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Restauración ecológica de manglares de México

Chapter · April 2020

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Jorge Herrera Silveira Teutli C.

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 Gobernanza y Manejo
de las Costas y Mares
ante la Incertidumbre
Una Guía para Tomadores de Decisiones

Evelia Rivera-Arriaga, Isaac Azuz-Adeath,

Omar D. Cervantes Rosas, Alejandro Espinoza-Tenorio,
Rodolfo Silva Casarín, Alfredo Ortega-Rubio,
Alfonso V. Botello y Beatriz E. Vega-Serratos

Editores
Rivera-Arriaga, E., I. Azuz-Adeath, O. D. Cervantes Rosas, A. Espinoza-Tenorio, R. Sil-
va Casarín, A. Ortega-Rubio, A. V. Botello y B. E. Vega-Serratos (eds.), 2020. Gober-
nanza y Manejo de las Costas y Mares ante la Incertidumbre. Una Guía para Tomadores
de Decisiones. Universidad Autónoma de Campeche, ricomar. 894 p.

© Instituto de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México (epomex)

Universidad Autónoma de Campeche

Red Internacional de Costas y Mares (ricomar)

ISBN 978-607-8444-58-8

doi 10.26359/epomex.0120
Gobernanza y Manejo de las Costas y Mares Ante la Incertidumbre.
Una Guía para tomadores de decisiones 33

Gobernanza Ambiental

Restauración ecológica
de manglares de México
J. A. Herrera-Silveira, C Teutli-Hernández,
P. A. Gómez Ruiz y F. Comín

Resumen
En México las actividades humanas tales como la destrucción del hábitat, conta-
minación, sobrexplotación de recursos, falta de planificación del desarrollo urbano,
industrial, turístico, desarrollo agrícola, ganadero y acuícola, han reducido la cober-
tura de los ecosistemas de manglar. La magnitud y cobertura de los impactos están
relacionados con la intensidad y tipo de actividades socioeconómicas de cada región
costera del país. La restauración de zonas de manglar impactadas o destruidas se ha
tratado de realizar implementando diferentes metodologías y acciones, siendo la re-
forestación la acción más generalizada. Los proyectos de investigación, de escala pilo-
to y en diferentes localidades de los autores, han llevado a proponer una estrategia de
restauración ecológica de manglares. Esta estrategia se basa en el conocimiento que
hay del ecosistema, sumado a la incorporación del componente social, así como a las
autoridades, académicos y a los financiadores. El componente de la estrategia más

649
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

importante es el que se refiere a los arreglos institucionales y/o de grupo. El resultado

de la búsqueda bibliografía de proyectos de restauración/rehabilitación de manglar
en México, ha llevado a identificar el cómo y dónde se ha llevado la restauración en
ecosistemas de manglar a nivel nacional, dando como uno de los resultados que la
principal acción de restauración de manglar ha sido la reforestación. Del total de
documentos recuperados (58) el 51 % cumplieron con los criterios establecidos para
su análisis. Es relevante que, si bien se han desarrollado gran cantidad de actividades
de restauración en todo el país, éstas no se ven reflejadas en las hectáreas recuperadas
ni el avance del conocimiento del tema. La estrategia propuesta puede ser incorpo-
rada como parte de los elementos de la política pública relacionada no sólo con la
restauración de los manglares, sino también en la adaptación al cambio climático por
su capacidad de captura de carbono, ofreciendo una opción para el cumplimiento
de metas nacionales e internacionales a las que México se ha comprometido como el
acuerdo de Paris.
Palabras clave: manglares, restauración, reforestación

Introducción
Los manglares son ecosistemas esenciales
en el desarrollo y funcionamiento de Ia
zona costera. Se definen como humedales
constituidos por un tipo de vegetación que
tiene adaptaciones morfológicas y fisioló-
gicas a condiciones de salinidad e inunda-
ción; también se caracterizan porque sus
suelos están permanentemente húmedos e
inundados, y toleran amplios intervalos de
salinidad del agua intersticial (de dulcea-
cuícolas a hiperhalinas). Un factor deter-
minante en el funcionamiento de los man-
glares es el hidroperíodo, esta característica
se refiere a las condiciones de inundación:
tiempo (¿cuánto dura inundado?), frecuen-
cia (¿qué tan seguido se inunda?) y nivel (¿a
qué nivel llega el agua?), determinando el
crecimiento, reproducción y desarrollo de
Ia vegetación. Cuando los cambios en es-
tas condiciones sobrepasan la capacidad de
adaptación de los manglares, el resultado
se traduce en la degradación y muerte de
estos.
650
Este ecosistema es un componente pri-
mordial de la zona costera, ya que mantie-
ne funciones ecológicas y brinda servicios
ambientales como: 1) protección a la línea
de costa ante fenómenos hidro-meteoro-
lógicos locales (“Nortes”), regionales (hu-
racanes) y globales (incremento del nivel
medio del mar); 2) mantenimiento de la
calidad de agua debido a su capacidad de
filtración de materiales y contaminantes; 3)
hábitats críticos para un amplio número de
organismos, muchos de ellos de importan-
cia ecológica, comercial y turística; 4) esta-
bilizadores del suelo y/o evitan la erosión
de playas; 5) fuente importante de carbono
hacia las cadenas tróficas y por tanto sos-
tén de pesquerías artesanales e industriales
(Herrera-Silveira et al., 2005). Actualmen-
te, los manglares se encuentran entre los
ecosistemas más valiosos del mundo por
los servicios ambientales que ayudan a re-
ducir la vulnerabilidad al cambio climáti-
co: captura de gases de efecto invernadero,

