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Los síntomas del centralismo

Pocos saben que a inicios del siglo XX, “en el Cusco los indigenistas liderados
por el historiador y antropólogo moqueguano Luis E. Valcárcel empiezan a
asumir (la descentralización) como una de sus banderas. Luego, un puneño
ilustre, el geógrafo Emilio Romero, propondrá elevar a nivel de norma
constitucional la descentralización del país”. El diplomático e historiador
arequipeño Víctor Andrés Belaunde asume y apoya esta iniciativa en el
Congreso Constituyente de 1933.

En la década del 20, dos grandes figuras intelectuales y políticas –José Carlos
Mariátegui (Moquegua) y Víctor Raúl Haya de la Torre (Trujillo)–, cuestionan
el histórico centralismo limeño en el Perú, coincidiendo en un cambio de
paradigma para impulsar el desarrollo nacional y establecer verdadera justicia
social a través de la descentralización como una política democratizadora e
inclusiva mediante la redistribución espacial del poder, la riqueza pública y la
reformulación de la demarcación política.

El Amauta sostenía que “los partidos y los caudillos han adoptado varias veces,
por oportunismo, la tesis de la descentralización. Pero, cuando han intentado
aplicarla, no han sabido ni han podido moverse fuera de la práctica centralista”.
El historiador tacneño Jorge Basadre se suma al debate y plantea que el
regionalismo debe ir más allá de la política y debe considerar aspectos
socioeconómicos y ambientales. Esto sucedió hace un siglo y sigue vigente.

Recuerdo estos pasajes históricos subrayando la procedencia de estos


importantes personajes que marcaron nuestra historia, porque todos ellos
(excepto Haya de La Torre) pertenecían al sur del país y vivieron en carne
propia el abandono del Estado y el casi nulo desarrollo de regiones habitadas
por costeños, quechuas y aimaras, estas dos últimas, poblaciones que vivieron
épocas de esplendor con el Cusco como capital del imperio inca y Tiahuanaco,
civilización que se extendió por Bolivia, Chile, Argentina y el suroeste del Perú.

Hoy, esta zona del país es el foco de una convulsión social que reclama mayor
preocupación y atención pública por parte del Estado, problema gubernamental
que data de inicios de la República y que se expresa en un desarrollo amorfo,
pobreza aguda, múltiples carencias sociales y serios atentados
medioambientales y culturales.
Lima sigue concentrando el poder político, económico, financiero, social y
cultural, en desmedro del interior del país. Los esfuerzos de descentralización
son insuficientes debido a viejas estructuras en la arquitectura societal peruana,
una lenta modernización del Estado, precario estamento político, amorfo
crecimiento económico, inmensas brechas sociales, corrupción y marginación
étnico-social, condiciones que necesitan urgente reformas. Son necesarios
voluntad política, diálogo, inclusión social y el debate de nuevas alternativas de
gobierno para el desarrollo integral, armónico y sostenible del país, acorde con
las grandes necesidades nacionales y los retos de la globalización.

El Diario Oficial El Peruano no se solidariza necesariamente con las opiniones


vertidas en esta sección. Los artículos firmados son responsabilidad de sus
autores.
La investigación y el desarrollo del país

De acuerdo con el Banco Mundial, la inversión en ciencia y tecnología en el


Perú equivalió en el 2020 al 0.17% de su PBI, el cual asciende a 223,300
millones de dólares. Israel, un país con un poco más de 9 millones de habitantes
tiene una inversión del 5.44% de su PBI, que equivale a 488,500 millones de
dólares.

Si vemos la realidad latinoamericana, encontraremos que Colombia (51.52


millones de habitantes) invierte en ciencia y tecnología el 0.29% del total de su
PBI, que es de 314,500 millones de dólares, es además miembro de la Alianza
del Pacífico por sus indicadores económicos, entre los que se incluye esta
inversión. Ecuador, un país con menos población (17 millones) y menos PBI
(106,000 millones de dólares), tiene una inversión del 4.2%, lo cual se
manifiesta en el incremento porcentual de la producción científica del país y,
por ende, en capacidad de transmitir adecuadamente teorías, prácticas y
soluciones a la industria y entidades gubernamentales.

