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UNIDAD 2
Conducta alimentaria y el comportamiento
4. Material Complementario.................................................................................18
5. Bibliografía........................................................................................................19
2
Conducta alimentaria y el comportamiento
Introducción:
Los trastornos de la conducta alimenticia tienden a implicar más efectos negativos de
los que se toma en cuenta en las intervenciones y que necesitan ser tratadas con más
insistencia no sólo en la víctima; sino también con el entorno que convive con estos
casos. La distorsión de la percepción corporal y la distorsión frecuente que se observa
en las dietas restrictivas o la alimentación saludable con perspectivas erróneas. Este
compendio detalla los trastornos de conducta alimenticia más comunes y otra de la
que no se habla mucho en los medios, la ortorexia. Se incluyen definiciones,
conceptos, sintomatología y efectos para una mejor comprensión de lo mismo;
además de abarcar un poco la participación profesional en estos casos.
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Requiere mencionarse que la pérdida de peso se origina desde el mismo paciente por
medio de una disminución en la ingesta alimentaria, acompañado de conductas
frecuentes relacionadas a una pérdida de peso siendo: uso/ abuso de diuréticos,
laxantes, auto provocación de vómito y una práctica intensa de ejercicios físicos
pesados.
La anorexia ha sido pensada como enfermedad desde el siglo XXI, respondiendo a los
ideales que la sociedad propone; siendo en la actualidad, el ideal de la delgadez
(Manochio & Santos, 2020). Generalmente se cree que es un padecimiento
proveniente de las sociedades del occidente. No obstante, se señala el encuentro de
registros del padecimiento en personas desde hace 20 siglos atrás (Polli & da Silva,
2018). Entre los distintos factores que favorecen a esta aparición de trastornos en la
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La psicología social, ayuda a plantear tratamientos eficaces para estos casos (Ramírez
& Freire, 2021). Nadie discute la necesidad de psicologizar tratamientos para la
anorexia. Desde dicha perspectiva se reconoce, que, en los últimos años, la anorexia
tiene muchos caminos patológicos.
La sociedad actual tiende a primar la imagen corporal como un valor a tener en cuenta
por encima de los demás, referente a la valoración personal (Matalí & Dolz, 2020).
Dentro de este ámbito, la obsesión para mostrar un cuerpo según el canon de belleza
actual, conlleva la mayoría de casos a un conflicto con la alimentación, siendo
trastornos de conducta alimenticia. Una voluntad por la delgadez extrema o
sentimientos de culpabilidad en la ingesta de alimentos son causantes cognitivos de
gran impacto para trastornos como la anorexia.
Una vez que se detectan los casos de trastornos alimenticios debe de acudirse a un
profesional. Acorde a la gravedad, la intervención podría ser ambulatoria o de ingreso.
En la mayoría de los casos se requiere de un ingreso con razón del deterioro cognitivo
y físico en el individuo (Margherita & Gargiulo, 2018). No debería de valorarse el
ingreso por anorexia como un estigma, sino como la oportunidad para revertir dicha
situación.
control; provoca vómitos por medios purgativos como los diuréticos y laxantes
Se inicia de nuevo la cadena creando un espiral patológico de solución
compleja
2021). En ese momento se produce algo que genera la continuidad del ciclo, sensación
de relajación o de alivio reforzante del proceso.
Este trastorno se considera de gravedad, incluso más que la anorexia; es uno de los
cuadros que tienen más incidencias de degradación de células (Costa & de Oliveira,
2019). Además, por el constante vómito y consumo de diuréticos y laxantes, los
pacientes podrían tener fallos renales o cardíacos por la hipopotasemia e hipocloremia
y una alcalosis metabólica concurrente.
En la mayoría de los casos provienen de núcleos familiares con trato impulsivo entre
sus varios componentes y donde existe un potencial violento fuerte (Mora & Raich,
2014). A su vez, pueden existir minúsculas ataduras dentro del seno familiar y también
índices de estrés alto en su día a día. Además, posee un comportamiento de éxito
escaso para la resolución de conflictos ante la presión social de imagen.
Por otro lado, desde una perspectiva evolucionista, se plantea que las mujeres llegan a
padecer los síndromes bulímicos con más frecuencia por sus características
emocionales, conductuales y fisiológicas propios de la inanición; debido a la plasticidad
genética fenotípica movilizando mecanismos adaptativos evolucionarios ante la
escasez alimenticia como la inquietud psicomotora o la falta de apetito presentes en
las personas que presentan dichas conductas alimenticias fuera de las “normales”.
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El apoyo social es fundamental, pues permite que el individuo tenga relaciones sociales
y una percepción disponible de soporte y estrategias de afrontamiento que sean
efectivas; para lidiar con situaciones de estrés, alcanzar niveles favorables en la
autoestima y competencias sociales mayores (Bittencourt & Almeida, 2013, p. 223). No
obstante, los programas sociales requieren de una mejor preparación, pues se ha
evidenciado que muchos de estos programas y proyectos no brindan suficientes
herramientas para enfrentar situaciones estresantes, reducción de factores de riesgo o
promover las habilidades sociales en su reinserción o adaptación al entorno;
normalmente están enfocados a un solo aspecto, sea una respuesta nutricional, una
respuesta clínica o una respuesta psicológica.