en hojas, raíces, suelo y madera muerta;
secuestro y almacén de carbono en canti-
dades excepcionales (más de 1 000 tone-
ladas de carbono por hectárea), superando
cualquier selva o bosque terrestre (Donato
et al., 2011).
Los ecosistemas costeros de todo el mun-
do están bajo constantes presiones relacio-
nadas con el crecimiento poblacional y las
necesidades del desarrollo económico (Giri
et al., 2001). La línea de costa y humeda-
les de países tropicales y subtropicales han
representado una oportunidad tanto de
crecimiento urbano como de actividades
económicas (pesca, turismo) dependientes
de la estructura y función de sus ecosis-
temas (Herrera-Silveira et al., 2005). Los
manglares no están exentos de los impac-
tos que provoca la necesidad de aumentar
la seguridad alimentaria, impulsar las eco-
nomías nacionales y mejorar los niveles de
vida, por lo que muchos gobiernos a nivel
mundial han alentado el desarrollo de la
camaronicultura, piscicultura, agricultura,
producción de sal y arroz, urbanización, y
usos forestales en las zonas de manglar (Va-
liela, 2001; fao, 2007).
En México los ecosistemas costeros están
amenazados principalmente por la destruc-
ción del hábitat, la contaminación por las
descargas de desechos urbanos, aguas ne-
gras y residuos industriales peligrosos, la
¿Qué sabemos de los manglares en México?
México es uno de los cinco países del mun-
do con mayor área de manglares distri-
buidos en 17 estados costeros del país en
ambos litorales, con aproximadamente 775
555 hectáreas que representan el 5 % de
la cobertura a nivel mundial (Valderrama
J. A. Herrera-Silveira et al.
sobreexplotación de recursos, la falta de
planificación del desarrollo urbano y la
intensa actividad industrial, agrícola, tu-
rística y pesquera (Lara-Lara et al., 2008).
La construcción de carreteras, alcantarillas,
apertura y mantenimiento de bocas que co-
nectan los ecosistemas costeros con el mar y
el cambio de uso del suelo en todas las cos-
tas mexicanas ha ocasionado cambios en la
hidrología, lo cual es una de las principales
causas de la muerte del manglar. Debido a
todo esto, se ha reducido considerablemen-
te la cobertura de los ecosistemas manglares
durante los últimos años en todo el país, al
grado que en 25 años se estima la pérdida
del 10 % de su cobertura (Valderrama et
al., 2014)
Ante las actuales condiciones de degra-
dación y transformación de muchos ecosis-
temas en el país, ha sido necesario el de-
sarrollo e implementación de proyectos de
restauración ecológica que ayuden a rever-
tir los daños al funcionamiento ecológico
de los ecosistemas causado por las activida-
des ya mencionadas. Particularmente en el
caso de los manglares, su recuperación es
indispensable para mantener la salud eco-
lógica de los ecosistemas asociados (pastos
marinos, arrecifes coralinos) y la provisión
de los servicios ambientales que benefician
a las comunidades locales.
et al., 2017). En el país se ha registrado
la presencia de seis especies, cuatro de ellas
que son las más comunes se encuentran en
estatus de amenazadas (nom 059 de 2010).
Estas especies son: mangle rojo (Rhizophora
mangle), mangle blanco (Laguncularia race-
651
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

mosa), mangle negro (Avicennia germinans) distribución restringida con poblaciones

y mangle botoncillo (Conocarpus erectus) pequeñas en los estados de Chiapas y Oa-
(figura 1). Las otras dos especies (Avicennia xaca (Agraz-Hernández et al., 2006).
bicolor y Rhizophora harrisonii) tienen una

Figura 1. Especies más comunes de los manglares en México. A) Mangle negro (Avicennia germinans),
B) Mangle rojo (Rhizophora mangle), C) Mangle blanco (Laguncularia racemosa),
D) Mangle blanco (Laguncularia racemosa).

652
 J. A. Herrera-Silveira et al.

Valderrama et al. (2017) hace una divi-
sión en 5 regiones de la distribución de los
manglares en México: Pacífico Norte, Pací-
fico Centro, Pacífico Sur, golfo de México y
península de Yucatán (figura 2). En las cua-
les ha identificado la extensión de las áreas
de manglar conservado y degradado, por
medio de análisis de imágenes satelitales y
métodos de percepción remota (tabla 1).

Figura 2. Mapa de la distribución de manglares en México y la regionalización hecha por CONABIO.

Autor: Siuling Cinco Casto, modificado de CONABIO, 2009.

Tabla 1. Estimación de la cobertura de manglares en México para 2015. Fuente: Valderrama et al., 2017.
Cobertura Manglar total Manglar degradado Porcentaje de área en
de manglar (ha) (ha) el país y degradado
Pacífico Norte 187 383 7 926 24.2%
Baja California, 4.2%
Baja California sur,
Nayarit, Sonora y Sinaloa.
Pacífico Centro 7 011 107 0.9%
Colima, Jalisco y Michoacán. 1.5%
Pacífico Sur 72 187 2 802 9.3%
Chiapas, Guerrero y Oaxaca. 3.9%
Golfo de México 87 048 2 219 11.2%
Tabasco, Tamaulipas 2.5%
y Veracruz.
Península de Yucatán 421 926 5 277 54.4%
Campeche, Quintana Roo 1.25%
y Yucatán.
Total 775 555 18 331 100%
13.3%

653
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México
¿Qué sabemos de la restauración
ecológica de ecosistemas?
Los ecosistemas a nivel mundial se están
degradando y destruyendo a una veloci-
dad sin precedentes. De acuerdo con la fao
(2007) en los últimos 20 años se ha perdi-
do el 23 % del total de la cobertura a nivel
mundial. En particular en las regiones cos-
teras la presión antrópica se ha incremen-
tado considerablemente, lo cual ha afec-
tado principalmente a manglares, pastos
marinos y arrecifes de coral. Valderrama et
al. (2014) han reportado para México una
pérdida neta de la cobertura de manglar del
10 % hasta entre 1970-1980 y 2010, sin
embargo, para el periodo 2010-2015 estos
mismos autores indican que sólo el 2.4 %
de la cobertura de manglar está en proceso
de degradación y que contrario a los años
anteriores ha habido ganancias en la cober-
tura por la colonización y recuperación del
manglar en algunas regiones (Valderrama
et al., 2017). De estas cifras dos aspectos
habría que señalar: 1) es muy probable que
antes de la primera evaluación de conabio
que utiliza insumos de los años 70s y 80s ya
habían grandes extensiones de manglar de-
gradado no consideradas en esta línea base,
y 2) al no estar contabilizadas, en el último
reporte (Valderrama et al., 2017) se afirma
que la superficie de manglar ha aumentado,
lo cual es una interpretación no del todo
correcta de los datos. Al margen de las ci-
fras, existen indicios de que aún dentro de
zonas donde no debería haber impactos
en los manglares como las Áreas Naturales
Protegidas, hay en la actualidad procesos
de degradación que deben ser detenidos y
remediados, por lo tanto, son necesarios los
esfuerzos para llevar a cabo la restauración
de este ecosistema.
El término restauración se define como
el proceso de devolver un ecosistema a
654
sus condiciones originales (Field, 1995),
mientras que la “restauración ecológica” es
el proceso de ayudar a recuperar un eco-
sistema que ha sido degradado, dañado o
destruido (ser, 2004). Una premisa de la
ecología de la restauración es la liberación o
disminución de estresores que inician pro-
cesos de deterioro en el ecosistema tanto en
atributos físicos, químicos como ecológi-
cos, modificando la trayectoria de condi-
ción deteriorada hacia una más natural y
sin tensores.
El proceso de restauración de los ecosis-
temas de manglar va a depender del tipo
y magnitud de las perturbaciones que lo
han afectado (Milbrandt y Tinsley 2006),
además de las condiciones particulares de
cada lugar. Se ha identificado que los cam-
bios en la hidrología han sido una de las
principales causas de degradación de los
manglares, dando lugar a grandes esfuerzos
para llevar a cabo su recuperación median-
te el restablecimiento de las características
hidrológicas, proceso que se conoce como
rehabilitación hidrológica (Turner y Lewis
III, 1997). Debido a la escasa informa-
ción sobre los mecanismos que regulan la
estructura y función de los ecosistemas de
manglar en cada sitio, se ha restringido el
desarrollo de planes de gestión que rigen el
uso, la conservación y restauración de los
recursos naturales (Twilley et al., 1998).
¿Que no sabemos de la
restauración de manglares?
La restauración de zonas de manglar im-
pactadas o degradadas se ha tratado por
diversos autores (Lewis 2005, fao, 2007;
Valiela, 2001). Una acción generalizada
que se pone en práctica en los procesos de
restauración de manglares a nivel mundial
es la reforestación. Sin embargo, en la ma-
yoría de los casos esta acción se realiza sin el