La investigación aplicada cumple un papel clave en llevar la innovación al


mercado, mientras que la investigación básica amplía la base de conocimientos
necesaria para lograr avances científicos. Un buen ejemplo es la vacuna del
covid-19, que no solo ha salvado millones de vidas, sino que también ha
acelerado la reapertura de muchas economías, inyectándoles millones de
dólares. Al igual que con otras innovaciones, se han utilizado años de
conocimiento en varios campos para desarrollar vacunas de tercera generación
(ARNm).
La investigación básica se puede combinar y aplicar en todos los campos de
manera efectiva y rentable. Philip Barret y sus colegas del FMI afirman que un
incremento sostenido del 10% en el stock nacional de investigación básica
puede aumentar la productividad en un 0.3%, es probable que el impacto en los
mercados emergentes y las economías en desarrollo, como la nuestra, sea
mucho mayor. Las innovaciones originadas desde la ciencia básica deben pasar
por el proceso de aplicabilidad (investigación aplicada) y posteriormente de
transferencia tecnológica. En este punto es muy importante contar con estímulos
tributarios, con los que las universidades y sus socios puedan generar joint
ventures y spin offs, así como ampliar la base de fondos concursables, la cual a
la fecha es muy limitada (por la escasa inversión en ciencia y tecnología).

Parte importante del papel de una universidad es transmitir el conocimiento que


ella genera, ya sea en forma de patentes, transferencias tecnológicas,
invenciones, artículos y mediante una constante promoción de la divulgación
científica. Todo aquello tiene incidencia directa en la mejora de la calidad de
vida de los ciudadanos y en el desarrollo de l país, es muy importante aumentar
la inversión en ciencia y tecnología y fortalecer la relación entre Estado,
industria y academia.

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Ocho de cada 10 viviendas en el Perú


son producto de la autoconstrucción
El 95% de las habilitaciones urbanas en el Perú son informales y el 80%
de las viviendas son producto de la autoconstrucción, advierte la
Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios.

Según indican, el hecho de que ocho de cada 10 viviendas en el país


hayan sido autoconstruidas genera que muchas de ellas sean
vulnerables a los desastres naturales.

Con esta falta de planificación territorial se deja en evidencia la forma en


que se permite la construcción en zonas de riesgo, así como la falta de
una implementación de drenajes fluviales, dejando a miles de
damnificados y pérdidas económicas.

El gremio advierte que esta situación es producto de una mala gestión


de las autoridades que han optado por apoyar la formalización de
grandes extensiones de terrenos informales o que han sido tomados por
los traficantes de terrenos.

"Es necesario que las autoridades impulsen el mercado formal de


habilitaciones urbanas y de viviendas. De esta manera, podremos
asegurar que las familias no se expongan al peligro de vivir en zonas
inseguras, que se encuentran a merced de acontecimiento como
estamos sufriendo en la actualidad", comentó Antonio Amico, presidente
de ADI Perú.

Además, señalan que no se han enfocado correctamente los proyectos


de vivienda por parte de los últimos gobiernos.

"Lo que se aprecia es que se considera que los programas de subsidio


a la vivienda son un gasto, mientras deberían considerarlo como una
inversión fundamental. El Tesoro Público recupera 2.8 veces lo
invertido en el subsidio del Programa MiVivienda, además otorga un
espacio de calidad a millones de peruanos", agregaron.

La asociación también señala que se invierten en promedio más de S/ 1


mil millones anuales en las urbanizaciones informales para la instalación
de agua y alcantarillado y les toma un promedio de 10.5 años obtener
las conexiones de agua y saneamiento.

Infraestructura y progreso
La programación de la inversión, de la cartera diversificada de proyectos del

EESI, está conformada por 123 proyectos de los sectores transportes,

comunicaciones, saneamiento.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe


(Cepal), la provisión eficiente de los servicios de infraestructura es uno de los
aspectos más importantes de las políticas de desarrollo, especialmente en
aquellos países que han orientado su crecimiento hacia el exterior.

