Facultad: Derecho y ciencias políticas Licenciatura: En Derecho Resumen El no desarrollo y supervivencia Integrantes: Marilín Ortega 12-715-264 Vladimir Urriola 9-765-1409 Joel Acosta 9-734-723 Leydis Madrid 9-719-1778 Fecha de entrega: 2/2/24 En el artículo "No Desarrollo y Supervivencia en el Siglo XXI" de Oswaldo de Rivero, se examinan Informes de Desarrollo Humano y del Banco Mundial entre 1975 y 2003, abarcando 124 países en desarrollo. Los resultados muestran que la renta per cápita en 69 países no creció, siendo cero o negativa en muchos casos en ese periodo, mientras que en otros 37 solo creció un 1%, insuficiente para combatir la pobreza y solo cuatro países (Chile, Tailandia, Indonesia y Malasia) registraron un crecimiento del 4%, considerado mínimo para superar la pobreza. Finalmente, se nota que, en estos 28 años, solo cuatro países: Corea del Sur, Taiwán, Singapur y China lograron un crecimiento sostenido del 6% y 7%, lo suficiente para reducir la pobreza. El autor destaca que, según informes de las Naciones Unidas, la desigualdad social ha aumentado en los países subdesarrollados, y en muchos países africanos, asiáticos y latinoamericanos, el tejido social se está desintegrando, con más de 55 grupos armados y 33 guerras civiles en curso. Rivero argumenta que el desarrollo ha sido un mito persistente en la segunda mitad del siglo XX. A pesar de diversos intentos y enfoques, el desarrollo económico y social no ha sido alcanzado por la mayoría de los países en desarrollo. Señala que el mito del desarrollo se basa en la ideología del progreso occidental, que surgió en el Siglo de las Luces y se fortaleció con la revolución industrial. La ideología del progreso material, según el autor, ha sido promovida por pensadores como Adam Smith, que describía las etapas necesarias para lograr la riqueza de las naciones. Explicaba cómo las sociedades cazadoras y recolectoras podían evolucionar hacia sociedades pastorales y agrícolas, para terminar como sociedades manufactureras y mercantiles. Karl Marx, otro gran ideólogo del logro de la felicidad de la humanidad a través del progreso material, pensaba también que el progreso material de la humanidad se va logrando por el paso del feudalismo al capitalismo, y luego por el paso del capitalismo al comunismo, con lo cual termina la historia y nace la felicidad perpetua. Uno de los grandes propulsores modernos del mito del desarrollo fue el profesor Walter Rostow del Instituto Tecnológico de Massachussets, quien en 1960 fascinó a todas las tecnocracias con su famosa obra sobre las etapas del crecimiento económico. Según Rostov, los países evolucionan de una sociedad tradicional a las etapas de acumulación y despegue, hasta llegar a la etapa final del gran consumo en masa, que no es otra cosa que el desarrollo que han limitado la capacidad de estos países para implementar políticas adecuadas y crear valor agregado en sus economías. En muchos casos, las políticas adoptadas han estado enfocadas en el corto plazo y han favorecido a grupos de poder corruptos en lugar de promover el desarrollo sostenible y equitativo. Además, la falta de inversión en educación y desarrollo humano ha limitado la capacidad de estos países para innovar y adoptar tecnologías avanzadas. La falta de infraestructura adecuada también ha obstaculizado el crecimiento económico y la creación de empleos de calidad. Por otro lado, el crecimiento poblacional desmedido y la sobreexplotación de los recursos naturales han llevado a problemas ambientales y agotamiento de los recursos, lo que ha agravado la inviabilidad económica de muchos países. En términos políticos, la falta de estabilidad y gobernabilidad ha generado inestabilidad social y conflictos internos, lo que ha llevado al colapso de muchas economías nacionales. La corrupción y el nepotismo también han contribuido a mantener a estos países en un estado de subdesarrollo. El no-desarrollo se ve influenciado por varios factores estructurales, entre ellos le des proletarización de la producción, la desmaterialización de la producción y la cultura científica en ciertos países en desarrollo. 1. Des proletarización de la Producción: La revolución tecnológica ha llevado a una disminución en la utilización de mano de obra por unidad industrial producida y servicios prestados. Las grandes ciudades proletarias están siendo reemplazadas por fábricas más pequeñas llenas de software y automatización, junto con el outsourcing de proveedores que utilizan trabajo temporal y menos trabajadores. La automatización y la computadora están eliminando obreros y burocracia, lo que permite que la economía crezca sin necesariamente crear más trabajo. 