diagnóstico previo ni adecuación del sitio,
en consecuencia, no tiene el éxito esperado.
De acuerdo con lo anterior, y considerando
las experiencias documentadas, recomen-
damos que para llevar a cabo la restaura-
ción ecológica de manglares se deben con-
siderar los siguientes componentes:
Conocimiento (datos-información del
ecosistema), actores clave (grupos intere-
sados en un programa de este tipo), diag-
nóstico (análisis de las causas del deterio-
ro), acciones (propuestas y mecanismos de
ejecución), evaluación y aprendizaje (indi-
cadores de éxito y monitoreo, ambiental y
social), de forma que interactúen como se
indica a continuación (figura 3)
También es importante considerar que el
éxito de la restauración está limitado por
diferentes factores relacionados con: A)
cómo la naturaleza es valorada por la socie-
Figura 3. Pasos generales para llevar a cabo la restauración en ecosistemas de manglar
(modificado de Jackson et al., 1995).
J. A. Herrera-Silveira et al.
dad; B) el grado de compromiso social con
la restauración ecológica; C) las circuns-
tancias ecológicas en las que se requiere la
restauración y; D) la calidad del criterio o
juicio de cómo llevar a cabo la restauración.
La reducción de cualquier factor puede li-
mitar el potencial del proyecto de restaura-
ción (Jackson et al., 1995). Es por ello por
lo que, para planear y ejecutar un proyecto
de restauración ecológica de ecosistemas de
manglar se debe integrar tempranamente
a los diferentes actores en la planeación y
desarrollo. En el caso de los manglares hay
dos factores fundamentales que deben me-
jorarse para una restauración efectiva, la
hidrología y los estresores, que son los que
determinan la presencia y salud del ecosis-
tema y su capacidad de recuperación (figu-
ra 4).
655
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

Figura 4. Proceso de transición de manglares sanos a degradados en función de un gradiente

de estresores y su posibilidad de recuperación (Modificado de Davies y Jackson, 2006).

Problematicas del ecosistema manglar en México

Los ecosistemas de manglar mexicanos
por su ubicación en zonas costeras presen-
tan impactos similares en todas las regio-
nes, como el caso del turismo. Flores et al.
(2010) han identificado que los estados más
afectados por esta actividad son: Colima,
Jalisco, Guerrero y Quintana Roo, donde
se han reportado daños severos debido a
las construcciones sobre dunas, o rellenan
zonas de manglar pese a las leyes y prohi-
biciones legales. El impacto de esta proble-
mática puede ser peor ya que hay escases de
datos en algunos estados (Michoacán, Jalis-
co y Oaxaca), así como la falta de estudios
que den seguimiento a las consecuencias en
el mediano y largo plazo de los impactos
sobre la dinámica y funcionamiento del
manglar. Los impactos por región varían
en tipo e intensidad (tabla 2).
Pacífico Norte
En México el desarrollo de las granjas para
la producción de camarón se inició en
1987, siendo en el estado de Sinaloa donde
se construyó el primer sistema de produc-
ción, y esta actividad se ha multiplicado en
otros estados como Sonora y Nayarit. En-
tre los principales impactos que destacan
de esta actividad están la eutrofización de
aguas costeras, deforestación y cambio de
uso del suelo, introducción de especies exó-
ticas, y sobreexplotación de poblaciones de
camarón silvestre (Lechuga, 2009). Otros
impactos para esta región son la construc-

656
 J. A. Herrera-Silveira et al.

Tabla 2. Impactos y consecuencias en el ecosistema de manglar a nivel regional en México.

Región Impacto
Desviación de Ríos, construc-
ción de canales de irrigación,
apertura de bocas, construc-
ción de carreteras y caminos,
Pacífico
desarrollo urbano, huracanes,
Norte
construcción de termo-eléctri-
cas, canaricultura, descargas
de drenes agrícolas, desarro-
llo turístico y urbano.
Pacífico Desarrollo turístico.
Centro
Introducción de agroquími-
Pacifico cos, desechos sólidos, tala,
Sur desvió de agua de los ríos,
construcción de bordos.
Turismo, derrames de petró-
leo, complejo termoeléctrico,
Agricultura, gasoductos,
Golfo apertura de bocas, tala clan-
de México destina.
Eventos naturales
(huracanes), construcción
de caminos y carreteras, desa-
Península
rrollo turístico, urbanización,
de Yucatán
construcción de puertos de
abrigo, desarrollo
portuario.
Consecuencia del Impacto
Disminución de agua hacia
del manglar, salinización
del sedimento, obstrucción
del flujo laminar, cambio
de uso de suelo, deposición
de sedimentos por erosión,
cambio de uso de suelo.
Cambio de uso de suelo.
Cambios en la hidrología,
azolvamiento de canales.
Construcción de carreteras
y caminos, ganadería y agri-
cultura, erosión, sedimen-
tación de canales, perdida
de cobertura, muerte del
manglar.
Perdida de cobertura de
manglar, cambio de uso
de suelo, salinización del
sedimento, obstrucción del
flujo laminar.
Referencia
Páez-Osuna et al., 1998,
Moreno et al., 2002,
Alonso-Pérez et al., 2003;
Tovilla y Orihuela, 2004.;
Berlanga-Robles y
Ruiz-Luna, 2007;
Lechuga, 2009.;
Bashan et al., 2013.
Tovilla y Orihuela, 2004.
Reyes y Tovilla, 2002;
Tovilla y Orihuela,2004.
Páez-Osuna et al., 1998;
Adams, 1999;
López-Portillo y Ezcurra,
2002;
Olguín et al., 2007;
Agraz y Arriaga, 2010;
Alonzo, 2011;
Zaldívar, 2013.
López-Portillo y Ezcurra,
2002;
Teutli-Hernández, 2004;
Hirales-Cota et al., 2010;
Herrera-Silveira et al., 2012.

ción de carreteras, sobreexplotación de roneras y contaminación de aguas (Flores

manto freático, erosión costera, descargas
de drenes agrícolas, crecimiento urbano,
deforestación de la cuenca alta, cambios en
los flujos hídricos, desarrollo urbano y tu-
rístico, además de eventos naturales como
huracanes. En esta región del país, así como
en otras, se sufren las consecuencias de la
incongruencia en la legislación, y sustento
científico no valorado por las autoridades.
Pacífico Centro
En esta región los principales impactos es-
tán relacionados al desarrollo turístico, así
como al establecimiento de granjas cama-
et al., 2010). Cabe mencionar que para esta
región es muy escasa la información y estu-
dios de manglar donde se identifiquen las
actividades económicas en sitios específicos
ni la caracterización del ecosistema.
Pacífico Sur
En el estado de Chiapas se ha reconocido
que el azolvamiento de canales de marea
es uno de los principales impactos de de-
terioro, así como el uso irracional de agua
para la agricultura, la contaminación por
agroquímicos, y tala clandestina (Tovilla et
al., 2004). Para los estados de Guerrero y