La ausencia de una infraestructura adecuada, así como la provisión ineficiente


de servicios de estas estructuras, constituyen obstáculos de primer orden para la
implementación eficaz de políticas de desarrollo y la obtención de tasas de
crecimiento económico que superen los promedios internacionales.

Por diversas razones, agrega la División de Recursos Naturales e Infraestructura


de esta entidad multilateral, los países requieren ampliar y modernizar su
infraestructura básica según los estándares tecnológicos internacionales, lograr
niveles máximos de cobertura del territorio nacional y satisfacer con eficacia las
necesidades de servicios de infraestructura de los agentes económicos y las
personas.

El país tiene el objetivo de conseguir el desarrollo, competitivo y sostenible,


además urge mejorar la calidad de vida de la población, con visión social y
descentralista; al mismo tiempo, avanzar en el cierre de brechas de
infraestructura y potenciar todas nuestras capacidades productivas.

Con la finalidad de que el crecimiento económico sea mayor y se sostenga en el


tiempo, necesitamos fortalecer las bases y estructuras físicas del país. Son
claves la inversión, la innovación, el emprendimiento y la productividad.

Por ello, se habilitó el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad


del Perú, una herramienta fundamental que nos permitirá asegurar el
crecimiento, el progreso y el bienestar de los peruanos con una visión de corto,
mediano y largo plazo.

A mediados de la presente semana, el Ministerio de Economía y Finanzas


(MEF) anunció que la inversión programada para el presente año, de la cartera
conformada por los principales proyectos de los diferentes sectores del país,
supera en 13% a lo ejecutado en el 2022.

La programación de la inversión de la cartera diversificada de proyectos del


Equipo Especializado de Seguimiento de la Inversión (EESI), conformada por
123 proyectos de los sectores transportes, comunicaciones, saneamiento,
electricidad, hidrocarburos, minero, entre otros, en conjunto superan los 68,000
millones de dólares, 28% del producto bruto interno (PBI) del 2022.

En opinión del titular del MEF, Alex Contreras, la mayor inversión programada
configura una senda positiva de recuperación para la inversión en los próximos
trimestres, que contribuirá a reactivar la economía del país.

Esto significa un esfuerzo del Estado peruano por definir una visión y objetivos,
priorizar proyectos y articular las inversiones para potenciar el crecimiento, la
competitividad y el desarrollo en el país desde una perspectiva sectorial y
territorial.

Ministerio de Vivienda busca promover la


planificación urbana

De manera efectiva en el territorio del país


El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), indicó
hoy que somete a consulta pública, la prepublicación del Proyecto de
Ficha de Homologación del "Servicio de Consultoría para la
Elaboración de Planes de Acondicionamiento Territorial (PAT)”.

La finalidad es promover una planificación urbana y territorial


efectiva y transparente, el crecimiento ordenado de nuestras
ciudades y promover recursos de inversión para las provincias a nivel
nacional.
En tal sentido, el MVCS, como ente rector en las materias de vivienda,
construcción, saneamiento, urbanismo y desarrollo urbano; busca
uniformizar los requerimientos, características técnicas, requisitos de
calificación y las condiciones de ejecución para la contratación del
servicio de consultoría encargada en la elaboración del PAT en el
territorio nacional.

El PAT es producto de un proceso que realiza la municipalidad


provincial para orientar y regular la organización físico – espacial de
una provincia, cuenca o litoral a fin de lograr una adecuada ocupación
del territorio mediante el aprovechamiento sostenible de los recursos,
así como la conservación, protección del patrimonio natural y cultural.

Asimismo, el PAT orienta y promueve la inversión en los ámbitos


urbano y rural, la ocupación y uso planificado del territorio para lograr
el mejoramiento de los niveles y calidad de vida de la población.

Estas acciones responden a que más del 40 % de la población urbana


vive en suburbios, asentamientos informales o viviendas
inadecuadas; más del 50 % de las familias urbanas pertenecen a los
niveles socioeconómicos C, D y E y no acceden a servicios de
infraestructura urbana. Incluso, más del 80 % de los gobiernos locales
(provinciales y distritales) no tienen planes urbanos ni territoriales.

