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María Alejandra Santana González 2018-2154

Bioseguridad en Odontología

La Odontología, dentro del marco de las Ciencias de la Salud, es considerada una


profesión de alto riesgo por las características de los actos que diariamente
afronta, ya que los odontólogos se hallan expuestos a una gran variedad de
microorganismos que pueden estar en la sangre y saliva de los pacientes. El
estudio de la Bioseguridad en el campo de la Odontología tiene una particular
relevancia por consistir su práctica en una actividad sensible a múltiples cuidados
referidos no sólo a la salud bucal, sino a la salud general de los individuos. Tanto
el equipo de Salud, que presta la atención odontológica, como el paciente, están
expuestos a una variedad de microorganismos, por la naturaleza de las
interacciones, al producirse un contacto directo o indirecto con los fluidos
corporales, el instrumental, el equipo y las superficies contaminadas. El manejo
del equipo e instrumental empleado en la clínica odontológica constituye un
factor de riesgo, por lo tanto en esta profesión deben cumplirse con los mismos
métodos de esterilización y asepsia que para con los instrumentos de uso médico
Desde una concepción holística consideramos la Bioseguridad como el conjunto
de normas (entendiéndose como una doctrina de comportamiento encaminada a
lograr actitudes y conductas que disminuyan el riesgo de adquirir infecciones
accidentales), diseñadas para la protección del hombre, la comunidad y el medio
ambiente del contacto accidental con agentes que son potencialmente nocivos
(patógenos biológicos, agentes químicos y físicos)

La bioseguridad se establece gracias a una esterilidad, una desinfección y unas


medidas de protección.
Los materiales se clasifican en tres categorías, según el riesgo que presente
cada uno.
Materiales críticos

Las materiales críticos son aquellas que tienen más contacto con las secreciones
que pueden causar enfermedades. Generalmente, estos son los lugares de la
clínica donde se realiza la atención directa al cliente, como el quirófano y la propia
sala de servicio.
También puede incluir el sector de esterilización, que tiene contacto con los
equipos utilizados durante el servicio.
Otros lugares a los que tienen acceso los pacientes, como el baño e incluso la
recepción, pueden considerarse áreas críticas y deben recibir una limpieza y
desinfección constante.

Los materiales semicriticos son aquellos que no penetran en los tejidos dentales
y no están en contacto con la sangre pero tocan las mucosas y la saliva del
paciente. Se encuentran en este grupo las piezas de mano, turbinas dental;
micromotores, eyectores de saliva, fresas de alta y baja velocidad.
Materiales no criticos
La silla de tratamiento
Los botones de ajuste y demás de la silla odontológica
Lámpara del sillón
Saliveros
Registros de mordidas
Esterilización

La esterilización es un procedimiento mediante el cual se destruye toda forma de


vida microbiana incluyendo las esporas, las bacterias, los virus y los protozoos.
Antes de realizar la esterilización, los instrumentos deben ser muy bien lavados,
secados y embolsados. La esterilización en la actualidad se consigue gracias a
varios métodos de esterilización, entre los cuales se destacan los siguientes:

Calor húmedo: autoclave. Consiste en vapor saturado a bajo presión y a altas


temperaturas. La norma establece una temperatura de 121ºC a una presión de 1
atm durante 20 minutos.
Calor seco: horno esterilizador. Gracias a un procedimiento de 180ºC durante 30
minutos se esteriliza todo el material.

Desinfección
La desinfección es la disminución o reducción de microorganismos patógenos en
un área. La desinfección se consigue gracias al uso de agentes químicos como
puede ser el glutaraldehido al 2%, para desinfectar el área de trabajo
odontológico. Los desinfectantes de clasifican en alto, intermedio y bajo nivel, y
siempre se debe utilizar un agente de desinfección de alto nivel, como el
glutaraldehido al 2%.

Las medidas de protección son claves para establecer una alta bioseguridad.
Estas medidas de protección son: el uso de guantes, de mascarilla facial y gafas de
protección, junto con un vestuario, todos ellos apropiados para cada
intervención. Otras medidas de protección incluyen eliminar todo el instrumento
cortante y punzante con seguridad, y proteger y deinfectar las superficies entre
paciente y paciente.

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