657
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México
Oaxaca es escasa la información publicada
de los impactos en los ecosistemas de man-
glar. Sin embargo, el turismo y cambio de
usos del suelo en la cuenca alta de ríos son
de las principales causas de deterioro de los
manglares de esta región.
Golfo de México
Un aspecto a destacar es que en esta región
se localiza la infraestructura petrolera más
importante a nivel nacional. En el estado
de Veracruz se han establecido plantas pe-
troquímicas sobre los márgenes de los ríos
Coatzacoalcos y Tonalá, mientras que en
la zona litoral se ubican campos petroleros
importantes (Agua Dulce, Poza Rica y Ve-
racruz) (Peresbarbosa, 2006). En Tamauli-
pas sus principales recursos son el petróleo
y el gas, así como actividades agrícolas,
ganaderas, además del desarrollo pobla-
cional, las cuales se han identificado como
impactos negativos en los ecosistemas de
manglar (Zamora, 2007). Por su parte, en
Tabasco se han detectado algunos sitios de
contaminación por hidrocarburos debido
a la ruptura de ductos principalmente en
el occidente de este estado, así como cam-
bios en el uso del suelo a ranchos ganaderos
o campos agrícolas (Olguín et al., 2007).
Cabe mencionar que el establecimiento de
campos de explotación, y de tuberías para
la conducción de petróleo han tenido im-
pacto en zonas de manglar en los estados
de Tabasco, Veracruz y Campeche. Se ha
observado que el cierre de bocas de cone-
xión entre el mar y el humedal debido a la
instalación de tubería para la distribución
de gas y petróleo, así como caminos de ac-
ceso a campos de extracción de hidrocarbu-
658
ros ha propiciado la mortandad de amplias
extensiones de manglares (López-Portillo
y Ezcurra, 2002). La complejidad del im-
pacto y la condición de acumulación de
hidrocarburos en el sedimento, que no son
fácilmente degradables, no ha sido docu-
mentado con amplitud en México (Olguín
et al., 2007).
Península de Yucatán
Uno de los impactos que más se destaca
para esta región es la construcción de carre-
teras que atraviesan el humedal e interrum-
pen el flujo superficial y subsuperficial de
agua (Teutli-Hernández, 2004). También
los cambios hidrológicos por la apertura de
bocas que conectan al mar con humedales
tierra adentro son otro impacto al norte de
Yucatán. En Quintana Roo, la deforesta-
ción para dar paso al desarrollo turístico es
una de las principales causas de deterioro.
Se ha reportado que en la zona costera de
Mahahual-Xcalak (sur de Q. Roo) se ha
incrementado el desarrollo turístico y ur-
bano afectando los ecosistemas de manglar
(Hirales-Cota et al., 2010). En el estado de
Campeche se han identificado impactos
tales como prácticas agrícolas, ganadería,
acuacultura, y desarrollo urbano mal pla-
neado. Hay reportes de derrames de pe-
tróleo o fugas ocasionales de petróleo que
tienden a acumularse en zonas bajas mal
drenadas. Si el derrame ocurre sobre co-
rrientes de agua el efecto es mayor debido
a la dispersión del petróleo, llegando a las
raíces del manglar provocando la muerte
por la interrupción de intercambio de gases
a través de las lenticelas (López-Portillo y
Ezcurra, 2002).

¿Cómo debe llevarse a cabo la restauración
de manglares en México?
La estrategia para llevar a cabo una exitosa
restauración ecológica de manglar se debe
basar en las relaciones que hay entre la geo-
morfología, la hidrología, las características
estructurales y funciones del ecosistema de
manglar. Sumado a esto debe estar el com-
ponente social, debiéndose considerar la
percepción de los habitantes de las zonas
aledañas a los manglares degradados, las
autoridades, los académicos, y los finan-
ciadores. La estrategia aquí propuesta (fi-
gura 5) es un proceso por etapas que in-
cluyen la planificación, implementación y
seguimiento del programa de restauración,
acompañado en todo momento del cum-
plimiento de los arreglos institucionales
Figura 5. Propuesta de la estrategia y componentes esenciales de la restauración ecológica de manglares
(Teutli-Hernández y Herrera-Silveira, 2016). Las flechas indican conexión entre componentes.
J. A. Herrera-Silveira et al.
que se hagan entre los actores (Teutli-Her-
nández y Herrera-Silveira, 2016).
Esta estrategia debe considerar los si-
guientes componentes:
• Identificación del sitio a restaurar y
establecimiento de los objetivos cla-
ros y metas alcanzables (realistas)
de la restauración. Se define lo que
se quiere recuperar (función, proceso,
estructura, o la configuración del en-
torno, el paisaje, o una característica o
especie en particular del ecosistema) y
la extensión. La restauración puede ser
dividida en etapas brindando la oportu-
nidad de evaluar el nivel de desempeño
de las acciones de restauración.
659
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México
• Caracterización del sitio a restaurar y
de un sitio de referencia. Se determi-
nan las características hidrológicas, geo-
morfológicas, ecológicas y contextuales
de cada sitio tanto a nivel local como de
paisaje. Se identifican las causas locales
y/o regionales que están degradando el
manglar (ecología forense). El sitio de
referencia no sólo se refiere a un sitio en
buen estado de conservación, es reco-
mendable incluir en el análisis un sitio
que permanezca degradado, ya que am-
bos representan los puntos extremos en
las trayectorias de restauración.
• Implementación de acciones adecua-
das de restauración específicas para
el sitio. Se definen aspectos como qué
tipo de acciones (rehabilitación hidro-
lógica, manejo de la topografía, centros
de dispersión, establecimiento de espe-
cies facilitadoras, reforestación, entre
otras). El plan de implementación de
las acciones debe incluir las especifica-
ciones de: dónde se ejecutan, cómo se
realizan, y cuándo se llevan a cabo, ade-
más de los costos que implica cada una
de ellas. Cada proceso de implementa-
ción de las acciones de restauración es
“un traje hecho a la medida”, por lo que
copiar y/o trasladar acciones de forma
directa de un sitio a otro sin el debido
proceso de análisis, ha llevado al fraca-
so y al dispendio de grandes cantidades
de recursos tanto económicos como de
tiempo y esfuerzo de quienes ejecutan
las acciones sin resultados positivos de
restauración.
• Monitoreo de las acciones de restau-
ración. Se deben seleccionar variables
específicas que funcionen como indi-
cadores para los programas de restaura-
ción (características fisiológicas, hidro-
lógicas, estructurales de la vegetación,
660
del paisaje, variables fisicoquímicas del
sedimento, diversidad de organismos,
entre otras). Estas variables deben ser
medidas tanto en el sitio restaurado
como en el o (los) de referencia, tanto
en el que está en buenas condiciones
como en el que se mantiene degradado.
El seguimiento de estas variables indi-
cadoras permite –en caso de requerirlo-
realizar cambios en el tipo de acciones
por el bajo nivel de éxito de las metas
propuestas inicialmente siguiendo el
enfoque de manejo adaptativo. La im-
portancia de definir estas variables radi-
ca en establecer los indicadores de cor-
to, mediano y largo plazo del éxito de la
restauración.
• Vinculación y socialización de la
restauración ecológica. Los resulta-
dos de la restauración ecológica deben
ser publicados y difundidos. Si bien la
restauración ecológica de manglares es
una actividad reciente de la cual se ha
hablado mucho, es escasa la documen-
tación y evidencias tangibles del éxito o
no de la restauración. Tanto las buenas
experiencias como aquellas que no han
dado los resultados esperados deben re-
portarse para repetir los métodos que
si han funcionado o evitar caer en los
mismos errores que tuvieron otros pro-
yectos. Aquí se incluyen documentos de
investigación, de difusión, redes socia-
les, capacitación formal e informal, mo-
nitoreo comunitario, establecimiento
de grupos organizados coordinados por
grupos técnicos. Este componente del
proceso es uno de los que aumenta las
probabilidades para que el sitio restau-
rado forme parte de los activos ambien-
tales o capital natural de la comunidad.
• Arreglos institucionales y/o de grupo.
Uno de los componentes más impor-