Documentos pre publicados

Los documentos pre publicados forman parte del proceso de


homologación con la finalidad de facilitar a las municipalidades
provinciales, los procedimientos de contratación y estandarizar las
características técnicas que los postores requieren para elaborar el
PAT, reduciendo tiempos y mejorando de manera oportuna el acceso
de estos servicios, a cargo del MVCS, con el acompañamiento técnico
de la Central de Compras Públicas (Perú Compras).

Como parte de este proceso de consulta pública, los comentarios del


público interesado se mantendrán en los portales del MVCS, SEACE y
PERU COMPRAS hasta el 27 de enero del año en curso.

¿Por qué unas ciudades


perduran y otras no?
Hay ciudades que no duran más de uno o dos siglos, o incluso
menos. Otras sobrepasan los mil años y en algunos casos siguen
existiendo y en pleno esplendor hoy en día. ¿Qué diferencias
determinan que unas perduren y otras no? ¿Son diferencias
exclusivamente ambientales?

Para examinar la sostenibilidad de una ciudad en el pasado, la


mayoría de las investigaciones se basan en buscar correlaciones
entre desastres climáticos o medioambientales concretos y la
conducta de la población cuando tales desastres ocurren. Este
enfoque tiene su lógica, pero muchas veces es difícil saber si la
cronología es fiable. Esos estudios suelen hacer hincapié en la
correlación entre crisis medioambiental y colapso social, sin tener
en cuenta cómo otras ciudades superaron con éxito los mismos
retos medioambientales y continuaron siendo importantes centros
de población.

Por otra parte, a menudo no quedan registros históricos claros que


expliquen el motivo de que una ciudad se despueble y otra se
mantenga poblada. Debido a ello, los arqueólogos deben obtener
indicios a partir de los restos de las ciudades y buscar patrones que
ayuden a explicar por qué ciertos lugares conservaron su
importancia durante más tiempo que otros.

En un nuevo estudio, el equipo de Gary Feinman, conservador de


antropología en el Museo Field de Chicago en Estados Unidos,
examinó 24 antiguas ciudades en lo que hoy es México y descubrió
que las ciudades que duraron más tiempo mostraban indicios de
formas colectivas de gobierno, inversiones en infraestructuras y
cooperación entre hogares.
Concretamente, Feinman y sus colegas descubrieron que entre las
24 antiguas ciudades que analizaron, las que tenían un modo más
colectivo de gobierno tendían a perdurar más tiempo que las
ciudades gobernadas autocráticamente, a veces con diferencias de
hasta mil años.

Sin embargo, incluso entre las ciudades que aparentemente estaban


gobernadas de manera colectiva y con eficiencia, algunas de ellas
duraron mucho más tiempo que otras. Los autores del estudio han
determinado que esta mayor perdurabilidad tiende a darse en
ciudades en las que se han venido invirtiendo muchos esfuerzos en
crear y mantener infraestructuras y en realizar otras inversiones
colectivas que ayudasen a lograr una organización más eficiente del
espacio y una mejor protección de la ciudad frente a peligros futuros
que amenazasen su viabilidad como urbe.

Por ejemplo, los esfuerzos tempranos para construir áreas


residenciales densas e interconectadas y la construcción de una
gran plaza abierta en el centro fueron dos de los factores que,
según Feinman y sus colegas, contribuyeron a una mayor
sostenibilidad e importancia de las primeras ciudades.

Por tanto, no se trata tan solo de que una ciudad se despueble


porque la zona donde está se vuelva demasiado árida o sufra otros
problemas ambientales o de recursos naturales que la hagan
inhóspita. La política también puede ser un factor determinante. E
incluso puede influir en la gestión de tales recursos y hasta en otros
aspectos ambientales.
El estudio se titula “Sustainability and duration of early central
places in prehispanic Mesoamerica“. Y se ha publicado en la revista
académica Frontiers in Ecology and Evolution. (Fuente: NCYT de
Amazings)

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