanda, luego de transcurridos dos años desde la fecha de su expedición, implicaba un enriquecimiento injustificado de aquella entidad estatal, y que para impedirlo era procedente la aplicación-del artículo 882 del Código de Comercio, particularmente en su inciso final, en cuanto establece que "... cuando ha caducado o prescrito un defecto de comercio, el acreedor puede solicitar el pago del título valor por la vía judicial, dentro del año siguiente al de la caducidad o prescripción. En este caso hubo un enriquecimiento en favor de quien estando obligado al pago se vio exonerado por la prescripción o caducidad; y el que debía recibir el pago, se empobreció, porque no lo pudo obtener dada su extemporaneidad en solicitarlo.
Subreglas no se citan precedentes no hay subregla
La razón de la decisión radica en la interpretación errónea hecha por el ad quem del artículo 884 del código de Comercio, motivo por el cual se condena a la Nación a pagar los intereses Ratio deciden di remuneratorios causados por el valor de los certificados de cambio objeto de la controversia, durante el plazo antes indicado. Decisión Casa la sentencia Salvamentos de votos No aplica
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