tantes de la restauración son los arre-
glos institucionales y/o de grupo. Se ha
identificado que se necesita un elemen-
to de cohesión entre componentes de
la estrategia y participantes de ella. Los
arreglos institucionales permiten buena
comunicación (entre grupos o institu-
ciones), transferencia de información, y
éxito en el financiamiento para ejecutar
las acciones de restauración, incluyen-
do el monitoreo. La vinculación con
las autoridades favorecerá el aprovecha-
miento sustentable del sitio restaurado
Lecciones aprendidas
Dada la complejidad del problema de la
restauración ecológica de manglar, y de
acuerdo con la experiencia de los resulta-
dos obtenidos en proyectos desarrollados a
lo largo de las costas del golfo de México,
Caribe y Pacífico Sur, se han desarrollado
diferentes acciones específicas de restaura-
ción, habiendo acumulado experiencias de
cómo implementarlas, por lo que entre las
lecciones aprendidas se describen algunas
de las acciones de restauración que mejo-
res resultados han dado en la recuperación
de áreas de manglar en diferentes nivel de
degradación, y que deben ser consideradas
por los tomadores de decisión al momen-
to de proponer medidas de mitigación y/o
compensación como parte de los progra-
mas de restauración de ecosistemas. Estas
acciones son:
Acción 1.
Desazolve de canales naturales
Esta acción se podrá iniciar una vez que se
hayan identificado por el análisis de imá-
genes, fotos, prospección y muestreo de
J. A. Herrera-Silveira et al.
dándole la oportunidad de viabilidad
financiera al mantenimiento de las ac-
ciones de restauración. Actualmente,
las estrategias de adaptación basada en
ecosistemas son las que mayor impacto
ambiental y social se espera tengan en el
corto y mediano plazo, la restauración
de manglares se podría formar parte de
estas estrategias de adaptación ya que se
recuperan servicios ambientales esencia-
les para la comunidad como protección
a tormentas y control de la calidad del
agua entre otros.
campo, cuáles eran los canales de marea
naturales del sitio. Desde imágenes toma-
das de Google Earth se pueden observar
los canales naturales por donde circulaba
el agua antes del impacto y hacer un trazo
de los posibles trayectos (figura 6). Se re-
comienda que estas actividades se realicen
manualmente por los miembros de la co-
munidad organizados en grupo. Al tratarse
de canales naturales se procurará que las
trayectorias sigan las rutas que tenían origi-
nalmente (en “zig-zag”), lo que aumentará
las probabilidades de mejorar la circulación
del agua, y reducirá (no eliminará del todo)
los esfuerzos de mantenimiento. Las carac-
terísticas de estos canales respecto a profun-
didad y ancho variarán de acuerdo con las
condiciones específicas de los sitios. Imitar
la configuración natural de los canales tiene
el objetivo de proporcionar heterogeneidad
y que el flujo-reflujo del agua no erosione
con facilidad las paredes de estos, así las
acciones de mantenimiento serán poco fre-
cuentes.
661
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

Figura 6. Imagen desde un dron de un sitio en restauración señalando los trazos de los canales
artificiales. Canales principales (CP), Canales secundarios (CS), Centros de dispersión (CD).
Autor: Oscar Pérez Martínez.

Acción 2. sidencia de esta se relacione por una parte

Habilitación de canales nuevos
Es probable que a consecuencia del tiem-
po que tiene el manglar en mal estado, la
configuración topográfica haya cambiado.
Con recorridos de campo y la ayuda de
imágenes, fotos y revisión de la topogra-
fía, se podrán identificar donde serían las
“rutas” más apropiadas para la habilitación
de estos canales que permitan aumentar el
flujo de agua hacia la zona de restauración.
La experiencia de los autores en diferentes
localidades permite sugerir que estos cana-
les se construyan siguiendo circuitos, esto
asegura la libre circulación del agua inde-
pendientemente de la época del año, la ma-
rea y los aportes de agua dulce.
Es pertinente señalar que si bien es im-
portante la fuente de agua (dulce o mari-
na), lo es más el tiempo de residencia de
esta. Es por ello por lo que las obras para
habilitar estos canales nuevos deben tomar
en consideración la eficiencia en el inter-
cambio de agua, para que el tiempo de re-
662
con las mareas, y por otra con las esco-
rrentías de agua dulce desde el continente.
Mantener la circulación del agua aumenta
las probabilidades de que los nuevos ca-
nales funcionen adecuadamente. Al igual
que el desazolve de los canales naturales, el
objetivo es proporcionar heterogeneidad y
que la fuerza de las corrientes no erosione
con facilidad las paredes, y que las acciones
de mantenimiento sean poco frecuentes.
Acción 3.
Reubicación de material
orgánico
Es probable que, tanto por eventos natu-
rales como por los impactos de activida-
des antrópicas y acciones de restauración
previas no exitosas, se tengan que reubicar
restos de vegetación muerta, y todo aquel
obstáculo orgánico e inorgánico que per-
manezca en el área objeto de la restaura-
ción. Estos materiales probablemente
limiten o restringen el libre flujo de agua
 J. A. Herrera-Silveira et al.

superficial y en los canales desazolvados Acción 4.