Acorde a la OMS (citado en Galvan, 1999), tanto el sobrepeso como la obesidad son
definidos como acumulaciones anormales o excesivas de porcentaje de grasa en el
cuerpo, índices que se definen como perjudiciales en la salud. La obesidad implica
aumentos de masa de tejido adiposo, y las evidencias muestran que el impacto en la
salud puede depender del volumen de acumulación de grasa y la distribución corporal.
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distintos aspectos y hasta de forma duradera a la calidad de vida (Dalprá & Úrrego,
2016). La obesidad se diferencia de otras condiciones crónicas; el sobrepeso se
considera de forma errónea que tiene un control voluntario, por ello se descuida la
obesidad indicando que son responsables exclusivos de la condición que mantienen.
Las diversas propuestas para frenar esta dispersión de los casos de obesidad en
América Latina, deben de tomar en cuenta que una representación social de estos
casos pasa más allá de ser sólo un conflicto moral, debe ser abarcado como una
enfermedad que debe ser explicada, medida científicamente y abordada de forma
integral.
Enfrentar tanto la obesidad como conflictos similares al control del peso, requieren de
una adopción de hábitos que fomenten a estilos de vida saludables sin intentar
generar cambios radicales en la dieta o los patrones de actividad. Existen los riesgos de
agravar situaciones de salud precarias y pasar por alto problemas emocionales,
actitudes y hábitos que causaron, en primer lugar, la condición de la obesidad
(Madrazo & Salas, 2020).
Además, también debe tomarse en cuenta todas las dificultades que impiden que se
promueva la formación y entrenamiento para habilidades y estrategias del psicólogo
social para su intervención, además del trabajo en equipo junto a otros profesionales
del área de la salud; de esta forma se podrá intervenir con éxito en los casos de
obesidad e incentivar al cambio a una mejor calidad de vida.
Todas las personas que pasan por un cuadro de obesidad, se encuentran en exposición
a estresores psicosociales varios, los cuales tienden a ser acumulados (Zhang, 2020).
Esto puede tener un impacto culminante, incluso mayor a la comorbilidad clínica. La
obesidad no tiende a ser considerado como una patología mental en sí, pero sus
repercusiones y variables psicológicas a un nivel conductual y emocional debe ser
tomado en cuenta desde la etapa temprana del desarrollo.
Para la psicología social, se considera que tanto la obesidad como el sobrepeso son
situaciones que requieren de prevención, atención y tratamiento (Castañeda, 2022).
También la intervención en las perspectivas donde la obesidad se presupone como
condición patológica. Existe literatura vasta donde se evidencia que las personas que
sufren de obesidad, suelen ser discriminadas en varias esferas de su vida diaria, sobre
todo en ámbitos laborales, escolares y universitarios. También se documenta la
afectación en la posibilidad de relacionarse o emparejarse; también la existente
segregación en el transporte público (de Aráujo, 2022).
este (Barrada & Roncero, 2018, p. 285). Es decir, que a diferencia de un individuo que
padezca de bulimia o anorexia, quienes padece de la ortorexia no tienen como
enfoque la pérdida de peso.
Investigaciones sobre las posibles causas de la ortorexia aún son escasas, pero su inicio
puede atribuirse al momento en que una persona inicie algún tipo de dieta y con el
tiempo, el control alimenticio se vuelva obsesivo. Los pacientes con este trastorno
tienden a evitar impulsivamente cualquier alimento que contenga colorantes,
contenido excesivo en sal o azúcar, grasas poco saludables, carbohidratos y otros.
Expertos nutricionistas refieren a una preocupación en los alimentos para que cumpla
con estándares de calidad como no contener sustancias artificiales, sean de agricultura
ecológica o no contengan transgénicos (Cruz & Souza, 2018).
De igual forma, los profesionales consideran que la ortorexia es una fijación extrema
con la calidad o la pureza de los alimentos que consume (Ruiz & Quiles, 2021). Así
mismo, este estilo de vida termina afectando su vida social y la relación con los demás,
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tener en cuenta una vez que los hábitos de salud son un obstáculo en la conexión con
el entorno, amistades y familiares.
A medida que las presiones sociales y las influencias evolucionan, también lo hacen los
patrones desordenados de alimentación. Existen muchos movimientos enfocados en
buscar estilos de vida saludables basándose en la huida de ultra procesados y consumir
“comida real”.
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3. Preguntas de Comprensió n de la
Unidad
1. Pregunta de comprensión Nro. 1
¿Qué es la anorexia?
La anorexia es un trastorno de las conductas alimentarias, caracterizándose por
restricciones en la alimentación o ingesta. Este trastorno da a lugar pérdidas
considerables de peso en los individuos que padecen este trastorno, siendo que tienen
un índice menor al esperado según el sexo, edad o desarrollo evolutivo,
entiende que no es la cantidad sino la calidad de alimentos con los que se obsesionan
quienes padecen de ortorexia, teniendo consecuencias tanto psicológicos como en su
vida social y sobre todo problemas nutricionales a largo plazo.
4. Material Complementario
Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que se pueda ampliar la
información sobre el tema trabajado, como parte de su proceso de aprendizaje
autónomo:
Videos de apoyo:
Diferencia entre anorexia y la bulimia nerviosa
https://www.youtube.com/watch?v=tH3nwTLxvvY
https://www.youtube.com/watch?v=9qjp8hXsYU0
Bibliografía de apoyo:
Links de apoyo:
https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2013/rmc133q.pdf
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/8-TCA.pdf
5. Bibliografía
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