2. Desmaterialización de la Producción: Hoy en día se utiliza menos materia prima por unidad industrial fabricada, lo que ha llevado a la emancipación de la economía industrial de su dependencia de los recursos naturales. Países como Suiza, que carecen de recursos naturales, exportan más que países con abundantes recursos naturales, debido a su enfoque en exportar materia gris, contenida en el alto contenido tecnológico de sus manufacturas y la eficiencia de sus servicios. 3. Cultura A-científica: En muchos países en desarrollo, hay una falta de empleo de la investigación científica y tecnológica en la producción. Estas sociedades no se nutren de la investigación en ciencias naturales, biológicas, químicas, físicas, bioquímicas y matemáticas, y gran parte del discurso académico se centra en aspectos históricos y jurídicos. Estos factores estructurales están contribuyendo a la creación de una sociedad planetaria dual, con una minoría dedicada a actividades intelectuales desmaterializadas, tecnología y servicios, y una mayoría de personas y países pobres que dependen de la fuerza física y la exportación de recursos naturales, sin posibilidad de desarrollarse. 4. Un factor ideológico internacional que obstaculiza el desarrollo de los países pobres: el falso liberalismo global practicado por las naciones desarrolladas y el FMI. Este supuesto liberalismo no permite la libre circulación de factores clave como el trabajo y la tecnología, ya que están protegidos por estrictos regímenes de inmigración y propiedad intelectual. Además, se destaca la paradoja de que, a pesar de la aparente apertura del mercado, los países ricos subvencionan su agricultura con grandes sumas de dinero. Se critica la intervención del FMI en crisis financieras, considerándola como un populismo financiero global que beneficia a inversores imprudentes en lugar de dejar que el libre mercado siga su curso natural, que incluiría la posibilidad de quiebra para aquellos que asumen riesgos especulativos. 5. Finalmente existen factores ecológicos contra el desarrollo: Hoy el modelo global de desarrollo es urbano, podríamos llamarlo el modelo California, que consiste en una expansión urbana gigantesca y hasta caótica que devora millones de toneladas de agua, energía fósil, es altamente contaminante, destruye tierras agrícolas y a la vez demanda millones de toneladas de alimentos. Más de 30 a 40 megalópolis pobres de más de 10 millones, y alrededor de 500 con más de un millón se extenderán por el planeta siguiendo el modelo California, causando un enorme desequilibrio físico-social entre las población urbana y los recursos vitales como el agua, la energía y los alimentos, y creando con ello grandes turbulencias.
Si la población urbana continúa aumentando en la pobreza, sin acceso
seguro al agua, a los alimentos y a la energía, habrá más pobreza e inestabilidad causada por la formidable presión demográfica urbana sobre estos tres recursos cruciales.
La escasa agua o el agua contaminada en las ciudades subdesarrolladas
producirán numerosas epidemias que se convertirán en endémicas. Con explosión urbana demográfica, sin seguridad alimentaria, energética e hídrica, las perspectivas de desarrollo se evaporarán definitivamente. Sin agua, un país no tendrá alimentos, ninguna escuela funcionará con niños subalimentados, ninguna fabrica podrá tener una elevada productividad sin un adecuado aprovisionamiento de energía y agua. Ninguna familia podrá llevar una vida sana y activa sin alimentos, agua y energía.
En América Latina, ya muchos países han sido presa de epidemias de
violencia armada y terror, en algunos sigue en otros ha cesado pero no hay garantías de que las epidemias de violencia no regresen, ya que la turbulencia social no cesa en la región, que es hoy la región del mundo con la mayor tasa de criminalidad en el mundo. Una cultura científica sólida implica la inversión en educación científica, la promoción de la investigación y el desarrollo de infraestructuras científicas y tecnológicas. Estos aspectos son fundamentales para fomentar la innovación, mejorar la productividad y generar conocimiento que pueda ser aplicado para abordar los desafíos del desarrollo. Le des proletarización de la producción, la desmaterialización de la producción y la falta de una cultura científica en ciertos países en desarrollo son factores estructurales que pueden influir en el no-desarrollo. Abordar estos desafíos requiere políticas y estrategias que promuevan la creación de empleo, la diversificación económica, la inversión en ciencia y tecnología, y el fortalecimiento de la educación y la capacitación. La falta de una cultura científica limita la capacidad de los países para impulsar el progreso científico y tecnológico, lo que puede afectar negativamente su desarrollo. Abordar estos desafíos requiere políticas y estrategias que promuevan la creación de empleo, la diversificación económica, la inversión en ciencia y tecnología, y el fortalecimiento de la educación y la capacitación.