y/o rehabilitados. El destino final del ma-
terial que es de tipo orgánico debe ser el
mismo sitio, para que continúe su proceso
de descomposición, pero sin interrumpir
los flujos de agua. Este material orgánico
y los sedimentos serán utilizados para que
proporcionar heterogeneidad topográfica al
sitio en restauración, lo cual favorecerá el
repoblamiento por diferentes especies, ya
que cada una de las especies de manglar tie-
ne preferencias de inundación particulares.
Una práctica común en la rehabilitación/
construcción de canales es la disposición
del material a los márgenes de los canales
lo cual es incorrecto, ya que limita la inun-
dación cuando el nivel del agua alcance los
bordes de los canales y alcance las áreas de-
gradadas (figura 7).
Desazolve de pasos de agua
Para esta acción se deben construir canales
de conexión con el humedal hacia la zona
de manglar impactado, que permitan el
flujo de agua libre hacia esta zona. Se sugie-
re que estos canales tengan forma de “delta”
a partir del punto de conexión del paso de
agua, con longitud de aproximadamente 5
m (figura 8). Esta estrategia tiene como ob-
jetivo la distribución y alcance del agua que
pasa por estas estructuras sea lo más amplio
desde el punto de vista espacial.
Acción 5.
Acondicionamiento
de centros de dispersión
La reforestación ha sido una de las accio-
nes más recurrentes para recuperar cober-
tura vegetal en zonas impactadas. Para los

Figura 7. Ejemplos de la rehabilitación o construcción de canales en áreas de manglar degradado. Nótese

que el sedimento de los bodes del canal debe dispersarse, y que la trayectoria no debe ser recta, a menos
que se trate de un diseño experimental. Autor: Jorge Herrera Silveira.

663
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

manglares no es la excepción, sin embargo, para crecimiento y reproducción, en donde

también ha sido la acción menos exitosa, al
menos en la península de Yucatán. Una al-
ternativa que ha sido más efectiva es la crea-
ción de centros de dispersión (cd) (figura
9). Este procedimiento permite acelerar el
proceso de repoblamiento y recuperación
de la cobertura vegetal. Estos centros son
agrupaciones naturales de plantas en baja
densidad, pero con condiciones favorables
las condiciones hidrológicas y de sedimen-
tos pueden ser favorables para el desarrollo
de plántulas. Uno de los principales propó-
sitos de los cd es facilitar que una amplia
área se cubra por vegetación de una manera
“natural” lo más rápido posible.
La ubicación de los cd debe ser hasta
donde llegue el máximo nivel de inunda-
ción del sitio a restaurar, por lo que también

Figura 8. Ejemplos de pasos de agua para permitir el flujo de agua de la zona del manglar en buen estado
a la zona de restauración. Nótese que, a la salida del paso del agua, la conexión con el manglar es en forma
de delta.

Figura 9. Ejemplos de centros de dispersión en los que se observa el crecimiento

de las plántulas después de un año de restauración.

664

en este caso la información del diagnóstico
es básica para definir con precisión este tipo
de detalles. Se pueden usar montículos de
sedimentos que estén en la zona para crear
nuevos cd, los cuales se pueden obtener
de la creación y habilitación de los canales
naturales y artificiales. Se recomienda que
estos cd representen heterogeneidad topo-
gráfica que junto con la inundación permi-
tirán diferentes niveles del agua y con ello
el establecimiento de plántulas de manglar
según su tolerancia al nivel de inundación.
Si se observara reclutamiento natural se po-
drán habilitar más cd, de lo contrario una
Experiencias de restauración de manglares en México
En la mayoría de los casos la restauración
de manglares se ha enfocado a la revegeta-
ción con propágulos o plántulas de man-
glar (Lewis, 2005; Proffitt y Devlin, 2005)
y México no ha sido la excepción. Para
conocer el cómo y dónde se ha llevado la
restauración en ecosistemas de manglar
a nivel nacional, se realizó una búsqueda
bibliográfica en revistas de investigación,
documentos de proyectos de restauración/
rehabilitación de manglar, así como tesis a
diferentes niveles. Esto generó como re-
sultado que la principal acción de restau-
ración de manglar ha sido la reforestación.
Sin embargo, es importante aclarar que la
reforestación por sí sola no es restauración,
es una de las estrategias posibles que debe
considerarse en conjunto con otras acciones
que ayuden a mejorar el medio abiótico.
Esta concepción errónea de que reforestar
es lo mismo que restaurar ha causado un
mal manejo de recursos y pocos resultados
positivos en muchas de las iniciativas don-
de se ha promovido la restauración como
J. A. Herrera-Silveira et al.
acción complementaria sería la reforesta-
ción en estos cd. Las plántulas provendrían
del sitio de referencia y no se requiere de
un proceso adicional más allá del de tener
las precauciones de no dañar y/o estresar el
sistema de raíces en el proceso de extrac-
ción y siembra. A esta última acción en
algunos proyectos se le mencionan como
“regeneración inducida”. Cabe señalar que
los autores durante sus estudios y prácticas
de restauración no han requerido construir
viveros para hacerse de plántulas durante
acciones de reforestación de los centros de
dispersión.
medida de compensación. Muchas obras
autorizadas han sido obligadas a incorporar
como medida de compensación ambiental
la reforestación, sin embargo, muchas de
estas no han tenido éxito y sólo se han des-
perdiciado los recursos.
Todos los documentos recuperados en la
búsqueda fueron analizados, pero en este
capítulo sólo fueron tomados en cuenta
aquellos que mencionaban: la causa de de-
gradación, las acciones propuestas, la medi-
ción de una variable o datos de monitoreo.
Del total de documentos recuperados (58),
el 51% cumplieron con los criterios esta-
blecidos (tabla 3). De acuerdo con las pri-
meras publicaciones, la restauración como
medida de recuperación de los ecosistemas
de manglar en México es una actividad re-
ciente, con el primer documento publicado
a finales de los 90s (Adams, 1999). Es per-
tinente resaltar que, si bien se han desarro-
llado gran cantidad de actividades llamadas
“restauración” en todo el país, mucha de la
información generada se queda como lite-
665
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México

ratura gris (informes técnicos, reportes, te-
sis) y no se ven reflejadas en documentos
de amplia difusión y mucho menos en artí-
culos científicos. Un resultado sobresalien-
te de esta revisión es la escasa información
de la región del Pacífico Centro (tabla 3).
La acción más reportada como medida
de restauración de manglares en México
ha sido la reforestación, ya sea por planta-
ción directa, plántulas producidas en vive-
ro, dispersión por boleo o traslocación de
individuos de una zona cercana en buenas
condiciones. Esta medida se ha realizado
principalmente en el estado de Sinaloa
(Benítez, 2007). La rehabilitación hidroló-
gica y todas las acciones asociadas es la se-
gunda estrategia más implementada (figura
10), y en algunos casos va relacionada con
procesos de reforestación. De los resultados
de la búsqueda resalta la ausencia de infor-
mación de importancia como los cambios
ambientales, biológicos y ecológicos en los
sitios en procesos de restauración. Por otra
parte, en la mayoría de los trabajos no se
menciona si las acciones realizadas tuvieron
éxito o no, y menos aún si se hizo, y de qué
forma el monitoreo, e incluso los costos de
la restauración.
El objetivo de la restauración que se ob-
serva en la mayoría de los documentos ana-
lizados es la recuperación de la cobertura de
manglar, por lo que las variables que se mi-
den son: altura, densidad y sobrevivencia de
plántulas o juveniles de manglar (Adams,

Tabla 3. Documentos publicados en restauración de manglares en México.

Región No. Documentos Año Tipos de documento
Pacífico Norte. 8 2001,2007,2009,2010 y 2013. Artículos, tesis, talleres.
Pacífico Centro. 1 2003. Informe.
Pacífico Sur. 4 2002,2004,2007. Artículos e informes.
7 2004,2005, 2007, 2008, 2011 Informes, tesis, programas
Península de Yucatán.
y 2013. y artículos.
10 1999, 2002, 2005, 2007, 2009, Informes, reportes
Golfo de México.
2010, 2011 y 2013. y artículos.

Figura 10. Acciones de restauración implementadas y reportadas en los ecosistemas de manglar

en México. A) pasos de agua, B y C) canales, D y E) centros de dispersión, F) reforestación.

666

1999; Toledo et al., 2001; Reyes y Tovilla,
2002; Agraz y Arriaga, 2010). Estas varia-
bles, junto con las de otros componentes
(tabla 4), deben continuar en evaluación
durante la fase de monitoreo, sin embargo,
en los estudios evaluados sólo se reporta un
año o máximo tres de mediciones. Cabe
resaltar en este punto que la fase de mo-
nitoreo de los procesos de restauración es
fundamental para la retroalimentación de
los proyectos, permitiendo identificar debi-
lidades que pueden y deben corregirse para
orientar de manera adecuada la trayectoria
sucesional deseada para el ecosistema que
se está restaurando.
Otro de los objetivos planteados en estos
estudios fue el restablecimiento del flujo de
agua y lograr con esto la disminución de la
salinidad intersticial. En estos casos se rea-
lizaron aperturas o desazolves de canales o
manantiales y/o instalación de alcantarillas
en carreteras. Las variables indicadoras de
éxito fueron: salinidad intersticial y super-
ficial, nutrientes en sedimentos y en agua
intersticial e hidroperíodo (Teutli-Her-
nández, 2004, Alonzo-Parra, 2011; He-
rrera-Silveira et al., 2012; Zaldívar, 2013).
Tabla 4. Variables que deben considerarse para la evaluación y monitoreo
de procesos de restauración de manglares.
Componente
1. Ecológico.
2. Físico-químico
3. Hidrología
J. A. Herrera-Silveira et al.
Sólo un documento reporta la velocidad de
la corriente y el transporte de sedimento
(Bashan et al., 2013) como variable indica-
dora del proceso de restauración.
El seguimiento de variables indicadoras
que deben ser evaluadas tanto en los sitios
de referencia “buenos” y “malos” como en
los sujetos a restauración para hacer las
respectivas comparaciones. Los resultados
del seguimiento son ofrecer los elementos
técnicos para realizar cambios o adecuacio-
nes a las acciones con la finalidad de aplicar
nuevas medidas dependiendo del éxito ob-
tenido respecto a lo esperado. Sin embar-
go, en los estudios evaluados el tiempo de
seguimiento de las variables es entre 1 a 3
años, por lo que en la revisión bibliográfica
fue imposible determinar si los objetivos de
restauración se habían cumplido en tiem-
po y forma. Esto demuestra la importancia
que tiene el monitoreo a mediano y largo
plazo de los procesos de restauración des-
pués de su implementación. Otra ausencia
notable en muchos de estos estudios es que
no se reporta la caracterización inicial del
sitio a restaurar y de sitios de referencia
(bueno y malo).
Variables
- Riqueza de especies.
- Densidad de especies.
- Altura.
- Diámetro.
- Supervivencia.
- Salinidad intersticial y superficial.
- Temperatura del agua.
- pH.
- Potencial redox.
- Nutrientes en agua y sedimentos.
-Hidroperiodo (nivel, duración y frecuencia
de inundación).
667
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México
La estrategia propuesta (figura 5), debe
complementarse con la experimentación a
diferentes escalas espaciales (parcela, hectá-
rea, paisaje). Se sugiere que las estrategias
en la restauración necesitan ser expandidas
desde pequeñas islas degradadas a áreas que
abarquen escalas a nivel de paisaje (Kelly
et al., 2011). Esta estrategia permitirá que
los procesos de restauración faciliten la co-
nectividad entre áreas bien conservadas y
acelerar la recuperación de áreas degrada-
das, lo cual es fundamental para mantener
la provisión de servicios ambientales y la
conservación de hábitats y especies. Esta
restauración de paisaje es necesaria para re-
ducir los impactos que están sucediendo en
muchas regiones, aun dentro de áreas natu-
rales protegidas para intentar disminuir la
fragmentación de ecosistemas que está cau-
sando una fuerte pérdida de biodiversidad,
principalmente en ambientes tropicales
(Lamb et al., 2005).
Algunos ejemplos de los datos reportados
en estos estudios asociados a acciones de
reforestación están relacionados con el cre-
cimiento y supervivencia de las plántulas.
En la tabla 5 se observa que, dependiendo
de las diferentes técnicas implementadas las
plántulas al final de la restauración presen-
tan mayor altura, siendo más efectiva la re-
generación natural que sucede después de la
rehabilitación hídrica. Tovilla et al. (2004)
registran una altura final 156 cm teniendo
como única técnica la reforestación, mien-
tras que Andueza (2011) y Herrera-Silveira
et al. (2012), realizaron una rehabilitación
hidrológica como única acción de restaura-
ción, y posteriormente las plántulas se es-
tablecieron de manera natural, alcanzando
alturas de 54 cm y 96 cm respectivamente
(tabla 5).
Para llevar a cabo cualquier acción de
restauración esta se tiene que basar en la
668
caracterización inicial e identificación de
las causas de la muerte de manglar, que
corresponde a la fase diagnóstica. Sin em-
bargo, en la revisión hecha se observó que
son pocos los trabajos donde se lleva a cabo
este importante e indispensable paso. Alon-
zo (2011), Herrera-Silveira et al. (2012), y
Zaldívar (2013), realizaron acciones de re-
habilitación hidrológica después de haber
identificado que la salinidad intersticial era
elevada y esta variable de estrés ocasionó la
muerte del manglar. La salinidad es uno de
los factores más determinantes para el man-
tenimiento del manglar y de las condicio-
nes del medio, por eso es una variable que
siempre debe ser monitoreada (tabla 6). La
acción realizada en los estudios previamen-
te mencionados fue la rehabilitación de los
canales de marea para reconectar zonas o
cuerpos de agua con menor salinidad para
mejorar el intercambio hídrico, observan-
do que después de 6-10 meses la salinidad
intersticial empezó a disminuir. Andueza
(2011) reporta una salinidad inicial de 110
g/kg disminuyendo a 40 g/kg en dos años,
mientras que en sitios donde se ha realiza-
do la reforestación en zonas elevadas la sali-
nidad aumenta (Benítez, 2007).
La última meta de la restauración es crear
un ecosistema autosostenible (autosufi-
ciente), saludable y resiliente a las pertur-
baciones, para que en el futuro no necesite
asistencia humana (Ruiz-Jane y Mitchell,
2005). Para lograr este objetivo es impor-
tante la participación de diversos actores
durante todo el proceso. La restauración
de los ecosistemas de manglar requiere in-
tegrar distintos componentes (instituciones
gubernamentales y no gubernamentales,
sociedad civil, academia, financiadores)
y se tiene que realizar a diferentes escalas.
Sin embargo, en la práctica es complicada
la interacción entre los actores, debido a
 J. A. Herrera-Silveira et al.

Tabla 5. Datos de variables estructurales de diferentes acciones de restauración

al inicio y final de los proyectos.
Acción de Técnica Variable Dato Dato Referencia /Institución
restauración inicial final
Reforestación. Siembra. Altura de plántulas 25 156 Tovilla et al., 2004/ECOSUR,
(cm).
Reforestación. Siembra. Tasa de crecimiento 5 Tovilla et al., 2004/ECOSUR,
(mm/día).
Aforestación. Siembra. Supervivencia 50 21 Benitez, 2007/UNAM,
de plantulas (%).
Reforestación Siembra. Tasa de crecimiento 0.07 Caamal, 2009/CINVESTAV,
diferentes (mm/día).
técnicas en el
sustrato.
Restauración Siembra. Altura plántulas 21 38 Agraz y Arriaga, 2010/
hidrológica y (cm). EPOMEX.
reforestación.
Reforestación. Siembra. Tasa de crecimiento 1 Agraz y Arriaga. 2010/
(mm/día). EPOMEX.
Restauración Regeneración Altura de plántulas 46 54 Andueza, 2011/CINVESTAV.
hidrológica. natural. (cm).
Restauración Regeneración Tasa de crecimiento 0.25 Andueza, 2011/CINVESTAV.
hidrológica. natural (mm/día).
Restauración Regeneración Densidad de 26.5 22 Herrera-Silveira et al., 2012/
hidrológica. natural. plántulas (m2), CINVESTAV IPN.
Restauración Regeneración Altura de plántulas 29 96 Herrera-Silveira et al., 2012/
hidrológica. natural. (cm). CINVESTAV IPN.

Tabla 6. Datos de la salinidad intersticial al inicio y final de diferentes actividades de restauración.

Acción de Actividad Variable Inicio Final Referencia Institución
restauración de la de la res-
restauración tauración
Aforestación . Siembra . Salinidad (g/kg). 61 67 Benítez, 2007 / UNAM.
Reforestación Siembra. Salinidad (g/kg). 120 78 Caamal, 2009 /
CINVESTAV
Restauración Apertura de Salinidad (g/kg). 110 40 Andueza, 2011 /
hidrológica. canales . CINVESTAV
Restauración Apertura de Salinidad (g/kg). 115 61 Alonzo, 2011 / DUMAC
hidrológica. canales.
Restauración Apertura de Salinidad (g/kg) 105 54 Herrera-Silveira et al.,
hidrológica. canales 2012 / CINVESTAV.
Restauración Apertura de Salinidad (g/kg). 74? 62 Zaldivar, 2013 / UNIDO
hidrológica. canales.

669
Capítulo 33: Restauración ecológica de manglares de México
que los objetivos, recursos y tiempos para
alcanzar las metas son distintos entre ellos.
Sin embargo, si la participación de todos
los actores involucrados es activa desde el
comienzo del proyecto, se pueden llegar a
concertar objetivos y acciones que incluyan
las necesidades de todos. La restauración de
manglares en México ofrece muchas opor-
tunidades de direccionar preguntas cien-
tíficas específicas a escalas de población,
comunidad y procesos del ecosistema,
entendiendo y aplicando conceptos ecoló-
gicos básicos como los de sucesión, facili-
Recomendaciones para tomadores de decisiones
Todo proyecto de restauración debe incluir
un programa de diagnóstico, implementa-
ción y monitoreo. En la planeación se de-
ben involucrar diferentes actores y sectores
de la sociedad, especialmente a las comu-
nidades locales, ya que generalmente serán
ellos quien se encarguen de mantener a lar-
go plazo el proyecto y de hacer el monito-
reo correspondiente, por lo que se les debe
ofrecer capacitación. Para el monitoreo se
deben seleccionar variables específicas que
funcionen como indicadores de éxito de
las acciones de restauración (características
fisiológicas, estructurales, de paisaje, va-
riables fisicoquímicas del sedimento, bio-
lógicas de las poblaciones, ecológicas/fun-
cionales). Estas mismas variables deben ser
registradas tanto en el sitio en restauración
como en el de referencia. El seguimiento de
estos indicadores permite en caso de reque-
rirlo, realizar ajustes y modificaciones en el
tipo de acciones bajo el concepto del ma-
nejo adaptativo. Estos programas de mo-
nitoreo permiten identificar si las acciones
de restauración están siendo exitosas y te-
670
tación, que permitan identificar patrones
y procesos del ecosistema de manglar. Por
otra parte, la restauración de manglares
puede abonar mucho a las capturas de car-
bono como gas de efecto invernadero (gei)
que con el apoyo de las políticas públicas
ofrecen amplias oportunidades a corto pla-
zo para el desarrollo de estrategias locales,
regionales y nacionales para lograr los com-
promisos internacionales firmados por Mé-
xico en el tema de reducción de emisiones
de gei.
ner los resultados de avances, por lo tanto,
es importante que se consideren variables
para corto, y mediano plazo.
Variables de corto plazo
Una variable indicadora de éxito de corto
plazo son las características del hidroperío-
do (nivel, duración y frecuencia de inunda-
ción). Para la medición de estas variables se
emplean medidores automáticos de presión
que se deben ubicar en el sitio a restaurar
y los de referencia, al menos dos medido-
res en cada lugar, para conocer el nivel de
conectividad del hidroperíodo entre los di-
ferentes sitios. Si la restauración está siendo
exitosa, el hidroperíodo del sitio en restau-
ración será similar al de referencia.
Variables de mediano plazo
Se espera que en el mediano plazo (meses),
las acciones de restauración propuestas ge-
neren modificaciones en las variables de
salinidad intersticial, el pH, el potencial
redox, los nutrientes en agua y suelo, así
como en el reclutamiento de plántulas, su

supervivencia y crecimiento. El monitoreo
de las variables fisicoquímicas debe ser en
las mismas estaciones de muestreo que las
utilizadas para la etapa de caracterización y
diagnóstico, ya que esta información servi-
rá de referencia como el tiempo 0 (t0) de la
restauración.
El marco regulatorio nacional ofrece
oportunidades para la creación de polí-
ticas públicas de mitigación dirigidas a la
cuantificación, verificación de emisiones de
gei, así como a aumentar los sumideros de
carbono, frenar y revertir la deforestación y
Literatura citada
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